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Cosas del amor, asuntos del destino por Karura

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Notas del capitulo:

hola a todos, gracias por haber leido a pesar de lo extenso de este fic, de verdad estoy muy feliz por la buena acogida ^^, aunque tambien estoy un poco triste por mi pc.... se murio, pero alcancé a respaldar todo... menos mal... bueno los dejo con un nuevo capitulo na no da!!!

Capitulo 30: “Solo por esta noche”

 

 

Sus lágrimas se habían secado hace un buen rato,  ya no sentía tristeza, las caricias y aquellos dulces besos que estaba recibiendo de ese muchacho no lo dejaban pensar en otra cosa que no fuera ese momento, se estaba dejando llevar por su experiencia prematura, tal vez lo había subestimado y era solo un crío… ¡pero ese crío sabía demasiado para su edad!

 

Su cuerpo estaba reaccionando frente a sus estímulos… no podía detenerlo, ni quería hacerlo… luchaba por quitarle la playera, anhelando sentir su calida piel… escuchaba su profunda voz susurrándole “te amo”… ¿Qué podría él responder?... ¿yo también?... sonrió… tan solo por una vez… tan solo por esa noche le daría gusto.

 

-te amo Tatsuha…-en respuesta el joven besó ávidamente su cuello, este sabía que lo hacía por cortesía, aún así, bajo la ilusión de que podría ser cierto, descendió por su abdomen probando con su lengua cada rincón de esa lozana piel… cada centímetro…

 

El cantante se retorcía bajo el cuerpo del moreno, sintiendo que su piel ardía y palpitaba, dejó escapar un gemido de su boca… no quería esconderle, ni negarle nada…

 

Jadeó en su oído provocativamente, aquello puso en dificultades al menor que siguiendo aquel juego sensual, correspondió con una caricia en su entrepierna… que se transformó en un delirante masaje. 0////o

 

Ryuichi volvió a arquearse contra el cuerpo del joven, sintiendo el molesto dolor de su miembro insatisfecho…una vez con sus espaldas desnudas, recorrieron sus pieles abrazándose con necesidad, buscando apaciguar esa tortuosa sensación, pero la urgencia ganaba terreno así que despojándole de sus jeans, el pelinegro deslizó su mano al interior de su tanga negra y comenzó a masturbarle.

 

-haaa…-gimió ronroneante, Tatsuha lo unico que hizo fue besar su garganta mientras seguía dándole placer, pero una pregunta vino a su cabeza en ese momento… ¿sería el seme… o el uke?

 

La verdad es que si era con su honey, le daba lo mismo, pero recordó lo que su ídolo había pasado… ese daño sexual en su niñez… seguramente le había tocado ser seme en todas sus relaciones pasadas y no se equivocaba, lo supo cuando deslizó sus dedos lentamente hacia su entrada, el cantante se turbó impidiéndole seguir…

 

-lo siento Tatsuha… yo no estoy… preparado para…

 

-lo sé, descuida, no me molesta tenerte dentro… lo entiendo.

 

-… no, no está bien… no quiero huir por siempre, quiero saber que se siente.

 

El monje sonrió socarronamente, mirándolo divertidamente mientras el cantante hacía un puchero previo al berrinche.

 

-podría dolerte un poco… aún así quieres hacerlo.

 

-harás que el dolor pase ¿no?

 

-anda, si después de un rato estarás suplicando por más.

 

-engreído…-dijo sonriendo con la cara ruborizada sintiendo su aliento rozando en su oído, notando como sus caricias volvían a hacerle perder la cabeza, como sus dedos viajaban sedosos por su cadera y se colaban por la hendidura de su trasero, la presión de la gema de sus dedos se sentía cálida, húmeda y suave… cuando parecía querer entrar alejaba sus dedos iniciando así un juego que estaba llevando al cantante al borde de la desesperación…

 

Tatsuha bajó hasta su sexo acariciándolo gustosamente con su lengua, disfrutando de su sabor, otorgando suaves mordiscos a lo largo de este, haciendo que el cantante volviera a resollar y lo escuchó gimiendo aún más fuerte cuando uno de sus dedos se internó dentro…

 

-¡hmmm!-el mayor se aferró al césped sintiendo una mezcla de emociones entre el miedo y la expectación.

 

A pesar de la molestia, Ryuichi se relajó como pensó debía hacerlo un uke… separó un poco sus piernas para facilitar la tarea de su prematuro seme, que simplemente se sentía en el paraíso, este succionó vigorosamente su erguido y duro miembro degustando el delicioso sabor agridulce de sus gotas pre seminales, volvió a subir a su boca perfecta que anhelaba ser devorada, jugueteó con su lengua entrelazándola con la suya, mordiendo sutilmente su labio inferior y Ryuichi le correspondía de la misma forma, ni cuenta se había dado cuando el menor había introducido un segundo dedo, se detuvieron para recuperar algo de aire, pero el experto monje aprovecho el momento para comenzar a estimularlo más a fondo, metiendo y sacando sus dedos cada vez más rápido y más profundo mientras mordía sus pezoncillos haciéndolo estremecer, sin duda era algo que recordaría el resto de su existencia, le parecía como si fuera un lejano sueño... pero no, era muy real... el cantante de Nittle Graspper estaba retorciéndose de placer bajo su cuerpo, suplicándole, resollando en busca de alivio, mirándole con esos azules ojos llenos de expectación que lo hacían ver tan hermoso, tan inocente e indefenso, con sus mejillas sonrojas y su cuerpo menudo sofocado por la pasión, irremediablemente era  una imagen que quedaría grabada en su mente hasta que la muerte decidiera venir a buscarle. Realmente se sentía tan afortunado, tan feliz de estar viviendo aquél mágico y esperado momento con el ídolo del que se había enamorado prácticamente desde los 10 años, sin embargo, la situación se estaba volviendo lo bastante candente como para causarle una inevitable hemorragia nasal, pero intentó comportarse, no era el momento para actuar como idiota, sería el seme... ¡¡¡¡el seme de Sakuma Ryuichi!!!

 

Intentando dejar su cabeza en frío se posicionó entre sus piernas retirando cuidadosamente sus dedos para reemplazarlos por su miembro, sentía que su ídolo temblaba, lo abrigó haciendo aún más estrecho e íntimo el contacto entre sus cuerpos.

 

-muy bien... aquí voy...

 

-hazlo lento...

 

-no pienses en nada, solo siénteme... yo te amo-susurró entrelazando su mano con la suya...

 

-Tat...-musitó uniendo sus labios con los del muchacho.

 

El menor se deslizó cuidadosamente a través de su estrecha entrada, tratando por todos los medios de controlar sus impulsos,  de no lastimarlo, pero fue inevitable que sintiera dolor, solo debía hacerle sentir amado...

 

-¡¡Hnnggg, DUELE!!-gimió sintiendo que un millón de recuerdos volvían a su cabeza...

 

Aquel dolor que lo partía en dos, ese hombre desgarrándolo, con intenciones de eliminarlo como a sus padres,  pero justo en ese momento el sabor de unos labios le impidió seguir atrapado en sus recuerdos, era Tatsuha... lo estaba haciendo con ese chico... seguía doliendo, pero era diferente, podía soportarlo...

 

-¿estas bien?

-...si, arf... arf... continúa-pidió jadeante por la sensación de dolor.

 

Tatsuha comenzó a empujarse lentamente escuchando sus espasmos y gemidos, sintiendo su sexo envuelto en esa estrecha y caliente cavidad, una vez que estuvo completamente adentro, tomó la erección de su ídolo frotándola rítmicamente, Ryuichi  se movió por acto reflejo, gimiendo de dolor y placer, sintiendo sus embestidas cadenciosamente y poco a poco se dio cuenta... que el deseo aumentaba y la pasión se volvía desesperante, al punto que ansiaba cada vez más de él, justo como había dicho el moreno que lo haría sentir... ¡pero si no podía detenerse! Era demasiado bueno, demasiado exquisito, tanto que sentía su orgasmo llegando sin remedio.

 

-¡Ahaaaa... tatsuha... más!

 

-¿ves?... te lo dije... arf... ¡hmm...!-volvió a embestirlo esta vez con más fuerza, sintiendo sus divinos dedos aferrándose fuertemente a su espalda, de hecho podía sentir algo de ardor en ella pero no hizo caso... lo unico que importaba era darle el placer que demandaba, llevarlo al límite, por el sonido de sus resollos advirtió que se vendría por lo que aceleró el ritmo de sus estocadas notando como su interior se cerraba violentamente.

 

-¡AAHhhaaaa!-resolló perdiéndose en el clímax, mojando ambos vientres, sin embargo continuó moviéndose al  ritmo impuesto por el moreno, se sentía insatisfecho aún después de haber acabado, tomó el mando volteándose sobre el menor que estaba sorprendido ante su inagotable poder sexual, se veía como un ser mítico bajo la noche estrellada, con su cuerpo desnudo perlado de sudor, moviéndose felinamente sobre el suyo en una danza sensual y salvaje, tal vez había despertado sus instintos más ardientes, tuvo que pensar en cosas estúpidas para aguantar hasta que su honey decidiera correrse por segunda vez  mientras este subía y bajaba descontroladamente sobre su sexo.

 

-por favor... arf...  espérame... arf... un poco ¡haaa! ¡haa!-suplicó jadeando al moreno que sin chistar volvió a controlar su orgasmo sentándose en posición de loto para aguantar más, permitiendo que su amante cabalgara hasta el cansancio encima suyo, su mano izquierda lo tomó de la nuca enredando sus dedos en su húmedo cabello y lo besó con furor mientras su otra mano se deslizaba torturadoramente por sus zonas erógenas, provocando que el mayor volviera a estar a tope, sus gemidos y suspiros no hacían más que excitarlo punzantemente, se correría de un momento a otro así que tomó el miembro goteante de su honey estimulándolo para que acabara al mismo tiempo que él .

 

-¡¡AHAAAaag!!-gimió Ryu, estrechándose a su joven amante en un fuerte abrazo, sintiendo dolorosamente como cada poro de su cuerpo ardía estremeciéndose, derritiéndose, descargando todo su placer en él... lo escuchó gemir roncamente en su cuello, sintió que temblaba y respiraba agitado mientras seguía abrazándole con todas sus fuerzas... se quedaron así un momento sintiendo el calor residual y el acelerado ritmo de sus corazones bombeando.

 

-te amo honey... gracias... por esta noche.

 

-por esta noche ¿he?-dijo pensativo.

 

-esto no se repetirá en otra ocasión ¿verdad?-preguntó el moreno a sabiendas de la respuesta.

 

-puede...-contestó sonrojado, levantándose un poco para dejar salir su miembro empapado de semen, ambos jadearon ante la placentera sensación.

 

-a... ¿a que te refieres honey?

 

-Ryuichi  se lo está pensando aún, pero le gusta la compañía de Tat-chan-balbuceó con su voz de niño travieso.

 

-sigo sin entender.

 

-quiero darte una oportunidad Tatsuha, después de lo que hicimos siento,... que me haces tanto bien –le dijo con seriedad mirándolo a esos ojos oscuros como la noche.

 

Tatsuha lo miró pasmado sintiendo que su rostro comenzaba a encenderse como si fuera un árbol de navidad, sonrió como estúpido acariciándole las mejillas al motivo de su felicidad y sin darle tiempo de reaccionar, lo besó en los labios envolviéndolo con el calor de su cuerpo, luego, se quedaron mirando el firmamento recostados sobre el césped, contemplando aquellas estrellas que los iluminaban hasta que decidieron que era hora de volver a casa por que o si no pescarían un seguro resfriado, se vistieron y se subieron a la motocicleta..

 

-honey ¿puedo conducir yo esta vez?

 

-¡buuuuuuuuuuuuuuu... no confías en mí!-dijo el hiperactivo haciendo un puchero mientras sus ojitos comenzaban a lucir como dos charcos de agua.

 

-pero estas cansado dulce bebito, será mejor que descanses en mi espalda mientras llegamos a casa ¿no crees? Kumagoro me acaba de decir que es lo mejor... ¿verdad Sr. Kumagoro?-Tatsuha había tomado al conejo moviendo su cabeza para decir que si.

 

-vale, esta bien, pero solo porque Kumagoro lo dice na no da.

 

-buen niño Ryu-chan, buen niño-acarició su cabeza con ternura, el hiperactivo se montó en la parte trasera mientras apoyaba su rostro en la espalda del menor... suspiró pensando para si mismo que tal vez Tatsuha era su destino...

 

La moto inició su recorrido por la carretera en medio de la noche hasta que finalmente llegaron a Tokio, Ryuichi bostezaba cada 5 minutos, ya estaba en el límite de su energía, notó Tatsuha cuando estaban a punto de llegar al departamento.

 

Estacionó la motocicleta y se llevó al cantante haciendo que se apoyara en su hombro, cuando llegaron al piso el moreno pensó que tal vez su honey necesitaría un baño, así que preparó la tinaja de azulejos con sales aromatizantes y se desnudó haciendo lo mismo con el cantante, quitando cuidadosamente cada retazo de tela, tomó el jabón gel de frambuesa lo echó a una suave esponja de baño y con ella limpió cada rincón de su piel semi bronceada, suspiró, todo aún le parecía un agradable sueño.

 

Ryuichi sonrió alagado, tantas atenciones, tanto amor que su propio corazón comenzó a sonar algo fuerte para sus oídos...  pero entonces le recordó... esos ojos marrones mirándole con devoción, aquella boca suave y casi femenina, el aroma alméndrico de su piel... Suguru era el único ser sobre la faz de la tierra capaz de hacerlo estremecer con solo pensar en él, el único con el que sentía las emociones consumirse en el fuego de pasión más eterno... al que siempre amaría...

 

¿Qué diablos estaba haciendo con ese chico atractivo de mirada oscura entonces? ¿Sería capaz de fingir nuevamente un te amo? No quería causarle más daño, ni lastimarlo sin querer... no lo merecía...

 

-¡¡ne, ne!! Es tu turno ahora Tat-chan, Ryu quiere bañarte ahora na no da.

 

-esta bien, está bien-dijo siguiéndole mientras la sensación del jabón y la espuma recorriéndolo con maestría comenzaba a excitarlo, pero al parecer su honey estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo, sería desconsiderado de su parte forzarlo a más.

 

Una vez que ambos enjuagaron sus cuerpos, el moreno condujo al cantante hasta la tinaja de azulejos donde se metieron sintiendo el aroma relajante de las frambuesas penetrando en su piel.

 

Reclinado en su pecho, sintiendo la tibieza de las aguas el castaño cerró los ojos abandonándose en la sensación de letargo, no pudo luchar con las suaves caricias que el menor le daba para relajarlo y sin más se quedó dormido.

 

Con cuidado el monje salió de la tinaja,  atándose una toalla a la cintura, sacó a su queridísimo honey envolviéndolo en una también,  lo cargó hasta la alcoba depositándolo en la cama y luego procedió a secar su piel, besándolo de vez en cuando, después de que secó su propio cuerpo, se recostó a su lado envolviéndolo entre sus brazos, cubriendo a ambos con una sábana mientras la noche avanzaba y las estrellas perdían su brillo.

 

-... suguru...-murmuró entre sueños el cantante mientras el menor lo estrechaba más fuerte contra su pecho y dejaba salir sus silenciosas lágrimas aprovechando la oscuridad de la habitación.

 

-*nunca podrás olvidarte de él ¿no es así? muy bien... tus sentimientos son infranqueables, de verdad está bien, entonces lo mejor será que vuelvas con él... de ninguna manera aceptaré sobras... no quiero que estés conmigo por agradecimiento u compasión-y on esas palabras en su mente finalmente se quedó dormido.

 

 

Continuará...

Notas finales: ¿les gustó? nunca pensaron que eso pasaria ¿osi?... si lo sé, soy taaaan predecible jajajaja, por favor dejen reviews, los veo en el proximo capitulo ^^ byeeee!!!!

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