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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: Byakuya le tiene miedo a los doctores?, porque Grimmjow le encanta tanto Ichigo?, y un secreto se revelara.
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.

Todo queda en Familia.
Capitulo 13
La carpeta de la verdad.

Habían pasado toda la noche conversando y tratando de poner en orden sus vidas, Byakuya por fin se había calmado lo suficiente como para dejar que Renji se le acercara y planteara sus ideas para el nuevo e inesperado miembro de la familia que llegaría en algunos meses, el pelirrojo sonaba ambicioso, positivo y se diría que hasta feliz de lo que paso, pero Byakuya era otra cosa, su rostro serio estaba a la orden del día, mal humorado más de lo normal y ahora con los nuevos síntomas de un embarazo pareció empeorar su personalidad.
- No quieres ir a vivir conmigo!. – el pelirrojo le suplicaba de rodillas y sujetando las manos del Kuchiki entre las suyas. –
- Ya te dije… no cambiare un solo patrón de mi vida.
- Eres terco, como no vas a cambiar nada, sabes que todo cambiara quieras o no quieras. – suspiro pesadamente al tiempo que reclinaba su cabeza de las piernas del moreno. –
- No quiero mudarme contigo, no quiero casarme contigo y no quiero que interfieras en más de lo estrictamente necesario.
- Pero Byakuya… soy el papa de ese bebe!. – quiso deslizar su mano hasta la cintura del moreno pero este le detuvo de aquel intento de cariño hacia el bebe. – ni te atrevas a ponerme un dedo allí.
- Ok… no te tocare mas… pero entiende que necesito estar contigo… con los dos!. – su mirada triste se poso en aquellos ojos serios y fríos de Byakuya. –
- Puedes… puedes… mudarte aquí. – como le costó decir eso. –
- EN SERIO!!. – dio un respingo de emoción. – podre estar con ustedes todo el tiempo!
- Pero eso no te dará derecho a tratarme como a una… una…
- Una embarazada?.
- Para la próxima que digas esa palabra te arrancare los labios con unas pinzas!. – se puso de pie con rapidez. – es hora de arreglar este desastre… ya se hace tiempo de ir a trabajar.
- Te vas a ir a trabajar sin haber dormido nada anoche?.
- Qué?, quieres que me reporte embarazado?.
- Eh…..
- Ni te atrevas a decir que si!!. – señalo furibundo al rostro de Renji. –
- Quisiera saber cómo vas a ocultar “eso” del resto del mundo.
- No lo voy a ocultar pero tampoco lo voy a decir a viva voz. – camino con paso seguro hasta el baño. – tráeme una bolsa… tengo que sacar todas estas pruebas del baño.
- Cómo pudiste hacer 22 exámenes de esos?. – siguió al moreno hasta el baño. – Byakuya eres realmente insoportable.
- Opino lo mismo de ti. – acaricio la mejilla de Renji con su mano. – date una ducha.
- Y no sería mejor si ahorramos agua, conservamos el ambiente y no perdemos tiempo… bañémonos juntos!. –se abrazo a Byakuya con emoción. –
- Solo por hoy. – mascullo algo incomodo por la propuesta de su amante y padre de su futuro hijo. –
- Oye…. – acerco sus labios al oído del Kuchiki. – y que tal si además de bañarnos… hacemos un rapidito?. – deslizo una de sus manos bajo la camisa del pijama de su pareja, acariciando con descaro aquella tersa piel. –
- No te creas con tanta suerte!. – trato de quitar la mano de Renji de aquel lugar pero le fue imposible al sentir como aquel hombre llevo sus dedos hasta uno de sus pezones causándole que un pequeño gemido saliera de sus labios por aquel contacto. –
- Que si podemos hacer un rapidito?. – sonrió descarado al tiempo que arrinconaba contra una de las paredes del baño a su pareja y con nada de delicadeza tomaba la camisa del pijama abriéndola de un jalón y saltando de inmediato los botones de la misma al suelo. –
- Abre la llave de la tina. – susurro Byakuya con suavidad mientras se sujetaba del cuello de Renji. –
- Como digas. – con su mano libre tanteo hasta el grifo de la tina girándolo y dejando que el agua caliente empezara a llenar aquella bañera pero sin dejar que su otra mano siguiera descarada rozando aquella zona tan sensible para el Kuchiki. –

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- Jefe?.... jefe?.... – una persistente Matsumoto trataba de regresar al rector de lo que parecía un sueño despierto. –
- Que!. – enderezo su cuerpo en la silla para al fin prestar atención a lo que su secretaria quería. –
- Estaba muy concentrado en sus pensamientos, ni si quiera noto cuando entre a la oficina. – se cruzo de brazos ya más calmada. –
- Solo recordaba algo que sucedió esta mañana… - deslizo sus manos hasta su cadera para estirarse. – esta silla empieza a molestarme.
- Le duele la espalda?. – desvió su mirada curiosa hacia donde Byakuya tenía sus manos. – creo que es la cadera lo que le duele.
- Toma. – desvió la atención de la pelinaranja de su cadera hacia una tarjeta de presentación que extendió frente a la misma. – llama a ese número y consígueme una cita lo antes posible…
- O sea hoy?.
- Por supuesto que hoy. – sentencio secamente. –
- Y no importa la hora?. – miro sin mucho interés la pequeña tarjeta color rosa pálido. –
- No importa la hora. – se puso de pie con rapidez. –
- Está bien, apenas le tenga la cita le aviso el horario. – se encamino fuera de la oficina. –
- Matsumoto. – intento detenerla antes de que cerrara la puerta de su oficina. –
- Dígame.
- Ve a la cafetería y tráeme algo de comer… - su estomago estaba empezando a rugir como bestia hambrienta y no pasaban de las 10 de la mañana. –
- Y que quiere comer?. – sus ojos miraban asombrados a su jefe por esa petición. –
- Algo dulce. – camino con paso seguro hasta la puerta y la cerro en todas las narices de la pobre Rangiku para que no preguntara nada más. –
Matsumoto miro impresionada como el rector la dejo con la palabra en la boca, una cita que hacer y de paso también le tenía que comprar la merienda!, sin pena alguna hizo puchero y desvió la mirada hacia la tarjetita que le dio Byakuya, si iba a ir a comprar comida lo haría después de conseguir esa dichosa cita para su jefe, con calma se volvió a sentar en su silla y tomo el teléfono para hacer la llamada correspondiente en el numero que indicaba la tarjeta.
- Clínica… Ishida… - sin mucho interés marco el número directo que aparecía bajo el nombre del médico tratante. – para que querrá una cita con... – miro el nombre del médico y su especialidad. – quiero una cita con una obstetra!.
De la impresión tranco la llamada y volvió a ver mejor la tarjeta, estaba segura que su jefe se equivoco de tarjeta, como el rector Byakuya haría una cita con una doctora para embarazadas, sabía muy bien que su jefe estaba teniendo amoríos con otro hombre y que no había más mujeres en su familia excepto…
- Su hermana está embarazada!. – se tapo la boca por haber soltado su teoría a viva voz, luego de mirar bien la tarjeta noto que esa mujer no solo era obstetra, si no también, cirujana y genetista. – bueno… algo raro hay aquí y tengo que saberlo!.
- No tienes que saber nada. – la voz de su jefe le resonó en la cabeza. –
- RECTOR BYAKUYA!! . – salto en su silla y soltó la tarjeta de la doctora Unohana. –
- Te dije que fueras por algo dulce y te encuentro sentada tratando de averiguar mi vida privada. – camino con paso seguro hasta donde la chica había dejado caer la tarjeta –
- No… no es lo que parece…. Es que.. pensé que se había equivocado de tarjeta… - bajo la mirada apenada. – déjeme llamar para pedirle su cita.
- Ya no… lo hare yo mismo. – se guardo la tarjeta en el bolsillo de su pantalón. –
- Pero… jefe discúlpeme por lo que paso, en verdad sentí curiosidad por quien debía ir a esa cita que usted está pidiendo.
- No es para mi hermana… no quiero que riegues un chisme mal intencionado sobre ella, si tanto quieres saber para quien es la cita… - camino hasta la salida de la oficina. – ya regreso… voy por un chocolate. – sale sin decir más nada rumbo a la cafetería. -
- Jefe!, Diablos! Porque es así de misterioso!. – se rasca la cabeza con frustración. –
Así estaban las cosas de aquí en adelante, Byakuya pidió su cita con renuencia, todavía dudaba de ir donde esa mujer que le había recomendado el padre de Ichigo a Renji, no quería sentirse como un fenómeno y menos aun que las personas que le conocían se vieran inmiscuidas en su vida privada, para él solo Renji y su hermana tenían derecho a conocer todo sobre su nueva “situación”, los demás solo serian estorbos y problemas, al finalizar la tarde Byakuya se encamino a la cita en la clínica Ishida, iba solo ya que no deseaba que ni el mismo Renji le acompañara por primera vez, creía que con el cerca las cosas no serian más fáciles, después de llegar al piso de obstetricia camino algo incomodo hacia la recepción, mirando a todo aquella persona que le pasara por el lado con frialdad hasta cuando estuvo frente a frente con lo que parecía la central de enfermeras de ese piso, tras una recepción amplia se podía ver a un joven pequeño vestido de blanco que le saludo efusivamente a pesar de la mala cara que traía Byakuya.
- Buenas tardes. – sonrió amablemente. –
- tengo cita con la doctora Unohana, cual es su consultorio?. – decidió ir sin rodeos con su pregunta. –
- su nombre?. – tomo una carpeta del montón que estaban sobre aquella recepción. –
- Byakuya…. Kuchiki.
- A ver… - el joven miro con seriedad la carpeta. – aquí esta, tiene cita en media hora… si gusta le llevo hasta donde es, yo soy el ayudante de la doctora. – el pequeño joven le sonrió otra vez como tratando de apaciguar la notable preocupación en el moreno. –
Byakuya solo asintió con la cabeza y se dejo guiar por el chico, mientras seguía por aquel enorme piso noto el ir y venir de personas, mujeres en estado, algunas con sus bebes en brazos, otros médicos y enfermeras, estaba muy incomodo y se podría mas incomodo aun al entrar a la sala de espera de la doctora Unohana, de inmediato se vio frente a frente con una sala de espera donde había algunas personas más, sin pensar mucho se sentó en una de las sillas y tomo lo primero que encontró cerca de su puesto que era una revista sobre embarazos, como se lamentaba de no haber notado eso primero, ahora estaba sentado en un consultorio para embarazadas y con una revista de esas en sus manos, que mas podría señalarlo como uno de ellos entre todos los presentes de esa sala?.
- Apenas le toque su turno le llamaran. – sonrió el joven y se fue por donde mismo había llegado. –
- Está bien. – miro con recelo a su alrededor, de inmediato noto que no era el único hombre allí. – que piensen lo que quieran… - susurro para sí como consuelo. -
Estaba aburrido de ver esa revista y no se atrevía a levantarse de su puesto a menos que le llamaran, pero eso no pasaba y se hacía tarde, miraba su reloj de pulsera como intentando que el tiempo se adelantara mágicamente, algunas personas ya se habían ido y otras llegaban, suspiro quedamente al sentir otra vez esas ganas enormes de comer dulce, se estaban volviendo muy constantes y hasta molestas, la sensación que le causaba ese deseo era irreprimible, necesitaba saciar esas ganas de alguna manera pero no se podía levantar de allí e irse, estaban por llamarle y no quería repetir esta experiencia dos veces.
- ( porque tengo que tener ganas de comer dulces aquí y ahora!. ) – se preguntaba mentalmente y muy concentrado en una foto cualquiera de la revista. –
- Al fin te encuentro!. – una voz muy conocida retumbo en toda esa sala de espera. –
- QUE DEMONIOS HACES AQUÍ. – la mirada de Byakuya era de terror ligada a impresión y furia. –
- Como no iba a venir!, que crees que no entraría para saber cómo están tú y el bebe!. – sin pena alguna el pelirrojo se sentó al lado de un ahora avergonzado Byakuya. –
- Acaso eres espía… - cayo súbitamente al decir eso, sonaba tonto al saber la profesión del pelirrojo. – como conseguiste saber donde estaba?.
- Fui a la oficina y Matsumoto me dio la dirección… parecía tentada a preguntar qué haría yo aquí contigo. – sonrió descarado al recordar la situación. –
- Esa mujer… le dije que solo le diera la información a Rukia!. – se cruzo de brazos enfadado… ya todos los presentes en esa sala sabían que esperaba un bebe. –
- Cálmate, no te hace bien andar enfadado, toma. – extendió una pequeña bolsa de papel frente al Kuchiki. –
- Qué es eso?. – miro con desprecio la pequeña bolsita de papel. –
- Algo que te pondrá de buen humor… espero. – sonrió con diversión dejando la bolsa en las piernas del moreno. –
- Eres tan insoportable… - miro lo que había adentro de la dichosa bolsita. –
- No vas a dar las gracias?.
- Chocolate. – sin pena alguna tomo una de las barras de ese codiciado dulce y se lo llevo a la boca con rapidez, aquella sensación pareció el paraíso para el Kuchiki, no sabía cómo pero la golosina le dejaba calmado y satisfecho. –
- El señor Kuchiki?. – aquel pequeño joven de la recepción salió otra vez llamando al siguiente paciente. –
- Entremos. – se puso de pie todavía con la bolsita de chocolates en la mano y una barra a medio comer en la otra. –
- No y que no querías que estuviese aquí?.
- Solo entra y no me avergüences.
Siguieron al joven enfermero hasta dentro del consultorio, este era un lugar realmente bonito, paredes pintadas en violeta claro, cuadros alusivos a la gestación y algunos más con paisajes relajantes, en la pared detrás de la doctora se podía ver más de diez títulos y demás papeles que le acreditaban su profesión, todo muy calmado hasta que se encontraron frente a frente con la misma Retsu Unohana, aquella mujer parecía inmutable y con una calmada expresión, sin ninguna impresión invito a los futuros padres a sentarse frente a ella en las sillas para los pacientes.
- Hanataro… por favor acomoda todo y tráeme un historial nuevo. – la mujer miro un poco más seria a Byakuya. – bueno… señor Byakuya, ya veo que esta calmando un antojo.
- No es eso… - las mejillas del moreno se tiñeron de inmediato de rojo al tiempo que bajaba la barra de chocolate a medio comer. –
- Es buena… - asintió divertido Renji. – como supo que él era el paciente?.
- Después de tantos años de ver casos uno aprende a notar pequeños detalles… para empezar su compañero está comiendo en un lugar y hora que no es normal, está sentado tratando de no incomodar su cadera, y ya tiene ese brillo en el rostro. – sonrió con simpatía al tiempo que tomaba la carpeta que su ayudante le extendió. – me equivoco señor Byakuya?.
- No… - desvió la mirada realmente serio. –
- Empezamos con sinceridad, me alegra realmente que viniera antes del segundo trimestre de embarazo. – anoto algunas cosas en la carpeta. – como se dio cuenta que era especial?.
- Como especial?.
- Ya sabe, ese bebe no llega allí si usted no es alguien muy especial.
- No lo sabía. – desvió la mirada hacia Renji como diciéndole que el tenia la culpa de todo. –
- Al menos quien le dio la idea de que sus síntomas eran por un embarazo?.
- Un médico.
- Conozco a muchos…
- Fue el doctor Kurosaki… el nos dio su tarjeta y nos recomendó. – Renji decidió intervenir al ver que Byakuya empezaba a portarse algo grosero con la doctora. -
- Buen médico, lo conozco solo por medio de un amigo… - recordó a Ryuken y su vínculo con ese hombre. –
Luego de esa pequeña charla, la amable mujer empezó a hacer un sinfín de preguntas personales a ambos hombres, desde su tipo de sangre, cuantos años llevaban juntos, cuál era su frecuencia de relaciones y demás detalles que Byakuya detestaba decir y Renji decía como si fuera lo más normal del mundo, aquel interrogatorio pareció no tener final hasta que la misma doctora lo culmino poniéndose de pie.
- Ya podemos irnos?. – Byakuya pregunto en tono desafiante. –
- Realmente será un paciente que no olvidare señor Byakuya… no puede irse hasta que le haga algunos exámenes, son de rutina así que no se asuste. – en un segundo apareció otra vez el ayudante de la doctora atrás de Byakuya. – Por favor… acompañe al enfermero. – le sonrió de una manera tan temible al Kuchiki que este no se negó a seguir al pequeño chico. –
- No se preocupe la doctora Unohana es muy buena. – el chico miro aquella cara seria y preocupada en Byakuya. – sígame…
Byakuya estaba más preocupado que al principio, sentía que invadían su espacio personal y lo harían más aun después de notar lo que el chico le mostro con una boba sonrisa, en sus manos traía una de esas insípidas y detestables batas de hospital, escucho claramente las indicaciones y después aquel joven le dejo solo en una habitación anexa al consultorio, miro molesto aquella prenda y más aun al pensar lo que debía hacer con ella, no tenia ánimos de denudarse y ponerse eso, nada mas de mirar a su alrededor se sintió mal, había una camilla, a su lado una mesa pequeña con muchos instrumentos que ni conocía, del otro lado estaba una maquina de ultrasonido y más atrás un anaquel lleno de cosas que ni quería imaginar para que servían, suspiro pesadamente y volvió a mirar la bata verde hospital, que mas detestable que aquel interrogatorio podía hacerle?, no tenia que perder ya que aunque no quisiera debía estar allí y culminar esa horrorosa consulta para según él, no volver en un buen tiempo, luego de luchar mentalmente consigo mismo decidió hacer caso y quedar como dios lo trajo al mundo y solo una bata verde cubriendo su cuerpo.
- Estamos listos. – la doctora paso poco después de que Byakuya decidiera cooperar con el examen. –
- Que exámenes va a hacerme?. – se sentó con cuidado en la camilla. -
- Para empezar… una muestra de sangre, examen general y finalizaremos con un eco. – volvió a sonreír de esa manera tan temible mientras se acercaba a la pequeña mesa que había junto a la camilla. –
Sin contar el pinchazo para sacarle sangre, todo lo demás no fue realmente incomodo, para las veces que le había tocado estar en manos de un medico nada cambiaba la rutina de tomar la tensión, su peso, la temperatura y su corazón, hasta allí todo bien pero apenas esa mujer le volvió a sonreír pensó que se preparaba para pedirle algo que nunca imagino y así era.
- Es una persona muy sana… - con su mano extendida le invito a acostarse en la camilla. – por favor.
Estaba tentado a levantase y decir adiós, uno de sus pies se deslizo rumbo al suelo pero antes de si quiera pensar bien en su escapatoria ya la misma doctora le había empujado suavemente contra la camilla, quedo acostado boca arriba mirando prácticamente al techo y con sus manos algo temblorosas, debía ser sincero con el mismo, jamás se sintió tan asustado de alguien como esa mujer, aquella sonrisa discreta ocultaba algo más que su amabilidad, parecía muy centrada en mirar su cuerpo como si tuviese rayos x en los ojos, sin pena alguna poso sus manos sobre el bajo vientre del moreno, tocando con cuidado y firmeza, de un lado a otro llevo sus dedos hasta ir subiendo hacia el pecho donde volvió a detenerse tocando con cuidado, su mirada parecía decir que todo estaba bien.
- Ya puede respirar. – sonrió divertida, la cara del pobre Byakuya era única durante el examen. – he tenido pacientes tímidos pero usted se lleva el premio.
- Acabo todo. – esa frase casi fue un susurro. –
- Aun no, pero quería preguntarle si había tenido cólicos o dolor en el vientre?. – miro más seria al pobre moreno. –
- Un… poco hace días…
- Es normal, se irán cuando cumpla los 4 meses, pero si llegara a sentir mucho dolor llámeme. – se alejo de la camilla hacia la máquina de ultrasonido. –
Mientras Byakuya se daría cuenta que no solo vivía para él, en otro lado de la cuidad también alguien más se daría cuenta que vivir y tener alguien con quien compartir la vida era realmente bueno. Ichigo caminaba rápidamente por la calle ya casi oscura, eran más de las 6 de la tarde y estaba muy cerca de la clínica veterinaria, miraba que nadie conocido apareciera y aunque era realmente improbable que eso pasara, no podía evitar sentirse como un ladrón a punto de entrar a hurtadilla a una casa para sacar las pertenecías de alguien y huir del lugar, cuando solo faltaban unos metros para estar frente al local decidió emprender una rápida carrera que le llevo adentro sin mirar si quiera si en la puerta decía abierto o cerrado. Respiro acelerado y miro que el sitio estaba solo y silencioso como aquella vez, camino más seguro y directo hacia donde estaba el consultorio de Grimmjow, cuando abrió la puerta vio la escena más tierna que jamás había imaginado en un hombre como el peli azul, estaba recostado en una silla y parecía dormir muy cómodo mientras que sobre su pecho estaba una bola de pelos blanca enroscada como un ovillo, ambos dormidos y emitiendo unos soniditos que hacían dudar a Ichigo quien era el dueño de los mismos si el gato o el veterinario.
- Así cualquiera cree que eres inofensivo. – sonrió con simpatía al tiempo que caminaba hasta Grimmjow y acercaba su rostro poco a poco para robar un pequeño beso al durmiente. –
- Y tú no eres tan inocente como creía. – Grimmjow susurro después del beso robado. -
- No estabas dormido!! – dio un salto hacia atrás con sus mejillas teñidas de rojo. –
- Si… pero besas tan mal que me despertaste. – cogió entre sus brazos al gato que todavía estaba dormido y lo dejo en el asiento donde estaba el recostado. –
- Mentiroso. – miro más serio a la bola de pelos blanco. – ese es el gato que traje?.
- Así es… parece muy encariñado conmigo. – acaricio la cabeza del minino con suavidad. –
- Mi viejo no quiere mascotas en la casa.
- Quien dijo que te lo devolvería?, este animal es mío y hasta le puse nombre… verdad Ichigo. – le lanzo un besito al gato que pronto alzo su cabecita y movió las orejas como en señal de respuesta. –
- LE PUSISTE MI NOMBRE AL GATO!. – miro horrorizado al felino en cuestión. –
- Se me pareció a ti, es muy regalado… - sonrió socarronamente. –
- Como que regalado!!
- O sea que es fácil, le gusta que le acaricien y siempre regresa por mas… - camino con paso seguro hasta Ichigo y le tomo de la cintura con fuerza. – como tú.
- Yo no regrese por… - fue silenciado por un beso apasionado de Grimmjow. –
Como dos seres hambrientos de amor se besaron en aquel lugar, Ichigo se dejo llevar otra vez por las delirantes caricias que le impartía el peli azul, era única su manera de tocarle y de volverle un manojo de sensaciones indescriptibles, sentir como esas manos se deslizaban descaradas hacia sus glúteos, sujetándolos y apretándolos como si fueran toronjas maduras, su boca invadida por una lengua insaciable que se deslizaba de sus labios hacia su cuello y bajando poco a poco hasta su pecho, las manos de Grimmjow se devolvieron rápidamente hacia la camisa de Ichigo para quitarla de un solo y rápido jalón. Entre jadeos y susurros Grimmjow le acariciaba aquel pecho ya desprovisto de ropa, llevaba su boca por todo aquel surco que hacían sus pectorales, pasando su lengua suavemente hasta toparse con uno de los pezones del pelinaranja, aquella boca lo atrapo deseoso para sentir como Ichigo empezaba a gemir mas audiblemente tan cerca de su oído que le erizaba la piel en segundos, sus manos decidieron seguir bajando para toparse con otra barrera de molesta ropa.
- Te amo… – susurro al oído del pelinaranja mientras sus manos acariciaban aquella excitación sobre la ropa. – jamás me sentí tan atraído por alguien como tú.
- Yo… también… - escondió su rostro sonrojado entre el cuello de Grimmjow al sentir que al fin la mano de este se había abierto paso a través de su ropa interior llegando a donde deseaba. –
- Hoy… será en el suelo. – mordisqueo una vez más el cuello de Ichigo al tiempo que se deslizaba junto a este hasta quedar sentado en el piso del consultorio. –
- Nunca… nunca pensé enamorarme de alguien como tú. – sonrió con sinceridad. –
- Ni yo. – beso la frente del chico para después con cuidado desprenderle de la ropa que le quedaba. – me gusta sentir tu cuerpo bajo el mío.
Ya tenía a Ichigo recostó en aquel frio suelo, sus ojos se llenaron de lujuria mirando aquel formado cuerpo desnudo y excitado, sus dedos se deslizaron poco a poco por aquella boca, cuello, pecho, estomago hasta posare por completo sobre el palpitante miembro y tomándolo entre sus manos empezando un delirante movimiento que causo en Ichigo una gama de gemidos y sonidos de placer, sus caderas moviéndose al ritmo de la caricia, sus ojos cerrados por las sensaciones que se acrecentaban mas y mas hasta que ya no hubo vuelta atrás, aquel cuerpo se libero como nunca entre las manos del peli azul, la respiración acelerada bajaba poco a poco hasta casi ser inaudible, su rostro lleno de aquel sudor perlado de aquel acto, sus ojos semi abiertos notaron como el hombre sobre él le tomaba de las caderas haciendo que girara boca abajo, sus manos otra vez tocándolo donde nadie lo había hecho, sintiendo aquellos dedos invadirle repentinamente.
Con un gemido ronco Grimmjow supo que lo que le hacía estaba volviendo loco otra vez al pelos de naranja, sus dedos deslizándose hasta tocar aquel punto y vaya que supo que era el sitio ya que escucho decir su nombre entre jadeos y gimoteos, pedidos de que siguiera haciendo eso, sintiendo las manos de Ichigo tanteando sus brazos como queriendo desde su lugar guiarle, pero la diversión acabo cuando el peli azul empezó a desvestirse y liberar su cuerpo de aquellas ropas también, su bronceado torso rosando su espalda y glúteos, su excitado ser deslizándose provocadoramente entres sus caderas, la lengua del veterinario se deslizo desde la base del cuello de Ichigo bajando poco a poco hasta donde la espalda pierde su nombre, su cuerpo ubicándose mejor para el próximo paso a seguir.
- Eres mío… - sujeto con fuerza las caderas de Ichigo mientras se abría paso dentro del cuerpo del mismo. –
Aquel dolor regreso, sentirse partir en dos a pesar de la delicadeza y cuidado de su amante, sentía como iba a estallar por dentro, su cuerpo tenso a pesar de que las manos del peli azul se deslizaron hasta su miembro para darle cariño también, pronto empezó un vaivén de embestidas, poco a poco hasta acelerar el paso, Grimmjow se guiaba de aquellos sonidos que salían de los labios del chico enfermera, mientras mas gemía mas aceleraba el paso, su cuerpo ardía por dentro de pasión, era una sensación mas allá de lo carnal, sentía que su cuerpo se unía en un nivel superior a solo sexo, era estar realmente enamorado y sentir que eres de alguien y ese alguien es tuyo y solo tuyo para siempre, con ese pensamiento en mente su cuerpo se dejo llegar al éxtasis máximo, los espasmos y gemidos también se aceleraron al tiempo que llegaba dentro del cuerpo del chico que amaba.
- Júrame que esto no se terminara nunca. – los labios de Grimmjow se deslizaron por la mejillas sonrojadas de su amante. –
- Yo no quiero que termine. – susurro cansado al tiempo que se separaban de aquel acto. –
- Entonces no terminara porque siempre te quiero aquí conmigo. – sujeto con cariño la mano de Ichigo entrelazándolas con la suya. –
- Somos algo así como novios?. – pregunto en tono dudoso –
- Me conformo con ser lo único dentro de tu corazón. – señalo aquel lugar con una sonrisa pretenciosa. –
- No sabía que era propiedad de un mal encarado y odioso veterinario. – empujo con suavidad a Grimmjow. –
- Y yo si sabía que era dueño de un chico con complejos de gata en celo. – ronroneo con sarcasmo al oído de Ichigo. –
- Hablando de gato, quiero que le quites mi nombre a ese animal!. – señalo al minino que seguía como si nada recostado en la silla. –
- No, le queda ese nombre y no es gato es gata. – se puso de pie para vestirse. –
- GATA!, PEOR AUN!... NO QUIERO QUE ESE ANIMAL LLEVE MI NOMBRE!. – también se levanto para arreglarse. –
- Olvida la pelea, quieres ir a comer algo?. – recogió su ropa del suelo. –
- Me estas invitando a una cita?.
- Si… es que yo hago las cosas al revés, primero me acuesto con un desconocido y si me gusta le invito a salir y lo hago mi novio.
- BAKA!! – intento golpear el brazo de Grimmjow pero este sujeto a tiempo la mano de Ichigo y lo jalo contra su cuerpo. –
- Entonces, comemos algo y te llevo a tu casa?.
- Llevarme?. – pensó en todo lo que podía ocasionar eso. – mejor comemos y me regreso solo, todavía mi viejo anda medio investigador de mi vida privada.
- Cuando le dirás a tu “viejo” que tiene nuero?. – su tono fue burlón y descarado. –
- Cuando el infierno se enfrié.
La “cita” fue una simple comida en un restauran de servicio rápido, ambos comieron vorazmente, conversaron de todo un poco entre uno que otro coqueteo descarado por parte del peli azul, tendía a tener arranques de atrevimiento en público, pero la noche llega e Ichigo no es libre de volver a la hora que se le antoje por su padre que aun le sigue y vigila, el pobre aun cree que Rukia y el tienen algo más que amistad. Aun con la insistencia de Grimmjow en llevarle hasta su casa Ichigo se negó y volvió a ella casi pasadas las 10 de la noche, estaba muy frio el ambiente y entro a hurtadillas a la casa esperando que su viejo aun no llegara y que milagrosamente una emergencia le tuviese fuera del hogar, sin mirar si sus hermanas estaban también, subió a su habitación y se encerró en ella con la cara de enamorado mas cursi del mundo, parecía una quinceañera festejando su primer beso, con calma se empezó a desvestir pero al quitarse los pantalones su celular cayó al suelo bajo la cama, con mucha dificultad ( dificultad debida al dolor de cierta parte trasera gracias a Grimmjow XD ) se agacho y saco el celular acompañado de otra cosa que había olvidado por completo allí, era una carpeta negra de oficina, cubierta de una bella película de polvo y sin duda algunas no le pertenecía a él.
- De donde salió esto?. – trato de hacer memoria hasta que recordó que a quien le pertenecía. – es de Rukia…
Sin muchos ánimos le quito un poco el polvo a la carpeta y se sentó con ella en la cama, al fin recordó que él se quedo con ella cuando su amiga se la había lanzado para callarlo el día que no quería decir que le pasaba, ese día el se la quedo y decidió devolvérsela pero al parecer se quedo olvidada y ahora era que notaba que eso estuvo bajo su cama unos buenos 2 meses. Cuando estuvo a punto de marcarle a Rukia a su celular y decirle que tenía su carpeta decidió ojear su interior, pero al abrirla y leer lo que contenía, su rostro se quedo petrificado y mudo, olvido por completo el llamar a su amiga y ni si quiera sintió cuando la puerta de su habitación era tocada por su hermana Yuzu.

Continuara….

Pregunta!!... alguna recordara que contenía esa carpeta?, hagan memoria chicas que lo que tiene es muuuuy interesante!, mejor les dejo la intriga para el próximo capítulo y perdón la demora es que me agarro una gripe ToT, y pues hoy es que pude acabar el capi a las carreritas, pero ahora espero que les gustara el capi y el lemon!!, como me encanta el pobre Byakuya asustado por lo que la doctorcita le haría XD… y lo que le hará después jejejejejeje… ahora les dejo abre boca y la pregunta, sigan leyendo!. Buen fin de semana otra vez!.

Próximo Capitulo:
Descubre mi pasado.
Notas finales: GRACIASSSSSSS Y A LEER EL PROXIMO CAPI QUE ESTARA PRONTITO!! BESITOS A TODOS.

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