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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: Toushiro se vera cara a cara con la maldad?, porque es mejor que te lleven a que te vayas?. mis deseos son para ti.
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.

Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.


Todo queda en Familia.
Capitulo 33
De regreso a la rutina.


El sudor recorría su frente mientras sus manos aun se negaban a soltar aquella prenda de tela nada elástica y gruesa, con sendas lagrimas contenidas seguía luchando contra lo imposible, con desesperación miro el reloj junto a la mesita de noche y se dio cuenta que no podía pelear mas con esos jeans, que era una batalla perdida desde hacía semanas atrás y no era por el hecho de haber comido como bestia en las navidades, solo el simple hecho de esperar gemelos ya le estaba cobrando la cuota de sacrificio con todo su guardarropas. Suspiro audiblemente, ya no sabía que ponerse para el inicio de los últimos 5 meses de clases, como deseaba poder graduarse para acabar con el suplicio de ir a la universidad, se estaba peguntando seriamente si podría trabajar después de dar a luz, con dos bebes a cargo lo veía muy complicado pero el asunto que lo puso a pensar en todo eso aun estaba sin resolver.

- Te dejo!!. – Grimmjow se asomo a la habitación para apresurar a su novio. –
- No me he vestido aun!. – lanzo los jeans colérico. – nada me sirve!
- Pretendías entrar en tu ropa pequeña y apretada?. – miro sin disimulo aquel vientre que sobresalía bajo la camiseta negra de Ichigo. –
- No me mires como un fenómeno!. – se jalo la camiseta tratando de ocultar su estomago. –
- Son dos… la lógica indica que estés mas rellenito que si esperaras uno. – sonrió divertido. – apresúrate a vestirte, tengo que esterilizar una docena de perros, hoy la veterinaria será un infierno.
- Vete ya… yo me voy en el bus de la universidad. – renegó con la cabeza frustrado. –
- Seguro?.
- Estoy embarazado no incapacitado, aun puedo llegar solo a la universidad. – al fin tomo unos pantalones deportivos negros. –que te vaya bien.
- Mi beso?. – se acerco a Ichigo con suavidad para obtener lo que pidió. –
- Nos vemos en la noche. – se dejo besar con ternura los labios. –
- Cuidado cuando salgas. – acaricio un poco aquel vientre redondeado. –

Ichigo se despido de Grimmjow con una sonrisa que pronto se borro al ver el desastre que tenía en la habitación, los únicos pantalones que le quedaban no le gustaban pero debía hacer de tripas corazón y vestir ese día con lo que tenía a la mano. La rutina regreso a su mundo, con el poco tiempo que le quedo no pudo desayunar pero su hermana Yuzu le tenía una comida lista para llevar así que con prisa la tomo de la mesa de la cocina y se despidió de sus hermanas para tratar de tomar el autobús.

- A tiempo!. – camino apresurado para llegar a la parada junto con el trasporte. –

El autobús estaba lleno de estudiantes, al ser el primer día de clases después de las merecidas vacaciones decembrinas era de suponer que ningún alumno querría faltar para nada, con dificultad Ichigo se abrió paso entre la masa de jóvenes para evitar ser aplastado, debía tener más cuidado de lo normal por su condición, con fuerza logro sujetarse de una de las barandas para las personas que quedan de pie, miro preocupado hacia su estomago, al parecer los gemelos decidieron empezar a moverse temprano, su mano se fue instintivamente a su vientre pero al notar como la persona que estaba parada al lado de él lo miro, alejo su mano rápido y apenado.

- ICHIGOOOOO!!! – un chillido estridente retumbo en medio de aquel autobús lleno. –
- No puede ser… - mascullo agachando la cabeza, esa voz era la de Keigo sin duda alguna. –
- VEN ACA!. – alzo sus manos emocionado desde uno de los asientos en la parte trasera del autobús. –
- Porque no me fui con Grimmjow?. – suspiro quedamente y alzo la vista hacia su amigo. –

Sabía que todo el mundo lo vería si se quedaba quieto allí con Keigo señalándolo y gritándole para que se acercara, lamentando en el alma lo que iba a hacer, se arrimo poco a poco hasta llegar donde su eufórico amigo, con una media sonrisa le miro la cara de sorprendido que puso al instante de verlo frente a él.

- OHHHH.. como que te emocionaste con la comida?. – observo más detallado el estomago de Ichigo. –
- Para eso me llamaste, me hubiese quedado parado adelante. – desvió la mirada molesto. –
- No te molestes, acaso esas son maneras de darle un saludo a tu amigo después de un mes sin verse. – palmeo bruscamente la espalda de Ichigo. –
- No hagas eso!!. – perdió un poco el equilibro con aquel golpe. –
- Creo que no amaneciste de buenas pulgas.
- Levántate del asiento. – sentencio secamente. –
- Qué?.
- Que te pares antes de que yo te levante por esas orejas!. – Ichigo movió sus manos maliciosamente delante de él. –
- Está bien, está bien… – se levanto lo más rápido que pudo para permitir que Ichigo se sentara en el puesto de él. –

Ahora le vio el beneficio de haberse encontrado con Keigo, en verdad necesitaba sentarse antes de que el movimiento de los gemelos y el calor que empezaba a invadirlo lo hicieran sentirse mal, respiro calmado y volviendo acariciar su vientre en el lugar donde más sentía aquellas patadas de sus hijos.

- Puedo… puedo preguntarte algo muy personal?. – Keigo miro de reojo los movimientos de Ichigo y su estomago. –
- Que quieres?. – ni si quiera lo miro, estaba más concentrado en calmar a los gemelos. –
- Pensaras que estoy loco…. Pero tengo una leve idea de que esos kilitos de más no pareces de comer mucho. – se cubrió la cabeza con su brazo para evitar que Ichigo le golpeara si su teoría estaba equivocada. –
- Ajam… - miro serio a Keigo. – y según tu porque son?
- Eh…. Bueno, creo que mejor me cayo, no vaya a ofenderte con lo que quería decir. – bajo la cabeza resignado a quedarse con la duda. –
- No quiero que me preguntes nada estúpido pero tienes razón… - se apeno un poco por lo que iba a decir. -
- QUEEEE!!! EN VERDAD!!. – grito todo impresionado. –
- No es necesario que grites!.
- HUUUAAAAAAAAAAAAAA!! ENTONCES SI TE VAS A MORIR.. TIENES UN TUMOR EN EL ESTOMAGO!! – empezó a llorar a mares por su teoría. –
- NO ME VOY A MORIR!! ESTOY EMBARAZADO!!. – una enorme venita latía en su frente con mucha intensidad. –

La bulla que había en el autobús paso a un silencio sepulcral cuando Ichigo grito a los cuatro vientos su “peculiar” condición, muchos de los pasajeros voltearon a verlo, empezaron algunos comentarios en voz baja mientras que Ichigo solo deseaba que el autobús llegara a la universidad rápido, no soportaba tantas miradas encima suyo.

- Dime que es una broma?. – se agacho para poder mirar mejor a un Ichigo casi que escondido en el asiento. –
- Te odio. – deletreo con mortalidad aquellas palabras. –
- Creo… que sí. – renegó con la cabeza unas cuantas veces hasta que recordó un pequeño acontecimiento. – Por eso tu amiga de pechos celestiales te ato unos globos aquella vez!!
- Que genio resultaste… - suspiro resignado, ya para que esconder lo que todo un autobús lleno de estudiantes supo esa mañana. –
- Puedo preguntar algo más?. – su rostro parecía lleno de curiosidad mal sana. –
- Antes de que me digas una barbaridad te contestare algunas cosas obvias… tengo pareja, son gemelos y te voy a enviar al infierno si me preguntas algo más!. – jalo a Keigo con fuerza para poder sujetarle el cuello entre sus brazos. – entendiste?.
- Shi… - estaba ahogándose con aquella llave que le hacia Ichigo. –

Ese viaje hacia la universidad había sido un suplicio pero ya fuera del autobús trato de regresar a su ritmo de estudios, pero no solo Ichigo está padeciendo de las consecuencias de la curiosidad de los extraños y los conocidos también. Para el rector de la universidad aquel día comenzó con el pie izquierdo ya que el frio de diciembre se iba y una leve subida de temperatura hacia que los abrigos no fueran necesarios y con ellos también la única manera en que el Kuchiki ocultaba su estomago desaparecía, retando a su propio cuerpo se atrevió a llegar a la oficina bien abrigado y sudando a raudales con aquellas ropas imposibles de cargar por mucho tiempo.

Estaba sofocado al punto que se sentó en la misma silla de su secretaria para deshacerse con rapidez del abrigo mientras Matsumoto lo miraba curiosa de pie junto a su escritorio.

- Quiere cocinarse?. – replico algo severa al verlo. –
- Pon más alto el aire acondicionado… - se seco la frente con el reverso de su mano. –
- Creo que no le hace nada bien cargar ropas gruesas en esta época del año. – tomo el abrigo que Byakuya tiro al suelo en su desesperación. –
- Acaso no comprendes que un rector no puede mostrarse ante todo el alumnado en estado!. – masajeo su frente mas aliviado del calor. –
- Pues jefe, creo que el “alumnado” le dejo unos cuantos presentes para su bebe. – señalo con su dedo una de las esquinas de la oficina repleta de regalos y detalles de navidad. –
- ……….. – miro incrédulo la cantidad de regalos que daban a entender para quien eran. –
- Jefe, mejor respire profundo y acepte que todos saben que su rector espera un chibi y que están muy felices con ello, aun no he escuchado malos comentarios acerca del tema. – se llevo la mano a la barbilla en pose pensativa. –
- YA SABIAS QUE LOS DEMAS HABLAN DE MI ESTADO!!. – se levanto de la silla con rapidez. –
- Etoo… pues había escuchado comentarios en la cafetería y cuando algún profesor se acerca por aquí a dejar algún informe….
- Todos sabes menos yo lo que pasa aquí. – suspiro derrotado. –
- Tranquilidad sobre todo. – dio unas palmaditas dulces a la espalda del moreno. – vaya a cambiarse de camisa y se sienta mientras yo le traigo su chocolate de siempre.

Matsumoto salió de la oficina muy risueña y tratando de calmar el mal humor de su pobre jefe, pero Byakuya no podía estar tranquilo, no podía entender como no se había dado cuenta que todo el mundo sabía de su condición y el tratando de ocultarla!, con algo de pena bajo la mirada a su vientre de 5 meses, su hija le había traído muchos momentos tensos pero al saber eso, se sintió un tanto aliviado después de todo, mientras miraba con meditación noto el porqué Matsumoto le mando a cambiarse de camisa, la que llevaba estaba toda mojada de sudor y era evidente en el pecho y bajo sus brazos, había aprendido desde los accidentes con las nauseas que siempre debía guardar una muda extra de ropa en el baño de su oficina.

Matsumoto como se divertía con su pobre jefe, era entretenido verlo llegar todas las mañana con algo nuevo, si no era su mal humor, eran mareos o si no nauseas, también mas apetito, muriendo de sueño y si no era ninguna de las anteriores era la infaltable petición de ir a la cafetería por una barra de chocolate, con ese pensamiento sonrió para sí mientras caminaba por uno de los jardines que conectaban con la cafetería desde el rectorado, los arboles empezaban a tener nuevamente retoños y la primavera no tardaría mucho en presentarse otra vez, con la mente en esos menesteres no noto como alguien le siguió el paso hasta que sintió como algo le jalaba contra uno de las paredes cerca de la cafetería.

- QUIEN DIABLOS!!... – hizo silencio bruscamente al ver quien le saco de su camino. –
- Tiempo sin vernos. – sonrió ampliamente. –
- Tu… - se soltó bruscamente de las manos de aquel hombre. –
- No me vas a dar una sonrisa como la que traías hace un minuto?.
- ……… - apretó sus puños indignada. -

No paso más de un segundo cuando se escucho el sonido de una cachetada, Matsumoto solo pudo responderle con la palma de su mano directo al rostro de Ishimaru, era lo mínimo que se merecía por dejarla plantada en noche buena y no llamarla si quiera para excusarse por ello, esa noche tuvo que estar sola hasta que el huraño chico peliblanco se encontró con ella y juntos se fueron a tomar chocolate caliente y conversar un poco sobre lo que les había sucedido esa noche.

- No me hables más nunca. – intento seguir caminado hacia la cafetería. –
- Me lo merezco, lo sé. – sobo su rostro algo incomodo. –
- Lárgate. – trato de apresurar el paso para alejarse de Gin. –
- Acaso no merezco un perdón?.
- Mereces que te dé no solo una cachetada…. Si fuera por mí te dejaría sin ojos. – paro de caminar. – porque me buscas si no te importo?.
- Si me importas, por eso estoy aquí para que escuches mi versión de los hechos. – se detuvo delante de la peli naranja. –
- Sé que me arrepentiré por esto, habla. – cruzo sus brazos aburrida. –
- Tuve que resolver un problema familiar muy importante.
- Tú no tienes familia.
- No directamente pero la tengo…

Los recuerdos de lo que verdaderamente sucedieron esa noche se agolpaban en su cabeza como si hubiesen ocurrido ayer mismo para él, debía mentirle a Matsumoto así que usando parte de la verdad le inventaría una buena historia pero la realidad de todo empezó a trascurrir en su cabeza de manera vivida.


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No sabía qué hacer, se volvería loco si seguía marcando el celular una y otra vez hasta que lo lanzo al suelo colérico, olvido su cita con Matsumoto y ya era tarde para llamarle, en verdad no le importaba lo que sucediera con ella, lo que verdaderamente le carcomía el alma era el saber donde estaba Toushiro y porque se negó a contestarle las llamadas y los mensajes hasta el punto en que su teléfono quedo inservible estrellado en el suelo. Recordando que tenía un juego de llaves de la casa del peliblanco, se decidió ir a cazar a su “juguete” esa noche, salió con la firme proposición de encontrarlo y hacerle hablar.

- No puedes escapar de mi pequeño maldito. – sonrió malicioso al tener aquel juego de llaves en sus manos. –

Aquel viaje hasta la casa de Toushiro fue un suplicio, su mente, sus miedos y sus demonios internos le hacían pensar cosas horrorosas sobre lo que estaría haciendo su alumno en ese instante, tenía la urgencia como un drogadicto por estar con él, sus manos temblaban mientras no soltaban aquel juego de llaves, casi a media noche llego a la pequeña casa del chico, todas las luces se veían apagadas desde la calle y eso encolerizo más aun al peli gris.

- En algún momento tienes que volver…. – camino a paso apresurado para entrar a aquella casa solitaria. –

Ya dentro no prendió una sola luz, camino a oscuras y mirando el lugar de pies a cabeza, ya lo conocía pero quería ver si podía encontrar algún indicio de donde había ido Toushiro esa noche, con paso suave se abrió paso a la habitación del chico, el aroma a él era inequívoco, eso lo perturbo con delirio, tanto que tomo el pijama de Shiro – chan que estaba tirada sobre la cama y se lo llevo a la cara para poder sentir aquel aroma de su presa, su cuerpo se sintió caliente, muy caliente y más molesto aun, con la misma fascinación con que tomo aquella prenda, se recostó en la cama para así esperar al dueño de la casa.

- Tendrás un gran castigo. - deslizo sus labios lujuriosos por toda aquella ropa. -

El reloj corría sin piedad, ya pasaban de las 3 de la mañana cuando sintió el ruido inequívoco de una puerta siendo abierta, sus ojos rojos resaltaban en medio de esa total oscuridad, cansado de esperar se sentó en la cama paciente a que su presa por fin entrara a la habitación, más cerca y más cerca hasta que el sonido de pasos y el encendido repentino de la luz le dejo ver lo que tanto anhelaba.

- Feliz navidad pequeño Shiro – chan. – sonrió malignamente al chico frente a él. –
- Gin… - sus piernas se paralizaron al ver quien estaba sentado en su cama, era lo último que esperaba encontrar a esas horas en su casa. –
- Paseando hasta tarde?. – se puso de pie suavemente. – sabes que los niños no pueden andar solos a esta hora?.
- No… no… andaba paseando. – susurro algo asustado, le aterro aquella mirada de Ishimaru. –
- No me gustan las mentiras. – deslizo su mano por el cuello del peliblanco. –
- No miento. – trago grueso al sentir como las manos de Gin pasaban a su rostro. –
- Seguro?. – apretó bruscamente el rostro de Toushiro entre sus manos. –
- Suéltame!. – se alejo como pudo de aquel hombre. –
- Mala idea. – atrapo una de las manos del chico entre las suyas. – no seas malcriado.
- Estoy… estoy arto de ti!. – le lanzo una mirada de rencor. –
- Me estoy enfadando… - sin piedad alguna lanzo a Toushiro contra la cama. – sabes cómo me pongo cuando me enfado?.
- Bájate!!. – trato de quitárselo de encima sin efectividad. –
- Seré menos agresivo si me cuentas dónde estabas. – sujeto las muñecas de Toushiro sobre su cabeza para inmovilizarlo. –
- ERES UN MALDITO!. – grito con todas sus fuerzas, sentía que debía decírselo de una vez por todas. –
- Parece que no me escuchaste. – bajo su rostro hasta quedar pegado al oído de su presa. – seré muy agresivo si no me dices dónde estabas. – paso su mano libre por los labios del chico hasta introducir tres de sus dedos en su boca. – muérdeme y será peor para ti.

El pobre de Hitsugaya estaba otra vez en ese hueco podrido llamado Gin Ishimaru, sentía como este movía sus dedos dentro de su boca, sabía muy bien lo que seguiría a continuación, se desespero al ver que por más que se retorcía no lograba mover al peli gris de encima suyo. Con mucha rabia sintió como ahora esa mano que le estaba torturando pasaba a bajar sus pantalones de un solo jalón, tembló al pensar que si Ishimaru era brusco de buen humor como seria molesto y frustrado por no obtener su respuesta.

- Respóndeme!. – bajo la cabeza hasta quedar sobre uno de los glúteos del peliblanco. –
- Salí!! Salí solo!. – grito con dolor al sentir los dientes de Gin clavarse sobre su piel. –
- Mentira. – lamio la herida con sadismo después de aquel mordisco. –
- PORQUE ME HACES ESTO!!. – siguió retorciéndose para liberarse de lo que vendría. –
- Esa pregunta la debo hacer yo!. – sin piedad llevo sus dedos hasta el interior del cuerpo de su víctima. –
- No….no…. te diré…. – mascullo con dolor por aquella dolorosa invasión que hacia su profesor. –
- Quien te esta lavando el cerebro para que te hayas vuelto así de altanero conmigo!. – movió su mano para hacer que los brazos de Toushiro quedaran dolorosamente tras su espalda. –
- MUERETE!! – solo pudo articular eso entre gemidos de dolor por lo que estaba haciendo Gin con su cuerpo. –

Esa tortura seria eterna a ojos de Toushiro, sentía que su cuerpo era de trapo, que ya no valía la pena luchar contra ese demonio llamado Ishimaru, podría violar su cuero pero no su mente ni su corazón, primero muerto que dejar que Gin supiera de Hyorinmaru, con dolor soporto todo aquel compendio de mordidas, insultos y el acto mismo del sexo vuelto un infierno, cuando todo acabo Gin estaba muy cansado para seguir torturándole con la misma pregunta, solo sintió como el peso encima de el desaparecía y le dejaba libre al fin.

- No fue placentero hacerte eso pequeño Shiro – chan… pero tú te lo buscaste. – se acomodo las ropas con tranquilidad. –
- ……… - el pobre solo se acurruco en su cama dándole la espalda a Gin. –
- No me respondas, está bien si quieres tener secretos conmigo pero eso te costara muy caro, ya lo veras. – acaricio con malicia la blanca cabellera desordenada de su alumno. -

Mientras Toushiro seguía sumido en su mundo para protegerse, Ishimaru registro toda la habitación buscando el celular del chico. Estaba molesto aun y quería quitárselo para saber si alguien le llamaba y lo estaba ocultando de él.

- Donde está el celular que te regale?. – tiro la ropa que momentos antes le había arrancado a tirones al chico cuando no encontró el aparato entre ella. –
- ………….. – pensó y pensó hasta que su mirada se petrifico al recordar donde lo dejo. –
- Te daré hasta mañana para que me digas donde lo dejaste, si no… - se sentó en la cama junto al peliblanco. – este castigo se repetirá todos los días mi querido Toushiro.
- Muérete…. – susurro para sí con rabia. –
- Me voy, espero que recapacites con la almohada y me cuentes que paso porque si no me dices me veré forzado a pedir tu destitución de la universidad.
- No… serias capaz de eso. – intento sentarse con dificultad para encarar a Gin. –
- Si fui capaz de lastimar tu hermoso cuerpo, soy capaz de mucho más. – susurro esa última frase al oído de Toushiro. - puedo hacerte sufrir mucho.

Gin desapareció de esa casa con la misma facilidad con la que entro, dejo a un traumatizado y adolorida Toushiro en ella, sabía que con ese “castigo” el chico recapacitaría pero al día siguiente sucedió lo mismo y así día tras días por más de dos semanas, Gin no pudo quebrar la voluntad de Toushiro para saber donde estuvo esa noche, con mucha rabia le quito el acceso al teléfono, le perseguía día y noche tratando de saber que pasaba en la mente del peliblanco que cada día se veía más encerrado en sí mismo, tanto que el primer día de clases no asistió a la universidad.


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Esos recuerdos crueles eran ocultos bajo un manto de mentiras para Matsumoto, Gin le había dicho que había ayudado a un amigo a buscar a su fugado hijo adolecente, que dejo su celular en casa y que paso más de la mitad de la noche en ello, como un encantador de serpientes trato de armar un drama que sensibilizara el corazón de la resentida Matsumoto pero a pesar de sus encantos no lo logro, la chica solo le miro con más rabia aun y jurándole que le sacaría más que los ojos si trataba de volver a acercarse a ella, que su intento de volver lo había asesinado esa noche en que según él fue a ayudar a un amigo de la infancia.


- Para la próxima cuéntame una de vaqueros!. – se alejo rápidamente del peli gris antes de verse tentada a cumplir su amenaza. –

Frustrado vio como la chica se le escapaba de las manos, ya eso era la gota que derramo el vaso y para colmo sentía que Toushiro también era culpable de ello, esa noche volvería a la casa para seguir tratando de sacarle la verdad a su sumisa presa, entre abusos, amenazas y violencia había logrado amansar un poco el caprichoso corazón de Toushiro, era algo que ya rallaba en la obsesión, estaba tan cegado por los celos que poco a poco se hundía en un mar podrido y lleno de maldad del cual no iba a poder salir airoso.


Continuara…..


Soy mala lo sé, ToT… porque nuestro lindo Shiro – chan debe sufrir tanto por amar a Hyorinmaru!!, pero no se me achicopalen que prontito vera felicidad pero le costara un montón ya que Gin si tratara de hacer que Toushiro pierda su cupo en la universidad y algunas cosas más, pero siempre hay un príncipe al rescate y esperemos que este llegue a tiempo para que salve a nuestro niño de las garras del HDP de Gin XD. Ahora creo que les encantara el capi que viene, otra vez los viejitos al ataque y más cosas locas jejejeje!!.

Posdata: NO TENGO INTERNET!! YA LO HE REPETIDO A LOS CUATRO VIENTOS Y MUERO POR ELLO YA QUE ES COMO MI DROGA!! ToT QUEROOOOO QUE REGRESE Y MIENTRAS ANDO SUBIENDO DESDE UN CIBER…. ODIO LOS CIBERS!! NADA MEJOR QUE LA SILLA DE UNO, EL TECLADO ( QUE SE LE VEN TODAS LAS TECLAS ) DE UNO!, SIN NADIE MIRANDO LO QUE HACES Y DE PASO CON TU PC AMADA ( ADORO LA MIA PORQUE ES MUUUUY RAPIDA JEJEJEJE, VENTAJAS DE TENER UN ESPOSO QUE SE DEDICA A LA VENTA DE ELLAS ) QUE ALGUIEN EN EL CIELO ME OIGA PARA QUE REGRESE MI INTERNET!!.

Próximo capítulo:
Ábreme la puerta.
Notas finales: GRACIASSSS POR LEER Y VER MI FANART

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