gravitation no me pertenece, es de la srta Maki Muamaki, pero esta historia si, bueno ahora si lean...
Suguru corrió a toda velocidad hasta las afueras y después de haber alcanzado un buen trecho se detuvo agitado, tragando aire para poder seguir caminando, cruzó el paso peatonal y vió a lo lejos las ambulancias, los equipos de rescate y el cúmulo de gente alrededor… sin duda el accidente de tráfico había sido horrible.
Al cruzar la calle encontró finalmente una lavandería en la que lavar al conejo ensangrentado…
Mientras el peluche daba vueltas en el interior de la máquina, el muchachito recordó lo amable que Ryuichi había sido con él… necesitaba tanto que alguien le diera consuelo, Ryuichi sufría por sus temores y a cambio él le entregó protección… Ambos habían cuidado el uno del otro… y ese beso… ese beso que casi se convierte en locura… su primer beso.
***
Cuando llegó al hospital, se fue directamente a la recepción donde un Dr. conversaba con Tatsuha… inmediatamente se acercó a ellos para saber sobre el estado de Ryuichi.
-“no se preocupen, se repondrá, él es muy fuerte y la herida no llegó a grados mayores aunque tenemos que hacerle unos exámenes para ver si hay contusiones o algún síntoma extraño debido al golpe”
-“haaa… que alivio, ¿entonces cuando lo darán de alta?”-preguntó el moreno.
-“mañana mismo, pero luego tendrá que venir a los exámenes y también para sacarle los puntos… además tendremos que hacerle una cirugía láser para borrar cualquier indicio de cicatriz que pueda perjudicar su imagen”
-“ya veo… sí… mi honey cuida mucho su rostro, tiene razón”-mientras el moreno hablaba con el médico Suguru solo se limitaba a escuchar… de pronto se sentía tan ajeno…
-“Fujisaki-kun… vienes a visitarlo ¿verdad?”
-“yo…este… sí…”
-“has el favor de acompañarlo mientras voy a ponerme presentable… ¿vale?”-dijo sonrojado, el pequeño solo asintió con la cabeza.
Al entrar en el cuarto se sorprendió de la cantidad de flores, globos, peluches, dulces y regalitos varios que sus amigos y fans le habían enviado, era impresionante ver cuanta gente estimaba al cantante.
Se acercó lentamente a la cama en la que se hallaba dormido el anestesiado cantante, Suguru se sentó en una silla que había junto a la cama, con mucho cuidado puso a kumagoro entre los brazos inertes y se quedó largo rato viéndolo dormir…
Parecía un precioso niño dormido… su rostro a pesar del vendaje era tan perfecto, sus rasgos suavemente delineados en conjunto con esas pestañas delicadamente cerradas le hacían pensar que Ryuichi Sakuma era un ser dotado por los dioses, se percató de que se le había hecho agua la boca al contemplar la delicada forma de sus labios… ese brillo que los hacia ver tan suaves… ¡y es que de verdad eran suaves! El había tenido la oportunidad de probarlos comprobando que eran tan dulces como la miel… Haaa… se moría por volverle a besar y sentir esa sensación tan placentera surcándole los sentidos.
Subió la vista encontrándose con sus traviesos ojos azules que le miraban divertidamente, ¡rojo!… ese era el color que adornaba su rostro al darse cuenta que el pelicastaño lo había estado observando secretamente desde hace un buen rato.
-“Hola…Sugu-chan”
-“0////0 Ryu… Ryu-chan… ¡estabas despierto!”-exclamó nervioso.
-“pues sí, pero nada más desde hace… hace… haber… uno… dos ¿…? ¡Tres minutos na no da!”-exclamó después de contabilizar con sus manos los minutos que habían pasado desde que despertó.
-“que bueno… ¡que bueno que estas bien Ryu-chan! ¡Mira, kumagoro ya no está sangrando!”-dijo el peliverde sonrojado enseñándole al conejo…
Ryuichi vio al muchachito con ojos adultos, pero llenos de ternura dejando entrever lo que podría compararse con un sentimiento de absoluto amor.
-“gracias… por lavarlo… ¡kumagoro dice que eres lo máximo!”-Los ojitos del niño adulto brillaban alegres mientras sonreía… Suguru sintió de pronto su corazón latiendo a prisa y no era Tohma quien lo estaba provocando.
-“de nada Ryu-chan… ¡vaya! Pero mira cuantas cosas te han traído, cuando la gente se enteró de tu accidente vinieron a dejar regalos para ti y para kumagoro…”-el cantante lo miró extrañado, pero a la vez asombrado… Suguru se veía tan feliz… tan lleno de vida.
-“¿y trajeron dulces no da?”
-“si, cajas y cajas de chocolates y dulces”
-“… ¿los compartimos?”
-“¿se puede?...”-preguntó avergonzado.
-“por supuesto ¡Ryuichi y kumagoro quieren compartir sus golosinas contigo!”
Después de haber comido dulces y varias barritas de pocky Suguru decidió que tenía que irse…
-“¡¡¡¡BUAAAAAAAaaaaaaaa!!!! ¡No te vayas! ¡No quiero estar solo no da!”-berreaba llorando con todas sus fuerzas.
-“no te vas a quedar solo… Tatsuha vendrá a visitarte”-dijo la voz calmada del pequeño, mientras Ryuichi ponía cara desconcertada y asustada.
-“*como si eso fuera a calmarme… que ese idiota de Tatsuha venga es lo ultimo que me faltaba ¡no, Suguru! ¡Yo te quiero a ti! A nadie más Solo a ti…”-pensaba el pelicastaño.
-“¡no con Tatsuha no, con ese pesado no! ¡Ryuichi quiere quedarse con Sugu chan!”
-“pero, tengo que irme… me esperan para ensayar”
-“¡¡¡no te vayas Sugu-chan!!! ¡No quiero quedarme con el abusivo de Tatsuha! ¡Me pide cosas deshonestas y… y… por favor Suguru no te vayas…!”-dijo con ojitos llorosos, de cierta manera había mentido, pero ahora cualquier intento por que no se fuera era válido.
-“esta bien, me quedo hasta que se vaya Tatsuha… pero luego tengo que ir a ensayar ¿vale?”
-“Suguru…Ryu-chan quiere un abrazo...”-el jovencito peliverde sintió que sus mejillas se enrojecían otra vez…
Se acercó al niño adulto rodeándolo con los brazos, pero el pelicastaño fue más astuto y como por arte de magia sus labios se volvieron a encontrar… el pianista contuvo la respiración por pura impresión, soñaba con que un momento así se volviera a repetir, lo deseaba con todo su corazón y ahora, para su sorpresa se encontraba perdido en aquella sensación tan placentera sintiendo la piel calida y suave de sus labios resbalando una y otra vez contra su boca.
-“*como no me di cuenta antes, tanto tiempo en NG y no me percaté de su existencia si no, hasta que nos quedamos atrapados en ese ascensor… que excitante es besarte Suguru…”-pensaba mientras disfrutaba aquel instante sonriendo entre besos… ¡que felicidad sentía!
El cantante capturaba su lengua de la misma manera con que Fujisaki saboreaba la suya, degustando el sabor a chocolate y dulces que antes habían comido… sus manos se entrelazaron firmemente mientras se separaban para tomar aire ¡y es que se habían besado con tal intensidad que se les hacía difícil separarse! Ambos se contemplaban sonrojados cuando entonces…
-“¡Hola Ryu-chan!”-entró saludando alegremente el pelirosa, de un salto Suguru se alejó del hiperactivo que abría los ojos de par en par sintiendo sus mejillas teñirse de un rojo carmesí.
-¡Shuichi viniste a ver a Ryuichi na no da!-poco le faltó para levantarse de la cama y abalanzarse sobre el alegre cantante de Bad luck, pero fue este quien se acercó a saludarlo mientras Tohma, Hiro y Noriko entraban al cuarto.
-“¡Tohma!”-chilló alegre el niño adulto.
-“Hola Sakuma-san ¿Cómo te sientes?”-preguntó sonriente.
-“a Ryuichi le duele un poco la cabeza, pero está bien gracias a Sugu-chan, él ha cuidado bien de Ryu-chan y de kumagoro ¡Ryuichi quiere ser amigo de Sugu-chan para siempre!”-exclamó aferrándose al cuello del peliverde a modo de juego.
-“así veo”-contestó el rubio con su sonrisa ideal, aunque por dentro estuviera con toda la ira contenida. Justo en ese momento entró Tatsuha llevando un ramo de rosas rojas…
-“¡Hola Ryu-chan! ¿Como estas?”-el niño adulto se giró a mirarlo… parpadeó un par de veces y volvió a hundir su carita en el cuello de Suguru que sonreía nerviosamente sin poder escapar del firme agarre.
-“bien no da… esas rosas… ¿son para Ryu-chan?”-preguntó inocentemente.
-“si son para ti Ryu-chan”-contestó arqueando una ceja y sonriendo.
-“*¡y que diablos hace mi queridísimo honey en los brazos de ese mocoso!”-pensaba el menor de los Uesugui tratando de controlarse.
-“no las quiero”- articuló el hiperactivo estrechándose más contra el cuello del peliverde mientras todos tenían caras anonadadas incluyendo Suguru que ya no sabía qué más hacer.
-“¿Qué…por qué?”-Tatsuha estaba turbado…
-“por que Ryu-chan odia las rosas, por que lastima los dedos y duele… ¡Tatsuha-chan malo!… regala a Ryu-chan cosas que le hacen daño… ¡bu… bu… buaaaaaaaaaa!”-comenzó a llorar refugiándose en Suguru.
-“tranquilo Ryu-chan, llorar no te va a hacer bien”-le decía shuichi preocupado mientras Noriko miraba a Tatsuha con cara de pocos amigos
-“deberías saber que a Ryuichi nunca le han gustado las rosas ya que tiene la costumbre de ponerse a jugar con lo que encuentra y cada vez que toma una rosa se lastima Tatsuha, desde entonces el dato ha salido en todas las revistas de fans de Nittle graspper por si no lo sabías, para que sus no tengan el descaro de regalarle rosas ¡cabeza hueca! ¿Y así dices llamarte su admirador?”-regañó Noriko muy molesta, Tohma trataba de calmarla mientras un avergonzado Tatsuha miraba las flores de la habitación… ni una sola rosa… ¿Cómo era posible que no se hubiera informado de eso? Cuando el lo sabia absolutamente todo de su ídolo… o eso al menos creía.
-“Ryu-chan, si quieres las cambio por lo que tú más quieras”-propuso el moreno.
-“¿honto ni? (de verdad)”- la carita inocente del cantante parecía querer derretirlo.
-“si Ryu-chan déjame enmendar mi error”
-“bueno… ¡Ryuichi quiere un peluche enooooooorme! con ojos verdes, que sea rosado ¡con orejas graaaaandes! que se parezca… que se parezca a kumagoro… ¡si y que huela a fresas!”-estaba entusiasmadísimo, siempre quiso tener una versión gigante de Kuma-chan, el resto miró a Tatsuha con expresión de lástima.
-“¿a qué esperas Tat-chan? ¡Ryuichi quiere su kumagoro gigante na no da!”-y lo expresó de manera tan deliciosamente tierna que Tatsuha salió sonriente corriendo a toda velocidad mientras pensaba donde encontraría cosa semejante.
-“*por fin me deshice de ese tipo tan patético, si supiera lo que me desagrada y él cree que yo no lo sé, pero solo desea mi cuerpo… sería capaz de engañarme con cualquiera sea hombre o mujer… alguien así no merece nada de mi en lo absoluto”-habló para sus adentros mientras sentía el calor que subía por el cuerpo de su niño peliverde.
-“¡Ryu-chan, no deberías estar levantado! ¿No ves que estas convaleciente?”-regañaba Noriko al pelicastaño.
-“Noriko… ¿qué es convaleciente?”-preguntó con esos ojos de criaturita indefensa.
-“significa que tienes que descansar y que todavía estás débil, así que venga… sube a la cama Ryu-chan”-ante las amorosas palabras que Suguru había dicho, el hiperactivo cantante no puso objeción alguna, se metió a la cama sintiendo que el pequeño le acomodaba la almohada y que luego le arropaba con una manta.
Tohma de pronto se sintió turbado ¿Por qué le afectaba tanto ver que su primo le estaba dedicando tanto afecto a ese hombre? Le estaba doliendo como una espina en el corazón, pero trataba de ocultarlo desesperadamente, sin embargo, Noriko que hace tiempo había notado extrañas reacciones en el rubio comprendió que lo que Tohma estaba experimentando eran celos… terribles y descomunales celos, el problema era que este no lo sabía o no quería darse cuenta por que en ese momento refugiado bajo su sonrisa de millón de dólares hacía como si cualquier cosa.
Shuichi y Hiro se limitaron a sonreír alegremente, ambos habían llegado a la conclusión de que algo demasiado bueno para Suguru había ocurrido esa mañana en el ascensor.
-“Sugu-chan ¿Por qué todos nos miran con caras tan extrañas? ¡Ryu-chan tiene miedo!”-exclamaba el pequeño aferrándose a su peluche, Suguru le sonrió y se atrevió a besarlo con toda confianza en la frente…
-“no tienes nada que temer… ¿pasa algo malo chicos?”-se giró y preguntando con su dulce sonrisa.
-“¡NO, NO PASA NADA!”-dijeron todos al unísono sonriendo, aunque Sakuma sabía que lo hacían para aparentar el asombro que les provocaba ver a un Suguru tan distinto, tan adorable…
-“bueno, nosotros ya nos vamos ¿verdad Hiro? Tenemos que ir al estudio a ensayar las nuevas canciones, Suguru no te tardes que sin ti no podremos grabar y después K nos amenaza con su mágnum y…”
-“ya me estaba sorprendiendo tanta responsabilidad Shindou-san, no se preocupen voy enseguida…”
-“jajaja… vale… adiós pequeño Ryu-chan si me queda tiempo libre vendré a jugar contigo”
-“¡wiii, Ryu-chan feliz, shuichi vendrá a jugar con Ryu-chan nano da!”
-“te esperamos Suguru”-se despidió Hiro moviendo la mano a la vez que el peliverde, Kumagoro y Ryuichi movían las manitas en señal de despedida, sonriendo con afán.
-“bye bye Ryu-chan, Noriko vendrá a visitarte después y te traerá un rico pastel de fresas”
-“mmmmmmmm… es el favorito de Ryuichi y Kumagoro muchas gracias Noriko-chan”
Ya casi todos se habían marchado solo faltaban por abandonar la sala Suguru y Tohma.
-“oye Tohma”-llamó Sakuma con semblante reflexivo.
-“¿si?”
-“¡Ryu-chan está muy enfadado contigo!”-chilló el pelicastaño volviendo a tomar una actitud infantil.
-“¿conmigo? ¿Y se puede saber por qué?”-preguntó el rubio arqueando una ceja bajo esa típica sonrisa, el postrado se dirigió a Suguru tomándole la mano con cariño y acariciándola con la suya.
-“ya has hecho suficiente por mi… ahora ve a ensayar pequeño”-su rostro se veía adulto, pero lleno de inusual simpatía.
-“sip, volveré pronto, dile a Ryu-chan que jugaremos luego… Sakuma…”
El cantante solo hizo un guiñó de manera seductora mientras Tohma evadía la mirada a esa escena. Suguru salió de la habitación con curiosidad sobre lo que ambos hombres charlarían… se vio obligado a quedarse tras la puerta a escucharlos, sabia que eso era de muy mal gusto, sin embargo, le urgía saber…
-“bueno que querías…”-demandó el rubio.
-“lo hiciste llorar”
-“no sé a lo que te refieres”
-“hiciste llorar a Suguru… fuiste cruel con sus sentimientos, no te lo perdonaré”
-“no te metas en terreno ajeno Sakuma-san”
-“ya no es terreno ajeno para mi Tohma… estoy enamorado de tu primo”
Al escuchar estas palabras el corazón de Suguru se agitó con violencia… la voz de Sakuma se oía honesta… jamás pensó que alguna vez alguien tan perfecto como Ryuichi Sakuma fuera a sentir algo por él, para ser sinceros Suguru no se encontraba para nada especial.
Por lo visto aquellos hombres estaban diciéndose las verdades y esas verdades él las estaba escuchando tras la puerta ¿Cómo reaccionaría Tohma al respecto?
-“eso sospeché… el enigmático Sakuma no suele ser amable con la gente…”
La voz de Tohma se hallaba cargada de un evidente tono burlón, Sakuma arqueó una ceja incrédulo… Acaso, el poderoso de Tohma Seguchi… ¿sentía celos por Suguru?... no, eso no podía ser… eran primos y además sabía de los sentimientos que sentía por Eiri… seguramente se trataba de cariño protector y paternal.
-“no por lo general, pero la verdad es que Suguru es un joven maravilloso, debiste tomar en cuenta sus sentimientos… es lamentable Tohma que tu solo sepas pensar en Eiri-san y él ni siquiera te corresponda, supe lo de tus planes de divorciarte de Mika-san ¿qué tipo de vida es esa?... me das lástima”-dijo con desprecio.
-“¡Bravo! ¡Bravo Sakuma-san! ¿Y ahora me lo vienes a sacar en cara? Espero que tengas algo más importante que decir, no estoy para perder el tiempo con tonterías”-señaló con sarcasmo y dureza.
-“¿tonterías? Pues te voy a advertir una cosa Tohma”-el cantante entrecerró los ojos con evidente furia.
-“¿y ahora qué sería?”-preguntó sonriendo.
-“si tratas de separarme de Suguru… te vas a arrepentir y con creces”
El rubio esbozó un amago de sonrisa ante lo que el pelicastaño había dicho… se veía muy confiado, aunque por dentro le hirviera la sangre.
-“jaja… no te preocupes… es todo tuyo”-el pequeño tras la puerta cerró los ojos, aquellas palabras denotaban que Tohma no sentía ningún interés en él.
-“espero que lo que digas sea cierto, porque estoy hablando muy en serio Seguchi… solo era eso na… no da”-El rubio presidente se dio la media vuelta…
-“que descanses Sakuma-san”-dijo mientras se iba sin sonreír.
De pronto Suguru escuchó los pasos del rubio acercándose a la puerta y no tenía donde esconderse así que por lo pronto hizo como que venía caminando por el corredor.
-“¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en la compañía trabajando en el nuevo disco?”
-“si, pero los chicos pidieron tiempo fuera y yo… aproveché para venir a ver a Ryu-chan”-Mintió el pequeño.
Tohma estaba fuera de si aunque no lo demostrara, sabía que lo que estaba a punto de decirle al pequeño era en parte una vil mentira, pero al menos eso contribuiría a aplacar la rabia contenida que se le estaba acumulando.
-“claro… solo déjame darte un consejo”
-“si… dime primo”
-“ten cuidado, no conoces a Sakuma, tal vez puedas llevarte una decepción”
Advirtió el rubio pasando por su lado sin mirarle si quiera, el corazón del pequeño se sobrecogió… tenía que ser mentira, tal vez su primo estaba desquitando su rabia con él y por eso le había dicho esas cosas, no podía ser que Ryuichi Sakuma estuviera jugando con sus sentimientos, pero ¿y si era verdad?... después de todo llevaba muy poco tiempo de conocerlo…
continuará...