Los personajes de Gravitation no me pertenecen, su autora es la Srta. Maki Muramaki, yo solo estoy pidiendo prestados a sus personajes para un fanfic >.< un beso a todos…
Escenas del capitulo anterior:
-¡¡¡¡¡¡¡Shuichiiiiiiiiiiiiiiiii!!!! ¿¡¡Por qué estás llorando na no da!!? ¡¡¡¡¡Hola Tat-chaaaaaaannnn!!!!-Tatsuha y Shuichi se giraron automáticamente escuchando esa primorosa voz aniñada que creían desaparecida para siempre, Ryu venía corriendo hacia ellos con fuerza, Tatsuha pensó que se tiraría sobre el pelirosa como de costumbre… pero grande fue su sorpresa al notar los brazos del cantante guindándose por su cuello envolviéndolo en un fuerte abrazo…
Capitulo 29: “Borrón y cuenta nueva”
-Ryu… Ryu-chan-susurró Tatsuha separándose un poco para ver su rostro, sin poder creer lo que sus fijas pupilas estaban viendo, Shuichi en tanto cambió su cara de sorpresa por una de extrema felicidad al ver que el peluche rosa volvía a estar entre las manos de su ídolo.
-¡Kumagoro-chan cuanto tiempo sin verle! ¡Que bueno que volviste Ryu-chan!-dijo el pelirosa.
-Ryu-chan extrañaba a sus amigos y kumagoro ya se recuperó ¡así que vinimos a dar la buena nueva la la la!-el hiperactivo con sus enormes ojos azules contempló al moreno que tenía la mirada perdida en la suya…
-Kuma-chan te agradece que lo hayas atendido, dice que Tat-chan es un buen enfermero ¡¡y que te quiere mucho y que le des un abrazo fuerte!!
-vale, le daré un abrazo a él también- dijo abrazando al peluche sabiendo que eso lo haría feliz, pero en el transcurso se dio cuenta de algo… sus ojos estaban irritados… ¿acaso había estado llorando? ¿Por qué ahora sacaba ese lado infantil que había estado ausente por tanto tiempo?
-¡oye Shu-chan! ¿Por qué estabas llorando?
-haaaa… es que yo… quiero…-empezó a decir sorbiéndose el agüita que le escurría por la nariz a causa del reciente llanto.
-lo que pasa es que mi cuñadito quiere ser mamá y mi aniki no quiere bebes ¿lo captas?-poco a poco los ojos del hiperactivo se volvieron más adultos, pero manteniendo su misma actitud de desconcierto.
-¿Cómo dices Shu-chan?
-sí, ahora se puede, muchas parejas de hombres ya lo han hecho, dicen que necesitan muestras para convertir una célula masculina en femenina, eso fue lo que me explicó Hiro, yo no entiendo muy bien como lo hacen, pero funciona, lo único que necesitaríamos sería a una nodriza que tenga al bebé por que los hombres no tenemos por donde… ¿entienden?
-Shu-chan… Ryu-chan no entendió una sola palabra na no da.
-¡¡¿heee?!!
-no te preocupes cuñadín, honey está bromeando-le dijo el moreno que ya conocía los arranques del hiperactivo.
-mira Shu-chan, Ryu-chan y kumagoro te creen, puede que tal vez Yuki-chan aún no esté preparado para eso, pero no te des por vencido, ya vas a ver que un día tendrás a tu bebé-ante esas palabras el pelirosa se echó a llorar de la emoción.
-gracias Ryuchi-san…
-¡pero shu-chan no te pongas a llorar de nuevo na no da!-chilló el hiperactivo haciendo berrinche.
-bueno, yo ya me voy, estoy cansado de tantos exámenes así que…-se despidió lo antes posible intentando evadir completamente el tema acerca de Fujisaki, a decir verdad estaba aterrado de contarle que había fracasado ¿Cómo lo tomaría él?
-¡pero Tatsuha! Me prometiste que si yo te contaba como me había ido con yuki, tu me contarías como te fue con Suguru…-ante la mención el cantante adulto pasó su mirada de niño expectante en el rostro ofuscado del muchacho, no necesitaba ser adivino para saber como habían sucedido las cosas, así que sin esperar más tiempo tomó el brazo del monje a modo de juego y se lo llevó corriendo a las afueras del edificio.
-¡¡ma… matteeee!!-exclamó el joven viendo que era arrastrado por su arrolladora fuerza infantil, mientras Shuichi parpadeaba de la impresión, escuchando los gritos de su amigo que se despedía.
-¡¡¡¡bye bye Shu-chan nos vemos mañana na no da!!!!
-¡¡honey adonde me llevas!!-chilló Tatsuha asustado.
-p… pero que diablos…-susurró el pelirosa completamente anonadado por la inesperada reacción del cantante.
En las afueras de NG, el hiperactivo se puso el casco, se subió a la motocicleta del moreno y le echó llave, después hizo una seña para que se sentara atrás suyo.
-¡oye mis llaves! ¿¡Como las obtuviste?!
-vamos a dar un paseo Tat-chan-invitó el cantante provocando un ligero sonrojo en sus mejillas, Tatsuha apenas podía reaccionar, tragó un poco de saliva para aclararse la garganta y se subió con él.
-¿do… donde vamos Ryu?-preguntó con una mueca nerviosa.
-no lo sé, dejemos que la motocicleta nos lleve-dijo mostrándole esa pícara sonrisa que lo traía loco y sin remedio pasó lentamente sus brazos por su estrecha cintura, percibiendo su aroma a fresas silvestres y disfrutando del calor de su cuerpo.
-¡¡na no daaa, na no daaa!!-empezó a canturrear mientras salían por la carretera principal.
A pesar de la excitación que sentía, Tatsuha estaba hecho un lío, aturdido por el extraño comportamiento que mostraba y nervioso porque sabía que el momento de decirle la verdad estaba llegando… no quería perder el lazo tan especial que a duras penas había construido con su ídolo, aunque solo fuera su amigo, hasta con eso se conformaba.
Rato después llegaron a las afueras de Tokio, decorado de campos, praderas y bosques…
-honey ¿no nos estamos alejando mucho de la ciudad?
-solo un poco… ¡pero diviértete o te vas a estresar Tat-chan!
-p… pero…-estaba apunto de protestar cuando el vocalista comenzó a maniobrar serpenteando en plena pista.
-¡¡wiiiiiii que divertido na no da!!-el castaño se veía que lo estaba pasando entretenidamente mientras que el monje tenía el alma en un hilo, especialmente cuando su honey comenzó a adelantar una hilera de camiones y vehículos que venían del lado contrario, no era no lo hubiera hecho antes con su motocicleta, pero según su instinto adrenalínico Ryuichi ya tendría que haber aumentado la velocidad hace rato, si no se conseguía la velocidad necesaria sería imposible pasar a tiempo.
-Ryu acelera…
-¿por qué?
-no me vengas con esas ahora… ¡Ryu-chan acelera!
-¿Por qué? si no le dices a kumagoro Ryu-chan no lo hará.
-¡¡¡QUE ACELERES DE UNA VEZ MALDITA SEA!!!-le gritó encabronado al ver que el camión ya casi les topaba las narices.
-¡Tat-chan no le grites a Ryuichi, que no es sordo na no da!-berreó el cantante con una mueca infantil mientras aceleraba a máxima capacidad y desviaba el rumbo a escasos segundos de estrellarse contra la hilera de camiones.
-tienes que confiar más en mi pequeño Tatsuha-le calmó disminuyendo gradualmente la velocidad, sintiendo el ritmo cardiaco del moreno palpitando fuertemente contra su espalda y no solo eso, lo tenía tan firmemente agarrado que sentía la tensión de sus nudillos en el pecho…
-¡NUNCA, vuelvas a hacer eso sin avisarme antes o vas a matarme de un infarto! ¿¡Me oíste?!
-jajaja… ¡¡¡fue divertido na no da!!!
-¡divertido para ti! Me gusta la velocidad, pero sé donde está el límite, no quiero morir tan joven-le regañó jadeando…
-claro, para seguir vivo y pervertido ¿no?-dijo con voz sensual.
-exacto-contestó siguiéndole el juego.
Ryuichi estacionó la motocicleta ladera arriba junto a un enorme árbol, Tatsuha bajó de ella admirando el paisaje, era hermoso, estaban en un mirador desde donde se veía Tokio y el mar a lo lejos… la brisa limpia golpeó sus cabellos azabache devolviéndole la paz que necesitaba, el cantante se sacó el casco mirando de reojo a su acompañante que tenía la vista fija en el horizonte.
-es precioso este lugar ¿no lo crees?
-si que lo es…- susurró el moreno sonriendo con melancolía, el cantante se sentó en el césped admirando el cielo que ya comenzaba a oscurecer.
-ven, siéntate…-invitó observando la reacción de su acompañante que en vez de estar feliz por su amable trato, se sentía el ser más desdichado del planeta, Tatsuha bajó la mirada intentando esquivar la de Ryuichi mientras éste se sentaba a su lado.
-no te creyó ¿verdad?-el moreno se turbó ante la pregunta, no quería volver a verlo sufrir, eso le partiría el corazón.
-…..
-ya no importa, sé que es duro aceptarlo, pero él no era para mi, tengo que seguir adelante pase lo que pase… eso me dijiste ¿cierto? Y te hice una promesa ¿verdad?... entonces despreocúpate…
-p… pero honey… te lo había prometido… y…
-algunas promesas son imposibles de cumplir ¡pero hombre no pongas esa cara!-le regañó con fingido enfado.
-¿de verdad estás planeando renunciar a él?-preguntó incrédulo el monje.
-supongo que es lo único que puedo hacer si ya se entregó a Tohma-susurró bajando la mirada con algo de tristeza, sin embargo, pasó a su modo infantil alborotándose un poco.
-¡na, na! ¡Demo, no te preocupes Tat-chan, Ryuichi está bien na no da! ¡En serio está bien!
-¿hontou? ¿Seguro que no me mientes?
-Ryuichi dice la verdad ¡pregúntale a Kumagoro!-exclamó mostrándole al conejo rosa, el moreno dejó escapar un suspiro y desvió su mirada al lejano mar, preso del dolor que estaba sintiendo.
-entonces… eso quiere decir que… que ya no me necesitas, que esta es una despedida o algo por el estilo ¿me equivoco?
-¡¡¡Tat-chan!!! ¿¡Serás idiota!?-berreó el cantante lanzándole un conejazo en la cara, con sus enormes ojos azules apunto de echar el aguacero, pero luego frunció el ceño mirándolo de manera seria.
-¿por quién me tomas? Claro que no te traje aquí para decirte “adios muchas gracias por tus servicios”-ante sus palabras Tatsuha se quedó trémulo, mirándolo con una ceja alzada y la boca abierta de impresión.
-a… ¿no? ¿Entonces?
-solo quería que vieras el atardecer con Ryuichi y kumagoro-dijo como un niño pequeño avergonzado.
-a… eso… ¿y qué más?-el tono divertido de esa pregunta y esa mirada llena de picardía lo hicieron reaccionar aún más sulfurado.
-¡Tat…! ¡Tat-chan eres un chico malo! ¡¡Kuma-chan démosle su merecido!!-chilló abalanzándose sobre él con toda su energía, provocando que se fuera de espaldas contra el césped, el escenario perfecto para un ataque sorpresa de abrazos y cosquillas.
-ho… ¡honey! Jaja, ya detente, no más jaja-finalmente el hiperactivo se detuvo… lo miró con sus ojos juveniles, sonriéndole con nostalgia.
-ahora ya no tienes cara triste Tat-chan…-dijo besando su frente de manera infantil.
-Ryuichi…
-no vale la pena que sufras por mi ¿no sería mejor olvidarnos por esta noche de lo que nos duele para así hacer borrón y cuenta nueva?-acarició su rostro, perdiéndose en esos ojos negros como la noche que los cubría.
-¿esta bien para ti?
-si…-susurró, sin poder evitar que sus propias lágrimas cayeran.
-¿aun duele verdad?-preguntó y en respuesta solo recibió su llanto contra su pecho, intentó consolarlo peinando su cabello con sus dedos, percibiendo el aroma a fresas que despedía, abrazándolo para hacerle sentir que no estaba solo… y lo más importante… que lo amaba como a nadie en el mundo, cuidadosamente levantó su rostro, observando esa triste expresión que detestaba.
-verdaderamente... ya no soporto ver tus lágrimas…-confesó y sin más… le robó un apasionado beso… que no rechazó.
Continuará...