Disclaimer:
Los personajes de Gravitation no me pertenecen, su autora es la Srta. Maki
Muramaki, yo solo estoy pidiendo prestados a sus personajes para un fanfic >.< un beso a todos…
Capitulo 39: “No me olvides”
La mañana que Tohma despertó de su letargo recibió la visita del escritor, Noriko Ukai, Sakano y su ex esposa Mika, el ojos esmeralda apenas tenía la fuerza para hablar con ellos, apenas tenía valor para mirarlos a la cara, aún no estaba preparado para pedir perdón públicamente, aún su herida psicológica estaba al rojo vivo, no obstante, con la ayuda de Karura-san que habló con él por la tarde, recién comenzó a tomar conciencia de los errores cometidos y de que necesitaba urgentemente ser ayudado para no seguir cayendo al abismo mental en el que creía estar.
Sakuma fue a visitar a Tohma también los días siguientes, el rubio ya estaba al tanto de su situación así que postrado en su cama se dedico a disfrutar de los mimos y abrazos que el cantante le brindaba… que extraño se sentía… odiar tanto a ese hombre por obtener la felicidad que él no podía tener y de pronto abandonar tanto odio para recibir su alegría de niño… ya no podía odiarle… menos en su estado amnésico…
¿Pero y si recuperaba la memoria y volvía a mirarle con aquellos ojos fríos? Ese era su miedo… que no le perdonase…que su sueño no hubiera sido más que eso…
Suguru estuvo aquella noche a su lado, no quería hablar con él por lo que se fingió dormido, lo escuchó sollozar diciéndole que le perdonaba, que le quería como la imagen del padre que le hizo falta, que no estaba solo en el mundo, pero el presidente de Ng sabía que esas lágrimas también se debían a la amnesia de Ryuichi… y una vez más se sentía miserable por las desgracias ocasionadas… todo fue su culpa…
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Era de mañana, la vida volvía a la normalidad después de casi un mes de euforia, confusiones y curaciones en la clínica…
Tatsuha había creado ya su plan, esta vez aprovecharía cada oportunidad que se le diera, no lo echaría a perder como e el pasado, se preocupaba de Ryuichi hasta del más mínimo detalle, lo llevaba al parque de diversiones, al zoológico, si aparecía una de sus “conocidas” no las saludaba, le compraba sus golosinas favoritas, iban juntos a comprar ropa, Ryuichi se divertía bastante con ese muchacho…entonces Tatsuha encontró su oportunidad soñada…
Flash back…
-Tat-chan…
-¿Dime Honey?
-estaba pensando que… quería volver a los Ángeles…
-¿queeeeee???-chilló decepcionado el monje…
-¿sabes? Ryu dejó un proyecto allá hace tiempo… Ryu iba a hacer su propia línea de ropa.
-¿queee? ¿En serio?-preguntó incrédulo, no estaba ni enterado.
-lo había decidido cuando Shu se casó con Eiri-san, pero……… oye… ¿te vendrías conmigo a los Ángeles?
-no bromees con algo así jajaja-comenzó a reír como estúpido.
-Ryu no está bromeando Tat-chan, tienes buen porte, eres atractivo, podría supervisar tu carrera como modelo con la ayuda de Rage (la nueva manager de Ryuichi… ^^)-le dijo con voz adulta, el moreno tenía un charco de sangre cayendo de su nariz… ¿le había dicho que lo encontraba atractivo? ¿Qué quería que fuera su modelo para que usara su ropa? ¿¿¿¿¿Sssssuuuu roooopaaaaa?????
-¿Tat-chan, estas bien? ¡¡¡¿¿Tat…?????!!! ¡¡¡¡Alguien traiga un Dr. Tat-chan se está desangrando!!!!!!-chilló con voz infantil.
Fin del Flash back…
Lo había discutido con sus hermanos y su padre, estaba consciente que le dirían que no, pero los convenció de una bonita forma, diciéndoles que terminaría la preparatoria en estados unidos y que perfeccionaría su inglés… tampoco los convenció de eso, sin embargo el joven comenzó a hacer méritos como nunca, atendía el templo de su padre, estudiaba inglés como poseso, estudiaba clases básicas de modelaje en las noches, en fin que el joven terror de Tokio ya no parecía él… Mika y Eiri viendo todo ese esfuerzo se dieron por vencidos, pero no iban a dejarlo solo en su gran aventura, al menos su hermana iría a espiarlo cada cierto tiempo y si cometía algún error en el extranjero se lo traería de una oreja a Japón y lo encerraría en un calabozo de por vida.
9:00 am.
Un joven de ojos marrón subió al ascensor con cara apesadumbrada, no había podido dormir en toda la noche pensando en lo que Shindou le había comunicado aquél día, que Ryuichi se iría con Tatsuha a los Ángeles a supervisar su carrera como modelo… se maldecía a si mismo por no poder usar su gran inteligencia en un momento como ese, tal vez pensar no serviría de nada… todavía le dolía que Ryuichi no recordara que se habían amado, que todo lo que había ocurrido aquél día en aquél ascensor se hubiera escurrido de su hiperactiva mente… ¿quién iba a pensar que ese golpe dado en el ascensor aun no sanaba? Otra vez le bajaron las ganas de llorar, se sentía encadenado con la voz del destino repitiéndole a cada instante que no podrían estar juntos, que olvidara todo… pero no podía ¿Cómo olvidar sus besos, sus caricias, su olor, todo lo que él hizo por verle sonreír, sus malos hábitos, sus berrinches, sus bromas, su ternura inquieta?
-¡Hola Sugu-chan! ¿Cómo estás na no da? ¿Heee? Luces triste… ¿verdad Sr. Kumagoro?-le preguntó al conejo después de mirarlo fijamente… el hiperactivo había entrado al elevador y Suguru ni siquiera lo había notado, el joven tecladista no pudo seguir conteniéndose, gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas, abrió la puerta metálica y salió por ella dejando al vocalista con la boca abierta.
-¿qué le pasará a ese muchacho?-se preguntaba el cantante de Nittle Graspper, sin pensarlo más atinó a correr tras él.
-¡Oye! ¿Qué te pasa Sugu-chan? ¿Por qué estás llorando?-lo detuvo tocando su hombro.
-estoy bien, es solo que estoy triste por Tohma, ya sabe que perdió las piernas ¿no es así?-le dijo para salir del paso, aunque esa era otra de las razones por la que estaba triste.
-mira… no sé como fue a pasarle eso a Tohma, pero lo superará, los doctores siempre dicen esto o aquello, pero hay veces en que se equivocan, ¡ya verás como vuelve a caminar na no da!-dijo con su voz infantil brotando como manantial, se perdió en esos ojos azules que lo miraban curiosos.
-gracias… Sakuma-san, bueno, ya me tengo que ir o Sakano-san se pondrá neurótico-dijo intentando parecer responsable, sin dejar entrever el nudo que se le formaba en la garganta.
-Sugu-chan… ¡¡¡ánimo!!!-le dijo levantando el pulgar, el jovencito lo vio con tristeza y echó a correr por el pasillo, dejándolo con una sensación extraña en el pecho, se preguntaba si había sido un deja bû, tenía la sensación de haber visto sus ojos llorosos antes… pero donde… y cuando…sin más dejó de darle más vueltas al asunto y continuó jugando con su conejo rosa… en eso sonó su celular y contestó…
-¡¡¡hablan Ryu-chan y Kumagoro na no da!! ¿Cómo estas Tat-chan?
-pues bien siempre que escucho tu bella voz ¿Cómo está tu herida? ¿Aún te duele la cabeza?
-gracias por preocuparte por Ryu, ya se siente mejor… y ¿pudiste convencerlos?-dijo entusiasmado.
-papá no estuvo muy de acuerdo, pero al final aceptó con la ayuda de mi aniki y onee-san
-¡que bueno na no da! ¿Entonces cuando nos vamos?
-cuando tú quieras Honey…
-todavía tengo que despedirme de Shu-chan y de Toh-chan ¿tú sabes adonde se lo llevaron Tat-chan? ¡¡Noriko no quiere decirnos nada!!-al escucharlo, el moreno sonrió con una mueca nerviosa a través del celular.
-bueno, debe estar recuperándose del shock del accidente jejejeje así que no es buena idea que vayas a ese lugar por que… por queeee heeee ¡¡¡te vas a aburrir!! Jaja ¡si, allá es muyyyy aburrido así que….!!!
-¡¡¡buuuuuuu!!! ¡Yo quería despedirme de Tohma na no da!!!! ¡¡¡Buaaaaaaaa!!!!!-lloró a todo pulmón.
-él no está en condiciones aún, pero te prometo que volveremos a verlo y estaremos con él todo el día-mintió descaradamente, ni en la otra vida quería volver a ver a su ex – cuñado, de hecho nunca le perdonaría lo que hizo.
-esta bien Tat-chan Rage nos estará esperando en el aeropuerto, es algo estricta, pero hace bien su trabajo.
En tanto en uno de los pasillos de Ng…
-¡¡heeey sweet boy! ¿Where do you go?-dijo el americano abrazándole por la espalda, el pelicobrizo miró en todas direcciones comprobando si había alguien cerca.
-k… po… podrías controlar tus pasiones, estamos en el trabajo-dijo todo sonrojado.
-¡oh please no seas tan dramático sweet boy!-ronroneaba en su oído escabullendo con experta osadía, sus manos bajo aquella playera negra, fastidiando los erectos botoncillos de su pecho.
-¿por qué mejor no esperamos a llegar a casa?-decía tratando de escaparse.
-por que es mucho tiempo y no puedo esperar para tenerte, hoy estas irresistible love…
-entonces danos la tarde libre-dijo el guitarrista contraatacando y volteándose hasta quedar frente a su mirada felina.
-no es justo dejarme en jaque mate de esta manera, pagarás por ello bad boy…
-si lo haces besándome como tú sabes por mi encantado-dijo sonriendo con sus mejillas encendidas y la mirada llena de deseo, correspondiendo a los fogosos besos de su novio americano.
Pues sí, desde hace un mes que Hiro y K eran pareja, después de su primera noche juntos, charlaron hasta el amanecer acerca de lo que sentían y se dieron cuenta que no era simple deseo, había algo más fuerte guardado desde hace tiempo en sus corazones y prometieron no volver a esconderlo… se amaban loca e intensamente y ni siquiera se habían dado cuenta antes, hasta ese momento.
Un nervioso Sakano paseaba por unos de los pasillos, cargado de papeles, al ver la escena no se inmutó y siguió de largo… retrocedió, volvió a mirar la escena y mandó todos los papeles a volar girando como remolino para finalmente desmayarse… un día de esos sin duda moriría de un ataque de nervios.
Mientras tanto en el baño Fujisaki no podía dejar de llorar, no cuando se sentía culpable y abatido, no cuando lo tenía tan cerca y lejos a la vez… otra vez lo perdería… aunque aún le quedaba una posibilidad… si se le declaraba tal vez el castaño recordaría ¿acaso se podía dar el amor entre dos personas en diferentes circunstancias? Si no lo intentaba se daría con la piedra en el pecho durante el resto de sus días… ¿y si le rechazaba? ¿Podría aceptar verlo de la mano de Tatsuha? Salió del cubículo con los ojos rojizos y se encontró con el pelirosa….
-hola Shindou-san.
-hola Suguru... ¿Qué te ocurre? ¿Estas bien?-preguntó preocupado.
-bueno, ya sabes… se irá a América… pero, lo voy a superar con el tiempo.
-¡entonces tienes que luchar por él!-el jovencito lo quedó viendo atónito y con una gota que caía en su cabeza.
-Shindou-san el perdió la memoria ¿recuerda?
-aaa… jajaja sí, es verdad-rió tontamente, pero luego lo miró con una expresión decidida.
-dile lo que sientes antes de que se vaya, el destino es muy extraño a veces…
-el destino ¿he? Esta bien voy a decírselo, aún si eso no soluciona las cosas él sabrá que lo amo.
-¡así se habla Suguru! No te des por vencido.
Suguru subió al ascensor decidido, tenía que intentarlo, al menos para demostrarle que lo había amado alguna vez, revisó oficina por oficina sin poder hallarlo, solo faltaba la oficina de Tohma, entró y allí estaba recostado en el sofá con el conejo sobre la cara ¿dormido tal vez? Sí, lo supo al quitarle el peluche de encima, dormía tan placidamente… ¿hace cuanto que no veía su hermoso rostro dormido? ¿Hace cuanto que no lo despertaba con un beso? Quiso hacerlo, mas se arrepintió y en lugar de eso se arrodilló junto al mueble y recostó su cabeza junto a su mano vestida de anillos… así pasaron los minutos…
El hiperactivo iba a levantarse cuando vio al menor dormido junto a su mano… ¿qué hacía allí Suguru Fujisaki? ¿Se habría sentido culpable por el accidente del ascensor? Sintió algo en el pecho, una sensación que le era familiar, intentó despertarlo, pero a juzgar por su rostro se le veía bastante cansado.
-kumagoro… ¿qué deberíamos hacer no da? ¿Qué lo subamos al sofá con nosotros?-secreteaba con el conejo de felpa, con cuidado lo subió sobre su pecho, acomodándolo entre sus brazos ¿por qué le latía tan rápido el corazón? Solo era el primo de Tohma… un chico responsable y aburrido, recordó lo sucedido en el ascensor… se moría por robarle un beso… se había enfadado por que el joven había rechazado su oferta… por que él amaba a Seguchi… por que no era correspondido… olisqueó su cabello y de paso su piel… olía tan bien… la mezcla perfecta entre leche fresca y almendras… de pronto vino una escena a su memoria…
Flash back
-por favor… ayúdame… a olvidar a thouma
Fin del Flash back
Una escena donde recibía sus suaves labios besándolo con pasión se dibujaba rápidamente en la mente del cantante…
La cabeza comenzó a punzarle, se quejó despertando con ello al menor que al ver donde se encontraba se sonrojó bajándose inmediatamente.
-p… pedón no se como llegué ahí yo…
-no, no es eso… solo me duele la cabeza
-¡traeré analgésicos no tardo!-dijo corriendo al baño por un vaso de agua, recogió las pastillas de un botiquín en un mueble y se las hizo tomar, después lo recostó en el sofá y mientras lo hacía, Sakuma se preguntaba por qué había tanta preocupación en su rostro, por qué estaban esos ojos tan tristes… poco a poco el dolor en su cabeza calmo, pero tenía muchas dudas.
-¿Sugu-chan por qué los periódicos dicen que sufriste un accidente de automóvil? ¿Por qué dicen que Ryu tuvo un accidente en motocicleta?
-sufres de amnesia Sakuma-san, no deberías sobre esforzarte-respondió el menor algo nervioso al ver que cambiaba a su personalidad adulta.
-todo es confuso, no logro recordar nada después del accidente en el ascensor, por favor no me mientas tú si sabes lo que pasó… dímelo.
-lo siento Sakuma-san eso debe hacerlo por usted mismo… es lo que el Dr. recomendó.
-esta bien na no da-dijo con su infantil voz resignada.
-Sakuma-san yo…
-¿por qué estabas aquí?-preguntó el castaño algo distante.
-había venido… a hablar con usted, pero lo hallé durmiendo.
-bueno, Ryuichi ya está despierto na no da… dile a Ryu-chan lo que querías decirle.
-………
-anda pequeño, no te voy a morder…-le dijo esta vez con esa avasallante y sensual personalidad, Suguru sintió sus mejillas ardiendo, el corazón le latía tan fuerte que hacía temblar todo su cuerpo ¿Cómo decirle que lo amaba con toda su existencia? ¿Cómo decírselo en un momento así? Cundo se había quedado sin palabras envuelto en esos enigmáticos ojos azules que lo hechizaban.
-¡¡¡buuuuuu!! ¡¡Sugu-chan te demoras mucho no da!! ¡¡Ryu se aburre!!-berreó el hiperactivo.
-Sa… Sakuma-san… yo… a mi…-los ojos del castaño parpadeaban expectantes e inocentes, Suguru se puso más rojo que un tomate ¿Qué hacer? ¿Decir que lo amaba sería inapropiado?
-¡no te vayas!-exclamó al fin con las lágrimas a punto de salir, el vocalista lo miró atónito, sin entender aquella actitud.
-¿por qué? ¿Extrañaras a Ryu-chan y a kumagoro si se van a América?
-si… demasiado…-Ryuichi volvió a ver sus lágrimas cayendo sin control, se puso serio y le acarició el cabello como si lo hiciera por primera vez en su vida…
-no tienes por qué llorar, tampoco es que vaya a morirme…
-es que… yo le amo…-latidos desacompasados, pupilas fijas… una confesión y ellos en el medio… la mirada sorprendida del mayor se relajó y lanzó un suspiro, el menor espero con ansias su respuesta.
-lo siento… no quisiera lastimarte, pero… ya hay alguien más… Tatsuha ha sido muy bueno conmigo, supongo que después de sus cuidados lo reconsideré… lamento haberte confundido con lo del beso…-dijo observando una escena que le partía el corazón, el jovencito intentaba contener sus lágrimas sin éxito alguno, de alguna manera le dolía tanto verlo así…
-además, creo que no te vendría alguien como yo, tienes un largo camino por recorrer pequeño, ese idiota ya tiene un buen trecho, supongo que a pesar de que es un mujeriego siento algo especial por él, por favor perdóname por no poder corresponderte.-le dijo secándole las lágrimas con un pañuelo estampado de kumagoros que él mismo le había regalado… que ironía.
-no se preocupe… sabía que lo nuestro era imposible-dijo el ojimarrón intentando calmarse, quiso levantarse del sofá pero un abrazo del castaño lo sedó por completo, correspondió a ese abrazo y aspiró su aroma a fresas silvestres, lo conservaría por siempre entre sus recuerdos.
-¿irás a despedirme al aeropuerto?-preguntó el mayor, Suguru quería decirle que no, pero sería la última vez que lo vería en mucho tiempo ¿Cómo decirle que no?
-sí, iré…
-que bueno ¿amigos?-cada palabra suya era como una cuchilla enterrándose en lo profundo de su corazón, pero debía superarlo, se repetía dándose ánimos.
-amigos Ryu-han.
-¡¡wiiiii!!! Me llamaste Ryu-chan sin que te lo pidiera ¡¡Ryuichi y kumagoro amigos por siempre de Sugu-chan na no da!!!!
-no me olvides-suplicó con un hilo de voz.
-no te olvidaré… Sugu-chan-el hiperactivo le dio un pequeño beso en la mejilla, a duras penas el tecladista sonrió y se levantó del sofá corriendo lejos de allí, le habían dolido hasta el alma sus palabras, pero no podía dejar de amarlo, así que se encerró en la sala de grabación y se puso a escribir sobre las partituras una melodía que estaba naciendo en su cabeza… allí volcó todos sus sentimientos… sería su regalo de despedida…
Mientras el castaño miraba por el enorme ventanal los edificios de la ciudad, las lágrimas rodaban por su cara sin razón aparente, había un dolor que no entendía en su pecho… se acercó al escritorio viendo una fotografía enmarcada en un portarretratos, era Suguru…
-¿qué me pasa con este chico? ¿Por qué me duele tanto verlo sufrir?...
Continuará…
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