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Las idas y vueltas del amor por Varda

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Capítulo 2: El misterio de tu mirada

La puerta de la mansión se abrió de golpe a la mañana siguiente. Ikki estaba por salir cuando ve desde las escaleras a todos los caballeros dorados entrar con muchas valijas y bolsos. A Ikki no le hacia demasiada gracia que le invadieran la casa, el amaba la paz y tranquilidad (en realidad odiaba que lo molestaran). Como pudo se abrió paso entre los caballeros.
- ¡Ikki! ¡Amigo! - lo abrazó Saga fuertemente -
- ¿Cómo estás? - preguntó un alegre Kanon golpeándolo en el hombro -
- ¡Hey! ¿A dónde te escapas? - pregunta Saga -
- Hola - muy seco -, déjenme pasar - algo molesto -
Al final pudo deshacerse de los gemelos cuando casi tira a otro caballero, al cual ayuda a impedir que se cayera al suelo.
- Disculpa - le dijo el Fénix -
Ikki se dio cuenta a que caballero casi deja en el piso cuando ve una cascada de largo cabello rubio.
- Esta bien, no es nada, gracias - le dijo el caballero de Virgo -
Ikki no comprendió porque se quedó mirando a Shaka por algunos segundos, como si sus ojos se hubiesen quedado prendidos de la mirada del rubio caballero. Ni bien saló de aquel extraño trance se retiró de la mansión, sin poder quitarse de la mente el rostro de Shaka.

Shaka entró a la habitación que le asignaron, dejó sus cosas sobre el suelo y se tiró a descansar sobre la cama. Desde la noche anterior que estaba solo, sin pareja y así sería, al menos por algún tiempo. Mu en ningún momento se le acercó, "Mejor así..." - pensó el caballero de Virgo - "Bastante dolor le causé, todo esto ya es bastante doloroso para mi...". Desde ese momento estaría abierto a todo tipo de posibilidades.
El santuario entero estaba enterado de la relación que había entre ellos, ya era algo común verlos juntos. Lo mismo para otra pareja, como por ejemplo Milo y Camus. Circulaban rumores sobre Shura y DeathMask, se hablaba que ellos eran amantes, pero nadie sabia bien como eran las cosas. Durante los primeros días a más de uno le extrañó ese alejamiento entre Shaka y Mu, eso fue hasta que los rumores se tornaron información cierta: ambos estaban peleados. Esa situación era perfecta para algunos caballeros, en especial Saga, quien tenía a Shaka en la mira.
Se podría decir que la mansión dejó de ser aquel lugar vacío y tranquilo, del cual uno podía aprovechar para descansar. Era todo un caos, los pasillos un desastre, botellas tiradas, gritos, risas, etc. Se suponía que Shion debía tranquilizarlos un poco, pero las cosas se le iban de las manos. Al menos era eso lo que pensaba Saori. A la semana de su llegada, más precisamente el sábado, se juntaron todos a cenar. Para esa noche los caballeros tenian planeado hacer una de sus fiestas. Habían terminado de cenar cuando Saori se levanta y da las buenas noches (que aburrida, ¡Un sábado!). Ni bien Shion la ve subir por las escaleras y alejarse del comedor, le hace una seña a Dohko, quien fue corriendo a la heladera para buscar las bebidas.
- ¡Hey! ¿Alguno me va a ayudar? No pensaran que yo traiga todo - mirando a los caballeros - Tu, Shiryu, ven.
- ¿Eh? Si, si maestro.
- Bien ya que la bruja, digo, Saori se fue, podemos empezar con la fiesta - dijo Shion con una tremenda sonrisa en su cara mientras corría a buscar el equipo de música -
Al rato Dohko y Shiryu volvieron con un cargamento de cervezas, vodka, ron, Coca Cola, y todos los elementos necesarios para preparar buenos tragos.
Aldebarán se ofreció para hacer su trago favorito, había comprado el elemento necesario para ello, limas. Prepararía caipiriñas para todos los que quisieran, ese era un trago muy característico que su país natal: Brasil. Hyoga lo acompaño, pero le dio el toque de su Rusia natal utilizando vodka.
Salvo los que no tomaban (Shiryu, Shaka y Shun) y Dohko y Hyoga que parecían tener una resistencia al alcohol, el resto no estaba en sus cabales. Seiya quedó dormido sobre el sofá con la cuarta botella de cerveza, Aioros y Aioria bailaban sobre la mesa (Aioria estaba completamente borracho). Dio un muy gracioso espectáculo cuando tropezó y se enterró de cabeza en el suelo. El primero en soltar la carcajada fue Aioros, pero su hermanito menor lo agarra del pie y lo tira (que angelito). Ambos terminan matándose de la risa en el suelo. En un costado un grupito se había puesto a hablar, Dohko les contaba cosas bastante graciosas.
- Ay, chicos, me dan pena - comienza a decir Dohko en tono de sermón, dirigiéndose a Shura, Shiryu, Mu y a algunos más - En mis épocas no éramos así, ¿Verdad Shion? - quien miraba para otro lado - Antes disfrutábamos más, si tendremos anécdotas para contarles... Shion, ¿Recuerdas esa noche en que estábamos de viaje y conocimos a esas chicas? Que tiempos aquellos.
- ¿De que hablas? - algo sorprendido y sin saber a que se refería exactamente Dohko -
- ¡Vamos! ¿No te acuerdas de esas cuatro chicas que parecían super santitas pero que de santas no tenían nada? ¡Que bien la pasamos los seis! ¡Dos para cada uno! Jajajaja - matándose de la risa - Que tiempos aquellos.
- ¡Oh, no! Tierra trágame por favor - murmuraba Shion -
Mu miraba de soslayo a su maestro. "Y pensar que era todo un ejemplo para mi" - se decía para sí, mientras tomaba un trago -
- Te oí Shion, y no es para tanto. No habrá ningún menor de edad, ¿No? Pues voy a contar cosas que...
- Podríamos dejarlo para otro día, no lo crees - dijo Shion al tiempo que le tapaba la boca a Dohko - Shiryu esta pensando muy mal de ti... ¡Mu! No creas nada de lo que este sinvergüenza diga, es que esta señil el pobre.
- ¿Señil? ¡Ja! ¿Y tu? Naciste ayer, señil, seguro - haciéndose el ofendido -, todos ven que estoy tan guapo como siempre - algunos caballeros se miraron entre ellos -
- Claro, pensando mal de mi. Mu - dirigiéndose al caballero - si supieras las cosas que Shion hacia a tu edad.
- ¡¡Shhhhhhh!! - tratando de evitar que Dohko hablase -, no le hagas caso.
- Claro, se supone que tu debes dar el ejemplo - continuó Dohko -
- Y yo pense que era todo un aburrido - dijo Shura como si pensara en voz alta -
- No hables así de mi maestro - dándole un codazo -
- No hables mal así de mi - ahora Shion le daba un codazo a Shura -
- No hables así de mi amigo - Dohko aprovechaba para molestar dándole otro codazo -
- ¿Alguien más quiere golpearme? - mirando al resto con tremendas ganas de usar su técnica Excalibur contra el que se le acercara -
- Claro, es obvio que debo dar el ejemplo - hubo risas entre los caballeros -, y más si debo ser la niñera del santuario. Esa bruja me revivió para no ser ella la que los cuide, ¡¿Quién se cree?! Si hubiera sabido seguía muerto.
Mientras tanto Ikki se encontraba muy meloso con Hyoga, como le gustaba ese rubio. Pero hasta ahí llegaba lo que sentía por el. Sólo le gustaba. Ambos estaban en el balcón, Hyoga tomaba vodka con hielo y limón, Ikki prefería la cerveza negra. Desde lejos había alguien que observaba a la pareja, alguien que estaba terriblemente enamorado del cisne de hielo. Que injusta era la vida, pero Shun no quería hacerle daño a su hermano. Siempre creyó que Ikki y Hyoga estaban enamorados, nada más lejos que la realidad. Fue por eso que no quiso entrometerse en la relación que había entre ellos; si tan solo supiera que el caballero del Cisne estaba algo confuso con sus sentimientos.

Saga observaba de lejos las delicadas facciones de Shaka. Había algo en sus ojos que lo llamaba, tenían un extraño misterio. Saga no era de confesar sus sentimientos, al contrario de su hermano gemelo, Kanon, que era más visceral. Desde hacía tiempo que le gustaba Shaka, pero el no llamaba amor a esa sensación. Era más que nada atracción, en el fondo el realmente no amaba a nadie, no hasta ese momento. Ahora que Shaka y Mu ya no son pareja tendría la oportunidad perfecta para acercarse, siempre que nadie le ganara la mano. Era ahora o nunca, había que empezar a mover las piezas. Otro que tenia el mismo plan era su hermano gemelo, sólo que Kanon lo único que quería con Shaka era llevárselo a la cama. Ya se estaba relamiendo con la idea, sospechaba que Saga estaba detrás del rubio. Lo conocía demasiado bien, conocía cada paso que hacía su hermano. Sin embargo el estaba seguro que Saga no sabia nada sobre sus planes, cosa que según él lo aventajaba.

Afrodita era otra de las caras tristes de la fiesta, aunque debido a la poca luz nadie se daba cuenta de ello. Tomando un aguado whisky debido al hielo observaba como a escasos metros de el una pareja se divertía: Shura y DeathMask. Cuanto amaba a DeathMask, pero no era de el, era de Shura. El caballero de Piscis nunca se animó a acercársele, tenia miedo a ser rechazado. Ya levaba mucho tiempo de amarlo en silencio y se estaba cansando de ello. "No puedo perder mi vida amando a alguien que no lo merece..." - se decía - "No se si no lo merece... pero... los veo tan bien..." - refiriéndose también a Shura -. DeathMask nunca vio en Afrodita algo más allá que un amigo. No tenia muchas opciones, la única viable era hablar con Aioros. Tenía que animarse a hablar con el caballero de Sagitario, el también amaba a su mejor amigo en silencio, se le notaba en la cara. "Quizá... los dos podamos hacer algo." - se decía, aunque no muy seguro -

Ya era muy tarde, los que no estaban tirados en el suelo se retiraban a las habitaciones. Ikki después de un largo rato en el balcón con Hyoga - y sin saber que Shun los estuvo conpemplando por largo tiempo - se fue a su habitación junto con el cisne. Al los obstáculos del living, botellas, parlantes, Seiya, más botellas, sillas tiradas, vio a Shaka hablar animadamente con Saga. Volvio a quedar prendido del bello rostro del caballero de Virgo, y sintió una punzada de ¿Celos? cuando lo vio con Saga. Sentía que debía observar a Shaka, que debía dejarse llevar por el azul cielo de sus ojos, como si fuera hechizado por ellos, aun desde lejos. Shaka lo siguió por un momento con la mirada, cosa que hizo que Ikki aminorara la marcha para irse con Hyoga. Sin duda sería otra noche de lujuria con el cisne.

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