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Verdadera Identidad por PrincessofDark

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Notas del capitulo:

Muchísimas gracias por leer, comentar y acompañar esta historia. Perdón por la espera pero tuve una semana complicadísima y encima sin dos días de computadora. Aquí llega un nuevo capítulo con otro lemon que espero compense la espera.

Saludos!!!

 

-¡Qué demonios crees que estás haciendo con mí conejito! - exclamó Shaka.

El rubio estaba furiosísimo por la actitud del duque de Lancel y sólo su tremendo autocontrol impidió que se abalanzara sobre éste para darle una golpiza.

El duque de Lancel analizó a su contrincante antes de hablar.

-¿Quieres golpearme? Al señor Demisser no le gustará nada si lo haces.

Shaka recordó  que era un caballero dorado, el más cercano a los dioses y se decidió por la golpiza pero la voz de Shun lo detuvo.

-Shaka... ¡no! Si lo haces el abuelo te echará de aquí. Allan vete y no regreses, no quiero volverte a ver.

El duque de Lancel contempló el rostro molesto del peliverde. En su rostro se pintó una mirada de suficiencia.

-Me iré...pero te dejaré en claro que no me rendiré.

Allan salió de la casa y Shaka se apresuró a tomar a Shun para besar sus preciosos labios.

-¿Estás bien? - preguntó un instante después de besarlo.

-Sí. Lo lamento. No debí alejarme de la casa. Pero jamás creí que...

-No importa. Lo que importa es que estás bien y que eres la voz de mi conciencia porque de lo contrario lo hubiera matado a golpes.

-Y mi abuelo te hubiera despedido y yo me hubiera quedado definitivamente solo.

-Lo siento, Shun - Shaka lo besó más intensamente, mientras sin que ninguno de los dos se percatara una figura abandonaba rápidamente la escena.

Pandora había visto toda la escena que había sucedido en el jardín, desde la conversación entre Allan y Shun, siguiendo con el beso que claramente vio que le robaban a su hermano, hasta la furiosa aparición de Shaka y la intermediación de Shun para evitar una riña. Y después con sus brillantes ojos violetas había visto como el rubio consolaba a su hermano.

Salió prácticamente corriendo para encerrarse en su habitación, le dolía mucho el hecho de que Shaka demostrara tanto interés en Shun, ahora sabía que definitivamente había perdido en manos de su hermano. Y sin embargo había visto alegría en los ojos de Shun, alegría que no podía observar desde que había llegado a Berlín. Alegría que ella misma había contribuido a desaparecer y que ahora comenzaba a pesarle, aunque sin alcanzar a comprender el porqué.

Durante el resto del día permaneció en su habitación, mientras el señor Demisser se iba de viaje de negocios por una semana y Shun y Shaka abandonaban la Mansión con rumbo al cine.

*               *          *         

 

Shaka había invitado al pequeño conejito a ir al cine a ver una película de acción y aventuras. Shun había aceptado encantado, aún más por el hecho de que había logrado salir sólo con él, escapándose de los guardaespaldas que siempre lo seguían a todas partes.

Se sentaron casi al final de las butacas porque cuando lograron llegar caminando la función estaba a punto de empezar y ya estaba lleno. Pero en realidad no les importó terminar tan mal ubicados porque al igual que había pasado en la función con Allan pero con la diferencia de que Shun lo aceptaba Shaka se acercó muchísimo al peliverde y lo atrapó en un cálido abrazo.

Shaka dejó de prestar atención a la película para dedicar su entera atención a Shun besándolo suavemente en los labios al principio y luego aumentando la intensidad de sus besos hasta quedarse ambos sin aire. Shun subió sus piernas a la butaca y la distancia entre sus cuerpos disminuyó hasta hacerse nula. Las manos de Shaka aprovecharon la oscuridad que los rodeaba para acariciar los cabellos de Shun y luego acariciar su rostro con suavidad sin dejar de besarlo por un instante. Shun lo dejaba hacer a su antojo hasta que de su boca comenzaron a escapar tenues gemidos de placer que el rubio ahogó con sus besos aún más apasionados que antes. Shun se aferró a Shaka y no le importó que el rubio deslizara sus manos por su cuerpo hasta introducirlas por debajo de su remera para con suavidad acariciar su piel.

Los dos estaban demasiado concentrados en esa situación y se separaron bruscamente cuando el rubio sintió un golpe en la cabeza y de inmediato buscó al causante con ojos acerados.

-¿Quién se atreve? - preguntó molesto y luego se encontró con una ancianita de bastón que le respondió molesta.

-Déjeme pasar... que no ve que no deja paso... para esas cosas existen hoteles. ¡Quítese! - la viejita le dio otro bastonazo al rubio que tenía la cara de un bello color rojo a tono con la carita de Shun.

La viejita pasó pero los dos jóvenes se quedaron sentados muy derechitos en sus asientos hasta que la película terminó. Cualquier tipo de contacto entre ellos excepto por los breves besos se interrumpieron.

                                                 *          *          *         

Regresaron a la mansión alrededor de la una de la mañana, cuando toda la casa dormía y después de haber comido unas deliciosas hamburguesas en un pequeño restaurante cercano al cine.

Los dos no necesitaban hablarse para saber que el contacto que habían alcanzado en el cine no les había alcanzado. Shaka desesperaba ante la idea de poder besar esa preciosa piel desnuda tal como lo soñaba desde hacía mucho tiempo y el pequeño conejito anhelaba sentir de nuevo esas caricias tan placenteras.

Subieron las escaleras rumbo a la habitación de Shun acercándose gradualmente aunque sin besarse, por temor de que alguien los encontrara y se armaran problemas. Los dos se detuvieron en la puerta de la habitación de Shun para finalmente besarse con devoción.

-Será mejor que... me vaya... ahora - murmuró Shaka entre sus besos.

-Quédate - murmuró Shun entrando en su habitación acompañado del rubio.

-¿Estás seguro? - inquirió el caballero dorado

-Te amo

-Y yo a ti, mi pequeño conejito.

Shaka cerró la puerta de la habitación con llave y con calma buscó los labios de Shun para besarlos con suavidad, introduciendo despacio su lengua para recorrer ese placentero lugar, dejando que por momentos su conejito hiciera lo mismo en su boca. El placer era apenas un cosquilleo comparando con lo que vendría después pero era delicioso para el rubio dejarlo hacer eso.

Los pies se movieron para tomar el rumbo de la cama pero fue Shun el que fue sentado por Shaka en la cama mientras el rubio se ponía de rodillas para besarlo con más intensidad que antes.

Las manos de Shaka sacaron el calzado de Shun y comenzaron a deslizarse por sus piernas hasta llegar al broche del pantalón. Lo desprendió con una de sus manos mientras la otra se colaba debajo de la remera de Shun, acariciando de nuevo esa delicada piel.

Shun gimió suavemente ante esas caricias deliciosas y con sus manos acarició los cabellos rubios de su amado con suavidad, jugando con ellos hasta lograr que el rubio mordiera suavemente sus labios.

La remera del pequeño fue ascendiendo hasta ser quitada y dejada en el suelo de la habitación. La palidez de esa piel era hechizante para el rubio que no dejó de acariciarlo por un momento mientras iba inclinando a Shun sobre la cama con él encima.  

Los cabellos verdes se desparramaron sobre la cama y se mezclaron con los cabellos rubios del mayor mientras se besaban. Las manos de Shun acariciaron el cuerpo del rubio arrancándole breves gemidos mientras la camisa de Shaka era desprendida con ansiedad contenida entre los dos.

Shun gimió con suavidad al acariciar con sus dedos la esculpida piel del caballero de Virgo que se deleitó con esas caricias que retribuía arduamente en el cuerpo del menor. Su boca bajó al cuello de Shun y disfrutó de esa zona hasta cansarse y luego sus labios y su lengua se dirigieron a los pezones del peliverde. Una serie de suspiros escaparon de la boca de Shun a medida que los labios y la lengua de Shaka jugaban con uno de ellos mientras en el otro lo hacían los dedos del mayor.

Shaka disfrutaba hasta la locura ese contacto tan delicioso que era la piel del menor mientras una de sus manos deslizaba el pantalón vaquero de Shun dejándolo sólo con la ropa interior.

Shun gimió de placer al sentir como las manos del mayor le quitaban la ropa que le estorbaba y lo dejaba casi desnudo. Sus manos que estaban detenidas una en la cama y la otra en la espalda del mayor comenzaron a moverse de nuevo acariciando y rozando la piel que podía alcanzar.

Shaka besó a Shun de nuevo en el cuello y en los labios, mientras se quitaba su pantalón para quedar al igual como Shun. Se acomodó entre las piernas del pequeño, abriéndolas suavemente, rozando sus excitaciones para aumentarlas y conseguir que ambos jadearan de placer.

El mayor escuchó esos hermosos gemidos de placer que escapaban del menor y una de sus manos acarició el miembro del pequeño por encima del bóxer para después meterse dentro y comenzar a retirarlo. Shun se quejó con fuerza e involuntariamente facilitó el quedarse desnudo frente al mayor, asombrado de la perfección de ese cuerpo tan angelical y perfecto. Era incapaz de dejar de mirarlo con atención, seducido por esa belleza que sabía que era tanto externa como interna. Shun era lo más cercano a un ángel y él era lo más cercano a un dios... una combinación perfecta.

Shaka abrió su boca para introducir de a poco el miembro del menor que emitió un suave grito de placer al sentir la cálida boca del mayor acariciando, lamiendo y humedeciendo la parte más sensible de su cuerpo.

El rubio notaba los temblores cada vez más intensos en el cuerpo del menor y los suspiros cada vez más profundos, anunciando su culminación. Aumentó el ritmo de su lengua y de su boca hasta sentir que el pequeño gemía su nombre y se derramaba en su interior.

Shaka esperó a que el pequeño acabara y lo sostuvo mansamente, deleitándose al ver la cara repleta de placer, ruborizada, con los ojos cerrados y apretando sus labios. Labios que entreabrió para besarlo y compartir su esencia con el más pequeño que un poco más repuesto le respondió y luego rompió el beso para besar el cuello del rubio imitando los movimientos que anteriormente había recibido en su cuerpo.

Shaka lo dejó hacer a su antojo aunque su cuerpo le reclamaba a gritos invadir el cuerpo del más pequeño. Shun lo fue besando muy despacio, con una cierta timidez pero con ansias de complacer al mayor que disfrutaba esos besos hasta jadear y suplicar que continuara cada vez más hacia abajo.

El pequeño se puso encima suyo para poder besarlo mejor y la vista de los ojos celestes de Shaka no se perdían detalle. Entre gemidos el rubio no pudo dejar de admirar su belleza y es que la visión de los cabellos verdes cayendo en desorden sobre ese rostro, con los ojos esmeraldas revelando un destello hechizante era demasiado para cualquiera y más para él que era el dueño de esas miradas.

El cuerpo del menor fue ondulando cada vez más hacia abajo, besando los pezones del rubio haciéndolo estremecer y gritar de placer mientras sus manos acariciaban el cuerpo de Shun con ansiedad. Shaka aguardaba expectante que las manos del pequeño le quitaran su ropa interior pero el peliverde no se decidía, dominando la timidez en ese momento.

-¿La quito? - preguntó Shaka

Shun asintió y lo besó con suavidad mientras el rubio se quitaba su bóxer revelando hasta el último detalle de su cuerpo. Separó su boca de la de Shun y dejó que el jovencito bajara por su cuerpo hasta lamer la punta de su erección arrancando un hondo e intenso gemido. Shun imitó los movimientos del mayor y su lengua se deslizó desde la punta hasta el final del miembro con suavidad y luego lo tomó con su boca colmando de placer al rubio.

Shaka se relajó entre las sábanas, disfrutando esa maravillosa sensación de placer incomparable que lo recorría...la boca de Shun deslizándose por su hombría lo estaba enloqueciendo y los chispazos de electricidad hacían que su cuerpo se arqueara entero a un solo paso del clímax.

Retomando el control de la situación, Shaka separó a Shun de su cuerpo para voltearlo en la cama y acomodarse sobre él y entre sus piernas. Humedeció con su saliva dos de sus dedos y comenzó a dilatar la entrada del pequeño.

Shun se quejó de dolor y Shaka lo besó dulcemente, inquieto por ese gesto que se plantó en la cara de su amado.

-Si... quieres... podemos... parar - murmuró con voz jadeante

-No. Yo... te... quiero - respondió Shun besándolo para ocultar el quejido de dolor que sintió cuando el miembro del rubio se introdujo en su cuerpo sólo un poco.

Shaka avanzó despacio, notando los bellos ojos esmeraldas llenarse de lágrimas pero sin rechazarlo hasta que terminó de penetrarlo. Sintió la mano de Shun aferrarse a su espalda y esperó unos momentos para comenzar a moverse en el interior del pequeño.

Shun se quejaba de dolor con las primeras embestidas aunque después comenzó a gemir de verdadero placer al sentir como la penetración se volvía más fácil y placentera. Sus caderas comenzaron a moverse para acompañar el ritmo de las embestidas que a medida que el placer aumentaba se volvieron más frenéticas y rítmicas hasta culminar con una última embestida y el derrame de Shaka en el cuerpo del menor.

-Te... amo - susurró Shaka en sus oídos después de besarlo y retirarse muy despacio, notando el regreso de los suaves gestos de dolor en el menor.

-Yo también - murmuró el conejito.

-¿Estás bien?

-Sí.

Shun se durmió entre los brazos de Shaka y éste lo contempló largo rato antes de besar sus cabellos y separarse para regresar a su habitación. Sabía que si Pandora llegaba a encontrarlo durmiendo junto al pequeño todo se iría al diablo y el señor Demisser lo echaría de una patada.

                                                 *          *          *

Allan de Lancel había llegado hecho una furia a su casa. Había comprobado con sus propios ojos que había perdido a Shun, que éste defendería a capa y espada a Shaka y que después de su arrebato el de cabellos verdes no querría volverlo a ver.

-Es una lástima, Shun. Todo podría haber sido por las buenas - murmuró para sí frente a un espejo.

Salió cuando era noche cerrada a las afueras de Berlín y después de manejar por unos intrincados caminos se encontró con un tipo mal encarado, de mirada vidriosa y fría, con una sonrisa siniestra y con cabello canoso y sucio.

-¿Allan de Lancel? - preguntó tirando su cigarrillo.

-Sí.

-¿Trajo el dinero?

-La mitad tal como acordamos. La otra mitad cuando el trabajo esté hecho.

Allan extrajo un sobre de dinero que le entregó al canoso. Éste lo contó rápidamente y asintió.

-Está bien. ¿Tiene una foto?

Allan le entregó una foto de Shun que había robado días antes y el tipo contempló la foto y esbozó una particular sonrisa.

-Es joven... y hermoso - murmuró.

-Es cierto. Si todo sale como yo espero, nos divertiremos con él.

-Todo saldrá como usted pretende, señor. Se lo aseguro.

-Él está acompañado siempre por un rubio muy molesto...

-¿Lo liquidamos? - inquirió el canoso

-No. Al contrario. Quiero que sufra como nunca antes ha sufrido.

-Así será entonces. ¿Para cuándo quiere el trabajo?

-Lo más pronto posible. Tengan cuidado. Él es muy fuerte.  No deben confiarse.

El canoso extrajo un frasco con un líquido transparente que le mostró a Allan.

-Nadie es tan fuerte como para aguantar esto - fue el comentario del canoso.

-¿Qué es eso?

-Mejor que ni se entere. La semana que viene pondremos en marcha el plan. Entre mis compañeros y yo todo quedará solucionado y le avisaremos.

Allan de Lancel esbozó una sonrisa siniestra antes de desaparecer dentro de su automóvil.

Notas finales: Pregunta final porque yo no me decido y me gustaría saber su opinión. ¿Rape o no rape? Obvio que sería con Shun de protagonista. Gracias.

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