Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Taiyou no Namida por katzel

[Reviews - 75]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Iwaki se mantuvo despierto hasta el amanecer.

Los rayos del sol naciente se reflejaron en su rostro y se percató de todo el tiempo que había transcurrido.

Incrédulo salió a ver el amanecer desde su alto balcón.

Una fuerza misteriosa empezaba a mover sus hilos sutiles quitándole la antigua paz y tranquilidad. En vez de eso dejaba un oscuro dolor, que, a su pesar, no deseaba que le fuese arrebatado.

"Estoy haciendo este asunto más grande de lo que en realidad es..."

El viento jugueteaba con los cabellos azabaches.

Sus ojos buscaron la respuesta en el cielo.

"Bailar a su lado... escuchar algunos descuidados susurros... no le hacen otro... siempre será Katou... el esclavo..."

Llamaron a la puerta.

-------------------------------------------------

Katou sintió el pecho oprimido cuando fue a despertar a su amo junto a la pequeña corte.

Estar con Iwaki en el salón de danza la noche anterior lo tenía transtornado. La magia de sus pasos y la comprensión de sus cuerpos fue maravillosa. Pero no podía definirla con palabras.

Repasaba en los grabados de las garzas la blancura de su piel, y la gracia al mover la cintura y las caderas. Estaba tan cerca que su perfume de cerezo de nieve se le impregnó en el cuerpo y a solas, en el establo, se olió a si mismo buscándolo.

Katou intentaba saber cuándo el niño débil, puro y enfermizo que él había conocido, se convirtió en un soberbio heredero.

No lo había visto de otra manera... pero luego del baile fue como si un ciego hubiese recuperado la vista...

Y todo lo que veía a su alrededor era la deslumbrante presencia de Iwaki-sama.

Ante él pretendió fingir que no estaba sucediendo nada extraño, sin embargo experimentaba una rara timidez. Evadió sus ojos, se inclinó como el resto de criados, fue por sus efectos de limpieza.

El moreno seguía disimuladamente su trayectoria en la habitación, consideraba esta nueva actitud un desaire a sus secretas esperanzas de tenerlo cerca y se sentía despechado.

"Solo falta que un criado me rechace también"

"No se trata de rechazar... sólo está enfadado por dormir sobre la paja... es altivo... y solo piensa en desafiarme...además que otra podría ser nuestra relación..."

Katou mantenía su distancia. El resto de jóvenes le entregó las ropas que Iwaki tendría que vestir.

- Prepare a su Alteza.

Salieron en procesión lentamente.

El silencio era pesado y bastante incómodo.

- Debo vestirlo... - se aventuró a decir el rubio.

Iwaki hizo relampaguear sus ojos sobre él.

- Y esa actitud nueva... por fin has decidido convertirte en una persona razonable...

Katou se reprimió de contestar, apenas hizo un breve mohín con los labios. Iwaki prosiguió - ... desde la cuna a la tumba siempre fuimos diferentes, sólo tenías que darte cuenta...

Esta vez el esclavo frunció el ceño.

El amo se enfadó. A pesar que exigía públicamente esa conducta, en secreto se le antojaba Katou como un hombre falso.

"Katou... tú no eres así... no necesitas caretas como los demás..."

El sol, a sus espaldas continuaba su ascención a los cielos.

Y le otorgaba a Iwaki el brillo de un angel.

A contraluz le hacía luminoso y divino.

- Para demostrar que eres un sirviente fiel, besarás mi pie tal y como lo hacen los demás, demostrando sumisión...

Era el tipo de afrenta que Katou no soportaría.

Pero se arrodilló y tomó el delicado pie del moreno.

Inclinado sobre él pensó que era muy fino... y apetecible... al aproximar sus labios depositó un beso fogoso mordiendo la carne y atrapándola con sus labios.

Iwaki cerró los ojos con gran sentimiento.

El toque se le antojaba erótico e irresistible. La sangre que surcaba sus venas llevaba el calor del beso a todos los rincones de su cuerpo.

Los segundos se prolongaban sin que opusiera resistencia, entregado a la novedad de aquellas caricias. Gozando de la adoraciòn secreta de su sirviente.

Se levantó la culpa en su interior y el arrepentimiento se apoderó de él.

Empujó a Katou a un lado como si estuviese ofendido y asqueado.

- ¡Basta!

- Qué sucede - le encaró su criado mirándole - ... acaso no lo he hecho bien... señor...

Estaba desafiante, sus ojos mostraban decisión. A Iwaki le pareció que podría rendirle en cualquier momento.

- Retírate de la habitación - llegó casi a suplicar con la voz que no le obedecía.

- Iwaki... no te pases de listo humillándome como te viene en gana... por que si esto sigue así... no responderé de mí mismo...

No parecía estar hablando de los maltratos del heredero.

Sino de algo más profundo que apenas podía contener con toda la fuerza de su voluntad.

Con el pecho inflamado por aquello que no decían pero ambos empezaban a comprender, Iwaki no atinaba a realizar ningún movimiento.

Katou empezó a retirar la parte superior de su traje de dormir.

- No me iré sin vestir al señor...

"Arrogante, tirano de corazón frío, sólo consigues fascinarme... mientras más déspota eres... mientras más tratas de alejarme... siento la tentación de quedarme... de mirarte en silencio... de acariciarte... qué me has hecho, Iwaki"

Desató los cintillos de la prenda deslizándola hasta el piso.

Era algo maquinal de todas las mañanas... pero ambos estaban agitados.

Iwaki creyó que iba a desmayarse cuando Katou posó sus ojos salvajes sobre él.

El rubio extendió los brazos rozando sus hombros.

Iwaki reprimió un grito.

- ¿Está mal, mi amo?

Katou amorosamente le vistió con el traje de brocados de plata que le habían dejado. Era una prenda muy rica que representaba la caída de los sakura plateados sobre un fondo celeste claro.

- Una prenda digna del príncipe de Taiyou no Cho...

Al terminar de cerrar la casaca Katou sonrió.

- ... tan hermoso...

Iwaki extendió su mano hacia el velador esgrimiendo el abanico y cerrándolo sobre su rostro ruborizado.

- Has terminado, ahora puedes irte...

Katou se retiró sin protestar.

En la sala estaban esperando el estilista y el médico privado de la familia.

Este último entró primero a revisar el estado del elegido.

El estilista, un joven hablador por completo devoto a Katou le dijo al oído:

- Hoy viene el pintor a hacer un retrato del joven amo... es para enviarlo a su pretendiente, el señor Taira.

- Um...

Por eso el traje elegante bordado en plata, la agitación de Iwaki y su extraño comportamiento.

Katou fue a preparar los caballos.

"Por eso ha estado tan extraño esta mañana... sólo necesitaba descargarse conmigo... tan nervioso está por el retrato..."

"Y qué deseaba, que fuese por mí..."

"Quizás..."

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).