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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: uno cree que todo es normal pero los demas notan lo que uno se niega a ver, seguir el pasado o escapar de el?, ichigo corre!!
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.

Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.

Todo queda en Familia.
Capitulo 10
Uno más uno es igual a tres?

Por dos meses!, dos meses soportando callada las incontables visitas de un pelirrojo a su querido nii – sama, tantas veces que tuvo que hacerse prácticamente la que no vio nada pero si vio todo, como se maldecía de estar en los momentos y lugares equivocados de su propia casa, era realmente insoportable mirar como Renji se escabullía casi todas las noches dentro de su hogar y pasaba una noche con su hermano para después huir cual ladrón al amanecer, a veces podía escucharlo caer por las escaleras al tratar de escapar mientras se ponía los pantalones a la vez, otras veces se ocultaba tras las casi transparentes cortinas de la sala, otras se lo tropezaba con angustia en el baño, metido dentro de la bañera y ella como buena hermana se hacia la vista gorda volviéndose de sus pasos para darle chance a escapar, pero ya ese jueguito le estaba hartando y su hermano empezaba a actuar más extraño que nunca gracias a ese amor loco que se tenía con el pelirrojo.

- Buenos días. – Rukia miro con cautela hacia la cocina no sea que Renji este oculto bajo la mesa como una vez sucedió. –
- Vas a salir vestida así?. – Byakuya le hecho una mirada analítica y seria a la indumentaria de su hermana. –
- Que tiene de especial mi ropa?. – se miro con calma el suéter grueso de lana blanco y una falda a media pierna de jeans. –
- Hace mucho frio allí afuera. – señalo con su dedo la ventana de la cocina y como estaba un poco empañada. –
- No creo que sea mucho nii – sama. – estaba impresionada como su hermano ahora parecía ser friolento. –
- Nunca es mucho… - sin pérdida de tiempo se puso de pie y tomo un grueso abrigo negro que colgaba sobre un pequeño perchero cerca de la puerta que daba a la calle. – con eso no te enfermaras.
- Pero… - miro mas impresionada como Byakuya le ponía el abrigo y le completaba la labor besando su frente como si fuera una madre abnegada con su hijo. –
- Tienes clases temprano?. – se alejo como si nada de Rukia. -
- Eh… si. – sus mejillas parecían que hervían de pena por el beso. –
- Ve con cuidado… hoy yo iré mas tarde, debo hacer unas cosas antes. – sonrió como nunca antes lo había hecho a su hermana. –
- Adiós… - su quijada estaba que caía al suelo, recogió su bolso y salió de la casa con un rostro de total asombro. – me cambiaron a mi nii – sama!!
Mientras Rukia parece no salir del asombro por cómo se porta un enamorado Byakuya, en casa de otra familia también las cosas se ponían sospechosas, para Isshin su hijo había llegado muy extraño la noche anterior, estaba medio perdido en su mundo pero no con ese desanimo que antes le causaba apatía, llego muy tarde y tratando de soportar el frio de la noche ya que por cosas extrañas la chaqueta con que salió no regreso con él, Yuzu estaba muy curiosa por saber que paso con el gatito pero como su hermano llego tan tarde no le pudo preguntar si no hasta esa mañana cuando su padre entro de golpe a la habitación de Ichigo al notar que este no se levanto temprano como siempre para ir a la universidad.
- A LEVANTAR ESE TRACERO DE LA CAMA!! – tomo la gruesa colcha donde estaba enrollado el pelos de naranja y sin piedad alguna la jalo de golpe haciendo que el ocupante de la cama callera al suelo de cabeza. –
- HUUUUAAAA!! …QUE DEMONIOS TE PASA!!... – al fin logro ver al causante de su tremendo golpe en la cabeza. – viejo… PORQUE ME SACASTE DE LA CAMA ASI!!.
- Ya acabo la hora de dormir bello durmiente!!, llegaras tarde a clases!!. – su mirada divertida paso a una de asombro total mientras veía a su hijo todavía sentado en el suelo y sobando su cabeza. – Ichigo…
- Qué?. – gruño enfadado al tiempo que trataba de ponerse de pie otra vez. –
Isshin camino hasta la puerta de la habitación y la cerro con llave dejándolos a él y a su aturdido hijo solos, paso siguiente camino hasta donde su muchacho y le dio un enorme abrazo que confundió el doble a Ichigo.
- Viejo... viejo. ya es suficiente… - estaba realmente apenado por lo que hacía su padre. –
- Hijo mío ya eres todo un hombre!!. – se separo del abrazo y miro con risita contenida al cuello de Ichigo. –
- Que… - acordándose que estaba solo en camiseta se maldijo por no tapar a tiempo aquel descarado chupete que le había hecho Grimmjow la noche anterior. – no es… lo que piensas…
- Está bien, picaron. – codeo con diversión a su hijo. – pero… ojo… tienen que cuidarse… no queremos nietos por aquí todavía.
- Nietos… - su rostro paso a un rojo intenso, por esas palabras su padre juraba que estaba con una chica y esa chica le había hecho ese moretón. –
- Ya sabes, seguridad ante todo, baja a comer que llegaras tarde. – le dio una palmadita en la espalda y salió de la habitación sonriente y feliz. –
- Maldito Grimmjow… - se llevo la mano al chupete. – tendré que tener más cuidado para la próxima.
Con algo de prisa se vistió y salió a desayunar cualquier tontería para dar tiempo a llegar a la universidad, apenas bajo las escaleras noto que su padre cerraba la puerta de la casa y caminaba con algo muy peculiar entre sus manos, Ichigo noto de inmediato lo que era, y en verdad no le quedaba tiempo para curiosear como su viejo registraba con mala cara un enorme ramo de rosas rojas en busca de la tarjeta para saber quién era el atrevido que le había mandado semejante ramo a una de sus inocentes hijas esa mañana.
- Donde demonios.. auh!!... condenadas rosas!!... donde metió ese roba hijas la tarjeta auh!!... – se pinchaba los dedos cada vez que metía la mano en el ramo. – JA JA JA LA TENGO!!.
- Viejo deja esa tarjeta en paz! – Karin intento quitarle la pobre tarjetita blanca que traía el ramo. –
- Con que no quieres que vea el nombre de tu novio!. – su mirada pareció cambiar a una mas iracunda que antes. –
- YO NO TENGO NOVIO!!. – gruño ofendida la morena al tiempo que jaloneaba la tarjeta con su padre para quitársela. –
- Entonces!! Porque no quieres que la vea?. – afilo una mirada de sospecha sobre Karin. –
- Porque si no es para mí es para Yuzu y ella merece respeto también!. – jalo más aun la tarjetita. –
- Para… mi pequeña Yuzu!! – ahora sí que estaba de infarto papa Kurosaki –
- Pueden seguir discutiendo, yo me voy!. – Ichigo decidió apartarse de aquella escamaruza a tiempo pero mientras padre e hija jalaban de la tarjeta con ganas, esta salió disparada de sus manos y cayó a los pies de Ichigo. –
- QUE DICEEEE!. – Isshin se abrazo a su hijo con fuerzas para no dejarle ir con la respuesta de quien era el que las mando. –
Sin muchos ánimos Ichigo miro la tarjetita y su cara paso de seria y desinteresada a una totalmente asombrada y fuera de lugar, la tarjeta tenía una dedicatoria nada romántica que decía así: “Esto es por las veces que me pateaste, gritaste y te negaste a ser mío… sin duda lo disfrute, Grimmjow Jeaguer jaques.” Para cuando el pobre de Ichigo leyó aquello no le quedo de otra que salir corriendo de la casa a toda prisa con la tarjetita muy apretada entre sus manos, aquellas carreras que daba a diario para alcanzar el autobús le sirvieron de mucho ya que su padre se le unió a la persecución vestido solo en franela y calzoncillos de corazones, le carcomía la duda y ahora más al ver que su hijo también quería ocultar la procedencia de ese ramo de rosas, Ichigo miro que su padre a pesar de la edad estaba dándole alcance, estaba perdido si leía la tarjeta, no sabía bien que iba a hacer pero su salvación le freno casi encima cuando estaba por cruzar la calle, el autobús de la universidad le abrió las puertas y este subió acelerado al mismo.
- ICHIGO!!! DAME ESA TARJETA! – Isshin estaba a dos pasos del autobús pero no le dio tiempo de entrar ya que las puertas se le cerraron en sus narices. –
- No conozco a ese señor, arranque!!. – Ichigo se dio la vuelta y le suplico al conductor que no le dejara subir. –
Al conductor del autobús no le pareció nada prudente dejar subir a un hombre en ropa interior y pegando gritos, con un hondo suspiro Ichigo se sentó donde siempre y guardo la tarjeta entre sus ropas, debía eliminarla de la faz de la tierra apenas pudiera, a su lado estaba Keigo mirando mudo el nuevo espectáculo que les brindo Ichigo hoy.
- Eso fue extraño. – Keigo mira hacia atrás donde se quedo el padre de Ichigo visiblemente molesto. – ese no era tu viejo?.
- No amaneció de buenas. – se encogió de hombros con desinterés. –
- Que le hiciste?, un padre no va persiguiendo a su hijo en ropa interior por medio de la calle solo por no andar de buenas.
- Quieres que vuelva a dejar de hablarte como hace dos meses?.
- No… yo me disculpe por el comentario así que no pregunto más. – suspiro audiblemente por el mal humor con que llego su amigo ese día, no tenía intenciones de volver a molestarlo. –
Después de una llegada movida, el día en la universidad pareció calmado, había algunos preparativos para la llegada de las vacaciones de invierno y las festividades navideñas que pronto llegarían, un stop en los estudios muy deseado por la mayoría de los estudiantes, un respiro merecido para los profesores y también mucho más trabajo para el rector Byakuya que debía dejar todo en orden para cuando empezara el año otra vez y su secretaria también estaba atestada de informes de los profesores, notas que pasar, evaluaciones que archivar, y eso que solo era la secretaria pero igual debía poner un esfuerzo enorme por ordenar lo que después iría a parar a manos del Kuchiki.
- Por todos los dioses… no pasan de las 10 de la mañana y ya muero por un sake!. – susurro Matsumoto enterrada en montones de papeles y mas papeles. –
- Si quieres te invito uno. – una voz seductora le taladro el oído en un segundo. –
- Que haces aquí!. – levanto de golpe la cabeza hacia donde estaba la puerta de la oficina del rector. – sabes que no puedes venir por aquí cuando te provoque.
- Bah… no le temo al rector, además, se nota que estas muy estresada hoy. – el hombre camino con paso seguro hasta donde la chica. –
- Por favor… ahora no es momento de empezar tus flirteos conmigo. – un enorme puchero se hizo en los labios de Rangiku. –
- Lo seguiré haciendo hasta que me aceptes. – sin pena alguna deslizo su blanca mano hacia el cuello de la chica hasta tomar la delicada cadena que colgaba atrevida entre los pechos de la misma. – no dejas de ponerte lo que te regale.
- Solo eso me recuerda un fallido romance. – alejo con molestia la mano del hombre. –
- Quiero volver contigo… me hace falta sentir el calor de tus besos… la sensación de tenerte debajo de mi… sabes que te gusto. – susurro descarado al oído de la chica. –
- Crees que estaré siempre dispuesta a aceptarte, estas muy equivocado!. – sin pena alguna le alejo al ponerse de pie. – debo trabajar.
- Ok… pero no olvides que vienen fiestas navideñas, en esa época uno puede sentirse tan solo. – el hombre de mirada zorruna se despidió con un ademan de manos. –
- Adiós Gin. – tomo entre sus manos algunas carpetas y se dispuso a entregarlas a su jefe. – como se atreve a proponerme volver con él!.
Matsumoto se remedaba a si misma de no cometer otra vez el mismo error de salir con un hombre tan extraño como el profesor Ishimaru, ya había tenido muchos problemas para buscárselos otra vez y mas al saber de malas fuentes por los pasillos de la universidad que ese hombre estaba teniendo un amorío con un estudiante, no era capaz de creerlo pero la cautela nunca le faltaba, con eso en mente abrió de golpe la puerta de la oficina y sin avisar, sus ojos no salieron del asombro al ver a su serio, trabajador, recatado y ordenado rector Byakuya durmiendo de lo lindo sentando en su escritorio y con la cabeza apoyada en un montón de papeles.
- Je..jefe?. – camino vacilante e incrédula todavía por la escena. –
Byakuya parecía dormir profundamente y muy cómodo, estaba todavía con el abrigo de calle puesto y a su lado había una enorme taza de chocolate caliente medio tomada, Matsumoto pensó que el pobre hombre se estaría muriendo de calor con todo eso puesto y encerrado allí, con cuidado dejo las carpetas en el escritorio y se dispuso a tratar de quitarle el abrigo a su jefe sin despertarle, se paso poco a poco por detrás de la silla para tomar uno de sus brazos y jalar la ropa con cuidado, pero la pobre no noto que la pequeña papelera donde Byakuya botaba la basura estaba atravesada y como imaginaran se la llevo por el medio y con ello hizo un gran escándalo despertando súbitamente a su jefe.
- Que.. paso?. – el moreno levanto la cabeza del escritorio adormilado. –
- Discúlpeme jefe… es que…. – la chica miro desconcertada el rostro del Kuchiki. – eh… jefe, tiene…
- Qué?. – agudizo la mirada hacia la expresión de gracia de su secretaria. –
- Tiene… una nota pegada a la mejilla.
- Cómo?. – tanteo su rostro y en seguida se quito la notita amarilla con molestia. –
- Se siente mal?. – acomodo la papelera notando en ese instante que la misma estaba llena de papeles de golosina vacios. –
- Solo… me dio pesadez en la vista, cerré los ojos y me dormí… - bajo la mirada un poco incomodo por lo que le sucedió. –
- Puede ser la gripe estacional… debería tomar algo caliente que no sea chocolate. – señalo la taza medio vacía en el escritorio. –
- Tenias algo que decirme?. – desvió el tema de la taza de chocolate, no quería tener que admitir que esa mañana le dieron unas enormes ganas de comer algo dulce. –
- Solo le traía algunos informes que dejaron los profesores de la facultad de odontología. – señalo con su dedo la carpeta que traía. –
- Ya los veo. – tomo uno del montón. – puedes irte.
- Si se vuelve a sentir mal me lo puede decir… - salió de la oficina rápidamente. –
Byakuya estaba actuando realmente extraño, tanto que hasta el se sorprendió de quedarse dormido en la oficina, no se había trasnochado más de lo normal por culpa de cierto pelirrojo pero también tenía mucho mas frio de lo normal y ese raro nuevo gusto por comer dulces en la mañana, estaba pensativo en sobre todo eso hasta que nuevamente la puerta de su oficina se abrió trayendo ahora a su “amante” trajeado de una manera única como era el, se podría decir que se les había escapado algún esquimal de la sala de exhibición de un museo.
- Que… demonios haces aquí y vestido así!!. – señalo el enorme, grueso, notorio y extravagante abrigo tipo esquimal color marrón que traía Renji puesto. –
- Estoy en un trabajo… pero quería pasar primero por aquí…
- Qué?, El trabajo era en algún iglú? – Byakuya le miro indignado por ese raro traje que esta vez se puso. –
- No me ofendas!, mal agradecido solo pase porque me preocupo como te deje esta mañana… - sin pedir permiso se sentó en una de las sillas de la oficina. –
- Si tanto te interesa mi estado de salud sabrás que no vomite, solo fueron nauseas… esa comida que trajiste anoche me cayó mal. – sentencio secamente para desviar el tema. –
- Igual estas medio extraño… - miro fijamente a su pareja. –
- Extraño eres tú con esas ropas, no sé cómo no te da vergüenza salir a la calle vestido así.
- Byakuya… no me ofendas. – siseo con molestia. –
- Retírate, tengo trabajo que hacer!. – sin previo aviso hizo una bola de papel y la lanzo a la cabeza de Renji.
- Vuelvo a repetirlo… no eres tú!. – trato de quitarse la bola de papel de su enorme abrigo. –
- Pues terminemos. – se cruzo de brazos sin ánimos. –
- No quiero. – se puso de pie y camino con paso seguro hasta Byakuya para después robarle un beso apasionado que dejo sin aliento al moreno. – estabas comiendo chocolate?
- No es tu problema. – sus mejillas estaban algo sonrojadas. –
- Si tu no comes chocolate!, la última vez que te quise dar uno me lo rechazaste!.
- Ya deja de molestar… - sin querer se le escapo un enorme bostezo que no pudo ocultar de Renji. –
- También estas que te duermes.
Aquella discusión pareció fuera de lugar pero Renji estaba notando cosas que el Kuchiki empezó a hacer que jamás imagino verlo hacer, el comer dulces, dormir en la oficina, llegar tarde, comer a deshoras y lo de abrigarse de mas también era curioso, parecía un raro cambio de actitud pero que mas daba, Byakuya no lo admitiría nunca, primero muerto que decir que alguien tiene razón en vez de él, después de discutir un poco más el pelirrojo se retiro a trabajar y dejo a su pareja mas pensativo sobre esos raros cambios que tenia y no quería prestarle atención. Pero cambiando de tema, recordaremos que Isshin se quedo con las ganas de saber quien había mandado ese enorme ramo de rosas rojas a su casa, pues saco la bella conclusión que eran de Ichigo, pero que no quería revelar el nombre de la chica que se las mando, pobre papa Kurosaki… así que empezó a hacer descarte, por cómo estaba el pelos de naranja y por lo que le había dicho la noche que llego tarde para tapar su retraso, le hizo confabular una estratagema detallada y que dejaría al descubierto a Ichigo y a su misteriosa novia, tomo en cuenta a las amigas de su hijo, de seguro era alguna de ellas, pero su radar “defectuoso” de padre se centro en una, la pequeña morena ya que Ichigo la uso como excusa esa noche, dijo que había llevado el gato al veterinario pero que después se había ido a casa de su amiga Rukia para completar un trabajo, Isshin sonrió descarado, sabía que Ichigo mentía y de manera nada creativa a su parecer, así que lo iba a desenmascarar pronto para vengar esa salida de su casa en paños menores.
- De que te ríes?. – Urahara mira que el director de la clínica reía solo cual vil loco al tiempo que ponía en orden algunos informes en su oficina. –
- De nada… pero sabes algo, manda a llamar a Rukia apenas llegue a la clínica, necesito hablar con ella. – se llevo las manos a la cabeza mientras se reclinaba en su silla. –
- Y… se podría saber de qué?. – pregunto curioso. –
- Tú sabes muy bien que mi hijo anda en algo raro… y ella lo sabe.
- (al fin lo nota… pensé que nadie se daría cuenta de que ese chico anda arrastrando la cobija por el paciente de aquella vez.) y en verdad la chica sabe?.
- Si… anoche tuvieron… ejem…. Mejor no ahondo en lo demás pero Ichigo llego tarde a la casa y dijo que estaba con ella… pero creo que paso algo mas… - se inclino repentinamente hacia Urahara. – creo que se emocionaron mucho y mi pequeño chico recibió un chupetito en el cuello.
- De Rukia?... ( pero si andaba tras el paciente… o sea que… se lograron encontrar a pesar de que escondí su historial!!... vaya que ese chico me engaño de lo lindo) si tu lo dices Isshin.
- Por eso voy a invitar a cenar a Rukia y a su familia esta noche… dejare en claro que no tienen que ocultar su cariño. – sonrió tranquilamente seguro de su treta. –
- Que genial idea… (pobre Isshin… como desearía decirle la verdad pero no debo ser yo quien le diga lo que verdaderamente su hijo quiere.) – Urahara suspiro quedamente para él. –
Aquella artimaña inventada por Isshin tendrá un resultado nunca antes visto, como deseaba, apenas Rukia piso la clínica junto con su amiga Orihime, Urahara aparto a la chica de su amiga y la hizo dirigirse donde el director, dentro un muy cariñoso papa Kurosaki le hizo la invitación para la cena con la excusa de que quería conocer a su familia y poder hablar mejor sobre lo buena que estaba resultando ella en su labor, Rukia se comió todo aquel cuento orgullosa y luego de ello llamo a su amado Nii – sama para darle la noticia.
- En verdad podrás venir?. – hablaba por su celular con su hermano. –
- Déjame ver… a qué hora será?. – miro con desanimo su agenda del día. –
- A las 8… es una cena con la familia de mi amigo Ichigo, su padre es el director de la clínica y quiere conocerte. – sonrió orgullosa. –
- Está bien… iré, estaré allí a las 8, no dejare que vayas sola a la casa de un grupo de hombres.
- Pero Nii – sama… el vive con sus hijas también. – Rukia renegó con su cabeza, a veces su hermano se pasaba de sobre protector. –
- No importa, allí estaré… y no olvides abrigarte bien. – tranco la llamada. –
- Que empeño se trae con lo de abrigarme!. – miro su celular con rostro resignado. –
Como recordaran Ichigo y había culminado su castigo de dos meses así que ese día decidió ni aparecer por la clínica de su padre, no tenía intenciones de generar otro encontronazo desagradable fuera de su casa, luego de quedarse casi toda la tarde en la biblioteca de la universidad terminando de recabar algunos datos para un informe final de año, se devolvió a su casa cuando ya era más de las 7 y media y el frio de la noche se colaba sin permiso debajo de su gruesa chaqueta, claro que no era la misma que dejo donde Grimmjow, esa tendría que ir a buscarla antes de que el desquiciado peli azul se le diera por mandarla por correo y con alguna otra nota “afectuosa” para él, renegó con la cabeza al pensar en el enorme ramo de rosas, parecía un detalle cursi pero la tarjetita le quito todo grado de color rosa al asunto, suspiro con desanimo, esa relación que empezaba a tener con aquel hombre podría ponerle en riesgo más adelante, no sabía si seguiría con él o si daría por terminado ese asunto de encuentros repentinos y fogosos, sin querer se llevo la mano al cuello donde tapaba muy discretamente aquel moretón amoroso con el cuello de su chaqueta.
- Si me descuido me dejara marcado de por vida… - sonrió con ironía pero pronto su sonrisa se borro cuando su nariz sintió un agradable aroma que provenía sin duda alguna de su casa. –
Sin mucha prisa camino hasta el pórtico y saco su juego de llaves para abrir mientras pensaba que de seguro su hermana Yuzu preparaba una de esas cenas que solo se hacen en ocasiones especiales, estaba a punto de girar la llave cuando un frenazo en seco tras él le hizo voltear hacia la acera, en ese justo instante de un moderno auto se pudo ver bajar a dos hombres teniendo una acalorada discusión sobre algo que no logro entender pero su rostro paso de curioso a asombrado al notar que uno de los hombres era nada más y nada menos que el hermano de su amiga Rukia y rector de la universidad de Karakura.
- Porque me sigues hasta aquí!. – sin prestar atención al pelos de naranja que estaba parado en el pórtico de la puerta frente a ellos siguió dando una muy buena discusión a su pareja. –
- Porque no voy a dejarte solo después de lo que paso esta tarde - Renji ya no con el estrafalario abrió de esquimal le trataba de sujetar el brazo al molesto Kuchiki. –
- No me agarres, no soy un enfermo.
- Deberías calmarte… estas muy alterado.
- Y como no estarlo si voy a una cena donde tú no estás invitado y me sigues!. – camino unos pasos hasta estar cerca de donde Ichigo. –
- Byakuya, te desmayaste! Acaso no sabes que tantas enfermedades pueden tener como síntoma un desmayo!.
- Yo sé una manera muy fácil de dejarte tirado en el suelo. – sin nada de pena le enseña su puño cerrado en alto. –
- Si quieres me golpeas pero no voy a dejarte solo. – sin pena alguna se acerca donde Byakuya y le rodea bruscamente entre sus brazos. – me preocupas…
- Yo… como que mejor entro… - Ichigo aun con los ojos como platos por la escena vista en frente de su casa decide pasar y dejar a esos dos con su rara discusión y entra rápidamente. –
Al cerrar la puerta otra enorme sorpresa le espera, su ramo de rosas estaba casi que siendo exhibido como trofeo en una pequeña mesa cerca del retrato de su fallecida madre, en otro lado de la sala estaba Yuzu acomodando la mesa del comedor y Karin le ayudaba también poniendo unos lindos candelabros de plata que fueron un regalo de bodas para sus padres hace años atrás, hasta allí la situación era rara pero no perturbadora, camino impresionada hasta la sala para tropezarse a su padre sentado en el sofá más grande de la misma y junto a él estaba su amiga Rukia riendo como loca y con una copa de vino en la mano.
- Qué demonios pasa aquí!. – sin pena alguna da unas grandes zancadas para ver de que tanto se reía su viejo con su mejor amiga. – FOTOS… MIAS…. DESNUDO!.
- JE JE JE JE JE JE... eras... tan lindo de bebe Ichigo!!. –Rukia sostenía sobre sus piernas un viejo álbum con fotografías de él cuando era solo un crio de meses. –
- VIEJO!! PORQUE SACASTE ESAS FOTOS!. – sin pena alguna le arrebata el álbum a la morena. –
- No te molestas hijo… si ella le pareció lindo verlas. – sonrió orgulloso hacia Rukia. –
- Estás loco… - se llevo la mano a la cabeza con fastidio. – y que se celebra hoy? Porque toda la casa esta tan arreglada?.
- Decidí conocer mejor a tu amiga y a su familia.
- Familia… - la imagen de Byakuya siendo apapachado por un pelirrojo que no conocía se le vino a la mente. – tu… hermano viene?.
- Si, es raro que no haya llegado. – Rukia mira su reloj de pulsera algo preocupada. –
Un incomodo silencio se hizo en la sala, Ichigo no quería decir que había visto al hermano de su amiga en una situación comprometedora con otro hombre pero para cuando intento cortar el silencio tocaron a la puerta y el estaba más que seguro de quienes se trataba. El mismo Isshin se puso de pie y camino hasta la puerta para recibir a su último invitado de la noche, delante de él se presento un centrado y serio Byakuya acompañado de un pelirrojo igual de serio, los saludos no se hicieron esperar pero para Rukia las sorpresas de la noche apenas empezaban.

Continuara…

Jejejeje a que ya saben quién es el primer premiado… err…. Es que no solo será uno XD… pero no los voy a asustar mucho mejor esperen a que pase lo del próximo capítulo je je je. Bueno… Grimmjow no es muy romántico que digamos o si lo es pero lo arruina con lo que escribe, Ichigo ocultando evidencias que igual serán descubiertas, mas detalles de ese raro encuentro de Matsumoto y Gin… no les parecerá bonito lo que planeo…. Sonrisa macabra… pero bueno esto debe ser entretenido y mas detalles después!!, espero les gustara y volví a cumplir con lo de subir los capítulos rápido, espero tener listo el próximo antes de que termine la semana!!, bueno gracias y nos leemos byeeeee. Otra vez saludos a mi amiga aurorita, manis que inspiraciones me das!!.

Próximo Capitulo:
Aunque Byakuya no lo crea.

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