Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juego de gemelos por kimee_de_capricornio

[Reviews - 74]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Disculpen la enorme tardanza, aquí traigo actualización de este fic que estaba un poquito olvidado... (Ni hablar de los demás... ya me pondré al corriente u///uUU) Muchas gracias por sus reviews, de verdad son muy alentadores. Lo único decente que se me ocurrió en todo este tiempo, espero siga siendo de su agrado.

Capítulo 4: ¿Aire fresco?

Su segundo día oficial como su reflejo estaba destinado a ser bastante normal, en la medida de lo posible. Se había levantado a la misma hora de siempre, su cuerpo ya estaba acostumbrado a ello. Se dio una ducha, vistiéndose con una playera manga corta de color violeta y unos pantalones de mezclilla para después desayunar algo ligero. Miraba el húmedo y lluvioso paisaje con atención desde uno de los amplios ventanales del departamento. Esta vez decidió no salir a trotar al parque porque el chaparrón era más intenso que de costumbre, parecía que se iba a formar un diluvio en la ciudad, por lo que estaba algo aburrido, por lo que se puso a hacer la colada de aquel lujoso domicilio con suma destreza para esos menesteres. Terminó rápidamente y se sentaba en uno de los sorprendentemente cómodos sillones de la sala principal con un libro en sus manos para descansar.

Con una delgada cinta marcó la página en donde dejaría su lectura, preguntándose como demonios se le ocurrió a cierto escritor de suspense, que haría el papel de su musa. Vaya que estaba chiflado. Intentó negarse por completo, pero no le sirvió de mucho porque el bello y arrebatador Camus era la mata de la insistencia, y a regañadientes tuvo que acceder, pensando en la forma de eludirlo antes de que lo descubriera, aunque parecía haber creído completamente que era su hermano durante el tiempo transcurrido. Si, la búsqueda de "inspiración" tendría que ser lo más corta posible... y no tenía la menor idea de cómo comenzar...

Tan abstraído en sus pensamientos estaba que no prestó atención al timbre que sonaba repetidas veces hasta que finalmente lo escuchó. Levantándose con pereza del mueble fue directo a abrir la puerta con tranquilidad, una vez hecho esto, no le dio tiempo a reaccionar porque se vio literalmente, tirado en el suelo en cuestión de milisegundos... ¡Con una figura encima de él!

--- ¿Qué mier...? --- empezó a reclamar, pero fue silenciado con un beso feroz que simplemente lo dejó desconcertado.

¡Eso sí que es efusividad!, pensó bastante sorprendido.

Sólo pudo fijarse bien en la persona que lo "atacó" una vez que terminó el particular saludo. Le echó un vistazo: Se trataba de un hermoso hombre de larga cabellera dorada, rasgos clásicos y ojos celestes, vestido de manera informal con una holgada camisa negra, unos ajustados jeans desteñidos y unas botas negras, de tipo casual. En el piso, dejó tirado un paraguas a medio cerrar, y lo miraba con una maliciosa sonrisa.

--- Te extrañé --- le dijo, simplemente, metiendo una traviesa mano por debajo de su camiseta, la cual recorría su torso... y se contuvo para no gemir por tal atrevimiento del "intruso".

--- Etto... Si, ya lo veo. --- contestó, con expresión interrogante y apenas consciente de los hechos, por lo que dijo lo primero que se le vino a la cabeza --- pero bájate que me estás aplastando.

--- ¡Qué elocuencia! --- exclamó su atacante con una leve risa, para levantarse.

¡Horror!... ¿Otro ex de Kanon?... ¡Y urgido!, no de nuevo, pensó el griego, haciendo lo propio.

--- Vamos, amor --- decía el rubio, acercándosele sensualmente --- yo que vine porque me sentía... sólo y falto con este triste clíma, pensando que también querrías un poco de compañía y tú me rechazas. ¿No le iras a negar tu ayuda a un pobre necesitado... verdad?

--- Etto... es muy halagador, pero... --- dijo Saga, intentando librarse del otro joven, dando pasos hacia atrás hasta quedar pegado de una pared.

Imaginó por breves instantes que Kanon no rechazaría precisamente la oferta bastante evidente del joven que está a su frente, muy, pero muy cerca de él, cosa que lo ponía de los nervios.

--- No te hagas de rogar, si sé que mueres por pasártela bien conmigo --- aseguró el rubio para después robarle otro beso.

¿Y ahora como se salía de esto?, pensó el de melena azulada. No estaba psicológicamente preparado para este tipo de situación a pesar de que no era ningún paleto en esas lides... claro que lleva algún tiempo fuera de práctica, es más, con tanta sequía, ya estaba para que le prendieran velitas, palabras textuales de Kanon y emulando a este, era como manejar en bicicleta: nunca se olvida.

--- Espera... --- pidió Saga tragando grueso una vez que el joven detuvo el ósculo.

--- ¿Piensas dejarme a medias? --- le increpó el ojiceleste con voz seductora.

No era sencillo estar frente a esa tentación de melena dorada, ojos celestes y figura espectacular, actuando como si fuera de piedra... ¡Qué el cielo lo ayudara!

 

***

 

Aquel pueblito costero llamado Rodorio era un lugar pequeño y sencillo, cuya fachada parecía haberse detenido en el tiempo, a juzgar por la arquitectura antigua que aún permanecía en casi todo el lugar, al menos esa fue la impresión superficial de Kanon después de que el servicial carnero le hiciera el favor con la llanta pinchada, y de que le diera unas indicaciones en un mapa improvisado, el cual le hizo con suma rapidez, luego, cada quién se fue por su lado.

Por fortuna, y sin ningún incidente que lamentar, supo que se encontraba en la ubicación correcta al encontrarse con un anticuado aviso que daba la bienvenida al pueblito. Tampoco se extravió al encontrar la "morada" de Saga, que según las indicaciones que este le diera, se encontraba a las afueras de Rodorio. La propiedad era un poco parecida a las que miró anteriormente, sólo que esta era mucho más grande, muy bien cuidada tanto por dentro como por fuera, considerando lo bien cuidado que se encontraba el jardín. ¡Ese Saga!, pensó, era muy diestro en eso de la restauración. Recordó que una vez le comentó que compró aquel refugio solariego a precio de gallina flaca, que otrora pertenecía a una de las ilustres familias de la región, el cual, estaba prácticamente en ruinas y se encargó personalmente de devolverle su antiguo esplendor. La otra ventaja, en cierto modo, era que la vivienda estaba cercana al mar.

Se desperezaba lentamente en aquella cómoda cama, en donde durmió como tronco, cuando pensó que no podría hacerlo a causa del exceso de silencio en aquel lugar " apartado del mundo". Giró su cabeza a la mesita de noche de corte antiguo para mirar el reloj despertador que marcaba las once de la mañana. Para él, todavía era madrugada, por lo que resopló, acomodándose nuevamente para recuperar el sueño perdido, pero extrañamente, no pudo. Derrotado, se levantó, aseándose para bajar a la cocina a ver que encontraba de desayuno. Abrió la despensa y sonrió al pensar que ese hermano suyo siempre estaba preparado para cualquier eventualidad. Revisó el refrigerador, que al igual que la alacena, estaba repleto, tomando los materiales necesarios para prepararse una tortilla, que modestia aparte, le quedaba muy buena. Volvió a sonreír, apenas si sabía cocinar lo básico, pero no se moría de hambre. Tuvo que aprender, pues aparte de que vivía sólo, se hartó de comer fuera de casa, y sobre todo, de la comida congelada.

Un rato después, salió de la casa para caminar, buscando la forma de frenar su habitual inquietud, cosa difícil en ese sitio tan pacífico y silencioso. Seguía en lo suyo, hasta sentarse en la arena, a cierta distancia de la orilla, ensuciando las bermudas índigo que llevaba puestas, que contrastaban con la playera naranja con el logo de "Abercrombie". Apenas si se fijo en la pequeña mochila que estaba cerca de él, pero le restó importancia, pues contemplaba el cristalino y misterioso océano griego, ensimismado en sus pensamientos hasta percatarse de la figura angelical que emergía del mar, tal cual aparición.

--- "¡Más lindo y me mato!" --- se dijo, restregándose los ojitos para comprobar si no era un espejismo aquello que contemplaba con suma atención.

Escaneaba detalladamente, tal cual vista de lince, la larga cabellera de la que se escurría el agua salina, ese hermoso rostro consistente de un par de particulares puntitos que fungían como cejas, esas grandes e inocentes orbes amatista, la estilizada figura el perfecto, firme y planito abdomen de infarto, sin ningún gramo de grasa sobrante, su nívea piel, el estorboso traje de baño verde oscuro que se fusionaba con su cuerpo dejando poco a la imaginación...

--- "¡Está cómo me lo recetó el doctor!" --- volvió a pensar el menor de los gemelos, limpiándose un hilillo de baba sobresaliente de una de las comisuras de su boca al presenciar semejante y gloriosa imagen...

¡Y qué aparición la que estaba frente a sus ojos!, quién se secaba el cuerpo meticulosamente con una toalla, para después calzarse unos shorts negros lo bastante ajustados como para parar el tráfico, una remera holgada de un verde más claro que su bañador y completar el atuendo con un ligero calzado. Parecía no haberse fijado en su presencia.

Kanon frotó nuevamente su instrumento primordial para la visión, deseando que no fuera un sueño... ¿O será que ya le habrá dado insolación por no colocarse protección solar?

--- ¿Le cayó arena en los ojos? --- esa voz con un deje de diversión lo sacó de su aturdimiento.

--- Si... un poco --- mintió, avergonzado por ser capturado actuando como un puberto. Ni que fuera la primera vez que ve a un hombre en bañador, o como vino al mundo.

--- Vaya, nos volvemos a encontrar, señor Niarchou --- murmuró el ángel lila.

--- Oye, Háblame de tu.

--- Este lugar es maravilloso, lástima que sea propiedad privada...

--- Es cierto...

--- Aunque no culpo al dueño por no querer compartirlo.

--- Mi... --- se corrigió, pues estuvo a punto de decir "hermano gemelo"; ahora él era Saga temporalmente--- Yo soy el dueño.

La expresión del de cabellos lila era de desconcierto total.

--- Etto... es... eres afortunado por tener este lugar, una casa cercana a la playa. Muchos te envidiarían --- contestó Mu, después de recuperarse de la sorpresa.

--- Puede ser --- contestó y lo increpo porque justamente se le olvidó preguntar ese dato bastante significativo --- ¿Vives en el pueblo?

--- No --- contestó para su decepción --- No vivo aquí, pero estoy de visita. Te comenté que hermano es el dueño de la librería...

¡Después de todo, las cosas no estaban en su contra!

--- Cierto --- concordó --- ¡Ya lo recordé!

Recordaba retazos de la conversación que tuvieron... mejor dicho, las pocas líneas que no fueron términos relativamente incomprensibles para él, referentes a las piezas del auto y herramientas, que Kanon logró sacarle a su "salvador".

--- Si, aunque algunas veces le ayudo en el negocio --- dijo el joven.

Librería...Todo el mundo tiene una pasión, fanatismo, culto o algo parecido por alguna cosa en específico. La suya era la fotografía, en primer lugar antes del sexo... y su hermano no era la excepción de la lista. Saga adoraba los libros, no en vano tiene una bien surtida biblioteca por lo que pudo comprobar sus hipótesis al echar un vistazo rápido dentro de la casa. Si... Kanon Niarchou estaba pensando muy, pero muy, seriamente bajar al poblado para visitar la dichosa librería, después de todo, nunca es tarde para "culturizarse" un poquito. Aunque, se supone que se tenía que dar un "break" por más tentador que fuera "contaminar" un poquito a la seria y un tanto recatada personalidad de su hermanito mayor (por dos míseros minutos). Si, se le hacía de un tentador...

 

***

 

--- Yo... bueno... --- balbuceó el gemelo mayor tal cual adolescente patoso en la primera cita ante el espectacular güero que se encontraba en el piso de su contraparte "buscando pelea" --- Gracias por... tomarme en cuenta, sin embargo...

¿Desde cuándo empezaba a actuar como el peor de los idiotas?... ¡Qué vergüenza!, se dijo. Vaya que no le está haciendo honor a "Kanon", su nombre artístico y (¡gracias a los Dioses!), temporal. Si, esperaba una señal o algo por el estilo...

La señal llegó.

Para su sorpresa, el joven sonrió, alejándose a una distancia prudencial de su persona. Él lo miró con cierta malicia. Su risa era leve hasta convertirse en una carcajada, y el mayor de los gemelos lo miró de hito en hito.

--- Debiste verte la cara en todo este momento... --- se burlaba --- Si, definitivamente, tú no eres Kanon.

Saga se quedó congelado con aquella aseveración.

--- No digas tonterías...

--- Tú no eres Kanon --- volvió a repetir su visita con mucha seguridad.

--- Estás delirando...

Él se rió.

¡Rayos!, descubierto tan rápido. ¿Por qué demonios tuvo que acceder a las extravagancias, disparates, excentricidades... todos los adjetivos y sustantivos existentes para definir la "brillante idea" de su calco de pacotilla?

--- Estabas tan, pero tan espantado... ¿De veras creíste que iba a violarte o algo así? --- le increpó el blondo con maliciosa sonrisa --- Yo no soy de esos... aunque la verdad, con tu porte créeme que si provoca... en fin, si eres Kanon... ¿Cuál es mi nombre y ocupación?

El sonido característico de los grillos imaginarios se hacía presente en aquel lujoso departamento citadino.

--- ¿De veras crees que soy bueno recordando rostros, mucho menos nombres...?... y ni hablar de ocupaciones --- replicó, intentando imitar a su reflejo.

¡Nada!, se dijo el de cabellos azules. Está atrapado, descubrió con frustración mientras intentaba recordar algunos de los nombres de las ex-parejas de su gemelo. Su única opción era admitir la verdad, ni que fuera tan grave.

--- ¡Si... lo sospeché desde un principio! --- exclamó su visita en tono triunfal al notar el silencio sepulcral en el ambiente --- Vamos, dime tu verdadero nombre... Si te sirve de consuelo, Kanon tiene una foto de ambos en su oficina.

Típico de su copia. Momento... ¿Tiene una oficina? Si, recordó para qué revista trabajaba, tenía cierta lógica.

--- Bien --- confesó, derrotado --- Soy Saga, el gemelo de Kanon... ¿Tu quien eres?

--- Me llamo Shaka Virget, soy el multiusos de tu hermano... por cierto, mentí con lo de la foto --- se presentó con ligera sonrisa, para después guiñarle un ojo, pensando que el gemelito de su jefe era algo ingenuo... pero vaya que se caía de bueno, tenía que reconocerlo.

¡Horror! ¡Cayó en una estúpida trampa como si fuera un niño! Momento, ¿Multiusos?, se dijo el griego con los ojos como platos. Si, definitivamente estaba en compañía de otro loco más... ¿Es que Kanon no pude involucrarse con alguien normalito?

--- Cuando digo multiusos --- le espetó Shaka --- Me refiero a que soy ayudante de fotografía, relaciones públicas, asistente, guardaespaldas... y cocinero si hace falta, lo que se traduce, cuando Kanon tiene pereza de prepararse algo para llenar la panza que es casi siempre... --- Saga rió, estando de acuerdo con el comentario ---¿En qué pensabas, pervertido?

--- En nada --- se apresuró a aclarar.

¿Pervertido? ¡Miren quien habla!

--- En fin... vine a traerle noticias. ¿Está?

--- Perdiste el viaje. En estos momentos mi reflejo se encuentra en el interior del país, y no tengo la menor idea de cuándo regresará...

La expresión de suficiencia del joven cambió rápidamente a una de absoluta alarma.

--- ¡Oh, no!, ¡Oh, no!, ¡Oh, no!, ¡Oh, no!, ¡Oh, no!... ¿Y ahora qué rayos voy a hacer? --- se lamentaba el rubio con semblante contrariado, dejándose caer con descuido en uno de los muebles --- Justo ahora viene y deja el trabajo tirado... ¿Qué rayos hace en el interior de Grecia?

--- Encontrarse a sí mismo --- respondió simplemente.

Qué el supiera, su otouto no tenía trabajos pendientes, pensó mirando sin comprender al histérico joven indio que actuaba como si de una tragedia se tratase... ¿No lo era?... ¿Cierto?

--- Acepté el encargo sin consultarle porque sé que iba a lamentar un montón haberlo perdido y lo necesito con urgencia. Venía a darle la buena noticia y resulta que no está aquí... --- Shaka seguía en su melodrama existencial.

--- Descuida, no es para tanto... --- Saga atinó a decir, antes de morderse la lengua para no hablar.

--- ¿¡Qué no es para tanto!? --- exclamó con un deje de desesperación --- Este encargo, no es un encargo cualquiera. Significa terminar de darle un impulso a nuestras carreras... El gran jefe Lejeu quería a su mejor fotógrafo a cargo, obviamente ese es Kanon... quién esta quien sabe dónde, lo llamé al móvil y no me contesta.

¿No contesta su móvil?, eso es extraño, se dijo el mayor de los Niarchou si en la zona en la que está su casa tiene buena cobertura... si es que lo sabe.

--- Estoy seguro que hay una solución --- intentó tranquilizar al desesperado Shaka.

--- No creo que...

Se detuvo de golpe para evaluarlo metódica y exhaustivamente, como si estuviera buscando algo en específico.

¡Horror!, pensó Saga, a quien le parecía sospechosa tanta tranquilidad que llegó de repente.

--- Tienes razón. Existe una solución --- el de cabellera dorada sonreía con suficiencia, jugueteando con un mechón de su larga cabellera en un gesto inocente, pero a la vez, un tanto provocativo.

--- ¿Cuál?... si se puede saber --- preguntó el falso fotógrafo, incómodo.

Él ensanchó más su sonrisa y pudo jurar verle la bombilla encendida sobre la cabeza... ¿O eran paranoias suyas?

--- Qué tu suplantes a Kanon estando al frente del encargo.

 

***

 

Caminaron por la playa por unos instantes, hasta que quiso invitarlo a tomar algo al refugio, que estaba lo bastante cerca de allí. Por supuesto, recordando sus "líneas"; es decir, cada una de las cosas que caracterizaban a su niisan, eso era mentir, es cierto, pero se supone que era otra persona, nada más ni nada menos que su reflejo. Fiel a su papel, el gemelo menor no hizo ningún intento de ligar, por más que quisiera hacerlo al tener a aquella belleza de chico a su frente, en la terraza de la casa, tomando una bebida refrescante para ese clima tan cálido, con su larga melena ya seca, que la leve brisa hacía amago de mecer, quitándole por momentos la maravillosa visión de su níveo y dulce rostro, conversando sobre diversos temas. Es que sencillamente, no le podía quitar los ojos de encima, y no sabía porque, ¡Ni que fuera la primera vez que está en presencia de un joven atractivo!, estaba acostumbrado a estar rodeado de bellezas por su trabajo, e inclusive, tuvo sus aventuras con espectaculares y sofisticados hombres, lo reconocía, sin negar su faceta bien ganada de eterno casanova.

Aire fresco...

Esa era su impresión sobre Mu. No era la clase de joven al que acostumbraba frecuentar. Le parecía muy natural. ¡Un soplo de aire fresco!, que en todo el tiempo que llevaban conversando, no hizo ningún intento de llamar su atención, demostrar interés hacia su persona o algo por el estilo, cosa que lo descorazonaba un poco en su ego de seductor incorregible. Eso lo admitía, pero no se podía quejar de ello. En su papel no estaba contemplada precisamente la fogosa escena de seducción en la playa que se estaba gestando en su muy pervertida y calenturienta imaginación.

--- ¿Saga? --- le increpó Mu en tono de duda, sacándolo de sus cavilaciones.

--- Hm... lo siento, ¿Decías?

--- Vaya que estabas en las nebulosas --- le dijo el cordero con una sonrisa divertida.

--- Creo que me distraje un poquito.

Eso era típico de los ermitaños intelectuales, pensó el de cabello lila mirando al atractivo hombre que estaba a su lado. Lindo, pero bastante distraído.

¿Desde cuándo era tan memo?...que él recordara, ni Saga era así de lento con alguien, y eso es decir mucho por su hermano, del cual, se atrevería a apostar que está algo "oxidado" con respecto a ciertos temas.

--- Ya veo.

--- ¿Por qué Rodorio para vacacionar?... si se puede saber --- preguntó el mayor en un impulso al estudiante universitario.

Mu miró a "Saga" con suma atención, para responder su pregunta.

--- Mmm... me gusta el pueblo, aparte, es un buen lugar para pensar... ¿Y porque Rodorio para vivir?... si no soy demasiado curioso --- murmuró simplemente, contestando con otra pregunta.

Se mordió el labio inferior en señal de nerviosismo, intentando descifrar lo que respondería su hermano mayor, quién de la noche a la mañana, hace más de dos años, decidió mudarse a un poblado que ni siquiera aparece en el mapa.

"Un buen lugar para pensar"

Tal vez esa sea una de las razones de su hermano.

--- Me estresa el vertiginoso ritmo de la ciudad --- finalmente contestó.

Si... eso sonó como Saga, se dijo el griego satisfecho con el tono. En cambio, apenas si había sobrevivido un día en "la dimensión desconocida" llamada Rodorio y ciertamente extrañaba su buena dosis de monóxido de carbono.

--- Buena razón.

--- Si... supongo.

¡Desearía tener consigo su cámara fotográfica para por lo menos tener un recuerdito de esa belleza de chico!, pensaba por incontable ocasión, con su instinto artístico saliendo a flote, cosa que ocurría cuando se encontraba con algo lo suficientemente interesante. Y estaba seguro de que Mu era ese algo...

---"¡Mi hermanito siempre tan correcto!" --- pensó Kanon con lamento, porque no podía intentar nada de nada.

Ni modo, eso era parte de su excéntrica teoría sobre las reacciones que causaría siendo otra persona. No por ello hizo el sacrificio de "exiliarse" de todo lo que conocía durante dos meses para emprender aquella bizarra aventura. Dos meses... sesenta días, setecientas veinte horas, como quiera denominarlo, estaba allí por una de sus locas ideas.

Aunque podría desmelenar un poquito, nada más un tantito a su niisan.

Total, nadie se ha muerto de eso.

Esa idea estaba dando muchas vueltas en su no tan santa cabecita con mucha insistencia.

La balanza está dando respuestas...

--- Debo irme. Quedé en suplir a Shion en la librería y se me hace tarde --- dijo el ariano, levantándose de la silla para tomar su bolso.

¡No podía dejar que se marchara así!

--- Te llevaré --- ofreció en un impulso, levantándose también.

--- No es tan lejos caminando... --- se excusó su acompañante.

--- No es molestia --- insistió el menor de los gemelos.

--- Saga...

--- De todas maneras tenía que bajar al pueblo a hacer la compra. Deja que busque las llaves del auto --- dijo lo primero que se le ocurrió para literalmente salir corriendo y subir hacia la habitación que ocupaba por el dichoso objeto. Bajó en menos de un instante hasta su compañero quién sólo se limitó a suspirar--- ¡Listo, ya nos vamos!

El trayecto al pueblo fue sumamente corto. Por fortuna, había aprendido el camino, eso lo agradecía Kanon desde las treinta y dos horas con quince minutos que permanecía en ese lugar. Era un trayecto que muchos llamarían... accidentado, en referencia al pasaje rocoso que conectaba la morada de su gemelo con la aldea, que era pequeña y apacible. El todoterreno era ideal para ese tipo de caminos en los cuales su flamante deportivo azul metalizado ya estaría para el deshuesadero. Siguió las indicaciones del atlante... y eso que se supone, debería conocer el pueblo, se dijo. Ni modo, Saga no era de los que salían mucho, y por lo visto, en Rodorio se acuestan con las gallinas, pudo deducir a falta de lugares nocturnos para visitar.

Detuvo el auto frente a la librería, una de esas construcciones de corte antiguo que tenía cierto encanto, cosa notada por su sentido artístico, mientras bajaba del auto.

Su acompañante hizo lo propio, y se disponía a entrar cuando se percató de algo que en teoría, no debería estar allí: eran dos autos, uno negro y el otro plateado, ambos, coches del año... coches que conocía el de cabellos lilas lo bastante bien.

---"¿Por qué a mí?" --- pensó Mu, lamentándose a la vez que se preparaba psicológicamente para enfrentar lo que le venía...

Notas finales:

Vaya... Si, Shaka entra en la historia; (me salió muy OOC, lo reconozco... pero en lo particular, me gusta xD) tal parece que a copito le salió "rival" (Descuiden, no lo dejé de lado, ya volverá a aparecer en el próximo capi, este fue para "presentar" al buda ^^), el cual tiene cierta... ventaja xDDD... ¿Y esos dos autos que aparecieron en Rodorio? ¿Por qué fue el lamento de Mu? ¡Respuestas, en el próximo capi!

Bueno... comentarios, sugerencias, críticas, tomatazos, peticiones, quejas y todo lo que se les antoje ya saben de antemano que es bien recibido =)

Sin más que decir, ¡hasta la próxima actualización!

Saludos y una vez más, gracias por leer.

Kimee_de_capricornio.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).