Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stigmata por Maya

[Reviews - 36]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

último capítulo, me ha gustado todo este tiempo con ustedes, espero que no tenga muchas faltas de ortografía y pues... que lo hayan disfrutado.

He aquí el último capítulo de larga duración...

Capítulo final: Saga

 

Estamos a cuatro semanas del comienzo del tour, él no me dirige la palabra a no ser que sea estrictamente profesional. No creo que nadie se diera cuenta de ello.

Trabajamos arduamente para dejar todo preparado a nuestro regreso. Tenemos que continuar trabajando y las entrevistas televisadas y sesiones fotográficas después de la gira nos quitaran mucho tiempo para comenzar a trabajar en un próximo single.

Antes de comenzar con los preparativos decisivos antes de la gira fui a hacerme un nuevo chequeo al médico, tenía que saber qué tan avanzada estaba mi enfermedad. Después de ir…, creo que no era necesario hacer tanto escándalo como para saber que el tiempo se me va… Yo mismo siento el dolor sin necesidad de que algún médico me lo diga. Existe una vacuna para “alargar” mi vida, al menos más de lo que debería vivir estando así…, lamentablemente es sólo para aquellos pacientes que fueron diagnosticados oportunamente, como yo lo pase por alto mucho tiempo ya no era válida para mí.

Siento como si las cosas comenzaran a complicarse, el médico dijo que le parecía extraño que no se hubieran presentado en mí los últimos cuadros de la enfermedad, “No entiendo cómo puedes estar en pie; deberías estar postrado en una cama esperando la muerte o ya haber muerto”, muy amables sus palabras.

Sea como sea, la enfermedad no fue mi culpa, pero tampoco es como si hubiera sido muy responsable con mi salud, incluso ahora no estoy siendo responsable al no decirles a mis compañeros de grupo lo que más temprano que tarde pasará, porque no es algo que sólo me afecte a mí, también tiene mucha relación con ellos.

“No vale la pena que se entristezcan por mi culpa”

-hola Chiko –dijo el castaño acariciando el lomo de su perro cuando este se sentó en el suelo junto al borde de la cama– es cierto, ¿quién va a hacerse cargo de ti cuando yo no esté? “antes pensé en Hiroto-kun pero ahora no lo sé, como todos tienen mascotas…” no te preocupes Chiko no te dejaré con Nao-san, él deja morir hasta a sus mascotas virtuales –el perro giro la cabeza al no entender,  su cola se mecía de lado a lado– aunque él mismo dijo que si fuera un animal sería un perro… hum, de lo que estoy seguro es de que no te echarán a la calle, las fans te aman ja, ja, ja, ja, ja, ja

 

 

 

-¡Saga-kun! –dijo el baterista al ver entrar por la puerta al joven

-¿pasa algo?

-no, nada en especial sólo tenía deseos de decirlo ja, ja, ja, ja

-ja, ja, ja, ja, ja, ja  ¿y los demás?

-por aquí y por allá, arreglando sus cosas y ayudando al staff a organizar

-¿y el líder no es quien debiera estar allí?

-ah, sí, ya guardaron mi batería si es eso a lo que te refieres

-pero Nao-san--

-¡¡Nao-san!! –se asomó por la puerta el más joven de la banda un poco acelerado. Al ver al bajista su sonrisa declinó un poco así mismo el bajista miró hacía el suelo asintiendo con la cabeza– ah… Buenos días Saga-kun

-Buenos días Hiroto-kun…

-¿Qué pasa?

-¡ah! El Staff está preocupado por los instrumentos, quieren que verifiques las cosas antes de empacarlas –el ambiente parecía un poco tenso. Ninguno de los dos se miraba directamente y el menor se rascaba la cabeza con incomodidad

-mouu~  está bien, vamos a ver ¿Vienes Saga-kun?

-ya empacamos tu bajo –se adelantó a decir el menor

-si ya lo empacaron está bien, me quedo, después de todo no puedo correr mucho según ordenes médicas je

-ah, sí ¿cómo te fue en el médico?

-Nao-san necesitamos revisar las cosas AHORA

-sí, Hiroto-kun tiene razón, es mejor que se vayan

-nos vemos luego –se despidió el batero justo después de que el guitarrista se adelantara corriendo más adelante

Creo que esta frialdad no se va a acabar nunca.

No creo que quiera seguir oyendo mis explicaciones, lo dejo muy claro ese día…

 “si quieres puedes morirte mañana, porque después de lo que hiciste hoy estás muerto para mi”

Incluso ahora pude sentir que no quería compartir el mismo espacio conmigo, se preocupó de arreglar todas mis cosas antes de tiempo para no tener que verme… Eso sólo hace que me sienta más y más solo.

La frialdad que nunca acaba.

 

Se sentó en el suelo con una de las guitarras acústicas que solían ocupar a menudo para matar el tiempo o bien componer una melodía clásica la que terminaría siendo una canción momentánea o la de algún nuevo single de la banda. En momentos como este la idea era distraerse tocando notas al azar mientras los demás se ocupaban de los últimos preparativos de la gira.

En su mente el bajista se cuestionaba una y mil veces el por qué de no poder estar junto a sus compañeros, sin duda lo primero que venía a su cabeza como respuesta era el que no quería ser una molestia para Hiroto. Con lo que había pasado anteriormente, al estar juntos el ambiente se volvía tenso y no era bueno. Ese mismo ambiente de intriga e intranquilidad se tragaba a todo aquel que intentara ponerse entre medio y hacía de toda la atmósfera un caos silencioso, torturador.

El médico tiene mucha razón, debería estar muerto; pero hay algo que aun no está terminado…

Hace mucho tiempo leí que las personas que tienen cosas pendientes en este mundo no pueden pasar al otro tan fácilmente, es por esa razón que tenemos muchos fantasmas en esta época, almas en pena… no saben que realmente murieron y siguen viniendo a este mundo tratando de recuperar el tiempo perdido, tratando de arreglar lo que en vida nunca pudieron solucionar. Esa es mi cadena a este mundo, las cosas que aun no puedo finalizar.

 

El castaño dejó pasar algo de tiempo tocando la guitarra y se largo a caminar por los pasillos para tratar de encontrase con alguien para charlar un poco, tener un poco de contacto humano y esperando que ese “alguien” no fuera el guitarrista menor.

En el pasillo se podían ver muchas personas ir de allá para acá “todos están muy ocupados”. Cuando iba caminando vio a alguien que venía de frente hacia él, como no le conoció pensó que el hombre alto iba distraído, lo esquivó pasando por su lado sin darle mucha importancia y continuó caminando.

-¡Saga-kun! –le llamó el guitarrista pelinegro

-¿ah? –preguntó un poco atónito Saga y se detuvo esperando a que el “desconocido” se acercara

-¿por qué pasaste de largo y me ignoraste?

-ah… ¡¡TORA-SHI!! –recién al oírle hablar cerca pudo reconocer el rostro de su compañero de banda. Se disculpó tímidamente– lamento haberte esquivado, sólo no te vi

-pero si te miré de frente y me devolviste la mirada, ¿cómo puedes decir que no me viste?

-bueno…, más que no verte, no te conocí

-Saga-kun me estás asustando

-no, no es nada como crees, es que no te reconocí donde pensaba otras cosas, bueno –rió tímido mientras se frotaba la frente–  tengo la cabeza hecha un lío

El mayor le miró entre preocupado y confuso.

-de verdad espero que sólo se trate de eso

-Sí, sí, no te preocupes

-pasando a otro tema que es de lo que quería hablarte antes de que me desconocieras

-je, je lo lamento –reiteró apresuradamente el menor– dime

-Saga-kun ¿hay algún problema entre Hiroto y tú?

Ahí estaba la pregunta, sabía que tarde o temprano alguien me preguntaría. Es tan obvio que algo pasó, no hay juegos, no hay risas ni bromas. No hay esa conexión que teníamos y a la vez esa unión generalizada entre todos.

-no sé si es algo que se pueda hablar en un pasillo, nada saco con mentir y decir “aquí no pasa nada, sólo estamos estresados”

-nos damos cuenta de lo que pasa, no nos creas idiotas

-lo sé y es por esa razón que lo siento pero… no quiero hablarle a nadie de esto. Puede que se compliquen más las cosas y es mejor que no, tenemos un Tour por delante y aunque las cosas entre nosotros no parezcan bien aun somos capaces de trabajar juntos; puede que si le comento a alguien, a una sola persona lo que pasó, definitivamente todo se rompa y seamos incapaces de incluso de trabajar en un mismo escenario

-muy prudente de tu parte, respetaré tu decisión

-gracias, Tora-san…

 

 

Ayer fue nuestro primer día de Tour.

Anteriormente a esto nada ha pasado, todo sigue igual a como lo dejamos. Nadie ha vuelto a preguntar nada al respecto, y eso hace que sólo nos preocupemos de trabajar arduamente para que las cosas salgan bien.

Siento mi cuerpo tenso y muchas veces he despertado con la mitad de él sin reacción; en momentos así lo único que hago es llorar silenciosamente soportando el peso de la enfermedad sobre mí, el peso que decidí cargar solo sin nadie más.

El joven castaño se ocupaba de ordenar algunas pequeñas cosas, como todos conocían de su prescripción médica delicada evitaban pedirle hacer cosas que requirieran mucho esfuerzo físico, a pesar de ello nadie conocía la realidad de la misteriosa enfermedad pero todos esperaban se curara pronto y devolviera todo a su orden. 

No sintió cuando la puerta del camarín se abrió sino hasta que el “intruso” entro por completo y la cerró fuerte de manera adrede para que supiera que estaba allí. Saga se volteó sin prisa para ver al golpea puertas encontrándose con el menor de los guitarristas -su mueca de impresión al verlo no era posible de ocultar- este estaba apoyado contra la puerta tal vez esperando que el otro no huyera en cuanto le viese; mantenía la cabeza agacha

-antes de que digas cualquier cosa quería pedirte una disculpa

-no, no es necesario--

-¡¡SÍ!! ¡Sí lo es! –le interrumpió antes de que acabara. Se despegó de la puerta y avanzó hasta el más alto moviendo los brazos sin motivo alguno más que el nerviosismo– esto…, creo que no podemos seguir enojados el uno con el otro y sin hablarnos. Aun nos queda mucho por delante, no sólo este Tour. Hemos llegado al punto en que ni siquiera podemos compartir con todos, pero lo que me hace sentir peor de todo esto es que te has ido quedando solo por mi culpa

-no es tan malo como crees, además son cosas que debería haber tenido en cuenta antes de hacer lo que hice

-¡ese es el otro punto! Está bien en que lo que hiciste no me gusto nada, pero pienso que si estabas siguiendo a tu corazón no fue malo el que lo hicieras, peor habría sido que ocultaras lo que sentías

-entonces… –el más bajo apoyó sus manos en los hombros del otro

-los dos cometimos errores, mi respuesta no fue la mejor y lo tuyo fue acelerado pero aun así más válido porque seguiste tus emociones

-ja…, ja, ja, ja, eres un niño

-sabes que no puedo mentir ¿verdad?

-lo sé

-te extrañé

-ja, ja, ja, ja, ja, ja

-ja, ja, ja, ja, ja, ja –el menor se distanció y le ofreció su mano en señal de simpatía– solucionemos las cosas y comencemos otra vez, desde Zero… –Saga sonrió ante la iniciativa del guitarrista y le devolvió el gesto dándole la mano– y lo primero que haré en esta nueva etapa es… ¿lo sabes?

-ja, ja, ja, no, ¿soltarme la mano? Ja, ja, ja

-no, ja, ja, ja, ja, ja, esto –y jalándolo hacía sí le besó delicadamente en los labios– te devuelvo lo que me hiciste

El bajista había quedado atónito incluso luego de que le soltara la mano no tenía reacción, eran tantas sus emociones y por si fuera poco podía sentir en la superficie de sus labios los del otro.

 

 

 

-Saga-kun, cuando antes me dijiste que morirías en poco tiempo me preocupe, ¿eso fue cierto o fue la presión del momento?

Ambos, guitarrista y bajista caminaban por los corredores como si nada hubiera pasado. El mayor había decidido dejar pasar lo anterior, lo que no quería ahora era volver a complicar las cosas que recién se habían arreglado, sería una actitud estúpida.

-fue sólo por la presión del momento

-bah… creí que era cierto, por eso me disculpe no quería a tu fantasma rondándome por lo que te había dicho, ja, ja, ja, ja, ja, ja

-sinceramente ya lo había pensado

-ja, ja, ja, ja, no seas tonto Saga-kun, lo que si me alegra es que ahora puedes tocar bien y sin equivocaciones

-la práctica hace al maestro

-pero fue la práctica conmigo la que te ayudó

-un poco, sí, un poco

-las cosas entre ustedes ya se solucionaron, me alegro –habló Tora apareciendo de pronto en una de las intersecciones del pasillo junto a Nao y Shou

-Shou-kun, Nao-san, Tora-san

-el que estuvieran peleados hacía mala vibra en los ensayos –dijo el castaño vocalista con una pequeña sonrisa

-¿en serio estaban peleados?

-ja, ja, ja, ja, ja en que lo entiendas Nao-san se nos va la tarde –todos rieron al unísono y se adelantó el bajista

-¡¡vamos a ensayar entonces!!

Aunque las cosas no quedaron nunca del todo claras puedo estar agradecido de que se hayan resuelto de buena manera. Nunca esperé que Hiroto se acercara a mí para pedirme disculpas sino muy al contrario pensé que no sucedería y continuaríamos sin hablarnos hasta que me dejara volver a hablarle. Una de las razones de por qué me gusta tanto es probablemente por la reacción que me mostró hoy.

 

 

Era ya tarde y todos se habían ido a descansar con la idea de dar lo mejor de sí al otro día; en escena. El bajista se había quedado unos momentos más pensando en todo lo sucedido, parecía ser parte de un sueño y aquel impulso del menor en “robarle” un beso ¿qué había significado? Se preguntó muchas veces sobre ese tema y sin poder conciliar el sueño buscó un cuadernillo y un lápiz “al menos espero traspasar todas mis inquietudes en este papel”.

 

 

Luego de solucionar las diferencias entre bajista y guitarrista el ambiente había vuelto a su estabilidad. En la intimidad del bajista la enfermedad le iba consumiendo pero no parecía ser tan evidente como en un principio “un retroceso” pensó.

Las semanas se iban agotando, pasando los paisajes y personas que encontraban en cada sitio en el que se presentaban, era emocionante, se comentaban unos a otros en ocasiones, porque aunque fuera un paisaje ya visitado cada vez veían más y más caras nuevas en sus directos y les daba la noción de que su música estaba siendo admirada, respetada.

Era el día de la última presentación, los rostros de todas las Alicias parecían más impecables ese día que ningún otro y el nerviosismo se respiraba en el aire aunque no por esa razón se mostraban menos entusiastas. Saga, quien ya había sido maquillado y arreglado sacó de su bolsillo lo que parecía ser una carta y dirigió su rumbo hacia el castaño guitarrista a quien la estilista arreglaba el cabello

-Hiroto-kun –dijo Saga llamando la atención del otro

-¿si? –el más alto se inclinó a la altura del menor quien estaba sentado mostrándole a sus ojos la carta

-te voy a dar esto, tienes que leerlo cuando acabe el live de hoy

-¿ah? ¿Por qué?

-sólo hazme caso ja, ja, ja, ja –Hiroto obedeció y tomó el sobre entre sus manos para guardarlo en el bolsillo de su chaqueta

-está bien, lo guardaré hasta entonces

-gracias –y dicho esto se fue a ver a los otros quienes hablaban de lo que harían en esta última parada del Tour

-estaría bien si luego del cambio de camiseta entrásemos a escena corriendo desordenadamente

-Nao-san hay que recordar que Saga-kun no está sano aún

-Tora-shi tiene razón

-no se preocupen por mí, estaré bien

-entonces está decidido ¿Oíste Hiroto-kun?

-¡¡Sííí~~!!

 

 

Comenzaba a sonar la base de todo concierto de Alice Nine.

Las grandes luces iluminaban inconstantemente el escenario y en ese lapso de conmoción comenzaban a aparecer los miembros de la banda a tomar sus instrumentos, preparándose para brindar a la multitud un viaje musical de ensueño.

Nao quien siempre era el primero tomaba sus baquetas volviendo a familiarizarse con ellas una vez más, tomando el ritmo; a él le seguía Saga, el bajista quien acariciaba las cuerdas intercaladamente sin tomar ningún ritmo en especial por el momento. Ambos guitarristas se aprontaron a sus posiciones casi al mismo tiempo dando paso al final de la entrada de integrantes y a la vez el comienzo del espectáculo se dejaba aparecer el vocalista; cogió el micrófono con ambas manos viendo en todas direcciones y llenándose los pulmones entre abrió los labios

-MIRROR BALL

 

“Hiroto-kun,

No sé que vayas a pensar de esta carta, aunque debo decir que en un principio fueron sólo ideas que escribí en un papel, hace pocos minutos me di cuenta que esto no era algo que quisiera dejar sólo para mí. Es algo que quiero compartir contigo, y claro, con los demás, espero que puedas comentarles pronto lo que aquí dice, no quiero que crean que no pienso en ellos y vengan a reprochármelo luego (…)”  

 

Cada vez que subían a un escenario parecía una misma imagen, pero todas las veces se sentía distinto para ellos. Lo que hacía que esta vez fuera especial nadie lo sabía pero esa sensación de compartir miradas cómplices unos con otros sin que nadie lo notara tenía su cierto grado de magia inigualable.

 

“(…) Me pregunté mucho tiempo o me he estado preguntando el por qué de tu última reacción, pienso que si te lo digo en persona puedo arruinar todo y no me dejarás explicarte, por eso al menos, en este papel no podrás interrumpirme y podrás saber lo que realmente siento (…)”

 

Tocaban con normalidad las canciones, sin dificultad alguna o eso veían todos exteriormente, lo que nadie podía saber era que el cuerpo del bajista se veía complicado y comenzaba a sentir más calor de lo normal, el calor de las luces, el movimiento, el público, todo aquello parecía haberse aumentado hasta el doble o el triple de lo normal.

 

“(…) Desde un comienzo nunca tuve en mente fijarme en ti, eras parte de la banda, y eras un “hombre”. Sinceramente creo que estás cosas como el gustar y el querer no se pueden decidir, no podemos simplemente planear nuestra vida fijándonos y auto-imponiéndonos las personas que van a formar parte de ella. La única razón por la que me fije en ti es por tu forma de ser. Muchas veces te he dicho “niño” o cosas semejantes pero nunca fue con mala intención, más aún siempre consideré que eras más maduro que algunos de nosotros, sí, hablo de Nao-san pero eso no vayas a decirlo, o bueno sí, después de todo creo que hasta el mismo lo supone (…)”

 

La última canción del segmento sería Lemon, posterior a ello se irían a cambiar las camisetas y a descansar un poco mientras Nao les entretenía con un juego o un Solo de batería.

Para todos esta canción era especial, así como Mugen no Hana, canciones emblemas de la banda. Los integrantes se sumergían en sus instrumentos concentrados en hacerlo lo mejor posible y envolver al resto en el sentimiento que llevaba la canción.

 

“(…) Claramente al punto al que quiero llegar es, me gustaste por lo que eras sin tratar de idealizar o creer en una persona que no existía, sino sólo viéndote como eres con los demás, cómo me tratas a mí. A estas alturas creo que más que sólo quererte, te admiro, admiro tu vitalidad y tu fuerza, esa energía que posees al tocar las notas en una guitarra, tanto así que siento muchas veces tu fastidio o tu emoción en las cuerdas dependiendo de si has tenido un buen o mal día (…)”

 

Una vez terminaron la canción salieron de escena entre la oscuridad y se aprontaron a cambiar de camiseta pasados unos minutos el primero en salir fue Nao quien iba a dar su Solo de batería y a darles a los demás tiempo de reponerse. Todos tomaban botellas con agua para aligerar el calor.

 

“(…) Al final creo que me he ido por las ramas sin decir nada particularmente importante, al menos lo que te puedo resumir de lo anterior es que no tuviste que hacer nada para que me fijara en ti, sólo ser tú mismo. Te besé una vez y puede que con lo que diga a continuación me odies nuevamente, pero después de todo no me arrepiento, quiero tener la ilusión de que el beso que me robaste la última vez fue una consecuencia del que te di yo y que eso sea tal ves una oportunidad para mi (…)

 

Ya habían saciado su sed y aminorado su calor con el cambio de camiseta y las botellas de agua. Ambos guitarristas se asomaron a ver el desempeño de su líder con las baquetas dejando atrás al vocalista a quien le arreglaban el audífono que debía llevar y al bajista quien a pesar de haber tomado litros y litros de agua no podía frenar los fuertes y rápidos latidos de su corazón; al contrario se sentía tan agotado y era tanto su sofoco que había comenzado a respirar por la boca aceleradamente sin poder tranquilizarse.

 

“(…) En estos días me he dado cuenta de que no me gustas, de que un “te quiero” no es suficiente para decir lo que me está pasando, lo que siento cuando estás cerca de mí, es algo tan extraño que la única palabra que podría ser similar a los que siento es amor (…)”

 

-¿Saga-kun estás bien? –se acercó el castaño vocalista a su compañero notando su agitación

-s-s-sí… e… e-e-es…

-primero respira  –Shou apoyó ambas manos en los hombros del menor tratando de relajarlo– vamos, respira tranquilo…

 

“(…) Aun así creo que no seré correspondido, no, eso no, sería demasiado perfecto que alguien como tú se fijara en mí, alguien lleno de defectos, mi única facultad y alivio es poder hacerte reír y jugar contigo. Ahora que lo sabes no me quites eso y déjame por lo menos disfrutar de tu cercanía como amigo (…)”

 

-¡¡ALICE NINE A ESCENA!! –anunció alguien del staff

-¡Saga-kun, escúchame bien! Tienes que relajarte sino no vas a poder respirar –a la llamada Tora y Hiroto ya se habían ido en camino al escenario sin notar lo que dejaban atrás

-S…S-s--shou…kun … n-n-no… … pu…edo… res--pirar… a… ah…

-no, no, no me hagas esto, ¡¡¡Necesitamos un médico, aire lo que sea, Saga está demasiado sofocado!!! –gritó el vocalista a los miembros del staff los que de inmediato comenzaron a moverse para conseguir un médico y traerle aire al bajista

 

“(…) Creo que mentí en algo, y si te miento en esto no podrías creer en el amor que profeso.

Cuando preguntaste si eso de que pronto moriría era real, la verdad es que sí, hace algún tiempo que me diagnosticaron que tenía una enfermedad terminal, lamento no haberles dicho nada al respecto. Pero últimamente me siento tan solo en esto que por fin me decidí a confesártelo en esta carta, al menos podremos pasar más tiempo juntos y aprovechar el tiempo que me quede, si es que me queda.

Aunque no lo creas soy optimista con esto, hablé con Tora-shi hace algún tiempo y si antes tuve miedo creo que ahora no, para serte sincero siento tanto dolor que prefiero morir ya.

El dijo que lo mejor sería morir en un Live, habiendo sido capaz de complacer a todas esas personas que vinieron -a veces- desde muy lejos para vernos, ahora comparto ese sentimiento también (…)”

 

-¡¡¡SAGA!!!¡¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ EL MÉDICO?!! –el vocalista se había comenzado a molestar de verdad, estaba nervioso y nadie era capaz de darle razones

“el rostro de Shou-kun se ve lejano, borroso…”

 

“(…) pienso, si muriera después de un Live estaría bien, moriría haciendo lo que al igual que tú y los demás amamos tanto, moriría haciendo música, no sé si lo sabes, supongo que sí pero siempre he creído que en esta vida no pude haber elegido ser otra cosa que no fuera ser músico, no tengo por qué explicarte ese sentimiento, sé perfectamente que lo conoces (…)

 

Ambos guitarristas habían salido al escenario sin notar la ausencia de los otros dos. Hiroto se había adelantado saludando al público asistente, jugueteando con las cuerdas de su guitarra o al menos eso hacía cuando dejó de oír las cuerdas de su otro compañero; pensó que sólo se trataba de un juego así que continuó en lo suyo.

 

“(…) He de suponer que no quieres seguir leyendo sobre lo que tengo planeado para mi muerte, así que cambiare de tema.

Con esto quiero finalizar esta carta, además de todo lo que te comente antes quiero que sepas que siempre me imaginé como sería estar junto a ti de otra manera, espero que entiendas que esta parte es hasta escrita muy difícil de decir (…)”

 

El castaño guitarrista sólo notó que algo no iba bien cuando escuchó que la batería dejó de sonar y vio de reojo a Nao tirar las baquetas hacía cualquier lado; luego lo vio más claro aún cuando salió corriendo con un rostro de preocupación tan abismante como nunca pudo imaginar ver en el mayor de las Alicias.

 

“(…) Me gustaría pasar los últimos días de mi vida a tu lado (…)”

 

Tragó ásperamente y sintió un vació en el estómago. Se deshizo de su guitarra aun si reaccionar del todo.

 

“(…) Poder tocar tus labios con los míos sin pensar en hacer nada más que eso.

Creo que eso era todo los que tenía que decirte, espero que puedas comprenderme, tampoco pido que hagas realidad todo lo que dice en esta carta, eso sólo haría que me sintiera moribundo, en cambio lo que quiero que hagas es, luego de leer esto que me golpees por haberte ocultado esta tonta enfermedad, que no me hables durante un tiempo y que después de haberme hecho sufrir te reconcilies conmigo y me ofrezcas un beso como el de la última vez (…)”

 

En ese momento lo comprendió y en cuanto lo hizo salió corriendo lo más aprisa que pudo sin pensar realmente en lo que hacía, sólo corrió hasta el camarín con una única idea en mente

-“Saga-kun”

 

“(…) Antes de que lo olvide, mientras escribía esto recordé el día en que me llevaron en ambulancia después de mis convulsiones…, la persona que lloró en ese momento por mí fuiste tú, ¿no es así? (…)”

 

Cuando llegó al camarín se generó un silencio colectivo y al verle llegar se hicieron a un lado para dejarle libre el paso.

 

“(…) no sé si realmente lo fue, pero déjame creer que sí (…)”

 

Ahí estaba el castaño bajista, sentado en una silla, con los ojos cerrados como si durmiera. Hiroto se acercó despacio hasta él como intentado no “despertarle” de su sueño impedido por las desbordantes lágrimas de sus ojos que ya no le permitían ver más allá del rostro de Saga.

 

“(…) Espero que podamos continuar creando sueños, componiendo canciones y comiendo todos juntos un poco de ramen, tal como la primera vez que nos conocimos y creamos este sueño que ahora se ha hecho realidad, Alice Nine.

Se despide,

Saga. “

 

FIN
Notas finales:

Pasará mucho tiempo antes de que vuelva a publicar otra historia, espero que para la próxima sea algo más feliz.

Que estén bien

 

Saludos.

 

-Maya-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).