Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Hurts por tatsuky

[Reviews - 88]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto.

LOVE HURTS

by Tatsuky

 

Capítulo 4: Del odio al amor sólo hay un paso

-¡Teme! ¡Para!, ¡Sé que me estás escuchando! ¡Ya para!-Naruto corría tras Sasuke por el estacionamiento, pero este seguía caminando sin importarle los gritos de su compañero, llegó hasta su auto y ahí fue donde el ojiazul lo alcanzó, se detuvo para recuperar el aire perdido.

-¿Qué quieres dobe?-Naruto no le respondió, aún estaba tratando de respirar con normalidad, Sasuke entró al auto y lo encendió, al escuchar el motor Naruto reaccionó.

-Espera, sólo quería decirte que no se te ocurra faltar hoy, ya diste tu palabra y no puedes-

-¿Algo más?-Sasuke le interrumpió.

-Ah, sí, ¿cuál es el número de tu móvil?

-¿Para qué quieres saber eso?

-Digo si me puedes dar el número de tu móvil - Naruto no quería decir eso, pero le habían pedido que lo hiciese, mejor dicho, obligado.

-No tengo móvil dobe.

-Mentiroso, y eso ¿qué es?-dijo el rubio señalando el teléfono móvil que estaba dentro de su auto-no vas a decirme que es el último modelo de lap top -Sasuke miró el aparato y al instante recordó que hacía ahí, no le había mentido a Naruto, hasta esa mañana no tenía móvil y no era porque no podía comprarse uno, el echo era que los móviles le fastidiaban en sumo, él tenía sus razones pero no tenía por qué decírselas a su revoltoso compañero.

-En tal caso, no quiero darte mi número.

-Como quieras - Naruto se dio media vuelta y se fue sin ganas de volver a hablar con el Uchiha, volvía a pensar que de todas las personas él lo molestaba más rápido.

Sasuke vio como Naruto se alejaba molesto, luego miró el móvil que estaba dentro de su auto y lo tomó en sus manos, era culpa de Itachi, si su hermano no le hubiera dado el aparato no tenía por qué haber sido así de rudo con él.

Sasuke estaba dentro de su auto a punto de salir para el instituto, cuando un personaje se acercó a donde estaba y le dio de golpecitos a la luna lateral para que la abriera, no bien bajó la luna, Itachi se asomó sonriente.

-Konichiwa ototo ¿ya te vas?

-¿Qué quieres Itachi?-espetó Sasuke, no tenía tiempo de discutir con su hermano.

-No quiero nada, solo vine a traerte algo-Itachi le acercó el último modelo de móvil, Sasuke lo miró como por medio segundo.

-No gracias, quédatelo-Dicho esto, metió las llaves al auto pero Itachi fue más rápido y las sacó, obteniendo toda la atención de su hermano menor -  Mierda Itachi, sabes que no me gustan esas cosas, ahora dame las llaves para que pueda atropellarte de una vez.

-Lo siento Sasuke pero este es un regalo que no podrás rechazar si quieres seguir con la vida que llevas.

-De que estas hablando-Sasuke se estaba molestando- explícate.

-Como sabrás Sasuke aunque papá haya muerto aún tenemos a mamá y como tú eres menor de edad por ley deberías vivir con ella, pero vives conmigo y eso me convierte en tu tutor.

-Eso ya lo sé, deja de narrar nuestra vida y ve al punto.

-El punto es que mamá quiere que vayas a vivir con ella, dice que nunca habla contigo, que nunca tienes tiempo para ella y es cierto, eres muy desconsiderado ototo-ahora Sasuke estaba más que molesto-Ahora viene la parte en que me tienes que agradecer.

-No lo creo, pero continúa.

-Yo sé que preferirías morir que compartir techo con el nuevo esposo de mamá, es que el siguiente tiene que ser peor que el anterior, como sea, intervine por ti y le expliqué unas cuantas cosas, también le prometí que pasarías más tiempo con ella, empezando con la conversación madre hijo-Itachi movió el pequeño aparato frente al rostro de Sasuke, este lo agarró con total disgusto, no tenía opción, aunque lo odiase, Itachi tenía razón- oh, casi lo olvido, toma esto también-le dio un pequeño papel que tenía números escritos- sé que no te tomaras la molestia de buscar tu propio número así que acá está, si no quieres que alguien te moleste entonces no le des tu número, pero a mamá siempre le tendrás que responder, guarde su número en la agenda, también estoy yo, sé amable y contesta cuando te llame.

Y así fue como tenía el odioso aparatito, miró el papel, tal vez se lo diera a Naruto en la noche, si es que iba, claro.

En la vida hay cosas siempre están cambiando con el tiempo, cosas que nacen, cosas que mueren, cosas que se renuevan, en el caso del corazón es casi lo mimo, los sentimientos siempre están cambiando con el tiempo, sentimientos que nacen, sentimientos que mueren, sentimientos que se renuevan, algunos sentimientos nunca cambiarán, no importa cuán dolorosos sean, a veces es imposible que el sentimiento muera. Y ahora aparecen las cuestiones.

¿Por qué amar a alguien que te lastima?, ¿Por qué amar con tanta fuerza a una persona que dice amarte pero no lo demuestra?, ¿por qué creer en sus palabras? ¿Por qué pensar que cambiará? ¿Por qué?

Estas mismas preguntas rondaban la mente de Deidara el porqué de todas ellas lo aturdían y el no tener una respuesta lo deprimía, su subconsciente estaba trabajando pues su cuerpo yacía descansando sobre una cama que no le pertenecía, se veía tan apacible a simple vista, las facciones de su cara estaban relajadas, no se le notaba molestia alguna, sin embargo por dentro estaba hecho un caos, la herida de su corazón volvió a abrirse cuando apenas estaba empezando a sanar, ahora volvía a sangrar, le había regalado su corazón a alguien que no sabía valorar tan precioso obsequio.

Cuando creyó haber derramado hasta la última lágrima, una egoísta y cristalina aparecía por el borde de su ojo derecho que estaba cerrado, al salir completamente se deslizó suavemente surcando su hermoso pómulo sonrojado, estaba a punto de llegar al abismo cuando unos cálidos labios detuvieron su trayectoria haciendo que desapareciera, el rubio pudo sentir esa sensación, le pareció familiar, conocida, querida, anhelada, no, no quería que terminara.

-Sasori-los labios del rubio habían recibido una orden especifica del subconsciente, aun lo amaba, aún estaba enamorado.

-Así que así se llama-esa frase dicha con aquella voz le puso final al descanso y trabajo subconsciente del rubio, separó de par en par sus hermosas pestañas dejando ver sus orbes azules un tanto confundidas, pero no tanto pues reconocieron al instante al dueño de aquella voz.

-Itachi, nh - el rubio que estaba recostado se incorporó de medio cuerpo para quedar a la altura de Itachi que estaba sentado sobre la cama junto a él, Deidara pensaba que decir, no sabía que hacia ahí, ahora que se fijaba ese lugar era totalmente desconocido para él.

-Dime, se llama Sasori ¿verdad?- Itachi volvió a hablar haciendo que el ojiazul lo mirara confundido, al reconocer ese nombre no quiso responder y cambió el tema.

-¿nh?, ¿Dónde estoy Itachi? ¿Qué hago aquí?-Itachi se dio cuenta de lo que pretendía y al notar que estaba deprimido decidió no insistir con el tema, por el momento, en cambio se le había ocurrido algo para que su compañero se sintiese mejor, o algo así.

-¿No recuerdas nada?

-No.

-¿En serio no recuerdas nada de lo que pasó ni de lo que hicimos?

-No, ¿Qué pasó?

-¿En serio no recuerdas?

-Ya, dime ¿qué paso? ¿Qué hago aquí?

-Qué hacemos aquí-aclaró el azabache.

-Sí, ¿qué hacemos aquí?- al rubio le dio miedo preguntar añadiendo la palabra "hacemos" a la pregunta pues sabía que ese "hacemos" incluía a Itachi y a él.

-Pues si no recuerdas trataré de ser breve en la explicación-tomó un poco de aire, Deidara lo miraba con escepticismo esperando a que hable-ayer fuimos a un restaurante del cual saliste corriendo no sé por qué, te seguí, cuando te alcance me dijiste que ya no querías comer, así que nos fuimos a un bar, ahí nos quedamos bebiendo hasta que se hizo de noche, estábamos muy animados y nos quedamos en un cuarto de hotel como puedes ver-Itachi señaló a su alrededor, con una sonrisa extraña.

No bien terminó de hablar Deidara se convirtió en una estatua, no puede ser que lo haya hecho, su semblante y la mirada perdida que tenía preocuparon al Uchiha, lo cogió de los hombros y empezó a zarandearlo levemente - Oye Dei, ¿estás bien?,-al no obtener respuesta aumento la velocidad-Deidara, despierta, despierta -Ahora los movimientos eran frenéticos-Dei no te mueras ahora, estaba bromeando, era una broma, mira el reloj sólo han pasado dos horas, este no es un cuarto de hotel, estás en mi casa -Deidara recuperó su mirada normal, tomó las manos del Uchiha y las separó de sus hombros, ya se sentía mareado por tanta movida, miró al azabache fijamente aun no decía nada hasta que.

-¡Tú! ¡Idiota sin remedio, nh! -el ojiazul comenzó a golpear a su compañero con lo único que tenía a la mano que era una almohada, ahora estaba un poco más calmado por la confesión, en tanto Itachi solo reía tratando de esquivar los golpes-oye, no se vale, tú me hiciste sufrir, ahora déjate hacer -se quejaba el rubio, Itachi le sonrío, había logrado que el aura de depresión se esfumase, al menos por ahora.

-¿Tienes hambre?-le preguntó el azabache mientras le quitaba la peligrosa almohada de las manos.

-Pues sí, pero quiero que me digas que pasó y que hago en tu casa, nh.

-Si quieres saber, te lo digo después de comer-propuso Itachi mientras se acercaba a él.

Deidara pensó, se sentía mal, no le apetecía comer, pero si se iba tendría que ir a casa, Sasori había dicho que cenarían juntos y seguro iría a su casa "la misma historia" pensó el rubio; el pelirrojo llegaría, Deidara le pediría una explicación la que claro no podía darle, lloraría y terminaría con él, tendría que explicarle todo a su hermano que seguro no se sorprendería, y después de dos o tres días de recibir cartas y regalos de disculpa por parte de Sasori terminaría por perdonarle, harían el amor, se dirían cosas bonitas y le prometería que no pasaría más. "No puedo ser más patético" fue lo último en pensar antes de responderle al Uchiha - Está bien, ¿a dónde vamos a comer?

-Aquí mismo, voy a cocinar yo.

-¿Tú sabes cocinar Itachi?

-Claro, si quieres te enseño seguro que aprendes rápido

- Hey, yo también sé cocinar.

-Bueno y ¿qué quieres comer?, espera, déjame ver, ¿comida italiana? - Deidara asintió con la cabeza, le sorprendió un poco que Itachi recordase ese pequeño detalle, eso le hizo recobrar un poco los ánimos y a la vez se sintió raro, cuando tenía problemas con Sasori no había quien le sacase una sonrisa, sin hablar de la depresión en que caía, pero Itachi, aunque no lo conocía bien, con su extraña pervertida forma de ser, le hacía sentir bien, cuando uno se acostumbra a las cosas que dice claro.

Retiró la sábana que lo cubría para levantarse de la cama y fue cuando notó que la camisa que traía no era suya, miró a Itachi como buscando una respuesta a una pregunta que no había preguntado-Itachi mi camisa no.

-Oh, la camisa que traes es mía, te la cambié-dijo tranquilamente el azabache adivinando su pregunta.

-¿Cómo que tuya, nh? Y la mía ¿Dónde está?

-¿En serio quieres saber?

-Itachi ¿por qué me la quitaste, nh?-el rubio se le acercaba con mirada asesina.

-Pues vomitaste, te ensuciaste y por eso te la quité.

-¿En serio vomité? - el rubio estaba súper apenado.

-La verdad no, sólo quería verte sin camisa.

-¡Itachi!

-Jajaja, no es cierto, no es cierto, te mojaste con agua por eso te la quité, solo que no lo recuerdas.

-¿Es verdad eso, nh?

-La pura verdad -  admitió sinceramente el mayor.

-Bueno… - suspiró el rubio sin argumentación alguna - ¿No ibas a cocinar, nh?

-Sí, sí, a eso voy, ven, vamos-Itachi tomó de la mano a Deidara y lo guió fuera de la habitación, el rubio quedó sorprendido, no se esperaba aquello, era muy hermoso, la casa del Uchiha era inmensa además de que tenía una exquisita decoración.

-Que bella es tu casa, nh.

-¿Te parece?

-Claro, es como una mansión, todo es tan hermoso, nh-decía el rubio admirando todo lo que sus ojos azules lograban ver – Hermoso y artístico.

-Eso pensaba yo, pero ahora no estoy tan seguro.

-¿Por qué?-el ojiazul ladeó el rostro para ver a Itachi esperando que le respondiera.

- Ahora que estás aquí, tu belleza la opaca- concluyó el pelinegro apretando el agarre de sus manos.

-Eres tan tonto, Itachi, nh – dijo el rubio muy bajito, no comprendiendo la manía del moreno por esos comentarios tan fuera de lugar.

Itachi sonrió complacido-luego te enseño toda la casa y las demás habitaciones-Deidara asintió aun sonrojado por el comentario anterior del azabache. Aun agarrados de la mano se encaminaron hacia la cocina que era digna de estar en esa casa, igual de bella y esplendorosa.

De pronto se escuchó el sonido de una puerta cerrándose, Deidara creyó que alguien había entrado.

-Creo que alguien llegó Itachi.

-Al contrario, se oyó como si salieran, debe ser mi hermano menor-decía Itachi mientras buscaba algunos utensilios para cocinar- Espero que me salga parecida a la comida de "Buon appetito"

"Buon appetito" "Buon appetito" se repetía en la cabeza del rubio, un lugar especial para él, un lugar de recuerdos; "¿por qué tuvo que hacerlo ahí?, ese lugar era especial para mí,él lo sabía", pensando aquello no pudo evitar decir las primeras palabras que le vinieron a la mente a causa del doloroso recuerdo- ese lugar, no tiene nada de especial.

Itachi detuvo lo que estaba haciendo-pensé que te gustaba comer ahí.

-Me gustaba, tiempo pasado, la verdad no me importaría que derrumbaran el lugar, nh-comentó con amargura el ojiazul.

-No tienes por qué desquitarte con el lugar Dei- Itachi detectó algo extraño en las palabras de su compañero, era obvio que no estaba pensando.

-Tienes razón, lo siento, nh-Deidara entendió a qué se refería, después de todo el Uchiha había estado ahí también, sabía en parte lo que había pasado- lo que quise decir es que tu comida no tiene por qué parecerse, seguro te sale bien, nh.

-¿Sólo bien?, que poca confianza me tienes.

-Aun no la pruebo, así que no puedo opinar, nh.

-Entonces hagamos algo interesante ¿qué te parece?

-¿Qué cosa? – Preguntó con curiosidad el menor.

-Si me sale más que bien, o sea si te llega a gustar me das algo a cambio-propuso Itachi acercándose a Deidara haciendo que retrocediera un poco.

-Y qué sería ese algo, nh - Ya lo estaba imaginando - ¿Acaso otro beso?

- Claro, ¿no te trae recuerdos?

-Claro que sí, nh-el rubio suspiró-Itachi siempre pides eso y hasta ahora lo único que has obtenido es robarme uno, a la fuerza.

-Tengo fe en mi comida ¿qué dices, aceptas?

-¿Y yo que gano, nh?

-Pues si no te gusta, haré todo tu trabajo por tres meses, preparar tus clases, hacer exámenes, corregirlos, todo eso y…

-¡Acepto, nh!- Deidara respondió de inmediato, hasta a los lindos rubios responsables les gusta hacerse los vagos de vez en cuando.

Había llamado a Deidara cuatrocientas, no, quinientas veces y no contestaba su móvil, aunque aún faltaban dos horas para que saliera, estaba preocupado desde la mañana no sabía nada de él.

-Ahh, maldita sea, ¿por qué no contestas?, un momento-Naruto detuvo su berrinche y agudizó su oído, algo estaba sonando, mejor dicho vibrando, se dirigió hacia dónde provenía el ruido, el sonido lo llevó a la habitación de su hermano, encima de su mesita de noche, ahí estaba el causante del "alboroto", cogió al responsable con su mano mientras una gran gota le salía en la cabeza-así que olvidó su móvil, y estuve llamando y llamando como un idiota.

"De seguro y está con Sasori" pensaba el rubio sin ánimos, tendría que llamarle para asegurarse, su número estaba guardado en el teléfono móvil de su hermano para su sorpresa estaba guardado con el simple nombre de "Sasori", él pensaba encontrar algo así como "mi amor" "amorcito" o "mi verdugo" "maldito traidor" para variar, sí, eso último le iba como anillo al dedo, mientras llamaba recordaba cuantas veces había visto a su hermano llorar, aunque él le decía que estaba bien, era obvio que no era así, había veces en que le era imposible entender a su hermano, desearía saber que era lo que le pasaba por la mente para perdonar una y otra vez al dichoso bastardo, sería que el amor lo cegaba, ¡si era así, él no quería enamorarse!, el tono de espera empezó a sonar.

-Hola amor, justo ahora estoy yendo a tu casa-habló una calmada voz a través del aparato.

-¿Amor?, ya quisieras tenernos a los dos-Naruto empezó a picar.

-¿Nh?, ¿quién es?, ¿por qué tienes el móvil de Deidara?-Sasori se ofuscó al no recibir la voz que esperaba.

-Sereno moreno, o pelirrojo, lo que seas, escucha sólo quiero que me digas si sabes dónde está mi hermano.

-Ah, eres Naruto, se suponía que iríamos a cenar, pero si no está contigo, ¿en dónde está?

-Eso es lo que te estoy preguntando - Naruto suspiró, había sido una pérdida de saliva llamar a su casi cuñado, lo pensó otra vez, tal vez no sería una pérdida total – pero, ahora que lo dices, si no está contigo ni conmigo, eso quiere decir que aún está con el moreno.

-¿Moreno?

-Jo, sí, es que ahora tiene un nuevo compañero de trabajo, un chico muy guapo, ya sabes, cabello oscuro, piel blanca, mirada matadora, muy guapo - Sasori no decía nada sólo escuchaba, Naruto pensó que había colgado pero aun escuchaba ruido de autos y prosiguió- así es, los vi toda la mañana juntos, debieron ir a algún lado a pasar el rato, bien por ellos, bueno se hace tarde, gracias por tu no ayuda, chao.

-Espera Naruto… -tarde, Naruto ya había colgado.

-Qué bueno soy, no tienes que agradecerme oni-san- dijo Naruto para sí mismo sin borrar la gran sonrisa de su rostro-Ahora a prepararme para esta noche-se quitó toda la ropa y fue de frente al cuarto de baño, abrió lentamente la llave de la ducha haciendo que el agua fría cayera cubriendo toda su desnudes, las gotas que recorrían toso su cuerpo le parecían suaves caricias, la imagen que después le vino a la cabeza hizo que se ruborizara, de sus labios salieron algunas palabras imposibles de oír, pero para un experto en leer labios claramente se distinguía una cierta frase- espero que vayas.

Las siguientes horas pasaron rápidamente para Naruto, los minutos se desvanecieron entre bañarse, elegir su ropa, su calzado, cambiarse otra vez y otra vez, pues no se decidía.

Hasta que finalmente encontró el indicado, luego de pasar por la misma rutina con el calzado, siguió con su cabello, en el cual se pasó la mayor parte del tiempo, finalmente ya listo se miró al espejo, iba a romper corazones de eso estaba seguro, pero algo faltaba, se miró una y otra vez- ah, claro, casi lo olvido - volvió al cuarto de baño, había dejado algo ahí, cuando regresó al espejo le pareció que estaba listo, lo que había olvidado era un cierto collar del que colgaba un pequeño cristal en forma de prisma, sin eso se sentía incompleto, no recordaba como lo había obtenido, pero para él era el tesoro más preciado que tenía, abrió un botón más de su camisa de los que ya traía abiertos para que el colgante se notase a la perfección "¿cómo ira Sasuke?, él siempre se ve bien, ¿cómo hará para verse tan."

Un extraño sonido lo despertó asustándolo un poco, no era un sonido tan extraño después de todo, era la alarme que había puesto ya que siempre llegaba tarde, diez minutos para las ocho, oh, oh, tenía que irse ya, con respecto a su hermano, aun no llegaba y decidió dejar una pequeña nota, se estaba arriesgando pero de ninguna manera iba a faltar, tomó su chaqueta, su billetera y móvil y salió de su casa, después de cerrar con llave se dirigió a su destino.

Un grupo de chicos hacía un pequeño barullo frente al exclusivo club El Gato Azul, su conversación sólo tenía un tema, miraban a todos lados estaban esperando a alguien, uno de ellos miró su reloj, ocho y media, y otro gritó al creer reconocer a alguien- ¡Naruto por aquí!- el rubio reconoció la voz y llego a donde se encontraban todos sus compañeros, iba a saludar cuando fue interrumpido por Ino.

-¿Dónde está Sasuke-kun?-preguntó la rubia con mirada interrogativa, Naruto se desconcertó, miró a todos sus compañeros esperando encontrar a Sasuke, pero no, no estaba.

-¿Aun no viene?- Naruto respondió la pregunta con otra pregunta al no saber que más decir.

-No, y si no viene en quince minutos, todos desaparecen de una vez- concluyó la rubia con un frío tono, estaba visiblemente enfadada.

-¿Ah?, espera, espera, yo le dije que viniera, pero no le dije a qué hora, así que.

-Para tu suerte espero que venga dentro de quince minutos, no, espera, ahora son sólo catorce.

Con esas últimas palabras a Naruto le cayó una enorme roca al estilo anime y sintió un escalofrió que le hizo temblar, tal vez fuese a causa del río de la noche, claro que también podía ser a causa de las miradas asesinas que le dedicaban sus compañeros.

-Cada minuto pasó velozmente para Naruto, aunque la amenaza de la Yamanaka no se había cumplido en su totalidad, iban a ser las nueve y aún estaban esperando, el rubio estaba alucinando y maldiciendo al Uchiha en su mente a la misma vez, hasta que se aburrió de eso, levantó la mirada al oscuro cielo y creyó ver una estrella fugaz, cerró los ojos y pidió un milagro, una aparición, un clon de Sasuke, lo que fuese pero YA.

-¿Qué hacen aquí? ¿Por qué no entran?- la voz hizo que todos voltearan para ver quién era, Naruto fue el primero en reconocerlo.

-¡Sai!-así es, ahí estaba el azabache fumándose un cigarrillo tranquilamente, todos los demás también lo reconocieron, aunque no lo conocían personalmente lo habían visto varias veces por el instituto, Ino fue la única en hacer escándalo.

-¡Sai-kun! ¿Qué haces aquí?-dijo la rubia antes de lanzarse y agarrarlo del brazo posesivamente, al parecer Sai también le gustaba, todos se dieron cuenta y sus caras se iluminaron.

-Estaba en el club, pero salí un momento eso es todo-luego de decir esto le dirigió una mirada a Naruto para después sonreírle- ven Naruto, entra, no querrás quedarte afuera toda la noche.

-Sí, eso, yo, nosotros, estábamos, esperando a...

-Sai-kun ¿conoces a Naruto?-Ino interrumpió a Naruto.

-Sí, somos amigos-Ahora Sai le sonreía a Ino, cosa que la acabo de embobar.

-Pues bien, entonces entremos todos juntos-dijo la rubia viendo a sus compañeros, los cuales no se hicieron de rogar y siguieron a Ino que estaba jalando del brazo a Sai hacia el club.

Naruto aún no se lo creía-¿en serio vamos a entrar?

-Claro, apúrate, hay que aprovechar ahora que está embobada-diciendo esto su pelirrosa amiga le jaló del brazo para seguir el paso a sus compañeros.

Ino habló un momento con los hombres que resguardaban la entrada e inmediatamente las puertas se abrieron y todos entraron. Naruto vio ante sus ojos un mar de luces psicodélicas y escucho música excesivamente alta, se fijó en el bar del local era muy amplio, había mucha gente sin embargo había espacio para todas ellas, estuvo admirando todo el lugar y sin darse cuenta sus compañeros desaparecieron y no los pudo distinguir por ningún lado.

-¿nh? ¿Sakura-chan?, ¿Kiba?, ¿Shikamaru?, ¿Sai?, alguien, me dejaron solo.

Ok, no había de que preocuparse, tenía muchas cosas que podía hacer para pasar el tiempo, lo que primero se le ocurrió fue visitar el bar.

-¿Qué le sirvo señor?-le preguntó el barman que se le había acercado, era un chico muy guapo, alto de rasgos de verdad bellos.

-¿Qué recomiendas?-Naruto le preguntó de una manera algo coqueta.

- Mmm le recomiendo el Pisco Sour, una bebida exquisita muy poco conocida por acá, pero muy rica de verdad.

- ¡Ok entonces! -el ojiazul se dejó llevar por las palabras del muchacho y respondió de inmediato.

El barman se retiró y volvió en un segundo, haciendo algunos malabares, le sirvió una copa, luego se fue pues tenía que atender a otras personas, Naruto tomó un trago viendo como el guapo chico de retiraba, de pronto sintió que su garganta dio un pequeño vuelco, la bebida era fuerte, deliciosa pero fuerte, algunas personas que se hallaban cerca lo miraron raro por el semblante que tenía, Naruto se avergonzó y se aguantó la nueva sensación de su boca.

-Ahh, vaya traguito-luego de beber un poco más volteó su mirada a la gente que bailaba, la pista de baile era muy grande, un poco más allá muchos chicos estaban sentados cómodamente conversando, desde lejos pudo distinguir a Sai que estaba sentado en medio de un grupo de chicas incluida Ino, no paraban de hablar y reír, Sai sonreía como siempre lo hacía, en un momento dejó de sonreír y ladeo su rostro para encontrarse con la mirada del ojiazul, como si se sintiese observado, Naruto no apartó la mirada, en cambio le sonrío al recordar que gracias a él habían podido entrar, Sai le devolvió la sonrisa y levantó la copa que traía en su mano como si quisiese chocar copas desde lejos, el rubio entendió e hizo lo mismo, antes de dar un trago le mando una mirada muy sensual.

- No sabía que te iban los chicos dobe-Naruto casi se ahoga con el trago al reconocer esa voz ¿quién más le decía dobe, sino.

- ¡Sasuke!

 

Notas finales:

Les mando muchos besitos a todos los que leyeron s2

Gracias por su tiempo y lindos reviews :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).