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Verdadera Identidad por PrincessofDark

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Notas del capitulo:

¡¡¡Muchas gracias por todos los comentarios!!! Pido disculpas por lo corto del capítulo pero estoy preparando un examen y entre la Revolución Francesa, Shun de Oro y este fic se me están agotando las ideas. Muy prontito actualizo con un capítulo más largo.

POR FIN LLEGÓ MI SHAKA!!!!! =)

 

Cuando Shun despertó lo hizo al sentir que llamaban con suavidad a la puerta y posteriormente entraba un hombre vestido de mayordomo.

-Joven Shun, su abuelo me envió a avisarle que la cena está servida.

-Muchas gracias - Shun se levantó de un salto para acompañar al mayordomo al salón comedor.

-¿Pudiste descansar? - inquirió Harold al ver llegar a Shun

-Si, gracias. La habitación es maravillosa. Me gusta mucho - Shun se esforzó por sonreír.

-Me alegro que te guste. Quiero darte algunas cosas que vas a necesitar.

Harold le entregó a Shun un sobre azul oscuro que el peliverde abrió para comenzar a extraer algunas cosas.

-¿Qué es esto? - inquirió

-Un par de tarjetas de crédito sin límite de gastos y una chequera con los datos de tu número de cuenta. No quiero que tengas que pedirme dinero a cada momento para tus gastos, aunque por supuesto que te daré todo lo que me pidas.

-¡Esto no es necesario!, en serio. Yo no estoy acostumbrado a manejarme con tanto dinero.

-Deberás acostumbrarte, Shun. Además quiero dejarte algunas cosas en claro. Esta casa es tú casa y puedes y debes moverte libremente por ella. Cuando salgas a la ciudad lo harás siempre con un par de guardaespaldas, igual que lo hace Pandora. No quiero arriesgarme a que alguien pueda secuestrarte.

-¡Soy un caballero de Atena! - exclamó Shun - puedo defenderme yo solo.

-No aceptaré discusiones en ese punto, Shun. Caballero de Atena o no, aquí eres un importante heredero.

-¿Heredero?

Harold Demisser sonrió con dulzura.

-Claro, Shun. Como hijo varón de Sigfrid tú heredarás casi toda la fortuna de los Demisser.

-Pandora es mayor que yo - susurró Shun mirando a la aludida que estaba comiendo sin decir nada.

-Pero yo soy mujer, Shun. En Alemania la mujer está segunda en línea de sucesión. Primero heredan los varones y después nosotras.

Shun no dijo nada y comenzó a comer con ligereza.

-Mañana por la mañana comenzaré a entrevistar a una serie de candidatos para ser tu tutor.

-¿Tutor? - preguntó Shun.

-Claro. Continuarás con tus estudios pero lo harás en la casa. Te contrataré un profesor particular para que se haga cargo de los mismos.

-Ya veo. ¿Puedo estar presente?

-Mañana de mañana pensaba llevarte de compras - indicó Pandora.

-¡Excelente, Pandora! No escatimes gastos. Compren lo que quieran - respondió Harold.

-Pero yo no necesito ropa.

-Shun... esas ropas no están acordes a tu nuevo nivel de vida - contestó Harold - además Pandora y tú tendrán la oportunidad de conocerse más si comparten momentos juntos.

Shun calló sabiendo que era inútil intentar convencerlos de cambiar de idea... su vida ya no era su vida. Ahora Harold tomaría todas las decisiones respecto a lo que consideraba mejor para él.

-¿Puedo retirarme? - preguntó después de cenar.

-Claro que sí. Hasta mañana, Shun.

-Buenas noches, hermano - saludó Pandora.

-Buenas noches, Harold, Pandora.

Shun subió a su dormitorio y tomó el teléfono para marcar el número de la Mansión Kido. Escuchó repicar el teléfono una y otra vez durante más de cinco minutos sin que nadie lo atendiera. Desalentado, colgó el teléfono y se acostó a dormir.

                                      *          *          *

Pandora se llevó a Shun de la casa casi a las ocho de la mañana y dejando que el peliverde probara apenas un bocado como desayuno.

De inmediato el chofer los llevó a un inmenso centro comercial localizado en pleno centro de Berlín.

-Bueno, Shun. Tenemos muchas cosas que hacer ahora... le prometí al abuelo que compraríamos ropa, zapatos y todo lo que necesites. Además prometí llevarte a la peluquería.

-Pero Pandora... en serio, prométeme que no gastaremos mucho.

-Shun... primera regla. No te preocupes por los gastos. El abuelo paga todo y sin chistar. A mí jamás me ha prohibido nada.

Pandora ni siquiera esperó una respuesta. Condujo a Shun por un ir y venir de locales haciéndolo probar mil y una prendas distintas, seleccionando ella las prendas que llevarían. Después lo llevó a comprar zapatos y finalmente lo encerró en la peluquería.

Cuando salieron del local el cabello de Shun había sido cortado con un corte más juvenil y sofisticado que perfilaba su rostro y realzaba su belleza.

-¡Estás divino! - exclamó Pandora.

Un muy ruborizado Shun le agradeció.

-Bueno. Ahora tenemos que ir a almorzar. Vamos a Freddo´s, es un lugar muy elegante y refinado.

-Yo quisiera llamar a casa - murmuró Shun

-¿Quieres hablar con el abuelo? Te presto mi celular enseguida.

-No. Me refiero a la Mansión Kido.

Pandora puso un gesto de desdén.

-No te preocupes. Después los llamas del teléfono de la casa.

Shun no insistió ya que Pandora no le había sugerido prestarle el celular para hacer esa llamada. Esperaría a poder comunicarse cuando volviera.

Freddo´s era un lugar como lo había descrito Pandora, elegante y refinado ubicado en una lujosa zona céntrica. A Shun el lugar le pareció demasiado ostentoso y aún más cuando al salir vio a unos cuantos mendigos siendo echados por uno de los mozos del restaurante.

Shun se acercó a ellos y sin dudar les entregó un fajo de billetes a cada uno... todo el dinero en efectivo que Harold le había entregado. Pandora perdiendo por primera vez el dominio de su carácter se aproximó furiosa a él.

-¿Qué demonios estás haciendo? ¡Que sea la última vez que te vea dándole dinero a estos miserables muertos de hambre! - gritó molesta apartando a Shun de los mendigos.

-¡No los insultes! - exclamó Shun - son personas como tú y yo

-No son como yo... yo soy una dama. Tú los comprendes porque eras como ellos... un pobre muerto de hambre que mi abuelo desgraciadamente encontró.

Pandora cerró la boca dándose cuenta de lo que había dicho. Los ojos de Shun se llenaron abruptamente de lágrimas y sin dudar rompió a llorar.

-Ikki - sollozó metiéndose en el auto y sin dirigirle la palabra a Pandora.

-Shun... perdóname. No quise decir eso - suplicó la muchacha pero el peliverde no le dirigió la palabra hasta llegar a la casa.

Harold vio entrar a Shun y subir las escaleras corriendo sin detenerse y cerrando la puerta de su habitación con un sonoro portazo. El hombre parado al lado de Harold puso un gesto de asombro y luego notó la presencia de la muchacha que se acercaba con el rostro compungido.

-¿Qué pasó, Pandora? - inquirió Harold.

-Nada, abuelo. Una pequeña discusión, pero lo solucionaremos. No te asustes.

-Señor Demisser, si me lo permite me gustaría subir y hablar con mi alumno - comentó el hombre.

-¿Usted es el tutor de Shun? - preguntó Pandora viendo por primera vez con atención al guapo hombre frente a ella.

-Suba y hable con Shun - respondió Harold sin dejar que el hombre contestara a la respuesta de Pandora.

Shun lloraba en su habitación cuando sintió que llamaban a la puerta y luego la abrían con suavidad.

-Shun... no llores - suplicó la voz del hombre que entró en la habitación.

Shun levantó la cabeza de la almohada y miró al hombre que estaba frente a él y en su rostro se reflejó el mayor de los desconciertos.

-Shaka... - susurró con sus brillantes ojos esmeraldas conteniendo apenas las lágrimas.

El caballero dorado de Virgo vestido con un pantalón negro y una camisa celeste se acercó a Shun y le besó la mejilla.

-No llores, Shun - insistió

-¿Qué haces aquí? - preguntó Shun

-Hace un par de días noté desde el Santuario la turbación de tu alma y me preocupé. Llamé a la Mansión Kido y Saori me informó de todo. Con ayuda de Mu me teletransporté hasta acá y averigüé si necesitarían algún empleado o algo que me permitiera entrar hasta aquí. Me alegré mucho cuando me dijeron que buscaban un profesor así que me presenté para el puesto.

-¿Te aceptaron? - preguntó Shun

-Si. Me aceptaron. Claro que mentí un poco bastante para poder hacerlo... pero bueno, no creo que tu abuelo se de cuenta y si lo hace ya veremos lo que hacemos. Lo importante es que no tendrás que sentirte solo en este lugar. Porque te sientes solo, cierto.

Shun asintió y lloró de nuevo, esta vez abrazando a Shaka.

-¿Qué te dijo esa mujer?

-Que era un muerto de hambre y que mi abuelo nunca tendría que haberme encontrado - sollozó Shun.

-No le des el gusto de verte llorar, Shun.

-Es que para ella debe ser difícil... la comprendo. Pero aún así me dolió mucho lo que me dijo - comentó Shun un poco más repuesto.

Shaka notó que Shun poco a poco se calmaba y por eso continuó hablando un poco después.

-Shun, escucha. Tu abuelo me ha pedido que venga a vivir aquí para poder supervisar con más detalle tus estudios. Lo cual me viene muy bien porque no tenía ni una miserable habitación donde quedarme. Dejando de lado eso, he visto que el jardín que tienes es enorme y eso nos servirá para poder continuar el entrenamiento como caballero sucesor de mi armadura. Dedicaremos la mañana a eso y por la tarde podremos estudiar algunas materias teóricas. Nos arreglaremos bien, Shun. Lo importante es que debes mostrarte feliz o por lo menos alegre de estar aquí... Harold me dijo indirectamente que si no te acostumbras a vivir aquí te impedirá que te pongas en contacto con Ikki y tus amigos hasta que lo hagas.

-Si me quisiera nunca me hubiera apartado de ellos...

-A su manera te quiere, Shun. Y mucho. Lo que sucede es que es una persona acostumbrada ha hacer su voluntad.

En ese momento la puerta de la habitación se abrió para dar paso a Harold.

-¿Qué te parece tu nuevo tutor? - preguntó a su nieto.

Shun esbozó una sonrisa verdadera antes de contestar.

-Muy bueno, abuelo. Creo que nos llevaremos muy bien.

-Me parece excelente entonces. Venía a avisarte que esta noche daremos una fiesta en honor a tu llegada. Comenzará a las ocho. Shaka, espero que podamos contar también con su presencia.

-Muy agradecido, señor Demisser - respondió Shaka.

Notas finales:

En el próximo la fiesta y regresamos a la Mansión Kido para ver a Ikki y Hyoga... y tal vez a un burrito y un dragoncito...


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