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Juego de gemelos por kimee_de_capricornio

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Notas del capitulo:

¡¡¡Hola...!!! Una vez más, gracias por los reviews, ahorita paso a contestarlos. Un capi en donde por fin aparecen todos los personajes XD... la mayoría de este son conversaciones telefónicas. ¡Espero siga gustando!

 

Capítulo 7: "¡Sólo eso...!"

 

Era una noche fresca y silenciosa en Rodorio... especialmente -y extrañamente- silenciosa, porque no ha escuchado a sus inquilinos discutir en lo que va de día. Es que no creía que la paz llegara tan pronto en aquella casa solariega, y mucho menos con aquel par que se lleva a las patadas. Nada era así de idílico, pero... ¿Quién dijo que las cosas eran perfectas? Por lo menos, podía relajarse lo bastante como para interpretar su papel. Sin embargo, no debía bajar la guardia, y mucho menos dejar que se repitan situaciones como la de su cámara fotográfica, en la que afortunadamente salió bien librado.

 

Por suerte, si hubo cobertura y ahora estaba en el despacho de Saga, sentado frente al ordenador portátil, con una sonrisa burlona, y la vista fija en aquella anécdota que su contraparte le relataba por chat, pensando que este estaría frente a su ordenador, ruborizado de la pena por estarle contando todo eso. Tomó el teléfono que estaba lo bastante cerca, marcándole a su hermano, esperando pacientemente que le contestara. Llámenlo cotilla, pero... ¡Es que el cuento estaba demasiado bueno y quería escucharlo de su propia boca!

 

--- ¡Es que me lo cuentas y no me lo creo! --- exclamó, partiéndose de risa, una vez que Saga se puso al teléfono. 

--- Ríete mientras puedas, copia chafa... --- le dijeron en tono molesto desde el otro lado de la línea --- Pero estamos engañando a varias personas... y encima, yo estoy haciendo algo que en teoría, es tu trabajo. Si se llega a descubrir...

--- Lo haré, créeme que sí --- aseguró, tranquilizador --- Pero, descuida, Shaka es la mata de la discreción, nada está estropeado. Manda a callar tus remordimientos de conciencia, eso es lo que yo hago.

 

Algunas veces se pasaba de optimista, de verdad que sí.

 

--- Me entero de que tienes una conciencia... ¿Por qué no me la has presentado? --- ahora era el turno de Saga para reírse.

--- Te estás pasando, Sagi --- advirtió.

--- Lo que es igual, no es trampa, Kani --- siguió divirtiéndose a costillas del fotógrafo.

 

Kanon rió, comprendiendo que estaba atrapado.

 

--- ¿Regresarás a hacer tu trabajo? Tu asistente dice que es un encargo muy importante como para rechazarlo --- le increpaba su gemelo en un tono que se le antojó suplicante.

--- En teoría estoy de vacaciones --- dijo con suficiencia --- Shaka, como es típico en él, metió las narices donde no debía. El 95.8% de las veces exagera, aunque no lo hizo por mal... no es fácil negarse a un encargo de esa magnitud. Sin embargo... mi decisión aún está en pié: Aún no pienso regresar.

--- ¿Tanto así te atrae ese joven como para declinar un encargo?

 

La pregunta de Saga lo dejó pensativo. Es cierto, no negaba que estaba muy interesado en Mu desde el momento en que lo vio, y por eso estaba dispuesto a dejar su celibato, pero, sólo era eso: atracción. Ni que fuera la primera persona que le interesaba, pero, la diferencia radicaba en que generalmente se liaba con personas que buscaban lo mismo que él: unos momentos de buen sexo, claro que sus parejas siempre terminaban enamorándose de él, por eso sus relaciones duraban menos que un suspiro.

 

Algo le decía que Mu era diferente... a pesar del pequeño detalle de sus "novios", quizás es eso lo que le llame tanto la atención.

 

--- No... no es eso --- contestó --- Es sólo que necesito un descanso, ¡Estoy quemado, Saga! A fin de cuentas, Lejeu me debe mis vacaciones acumuladas... y, se supone, ya que estamos intercambiando lugares, suplantarme en el trabajo está implícito.

 

Sólo era eso. El no era de los que dejaran el trabajo así sin más.

 

--- No soy fotógrafo, Kanon... y hay de ti sino consigo casa para cuando esto acabe --- le advirtió con resignación, refiriéndose a los peleones invitados que tiene.

--- Death y Shura son como el perro y el gato, pero no pasan de discusiones tontas... todavía --- contestó con ligereza, recordando a sus "rivales" --- Con sólo conseguirles el botón de apagado, basta.

 

Escuchó la leve risa de su hermano por el comentario.

 

--- No vuelvas a meter la pata como hoy... eso que eres el mejor actor de ambos --- le previno Saga.

--- Lo sé. Ese par tiene cerebro... aunque por fortuna logré despistarlos a tiempo.

--- Yo que tú, no me confío.

--- Se comportaron con normalidad después de aquello, pero lo tendré en mente --- prometió, recordando que por "normalidad" se refería a los dardos venenosos que se apuntaban cada uno por mero deporte.

 

Tampoco era tan descuidado así, simplemente fue un lapsus mental que le puede suceder a cualquiera. Ya se imaginaba a su hermano al borde un ataque en cuanto se lo contó, y decidió buscar la manera de alejarlos lo más pronto posible.

 

--- ¿No crees que es desleal mentirle al objeto de tu interés? --- preguntó Saga, dubitativo.

--- Tengo una misión --- le recordó --- y pretendo llevarla hasta el final. Hablando de Mu, el solo me ve como el excéntrico que vive a las afueras del pueblo... todavía --- añadió con desgano.

 

Su interlocutor se rió de su poca suerte. Es que era la primera vez que no inspiraba ni siquiera un pensamiento por equivocación, y eso lo descorazonaba un poco en su ego de casanova incorregible que se ha empeñado en cultivar tan bien.

 

--- Tú y tus loqueras --- se burló el mayor, para después decirle serio --- Sólo espero que eso no se te vaya de las manos.

--- Pues yo quiero tener asistente todavía, hermanito --- replicó el menor, molesto por el sermón que se avecinaba.

 

 

***

 

 

Desde la cosmopolita y mítica Atenas, específicamente en el amplio piso de Kanon, con teléfono en mano, sentado frente al ordenador de aquella habitación, estaba en su papel habitual de regañar a su gemelo cuando hacía alguna tontería, y de paso, intentando convencerlo para que asuma su responsabilidad. Eso fue en vano, como siempre, el condenado se las arreglaba para endilgarle todos sus líos, y por eso es que está como está.

 

¡Es que si no gana, empata!

 

Cerró los ojos, pensando por un momento en su suerte, y en la advertencia que acababa de recibir.

 

--- ¿A qué te refieres con tener asistente todavía? --- finalmente le preguntó.

--- A veces eres tan despistado... --- Kanon suspiró sonoramente --- Mira, no estoy ciego como para saber que Shaka siente... o sentía, cierta atracción física por mí, y no le culpo por eso porque se ve que tiene muy buen gusto.

 

¡Ese hermano suyo y su lado ególatra!, pensó Saga, divertido.

 

--- Nunca me interesó de esa forma, a pesar de que el rubio mandón está deleitable para la pupila. Pero, con el carácter que se gasta, sospecho que si nos hubiésemos liado, terminaríamos arrojándonos los trastos en la cabeza... otra de las razones no menos importantes como para no haber alentado su interés, es que no pienso perder de una manera tan tonta a un excelente asistente --- continuó el menor de los gemelos con su explicación.

--- Espera... --- comenzó a replicar, dispuesto a aclarar las cosas.

--- Si se te insinúa, haz lo imposible por mantenerlo a raya --- sugirió.

 

¿De cuándo acá su alocado y chispeante hermanito le daba órdenes?, increpó una parte de su subconsciente con rebeldía inusitada.

 

--- Yo no esperaba que me descubriera a la primera --- masculló.

--- A pesar de que parezca lo contrario, no es solo un rostro bonito --- le confió el fotógrafo --- Hablando de rostros bonitos... esa advertencia también va por Camus.

--- Ya sé, tú no repites con nadie. No voy a estropearte esa reputación --- aseguró.

 

Esa era una de las cosas que tenía muy claras al fingir ser su gemelo. Horror. Actuar día a día no era nada fácil, ni sabía como es que todavía estaba cuerdo.

 

--- Lo sé. Eres tan correcto. No quiero darle un pretexto a Lejeu para que me despida... prefiero renunciarle antes --- se burló, para después hablar con más seriedad --- Aunque, por lo que me comentaste en el chat, el único interés de Camus, es que le ayudes a salir del bache creativo --- giró la conversación hacia otro ángulo --- En cuanto al trabajo, y la actitud de Milo... particularmente, yo devuelvo el ataque porque tú sabes que yo no tengo paciencia, pero tú, ignóralo por completo. A ese no lo vas a tener que ver mucho, por fortuna.

--- ¿Quién es Milo? --- inquirió Saga con cierta extrañeza, ante la mención de ese nombre hasta ahora desconocido.

--- ¿Curioso, Sagi? --- Kanon parecía divertido ante su pregunta.

--- Quiero saber. Así no estoy tan perdido en el espacio cuando me toque encontrarme con él --- se justificó.

 

Kanon pareció aceptar su argumento porque no le siguió cayendo a preguntas.

 

--- Milo Scouros --- Kanon hacía gala de sus conocimientos --- Trabaja en la revista como reportero en jefe... no le caigo muy bien desde que comencé a andar con Camus. Es que es su mejor amigo, aunque un tanto protector con él... ya lo conocerás. Toparse con mi ex más reciente no estaba entre los planes, no conviene frecuentarlo mucho, Saga.

 

¡Cómo si no estuviera consciente de ese detalle!, pensó, asimilando la información obtenida hacía escasos instantes.

 

--- Descuida, mantengo mis distancias.

--- Ojalá que siga así, hermanito... ojalá --- repuso el menor.

 

Saga también esperaba lo mismo, y con este pensamiento siguió conversando con su gemelo sobre trivialidades...

 

 

***

 

 

--- ¡Hola de nuevo! --- escuchó que le decían en tono alegre, sacándolo de su letargo.

 

Reconoció esa voz que últimamente escuchaba todo el tiempo, al instante. Se volteó al mirar a uno de sus dolores de cabeza, quien estaba apoyado en el marco de la puerta de aquella habitación, de una forma tan descuidadamente sexy que le salía tan natural. Reprimió el impulso de tragar grueso cuando ese pensamiento llegó a su cabeza.

 

¡Qué los Dioses lo ayudaran!

 

--- ¿Cómo entraste?

--- Recordé que en la oficina de Kanon están unas llaves de repuesto, claro que no las utilicé porque la puerta estaba abierta --- se justificó alegremente.

 

Miró el pequeño maletín que el rubio tenía en una de sus manos.

 

--- Son las películas que debemos revelar --- explicó, acercándose hasta él --- quiero saber que tanto me encargaré de modificar para el primer reporte.

--- Claro... las fotos de hoy.

 

Ahí estaba tratándolo con toda la normalidad del mundo, después de que no intercambiaran palabra en el trabajo, mientras él se estaba torturando por el beso que le dio en la revista. Envidiaba su entereza, de verdad que sí.

 

--- Shaka...

 

El aludido posó sus cristalinos ojos celestes en él en cuanto lo llamó.

 

--- En cuanto a lo de la tarde, yo... quiero pedirte disculpas porque no tenía ningún derecho a hacerlo. Apenas si te conozco y...

 

Ciertamente, el regido por el signo de la virgen se encontraba en un dilema: ¿Le resultaba mejor estamparle un buen porrazo por tonto, o besarlo hasta el cansancio por ser tan lindo? ¡Era la primera vez que trataba con alguien tan despistado que a veces no sabía como actuar! Por eso, siempre decía lo primero que se le pasaba por la cabeza.

 

--- Descuida --- el rubio lo cortó enseguida, esbozando una sonrisa brillante que en realidad era forzada --- Perdí la compostura y tú buscabas calmarme. Somos adultos, no niñatos de secundaria inexpertos. No hay que hacer drama por ello, Saga.

 

--- Si no me disculpo, no me quedo tranquilo.

--- Todo un caballero --- murmuró el de ojos celestes, pensando que ese rasgo le gustaba mucho --- Tu hermano no es de los que se disculpa por una tontería como esa, tenlo presente la próxima vez.

--- No soy Kanon --- aclaró, un poco hastiado de que lo estuviera comparando.

 

¿Próxima vez?, se preguntó el mayor con sorpresa.

 

--- Finges serlo, te recuerdo.

--- Una cosa es simular, y otra, pensar como él. No soy de los que cambia de la noche a la mañana --- comentó.

 

El de melena dorada le sonrió con indulgencia.

 

--- Eres demasiado bueno para ser cierto... ¿Sabías? Tú no eres de las personas que se prestan a una locura como esta, pero bueno... ver para creer --- le dijo, con su vista totalmente clavada en él, y por alguna razón, extendió una mano para acariciarle una mejilla --- Una persona así no se encuentra siempre a la vuelta de la esquina.

--- No soy tan bueno, Shaka --- contestó, retirando con gentileza la mano del asistente, con un deje de melancolía en su voz que detuvo a tiempo --- Vamos a revelar esas fotos antes de que se haga más tarde.

 

Estuvieron trabajando por mucho tiempo en el cuarto de revelado, utilizando químicos y otro tipo de materiales. Luego de esto, estaban evaluando los resultados minuciosamente.

 

--- Esto no va a funcionar --- declaró Saga, observando la última foto con una mueca --- He visto la mayor parte de los portafolios de Kanon como para estar consciente de que posee su propio estilo para plasmar una toma. Lo mejor será dejar este encargo, di que me enfermé o algo así, créeme que mi hermano lo entenderá...

--- Con unos pequeños arreglos serán convincentes --- convino el de cabellera dorada con sinceridad --- Es cierto, Kanon tiene instinto artístico, no esperaba que las fotografías fueran una copia exacta de lo que él hace; aún así, no fue un desperdicio de película porque, te aseguro que son lo bastante buenas para ser las de un fotógrafo novato. Además, si ponemos la excusa de la enfermedad, dudo mucho que se lo traguen, porque tu hermano será un lunático de primera, pero llevo trabajando con él lo suficiente como para asegurarte que el más fuerte de los catarros no le impedirá faltar al trabajo.

--- Es cierto --- concordó.

 

Recordaba que cuando estudiaban en la secundaría, su reflejo era miembro del club de fotografía. Justamente, el día del concurso entre escuelas, le dio un fuerte resfriado que no lo dejaba levantarse de la cama, aún así, con 39 °C de fiebre, se las ingenió para presentarse a la competencia. Aunque su club desafortunadamente no ganó, quedando en tercer lugar, recibió el premio por la mejor fotografía en categoría individual, ante ese reconocimiento a su talento, fue que se empezó a escribir lo que sería su destino.

 

--- Será mejor que trabajemos con esto. Por lo menos, este es el comienzo. Según radiopasillo, la persona que será la portada de esta edición es alguien muy particular*, así que tenemos que ser muy convincentes.

 

Eso fue lo que hicieron hasta tarde: trabajar...

 

 

***

 

 

Pasaba por allí cuando se topó con la puerta entreabierta de aquella habitación bastante impoluta y arreglada, cosa que le extrañó. El joven de nombre completo Alessio Montessori, desde su nacimiento, motivado por la curiosidad totalmente habitual en él, se asomó y vio que el joven estaba muy concentrado en su ordenador portátil con expresión pensativa. Hizo amago de marcharse tan silenciosamente como fue a curiosear, hasta que el timbre burlón de esa voz hizo que se detuviera en seco.

 

--- ¡Dichosos los ojos, cangrejo! --- dijo el joven cuyo nombre formal (pues casi nadie lo conocía así) era Sergio Cabral, sin mirarlo --- ¿Qué haces por aquí?

--- ¿Qué te importa, cabra? --- replicó automáticamente, molesto porque lo había capturado.

--- Para tu información, si me importa porque, que yo sepa nuestras habitaciones se encuentran de polo a polo.

 

Eso era cierto, concordó, pillado fuera de base en territorio enemigo.

 

--- Por los Dioses... ¿Eres un maniaco del orden o algo así? --- le cambió el tema, entrando sin ningún permiso a la recámara.

--- Al menos sé donde está cada cosa--- replicó, alzando la cabeza para mirar su expresión maliciosa, un poco ofendido --- De seguro eres de los que tienen el campamento de locos en su habitación, en esos en los que cualquiera no sabría ni donde está parado.

 

El de cabello azulado se ruborizó levemente, dándole a entender que había dado en el clavo. Reprimió la carcajada ante ese descubrimiento.

 

--- ¿Qué se supone que estás haciendo? --- le preguntó, suspicaz.

--- Si estás aburrido, conmigo no cuentes para discutir en este momento, tengo cosas más importantes en las que ocuparme que perder mi valioso tiempo contigo --- lo eludió rápidamente.

 

El aludido murmuró por lo bajo algo no precisamente amable en su idioma natal con respecto a ciertas personas.

 

--- ¿Secreto de estado o algo así? --- inquirió con sarcasmo después del breve momento de "desahogo" con el que logró sentirse realizado.

--- No es asunto tuyo. Mejor vete por donde entraste --- le dijo, tajante.

 

Death ignoró que su rival lo estaba corriendo, y se las arregló para ver lo que se empeñaba en ocultarle, hasta descubrirlo con éxito.

 

--- Mmm... ¿Qué haces viendo fotos de Saga? --- murmuró, con la vista fija en la pantalla de la notebook.

 

Efectivamente, se podían apreciar fotografías de su "casero" provisional.

 

--- Vaya, nunca me preocupe por ver su rostro... no soy fanático de las revistas del corazón en las que sale frecuentemente --- continuó, leyendo el nombre escrito en el buscador de la red.

--- Pero supiste a que se dedicaba.

 

En contraste, él ni siquiera sabía hasta ese momento quién era Kanon Niarchou ni su profesión, aunque lo disimuló bastante bien. Sólo se interesó por la parte técnica de la cámara, no por lo que hace, pero cuando salió ese nombre a colación, sin saber porque, un foco empezó a iluminar tenuemente su cabeza. Por ello, estuvo desde que finalizaba la tarde intentando accesar a la web a pesar de la falta de cobertura, hasta que finalmente pudo lograrlo.

 

--- Reconocí su nombre por las fotos de una exposición que realizó hace un año... su material fue muy diferente a las de su trabajo habitual --- admitió --- Nuestro anfitrión no nos dijo que Kanon era su gemelo... quizás es de las personas que no le hace mucha ilusión tener un reflejo, tal vez por eso es que no se encuentre una fotografía en esta casa que pueda decirnos la clase de persona que es.

--- Casi le da un síncope cuando le dije que desarmé su cámara --- recordó Shura la expresión del griego.

 

Death lo miró fijamente en cuanto formuló esa declaración y soltó la carcajada.

 

--- ¡Eso es el colmo de la ociosidad! --- se burló --- no le culpo... ¿Te haces una idea de cuánto cuesta ese equipo? Encima, tiene valor sentimental...

--- Vale su precio, créeme --- concordó --- Volvió a la normalidad después de informarle que se la reparé porque tenía un desperfecto.

 

No entendía el porqué de aquella trivial conversación "milagrosamente" civilizada.

 

--- Eres muchas cosas, pero no creo que la palabra "lento" sea precisamente una de tus características ---declaró el español en un impulso --- Dime sin que te quede nada por dentro, ¿Saga no te parece algo... extraño?

--- Es un ermitaño amable y educado... un tanto chiflado, ¿Hay algo más extraño?

--- ¿Si te dijera que existe una gran probabilidad de que nuestro anfitrión no sea quien se supone que es, me creerías?

 

Listo, dejó salir la duda que tanto lo inquietaba.

 

Por su parte, el italiano lo miró fijamente, preguntándose si el ambiente había hecho que a su competencia le patinara la cinta.

 

--- Er... es cierto que no hay mucho que hacer por aquí --- convino, sin saber muy bien que decir --- pero... ¿No crees que estás exagerando por llegar a esa conclusión al ver su reacción en cuanto a una cámara fotográfica? Nunca pensé que fueras del tipo cotilla...

--- Tendría sentido, si esa cabezota escéptica tuya se dignara a analizar las cosas.

 

Definitivamente, es la influencia de la luna, se dijo su interlocutor. Sin embargo, se le hacía raro no reírse como acostumbra ante una hipótesis tan retorcidamente loca.

 

--- ¿Sabes lo que deberías hacer, español? --- le propuso al capricorniano con cierta malicia --- Pues, yo te lo diré: deja tranquilo al detective que llevas dentro, y concentrarte en lo que es relevante, y por lo que en teoría, estamos aquí... voy a quedarme con Mu, ya lo verás.

--- ¿Sabías que algunos sueños siempre resultan ser todo lo contrario?--- replicó, volviendo a lo que era su trato normal.

--- También se vuelven realidad --- refutó con suficiencia.

--- ¡Cuento cinco y no te veo en mi habitación! --- exclamó con enfado, pues aquel italiano tenía el talento nato para sacarlo de sus casillas.

--- Me largo, no porque me estés echando, sino porque me da la gana --- declaró el canceriano con molestia, dándose media vuelta y abandonando el recinto.

 

Shura bufó, irritado. De nuevo volvió a enfocar su mirada en el ordenador. No le importaba lo que dijera su rival, él sí iba a realizar sus propias investigaciones con la más absoluta discreción... 

 

 

 

***

 

 

Siete de la mañana, otro día de sesión fotográfica. De nuevo, en ese estudio se respiraba dinamismo. Alguno que otro modelo lucía adormilado antes de pasar por maquillaje. No los culpaba, el mismo cayó rendido en la cama después de todo aquel trabajo que se atrevió a experimentar en carne propia. Se preguntaba como es que su hermano, un ave nocturna, pudiera levantarse a esas horas como si nada para ir a trabajar.

 

De verdad, envidiaba como podía aguantar el trote, pensaba, una vez metido dentro de la oficina de Kanon, sentado en un sillón, llevándose una mano a la cabeza, tratando de no prestarle atención al dolor punzante que lo aquejaba.

 

--- Luces fatal --- le dijo el rubio, entrando, pasándole un vaso con agua y una pastilla.

--- Gracias --- murmuró, después de tomar el medicamento diligentemente.

--- Es parte de mi trabajo, descuida.

--- Algunas veces me sorprende tu eficiencia...

 

Conversaron sobre tecnicismos que aún no asimilaba muy bien antes de que la sesión finalmente comenzara con todo el entusiasmo habitual.

 

--- ¿Una noche de juerga, Niarchou? --- escuchó que alguien se burlaba de él, asomándose a través de la puerta entreabierta.

 

Enfocó su mirada en el guapo joven ataviado con un traje informal, quien se había detenido por unos momentos.

 

--- ¿Qué te trae por aquí? Deberías estar en tu oficina, recibiendo los artículos --- se entrometió el rubio asistente con suspicacia.

--- El reportero designado para este tema enfermó, algunos ya tienen misiones. El editor en jefe ordenó que me encargara personalmente --- contestó el joven periodista, sin amilanarse, aunque no se tenía que justificar ante un simple asistente de fotografía --- como tal, nos toca trabajar juntos... no es mi elección, pero bueno, profesionalismo ante todo.

--- Claro... --- balbuceó el gemelo en respuesta.

 

El joven consultaba sus notas rápidamente, murmurando algo sobre modelos impuntuales que se creen la última maravilla.

 

--- ¿Sabes quién es el modelo principal? --- increpó Saga, por mera curiosidad.

--- Nadie quiere soltar prenda --- contestó, encogiéndose de hombros --- y no entiendo el porqué de la paranoia. Sea quien sea, me está haciendo quedar en desventaja y tendré que improvisar la entrevista. Por cierto, Niarchou... es una rareza que hayas llegado temprano.

--- Tú lo dijiste. Profesionalismo, ante todo --- replicó el aludido un tanto hastiado por el tonito de suficiencia que empleó su interlocutor al hacer la observación.

--- Tanta amabilidad de repente, confunde --- soltó el rubio de improviso.

 

El joven se rió levemente.

 

--- Tú siempre tan sutil, Shaka.

--- Es parte de mi encanto.

--- En fin... iré a preparar las preguntas a mi oficina. Pasa a avisarme en cuanto el maniquí llegue --- le pidió, esbozando una esplendorosa sonrisa.

 

Saga no creía que a la portada le cayera muy en gracia que se refirieran a esta como "maniquí".

 

--- Existen tres pisos de distancia entre el departamento de reportajes y el estudio, levanta tu lindo trasero del sillón de tu oficina y camina --- replicó el blondo con un sarcasmo implícito tras la sonrisa que esbozó en respuesta ante la orden.

 

Definitivamente, el joven que estaba a su lado no tenía ningún empacho para plantarle cara a alguien, pensó Saga, conteniendo la risa ante la ingeniosa respuesta.

 

--- Si, muy sutil... nos vemos dentro de un rato --- declaró, dejándolos solos.

 

Después de ello, vino el silencio reglamentario.

 

--- ¿Quién se cree? ¡Ni que fuera el chico de los recados como para estar recibiendo órdenes suyas! --- exclamó Shaka, ligeramente molesto, pero se controló --- Para mí que está de malas, por como se refirió al modelo y se quería sentir mejor fastidiándote... aunque pensándolo bien, ese es un rasgo normal en su actitud con tu hermano --- le murmuró el rubio por la actitud que se gastaba el joven.

 

Saga lo miró sin comprender.

 

--- Kanon no es santo de su devoción, y como sabrás, tu hermano no es la mata de la diplomacia en cuanto a aguantar majaderías... ¡Es que se la tiene dedicada!... te explico después.

 

Supo que ya se había topado con Milo Scouros sin ninguna necesidad de que se lo confirmaran, y como dijo su hermano, iba a hacer de cuenta que era invisible.

 

--- Voy un momento al estudio para comprobar si la portada, sea quien sea, ya llegó.

 

Se quedó solo. El dolor de cabeza ya se había ido. Ahí estaba, inmerso en sus cavilaciones, cuando en un impulso, tomó su móvil y marcó un número que ya se sabía de memoria.

 

 

***

 

 

Aquel sonido se escuchaba en ese amplio estudio. Había caído preso del sueño en el cómodo sofá-cama ya avanzada la madrugada, por trasnocharse escribiendo en un arranque efímero de ideas, una que otra pagina lo bastante decente con la que pudiera darse por satisfecho. Tenía el sueño muy ligero, por lo que apenas si despertó para tomar el móvil que estaba encima del escritorio.

 

--- Buenos días --- contestaba con voz adormilada, luego de colocarse el manos libres del aparato.

--- Lamento haberte despertado --- escuchó que le decían después de saludarlo.

--- ¿Kanon? --- preguntó al saber de quién se trataba.

 

Miró el reloj que cargaba en su muñeca izquierda. Siete y treinta. Vaya que era temprano como para andar recibiendo una llamada, y encima, una de su ex.

 

--- Sólo llamaba para saludar.

--- Pues... gracias, aunque es un poco extraño --- contestó con propiedad, un poco desconcertado.

 

Esa llamada de cortesía era algo que no se esperaba, ciertamente.

 

--- No creo que esté haciendo algo malo, ¿o si?

 

Negó con la cabeza. Kanon era incorregible.

 

--- Camus... ¿Tienes planes para esta tarde, después de las tres? --- por alguna razón le pareció que su antigua pareja titubeaba al hacer la pregunta, pero se dijo que eran ideas suyas.

--- ¿Me estás pidiendo una cita? --- inquirió, un tanto escéptico.

--- No exactamente --- corrigió --- Simplemente, se me ocurrió. La actividad que te propongo que hagamos, es muy relajante. La practico cada vez que tengo la oportunidad de hacerlo, es que se me antojó recordar viejos tiempos.

 

Frunció el ceño, preguntándose que se le ocurrió al fotógrafo ahora.

 

--- ¿Relajante? --- articuló, dubitativo, haciéndose el desentendido, ignorando lo de "viejos tiempos".

--- Si. Hablo de liberar todo el estrés acumulado, y el lugar del que te hablo es uno de los más ideales como para que ambos vayamos y pasemos juntos un buen rato al quemar energías.

 

¿Lugar ideal? ¿Liberar estrés? ¿Quemar energías?... ¡Juntos!

 

Repetía en su mente como tonto las "palabras claves". Comprobó si estaba del todo despierto al escucharlo, porque aquello no sonaba nada sensato.

 

--- No creo que sea buena idea --- le dijo.

--- Te garantizo que así obtendrás un poquito de la inspiración que tanto buscas... me pediste ayuda, y quiero cumplirte a mi manera.

 

 ¿Cumplirle a su manera?... ¿No se estará refiriendo a...?

 

--- No propongas cosas que no te dejaré cumplir --- le advirtió, prometiéndose a si mismo frenarle el trote en la medida de lo posible.

 

Que el supiera, Kanon no era de los que se andaban con rodeos, como en este momento, en cuanto a declarar sus intenciones con alguien. En cuanto a él, no era tan tonto como para no reconocer una insinuación.

 

--- Pongo mi reputación en juego al asegurar que no te vas a arrepentir de acceder.

 

La conciencia dice: "¡Cuelga!", pero aún mantenía el manos libres del móvil pegado a su oreja mientras escuchaba el timbre profundo y seductor de su voz. La verdad, no podría estar tranquilo si accedía.

 

--- No me conoces --- contestó, con tono frío.

--- Tal vez no --- admitió --- Pero en el fondo, eres de los que les gusta que los lleven a las alturas... algo me lo dice.

 

Se ruborizó levemente mientras el tropel de recuerdos invadía su cabeza con la rapidez de un rayo. Agradecía que la conversación fuera telefónica.

 

--- Llevarme a las alturas... --- se escuchó a si mismo repetir en voz alta.

 

¡Por supuesto que no lo estaba considerando!

 

--- Claro que si quieres, llegamos a donde quieras llegar...

--- Escucha --- comenzó, un poco alterado --- Ni creas que tengo la menor intención de...

--- Sólo es una práctica de paracaidismo, Camus, tranquilo --- le aclararon desde el otro lado de la línea.

--- ¡Paracaidismo! --- exclamó con cierto alivio.

 

Ahora resulta que era tonto, y de paso, malpensado.

 

--- Si... de eso hablábamos, ¿cierto?

--- Claro... ¿De qué más íbamos a hablar? --- convino, muerto de la pena.

--- Nos vemos más tarde, tengo que colgar.

--- Hasta más tarde --- se despidió, colgando.

 

¿Quién rayos lo manda a dormir tan poco?

 

 

***

 

 

--- "Saga Niarchou" --- pensaba, con la vista fija en el libro.

 

No sabía porque el nombre de ese gentil sujeto llegó a su cabeza. Volvió a leer la página en la que se encontraba estancado, pero parecía que cada letra le era incomprensible y tampoco tenía muchas ganas de estarse partiendo la cabeza para deducir lo que decía allí.

 

--- ¿En qué piensas, Mu?

 

La voz de su hermano mayor lo sacó de sus cavilaciones.

 

--- En nada importante.

--- Es que me preguntaba cuando fue que aprendiste a leer al revés --- le dijo, volteándole el libro en la posición correcta.

 

¡Así de distraído andaba que ni cuenta se dio!

 

--- Er... creo que te haré la suplencia en la librería --- le dijo, esquivo, levantándose del mueble en el que estaba y saliendo del despacho de su hermano hacia el mostrador, para mantenerse ocupado en algo.

 

Shion simplemente sonrió en cuanto su hermano salió de la oficina.

 

La mañana del de cabellos lilas, ciertamente si estuvo bastante ocupada, era justo lo que necesitaba para no distraerse pensando en las posibles consecuencias de tener a sus "novios" de visita en el pueblo al mismo tiempo. Solamente a él le sucedían esas cosas.

 

Sin darse cuenta, ya eran las once y treinta de la mañana, faltaba poco para que terminara su turno. Estaba inmerso en sus ocupaciones cuando la puerta se abre, por lo que se encargará de atender a un posible cliente.

 

--- Buenas, ¿En qué puedo ayudarle? --- preguntó, desde el mostrador.

--- Hola --- dijeron simplemente.

--- Saga... ¿Tu por aquí? --- dijo con sorpresa.

 

¡Por supuesto que estaba allí! ¡Qué tonto era!

 

Si, era el griego, y andaba sólo por lo que veía.

 

--- Pasaba por aquí, decidí entrar un momento a saludar... y obviamente, a comprar algo para leer.

--- ¿Buscas algún libro en especial?

--- Esperaba que pudieras recomendarme alguno --- le pidió su opinión, inclinando un poco su aveza hasta dejarla a cierta distancia de la del carnero.

--- Veré que puedo hacer... considerando lo mucho que parece gustarte leer, no quisiera decepcionarte --- contestó, recordando la cantidad de libros que compró en su última visita.

--- Algo me dice que no podrías decepcionarme... con tu elección.

 

Mu se sentía un tanto incómodo, a juzgar por lo que se removió en su interior y eso que era un comentario inocente.

 

Tardaron un poco más de lo esperado en la elección del ejemplar, mientras conversaban sobre trivialidades para ir matando el tiempo.

 

--- Saga...

--- ¿Si?

--- Siento que te vieras obligado a hospedar a mis... --- por alguna razón no dijo "novios", ya de por si le daba un poco de corte verse en ese plan --- a los muchachos... después de todo, no era obligación tuya.

 

Debía disculparse por meterlo en este asunto, se lo debía.

 

--- Descuida, no es para tanto.

--- Lo es --- insistió Mu --- yo conozco como son y sé que no debe ser fácil lidiar con ellos.

--- Me las apaño muy bien --- le aseguró.

 

Solo esperaba que las cosas llegaran a buen término.

 

--- ¿A cuál de los dos vas a elegir?... Digo, si se puede preguntar --- "Saga" tenía especial interés en la respuesta, al menos eso fue lo que le pareció, pero se dijo que estaba siendo paranoico.

--- Mmm... no lo sé. No es una decisión sencilla --- murmuró.

 

Nada fácil era su dilema, y el tiempo transcurría con rapidez.

 

--- ¿No tienes alguna otra opción?

--- Que yo sepa, no.

--- No me gustaría que te sintieras obligado a hacer algo que no quieres.

--- No lo haré, te lo aseguro.

 

Se miraron por un momento, quedándose en silencio.  De repente, las palabras los abandonaron, perdiéndose en los orbes de la persona que tenían a su frente. . En un impulso, el de cabellos azules acercó su rostro al paralizado cordero. Casi probaba aquellos tentadores labios cuando...

 

--- Podría jurar que estamos sincronizados o algo por el estilo --- escucharon decir en voz alta a alguien.

--- Siempre estás siguiéndome los pasos --- se quejó otro.

 

Uno se separaba a regañadientes del otro que estaba turbado.

 

 

--- No precisamente por gusto, yo vengo a ver a Mu.

--- Odio admitirlo... ¡Pero pensamos igual!

 

Esas dos voces las conocían muy bien.

 

Por suerte, no se habían dado cuenta de nada, pensaron.

 

--- Hola chicos --- logró articular el carnero.

 

Por su parte, Kanon se preguntaba si era víctima de algún conjuro o qué. Esbozó una sonrisa forzada, prometiéndose a si mismo que en cuanto tuviera la oportunidad, haría estofado de cabra y cangrejo...

 

¡Eso era el colmo de la mala suerte!

 

 

Notas finales:

* Honestamente, no tengo idea quien fungirá como la portada de "Elegance" (tampoco me sale un perso original de la cabeza u_u), por lo que les pregunto a ustedes, ¿A quién quieren ver en ese papel?  (Excluyendo a los personajes de la parte de Rodorio en el fic, y al "fotógrafo" obviamente), el más recomendado, aparecerá en el próximo capítulo titulado (provisionalmente) "Novedades", que estará dedicado a los lectores que apoyaron su elección XDD.

Las palabras no son mal dichas, sino mal interpretadas... jajajaja, ¡Ese copito! XDDD

Uyyyyy... ¿De verdad creían que lo de Kanon sería tan fácil...?... jaja, será mejor que  cuide sus pasos con el "detective manitas" x)...

En fin, lo de siempre: Comentarios, sugerencias, peticiones, quejas, tomatazos, demandas y lo que quieran, es aceptado de buena manera ^^.

¡Hasta la próxima actualización!


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