Disclaimer:Bueno me sé esta parte de memoria: etjum…U-uLos personajes de Gravitation no me pertenecen, su autora es la Srta. Maki Muramaki y yo solo estoy pidiendo prestados a sus personajes para un fanfic… ya está… >.< un beso a todos…
Escenas del capítulo anterior:
Su mirada se volvió sombría y tomó una fotografía de Ryuichi… sonrió con malicia… se le estaba ocurriendo una idea… al parecer nada benévola… arrugó la fotografía y la tiró al basurero… los celos de tohma se estaban transformando en una obsesión muy peligrosa…
Capítulo 16: “Feliz cumpleaños Sugu-chan”
Había pasado una semana desde que Suguru se quedara por primera vez en el departamento del cantante, al día siguiente todo Japón se había enterado del nuevo romance, salían en revistas, en la televisión y hasta en los periódicos, Sakano había tenido que ayudar a k a controlar a la prensa y sacar algo de provecho de aquella situación… Así que la pareja harta del rumoreo decidió dar una entrevista para aclararlo todo…
-si, nos amamos-había dicho el cantante de Nittle Graspper a la periodista mientras miraba a su niño de ojos marrón, este solo afirmaba sonrojado dejándose cegar por los numerosos flash de las cámaras.
En tanto Tohma trataba de hacer oídos sordos frente a los medios, dedicándose solo a alejar a Ryuichi de su primo, alargando las horas de los ensayos, haciendo que Bad luck grabara videos promocionales de su último disco o se fueran de gira a otros distritos, poniendo a Nittle Graspper a trabajar al máximo, entre otras actividades que los separaran…
Pero sucedía justamente lo contrario… su relación se volvía más fuerte, se dedicaban melodías y letras mutuamente, se veían en cualquier pasillo de Ng aprovechando de besarse y hasta habían veces en que terminaban haciendo el amor en el cuartito de la limpieza entre escobas y detergente o encerrados en un cubículo del tocador de varones… o/////0
Cuando el joven se sentía triste por no poder estar con su hiperactivo, este le enviaba mensajes de texto o se la pasaban charlando horas por el celular, Hiro y Shuichi llevaban la cuenta de cuantas veces el tecladista suspiraba cada día o cuantas barras de pocky se comía mientras su pensamiento iba por el cantante… Completamente enamorado… sin duda… pensaron.
El guitarrista había comprendido que terminar con Ayaka fue lo mejor que pudo hacer, ahora se sentía en paz, pero no del todo ya que no sabía por qué razón K lo estaba evitando… lo único que recordaba era que éste le había invitado a unas copas y luego le había ido a dejar a su departamento… al parecer la escena del beso se borró de sus memorias, pero no de la mente del manager que intentaba controlar su nerviosismo cada vez que se acercaba a él, prefería esquivarlo, no hablarle y eso hizo que Hiro se extrañara ¿adonde se fue toda esa confianza?
Shuichi y Yuki durante esas semanas también estuvieron bastante distanciados, él encerrado en su estudio, el pelirosa de gira en gira y de video en video… pero no solo el tiempo se había vuelto un obstáculo entre ellos dos… el frío trato de su esposo le provocaba ganas de llorar, para cuando se iban a la cama solo era un “buenas noches” y nada más… solo eso… el pelirosa pensaba que la situación ya se estaba saliendo de sus límites, tenía que hablar con él… pero cuando… aprovechando los planes de ryuichi encontraría la solución a su problema matrimonial…
-shuichi ¿qué crees que sea bueno regalarle a sugu-chan?
-¿regalarle?... ¡Ah ya veo! lo dices por su cumpleaños ¿verdad? Sinceramente nosotros no teníamos ni idea de cuando era hasta que Ukai-san nos lo dijo-confesó el ojiamatista…
-¿qué le podrá gustar?-dijo en tono afligido y es que se lo había estado pensando durante toda la semana y todavía no sabía qué regalarle aunque ya tenía planes para esa noche…
-no creo que pueda ayudarte Ryuichi-san, la verdad no sé mucho acerca de sus gustos.
-¡a sugu-chan le gustan las pastas na no da!!
-hummm….-pensaba el pelirosa imaginándose un plato de spaghetti envuelto en un papel para regalos… ¡no tenía sentido!
-¿y por que no lo invita a un restaurante italiano? a él le gustan esas cosas-opinó el guitarrista que había estado escuchando la conversación desde hace rato.
-sí, Ryu-chan ya pensó en eso, pero no es suficiente… ¡¡¡¡Ryu-chan quiere deslumbrarlo y a Ryuichi se le ocurren muchas ideas nao da!!!
-muñequito, no te preocupes, yo y los chicos nos encargaremos de eso, tú solo encárgate de llevarlo a cenar a ese restaurante, comprarle un lindo obsequio y luego te llamamos para celebrar su fiesta sorpresa ¡a que es una buena idea!
-Noriko-chan… ¿de verdad vas a encargarte de todo?
-sí, ustedes merecen divertirse un poco, tohma los está haciendo trabajar como condenados ¿le pregunto si asistirá de todos modos?
-por Ryu no hay problema ya que lo perdonó junto con kumagoro, Ryuichi sabe que to-chan está disgustado por que sale con su primo, demo esa no es una razón para acabar con nuestra amistad, además sugu-chan está contento y eso es lo que importa na no da ¿verdad que si kuma-chan?-dijo de manera tierna comunicándose con su inseparable peluche rosa, en eso venía llegando la razón de su existencia que le pasó un brazo por el hombro desde la espalda…
-¿de qué hablan?
-de lo hermoso que te ves comiendo pocky-le susurró al oído, éste se sonrojó cohibido sintiendo sus brazos envolviéndolo.
-etjum… entonces quedamos en eso ryu-chan
-¡¡¡Arigatou noriko-chan!!!-se soltó de suguru y fue corriendo a estamparle un beso en la mejilla a la pelivioleta.
-ya, no me lo agradezcas tanto que si no tu niño de ojos marrón se va a poner celoso-el cantante se quedó observando al jovencito, viendo las finas facciones de su rostro y la sutileza de su mirada desplegándose a través de las partituras…
Sus ojos bajaron hasta su cuello y fue allí donde visualizó el regalo perfecto… lo había visto aquella mañana en una joyería al transitar en su automóvil… había visto un pendiente de plata con forma de corazón y dentro grabada una paloma volando, el pendiente traía una fina cadena plateada que pensó se vería excelente en el cuellecito níveo de su novio… esa misma tarde fue a comprarla y tuvo que hacer berrinche para que otra joven desistiera de llevársela.
***
-Yuki, por favor solo por esta noche… no te molestaré te lo prometo, hace mucho que no salimos a bailar…
-Baka, cada vez que prometes algo siempre me sales con algo distinto ¿qué no escuchaste que tengo que entregar el avance este jueves? No tengo tiempo para tonterías…
-pero yuki, has estado casi un mes sentado en esa silla frente al ordenador, bailar hará que mejores algo tu salud, vamos anda… ¡yukiiiiii!! Vamos a divertirnos un rato ¿si? Por favor, por favor… por favorcito… por…-el rubio comenzó a acercarse a su esposo que le miraba suplicante y preocupado… más bien asustado…
-…………mira, será la última vez que te haga caso, no te vayas a acostumbrar-advirtió acariciando las sonrojadas mejillas de su precioso ojivioleta.
-gracias yuki…, no sabes cuanto te lo agradezco…-sonrió mientras lo abrazaba con fuerza, como si temiera que esa actitud fría le estropeara aquél momento…
-si quieres que vaya deberías soltarme…
-tienes razón voy a darme una ducha y me visto…-le dijo volteándose inmediatamente y dirigiéndose al baño mientras el escritor lo seguía con la mirada sintiendo su camisa mojada por sus lágrimas… suspiró… tal vez debería dedicarle más tiempo, se le partía el alma de saber que shuichi seguía sufriendo a causa de su torpeza.
***
En tanto en Ng
-¿no vas a ir?
-lo siento por él pero tengo otros asuntos que atender, seguramente va a estar tan ocupado con su novio que no reparará en mi ausencia…
-p… pero.
-gracias por la invitación Ukai-san-le dijo mientras se marchaba de la oficina a atender “sus asuntos” dejándola completamente atónita por aquella reacción.
***
7:00 PM
En el automóvil de ryu…
-oye este no es el camino a mi departamento ¿A dónde me llevas?
-eso… es una sorpresa na do da…
-además ¿por qué estas tan formal? Tú no eres así…-habló divertido el jovencito, todo eso le sabía a gato encerrado.
-por que es un día especial y la ocasión lo amerita… ya llegamos sugu-chan.
-¿un… restaurante italiano? pe… pero yo…
-vamos, nuestra mesa nos espera-el jovencito se sintió arrastrado hacia el interior de aquél cómodo y hermoso lugar, decorado de fina madera pulida, cuadros europeos, manteles de seda marrón en redondas mesas y candelabros con blancas velas en el centro de estas para dar un toque más romántico.
Subieron al segundo piso donde unos enormes ventanales daban vista a la iluminada torre de Tokio… el ambiente era reservado y libre de paparazzis… sencillamente ideal
-¿por qué me has traído a este lugar ryu…?-preguntó anonadado el menor.
-por que quería estar contigo, en tu cumpleaños.
-mi… ¡oh…! ¡Es cierto! Jaja… ¿Cómo pude olvidarlo? ¿Puedes creer que se me había olvidado que era hoy?-dijo sintiendo que el mejor lugar para esconderse de la vergüenza era debajo de la mesa.
-ese comentario es típico de las personas que nunca lo celebran-suguru calló ante lo dicho por ryu, tenía razón… desde la muerte de sus padres que no celebraba su cumpleaños y hacía como que era un día normal, pero el único que parecía acordarse era tohma, aunque presentía que en esta oportunidad no recibiría ningún presente suyo.
-gracias ryu, por tomarte la molestia…
-¿de qué molestia me hablas? Sabes que haría cualquier cosa por hacerte feliz… ¿qué te gustaría cenar?
-*… ¿a ti?... cálmate suguru, no seas pervertido…-se decía a si mismo el jovencito intentando no sonrojarse al ver esa mirada azulosa posarse sobre la suya con curiosidad… ¿e inocencia?...
¿Cómo era posible que ese hombre todavía lo tuviera en ese estado tan volátil? Era como enamorarse a primera vista todos los días.
-¿sugu-chan?-le habló con tono infantil.
-¡la…lasaña! ¿Te gusta?-respondió nervioso.
-si, a ryu-chan le fascina, pero a kumagoro solo un poquito.
-a propósito ¿Dónde está? No lo he visto…
-kuma-chan le dijo a ryu-chan que te deseaba muy feliz cumpleaños, pero que no iba a poder venir por que no quería estorbar, ryu-chan le dijo que no estorbaba, pero él insistió e insistió… ¿qué se le va a hacer na no da?-suguru sonrió ante esa respuesta, le agradaba la forma imaginativa y esa avasallante creatividad tan divertida…
***
-ya todo está preparado, solo falta llamar a ryu-chan, pero antes hay que prepararse para la fiesta ¿no?-dijo una muy entusiasmada noriko.
-¡vamos hiro, tenemos que subir al escenario!-exclamó el cantante de ojos lila.
-hoy estas muy motivado shuichi.
-¡si! ¡Por que yuki vendrá a la fiesta! ^^-dijo haciendo sus ojos como corazoncillos y flotando por todas partes, aunque luego se quedó mirándolo curioso.
-tú no pareces estar muy motivado Hiro ¿todavía mal por lo de Ayaka-san?
-no te preocupes shuichi, lo que me preocupa es otra cosa.
-¿Qué cosa?-quiso saber intrigado el pelirosa.
-olvídalo shu, no vale la pena-se puso la correa de la guitarra al hombro y comenzó a afinar sus cuerdas, pero shindou no era ningún tonto y observó a su amigo sorprendiéndose de que éste no le despegara la vista a K.
***
-gracias por la velada, la comida estuvo deliciosa.
-¡que bueno na no da!-dijo con su infantil voz acercando su silla a la del menor, con cariño depositó un beso en su mejilla y lo miró profundamente.
-cierra los ojos…
-¿he? ¿Por qué? ¿Tienes otra sorpresa para mí?
-¡¡hi, hi!!-afirmó el hiperactivo, suguru cerró los ojos.
-¿qué será?-preguntaba mientras el castaño sacaba una cajita de terciopelo azul y la abría cuidadosamente.
-ábrelos-suguru obedeció encontrando una medalla que relucía ante sus pupilas abiertas por el asombro, tomó la fina cadena delicadamente entre sus dedos sosteniendo el pendiente, se veía costoso… el grabado de la paloma en el corazón de plata le pareció una obra de arte, miró a su novio algo dudoso.
-¿p… para mi?
-es tuyo, déjame que te ayude a ponerlo, se verá precioso en tu cuello.
-p… pero ryu…
-¿no te… gustó?-preguntó expectante.
-es bellísimo, pero no creo que yo sea tan bello como este obsequio.-los ojos del muchacho comenzaron a empaparse de la emoción, no quería dar un espectáculo de lágrimas frente a Ryuichi así que las contuvo esbozando una sonrisa de felicidad.
-no digas esas cosas tan feas sugu-chan, para mi… eres el ser más bello sobre la faz de la tierra-le dijo con su mirada adulta desnudándole el alma, Suguru no pudo evitar volver a sonrojarse y casi perder el aliento ante la cercanía.
-eres bueno adulando-le dijo sin ya poder contenerse y lo abrazó fuertemente demostrándole cuanto le quería y lo agradecido que estaba que le dedicara todas esas atenciones el día de su cumpleaños, ryu correspondió sintiéndolo estremecerse de emoción entre sus brazos, hizo que lo mirara y vió sus ojos temblorosos por la expectación.
-iba a proponerte algo… pero no sé si aceptarás.
-(gota) jo… espero que no sea matrimonio ¿no será muy precipitado?-bromeó el menor.
-mmh… bueno, es algo parecido no da…-le sonrió a modo de suplica con esa mueca de cuando sabes que pretende una travesura.
-¡¡¡¡¿¿¿¿QUEEE????!!!!
-¿te gustaría vivir conmigo?
-aaa… yo… aaa-se había quedado sin palabras, completamente anonadado, aunque no se tratara de matrimonio seguía sintiendo que era una idea algo apresurada…
-no te voy a obligar a esto, toma el tiempo que necesites…
-¿podrás acostumbrarte a mi forma de ser? Sabes que detesto el desorden…
-¡ryu aprenderá na no da!
-pero no es solo eso, soy muy perfeccionista, me lo tomo todo en serio y tengo pésimo carácter.
-como si no te conociera.
-pero…
-ya conozco tu parte gruñona y creeme puedo vivir con ella, además sé que soy terrible, me gusta causar estragos y llamar la atención, pero no puedo seguir así contigo tan lejos de mi.
-creo que yo tampoco aguanto estar así… está bien, ¡si, si quiero!-ante esas palabras los ojos del cantante brillaron de felicidad, Suguru simplemente se dejó envolver entre sus brazos sintiendo que había sido una decisión descabellada, pero aún así era eso lo que anhelaba…
En eso el celular de Ryu-chan comenzó a sonar (al parecer era un ring- tone de dragon ball z) contestó la llamada y…
-¿aló quien es na no da?
-Ryu todo está listo, tráelo-comunicó la pelivioleta al otro lado de línea.
-gracias-cortó y miró al tecladista…
-¿Qué… qué pasa? ¿Quién era?
-¡es hora de irnos, vamos no hay tiempo que perder sugu-chan!
-e… espera ¿A dónde me estás llevando ahora?-El peli castaño seguía jalándolo escaleras abajo con toda su energía ¿qué tramaba esta vez?
-Ryuichi… ¿a… a dónde vamos?-volvió a preguntar una vez dentro del coche, el mayor sacó una pañoleta de la guantera y la deslizó sobre sus ojos para que no viera nada.
-¡R…Ryu! dime de una vez qué estás planeando o me enfadaré contigo…
-no, eso no, no te enojes con Ryu-chan, confía en él ¿si?-suplicó.
-solo si me dices donde me llevas.
-¡pero es un secreto na no da!-hizo berrinche y suguru se vio obligado a mantener la calma, seguramente era algo bueno.
Atinó a sonreír ya debería haberse acostumbrado a ese tipo de cosas, pero cada vez se sorprendía más con los arranques de creatividad de su cantante.
De pronto el automóvil se estacionó y al rato sintió a su acompañante abriéndole la puerta para después sostener su mano guiándolo cuidadosamente al local.
Al entrar, Suguru se sintió perdido entre las voces de la multitud que hacía cola para entrar, un rubio con el cabello amarrado le sonrió al hiperactivo indicándole pasar… olvidé mencionar que Ryuichi se había sacado la chaqueta quedándose con una fina camisa de corte moderno y gafas para no ser reconocido.
-ahí vienen prepárense muchachos…-habló en voz baja la tecladista tomando lugar en el escenario.
El hiperactivo finalmente le sacó a suguru la venda de los ojos y este sin poder evitarlo abrió la boca por el asombro de ver una enorme pancarta que decía: “FELIZ CUMPLEAÑOS” y a continuación escuchó decir lo mismo de las bocas de los presentes.
-me… ¿hiciste una fiesta sorpresa?-le preguntó a su novio con una sonrisa nerviosa.
-aunque me pareció una idea maravillosa la verdad no se me ocurrió mi.
-¿a… no? (gota).
-fue idea de ellos no da-señaló al escenario, la música comenzó a sonar, era una canción dedicada especialmente para él… suguru sonrió atónito, todavía no se lo podía creer.
-chicos…-susurró algo emocionado, le agradó saber que tuviera unos tan buenos amigos como ellos, el pelirosa lo invitó a tomar un lugar en el teclado y este aceptó gustoso. Ryuichi se quedó contemplando a su niño viéndolo radiante de felicidad y él también podía ahora experimentar ese sentimiento.
Continuará…