Disclaimer:
Bueno me sé esta parte de memoria: etjum…U-u
Los personajes de Gravitation no me pertenecen, su autora es la Srta. Maki Muramaki y yo solo estoy pidiendo prestados a sus personajes para un fanfic… ya está… >.< un beso a todos.
Escenas del capitulo anterior:
-“Ryu-chan quiere a su kumagoro…”-cero respuesta por parte del peli verde.
-“Ryu-chan quiere llorar…”-sus ojos se volvieron acuosos, pero aun así el pequeño lo miraba con dureza.
-“Ryu-chan está llorando no da”-y nada… no había manera de convencerlo… solo le quedaba su último recurso… la pataleta.
-“¡¡BUAAAaaaaaa!! ¡TE ODIOoooooo!”-chilló llorando a cascada limpia como un niño con berrinche. Suguru se pasó una mano por la cara y una expresión de “ya no puedo más, suficiente por hoy” se trazó en su rostro.
Capitulo4: “libérame”
-“¿escuchaste algo Hiro?”-preguntó el pelirrosa comiéndose una hamburguesa.
-“¿yo?... nada”-mintió el guitarrista, pero en realidad sabía que lo escuchado eran los primeros síntomas de irritación de Ryuichi, si la cosa pasaba de esta, entonces Suguru iba a tener serios problemas… por un momento sintió lástima de él, pero luego de recordar la contienda matutina se alegró de que al menos el muchacho peli verde tuviera su merecido.
***
-“no me digas que no escuchaste eso… fueron los gritos de Ryu-chan”-dijo Noriko muy nerviosa.
-“los berrinches… querrás decir”-contestó el rubio presidente sonriendo, en eso llegó K vestido de ¨security men¨ él llevaría a cabo personalmente la operación de rescate y ya tenía a todo su equipo profesionalmente equipado y capacitado… no importaba como, pero K haría todo lo posible para evitar el retraso del último disco de Bad Luck… era evidente que debía cuidar sus… intereses.
***
En cierto lugar de escaso espacio todavía se escuchaban los chillidos y pataletas de un cantante que comenzaba a saltar sobre el techo de la cabina con evidente rabia.
-“está bien… está bien, pero ya deje de llorar y de saltar… ¿o quiere asesinarnos a ambos?”-el chico agarró el peluche y se lo intentaba pasar al peli castaño, pero este no lo alcanzaba… el hiperactivo se agachó un poco más para lograr atraparlo…
-“un poco más… ya casi…”-balbuceó el cantante y en eso… cuando estaba a punto de conseguirlo, perdió el equilibrio cayendo por la abertura, estrellándose de cabeza contra el suelo donde de paso, también botó a Suguru…
Aquello… fue… muy doloroso.
Ryuichi trató de incorporarse, la cabeza le daba vueltas y parecía que tenía un chichón, a su lado vio tirado a suguru que se quejaba por el golpe ocasionado por el aterrizaje…
De pronto el inquieto cantante sintió algo cálido que le caía rodando por la frente de manera copiosa… algo rojo le nublaba la visión, no podía ver bien…
Se limpió la cara tratando de ver con la poca luz de lo qué se trataba, miró sus manos manchadas en sangre… ¿la sangre de suguru?... No, él estaba bien, pero la cara que este tenía demostraba que algo horrible estaba ocurriendo… aunque no sabía bien que…
-“¡Ry…Ryu-chan… estás sangrando!”-exclamó el peli verde aterrado, Ryuichi aún no reaccionaba bien, hasta que de pronto algo en su frente comenzó a escocer endemoniadamente.
-“a…a…ha… ¡BUAAaaaaaaaaa! ¡ITAI!!!! ¡ITAI!!!! ¡BUAAAAAA!!!!”- el grito de Ryuichi se escuchó en todo el edificio NG, se había hecho una profunda herida a la altura de la ceja.
A Shuichi se le erizaron los cabellos, Hiro casi se atoró con la gaseosa, Noriko saltó de su asiento y Tohma puso cara de preocupación…
-“¡te lo dije Tohma algo le pasó a Ryu-chan!”-exclamó Noriko corriendo rápidamente por el pasillo.
***
-“¡Ry…Ryu-chan… estás sangrando!”-exclamó el peli verde aterrado, Ryuichi aún no reaccionaba bien, hasta que de pronto algo en su frente comenzó a escocer endemoniadamente.
-“a…a…ha… ¡BUAAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaa! ¡ITAI!!!! ¡ITAI!!!! ¡ITAI!!!! ¡BUAAAAAAAAAAAA!!!!”- el grito de Ryuichi se escuchó en todo el edificio NG, se había hecho una profunda herida a la altura de la ceja.
A Shuichi se le erizaron los cabellos, Hiro casi se atoró con la gaseosa, Noriko saltó de su asiento y Tohma puso cara de preocupación…
-“¡te lo dije Tohma algo le pasó a Ryu-chan!”-exclamó Noriko corriendo rápidamente por el pasillo.
-“¡Ry…Ryu-chan… estás sangrando!”-exclamó el peli verde aterrado, Ryuichi aún no reaccionaba bien, hasta que de pronto algo en su frente comenzó a escocer endemoniadamente.
-“a…a…ha… ¡BUAAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaa! ¡ITAI!!!! ¡ITAI!!!! ¡ITAI!!!! ¡BUAAAAAAAAAAAA!!!!”- el grito de Ryuichi se escuchó en todo el edificio NG, se había hecho una profunda herida a la altura de la ceja.
A Shuichi se le erizaron los cabellos, Hiro casi se atoró con la gaseosa, Noriko saltó de su asiento y Tohma puso cara de preocupación…
-“¡te lo dije Tohma algo le pasó a Ryu-chan!”-exclamó Noriko corriendo rápidamente por el pasillo.
-“¡¡¡¡BUAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! ¡Me duele!!! ¡Me duele! Duele…”-lloraba el hiperactivo desgarradoramente y la sangre seguía saliendo a borbotones, tanto más lloraba parecía que la herida se abría más. Suguru rápidamente rasgó un costado de su propia camisa para detener la hemorragia.
-“tranquilo, quédese quieto, por que si se sigue moviendo sangrará más”
-“arde, arde mucho… snif…snif”
-“disculpa, pero vas a tener que aguantar un poco el dolor”
-“¡Hnnggg! ¡Hmmmgg! ¡ite, itee!”-se quejó el pelicastaño temblando por el dolor mientras el muchachito presionaba con el fin de parar el sangramiento.
-“ya está, esto al menos debería funcionar”-Ryuichi tenía los ojitos empapados de lágrimas, le dolía mucho la cabeza como si se la estuvieran partiendo en dos, luego contempló vagamente a su kumagoro manchado en sangre… dejá bu… ¿Cuándo antes había tenido una sensación semejante? ¿Cuándo?...
A su mente acudieron escenas de un niño corriendo entre los pastizales de arroz, llevaba un conejo de felpa en la mano… alguien lo perseguía y el pequeño trataba de escapar de su agarre…luego vió una escena fugaz donde el conejo de felpa estaba manchado en sangre…
-“Ryuichi-san… Ryu-chan”-llamó el peliverde, pero el cantante todavía estaba abstraído en sus recuerdos…
-“sakuma-san ¿se encuentra bien? yo le dije que no se subiera ahí, pero ni caso que me hizo y ya ve por eso le pasan estas cosas, aunque ya no vale la pena”- el tecladista levantó cuidadosamente la cabeza del cantante poniéndola sobre su regazo y sin dar aviso lo cobijó en sus brazos y le acarició suavemente la espalda como antes el cantante lo había hecho con él para tranquilizarlo, pero sin querer sus lágrimas cayeron sobre el rostro del cantante.
-“¿Por qué estas llorando ahora sugu-chan? ya no llores pequeño no hay porque…”
-“si, si lo hay… nunca debí dejar que subieras, ahora por mi culpa tu… tu… que puedo hacer por ti, tan solo dímelo ¿que puedo hacer para hacerte sentir mejor?”.
-“un beso… solo eso…”-dijo el pelicastaño sorprendiendo a su acompañante que sonrojado lanzó un audible suspiro desalentado.
-“¿por qué fue ese suspiro? ¿Crees que beso mal?... kumagoro dice que los besos de Ryu-chan se comparan con la sensación de chocolate derritiéndose en los labios ¿tu que crees? ¿Quieres probar?”-dijo con mirada pícara y una sonrisa de inigualable belleza.
-“¡sakuma-san!... yo eto…”-se sonrojó poniéndose muy nervioso, sakuma sonrió al ver el efecto que lograba causar en el pequeño, pero luego se asombró al ver su carita determinante.
-“esta bien, lo haré”-dijo decidido mientras pensaba para sus adentros.
-“*mi primer beso… entregárselo a esta persona que apenas conozco… y si aún tuviera posibilidad con… ¡no! tengo que olvidarme de Tohma no vale la pena seguir desperdiciando mi juventud esperando eternamente a que un milagro suceda, tengo que vivir mi vida de una vez”-Admiró ese rostro tan perfecto que comenzaba a sonrojarse ligeramente… se inclinó hacia él…
Besar a suguru era tan relajante, tan suave que el ojiazul ni se daba cuenta que le estaba rodeando el cuello al pequeño con sus brazos, por supuesto que cuando Suguru notó el gesto se puso nervioso y se sonrojó a más no poder, pero a pesar de eso siguió besándole, pues tenía que admitir que para él también era exquisito besarlo, exactamente como se lo había dicho, como la sensación de chocolate derritiéndose en la boca.
El peliverde dejándose llevar cerró los ojos entreabriendo los labios y permitiendo inconscientemente que la cálida lengua del mayor entrara suavemente encontrándose de paso con la suya… aquella sensación… estaba besándose con Ryuichi Sakuma… ¡no podía creerlo! ¡Se estaba besando con el cantante que volvía loco tanto a mujeres como a hombres … y la pregunta del millón ¿tan rápido se había olvidado de Tohma? ¿Es que ya no sentía nada por él?
Ryuichi exigía que el beso fuera más profundo, lo ansiaba, anhelaba que los labios del pequeño le hicieran olvidar lo que había recordado, necesitaba sentirse protegido otra vez.
Cuando el peliverde comenzó a sentir que Ryuichi lo besaba como si quisiera devorarle la boca, se alejó… ambos se distanciaron enrojecidos, agitados y jadeantes.
-“Sakuma-san…”-susurró Suguru víctima del asombro… la verdad se había asustado ante la avasallante fuerza de ese hombre y a la vez le gustó que lo besara con esa locura… había sido su primer beso… sin duda que lo había disfrutado, pero poco le faltó para rendirse a los encantos de ese cantante… ¡dios, si, Ryuichi Sakuma era perfecto! A pesar de estar herido no había perdido nada de su gracia. Los ojos del tecladista se encontraron con los parpadeantes de Ryuichi que tras un leve sonrojo comenzaba a ocultarse bajo el cuerpo del peluche rosa.
-“no, no te avergüences Ryu-chan sí me ha gustado el beso… pe… pero mi boca… no se come”-sonreía con una mueca nerviosa mientras el cantante comenzaba a asomar lentamente la mirada por sobre la cabeza del rosado.
-“eto…”-Haaa… que tierno se veía y lo dijo con esa voz de niño inocente haaa… pensaba el tecladista.
Pero suguru tenía un mal presentimiento, se sintió ligeramente intimidado al ver otra vez esa mirada astuta…tan excitante…haaa
El ojimarrón estaba convenciéndose que lo que estaba a punto de escuchar no sería nada bueno…
No señores… ¡hoy todos hagan lo que quieran con el pobre de Suguru! ¿Qué más pasaría en ese fatídico día?
-“¿oye sugu-chan… eres virgen?”
-“¡QU…QUEEEEEEEEEEEEEEEEE!”-exclamó nervioso y visiblemente sonrojado tratando de procesar lo que el cantante había dicho.
-“*¿Qué si soy…virgen? ¿A qué viene esa CONDENADA pregunta?”-sonaba un eco en su cabeza…
¡UNA BROMA, si!
Eso tenía que ser, Ryu-chan estaba muy aburrido y por eso comenzaba a decir disparates.
No obstante, el hiperactivo lo miraba con esos ojitos grandes y curiosos, evidentemente estaba esperando la ansiada respuesta sin dejar de parpadear… y la verdad es que… era inexperto… Suguru nunca lo había hecho en su vida, salvo aquellas tocaciones normales propio de los jóvenes de su edad, pero lo había hecho solo. Recordaba que su fantasía soñada era guardarse para Tohma por si algún día el hecho se concretaba, aunque la realidad le gritaba que eso nunca sucedería. No quería confesar esa verdad tan privada… antes muerto.
Es que Fujisaki se caracterizaba por ser un chico muy reservado, aunque ese ¨antes muerto¨ era una excepción tratándose de Ryuichi, él quería saberlo todo y haría cualquier artimaña para conseguir la tan deseada información, eso incluía chantaje, rabieta, chillidos, llanto descomunal, manotazos, entre otros… Pero, no se lo contaría… silencio total por parte del peliverde.
-“…”
-“¡NO ES JUSTO! ¡Ryu-chan te cuenta todos sus secretos y tú no quieres revelar ninguno! ¡Ryu-chan quiere llorar nanoda!”-chilló exageradamente, en eso Suguru recordó la herida del muchacho y pensó que no era bueno que llorase… suspiró contando mentalmente hasta diez.
-“esta bien, lo haré, lo haré, pero ya no llores… que te hace mal”
-“vale”-sonrió feliz.
-“bueno, pues…¬ ¬… sí lo soy ¡acaso tiene algo de malo!”-bramó el pequeño sonrojado cayéndose de vergüenza, mientras el ojiazul seguía sonriendo con ese amago de sonrisa.
-“¿ahora me dejas en paz?”-expresó exaltado con la paciencia en el suelo.
-“oye… Sugu-chan ¿puedo hacerte otra pregunta?”
-“¡otra!... ¡uf!... esta bien ¿y ahora qué?”-dijo de mala gana.
-“*¿Qué es esto… acaso un interrogatorio?”-ya se comenzaba a sentir algo ofuscado.
-“*haaa… te ves precioso cuando te enfadas o te sonrojas… sé que te costará responder esta pregunta, pero al menos quiero ver cual será tu reacción bello niño”-pensaba Sakuma para sus adentros, en tanto que el peliverde lo miraba con gran inquietud.
-“Suguru… ¿con quien te gustaría perder la virginidad con Ryuchi… o con Tohma?”
-“¡¡¡¡pero qué diablos!!!! ¡Esto ya es el colmo!”-suguru estaba furioso ¿qué pretendía haciéndole ese tipo de preguntas tan… privadas? ¿Acaso provocarle un paro cardíaco?
-“*¡pero qué tipo más directo! ¡Simplemente no tiene pelos en la lengua!”-exclamaba para sí, a la vez que el cantante parpadeaba cada dos por tres.
-“¿no entendiste la pregunta? Si quieres te la repito… Ryuichi se preguntaba que con quien te…”
-“¡ya basta! ¡NI SIQUIERA LO MENCIONES!”
-“pero… pero Ryu-chan de verdad quiere saber… nanoda”-y puso unos ojos de borreguito desamparado y su tierna boquita se encorvó hacia abajo, como si supiera que con eso lograría su objetivo.
-“no voy a responder esa pregunta ¿me oíste Sakuma? ¡No la responderé!”-gritó el peliverde fuera de sí.
-“¿Por qué no?... ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?... ¿acaso Sugu-chan teme que la respuesta sea mala para Ryu-chan? ¿Acaso es para no herir los sentimientos de Ryu-chan?”
Preguntó el cantante con voz lastimera, llevando una expresión de niño indefenso como si en cualquier momento fuera a tirar el aguacero… Suguru no sabía qué responder, tal vez tenía razón y no podía olvidarse de Tohma… tal vez nunca lo haría, pero Sakuma tenía razón no podía quedarse así el resto de su vida, él también tenía derecho a ser feliz, sin embargo, no sabía que decir con respecto al vocalista, apenas le conocía… estaba bloqueado… muy confundido.
-“¿por qué?...”-lentamente se incorporó acercándose hacia él, con carita de niño al que no le han comprado su dulce… su herida sobre la ceja sangraba un poco, pero al parecer no era tan grave…
El aroma de su champú de fresas llegó a la nariz del tecladista que prácticamente ya se hallaba chocando de espaldas contra la pared, estaba acorralado por ese hombre de arrolladora sensualidad que gateaba camelosamente hacia él… el rojo en sus mejillas se negaba a desaparecer al mismo tiempo que temblaba de la conmoción ¿estaba asustado… o excitado? No lo sabía, todo era confuso y cada vez las cosas tenían menos sentido estando con él…
-“¿sabes? A ryuichi le gustas mucho, mucho, mucho… le gustan tus ojos, tu piel tan suavecita ¡y tu voz le agrada hasta cuando estas enfadado no da!”-dijo sonriéndole con ternura, mientras pasaba su mano por el rostro del muchacho en tanto que el aludido no movía ni un músculo sin más razón que la de estar hechizado bajo el embrujo de esos inofensivos e infantiles ojos azules.
-“pareces un ángel… eres tan hermoso ¿yo te gusto Sugu-chan?”-la boca de Sakuma rozó la oreja del inmovilizado y este solo se limitó a tragar toda la saliva que se le había estado acumulando.
Sus miradas volvieron a encontrarse, esta vez los ojos del cantante se volvieron adultos mientras que Suguru contemplaba esa hipnótica profundidad, sintiéndose incapaz de escapar al mismo tiempo que su corazón comenzaba a palpitar fuerte, tan fuerte que podía escucharlo en sus propios oídos.
-“no importa si la respuesta es no… tan solo déjame conquistar tu corazón… déjame prendarme de ti y te aseguro que encontraremos la felicidad”-Suguru simplemente no podía reaccionar, sin duda que esa era una confesión de amor… no lo creía, tal vez era una broma, pero lo que escuchó después le hizo entender que le estaba hablando… muy en serio…
-“Me gustaría tanto que me correspondieras, hacer tu vida más alegre y llenarte de besos… sentirte dentro mío y sentirme dentro tuyo, no sabes cuanto anhelo que me mires como lo miras a él, de la misma forma como Shuichi miraba a Eiri-san… no sabes cuanto deseo que alguien me mire de esa forma… si alguien lo hiciera así, podría liberarme de toda esta angustia que he estado aguantado por años... y ese alguien eres tú… por favor libérame…”-suplicó el castaño con ojos vidriosos reflejando el tormento en su mirada, el muchacho estaba congelado de la impresión, aquella confesión sonaba como la estrofa de una canción de amor, creada y dedicada especialmente para él en esos escasos treinta segundos. Y de un momento a otro ante la mirada sobrecogida del muchachito, el cantante perdió el conocimiento, resbalando por sus ropas hasta caer desmayado al suelo…
Cuando por fin Suguru pudo reaccionar se acercó rápidamente a su cuerpo, preocupado al ver que no se despertaba comenzó desesperado a gritar.
-“¡¡¡Sakuma-san!!! ¡Sakuma-san!!!”-con cuidado lo cobijó entre sus brazos remeciéndolo levemente sin lograr que este pudiera reanimarse, tocó su piel percatándose de que ardía en fiebre… Suguru no sabía que hacer, Sakuma estaba grave y si no hacía algo para bajarle la temperatura era probable que éste entrara en shock.
-“¡¡¡por favor Sakuma-san, abra los ojos se lo suplico!!!”-el pequeño ya se estaba desesperando y más al ver que el cuerpo del cantante temblaba entre sus brazos, señal de que ya había entrado en Shock… la fiebre era demasiado alta y debido a la herida que estaba infectada su sistema inmunológico había quedado inestable.
-“¡¡¡AUXILIOOOOO!!! ¡Que alguien nos ayude por favor!”-gritaba el pequeño angustiado, sin poder hacer nada más que gritar por ayuda…
Continuará…