Disclaimer:
Bueno me sé esta parte de memoria: etjum…U-u
Los personajes de Gravitation no me pertenecen, su autora es la Srta. Maki Muramaki y yo solo estoy pidiendo prestados a sus personajes para un fanfic… ya está… >.< un beso a todos…
Capítulo 18: “Pétalos rojos”
El automóvil del castaño cruzaba el tráfico de madrugada, hace poco que habían decidido marcharse de la fiesta con la excusa de que ya no podían más del cansancio, pero en realidad los besos se les estaban haciendo pocos… querían más…
-¿te gustó tu fiesta sorpresa sugu-chan?
-fue increíble, nunca antes me divertí tanto y menos bailando, eres un excelente bailarín.
-tu tampoco lo haces nada mal-dijo guiñándole un ojo, suguru simplemente echó a reír y se llevó la mano al cuello sintiendo el frío del pendiente.
-supongo que esta noche dormiré contigo ¿verdad?
-las sorpresas aún no acaban niño mío-Suguru lo miró curioso y levantó una ceja con algo de picardía.
-*¿qué se te ocurrió ahora Ryu?-preguntaba inquieta su mente, mientras el automóvil se estacionaba y entraban al edificio.
***
En la fiesta
-baka, vamonos ya a casa ¿mañana no tienes que trabajar?-habló el rubio dándole una última calada a su cigarrillo.
-supongo que sí, ya es tarde me voy a despedir de los chicos yuki.
-te espero en el coche…
-voy en seguida-le dijo el pelirosa viéndolo salir del recinto, buscó con la mirada a su mejor amigo y lo encontró conversando con el Dj de la discoteca y junto a ellos un rubio manager con cara de pocos amigos ¿extraño no?
-Hiro, ya me tengo que ir, nos vemos mañana…
-claro, la verdad es que yo también me voy.
-si quieres te voy a dejar-dijeron al unísono el dj y el manager, el guitarrista quedó mirándolos con expresión divertida, no esperaba tener tantos admiradores en esa noche, menos a k, pero ahora que lo pensaba el rubio no estaba nada de mal…
Aún se preguntaba si en realidad le había besado aquella noche de borrachera ¿realmente fue así? ¿Por qué no lo recordaba?
-me van a disculpar ambos, pero es que me vine en coche y no lo puedo dejar aquí en este lugar ¿entienden? Gracias de todas formas (reverencia), en especial a usted K-san, bueno hasta mañana-sonrió gentilmente y se marchó con el pelirosa, dejando al par de hombres con la intención entre las manos.
-que lindo chico, pensé que por ser artista sería un antipático, pero es muy dulce… quisiera comérmelo como si fuera uno-suspiró el joven Dj con cara embobada, el rubio simplemente sacó su mágnum apuntándole a la cabeza…
-ni te atrevas-le dijo en una sonrisa perversa.
-¿y tú quién te crees?-se burló el dj.
-su manager… cretino…
-pues lo siento Sr. Manager, pero me ha gustado su guitarrista, sin embargo, no se preocupe, pienso cuidarlo muy bien-siguió burlándose.
-you… fuck…-gruñó el rubio y sin poderse contener más lo lanzó al suelo de un puñetazo que pasó inadvertido para la mayoría en la fiesta… menos para Noriko que desde la barra observaba la escenita divertidamente.
-*así que K y Hiro-kun ¿he? ¿Quién lo diría?-pensaba mientras su esposo le entregaba una copa de licor.
***
-¿otra vez me vendas los ojos?
-¡SI, NANODA!-el pequeño echó a reír, le encantaba todo ese juego, sintió los brazos de su cantante rodeándole por la espalda, guiándolo por todo el departamento hasta su destino… el aroma que sentía era exquisito, definitivamente lo mataba la curiosidad.
-ya llegamos niño mío…-dijo sacándole la pañoleta de los ojos…
Suguru se sonrojó al ver la cama bañada en pétalos de rosas rojas, el aroma impregnaba cada rincón de la habitación, la luz de las velas en los candelabros le daba un toque sensual a la situación y aquellas botellas de champaña en la pequeña cubeta con hielos le decía que sería una noche muyyyyy… muyyyy larga…
Se giró a su novio regalándole una sonrisa y un beso que de inmediato se volvió pasión, Ryuichi degustó sus labios sintiendo ese cuerpecillo aferrándose a él, estremeciéndose en cada toque, gimiendo su nombre cada vez que se alejaba de su boca para capturar un respiro…
-te amo Ryu…-le dijo sintiéndose guiado en cada paso hacia esa cama de pétalos en rosas…
-y yo a ti suguru-lo estrechó refugiándolo entre sus brazos sintiendo el bombeo de su corazón agitado…
Cuando el muchachito se hubo calmado Ryuichi le sacó la chaqueta dejándola caer al suelo, haciendo después lo mismo con su camisa lila de corte elegante, deslizándola suavemente por sus hombros desnudos, haciéndolo sonrojar con su mirada tan penetrante y sus caricias tan fogosas…
Suguru llevó sus blancas manos hasta el pecho del mayor, desabotonando cada molesto botón que escondía la deliciosa piel semi bronceada tras la tela, palpándola como si le pareciera irreal, sintiéndose rendido de amor por él, por cada vez que se entregaban a los murmullos del deseo y la pasión era para ellos escribir en sus pieles todo lo que sus corazones podían expresar con latidos, desbordarse y perderse en las sensaciones como la droga más dulce y más adictiva…
Ryuichi, descendió por todo su cuerpo dejando un camino de besos a su paso, saboreando cada retazo de piel expuesta…
La cara del menor se encendió como una brasa al ver que sus propios pantalones y sus calzoncillos bajaban sin remedio por sus piernas y sintiendo los besos del castaño por su vientre, por su sexo ya despierto, por sus muslos y rodillas, para finalmente terminar en sus níveos pies… El cantante volvió a subir lentamente sentándolo sobre la cama, para después enfocarse en servir la champaña.
-un brindis por tu cumpleaños-le dijo en susurros mientras el pequeño atónito pensaba en que un cumpleaños como ese lo recordaría el resto de su vida o lo viviría cada día si era con él.
-p… pero sabes que soy menor de edad y… que no estoy acostumbrado a beber ¿verdad?
-pero un poquito no te hará mal, además elegí una champaña suave para ti
-esta bien, pero solo un poco, oye… ¿no era que odiabas las rosas?-preguntó viendo pétalos a su alrededor.
-lo que me gusta de las rosas son sus pétalos suaves o… su fragancia, no sus espinas…-explicó pasando uno de los pétalos de rosa por el miembro del joven… se sentía tan excitante la suavidad de ese pétalo rojo jugueteando con su miembro que el pequeño no pudo evitar lanzar un pequeño gemido, Sakuma al verlo comenzó a sentirse ansioso de volver a sentir su calida estrechez, esa que le había permitido muchas noches de placer…
***
En tanto en el dulce hogar de los esposos Uesugui Shindou…
-Bueno ¿y? estoy esperando una respuesta… ¿de qué querías hablar conmigo?-Le preguntó el escritor sentado en el sofá frente al pelirosa.
-de nosotros…U-u
-…¬¬
-…o-O… casi no estamos juntos, te la pasas en tu despacho y…
-tú también te la pasas fuera… ¬¬…en tus giras.
-pues sí, pero cuando podemos estar juntos ¡¡¡tú!!!...
-¬¬… yo qué…
-tu… no… o/////o… no quieres estar conmigo… ni siquiera… ¬/////¬… ni siquiera en la cama…-le dijo avergonzado bajando la mirada, mientras el rubio terminaba de dar una ultima calada a su cigarrillo para después, enterrar la colilla en el cenicero, sonreír de manera pervertida y alzar una ceja con actitud inusualmente socarrona.
-Así que me extrañas Shu-chan…
-¿¡¡como preguntas algo tan obvio, estás de broma??!!……T-T………… tú… ¿me extrañaste?-preguntó ya más calmado después de su berrinche…
-han sido unas semanas muy pacíficas, tengo que admitirlo.
-¡¡¡Yuki!!!-se enfadó el pelirosa mientras el escritor sonreía ante las escenas infantiles de su esposo.
-¿por qué te pones así? aún no he terminado de hablar… ¬¬… cabeza hueca…
-¿¿¿¿¿¿¿¿0-0?????????
-…Aún con tus idioteces y tus niñerías… tengo que admitir… no es lo mismo sin ti…
-yuki ♥ O///O…
-me refería a que extrañaba el olor a quemado de tus tostadas por la mañana y tu canturreo en la ducha, sin olvidar los trastos que rompes y la ropa que dañas cuando metes la ropa blanca con la de color a la lavadora… sinceramente es más divertido cuando estás en casa…¬¬…
-^_,^… yuki…-sonrió nervioso el cantante, no sabía si sentirse bien por saber que Yuki lo extrañaba o mal por ser un desastre de esposo…
-no poder terminar la novela a tiempo me pone de mal humor y me agota pensar que debo entregarle a esa insoportable mujer mi avance el jueves…
-¿es mucha presión para ti?
-no te preocupes… he estado en situaciones peores gracias a ti.
-jejeje… gomenn yuki…-se disculpó sonrojado.
Ahí viéndolo tan sumiso el escritor no pudo evitar acariciar suavemente sus labios con la gema de sus dedos.
-mis sentimientos por ti siguen ahí… no te hagas ideas equivocas, ni sufras por ello si no, no existiría razón para que esto haya sucedido-habló mostrándole su anillo de matrimonio.
Shuichi abrió mucho los ojos dándose cuenta de que el rubio tenía razón, lo miró con ojos acuosos de la emoción y se puso a flotar por toda la habitación ante su incrédula mirada, para después tirársele encima, atrapándolo en un abrazo tan fuerte y cálido que el rubio pensó que moriría ahogado allí mismo, afortunadamente nada de eso ocurrió porque el beso profundo que le había dado logró calmar su nivel de euforia incitándolo en cambio a otros tipos de demostraciones de afecto.
Reclinado sobre el sofá, el cantante de bad luck se dejó hacer por las caricias del ojidorado que exploraba bajo la playera cada rincón de su suave piel, ansiando más cada vez… cuando el beso acabó el ojidorado se quitó la prenda superior con urgencia quitándole la suya también apoderándose de sus pezoncillos, mordisqueándolos y fastidiándolos haciendo que su hermoso pelirosa se contrajera sobre la superficie gimiendo su nombre sin pudor alguno.
-¡y… yuukii!!-mientras más resollaba, el escritor más le provocaba, esta vez sus manos fueron hasta aquella desatendida erección, masajeándola vigorosamente arrancándole un gemido tan placentero que no hizo más que incrementar el fuego de los dos.
-¿qué te parece si terminamos esta conversación en la cama?
-es… una… es una fantástica idea… haaaa… yu… yuki-jadeó agitado tratando de guindarse a su cuello, mientras el rubio lo cargaba a la habitación.
***
-¡Ahaaaa!-gimió suguru sintiendo esos labios de miel jugueteando con la cabeza de su miembro.
Hace rato que se habían terminado la botella de champaña y el licor ahora viajaba por su torrente sanguíneo desinhibiendo cada toque, volviéndolo más candente si podían…
Sakuma continuaba lamiendo a lo largo de su erección, disfrutando del sabor de su excitada piel y del movimiento de sus inquietas caderas. Por su parte el tecladista se retorcía entre los pétalos sintiendo su mente agolpada de sensaciones placenteras y vértigo a causa del alcohol… miró de reojo la faena de su koibito a sabiendas de que eso iba a ser detonador para su aguante…
Se sentía tan ardiente que la desesperación por que lo tomase fue ganando terreno, de improviso el mayor tomó con fuerza su pene, frotándolo vigorosamente, arrancándole quejumbrosos gemidos que llenaron la habitación provocando en si mismo el deseo de venirse en su boca… y así ocurrió después de unos minutos, sin poderlo evitar se corrió en la boca del cantante…
Se auto reprendía de considerarse malísimo en la cama, pero a su amor parecía no importarle ese detalle, lo supo por como le besaba, por como lo abrazaba y tocaba… se sentía realmente amado por ese hombre y le correspondió aferrándose a su cuello, esperando el siguiente paso…
Ryuichi cojió un frasquillo de sobre el buró que contenía una especie de cápsulas blandas de un transparente color rosa, sacó una y ante la atónita mirada de suguru la llevó hasta su traserito deslizándola suavemente hacia su interior, en respuesta el chico ojimarrón resolló sintiendo como ese ovalo diminuto entraba cada vez más profundo y se derretía a causa de su propio calor interno que se volvió aún más intenso ante la fricción del dedo de ryu moviéndose dentro suyo.
-haaaa… ¿q… qué es eso? Se… se siente caliente, ¡¡ahhh!!... está muy… caliente-gimió algo asustado por la desconocida sensación.
-tranquilo, solo es un estimulante, creeme no te dañará-le dijo mirándolo de una forma tan sexy que el jovencito quedó totalmente a su merced…
Rendido y dispuesto, suspirando por las sensaciones que recorrían su cuerpo y ese sentimiento del que era preso… ni cuenta se dio de cuando el castaño había ingresado otro dedo, pero se percató cuando comenzó a moverlos dentro, sin duda no pudo contener los gemidos, el roce de esos dedos moviéndose insistentemente lo estaba haciendo perder las cabeza, se sentía cálido, pero no quemante… pensaba en eso cuando su cuerpo entero se contrajo en la cama de puro placer, Ryu había reventado una de las cápsulas en su mano y con ella envolvió la nueva erección del muchacho friccionándola y embadurnándola de aquel suave liquido que se volvía cada vez más caliente a cada roce.
-¡¡AHAAAaa!!-entre su coro de gemiditos y resollos el cantante decidió sustituir sus dedos por su propio miembro, separando las piernas de su niño y tratando de encontrar su estreches entre ellas.
-¡Ahaaaaaaaaaaaa!! ¡Ryu… es… es demasiado estimulante no… no quiero correrme de nuevo todavía!-lloriqueó aferrándose a su espalda mientras el cantante seguía deslizándose con facilidad por ese camino dilatado y caliente… viendo el sonrojo en esas mejillas adolescentes y excitándose de paso con su voz en gemidos.
***
-¡¡¡AHA… HAA!!!-resolló el pelirosa sintiendo las embestidas de su esposo que posicionado detrás suyo sostenía sus caderas, penetrándolo con profundidad, luego hizo que se apoyara sobre la cama en pies y manos para tener un mejor acceso a ese traserito contorneado que lo tenía loco, se impulsó llenándolo a fondo, arrancándole un delicioso gemido a su boquita babeante…
-más yuki… más…-suplicó estremeciéndose al sentir las expertas caricias de su escritor alrededor de su sexo sin llegarlo a tocar, cosa que desesperó al cantante haciéndolo moverse intranquilo en busca de alivio, yuki lo obligó a mantenerse quieto a pesar de que en realidad deseara apagar esa flama que lo estaba consumiendo, pero quería divertirse un poco, adoraba contemplarlo en el punto más alto de su excitación.
-¡HAAA… YUKI! ¡Me… duele!-gemía aguantando el dolor de su miembro hinchado…
-te ves tan adorable-siseó el mayor…
-deja de jugar ¡en verdad me duele! ¡Ahh! ¡Por favor yukiii!!-exclamó enfadado con lagrimillas escapando de sus ojos y el rostro sumido en rubor… el ojidorado suspiró volviendo a embestirlo con fuerza…
-si eso es lo que mi “anata” quiere, entonces se lo daré…-ronroneó, Shuichi estaba por las nubes, de solo sentir sus manos frotándole como lo hacía comenzaba a sentir las gotas de semen escapándosele sin remedio…
-*no, no todavía-pensaba apenas tratando de evitar correrse, pero el rubio aceleró el ritmo de sus estocadas y Shu simplemente no pudo resistirlo.
-¡¡¡AHAAAAAAAAAAAAA!!!-Shuichi liberó su semilla mientras el ojidorado seguía haciéndolo suyo sin descanso, moviéndose dentro de él con maestría a pesar de la estrechez y las convulsiones que tenían atrapado su sexo.
-p… perdona yuki…-se excusó mirándolo avergonzado y con su carita mojada en sudor, Eiri se alejó de él mirándolo con hambre y lo volteó boca arriba sobre la cama internándose nuevamente en su calido trasero dilatado por el roce continuo.
-¡¡hnngg!-se quejó para luego volver a gemir descontrolado, notando atónito como su miembro volvía a despertar.
***
Ambos cuerpos seguían fundiéndose entre los pétalos de rosa rojos, acariciándose, sintiendo cada poro uniéndose en el vaivén de sus caderas, cada gota de sudor resbalando por sus pieles arreboladas… guiados por el ritmo de su corazón sentían como esos besos y esos jadeos se grababan en sus mentes, como sus manos entrelazadas era un símbolo de que estarían juntos para siempre, que se amarían a pesar de ser tan distintos.
El corazón de ambos comenzó a andar más rápido y con ello el ritmo de sus cuerpos, sus gemidos y suspiros se hicieron cada vez más constantes incitándolos y provocándolos a aumentar la pasión de sus movimientos.
Para Suguru tenerlo dentro era como completar lo que le faltaba, como unir a su vida la parte perdida de un rompecabezas, se sentía pleno con sentir su calidez llenándolo.
Para Ryuichi era como refugiarse, sentirse seguro dentro suyo, envuelto en su estrechez, sintiéndose conectado a él a través de la piel y de la carne, mezclando sus almas en el ínter tanto, convenciéndose de que nunca conocería a alguien como él, que lo amaba de verdad… que se moriría si se lo arrebataban… con ese profundo sentimiento llegó al clímax sintiendo como su niño cerraba sus paredes musculares alrededor de su sexo, víctima de la reciente explosión de sensaciones.
-¡HAAAA!-resolló el menor abrazado fuertemente a la espalda de ese cuerpo que temblaba de placer sobre el suyo, sintiendo como su interior se llenaba de su néctar y como él derramaba el propio entre sus vientres…
-f… feliz cumpleaños sugu-chan… ¿te gustó mi regalo?-le preguntó al oído con una ternura exquisita, con su actitud de niño.
-fue… el mejor de todos-le contestó jadeando y con una gran sonrisa volvió a robarle un apasionado beso.
***
Después de muchas horas de pasión y amor desenfrenado, los esposos Uesugui-Shindou finalmente dieron por superada su primera rencilla de problemas matrimoniales, rendidos de cansancio y dormidos uno muy junto al otro esperaban el amanecer que llegaría en poco más de una hora… sin duda que K tendría que ir a despertar al pelirosa y romper la bella atmósfera de ese nido de amor… en cuanto a suguru y a ryuichi ambos seguían dormitando preparándose para el día siguiente en el que suguru alistaría sus cosas para mudarse a su nuevo hogar, junto a él.
Continuara…