Capítulo 3: Un interesante encuentro
Una vez más Ikki despierta y observa a Hyoga durmiendo profundamente a su lado. Era bastante temprano, aun para lo poco que había podido dormir. Los domingos nadie se levantaba temprano salvo Saori que aprovechaba para hacer algunas cosas o su hermano Shun que como todas mañanas salía a correr. Miró al caballero del cisne por algunos momentos, se veía tan tranquilo hasta casi sonreía cosa difícil a veces en Hyoga. Sin duda ambos eran dos almas solitarias que tomaron un camino juntos, mas no estaban obligadas a hacerlo. Era divertido dormir con él y de ahí no pasaba la relación. "Buenos amantes" - era lo que Ikki se decía cada vez que pensaba en la relación de ambos, esa era la definición -. Era hora de que Ikki abriera su corazón pero nunca elegiría a Hyoga para enamorarse, jamás sintió algo así por Hyoga. Una cosa era ser su amante otra - muy distinta - era ser su pareja. ¿A quién elegiría entonces? De los que conocía - o creía conocer - no se le ocurría ninguno. En ese momento la imagen de Shaka mirándolo se le aparece en su mente mientras observaba al rubio. "¿Por qué pienso en ese rubio sin gracia?" - pensaba -. El no nunca creyó en el amor a primera vista, aun así no pudo negar que tenía la imagen del caballero de Virgo presente en su cabeza. "¿Eso significa que me podría llegar a interesar? - se preguntaba algo confuso sin evitar sonreír por ello -. Hyoga aun no despertaba; recordó que ambos habían hecho una promesa, el que primero se enamorase de alguien debía decirlo, para así evitar confusiones. Ese era el pacto, el cual debía cumplirse. Sin embargo Hyoga últimamente no estaba muy conforme con su vida sentimental, un viejo anhelo resurgió en su corazón y con ello una confusión.
Saga había invitado a Shaka a salir esa tarde, "¿Por qué no damos una vuelta mañana a la tarde?" - habían sido las palabras de Saga la noche anterior -. Shaka no puso ninguna objeción, le vendría bien para distenderse un poco. Esperó que Mu no pensara mal de el si se enteraba que salía con Saga - aun estaba algo preocupado -, no lo tomaba exactamente como una cita pero no por eso deseaba que lo tildaran de insensible o algo así.
Luego del almuerzo al que solo asistieron los sobrevivientes de la noche anterior (fue humanamente imposible despertar a Seiya); ni bien pudo Afrodita se acercó a Aioros para hablar con él.
- Aioros, ¿Puedo hablar un momento contigo? - deteniéndolo a la salida del comedor -
- ¿Eh? Si, claro. Te veo luego Aioria - haciéndole una seña a su hermano -
Afrodita lo llevó al jardín, allí estarían más tranquilos.
- Mira, seré claro - comenzó a decir Afrodita en un tono nervioso -, ¿Qué sientes tu por Shura?
- ¡¿Qué?! - muy sorprendido ante la pregunta -
- Vamos Aioros, se te nota en la cara lo que sientes por él - Aioros lo miró algo molesto, no le gustaban que se entrometieran es sus sentimientos -
- ¿Y que hay con eso? ¿Acaso tu...?
- Espera, no me malentiendas - interrumpiendo al caballero de Sagitario al darse cuenta que había hablado demasiado -. Yo... en realidad quería saber que había entre DeathMask y Shura, yo se que el es tu mejor amigo... - no sabiendo casi como continuar al ver la expresión de Aioros - Yo... Yo estoy enamorado de DeathMask - sonrojándose -
- Ah, comprendo - dijo un Aioros más tranquilo cambiando la expresión de su rostro -, si ya se a que te refieres. Eso quisiera saber yo Afrodita - tomándose unos momentos para pensar - Comprendo lo que sientes, no ser correspondido es... horrible - bajando tristemente la mirada -. Shura ha sido siempre mi mejor amigo y en honor a esa relación nunca le confesé lo que realmente siento por el. ¿Se nota mucho?
- Sólo si uno está muy atento - contestándole con una sonrisa -. Yo también estoy enamorado pero no se que hacer, no se si vale la pena realmente hacer algo. Los veo bien juntos, pero no se que hay exactamente entre ellos. Oí que eran amantes pero nada más, yo quería saber si tu sabias algo ya que Shura es tu amigo.
- Nunca me metí en su relación por lo que no se si se aman. Cualquier cosa que yo pueda decirte será poco objetiva, ya que yo deseo que tal sentimiento no exista entre ellos. ¿Comprendes?. Muchas veces pensé en decirle a Shura pero no sería justo, por nuestra amistad.
- ¿Justo? Yo no veo que seas justo contigo Aioros - notando la melancolía en su mirada - Deberás arriesgarte... - comenzando a reírse -. Mira quien te habla de arriesgarse, no me hagas caso. Yo no me atrevo a decirle nada a DeathMask, siempre temí que me rechazara. Pero he llegado a un punto en mi vida en el cual me he planteado comenzar a jugarme por las cosas que siento, tratando de encontrar el valor en aquellos lugares inimaginados.
Aioros observó el rostro del caballero de Piscis y sonrió. Afrodita lo miró cuando el puso una mano en su hombro.
- Te deseo suerte, se más valiente que yo - dándole ánimos -
- ¿No cuento contigo entonces? - mirando atentamente al caballero de Sagitario -
- Yo... no lo se. Trata de comprenderme por favor, no me gustaría perder su amistad.
Afrodita dejó a Aioros en el jardín sintiéndose mucho más animado que antes, aun así le seria difícil acercarse a DeathMask dado que cada vez que intentaba hablarle o bien tartamudeaba de nervios o sólo le salían monosílabos.
Kanon estaba buscando a Saga por toda la mansión, se lo veía frenético. Era raro verlos separados, más allá de las peleas que había entre ellos no dejaban de ser muy unidos.
- ¡Milo! - gritó Kanon mientras lo alcanzaba en vestíbulo de la mansión - ¿Has visto a mi hermano?
- ¿A Saga? - tomándose unos segundos para pensar -, si... creo haberlo visto salir con Shaka.
- ¿Qué? ¡No! ¡Maldita copia barata! ¡Me ganó de mano! - como pensando en voz alta -
- ¿Cómo? - se reía Milo - ¿Acaso tu también estas detrás de Shaka?. Vaya, todos detrás de la carroña. Sabía que Saga le había echado el ojo, pero como estaba con Mu no se atrevía a hacer nada. Ahora me entero que tu también estas detrás del rubio.
- Ese es mi problema - contestó Kanon sintiéndose ofendido -
- Pues al parecer por lo que oí tu hermanito lo invitó a salir, si deseas algo con ese rubio tendrás que apurarte - con un dejo de su típico sarcasmo -
Kanon se fue furioso de la mansión, Milo lo quedó mirando, se reía del pobre. "Sigan soñando, Shaka nunca les dará más importancia de la que merecen" - pensaba el caballero de Escorpio -.
La cita con Saga no fue muy emocionante, solo salieron un rato a caminar y a tomar algo, nada más que eso. Notó interés por parte de Saga hacia él pero también notó cierta inseguridad. Ambos se separaron en el centro comercial, Saga había quedado en hacer unas cosas con Saori para la fundación (hasta un domingo los hacía trabajar la negrera). Shaka decidió entrar al shopping mall y ver de paso algunas vidrieras. "Si sabía traía a Afrodita para que me de consejos de moda" - se decía al tiempo que sonreía -. Había cosas interesantes en los elegantes locales del shopping, pero nada le gustaba, "No es mi estilo" - pensaba el caballero de Virgo -. Se detiene en uno de los locales del segundo piso, la ropa para hombres del local era moderna y elegante. Estaba por irse de allí cuando ve un rostro familiar dentro, si sus ojos no le engañaban era el mismísimo Ikki quien se encontraba allí probándose una camisa negra. Shaka entró al local de forma inconsciente, como si sus pies lo llevarán adentro. Se dio cuenta fácilmente que Ikki estaba indeciso sobre que camisa comprar.
- Yo que vos elijo la azul oscuro, combina con tus ojos - dice el rubio al tiempo que mostraba una hermosa sonrisa -
Ikki voltea sorprendido, no esperaba ver a nadie conocido allí y mucho menos a Shaka. Sin darse cuenta su corazón comenzó a acelerarse al ver la expresión sonriente en el angelical rostro.
- Pues realmente no me decido, ¿La azul dices? - el rubio asintió -. Bueno, entonces me llevo la azul - indicándole al vendedor que llevaba esa -
- No tenia idea que este era tu estilo - refiriéndose a la ropa -. Siempre te veo muy sport.
- Bueno, a veces me gusta vestir bien - le contestó el Fénix mientras pagaba su compra -. ¿Y tu? ¿No te gusta este estilo?
- No para mi. He pensado en pedirle consejos a Afrodita sobre ello - riéndose de su propio comentario -, en realidad soy muy sport.
Era cierto, Shaka hacia tiempo que vestía jeans y remeras deportivas. Sus marcas favoritas eran Adidas y Puma, aunque también usaba otras.
- Eso lo veo muy claramente, hoy te sponsorea Puma - riéndose -
- Tienes razón - viéndose la ropa, Shaka no se había dado cuenta que llevaba remera y pantalón negro y campera de acetato naranja todas de marca Puma - No me había dado cuenta. A veces me sponsorea Adidas - tratando de continuar con la broma -.
Ikki nunca había planeado encontrarse con Shaka ni mucho menos terminar paseando con él en el centro comercial. Sin embargo no la pasó mal, al contrario, se sorprendió al darse cuenta de que Shaka era muy agradable y que lograba sacarle más de una sonrisa. A veces le parecía que los ojos azul cielo del rubio trataban de ir más allá de su alma, sentía que en esos ojos había una magia muy misteriosa que trataba de atraparlo. Nunca se había sentido así, era como si algo lo incitaba a descubrir que había más allá de esos ojos.
Para Ikki el tiempo comenzó a pasar increíblemente rápido, de la misma manera que esas veces cuando uno espera algo con ansias y cuando lo logra el tiempo parece desaparecer. Así fue con Shaka, lo encontró por casualidad a eso de las seis de la tarde y ya eran las nueve y media de la noche, y aun continuaban hablando.
- ¡Ops! - exclamó Ikki al tiempo que miraba su reloj - Será mejor que vayamos a la casa o comeremos las sobras de Seiya, si es que deja alguna.
- Pero recuerda que lo tenemos a Aldebarán, los platos quedaran limpitos - riéndose -
- Vamos - levantándose de la silla del bar -, tengo mi automóvil en la cochera.
Al rato Ikki llega junto con Shaka, se encaminaron directamente al comedor pues todos estaba allí. Seiya quería empezar a comer, como no lo dejaron comenzó a aniquilar cada una de las paneras. Aun no empezaban dado que no solo faltaban Shaka e Ikki sino también Saori, Shaka y Aioria.
Kanon observó desde un extremo de la mesa con mucho odio a Ikki quien estaba muy cerca de Shaka y hablaba muy animadamente con él.
- ¡Y hasta se sientan juntos! - dice en voz baja con un tono molesto casi gruñendo -
- Te lo dije - señaló Milo que se sentaba a su lado, con aires de suficiencia -, se te iba a adelantar, aunque... me sorprende algo, ¿No salía con tu hermano?
- Tu me dijiste eso Milo, pero de ahí en más no se - sin cambiar el tono -
"¿Dónde demonios está mi hermano?" - se preguntaba Kanon al ver que no llegaba -. Cuando a Kanon se le metía algo en la cabeza era difícil quitárselo - al igual que Saga -, como sea: iba a llevarse a ese rubio a la cama, ya sea por las buenas o por las malas.
- ¡Hey todos, escúchenme! - dijo Dohko levantándose ni bien terminaron de cenar -, propongo hacer una salida, ¿Qué les parece? - mirando al grupo -
Se escucharon algunos murmullos de asentimiento.
- Bueno... ¿Nos acompañas Saori? - preguntó por mera cortesía, no tenia ni ganas que la boba fuera con ellos -
- No gracias, debo estar levantada a primera hora mañana por la mañana - sonriendo - "Mejor que se vayan, así no destrozan mi linda mansión" - pensó la chica -
- Bien... entonces nos vemos en media hora en el vestíbulo - concluyó Dohko -
Todos se levantaron y se dirigieron a sus habitaciones. Mientras Dohko se dirigía hacia la suya alguien lo tomó por el hombro.
- ¡Hey! ¿Cómo es que te das atribuciones de jefe aquí? - preguntó Shion en tono ofendido -
- Te has vuelto muy aburrido, ¿Sabes? - riéndose -, ahora que hemos vuelto a ser jóvenes deberíamos aprovechar a salir, a divertirnos.
- Pero... - comenzó decir Shion -
- Te tomas con demasiada seriedad tu puesto - le comentó el caballero de Libra -, no trates a los muchachos como niños.
- ¡Se comportan como tal! - exclamó Shion - ¿O no lo ves?
- Sé que por más que parezcamos jóvenes no lo somos, así que creo que lo mejor será no peocuparnos demasiado - acercándose peligrosamente al "viejo" caballero de Aries - Podríamos recordar viejos tiempos, ¿No te parece? - acercándose más -
- No gracias - escabulléndose el patriarca del Santuario -
- ¡Pero si la pasábamos muy bien! - le gritó Dohko al tiempo que se reía -
Shaka estaba junto con el resto en el vestíbulo, estaban por ir a buscar algunos coches. Usarían los de los chicos de bronce y un par más de Saori - ya que no cabrían todos -. El rubio buscó con la mirada a Ikki para escabullirse con él en su coche, idea que fue totalmente borrada de su mente al ver a Hyoga demasiado cerca del Fénix. En eso Saga se le acerca, con la intención de llevarlo en el coche prestado por Saori.
- Tu ven conmigo - tomando Saga a Shaka de la mano, sorprendiéndose éste último -
Shaka siguió al caballero de Géminis, no sin volver la vista hacia Ikki. Imposible le fue evitar sentir una sensación rara, como si no le gustara que estuviese muy cerca de Hyoga. ¿Celos acaso?. No llegó a responderse esa pregunta pues era arrastrado por Saga hasta el coche. Una vez que todos estuvieron repartidos en los coches se dirigieron a una discoteca de moda con el objetivo de pasar un buen rato.
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