-¡¡Yuki no te burles de mi!!...............¿he?.......... ¿dijiste… que…?
-si-el pelirosa al percatarse del veredicto se le tiró encima llorando de emoción y besándolo desesperadamente.
-¡¡¡¡¡¡yukiiiii gracias, no sabes cuan feliz me haces!!!!! ¡¡¡Te amo Yukiii!!!
-¿¡quieres tranquilizarte!? ¡No estoy diciendo que vamos a tenerlo ahora!
-¡como sea! ¡Te amo! ¡Te amo yuki!-el rubio sorprendido por su reacción solo atinó a abrazarlo y sonreír… sería padre algún día… ¿Quién lo hubiera pensado?
Capitulo 32: “Encuentro fortuito”
Tatsuha había ido a NG con la idea de irle a dejar a su Honey unos exquisitos pastelillos de fresa, esos que tanto le gustaban, en el camino se encontró con Shuichi y Hiro, venían conversando amenamente, el primero llevaba una sonrisa de oreja a oreja, mientras que el segundo no tanto, su asunto con K ya le tenia los pelos de punta.
-Hola cuñadin.
-¡Tatsuha! ¿¡Qué rayos te pasó ayer!? ¿Por qué Ryu-chan te llevo arrastrando?
-necesitábamos hablar de “cosas”… ¿tienes un tiempo cuñadin? Quiero pedirte un consejo.
-¿a mi?... este… hem… bueno, está bien, Hiro ¿me esperas en la cafetería?
-claro, no te preocupes, nos vemos.-dijo girándose en dirección a la cafetería, pero a medio camino un rubio americano de ojos azules lo fulminó con la mirada.
-come on, debemos hablar.
-ni sueñes, no tengo ganas-expresó el guitarrista en un tono desenfadado y pasó de él, sin embargo el manager con una venita en la frente lo tomó del brazo, deteniéndole.
-¡Qué diablos quieres! ¡Déjame en paz, métete en tus asuntos!!-la mirada de Nakano era definitiva, ese era el tipo de mirada que nunca daba a conocer a menos que estuviera lo bastante furioso, una que K nunca olvidaría, pues le congeló hasta los huesos.
-i… i`m sorry… no volveré a hablarte si así lo prefieres, no pretendía ser tan molesto para ti-susurró con la voz tan amarga que el menor se sorprendió y quiso disculparse, pero el rubio pelilargo ya se había marchado.
-*… no era que molestases… k… tan solo… tan solo… quería que fueras sincero contigo mismo… solo así yo sería sincero… y te diría todo lo que siento-pensaba Hiroshi tragándose las lágrimas que se le estaban acumulando en los ojos, si K era capaz de abrir su corazón, entonces el pelirrojo se olvidaba del mundo y reconocería frente a cualquiera e incluso frente a su madre todo el amor que sentía por el, pero… K seguía sin dar señas de algo más… a esas alturas no tenía ganas de ir a la cafetería, lo mejor sería fumarse un cigarrillo, cuando Shu faltaba eso era lo mejor.
En tanto…
-¿entonces?-dijo Shuichi mirándolo atentamente.
-parecía como si en realidad me hubiera aceptado, pero en el fondo él todavía no puede sacarse al mocoso de la cabeza, está enamorado hasta le medula, hasta las células, creo que si solo sufriera de amnesia sería capaz de olvidarse de él… así que esta vez si que renuncio, quiero que me ayudes a darle lo que quiere.
-¿a qué te refieres?
-estuve toda la mañana pensando la manera de derrotar al pez gordo…
-¿pez gordo?
-sabes que me refiero a cierto peliteñido, que usa sombrero y lleva una enorme sonrisa en su rostro…-le dijo con una gotita sobre la cabeza, cualquiera hubiera captado esa indirecta… pero su cuñado no era cualquiera… era Shuichi Shindou de Uesugui… una especie rara en el mundo ^^
-¡ah siii, Seguch!!!
-¡¡¡sshhhh!!!! ¡Que nadie debe enterarse del plan, idiota!-le hizo callar Tatsuha hablando en murmullos. Mientras le tapaba la boca con una mano.
-perdón jejejeje… entonces ¿qué vas a hacer?
-voy a necesitar tu ayuda, tu influencia para convencer a mi aniki de que nos ayude.
-¿a Yuki?
-él es una parte importante del plan, si él falla, no sé qué más podremos hacer.
-pero, si todavía ni me entero ni del plan…
-este no es muy buen lugar para hablar, podrían descubrirnos y eso enviaría el plan al diablo ¿te conectas a Internet?
-s… si a veces, para contestar los e-mails de mis fans.
-dame tu correo te enviaré las instrucciones.
-está bien, este es…-lo anotó en una hoja de papel.
-¿boquita_de_fresa@badluck.NG.jp?... ¿boquita de fresa? Es el Nick más cursi que he visto en la historia-se burló el moreno haciendo enfadar al cantante.
-¡¡¡Tatsuhaaaa!!!! Espero que no vayas a enviarme nada pervertido.
-¿he? ¿Qué tiene de pervertido unir a esos dos?
-lo que pasa es que ya le pedí un favor a Yuki y ahora si le pido otro… con lo del bebé quedó como histérico, pero al menos acepto.
-¿¿¿¿¡¡¡¡¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!??????????
-claro, pero no vamos a tenerlo en este momento, quizás en unos años más-dijo el pelirosa todo sonrojado y enternecido…
Tatsuha todavía tenía la boca desencajada y esa cara de “imposible que lo que dije le haya resultado”… luego se relajó pensando en que la palabra tío no le calzaría nada de mal.
Y mientras ellos hablaban Noriko y Ryuichi iban saliendo de la cafetería
-así que no vas a contarme por qué tú y ese pervertido salieron corriendo ayer a lo loco a quien sabe donde… y no te hagas el tonto que cuando te busqué me encontré con Shindou-kun y él me contó que se habían ido en la motocicleta.
-kumagoro no sabe-dijo con voz de niño llevándose unos cuantos m&m a la boca.
-no le pregunté a Kumagoro, te pregunté a ti muñequito… claro… a Karura-san tu psicóloga le cuentas todo ¿ne? En ella confías más ¿no?
-¡OH que tarde es Sr. Kumagoro! Vamos a ver Pokemon, acaba de empezar, bye bye Noriko-chan!!!!
-¿tan rápido te darás por vencido?-le dijo ella mirándolo con tristeza, él se giró con seriedad apenas dejándole ver sus ojos que se humedecían de solo recordar al jovencito tecladista.
-no podrías comprender a alguien cuando se siente traicionado y olvidado, lo mejor es que lo saque de mi cabeza de una vez por todas y reconsidere a Tatsuha… no es un mal chico… él me ama…
-¿y tu?
-……………….con el tiempo, seguro que lo haré…-le dijo sonriente aunque en el fondo se le veía algo de confusión.
-¡¡¡¡espera Ryuichi vuelve acá!!!!
-¡¡bye, bye Noriko-chan!!-se despidió caminando en retroceso hasta las puertas del ascensor y presionó el botón de abrir mientras le sacaba la lengua de manera traviesa a la pelivioleta que no hizo más que sulfurarse.
Ryuichi entró de espaldas a la caja metálica, todavía se burlaba de su compañera de banda, pero sintió a alguien chocando detrás de él, oyó a alguien disculpándose…
-su… suminnasen-aquella voz… esa voz… era la voz de su niño…
Las puertas se cerraron ante sus ojos y se giró lentamente para contemplar la carita pasmada del menor.
Estaban ahí frente a frente como la última vez, sin mover un músculo, totalmente paralizados por la expectación… Suguru fue el primero en reaccionar.
-quítate déjame salir-ordenó el jovencito mirándolo con odio, enfrentándolo, sintiendo sus ojos humedeciéndose al ver los suyos contemplándole con tanta tristeza.
-¡dije que te quites!-Suguru trató de que la voz no le flaqueara, que ese hombre no viera la emoción que en fondo le hacía sentir, pero se contuvo pues le había lastimado.
-*definitivamente… no puedo ir con Tatsuha, lo que siento contigo es… totalmente diferente ¡muy diferente! a ti te amo con locura… con toda mi devoción… él… él ni siquiera es un remplazo de ti, no tienes comparación pequeño mío, eres tú al único al que podré amar en esta vida, voy a por ti, si, poco me importa lo que haga el imbesil de Tohma… tú eres solo mío Suguru-pensaba el castaño tomando por fin las riendas de su vida y comenzó a acercarse con arrolladora sensualidad al jovencito que no veía escapatoria.
Ryuichi lo había arrinconado contra la metálica pared, agarró firmemente sus muñecas, aprisionándolo con posesividad, impidiéndole escapar, el rostro del menor estaba pálido, su cuerpo entero temblaba de miedo al desconocer las intensiones de ese hombre cruel… ¿sería que abusaría de él? ¿Qué jugaría un rato con su cuerpo como se le antojara? ¡No! ¡No iba a dejarse dañar de esa manera!
-¡¡¡suéltame!!!-le gritó furioso intentando forcejear, mientras el cantante besaba su cuello hambriento de volverlo a sentir suyo, de reclamar para si cada poro de su piel.
-no pienso hacerlo-le dijo respirando agitado buscando esos labios temblorosos para besarlos hasta desgarrarlos.
-¡NO! ¡Ni te atrevas! ¡NO!... ¡Hmmmp…!-gimió negándose a sucumbir a ese salvaje beso forzado que tantos recuerdos fogosos le trajo… ¡maldición! Se dijo fujisaki… a pesar de toda la ira que sentía no podía evitar degustar el dulce sabor de su saliva y la consistencia irresistible de su boca, esa fuerza pasional obligándolo a ceder… demasiado exquisito, ni siquiera Tohma podía besar con tanta pasión, cada vez que probaba los labios de su primo se sentía insatisfecho…
Ryuichi se separó de su boca para que pudiera recobrar el aliento, el golpeteo de sus pechos latiendo no los dejaba respirar con normalidad, no obstante continuó besándole la garganta, el cuello dejándolo expresarse libremente… ya sabía de antemano cual sería su reacción y estaba dispuesto a soportarlo.
-¡¡¡¡¡estupido, sueltame!!! ¡¡¡Te odio!!¡¡¡¡Te odio Sakuma Ryuichi con toda mi alma, te odio!!! ¿¡¡Escuchaste??!!! ¡¡¡Te odio maldito infeliz!!!!-volvió a gritarle totalmente fuera de si, con las mejillas arreboladas de vergüenza y coraje, con los ojos cerrados para no verle, para no delatarse a si mismo…
-no me mientas… no puedes resistirlo, no puedes olvidarme ¿no es así?
-¿y todavía? ¿¡¡Tienes el descaro de burlarte de mí??!!!! ¿¡¡Quién te crees que eres!!? ¡¿Por qué mejor no vas a divertirte con tu juguete nuevo y me dejas vivir con Tohma en paz?!!
-¿con Tohma? tu no amas a Tohma…-rió como un loco sacando de casillas al muchachito.
-yo…s… si le amo-contestó dudoso y sonrojado.
-¡mentiroso! ¡Si es así entonces abre bien los ojos y dime que me odias! ¡Anda mírame a la cara y dime que me odias!-ordenó el castaño con voz dura y dolida apretando fuertemente sus muñecas contra el muro haciendo que el jovencito contemplara su rostro lleno de dolor… se sorprendió…
-y… yo… yo te…-no tenía el valor para decirlo, sus mágicos ojos azules lo hacían flaquear, había tanta tristeza en su mirada… su corazón de pronto dio un vuelco ¿y si de verdad había una razón importante para que lo haya echado de su vida? ¿y si de verdad todavía le amaba?
-*no puedo decírtelo… por que no es verdad, no te odio en absoluto… aún te amo Ryu, pero ¿y si es una de tus traviesas trampas y caigo? No quiero que vuelvas a rechazarme, eso sería demasiado para mi…
-¿no puedes? Por que no es cierto ¿verdad?
-¡¡¡cállate, suéltame!!!
-no eres feliz con él ¿me equivoco? cuando estás con él en la cama teniendo sexo piensas en mi y te frustras por que no puede satisfacerte.
-¡no!... pa… ¡para que sepas él sabe hacerlo mejor que tú!… él… él me…
-veamos si eso es cierto…-dijo el cantante poniendo su rodilla entre sus piernas, ejerciendo un poco de presión sobre su miembro, besó su cuello sacándole involuntarios suspiritos y jadeos…
-¡no! ¡No! ¡Hnng!!-gimió arqueándose contra el muro ante las desesperadas caricias que el cantante otorgaba a su miembro
-¿te gusta? ¿Me deseas?
-¡detente! ¡Por favor detente!-suplicó sintiendo como la mano del ojiazul se colaba en su boxer mientras le mordía un pezoncillo sobre la camisa.
-¡¡Hnnng!!!-gimió dolorosamente al sentir entrar uno de sus dedos en su estrechez, se revolvió de molestia aferrándose a él, suplicándole que le dejara.
-por favor para… ¡¡por favor no lo hagas!!-pero el cantante hizo oídos sordos y continuó recorriendo su piel blanca, acariciando insistentemente esa erección que tanto extrañaba del pequeño…
mordió el lóbulo de su oreja jadeando en su oído, sabía que eso le gustaba, aún lo mantenía sosteniendo sus muñecas fuertemente, marcándolas con la presión de su mano, lo volteó con un rápido movimiento, poniéndolo de frente a una pared del ascensor y de un jalón bajó sus pantalones incluyendo sus boxers, dejando a la vista sus pálidos cuartos traseros, Suguru temblaba sintiendo el cálido y estilizado pecho de ese hombre contra su espalda, se obligó a tranquilizarse a sabiendas que según su errónea idea sería violado por su ex- novio, pero tampoco podía aceptarlo, no quería entregarle el cuerpo a la persona que lo hizo sufrir, menos a la fuerza… pero ese “a la fuerza” cada vez perdía más fuerza, sus caricias parecían aleteos de mariposa, tan sublimes que su cuerpo comenzaba a perder el control, de un momento otro comenzó a pensar que quería
correrse en su mano.
-¡p… para! ¡Haaa!! ¡¡¡ o… onegaii!!!! Me duele…
-pero mira como eres, dices que pare y tu mismo estás moviendo tus caderas para que mis dedos sigan entrando en tu colita…-musitó con esa voz de niño que lo volvía loco, ya no podía más su cuerpo lo estaba traicionando… si, lo ansiaba, lo deseaba sentir dentro suyo…
-gime Suguru, no te reprimas.
-¡idiota!-se quejó al borde de la locura, su piel ardía, la sensación era desesperante, Ryuichi continuaba besando su espalda, bebiéndose sus gotas de sudor excitándose con sus reacciones, ya casi podía sentir su boquita pidiendo que lo llenase.
-haaa, haaaaaa… de… detente por favor no hagamos esto… por favor, haaa…-la frustración del cantante llegó a su límite al escucharlo decir eso, lo aprisionó más contra su cuerpo, estrechándolo, mordiendo su cuello, buscando su entrada para internarse en él antes de que el ascensor llegara a su destino.
-no… onegai… nooo… ¡¡haaa, noo!!-suguru se arqueó al sentirlo entrar en su cuerpo, escocía con un dolor que lo partía a la mitad, el cantante se quedó inmóvil un rato para que se acostumbrara, lo llenó de besos y lo envolvió en un abrazo sintiendo como el frágil cuerpo de su niño temblaba de dolor, Suguru lo miró a los ojos con los ojos empapados de lágrimas.
-por favor… no me hagas más daño, detente…-rompió a llorar, sakuma apartó el rostro mirando a otra dirección de sus ojos también caían lágrimas, no permitiría que Suguru la viese… se movió poco a poco masturbándole delicadamente, provocando que el jovencito gimiera a viva voz, esas caricias, sus besos apartaban el dolor efectivamente de su cuerpo, ahora solo sentía calor emanando de sus entrañas y el tortuoso placer haciéndole perder la cabeza.
-haaaaa!! Haaag!! Haa! Hmmm!! ¡¡El… el ascensor… alguien puede entrar!!-se excusó el menor, Ryuichi presionó un botón rojo para parar el ascensor.
-ahora no entrará nadie… -dijo mientras continuaba dando una embestida tras otra, el cuerpo del menor reaccionaba solo empujándose contra su miembro, moviendo su trasero en contra de su voluntad hasta sentir la rígida erección del cantante completamente dentro, en ese punto Suguru babeaba de placer y sus ojos estaban semi inconcientes, su miembro chorreaba preparándose para llegar al orgasmo, todo era demasiado intenso, nadie podía hacerlo sentir de igual manera como él, nadie en el mundo sería un dios en la cama como Ryuichi sakuma, pensaba mientras se corría en su mano…
-¡¡¡haaaaaaa!!!!!-gimió sintiendo el chorro caliente de ese hombre en sus entrañas, mientras sus poros parecían fundirse con solo tocarse, el adulto lo besó en la boca y este correspondió por inercia, casi totalmente inconciente de lo que había hecho.
El mayor retiró su miembro del interior del jovencito cuidadosamente, bajó hasta su perfilado trasero y lamió su entrada limpiándolo de su propio semen, Suguru reaccionó solo cuando el ascensor comenzó a andar otra vez.
-¿estas satisfecho? ¿Es esto lo que querías? ¿Una sesión de sexo?-dijo el ojimarron sintiendo asco de si mismo y de él, se alejó lo más que pudo poniéndose la ropa más veloz que un rayo.
-¡no, no es sexo!
-¡como diablos fue a ocurrir esto otra vez!!! ¡Ya no quiero que me lastimes! ¿¡Que no lo entiendes!? Yo te amaba, con todo mi corazón… ¿por qué lo hiciste? ¿¡¡Por qué me alejaste de tu vida de esa manera tan cruel!!?-Sakuma se quedó mudo viéndolo llorar desconsoladamente, si le decía que lo había hecho por que lo amaba realmente pensaría que se estaba burlando de él…
¿por donde empezar? ¿Decirle que su primo es el mismo demonio? ¿Que no quería que se enterara de su pasado?... para cuando trató de decirle algo el jovencito ya había salido del ascensor y lo miraba con desprecio…
-¿no vas a hablar?... bien, ya me quedó claro que esto es puro teatro, ¿a qué vienen esas falsas lágrimas Sr actor?... simplemente… me das asco-dijo y salio hecho un mar de lágrimas mientras Ryuichi se quedaba inerte, sin reacción…
¿Por qué no pudo decirle la verdad a su niño? ¿Por qué había flaqueado en el momento más importante de su vida?… la respuesta era simple…. Simplemente no quería hacerlo sufrir… si se enteraba que Thoma había hecho todas esas cosas sufriría sintiéndose traicionado por alguien más en el que confiaba… Suguru no tenía por que seguir sufriendo por asuntos que no le incumbían… pero el cantante de Nittle graspper reconocía su principal error… no haber confiado en su niño cuando tenia que haberlo hecho…
Las puertas del ascensor volvieron a abrirse, Ryu elevó la mirada encontrándose con la atónita del monje, se levantó de inmediato del suelo y corrió a abrazarle como un niño pequeño que se ha lastimado, Tatsuha le correspondió tranquilizándolo preguntándose que le había pasado a su amado honey como para que no pudiera controlar su llanto… ahora si sentía que se le partía el corazón.
Continuará…