Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Taiyou no Namida por katzel

[Reviews - 75]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Urushisuki apenas podía creerlo cuando le vio entrar por su propia voluntad a su pieza.

El rubio esclavo vestido con su túnica roja se dirigía directamente hacia él.

Los ojos negros del Administrador le recibieron aún abiertos por la sorpresa.

- Katou... -

Quería cerciorarse de que no se trataba de una de sus innumerables ilusiones.

- Katou...

Sus dedos se enredaron en un mechón de cabello rubio y sedoso.

Era suave y sencillo al tacto.

Siempre quiso tocarlo así, dócilmente...

Katou inclinado a medias, apoyado en su hombro...

Aquella tormenta del océano, convertida en un tranquilo remanso de agua de lluvia.

- Buenos días amo... - dijo Katou sonriendo sensualmente y besando su mejilla.

Urushisuki entrelazó sus manos tras la nuca del rubio y le besó en los labios sin intenciones de separarse ni un minuto de él.

Lo hizo mucho tiempo después cuando casi no podía respirar.

Katou seguía sonriendo.

- No es un sueño...Uru-chan... he decidido servir a mi amo... a mi único amo... para siempre...

Urushisuki hizo un gesto de triunfo.

Katou se sintió un poco culpable.

"Es sólo un niño... aunque esté equivocado y le haya hecho daño a Iwaki, aprovecharme de sus sentimientos es tan indigno..."

Cerró los ojos.

"No importa, si tengo que descender aún más... lo haré por Kyosuke"

- Estoy honrado, Katou-kun... tú nunca me veías sino como un chiquillo... ahora te has dado cuenta de lo importante y hermoso que soy...

Ya estaba abrazado a su cintura.

"Uru-chan..."

Katou se tendió sobre él amarrándo hábilmente sus manos al viejo mueble de madera y amordazándolo.

"Si lo hago... Iwaki será mío..."

- ¡Hum! ¡Hum!

Recién el muchacho se daba cuenta de que las verdaderas intenciones de Katou eran anularlo para poder actuar con independencia y claridad.

- ... mi verdadero amo Iwaki Kyosuke... lo lamento Urushisuki... desearía no tener que hacer esto...

-----------------------------------------------------

Iwaki esperaba a la persona que arreglaría su vestido de novio.

Era un traje rojo sobre uno imaculado de blancura con la imagen de una garza blanca sobre el lado derecho.

El criado venía cubierto con una túnica trayendo las vestimentas sobre las manos extendidas.

Iwaki ni siquiera lo miró.

Permanecía completamente quieto, de pie, pensando en Katou ingresando por la puerta cada mañana con esa sonrisa imborrable y perpetua.

"Por qué está toda esta gente a mi alrededor... qué quieren de mí..."


- No desea saber cómo luce su traje de novio... señor... - dijo el esclavo con un timbre inconfundible.

La expresión del amo cambió por completo.

- ¡Tú!

- Es una lástima... apuesto que te verías demasiado adorable con estas ropas... me gustaría verte alguna vez con ellas... pero eso sólo será cuando yo te despose.

- ...

Le quitó el habla al moreno quien le lanzó una mirada de reproche mezclada con tanto amor que Katou se quedó suspendido como si viese a un ángel enfadado.

- Te extrañé tanto, Iwaki...

Su mano se deslizó por sobre el brazo del amo y éste volteó para que no viese lo conmovido que estaba.

- De... de... demonios... Ka..to..u... qué sucede...

- Tú lo sabes mejor que yo... dime qué sucede con mi propio corazón... dime por qué me he enamorado así de ti... dime por qué si mis dedos rozan tu piel ya no soy el mismo... por qué estoy sediento de tu voz... de cualquiera de tus palabras... dime desde cuando el cielo empezó a reflejar distintos colores que sólo yo conozco... si respondes esa pregunta entonces... sabré por qué se me ha dado el privilegio de nacer a tu lado...

Iwaki intentó cubrirse los oídos.

- Yo no debo escucharte... no debo hacerlo, por que cuando lo hago... no importa qué tan lejos desee estar, siempre termino estando aqui... si estoy encerrado en la oscuridad... sólo tú puedes arrebatarme hasta las estrellas... no importa lo llorado, no importa lo sufrido, mis lágrimas se secan instantáneamente y tu soleada sonrisa me obliga a pensar en nuestra felicidad... soy yo el que debe preguntar con qué derecho... sojuzgas así a quien sólo debería mandar en ti...

Katou apretó su mano y la besó.

- No huyas de mí Iwaki... ven conmigo...

- ¡No puedo! ¡No entiendes que a pesar de todo esto es imposible...!

- No lo es... si confías en mí... por favor... nunca te haría daño... yo...

Iwaki mantenía la incertidumbre sintiendo dos fuerzas poderosas luchando en su interior. La primera, la pasión que le llevaba a imaginar hermosos momentos junto a Katou y la otra, el deber, que se le presentaba acusador y temible por las consecuencias que acarrearía el abandono de su prometido.

- Katou...

Los dedos de él acariciaban sus labios.

El rubio acortó la distancia entre ambos quedando muy cerca.

Fue Iwaki el que avanzó hasta que estuvieron disfrutando un beso.

Para qué escuchar razones... oír a la terrible realidad... mejor sumergirse en aquellos ardientes labios que apremiantes se combinaban con los suyos.

- Ven conmigo - susurraba Katou.

- Katou...

- Ahora... tengo todo listo... y estoy aquí para llevarte muy lejos, donde nadie podrá impedir que nos amemos...

Iwaki se soltó del abrazo como si una esfera preciosa se hubiese roto.

- Ahora...

Se escucharon voces gritando, entre ellas la de Urushisuki.

- Iwaki... no tengo tiempo de explicarlo... por favor compréndelo... yo sé que no romperás el compromiso con el señor Taira aunque no le ames... pero no puedes pedirme que espere sentado pacientemente a ver cómo te casas y te vas a la capital...

- Qué está sucediendo, Katou...

- Yukihito y Sawa nos esperan, todo está preparado...

Sonó una bofetada.

- Tomaste esta decisión tú solo... si estabas tan seguro de que mis sentimientos son tan débiles... ¡Quién crees que eres que puedes decidir sobre mi propio destino!... sólo estabas pensando en ti... no eres diferente del señor Taira, de mi madre, o de los nobles de esa horrible corte que también son egoístas...

El rubio permanecía anonadado sin posibilidad de réplica.

Llamaron los guardias.

- ¡Iwaki-sama! ¡Iwaki-sama!

Iwaki corrió hacia la puerta.

Katou cayó arrodillado a sus pies sujetando su mano.

- No abras... ven conmigo...

- Criado terco... - dijo Iwaki mientras las lágrimas empezaban a correr por sus mejillas -... has hecho todo esto por mi... cuándo dejarás de ser un tonto... y ver que no puede ser... cuándo verás... que no merezco que me quieran así...

Descorrió el cerrojo lentamente.

- Gomen nasai... nuestro cuento de hadas termina aquí...

El señor Taira ingresó en la habitación.

Tras él estaban Urushisuki y los guardias.

El prometido separó las manos de Katou y de Iwaki refugiando al moreno contra su pecho.

- ¡Qué significa esto!

- Lo amo... - dijo Katou levantándose con gran dignidad - ... estoy enamorado de Kyosuke... ahora que lo saben no me importa lo que me suceda... podéis matarme... torturarme... lo que siento no cambiará... y si no puedo estar junto a él entonces... me da igual...

Iwaki estaba en shock.

Deseaba decir algo.

Urushisuki estaba lleno de rabia.

Le quitó una de las varas de castigo a un guardia y la descargó con toda su fuerza sobre el rostro de Katou.

- Traidor... desgraciado... vas a lamentar haberme engañado... ¡Llévenselo! ¡Llévenselo! ¡Llévenselo!

Estaba fuera de sí y no dejaba de gritar.

Katou paso junto a Iwaki fuertemente sujetado y sin posibilidad de huir.

El amo apenas levantó la vista.

El rubio se alejó dispuesto a morir.

------------------------------------------

Yukihito y Sawa estaban en el carruaje esperando.

Ambos se preguntaban por qué tardaba tanto en llegar su amigo con el joven Iwaki.

El pintor estaba tan nervioso que apretó las manos de Sawa entre las suyas.

- Será que ha sucedido algo malo... - murmuró.

Sawa soportó su dulce toque intentando alejar otro tipo de pensamientos que se agolpaban en su mente.

- Nnno ha de ser nada... confía en Katou, Yukihito...

Se escapaba en estas palabras el aliento enamorado lleno de calor de Sawa.

- Tengo miedo...

- Estoy aquí Yukihito...

Sawa, encantado, permitía al muchacho apoyar la cabeza en su hombro lángidamente mientras él le tranquilizaba.

La puerta del carruaje se abrió y fueron sacados a la fuerza.

- ¡Ustedes dos!

Sawa protegió a Yukihito mientras contra la otra mano desarmó a uno de los soldados.

- Ni siquiera piensen en tocarlo... que no respondo de mí mismo...

- Pintor Mizu Yukihito... y estilista Akatsuki Sawa... han sido encontrados culpables en los cargos de complicidad y conspiración... debido a su mínima participación y a la magnaminidad de nuestra ama sólo serán expulsados de Taiyou no Cho y recibirán doscientos azotes.

Intentaron separarlos.

- He dicho - gritó Sawa rechazándolos - ... que a este joven nadie le pone un dedo encima...

- Sawa...

- Imagino que no nos dejarán en paz hasta que cumplamos esta pérfida condena... aún si nos vamos lejos seremos perseguidos por la prefectura... y traídos hasta aquí para cumplirla... tendría que pelear toda mi vida intentando evitarlos para mí y para Yukihito... así que lo haré más sencillo para los dos...

Los guardias no parecían comprenderlo.

- Así que asumiré la pena por completo.

- Usted...

- El castigo de Yukihito lo recibiré yo...

- ¡Sawa!

- Aquí estoy... sin oponer resistencia...

- Sawa... - la voz del pintor era llorosa - ... no tienes que...

- Por supuesto que tengo que hacerlo... cómo podría ver tu sufrimiento sin hacer nada... no temas... no necesito nada a cambio... oh solo una cosa... si salgo vivo de esta...

- ...

- Sonríe para mi...

----------------------------------------------------

Cuando terminaron con Sawa él apenas podía arrastrarse sobre el piso.

Los guardias de Urushisuki se encontraban en la celda de castigo contigua.

- Y qué hacemos con Katou, señor - escuchó que preguntaban.

- Esta noche será vendido... le llevamos a la subasta de la casa Kana, él ha dejado de pertenecer a Taiyou no Cho ahora es sólo un objeto en venta - contestó Urushisuki desde el umbral de la puerta.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).