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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: que no sabes usar un... la verguenza puede ser muy mala pero tambien la pelea por ver quien hace que primero, tambien pueda que los insultos sean señales de te quiero.
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.

Todo queda en Familia.
Capitulo 28
Por segunda vez.

Decorar, adornar, poner el hogar al tiempo del mes más festivo del año era algo realmente trascendental para un feliz peliblanco, estaba quieto con una enorme caja de bolitas multicolores para el árbol de navidad que adornaban él y su prometido, pasaba de la media noche del sábado y después de todo un día sin verse, ambos se encontraron tarde esa noche con la grata idea de decorar aquel hogar que volvió a la vida junto con la salud de su dueño. Uryu ya había pasado todo el día limpiando con Ryuken hasta que aquella fotografía descoloco a su “ madre” y le hizo salir de la casa sin decir más, aquella foto ahora en manos del Ishida, seria analizada y estratégicamente usada por la pareja de ahora en adelante.

- Compraste todo esto con la paga del trabajo de hoy?. – miro curioso las incontables bolsas llenas de adornos y detalles navideños que yacían en una esquina de la sala. –
- No, solo una parte. – sonrió enorme al ver como aquel árbol navideño empezaba a cobrar vida con cada adorno que era colocado por las delicadas manos de Uryu. –
- Jamás había decorado un árbol. – rememoro sus navidades de niño. –
- En serio?. – paso otra bolita para su compañero.-
- Ryuken nunca estaba para celebrar… pero mientras vivió mi abuelo lo pasábamos muy bien, salíamos a pasear y preparábamos una cena solo para dos.
- Uryu… - dejo los adornos en el suelo para liberar sus manos. – ven acá.

Y como si se tratase de un infante pidiendo ser consolado, los brazos de Ukitake rodearon aquel delgado cuerpo atrayéndolo hacia el suyo, depositándolo con suavidad entre su pecho para hacerle sentir que estaba con él y que ahora sabría muy bien el valor del amor en tiempos de felicidad.

- Ukitake… - susurro algo impresionado por aquel abrazo protector. –
- Eres como un niño al que le han negado la infancia. – beso con suavidad la frente del moreno. –
- Creo que exageras. – trato de zafarse del abrazo. –
- No lo hago. – sonrió tiernamente. –
- Ya entendí tu punto, quieres que celebremos la navidad como nunca la he visto.
- Más que eso. – paso una de sus manos hacia la mejilla de Uryu. – quiero hacerte sentir el ser más afortunado del mundo. – con cuidado saco algo del bolsillo de su pantalón. – mira.
- Una rama?. – observo el manojo de hojitas sujetas con un moño rojo y unos cascabeles. –
- No… es un muérdago, en América se usa tradicionalmente para esto… - lo sostuvo sobre la cabeza de ambos. –
- Y? – levanto la mirada algo perturbado por ese uso de unas simples hojas. –

Con sorpresa sintió como la boca de Ukitake se unía a la suya, aquel beso lo descoloco, estaba distraído con el mencionado “muérdago”, aquellos cuerpos juntos, aquel calor inundando su boca, sonrojando sus mejillas, haciéndole que sintiera una gama inexplicable de sensaciones divinas, sus manos se sujetaron a la espalda del peliblanco mientras sentía como una lengua se abría paso entre sus labios delicadamente, aquel beso se profundizo al punto de que pronto sintió más que el calor en el cuerpo de Ukitake, sintió como su organismo reaccionaba ante la pasión del momento y un roce nada disimulado hizo que Uryu acabara con aquel acto.

- Espera. – respiro entrecortado por el beso. –
- No quieres seguir?. – beso con dulzura el cuello del moreno. –
- No es eso. – trato de calmar sus emociones. – ahora no es el mejor momento. – bajo la mirada apenado. –
- Ya veo. – sujeto la mano de Uryu entre la suya. – pero yo siempre estoy preparado!.
- Que quieres decir?.
- También compre otra cosita más!. – con una sonrisa picara se dirigió a las incontables bolsas y registro entre ellas minuciosamente. – aquí esta.
- Ukitake. – si antes estaba sonrojado, ahora parecía un tomate con el objeto que sostenía su prometido entre los dedos. –
- Bueno, donde nos quedamos?. – camino hasta Uryu y lo sujeto firmemente de la cintura. – vamos a la habitación.

Sentía mucha pena a pesar de que aquella primera vez fue repetida por algunas mas, le encantaba lo dulce de Ukitake, lo sensible a sus deseos y como le hacía en cada una de las ocasiones sentirse único y querido, aquel hombre le enseño el arte de amarse sin temores y ahora que entre tantas veces debía cuidarse, sería otra vez una lección para él.

Ya en la habitación, el moreno solo pudo sentarse en la cama y mirar apenado como su prometido se despojaba de la camisa con calma para después acercarse a él y ponerle en las manos aquel objeto esencial en esa ocasión.

- Que… hago con esto?. – miro el pequeño cuadrado pastico que guardaba un condón. –
- Tan inteligente que eres y ahora te haces el tímido. – sonrío divertido ante la cara de vergüenza que adornaba a Uryu. –
- No es timidez… es que… - jugó con aquel objeto entre sus dedos. –
- No sabes cómo ponerlo?.
- Quieres que te recuerde que era virgen antes de estar contigo. – desvió la mirada molesto. –
- No tienes que recordármelo. – se agacho frente a Uryu. – es que tu inocencia me excita más todavía.
- No digas esas cosas!. – volteo la cara sonrojado. –
- Te enseñare como se hace.

Aquello pareció una lección un tanto extraña, Uryu solo miraba avergonzado como Ukitake empezó a besarle con suavidad el cuello, pasando sus manos por todo su torso al tiempo que quitaba aquella ropa que molestaba para ese acto de amor, sus dedos se deslizaron delicadamente por sus hombros, su espalda, haciendo círculos perfectos, rozando su estomago y vientre, subiendo nuevamente para detenerse en su pecho, toqueteando con sus pezones mientras su otra mano bajo un poco mas hasta desabrochar el pantalón de Ishida, aquella prenda pronto salió violando al suelo con una estratégica maniobra de Ukitake.

Ahora estaba recostado en la cama boca arriba, totalmente desnudo y a merced de las pasiones venideras, su respiración era entrecortada y unos pequeños gemidos escapaban de vez en vez al sentir como el cuerpo de Ukitake se deslizaba sobre el suyo, su boca traviesa empezaba otra vez su recorrido rumbo a su notable excitación, solo aquel contacto le hizo soltar un enorme sonido placentero, sus caderas se inclinaron hacia delante como queriendo profundizar aquellas caricias que le daba el peliblanco con su boca, aun sus manos sostenían aquel pedacito de plástico cerrado y por el momento olvidado.

- Llego la hora de la lección. – después de un placentero juego con la extremidad de su amante, se levanto hasta quedar ubicado entre las piernas de Uryu. – vamos a aprender algo nuevo.
- Toma. – extendió el objeto para que Ukitake lo tomara. –
- No, tú lo vas a poner. – sonrío libidinoso ante la petición. –
- Yo?. – su cara se sonrojo al límite. – yo… no sé.
- Ábrelo y dame tus manos.

Aquello fue una curiosa lección, con mucho cuidado Uryu abrió el empaque y saco su contenido, un pequeño aro de plástico trasparente enrollado al límite, lo miro curioso ya que nunca había tenido uno en sus manos pero su inspección fue interrumpida al sentir como Ukitake le hacía sentarse aun entre sus piernas y tomaba sus manos entre las suyas. Como enseñándole a un niño a amarrar por primera vez sus zapatos, las tiernas pero sensuales instrucciones de Ukitake fueron seguidas al pie de la letra, sus dedos deslizaron aquel objeto poco a poco hasta que estuvo bien colocado en la masculinidad de su prometido.

- No fue difícil o sí?. – beso con suavidad los labios de Uryu. –
- No… - sonrío apenado por aquel acto. –
- Entonces, seguimos?.

Solo pudo asentir con su cabeza al tiempo que se tumbaba otra vez en la cama y dejaba que Ukitake hiciera su trabajo de amarlo con pasión y ternura, sentir como sus dedos se deslizaban por su vientre y bajaban descarados hasta sus muslos, aquel placer regreso, aquellas caricias profundas que sentía, esos movimientos, aquel calor volvía a su cuerpo en forma de gemidos, su manos se sujetaron de las sabanas al sentir como los dedos de Ukitake llegaba al lugar exacto donde el placer se desborda, solo podía sentir, sentir y sentir mientras su respiración se dificultaba y sus ojos se entreabrían para mirar a la persona que amaba, Ukitake seguía en sus caricias mientras su boca dedicaba besos delicados a sus rodillas, sus piernas y subían un poco mas hasta volver a rozar con su lengua aquel miembro necesitado de atención, con su mano libre decidió tomarlo y hacerle culminar aquel divino acto con un orgasmo.

No aguanto más, llego al límite del placer, como ese hombre podía descontrolarlo así, como podía hacerle sentir aquellas sensaciones, suspiro feliz de sentirse querido, su cuerpo aletargado pronto volvió a sentir los besos acompañados del cuerpo de Ukitake, sintió como este tomo sus caderas y se ubico mejor entre ellas, otra vez se siendo invadido por su amante, se movió suavemente para permitir que Uryu se adaptara a él, sentir su cálido interior le volvía loco, era el paraíso, necesitaba acelerar el paso así que poco a poco aumento aquellas estocadas, susurrando te quiero y sujetando entre sus manos las de Uryu, aquella conexión era única y seguirá siendo única, mas embestidas hasta que el cuerpo le anuncio lo inevitable, el sentirse morir en vida, los espasmos y sensaciones le llevaron al clímax, pronto todo acabo y ambos hombres terminaron recostados en la cama abrazados muy juntos y satisfechos.

- Aprendiste la lección?. – toco la mejilla de Uryu con la punta de su nariz. –
- Eres un buen maestro. – respondió en tono divertido. –
- Ahora, un baño y a seguir decorando. – se levanto para terminar de asearse en el baño. –
- Ukitake. – Uryu le hablo sentado desde la cama. –
- Dime.
- Tengo algo que te gustara ver. – se recordó de la foto que trajo a escondidas. –
- Qué será?. – asomo su rostro por la puerta del baño. –
- Tengo la llave que unirá a mis padres.
- Eso tengo que verlo!. - coreo con emoción el peliblanco. –

Y los planes empezaron, cuando dos almas enamoradas se deciden a algo, no habrá muralla o barrera en el mundo que los haga desistir de su labor, esa noche pensarían muy bien cómo utilizar la fotografía, pero mientras, en casa del padre de Uryu los días de vacaciones serian realmente extraños, aquella noche la familia estaba reunida viendo una película en la sala, juntos todos a pesar de que Isshin ahora odie un poquito más a su nuero que antes después de aquel encuentro inesperado donde vio como su hijo y él se entregaban en el suelo de la habitación.

- Tengo frio… - Ichigo susurro con suavidad al oído de su compañero que estaba muy abrazado a él en el sofá. –
- No te basta con mi calor. – gruño en son divertido al oído de Ichigo. –
- Eres como una paleta de hielo… tráeme una manta. – ahora la petición era una orden. –
- Una manta?. – rodo los ojos algo fastidiado por tener que levantarse del sofá y dejar de ver la película. –
- Acaso no entendiste que tengo frio?. – se separo del abrazo con molestia. –
- Claro que entendí!.. ya voy por ella. – apenas se puso de pie miro como una mullida manta color ocre caía suavemente sobre los hombros del pelos de naranja. – qué diablos?.
- Quieres algo mas Ichigo?. – Isshin se acerco por detrás del sofá. –
- No, gracias viejo. – se enrollo en la manta con mucha felicidad.-
- Papa 1… depravado 0. – le enseño su sonrisa cero caires mientras coreaba la victoria detrás del sofá. –
- Maldito viejo…. – Grimmjow mascullo entre dientes por dejar que Isshin le ganara una. – Ichigo.
- Qué?. – respondió con fastidio. –
- No quieres nada de tomar o comer?. – quería también consentir a su amante para hacer quedar mal a su suegro. –
- Que no. – se inclino más sobre Grimmjow pero ya este no estaba en su sitio así que Ichigo cayo de plano sobre los cojines del sofá. – CASI ME VOY AL SUELO!.

Mientras Ichigo trata de entender a dónde diablos se fue Grimmjow, Isshin estaba cazándolo como un tigre a su presa, lo veía con cuidado desde la entrada de la cocina mientras el peli azul trataba de armar alguna golosina apetitosa para Ichigo, aun no tenia antojos así que se le ocurrió la brillante idea de ponerle algunas cosas para así despertar esos “síntomas”.
- A ver… - abrió la nevera y miro casi que con el cuerpo dentro lo que había. – esto podría funcionar!.

Con un arsenal de cosas distintas en las manos, Grimmjow se dispuso a hacer “combinaciones” con las comidas, para poder ser un buen padre, últimamente se dedica a leer artículos en la web sobre embarazos pero el buscarlos y leer anécdotas muy personales no le garantizaba que Ichigo se portaría igual o que sus gustos en “comidas” resultaran iguales a los de otras gestantes. Mientras las destrezas culinarias de Grimmjow salían a la luz, Isshin miraba satisfecho aquel acto, con aquel amasijo de cosas juntas sabía que su hijo como mínimo le estamparía uno de esos platos en la cabeza a su novio.

- Esto se esta cociendo solito… y yo que quería ponerle picante a la situación. – sonrió para sí mientras se devolvía a su lugar en la sala. –

Después de unos minutos Grimmjow regreso a la sala blandiendo una bandeja y muy orgulloso de su trabajo, Isshin solo pudo mirarlo aguantando las ganas de reír mientras Ichigo veía con cara de asco aquel compendio de combinaciones, ante el estaban tres platos, el primero tenía una liga un tanto asquerosas de anchoas con galletas saladas y adornadas con jarabe de chocolate, la segunda era un frasco abierto de pepinillos y a su lado un envase de mermelada de fresas ( obvio que quería que las mezclara XD ) y el tercero y más repugnante de todos… gelatina con cebollas picadas dentro.

- QUE DEMONIOS ES ESO?. – el pobre peli naranja se tapo la nariz antes de que las nauseas se anunciaran. –
- No se te antoja?. – extendió mas la bandeja frente al pobre Ichigo. –
- Antojárseme?... – miro otra vez los platos con recelo. –
- Vamos… agarra lo que quieras. – sonrió con orgullo por ser un gran novio a sus ojos. -

Ichigo tenía cara de salir corriendo al baño mientras sus ojos rodaban de un plato a otro, sus manos dejaron de sujetar la manta y pasaban a ojos de Isshin casi que en cámara lenta rumbo a la bandeja que Grimmjow sostenía con firmeza, aquello era la muerte anunciada, ya vería él como Ichigo tomaba la mermelada y los pepinillos para incrustarlos en alguno de los orificios de la humanidad del peli azul, aquello seria grandioso de observar, pero…

- ASCOOOO!! – un gritito asqueado salió de la boca menos esperada para Isshin. – Ichi – nii como puedes comerte eso!.
- Qué?... se veía bueno. – mordió el mencionado pepinillo untado con gelatina, hizo una combinación un tanto más asquerosa que las ofrecidas por Grimmjow. –
- Comete esa viejo. – Grimmjow susurro triunfante. –

Aquella guerra quedo 1 Isshin y 1 Grimmjow, por ese día, pero el lunes volverían al campo de batalla en terreno ventajoso para Grimmjow, la consulta de los tres meses, en un abrir y cerrar de ojos ya habían llegado hasta allí, no es que era algo que hiciera que Ichigo se viera diferente pero en su interior si empezaba una gran revolución, sus nauseas desaparecían y pasaba a ser acidez lo que le acompañaba con las comidas, el dolor en las caderas era nuevo y molesto ya que sentía como si fuera un pollo desmembrado, los huesos empiezan a moverse y moldearse en torno a un embarazo y al ser dos, la carga es doble y las incomodidades también.

Esa mañana Ichigo no se sentía muy feliz de salir de la cama, aun le invadían los nervios y los pensamientos angustiantes sobre tener gemelos, estaba acostado boca arriba mirando a un punto muerto del techo cuando sintió como algo que no supo explicar se movió dentro de el, con duda e incredulidad recorrió con su mano extendida por su bajo vientre, sintiendo como aquella pequeña honda cada día se ampliaba mas, era evidente que hace unos días no era así y hoy podía notarlo con tanta facilidad.

- Grimmjow!!. – grito con impresión al sentir nuevamente aquel movimiento. –
- Que… demonios sucede?.- salió del baño con cepillo de dientes en la boca y lleno de dentífrico. –
- Se movieron. – aun con los ojos bien grandes seguía aquellos movimientos. –
- Que se movieron?. – miro curioso la expresión de Ichigo. –
- LOS BEBES!! SE MOVIERON!!. – se sentó en la cama emocionado. –
- MIS NIETOS SE MUEVEN!!.

Sin pérdida de tiempo aquel alarido paso a ser un estruendo en la puerta la cual fue azotada contra la pared, Isshin salto dentro y se lanzo de cabeza sobre la cama para poder también “sentir” a sus nietos moverse, pero aquel ataque no tomo distraído a Ichigo, pronto se arrimo lo suficiente para que su viejo rebotara sobre el colchón de la cama y de allí al piso.

- Duele…. – sobo su cabeza tendido en el suelo. –
- VIEJO ACASO ESTABAS ESPIANDONOS. – el pelos de naranja se agacho junto a su padre. –
- Es que… ahora debo oír antes de entrar, no quiero volver a pasar por cierto incidente!. – se sentó en el suelo todavía adolorido. –
- Esto es el colmo… no le han dicho que es de mala educación oír tras las puerta?. – Grimmjow se acerco al dueto. –
- Venía a decirles que se arreglaran para la consulta. – con mucha ternura y nada de pena desvió el tema y extendió su mano sobre el estomago de su hijo. – aun se mueven?.
- No… - se sintió tan avergonzado por ese acto, pero era cierto que no les sentía moverse como hacia unos minutos atrás. –
- Los asusto. – mascullo serio el peli azul. –
- YO NO HE ASUSTADO A MIS NIETOS!. – alejo la mano de Ichigo para poder mostrarle su puño cerrado a su “adorado” nuero. –
- Dejen de discutir los dos, vamos a la consulta de una buena vez. – Ichigo se froto la frente resignado, salir con ese par era muy incomodo y estresante. -

La clínica Ishida, otra vez allí, mes tras mes por 6 meses más deberían ir y este día era uno de esos, después de luchar con la ropa un poco más de lo normal, Ichigo desistió de entrar en sus acostumbrados jeans ajustados y paso a ponerse unos pantalones deportivo holgado, toda su ropa le molestaba en la parte baja de la cintura, ahora si descubriría lo que era estar en estado y sentirlo completamente.

Luego de la travesía de vestirse y salir, ya estaban allí, sentados como de costumbre en la sala de espera fuera de la consulta, Ichigo con su seño fruncido daba la apariencia de andar molesto pero al contrario, luego del impresionante acontecimiento de la mañana, tenía más ganas que nunca de ver a sus hijos en el eco que le harían ese mes, quería saber que tanto habían cambiado. Grimmjow solo se limitaba a controlar la situación, fue quien les llevo y ahora estaba muy plantado sentado al lado de Ichigo y con su mano sujeta a la de él reposada sobre la pierna del mismo, quería tenerla estratégicamente cerca para poder “sentir” primero que Isshin a sus hijos apenas Ichigo les diga que se mueven.

Isshin, el estaba debatiendo consigo mismo lo que haría mientras su hijo y su novio entraban a la consulta, hacia un mes atrás que se había arriesgado a robarle un rato de placer a su ex novio, y prometió regresar por mas, ese día se había perfumado, afeitado y puesto su mejor camisa (una amarilla estampada de corazones rojos) para estar presentable y sexy. Solo esperaba que llamaran a su hijo para el salir disparado rumbo al nuevo encuentro “casual” con Ryuken.

- Señor Kurosaki. – el pequeño enfermero ayudante de la doctora les llamo desde la entrada de la consulta. –
- Bueno viejo nos ve… - Ichigo miro a todos lados impresionado. – a donde se fue mi padre?.
- No lo sé y no me importa ahora, mejor entremos antes de que nos quiera seguir. – Grimmjow se puso de pie aun tomado de la mano de su compañero. –

Solo con ver al enfermero Isshin supo que le tocaba a su hijo así que salió disparado rumbo a la oficina de Ryuken sin si quiera despedirse de ellos, camino apresurado y llego a su destino, estaba de pie frente a una hermosa puerta de madera negra, en la parte superior noto las letras doradas que indicaban que era la oficina del directo y medico general, pronto se acomodo el cabello, se sintió el aliento y puso su sonrisa de conquista, ya estaba listo así que paso a tocar a la puerta varias veces, aquella espera pareció incomoda, los minutos se volvieron media hora e Isshin ya estaba seguro de que Ryuken no estaba en su oficina, algo decepcionado se devolvió en sus pasos hasta la central de enfermeras de ese piso, estaba el lugar solo en esos momentos y mirando como un niño a punto de hacer una travesura, se escabullo en la central con una idea muy en clara.

En otra parte de la clínica, Ryuken estaba conversando con algunos compañeros sobre las emergencias de la noche anterior, como director debía estar al tanto de todo ingreso y el porqué del mismo, sus manos estaban llenas de carpetas y esperaba a que pronto fuera la hora del almuerzo para poder subir a su oficina a dejarlas, jamás le gusto tener secretaria y no quería que nadie más que él se ocupara de todo, mientras conversaba Ryuken escucho un llamado por el alto parlante de la central, le llamo la atención que no fuera la misma enfermera de siempre que hacia los llamado a los médicos, pero su curiosidad paso a impresión cuando escucho claramente como su nombre era mencionado con la solicitud de que se dirigiera a un numero especifico de habitación.

- Quien diablos está jugando con el micrófono de la central!. – a paso rápido dejo la conversación y desaprecio rumbo a la central, debía saber que paso y porque lo llamaban. –

Al ya estar en el lugar noto que estaba solo, quizás alguien se atrevió a jugar en el lugar pero porque con él?, Y de paso le llamaban a una habitación de ese piso, aquel curioso incidente lo resolvería, no podía dejar que un extraño jugara en su clínica como un niño haciendo travesuras, aun a riesgo de que fuera una tontería o una broma de alguna enfermera sin oficio, se encamino a la habitación que le indicaron, poso la mano sobre la perilla y abrió lentamente la puerta.

- Buenos días amorcito. – un Isshin muy sexy estaba acostado en la cama de esa habitación y con nada puesto. –
- MALDITO DEPRAVADO!!. – cerro de golpe la puerta tras él y paso llave. – QUE DEMONIOS HACES AQUÍ DESNUDO!!.
- No te gusta mi regalo?. – se señalo el mismo de pies a cabeza.- a que no soy lindo?.
- Eres… eres… - bajo la mirada algo perturbado por las palabras de Isshin. – BAKA!!

Y sin previo aviso un urinal voló por la habitación hasta dar certeramente en la cabeza de Isshin, al pobre no le dio tiempo de esquivar aquel artilugio medico que estaba sobre una pequeña mesa junto a la puerta. Ryuken sentía hervir su sangre, aquel hombre se portaba igual a veinte años atrás!, como podía llegar a su clínica, meterse con su central de llamadas y de paso hacerse el sexy en una de las habitaciones del lugar, era imperdonable, inaceptable y ridículamente risible. Con rabia sujetaba sus carpetas y trataba de no mirar directamente a Isshin, el solo verlo le descolocaba en sobre medida, en esos instantes se maldecía a sí mismo por dejarse entregar a la pasión en el ascensor hace un mes atrás.

- Es el segundo golpe que me llevo hoy!!. – se sentó en la cama sobando su cabeza. – por suerte no estaba usado…
- Lárgate de mi clínica. – señalo con su mano la puerta. –
- Lo siento pero ya me desnude y no me muevo hasta que hagamos algo pervertido!.
- Entonces llamare a seguridad para que te saque desnudo de aquí!. – saco su celular. –
- Llámalos… pero igual sé que no lo harás, temes los escándalos, ya me imagino la portada del periódico de mañana, “loco desnudo es encontrado en brazos del director de la clínica Ishida”.
- Degenerado. – resoplo sintiéndose atado de pies y manos, como lo conocía Isshin tan bien!. –
- Porque mejor en vez de mal gastar esa energía en insultos… no vienes para acá y le damos un uso más creativo?. – le guiño un ojo al tiempo que palmeo la cama donde aun permanecía acostado. –
- Uso creativo… uso creativo… quieres ver como creativamente voy hacerte una vasectomía con un bolígrafo!. – soltó las carpetas en la mesa donde encontró el urinal. –
- Ven entonces. – sonrió complacido. –

Uno, sabía que Ryuken se acercaría a golpearlo, eso era seguro al cien por ciento, dos, también sabia por la cara del peli plata que estaba sintiendo cosas ante aquella visita y tres… no importa lo que se negara Ryuken, en esa habitación volarían fuegos artificiales a como diera lugar.
El director de la clínica no temió en acercarse al desnudo Isshin, al contrario, con ese mismo porte molesto se dirigió hacia la cama y sin pedir permiso si quiera se subió a Isshin igual a como un gato treparía un poste, sin hablar deslizo su boca por el cuello del mismo y dio varios mordiscos desinhibidos por aquel cuello varonil y libre de ropas.

- No y que me sacarías de aquí?. – llevo sus manos a la cintura de Ryuken. –
- Después de usarte… - con rapidez se quito la bata de médico y la camisa también dejando su pecho al descubierto. –
- Entonces úsame. – sus ojos centellaban sensualidad al notar como Ryuken sujetaba su mano y la hacía deslizarse por toda su suave piel. –
- No te molesta que sea yo quien te utilice esta vez.? – llevo la mano de Isshin a su boca, succionando descaradamente dos de sus dedos como si fueran una golosina. –
- No… - respondió roncamente, aquel acto de su ex era excitante a sus ojos. –
- Y si… - dejo la mano en paz para ahora desabrochar el mismo sus pantalones. –
- Vas rápido. – sonrió divertido al tiempo que empezaba a besar el cuello de Ryuken y bajaba su lengua poco a poco para llegar donde sus pezones. –
- Voy… como me da la gana. – se mordió el labio inferior al sentir como aquella lengua jugaba con él y pasaba de lamidas a pequeños mordiscos. –

Quería hacerlo, por más que se negara y que insultara a Isshin, quería estar con él, deseaba sentirlo otra vez a pesar de lo mucho que lo odiara a veces y de que se sintiera mal por su pasado, aun con ello su corazón y su cuerpo pedían a gritos ese encuentro que Ryuken quería dominar para aunque sea sentirse arrogante ante él. Pronto y ágilmente se deshizo de sus pantalones y su ropa interior, con descaro empezó a rozar su excitado miembro contra el de su ex, ambos estaban al límite de lo posible, era como un volcán en su interior a punto de erupción, sus manos se deslizaron por aquel palpitante miembro para tomarlo y jugar a subir y bajar.

- Me gusta esto… que me uses… - Isshin se sintió satisfecho por el atrevimiento del peli plata, aquellas caricias lo estaban volviendo más loco aun. –

Dominarlo, solo dominarlo?, no creía que lo estaba haciendo pero se sentía muy bien dirigir aquel acto esta vez, sus manos no paraban las caricias pero pronto Isshin se sumo a aquello deslizando sus dedos por entre los muslos de Ryuken, logrando llegar al punto exacto para también brindarle unas cuantas caricias juguetonas.
Gemidos, solo eso se pudo escuchar en esa habitación, no había peligro de que les descubrieran ya que Ryuken había pasado llave, tenían la privacidad perfecta para cometer esa locura, pronto ambos hombres se sintieron necesitados de dar un paso más, Isshin solo quería hacer suyo ese cuerpo, esa alma rebelde que amo tanto y Ryuken deseaba apagar el fuego en su interior que le pedía a gritos hacer más cosas y que las haría.

- Yo… controlo todo. – se puso en cuclillas sobre su ex que aun seguía dedicándole caricias con sus dedos. –
- Cabalgaras?. – sonrió libidinoso al ver como el peli plata se deshacía de la mano de Isshin para dirigir sus caderas hacia el miembro del mismo. -

Aquella unión se dio, Ryuken se posesiono por completo de todo, sentía como Isshin se adentraba mas y mas en su interior gracias a su movimientos, con satisfacción coloco ambas manos sobre las piernas del moreno para darse apoyo a lo que haría, con mucha emoción empezó a deslizarse sobre él, cabalgando a su ritmo, sintiendo con cada embestida como llegaba al límite de lo placentero, conocía muy bien su cuerpo y también el de Isshin, ambos siempre se complementaron mejor en la cama que en la vida diaria. Pronto todo acabaría, ya estaba por explotar de placer cuando sintió que las manos de Isshin le empezaban a acariciar para que ambos llegaran juntos, entre embestidas aceleradas y caricias siguieron hasta el punto cumbre del placer, una vez más aquellos espasmos divinos les inundaron y dieron fin a su loco encuentro por segunda vez.

Continuara………..

HOT HOT HOT!!... dios necesito salir a darme un baño de agua fría, creo que este capi fue más lemon que otra cosa XD, pero quiero dar gustos y creo que los di y los seguiré dando, cambiando el tema, LOS BABYS SE MUEVEN!! Esperen a ver cómo será esa competencia de ser el primero en sentirlos je je je, quien ganara Isshin o Grimmjow?, ya sabremos como usaran la fotito y más detalles sobre Shiro – chan! No se me olvida y perdón la demora, tuve algunas cosas que hacer.

Próximo Capitulo:
Acompáñame a recordar.
Notas finales: GRACIASSSSSS Y SIGAN LEYENDO.

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