Disclaimer:
Los personajes de Gravitation no me pertenecen, su autora es la Srta. Maki
Muramaki, yo solo estoy pidiendo prestados a sus personajes para un fanfic >.< un beso a todos…
Capitulo 28: “Mutua traición”
-¿ya hablaste con Bad luck lo de irnos a Londres Suguru-kun?
-si, no estuvieron muy de acuerdo, discutimos toda la mañana y decidimos no disolverlo, por lo tanto hay que buscar a alguien que me reemplace…
-¿entonces quieres decir que aceptas?-El rubio lo miró expectante, necesitaba una respuesta afirmativa.
-si primo, quiero cambiar de aires, pero… les prometí a los muchachos que me iría después del concierto de año nuevo-ahí se detuvo la felicidad de Seguchi, en 4 meses muchas cosas podrían ocurrir, sin embargo sabía que Suguru no cambiaría de parecer.
* * *
Shuichi ahora si que estaba hecho un lío, después de escuchar la inesperada noticia guardó silencio, se esmeró en ocultar su preocupación tanto como pudo y cuando se aseguró de que el tecladista no estaba merodeando corrió a contárselo a Sakuma, cuando este se enteró no podía creerlo, apretó sus puños con furia sintiendo que la respiración se le iba, su niño se iría a Londres con Tohma… ¡no iba a permitir que eso pasara! Enfrentaría a sus miedos y a Seguchi, lo haría por Suguru, el jovencito que sin hacer mucho esfuerzo le había robado el corazón…
* * *
-Suguru, siempre haz sido tan responsable, justo lo que siempre esperé de ti…
-primo sabes que no es cierto… yo, si te fallé.
-eso no tiene importancia ahora-le susurró el ojiesmeralda abrazándolo por la espalda, sintió como el joven daba un involuntario suspiro debido a su nerviosismo.
El ojimarrón sentía aquella cercanía demasiado peligrosa, era el límite de lo permitido por su propia conciencia moral, si llegaba a ocurrir algo más como el beso que le había dado hace días atrás, se sentiría completamente vulnerable, no quería seguir sufriendo por Ryuichi, las cosas debían cambiar antes de que se transformara en un fantasma viviente y la idea de comenzar de nuevo con Tohma no estaba mal ¡¡¡¡pero tampoco estaba bien!!! Pensaba en eso, cuando los labios del rubio se posaron en su cuello rozando su piel como si lo hiciera con una rosa, suave, delicado, incitante… todo lo que el joven tecladista podía hacer en ese momento era tragar la saliva que se le había acumulado en la boca, haciéndola pasar por su obstruida garganta, se giró para enfrentar a su primo, a cambio recibió de él una mirada llena de amor y calor de sus manos en su rostro.
-Suguru-kun, la verdad es que quiero que tú decidas… ¿qué es lo que realmente quieres? Yo estoy aquí, esperándote pacientemente, pero si vas a rechazarme tan solo dímelo, es cierto que… dolerá aceptarlo, pero es mejor eso, que este suplicio que te hace tanto daño como a mi, sin embargo, es tuya la última palabra… mi pequeño.
Suguru se quedó mudo mirándole sin reacción, recordó de pronto las duras y frías palabras del cantante.
Flash back****
-¿y creías que de verdad me iba a enamorar de un poca cosa como tú? no me hagas reír, solo fuiste un juguete en mis manos.
Fin del Flash back****
Mientras recordaba sus crueles palabras no pudo evitar recordar la otra faceta, aquella que había jugado a ser un buen hombre, un buen niño… ¡maldición! ¿Y que fue de todos esos bellos momentos juntos? ¿Una excelente actuación merecedora de un oscar? ¡Maldito mentiroso! Eso es lo que era Ryuichi Sakuma a los ojos de Fujisaki… un lobo asesino vestido de cándida ovejita… salió de sus pensamientos cuando escucho de la boca de su primo la palabra que más necesitaba escuchar…
-te amo-musitó para después volver a mirarlo, el menor se quedó paralizado sintiendo la boca del rubio rozando la suya y su aliento tibio chocando contra sus temblorosos labios, finalmente Tohma terminó robándole un apasionado beso que intentó rechazar, mas no pudo y se dejó llevar permitiendo que el mayor lo guiara hacia su fuego, en el fondo, el jovencito ya no podía seguir luchando con sus recuerdos.
Tohma le protegería, Tohma nunca le haría daño, Tohma nunca le traicionaría, Tohma le amaba… refugiado en esos pensamientos el menor dio rienda suelta a sus emociones reprimidas y se dejó hacer entre los brazos del rubio tecladista que mentalmente movía su última pieza en un tablero de ajedrez, dejando a su contendiente en jaque mate…
Fue un beso de extensa duración, no querían dejar de sentir aquella cálida sensación en sus labios, pronto las caricias a través del cuerpo hicieron acto de aparición y Fujisaki sentía que se estaba hundiendo cada vez más en una situación de la que no podría salir, aunque no deseaba rechazar, por que alguien se quedara a su lado esta vez diría: “sí…”, entonces se dejó llevar por sus expertos movimientos y caricias, avanzando en retroceso hacia el sofá entre beso y beso, dejándose caer suavemente sobre la acolchada superficie…
Un par de lágrimas rodaron por sus ojos sin querer, se abrazó a él y escondió el rostro en su cuello para que no las viera, pero Seguchi sabía que lloraba por sentir que traicionaba al cantante.
-él no merece tu amor, en cambio… regálamelo a mí, yo cuidaré bien de él-Suguru ante esas palabras, dejó caer su caparazón… y correspondió a cada una de sus caricias.
Sentía su camisa desabotonada abandonando su cuerpo y sus propias manos arrebatándosela a su primo, gimiendo con el roce de su tibia lengua que lamía cada retazo de su níveo abdomen, con una ternura exquisita, como si fuera una frágil pieza de porcelana.
El tecladista de Nittle graspper volvió a subir a sus labios húmedos, probando profundamente a través de ellos, hasta encontrar su lengua tímida, aunque nunca se imaginó que su pequeño fuera así de bueno besando, sus besos le sabían a miel, se estaba volviendo loco con solo tocar su piel adolescente, su mano bajó inherentemente por su ombligo, sintió la respiración del pequeño agitarse cuando rozó el botón de su pantalón y aún más cuando deslizó su mano por sobre su notoria erección…
-Tohma…
-dime ¿quieres que continúe? Sabes que no te obligo.
Sin dudar se abrazó a él, permitiendo que besara ávidamente su cuello y se quedó sonrojado entre sus brazos, sintiendo que sus mágicas manos de pianista viajaban por su sexo como si fueran teclas, jadeó un poco cuando él le despojó del boxer ajustado que llevaba, estaba prácticamente desnudo bajo el cuerpo esculpido del rubio, sus ojos verdes brillaban en deseo, su pecho desnudo subía y bajaba con cada respiración, cuando comenzó a sacarse los pantalones tan sensualmente como lo estaba haciendo, Suguru casi perdió el aliento ¡por dios! ¡Su primo era tan sexy! No dejaba de mirar sus atrayentes movimientos mientras se despojaba de su ultima prenda… sintió su cuerpo caliente sobre el suyo, posicionándose entre sus piernas, notando como sus erecciones se acariciaban ante el menor movimiento.
-¡hmmm!-gimió perdiéndose entre las sensaciones y el ojiesmeralda disfrutaba de ello.
Se besaron ardientemente, sofocándose, robándose mutuamente el aliento, internándose en la dulce locura de fundir sus pieles, si hubiera podido describirlo en una palabra, Seguchi habría dicho “exquisito”, sus dedos entraron delicadamente en la boca del muchacho que los embadurnó rápidamente con su saliva, el joven tecladista sabía lo que venía y lo ansiaba, a esas alturas su cerebro había dejado de pensar racional, estaba completamente inmerso en el placer.
-¡aahhg!-Al sentir los dedos de su primo en su interior, gimió ante la sensación de molestia, hace tiempo que ese lugar permanecía semi casto por decirlo así, sin embargo, Tohma era un hombre experimentado y logró solo con unos cuantos movimientos que el joven recuperara la elasticidad de su entrada.
-Tohma… ahaa… ahh por… por favor…-el rubio lamió su oído conteniendo sus ganas por poseerlo en ese instante, tenía otra idea en mente, bajó hasta su miembro erecto y lo lamió cuidadosamente, lo que provocó desesperación en el menor, éste ya no podría aguantar mucho, ante semejante estímulo se vendría en cualquier momento.
-¡Tohma! Eres… tan… ¡ahh, no! ¡No sigas, me correré!
-¿y cual es el problema?^^-dijo mirándolo con mirada vidriosa, sin más volvió a su labor engullendo todo su miembro que latía agolpadamente, chapándolo y lamiéndolo, rozándolo con sus labios en un sube y baja que se volvió frenético...
-¡¡AHAAAaa!!-gimió el jovencito sin poder evitar derramar su esencia en la boca del rubio que bebió hasta la última gota.
* * *
Mientras tanto Mister K, que no creyó ninguna de las “advertencias” de Sakano, optó por ir a hablar personalmente con el presidente, el cantante bipolar lo siguió curioso por lo que fuera a resultar de esa conversación, pero se extrañó al observar que K estaba parado afuera de la puerta como si fuera una estatua.
-¿K?
-shhhh… ¿escucho cosillas… o es mi imaginación?-dijo deteniendo al castaño que lo miró más extrañado de lo que ya estaba.
-¿cosillas?-preguntó sin entender, el manager le miró dudoso… al final optó por lo que creía correcto…
-come on… come here, listen-dijo el rubio manager escuchando tras la pared con un vaso en la oreja (ndk: no me pregunten de donde sacó el vaso o-0) le entregó otro al castaño y este lo imitó agudizando su oído.
* * *
-¡pri… primo!-gimió sintiéndose arder bajo el cuerpo del rubio que lo embestía insistentemente, las ropas yacían en el suelo y sus cuerpos acalorados se unían desesperadamente sobre el sofá de cuero.
-¡Ah! Tohma…-suplicó mordiéndose el labio, mientras se retorcía de placer, sonrojado y sin pensamiento alguno que no fuera el de apagar ese fuego que lo estaba consumiendo por dentro… el mayor dando respuesta a su petición aceleró el ritmo y lo embistió hasta que ambos alcanzaron el clímax en un gemido mutuo……..o.o………
Afuera de la puerta Sakuma y K estaban blancos como papel… uno, por sentirse traicionado y el otro por no saber como reaccionaría el primero… de hecho ya se estaba preparando con pistola en mano.
-vamonos manager…-susurró el vocalista con semblante serio, ocultando la mirada bajo sus rebeldes cabellos castaños.
-but…
-K… él ya lo decidió, le perdí… definitivamente…-empuñó las manos sintiendo rabia y frustración, trató de contener las lágrimas, pero estas escaparon y el americano atónito no hizo más que consolarlo, sobándole la espada.
-déjame solo ¿si? Y vamonos de aquí, este lugar me da asco-dijo con actitud fría y dolida.
-no creas que voy a dejar que te suicides otra vez… tu pasado no debe interferir en tu futuro…
-descuida, le hice una promesa a alguien muy importante de que no volvería a intentarlo… puedes estar tranquilo…
-¿alguien importante?
-supongo que en esta vida todos tienen un premio de consuelo… digamos que… yo ya tengo el mío-confesó sonriendo melancólicamente, mientras se daba la media vuelta para alejarse corriendo de allí hasta un lugar solitario en el que desahogar su impotencia.
* * *
El cabellos claros se retiró cuidadosamente de su interior y se recostó junto a él intentando calmar su propia agitación, con su mano apartó algunos mechones húmedos de su frente, viendo como su jovencito comenzaba a cerrar sus ojos de cansancio, lo abrazó desde la espalda abrigándolo, aspirando su aroma a leche y almendras… le parecía un dulce sueño tenerlo así de cerca, haberlo hecho suyo, no obstante, un miedo amenazaba con romper su confianza… que tal vez en aquél momento Suguru se hubiera entregado a él por reflejo, por que su cuerpo se lo pedía, que al despertar su ángel se arrepintiese de todo lo que habían hecho…
Se levantó con cautela recogiendo la ropa desperdigada, vistiéndose y ordenando ciertos detalles.
-hmm… ¿Tohma?-despertó de pronto echando de menos el cuerpo de su primo.
-estoy aquí Suguru-kun, a tu lado… es solo que me vestí, deberías hacer lo mismo, no te vallas a resfriar…-le sonrió.
-m… si, tienes razón, aunque… por un momento pensé… que te habías ido dejándome solo-bajó la mirada con tristeza, con el miedo que él… Tohma se tranquilizó y le abrazó con fuerza.
-mira que ocurrencias… por supuesto que no, como voy a dejarte solo sin avisarte, eso sería muy cruel de mi parte… dije que te amaba ¿verdad?-Suguru sintió que el nudo en su garganta desaparecía, tenía miedo de volver a creer en alguien, pero debía ponerse a pensar en “el aquí y ahora”, no en el pasado y dejarse llevar por la corriente en vez de ir contra ella.
-si, es verdad…-correspondió al abrazo de su primo, en eso su estomago comenzó a rugir.
-veo que te ha bajado el hambre, vamos vístete que iremos a casa para darnos un baño y luego te invitaré a cenar donde quieras.
-¿hontou? (verdad)-sonrió alagado el menor.
-hontou-aseguró sonriente el ojiesmeralda.
Poco después salieron del despacho, pero en el camino los interceptó Sakano.
-hola Sakano-san.
-ah! Hola Seguchi-san ¿ya se va?
-pues sí, me llevo a Suguru-kun a casa, no se siente muy bien.
-oh, claro ¿disculpe Fujisaki-san?
-si, ¿qué ocurre Sakano-san?
-Nakano-kun y Shindou-san me han pedido que le entregara estas letras y arreglos… ahora si me disculpa…-concluyó entregándole una carpeta y un papelillo con algo muy poco legible… agudizó su vista con rapidez antes de que Tohma hiciera alguna pregunta al respecto.
“Fujisaki, tenemos que hablar, nos vemos en la terraza de NG… Tatsuha”
Ponía el papelillo, el jovencito reaccionó turbado, pero se giró a Tohma con una sonrisa perfecta…
-primo ¿sabes? Estoy algo mareado, iré a tomar aire a la terraza.
-¿quieres que te acompañe?
-no, es solo que quiero poner mis ideas en orden a solas, pero no te preocupes que no estoy arrepentido por lo que pasó ¿de acuerdo?-mintió el menor.
-claro…-sonrió con su tan estudiada sonrisa, aunque por dentro la inseguridad le estaba crispando los nervios, vio a su niño subir las escaleras y después de pensárselo optó por seguirlo.
Al llegar se escondió tras la puerta que daba a la terraza y se asomó cuidadosamente viendo que Suguru estaba frente a su ex – cuñado y que hablaban de algo que apenas podía escuchar…
-¿Qué es lo que quieres? ¿Has venido a golpearme nuevamente? Aunque no me imagino por que si ya tienes a tu “honey”, claro que si te gusta sufrir te lo puedes quedar-dijo el peliverde con aire sarcástico, Tatsuha lo miró tomando valor…
-de eso venía a hablarte, sé que no me lo vas a creer, pero debo decirte la verdad, Suguru, Ryuichi fue obligado a abandonarte, Seguchi lo amenazó.
-¿acaso piensas que te voy a creer cosa semejante? ¿De donde sacas tanta basura?
-¡Niño tonto! Piensa… ¿por qué te diría todo esto?... no tiene sentido ¿no es así?-en cierta manera el pelinegro tenía razón, pero era imposible que Tohma pudiera llegar a tanto…
-Ryuichi aún te ama, ha estado sufriendo mucho con tod…
-¡cállate! ¿Por qué debería creer en lo que dices? Fuimos rivales, tú me golpeaste ¿no? Tal vez ahora piensas dañarme nuevamente…
-es verdad que te odié, pero lo que Tohma les hizo a ustedes dos es inaceptable… ¡yo estuve ahí!-le gritó el monje perdiendo la paciencia.
-¡ya para! ¡Déjame ir! ¡No te creo nada!-gritó forcejeando para liberarse de Tatsuha que tomó violentamente la muñeca del chico.
-¡no seas testarudo y déjame hablar! ¡Mira criajo vas a escucharme quieras o no!
-¡suéltame! ¡No quiero escucharte hablar de él! ¡Fue cruel con mis sentimientos, jamás podré olvidar sus palabras hirientes! Él dijo: “solo fuiste un juguete en mis manos” no puedo seguir enamorado de una persona tal…-dijo sollozando.
-cuando te lo dijo… ¿te miró a los ojos?
-¿q… qué?-se desconcertó el joven tecladista.
-… que absurdo… decías amarlo, pero eres incapaz de ver en su corazón… a través de sus ojos… los espejos del alma.
-… él… me sacó a empujones del departamento… y estaba muy oscuro… yo…
-él estaba llorando… porque te amaba… porque estaba haciendo algo en contra de su voluntad.
-¡¡no sigas defendiéndolo!! Él no ama a nadie, ni a su propia sombra, por favor déjame ir………. ¡¡¡¡suéltame!!!!
-esta bien cree lo que quieras, pero no te quejes después cuando te hayas ido con tu primito bondadoso y te des cuenta de que es el más vil de los demonios-dijo abandonando a un tembloroso y confuso Suguru que terminó apoyándose contra la red metálica a sus espaldas.
Tohma se escondió en un pasillo, esperando a que el moreno se fuera y cuando eso pasó subió velozmente para calmar a su pequeño y convencerle de que todo lo que Tatsuha le había dicho era mentira.
-¿Suguru?
-To… Tohma ¿qué… haces aquí?
-como te estabas tardando mucho decidí venir a buscarte.
-…
-¿estás bien?
-si, bueno vamonos a esa ducha y luego a comer que me muero de hambre…
-será como desees Suguru-kun-dijo tomándole de la mano.
* * *
Al rato en el primer piso de NG.
-¡¿Cómo te fue Tatsuha?!-quiso saber el pelirosa que esperaba expectante los resultados de esa conversación.
-¬¬… si me cuentas primero como te fue con mi Aniki por lo de mi sobrinito, yo te cuento como me fue allá arriba con fujisaki.
-m… m… se lo dije… y…
-¿y?
-¡BUAAaaaaaaaaa!!!! ¡Tuve que dormir en casa de Hiro! Me preguntó que si se me había zafado un tornillo, entonces le dije que me encantaría tener un niño suyo y… y… ¡me sacó de la casa de una patada con almohada y todo!
-paciencia cuñadín mi hermano dice una cosa y luego hace otra, así que…
-¡¡¡pero con yuki es muy difícil!!! ¡¡Parece que desde que nos casamos está más gruñón!! ¡¡¡Buaaaaaaaa!!!
-¡¡¡¡¡¡¡Shuichiiiiiiiiiiiiiiiii!!!! ¿¡¡Por qué estás llorando na no da!!? ¡¡¡¡¡Hola Tat-chaaaaaaannnn!!!!-Tatsuha y Shuichi se giraron automáticamente escuchando esa primorosa voz aniñada que creían desaparecida para siempre, Ryu venía corriendo hacia ellos con fuerza, Tatsuha pensó que se tiraría sobre el pelirosa como de costumbre… pero grande fue su sorpresa al notar los brazos del cantante guindándose por su cuello envolviéndolo en un fuerte abrazo…
Continuará…