Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Hurts por tatsuky

[Reviews - 88]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola a todos!

Muchas gracias por leer y disculpen la demora.

Besitos :3

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto.

LOVE HURTS

by Tatsuky

 

Capítulo 5: Se acabó

Deidara se encontraba entre la espada y la pared, su corazón latía con una fuerza que fácilmente podría haber alarmado a cualquier cardiólogo que lo escuchase, pese a esto, increíblemente sentía como si su aliento se le fuese a extinguir sin más.

Su mirada ojicielo estaba perdida en el par de ojos azabaches que lo miraban expectantes al frente suyo, esperando una respuesta. Una respuesta de parte de su hermoso compañero que para ese instante ya ni recordaba que fue lo que le ocurrió para acabar así. Y el hecho de no poder articular palabra alguna lo desesperaba.

Abrió la boca sólo para medio segundo después notar como los ojos de Itachi se abrían más, esperando por su respuesta.

"¡Al diablo!"- pensó el rubio ya desesperado, su plan se había ido a la mierda y ¡maldita sea!, quería, sí quería probar otro bocado de la deliciosa lasaña que había preparado su compañero, cosa que lo dejaba más anonadado aún, ¿cómo Itachi pudo dar en el clavo? 'es que tienes cara de que te gusta la lasaña' había sido la respuesta del mayor al minuto que Deidara viera el plato y le preguntara el porqué de su elección, bueno, obvio en parte, comida italiana, dijo él.

Pero, ¿precisamente lasaña? su punto débil, el dicho escondido me-das-lasaña-y-soy-tu-esclavo en el interior de Deidara, ¡Rayos! mil veces, ¡Rayos!, "¿será el destino?" pensó el rubio minutos antes de contestar a la pregunta que Itachi le había hecho, hace ya rato.

-No, es Karma, nh –soltó Deidara, respondiendo inconscientemente él mismo a su pregunta mental.

-¿Eh?- El desconcierto de Itachi lo hizo volver a su mundo.

Pobre Deidara, que en su costumbre de ser educado, trató de rectificarse para no ofender a su interlocutor ni hacerle pensar que no lo estaba escuchando, soltó lo último que hubiese querido decir, pero que sí, era más que cierto.

-Digo, sí, sí me gustó, nh -Lo dijo tan rápido que para cualquier oído humano hubiese sido imposible entender, pero para una persona como Itachi, acostumbrado a oír lo que siempre desea, le quedó más que claro lo que su "presa" había dicho.

-Genial -Esas palabras pronunciadas con ese 'son' de gozo y esa sonrisa de triunfo que se dibujaba en las hermosas y perfectas facciones del Uchiha, le hicieron pensar a Deidara muy seriamente en cómo podía solucionar su debilidad por la lasaña y al mismo tiempo maldijo la ocasión en que dejándose llevar por el ofrecimiento de estar tres meses de vago le hizo aceptar la dichosa y ahora estúpida apuesta.

-Este, nh -Ya que. No le quedaba más, ya lo había admitido, así que haciendo acopio de su fuerza y palabra de hombre, encaró a su rival- Pues sí, me gustó, y mucho, es más, creo que cocinas como un profesional, a un Chef me refiero, nh - le mostró una preciosa sonrisa y prosiguió:- Ahora, si no te importa, ¿me dejas terminar? - le pidió aun sonriendo pero ahora con la mirada en la comida que Itachi había hecho y que por cierto merecía un premio, se había esforzado de veras.

-Come todo lo que desees - le respondió Itachi sentándose frente a él, sin despegar ni un momento los ojos de la hermosa figura de su rubio compañero -pero recuerda, deja espacio para el postre -concluyó el Uchiha con una voz muy sugerente, que no pasó desapercibida por el ojiazul.

-Sí claro, como digas, nh - espetó el rubio, quien desviando un poco la mirada hacia Itachi notó que lo miraba con ojos que es mejor no describir. Lo ignoró y antes de empezar a comer le dijo:- ahora, sólo quiero disfrutar - Itachi sabía que se refería a la comida, pero una parte de él no quiso tomarlo así.

-Provecho - fue lo último que salió de los labios se Itachi para después cerrarse todo el tiempo en que Deidara terminó de comer. En cambio su vista se dedicó a observar al rubio comer. Sus modales, aunque le tuviese ganas no atacaba como neandertal, esa deliciosa forma de rozar el cubierto con sus labios, imaginando como su lengua recibía con ganas cada bocado, cada movimiento de los perfectos labios siempre cerrados al masticar. Sí, esos labios, esos labios que serían suyos al rato.

Una idea cruzó su mente cual estrella fugaz. Era un beso de su rubio compañero, sólo uno, aunque a un beso de Deidara no se le podía nombrar "sólo", era más, significaba más, e Itachi quería aprovecharlo.

Deidara terminó de comer cuando Itachi seguía sumergido en sus pensamientos.

Itachi concentrado. Sencillamente adorable.

Tres, dos, uno, ¡Ya!

Tomó todo el aire que sus pulmones pudieron aguantar, asió con fuerza la jarra de cristal entre sus manos y de un veloz movimiento se lo llevó a la boca, bebiendo a continuación su contenido tan rápido como se lo podía permitir su resistencia. De pronto el aire le faltó, respiró otro poco y siguió. Algunos chorros se le escapaban mojando su camisa, pero eso era lo que de menos. Lo realmente importante era ganar, no perder. Sasuke debía perder, él no.

Mientras seguía en su tarea de tomar todo el alcohol que pudiese, su mirada ojiazul repasó su entorno un momento. Sí, allí estaba el bastardo. Sasuke al igual que él, estaba totalmente concentrado en tomar y tomar.

De pronto todo el mundo giraba, todo. Las personas que antes podía ver a su alrededor gritando, ahora estaban dando vueltas. Sasuke también. De pronto gritaron aún más fuerte, ¡Uchiha! ¡Uchiha!.

"¿Uchiha?, Yo conozco a un tal Uchiha" Naruto trataba de hacer memoria. Luego los gritos cesaron y alguien se le acercó.

-Naruto -Habló el azabache - Naruto- repitió y no obtuvo respuesta alguna - ¡Oye Dobe!

-¡No me digas dobe, Sasuke-teme!- gritó el rubio tratando de ver a Sasuke, pero no lo encontraba- ¿Sasuke? ¿Dónde estás?

-Estoy aquí, frente a ti- obvió el pelinegro sosteniendo a su compañero por los hombros. Estaba muy mareado- Sabía que esto pasaría, no debí hacerte caso.

-¿Nh? ¿Tú eres Sasuke?- preguntó totalmente inocente el rubio, llevándose un dedo a la boca.

-Sí, -Sasuke trató de no fijarse en aquel adorable gesto. Trató.

-¿Y quién es ese Uchiha del que hablan? -siguió con sus desvaríos.

Sasuke no le respondió.

-¡Aww!, ¡respóndeme! ¡No seas grosero!, ¡Sasuke! -Maulló Naruto alargando la última sílaba, mientras Sasuke trataba de quitarle la jarra de Cerveza que aún traía medio llena entre sus manos.

-¡Deja de hablar así!- estaba un poco abochornado, desde hace un momento un grupo de chicas los estaban viendo con ojillos brillosos y era más que molesto- ¡Dame eso!- dijo refiriéndose a lo que Naruto traía en las manos y no quería soltar.

-¿Quieres esto Sasu-chan?

-¡No me llames así! -respondió absolutamente colorado.

-¡Ne! ¿Lo quieres?- movió la jarra, alejándola de Sasuke - Pues, ¡ven por ella!- cual niño, Naruto se alejó rápidamente de Sasuke y caminó como pudo perdiéndose entre los muchachos que bailaban cerca de ellos. -¡Ne! ¡Sasu-chan! -escuchó la voz de Naruto desde un punto que no pudo reconocer.

"Este Idiota" Se levantó y fue tras su mareado compañero, no vaya a ser que le pasase algo. En esas condiciones cualquier cosa podía pasar. Aunque no era que le importase, no para nada. Mientras buscaba a Naruto, recordó ciertas cosas.

- Y eso a ti que te importa -respondió de mal talante a la pregunta que le había hecho Sasuke. Pasó ligeramente una servilleta por sus labios mirando de reojo a su compañero. Sí, se veía muy bien, demasiado. Suspiró -Sí, sí me van, ¿Por qué? ¿Tienes algún problema con eso?- preguntó tímidamente aunque trataba de mostrar cierta seguridad.

-No, no me importa -respondió Sasuke tan amable y cortés como siempre - me da igual.

Después que el Uchiha dijera eso, se instauró un incómodo silencio entre ambos.

"Ok, tengo que decir algo" pensaba el rubio mientras se miraba incómodoNecesito decir algo, después de todo yo le dije que viniera". Mientras el rubio estaba hundido en sus pensamientos el moreno se levantó "Oh no, se paró. No, no quiero que se marche. Piensa, piensa, di algo inteligente".

-Naruto- Habló el azabache.

¡Fondo! ¡Fondo! ¡Fondo!

-"Lo tengo" Sasuke te reto- soltó de improvisto el ojiazul, se le había ocurrido algo.

-¿Nh?

"Maldición, todo esto fue su idea, ¿Cómo se le ocurrió?, si no tiene ni una pizca de resistencia, ¿Dónde se metió ese Baka?"

-¡Sasuke-kun!-Oyó su nombre, pero con la voz que deseaba escuchar en ese momento. Era una voz femenina. "¿Ahora qué?" -No estaba de ánimos para aguantar a una de sus fans, así que volteó ligeramente para darse cuenta que una chica de cabello largo y rubio se le acercaba muy animada.

Lo único que Sasuke pensó fue 'huida'. Único lugar vetado para las chicas en un club, el baño de varones.

Como si no la hubiese escuchado caminó un poco más rápido abriéndose camino entre la gente eufórica que bailaba. Hasta que hubo llegado a su 'escondite' no se detuvo. Le impresionó un poco que el baño estuviese reluciendo de limpió, con tanto borracho por ahí. Eso le hizo recordar que debía seguir buscando al rubio revoltoso y chinchoso de su compañero. Se acercó al lavabo, abrió el grifo y se mojó un poco el rostro, levantó la mirada hacia el espejo frente a él y se observó. No, no había nada que arreglar, estaba perfecto, como siempre.

De pronto la imagen perfecta no le llamaba más la atención, era el fondo el que ahora veía, el reflejo mejor dicho. Volteó de golpe e inmediatamente el sonido de una puerta siendo cerrada se escuchó por todo el lugar. Alguien ocupaba una de las cabinas, estaba escondido o eso creía.

-Así que aquí estabas- Habló Sasuke a la nada, sonriendo de medio lado. Esperaba una respuesta, pero no la obtuvo. Dudó un poco - Naruto.

El rubio no se respondió.

-¿Naruto?

-¿Qué?- se oyó ligeramente.

-Sal de ahí- ordenó el azabache.

-No.

-¡Que salgas!, ¿qué estás haciendo?

-¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Nh? ¿Qué no es obvio?- está vez su voz se escuchaba divertida.

-¡Serás baka!- gritó Sasuke avergonzado. En verdad había sido una pregunta un tanto - lo que es obvio es que estás escondiéndote, ¡Sal de una vez!

-¡No quiero y no puedes obligarme!

Se hartó, camino frente a la puerta donde estaba Naruto- Dobe si no quieres salir herido hazte para atrás.

-¡¿Qué?! ¿Qué vas a hacer?

-¿Qué no es obvio?- remedó al ojiazul - voy a abrir la puerta.

-¡Espera!- Naruto se alejó-No seas Idiota, espera.

-No- levantó la pierna y de una patada abrió la puerta destrozando el pestillo de la misma.

Naruto estaba volteado, tomando con ambas manos su cabeza. Sasuke lo vio y sonrió- Ahora sí, sal- ordenó nuevamente, pero Naruto no se movió, bajó sus manos y las posó en su estómago, aún estaba de espaldas a Sasuke y no quería voltearse.

-Tú no entiendes ¡Idiota!-suspiró- está bien, voy a salir, pero promete no reírte ¡ni hacer ninguna clase de gesto!- Sasuke sólo alzó una ceja, como si él gesticulara mucho. Lo odiaba.

-Como quieras, sal de ahí.

Lentamente Naruto se dio vuelta. Mostrando lo que no quería que viera. Le daba mucha vergüenza. Sasuke lo notó. No hizo nada, apenas y movió los ojos.

-Tanto por eso, eres muy delicado- le burló el azabache.

-Claro, como tú no estás vomitado encima- se quejó Naruto, las mejillas sonrosadas- y de colmo se me vació la cerveza de lleno- seguía quejándose. Para Sasuke extrañamente todo esto era divertido- ¿cómo voy a salir así? ¡Qué vergüenza!- acercó la nariz a su camisa manchada- ¡Ugh! ¡Apesto!

Sasuke se le acercó un poco- Sí, estás hecho un asco, hueles a borracho.

-No eres de ayuda -Naruto infló los mofletes

-De acuerdo, ¿entonces cómo te ayudo?- se ofreció finalmente Sasuke sorprendiendo al rubio.

Ya dentro del auto camino a casa del rubio, Deidara estuvo callado. Hace rato había decidido no preguntarle nada a Itachi, dejar las cosas por la paz, no quería saber más. Ya no le importaba. Al fin y al cabo lo que en realidad importaba era lo que había ocurrido antes y lo que él recordaba a la perfección. Lamentablemente Itachi lo había visto llorar, en esa condición de debilidad tan vergonzosa.

- ¿Ahora por dónde? - Preguntó Itachi a Deidara, pero éste no lo escuchó. Itachi sacó conclusiones, su compañero sólo estaba en cuerpo, pues su mente no había subido al auto con ellos, Itachi creyó saber dónde se había quedado. Imágenes de la tarde volvieron a su mente haciéndole fruncir el ceño, y subiendo un poco su tono de voz, pero con la misma amabilidad le volvió a preguntar - Dei, ¿Por dónde ahora?

- ¿Nh?, sí, aquí, da vuelta por favor, nh - Respondió Deidara de forma automática, sin cambiar la expresión de su rostro.

Itachi lo observó de soslayo nuevamente, parecía pensativo. La mirada ojiazul se encontraba irremediablemente perdida en el camino frente a él, que con mucha dificultad se podía apreciar pues las gotas que caían y golpeaban el parabrisas junto con el limpiador moviéndose le hacían muy difícil ver algo. Aun así las luces de las calles ayudaban un poco. Fue así como Deidara pudo vislumbrar algo, las luces traseras de un auto. Un auto estacionado frente a su casa, un momento.

-¡Itachi para! - Al instante el azabache frenó en seco, provocando un molesto e irritante chillido.

-¿Qué pasa? - Preguntó apresurado el Uchiha algo alterado buscando alguna explicación, pero lo único que obtuvo al voltear para ver a su compañero fue una hermosa sonrisa de parte del rubio. No entendía nada.- ¿Dei?, ¿qué sucede, por qué dijiste que pare? - Deidara seguía sonriendo.

-No es nada, sólo que hasta aquí llego. Muchas gracias por traerme, nh - Fue su única repuesta.

- Espera, ¿por qué…

-Vaya, sí que está diluviando, nh - Lo interrumpió al tiempo que volteaba un poco su rostro para ver por la ventana, luego miró a Itachi - ne, ¿me prestas un paraguas? - señaló con la mirada los asientos traseros, donde se encontraban un par de paraguas que rápidamente Itachi había metido al auto antes de partir intuyendo que podía largarse a llover al rato. Por su parte el azabache seguía perdido por el cambio de actitud de Deidara así de repente.

-¿Es que vives aquí?- Preguntó Itachi recuperando su postura habitual.

-No, pero puedo caminar desde aquí, mi casa no está más que a unas cuantas casas.-Seguía con la sonrisita.

-¿Y me vas a decir por qué?- Itachi no pudo evitar sonreír preguntando aquello - Puedo conducir esas cuantas casas Dei.

- No, no importa - De un rápido movimiento tomó el paraguas negro de sobre uno de los asientos, mirando después a Itachi - me gusta caminar, me gusta la lluvia, nh- Hizo amague de salir del auto, pero Itachi reaccionó tomándole de la muñeca suavemente antes de que pudiese salir, iba a decirle algo pero Deidara se adelantó- tranquilo, te lo voy a devolver- sonrió moviendo el paraguas que había tomado. Itachi se sintió un poco ofendido.

- Como dije antes, tienes suerte de ser tan lindo. Tonto.- cambiando su tono de voz, continuó- No entiendo nada, ¿qué te pasa así de repente? ¿No quieres que conozca tu casa? - Preguntó tímidamente para luego cambiar nuevamente el tono de voz a uno más sugestivo - No es que me vaya a meter a hurtadillas por la noche, si tú no quieres- le volvió a sonreír, Deidara lo imitó.

- Baka, nh - dijo el rubio con tranquilidad aparente, moviendo su brazo suavemente para que Itachi lo soltase - En serio no pasa nada, te enseño mi casa otro día ¿sí?, ahora me voy, tengo sueño y estoy casi seguro que Naruto le ha hecho algo raro a la casa- Continuó sonriendo para convencer al azabache- Gracias por traerme, nh - se despidió y acercándose lentamente, besó suavemente la blanca mejilla de Itachi.- Nos vemos.

Itachi pudo sentir los labios, ahora fríos, del rubio sobre su mejilla - Buenas noches - Fue lo último que dijo antes de ver como su compañero abría el paraguas, salía del auto y con la misma mirada perdida y triste de antes, como si se fuera resignado a cumplir alguna condena, empezó a caminar.

Mientras la imagen de Deidara desaparecía del reducido campo visual que la noche dejaba apreciar a Itachi, este con muchos pensamientos en la cabeza, no se movió del lugar donde se despidieron. Como pensó antes, 'algo no andaba bien'. Esto era más una afirmación en su mente que una suposición.

El rubio estaba llegando a su casa. No reparó en el auto que sabía, estaba allí y tampoco en el tipo que estaba frente al auto. Pasó de él como si no existiera. Sacó rápidamente la llave de su casa y cuando se disponía a meterla a la cerradura algo lo detuvo, o mejor dicho alguien. Ese alguien lo tenía abrazado desde atrás. Se sintió a morir, el corazón, por segunda vez en ese día, quería salírsele del pecho por lo rápido que latía. Trató de calmarse. Era demasiado, tenía que terminar con todo esto de una vez. Bajó el rostro ensombrecido por la tristeza que sentía. Un ligero temblor se instauró en su cuerpo no bien la persona a su lado comenzó a hablar.

- ¿Ya no me reconoces? -Deidara pudo escuchar una voz tranquila y cariñosa. Le hacía recordar tan buenos momentos pasados, hermosos recuerdos, pero al fin y al cabo 'pasados'- ¿Dónde estuviste? - seguía escuchando.

No hubo respuesta. Los rosados labios de Deidara no se abrieron sino un instante para cerrarse al segundo, arrepentidos y temerosos. "Sasori" fue lo único que su mente creyó haber pronunciado.

- Hola, te estoy hablando precioso- continúo diciendo ahora moviendo suavemente el cuerpo de Deidara, abrazándolo un poco más, aún desde atrás, depositó un ligero beso en una de sus mejillas. Sasori notó como su novio empezaba a moverse entre sus brazos.

- Suéltame, nh- dijo finalmente el ojiazul con una voz desganada y apagada.

-¿Eh?, ¿Qué sucede?- Sasori le soltó un segundo sólo para voltearlo y tenerlo frente a él. Deidara se dejó hacer, tenía la cabeza gacha por lo que el pelirrojo con mucha suavidad le levantó el rostro sólo para darse cuenta que estaba llorando. Entonces volvió a preguntar esta vez un poco preocupado - ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

Las cosas no estaban saliendo como Deidara quería, él tenía pensado terminar todo con dignidad, o con algo de ella, no era su deseo llorar, no quería, no debía. Definitivamente era muy difícil, le dolía mucho, le dolía porque estaba enamorado. Sin embargo, dolía mucho más cuando Sasori, su novio, jugaba con él, cual niño con su muñeco, vaya comparación tan exacta. Con este último pensamiento, tomó un poco de valor.

- Se acabó, nh - Se removió de entre los fuertes brazos de su novio e intentó separarse. Bajo la atenta mirada de un Sasori que no entendía nada, Deidara volvió a repetir con un poco más de decisión- Se acabó.

-¿Qué se acabó Dei? ¿De qué hablas?, no entiendo nada -Trató de abrazar nuevamente al rubio, pero éste no se dejó hacer, en cambio, tomó postura y determinación, aún con ojos vidriosos gracias a las lágrimas.

-Todo, nh - respondió - ¡tú, yo, todo!- le costó decirlo, pero lo hizo. Sin esperarlo sintió como Sasori lo tenía envuelto en un abrazo otra vez.

-Créeme, no te entiendo nada amor, ¿por qué no pasamos y me cuentas que te tiene así?- dijo Sasori ignorando las anteriores palabras de su rubio novio.

-Buon Appetito- Deidara se soltó de imprevisto de los brazos del pelirrojo y se separó con un poco de brusquedad. Sasori estaba alucinando "¿pero, cómo supo?", pensó al instante que las palabras fueron procesadas- vete - se escuchó las palabras de Deidara, tan frías como la noche misma.

-Sigo sin entender-respondió Sasori de lo más tranquilo y esto fue lo máximo que Deidara pudo soportar.

-¡¿Necesitas que te lo dibuje, nh?!- estalló finalmente sin poder retener las lágrimas que resbalaban libres por ambas mejillas- ¡¿Cuánto más me quieres humillar?!- se limpió algunas lágrimas con la palma de su mano y luego prosiguió con la voz un poco más apagada que antes- ¿Por qué tenías que hacerlo allí?, era mi lugar favorito, tú lo sabías - se detuvo un segundo para seguir limpiando aquellas cristalinas gotitas que no cesaban- pero aun así, lo hiciste, nh.

Al oír esto, Sasori supo que sería en vano seguir fingiendo que no entendía, era obvio que por alguna desconocida razón, Deidara se había enterado de lo que ocurrió en la tarde, en ese lugar, el lugar favorito de su ojiazul, pero lo que importaba ahora era que su rubio, siguiera siendo suyo, por Kami, ese chico era bellísimo, no se podía perder así sin más. El pelirrojo tuvo un segundo de reflexión, tenía algo a su favor, algo muy importante, algo que lo había sacado bien librado de ocasiones anteriores y por supuesto similar, él tenía el corazón de Deidara.

-Yo, lo admito- dijo el pelirrojo finalmente con una fingida voz de arrepentimiento- esta tarde pasó algo -hablaba con voz pausada tratando de convencer a su novio de su real arrepentimiento- algo de lo cual estoy muy avergonzado-A cada palabra, Deidara sentía nuevamente caer en el repetitivo juego que se había convertido su relación- no sé qué me pasó, yo, - las palabras del pelirrojo sonaban tan verdaderas a cada momento que pasaba- creo que, sólo me dejé llevar-En el instante que pronunció aquellas palabras todo se fue al diablo, en el cerebro del rubio algo se desconectó, y sólo pudo escuchar repetirse una y otra vez "me dejé llevar". Hasta que pudo procesarlo todo, finalmente articuló olvidando que hace unos cuantos segundos estuvo por perdonarle, otra vez.

-¿Qué te dejaste llevar?- Lo citó el rubio, había dejado de llorar y ahora lo miraba con fuego en sus ojos, sorprendiendo al pelirrojo que no se esperaba esa actitud después de sus recientes palabras-¡por favor! -continuó Deidara con mofa en su habla- si todos 'se dejaran llevar'-recalcó alzando su voz- todos serían una mierda ¡una total porquería, nh!- tomó un poco de aire- pero al parecer tú no sabes lo que es la voluntad, sólo eres una persona egoísta- Su voz se volvió a quebrar- ¿Sabes qué?, maldigo el día en que te conocí, nh- diciendo esto se volvió hacia la puerta y la abrió de un rápido movimiento. Sasori que parecía estar en shock logró despertar antes de que su, obviamente, ya no novio entrará a su casa. Tomándolo del brazo y en un movimiento brusco lo atrajo a él, el rubio reaccionó de inmediato- ¡¿Qué haces?!, ¡Suéltame idiota!- ordenó visiblemente enojado. Sasori no le hizo caso y lo sujetó en un fuerte abrazo para que dejara de forcejear.

- Dei, sólo estás molesto. Piensa -Le habló el pelirrojo finalmente- Sabes que puedo estar con miles de personas, hombres, mujeres, da igual, no me interesan -aprovechó que el rubio se calmó un instante por la sorpresa, para acariciarle la mejilla- Eres el único, el único que realmente me importa, Te amo- Deidara no se movió, dejo que Sasori lo acariciara, la espalda, sus brazos, sus mejillas. El pelirrojo besó su frente, pero antes de llegar a los ansiados labios dijo:- ¿No quieres perderme por unos cuantos tontos que no me interesan?, ¿verdad?

No”, pensó el rubio, Sasori lo besó. Deidara no respondió "no quiero"

-¿Me perdonas? - Volvió a unir sus labios y esta vez el ojiazul sí respondió. Sasori se dio la libertad de interpretar eso como un 'sí'.

Deidara quería decir algo, pero no encontraba la palabra, su determinación anterior se había esfumado. Se sentía muy avergonzado. Su sentido se estaba perdiendo nuevamente. "Basta, no, no quiero esto, ¡No!"

-No - Deidara creyó haber hablado, pero ¿cómo? Sus labios seguían muy ocupados en responder a los de su tormento. - No te perdona - "Esa voz, ¡Itachi!" El rubio no bien reparó en la voz, se separó de golpe de Sasori, quien no protestó por estar absorto contemplando al desconocido metiche.

Itachi estaba allí, a pocos pasos de ellos. ¿Había visto todo? ¿Desde cuándo estaba allí? Muchas preguntas se amontonaban en la cabeza del rubio. De pronto Itachi habló.

-Necesito hablar contigo - Dirigiéndose al rubio.

-¿Nh? - Deidara no sabía que decir, estaba mucho más avergonzado, se le notaba en el color casi violeta de sus mejillas. Esto incomodó a Sasori.

-Disculpa, no sé quién eres- Interrumpió súbitamente el pelirrojo- pero esta es una conversación privada- Miró al Uchiha con bronca - Así que, haznos el favor y retírate.

Itachi sonrió ligeramente sin siquiera mirarlo -Discúlpame tú, pero no te estaba hablando a ti. Así que haznos el favor y retírate tú - La sonrisa abandonó su fino rostro - Necesito hablar con Deidara. Tu presencia estorba.

 

Notas finales:

Gracias por su lectura y comentarios :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).