Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Todo queda en Familia por RAMSIN

[Reviews - 499]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Byakuya decide cuando y como expresar sus emociones?, porque todo no es como uno quiere. quizas es mejor dejar que la vida siga su curso y no obligar a que las cosas pasen.
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.


Todo queda en Familia.
Capitulo 38
Aprende de tus vergüenzas.


La luz se filtraba a raudales entre las cortinas de aquella habitación, le dolía todo el cuerpo pero a pesar de ello se sentía extrañamente cómodo, todavía con la mirada adormilada se quiso sentar en la cama pero el peso de algo sobre su cuerpo se lo evito.

- Hyorinmaru. - abrió mejor los ojos para ver al peliacua recostado a su lado en la cama y con su brazo extendido sobre su pecho en un abrazo protector. –


De inmediato desistió de moverse, estaba impresionado por ver que su antiguo profesor paso toda la noche con él, sus mejillas se encendieron en un rojo pasión por la pena que le causo mirarle dormido a su lado, su rostro estaba sereno y apacible, sus ojos cerrados y su semblante demostraba tranquilidad total, con mucho cuidado se giro para quedar frente a frente con el rostro del peliacua, sintió el tibio aliento que despedía entre cada respiración, sus labios delgados casi cerrados le provocaron inimaginadas reacciones cuando recordó que los había besado hacia más de un mes atrás, esa visita de noche buena que nunca olvidaría.

- Gracias por estar conmigo. – susurro débilmente para no despertar al durmiente. –
- Permiso... – la voz de una mujer y los toques a la puerta alertaron al dormido peliacua. –
- Que sucede?. – se sentó prácticamente de golpe en la cama. –
- Alguien toca. – miro apenado a Hyorinmaru. –

Con rapidez el peliacua se bajo de la cama y acomodo su ropa algo desaliñada por la noche de sueño, ya listo abrió la puerta para mirar que una enfermera acompañada de otra persona que entraba junto a ella a la habitación.

- Buenos días joven Hitsugaya. – la joven saludo al paciente mientras miraba los informes del mismo que traía en sus manos. –
- Buenos días. – respondió un poco renuente, no le caía bien que alguien desconocido le fuera a revisar. –
- Necesitamos que algún familiar suyo nos acompañe afuera. – miro a Hyorinmaru con interés. –
- Yo soy el único familiar que tiene. – el peliacua se adelanto a cualquier respuesta que fuera a dar Toushiro. –
- Entonces hablemos afuera. – camino rumbo a la salida seguido de aquella misteriosa mujer que entro silenciosa seguida de la enfermera. –
- Que van hablar que yo no tenga que saber?. – alzo la voz en señal de protesta por como lo ignoraban. –
- Solo necesitamos que un familiar llene algunos papeles legales. – sonrió amablemente para después salir de la habitación. –


Ya afuera, Hyorinmaru sintió que algo malo le dirían sobre Toushiro, esa enfermera se veía muy persistente en salir de la habitación y la misteriosa mujer que le seguía parecía más fría que un tempano de hielo, su mirada seria no se apartaba de él, sus cabellos negros estaban recogidos en una trenza larga hasta media espalda y sus ropas eran un sobrio traje negro haciendo juego con zapatos de tacón alto en el mismo color, en ese instante noto que no era un medico o alguien ligado al ramo de la medicina.

- Le quiero presentar a la representante legal que llevara el caso del joven Hitsugaya. – señalo a aquella mujer que solo saludo con un movimiento de cabeza. –
- Representante legal?. – miro impresionado a ambas mujeres. –
- La clínica no puede obviar el reporte de ingreso donde queda constatando que el paciente sufrió una obvia violación. – la enfermera miro la carpeta que traía con ella. – además… es menor de edad, eso agrava más el asunto.
- Lo sé, pero… - pensó en como quedo aquel desgraciado, ningún juzgado lo mandaría a la cárcel ya que quedo casi vegetal, era una batalla perdida desde un principio. –
- Necesito que firme estas autorizaciones. – la mujer tras la enfermera le extiende algunos papeles y un bolígrafo. – son mera formalidad.
- Que son estos papeles? – miro curioso el extenso numero de hojas. –
- Por ser un menor de edad necesitamos que alguien de su familia autorice los exámenes forenses que se le harán para recabar evidencia sobre la violación.
- Exámenes forenses… - pensó en todo lo que abarcaba eso, sabía muy bien que serian humillantes para alguien que acababa de sufrir por un suceso como una violación. – me niego a fírmalos.
- Cómo?. – ambas mujeres miraron sorprendidas a Hyorinmaru. –
- No lo voy a exponer a exámenes e interrogatorios humillantes. – devolvió los papeles a la representante legal. –
- Piensa dejar impune un crimen tan aberrante como el que sufrió ese chico?. – la mujer estaba muy consternada por la negativa. –
- Ya el destino le cobro con creces al desgraciado que lo hizo.


Con mucha calma Hyorinmaru les relato lo que sabía a cerca de Ishimaru y como cuando quería darle captura aquel hombre huyo y acabo en un accidente de tránsito, estaba seguro que no se recuperaría y les pidió a ambas mujeres que investigaran sobre el estado de salud de ese hombre que también estaba ingresado en la misma clínica, con aquellas palabras la asesora se calmo un poco pero aun le dejo los papeles por si Hyorinmaru cambiaba de opinión y deseaba entablar una acusación contra el agresor. Después de todo ello se regreso a la habitación para seguir cuidando sobre todas las cosas a su antiguo alumno.

- Que querían esas mujeres?. – pregunto sin rodeo apenas vio entrar al peliacua. –
- Deseaban que firmara unos papeles para algo legal, solo eso. – tiro los mencionados papeles en el cesto de la basura que había junto a la puerta de la habitación. –
- No quiero que esto pase a mayores. – bajo la mirada algo nervioso. –
- No pasara nada que tú no quieras. – camino con paso calmado hasta la cama. – yo estoy aquí contigo.
- Eso lo sé. – sonrió a medias. –
- Toushiro. – se inclino junto a la cama mientras sujetaba con su mano la barbilla del peliblanco. – siempre estaré junto a ti, nunca te dejare solo porque… porque.


Quería decirle que le amaba con toda su alma pero se retuvo al recordar que aquel desgraciado seguro le repetía lo mismo una y otra vez mientras le lastimaba, con mucha pena se quedo a media declaración, no deseaba apresurar las cosas y menos asustar mas al pobre chico con sus sentimientos.

- Lo siento. – soltó el rostro de Toushiro. –
- Me quiere a pesar de que… no soy el niño inocente que conoció… - pregunto en tono dolido, sentía que no merecía tal cariño y atención de parte de Hyorinmaru. –
- Más que quererte. – estrecho entre sus brazos a su ex alumno. – no quiero asustarte con mis sentimientos.
- Los necesito…. Necesito saber que me quiere a pesar de lo que paso. – enterró su rostro entre aquellos brazos que le sujetaban suavemente. –
- Toushiro… yo te amo. – al fin dejo que esas palabras escaparan de sus labios con tal dulzura y suavidad. –


Algo dentro de su corazón estallo como fuegos artificiales, un inmenso calor le inundo todo su ser cuando esas palabras sonaron como las más bellas que jamás había escuchado, estaba casi boquiabierto con la revelación pero aun no podía articular tanta emoción con solo sonidos, sintió que debía ir mas allá por un instante, solo un pequeño atrevimiento para agradecer aquel “te amo”. Sin pensar más levanto la cabeza y acerco sus labios a los de Hyorinmaru, sello aquel sentimiento con un beso, un pequeño beso suave y tímido pero a la vez lleno de tantos significados y deseos juntos.

La línea del destino está trazada, pasaran meses para que las heridas del cuerpo sanen pero también las del alma, Hyorinmaru estará a capa y espada a su lado para protegerle y servirle de apoyo a todo un compendio de situaciones venideras.


Ya 6 meses, era un tiempo increíble para ver como aquel embarazo florecía con cada día, aunque la persona más implicada en él se negara a veces a contemplar su verdadera naturaleza, aquella que brotaba por sus poros y le decía a viva voz que una vida crecía dentro de el, esa tarde tendría otra de aquellas horrorosa y tortuosas consultas con su obstetra, mientras se vestía pensaba en que solo debía aguantar 3 meses mas y todo volvería a la “normalidad”, aun no sabía a ciencia cierta que tan “normal” seria regresar a casa con un recién nacido entre sus brazos y cero conocimientos sobre ellos.


- Byakuya?. – Renji entre abrió la puerta de su habitación buscando a su amante. –
- En el baño. – estaba parado frente al espejo del lugar, miraba algo impresionado su imagen reflejada en el. –
- Llegaremos tarde a la consulta. – le señalo su reloj de pulsera algo serio. –
- No es mi cuerpo. – susurro algo decaído. –
- Amaneciste filosófico hoy?, anda a arreglarte.
- Como puede ser este mi cuerpo!. – se señalo a sí mismo con coraje. –
- Para mi eres el mismo Byakuya fastidioso, prepotente, mal humorado y al cual a pesar de todo lo anterior amo con locura. – sonrió divertido. – arréglate.
- No me ayudas con tus palabras baratas. – se llevo la mano a su vientre más grande y notorio con 6 meses. –
- Quieres comprobar que con todo y ese cuerpo igual me enciendes. – sin pena alguna sujeto el rostro del pelinegro entre sus manos y paso a besarlo con lujuria, abriéndose paso con su lengua para poder sentir todo aquel cálido interior de su amante. –


Byakuya solo pudo dar dos pasos hacia atrás para alejarse de aquel ataque de esa boca hambrienta de deseos, desde hacía dos semanas que se sentía cohibido para tener relaciones con Renji, se le había escapado varias veces pero esta vez estaba cediendo ante aquel cuerpo tibio que le entregaba placer.


- Se hace tarde para la consulta. – soltó al Kuchiki tan rápido como lo sujeto. –
- Pe…. – estaba respirando entre cortado, se estaba empezando a emocionar con aquel beso. –
- Me has tenido castigado por unos días pero ya veo que tienes ganitas otra vez. – le guiño un ojo coqueto. – cuando regresemos de la consulta te doy tu premio.
- Renji… - estaba rojo pero no de la emoción, era del coraje por como el pelirrojo le trataba como si fuera un saco lleno de hormonas. –
- No te enojes, le hace daño a la bebe. – acaricio el vientre del Kuchiki con ternura. – hoy te volveremos a ver…
- ………. – quería insultarlo y darle un solo puñetazo, en verdad deseaba asesinarlo pero se contuvo al sentir como su hija se movía con fuerza cuando Renji le hablaba, era algo que se estaba tornado común que sucediera. –
- “mami se hace tarde para ir a verme” – hablo en tono infantil mirando a Byakuya. –
- Sal de mi vista antes de que deje a mi hija sin padre. – siseo malignamente mientras una enorme venita estaba latiendo en la frente del moreno. –


Renji supo que debía escapar antes de que Byakuya cumpliera con su amenaza, el Kuchiki no era muy afecto a las bromas donde él le llamaba “mama”, esos juegos le molestaban en sobre medida, sentía que eran un irrespeto a su hombría pero como podía defenderse de aquella palabra si biológicamente era la “madre” de su hija. Luego de una pequeña discusión ambos salieron rumbo a la clínica Ishida, ya el camino era realmente conocido y la espera en aquella sala que antecedía al consultorio se volvía muy intolerante para Byakuya, su estado era más claro que la luz del día a pesar de que era muy meticuloso con la ropa que compraba, pero las miradas de los presentes en su cuerpo solo le demostraban que llevaba una especie de etiqueta en la frente que decía “espécimen raro”.


- Esa mujer nos hace esperar a propósito. – mascullo enfadado y con los ojos cerrados para evitar mirar al resto de los presentes en la sala de espera. –
- Yo la compadezco. – susurro el pelirrojo con desanimo. – tenerte como paciente debe ser feo.
- Que dijiste!. – sin importarle que estuviese llena la sala se atrevió a jalonear del cabello trenzado que colgaba de la cabeza de Renji. –
- Duele!!. – trato de quitarse las manos de Byakuya pero fue imposible. – estás haciendo un espectáculo!.
- Entrare solo hoy!. – soltó bruscamente el cabello de su amante. –
- Señor Kuchiki!. – el pequeño ayudante de Unohana al fin les llamo. –
- Si me sigues al consultorio terminamos!. – se levanto de la silla tan rápido como su peso se lo permitía. –
- Byakuya… - ahora sí que se había enfadado el moreno con él. –


Renji se quedo petrificado fuera del consultorio, ni se atrevió a entrar, era mejor esperar afuera hasta que a Byakuya se le pasara el ataque “hormonal”, estaba realmente sensible a todo lo que le decían y esa no era la primera pelea que tenían a causa de algo dicho sin malas intenciones. Dentro, Unohana le recibió como de costumbre pero apenas Byakuya se sentó frente a ella toda su rabia se descargo de una manera muy particular.

- Le sucede algo?. – miro el rostro realmente enojado de Byakuya. –
- Voy a llorar. – sentencio apretando los puños muy molesto. – odio... tener que llorar…
- Quiere llorar?. – se sorprendió por las palabras de su paciente. –
- ……….. – ya no aguanto más, estaba reteniendo aquella desagradable sensación que se acumulaba en su pecho así que sin importarle nada le dio riendas sueltas frente a la doctora. –


Era todo un acontecimiento ver llorar al moreno, se quedo estático sentado en la silla con la mirada fija en el suelo, sus lagrimas se derramaban por sus mejillas sin soltar un solo sollozo o una lamentación, era como ver una regadera echando agua, pero cuando Unohana le pregunto si vino solo a la consulta aquel ataque que estaba contenido se desato, ahora sí que empezaba a sollozar descontrolado, no sabía cómo diablos detenerse, las hormonas le controlaban todo y en esos instantes solo deseaba que nadie le preguntara nada.

- Doctora… - el enfermero que siempre le ayudaba se le acerco para hablarle bajito. –
- Dime Hanataro. – masajeo su frente tratando de estar calmada, sabía que ese paciente era el reto más grande que le había dado su carrera. –
- El señor Kuchiki está enfadado con su pareja, tuvieron una discusión cuando fui a llamarlo y pues el entro solo a la consulta. – sonrió tímidamente. –
- Por eso está llorando?. – rodo los ojos hacia su ayudante. – haz pasar a su compañero, esto lo solucionare ahora mismo o no podre atender al resto de mis pacientes hoy!.


Mientras Byakuya seguía sentado en un mar de lágrimas, el ayudante de la doctora fue a buscar a Renji, este pasó algo acongojado cuando miro a su compañero sentadito en la silla y sollozando como si fuera un niño, cuidadosamente se acerco al Kuchiki para abrazarlo.

- No lo toque!. – hablo seriamente Unohana. –
- Pero esta así por mi culpa. – sentencio algo molesto. –
- Esta así no por su culpa, esta así por el embarazo y tiene un ataque que se le pasara en cualquier momento.
- Nunca antes se había puesto así. – se sentó en la otra silla para los pacientes. –
- Porque el señor Byakuya tiene un mal habito de querer callarse todo para el solo y creo que ya aguanto más de lo normal sin dejar ir las emociones.
- Byakuya. – Renji le llamo despacito y con cara de perro regañado. –
- No me hables… - desvió la mirada de su compañero. –
- No le diga nada, pero creo que será mejor que lo saque de aquí hasta que se calme o nunca terminare de atender a mis pacientes.
- Haga su consulta de una buena vez!. - resoplo un poco más calmado el moreno, ya lo peor del llanto se le había pasado. –
- Seguro?. – preguntaron Renji y Unohana a la vez. –


Sin decir más Byakuya se seco las lágrimas y se puso de pie lo mas solemnemente que pudo rumbo a la sala anexa donde se hacían las revisiones y los ecos, al estar allí tomo la indecente bata verde enfermo y se encerró de un portazo a cambiarse.


- Esta loco… - susurro el pelirrojo para sí. –
- Loco no, embarazado.


Byakuya coopero en esa consulta más que nunca, estaba muy relajado después de todo ese “drenaje” de lagrimas que se hecho al llegar, no se quejo por el estetoscopio frio o por como la doctora tocaba su cuerpo en la revisión y ni siquiera se molesto con los acostumbrados comentarios sobre las cosas del embarazo, esta vez fue un manso corderito para Unohana, al final de todo aquel loco recorrido ambos padres estaban otra vez sentados en la consulta escuchando las recomendaciones del mes.

- Bueno llegamos a los 6 meses y es hora de ponerle fecha probable de parto… - leyó con atención el historial del Kuchiki. – con este tipo de embarazos que se saben tan tarde… no hay fecha exacta pero si un aproximado.
- Dígalo de una vez. – mascullo un poco incomodo el moreno. –
- Estamos en la primera semana de febrero, faltan aproximadamente algo menos de 3 meses… - anoto una fecha en el historial. – creo que será entre la primera y segunda semana de mayo.
- Genial. – sonrió Renji con emoción ya que la bebe nacería para la primavera, la mejor época del año a su parecer. -
- Y si no ocurre nada en esas dos semanas?. – pregunto curioso el Kuchiki. –
- Pues, a mi no me gusta dejar pasar un parto mucho tiempo, el bebe crece más y es más complicado todo, si no nace en la fecha estimada solo lo inducimos.
- Inducirlo?. – la duda sobre cómo se hacía eso carcomía a un curioso pelirrojo. –
- Es prácticamente hacer que su compañero entre en trabajo de parto por medio de medicación.
- Oh…. – Renji estaba como un niño al cual se le enseña algo nuevo, le gustaba saber de todo sobre lo que pasaba en el cuerpecito de su compañero. –
- Y hablando de partos, creo que va siendo hora de que los mande a tomar un excelente curso para padres primerizos. – busco entre muchos papeles que tenia sobre su escritorio. –
- No necesitamos eso.
- Porque le gusta complicarme la vida señor Byakuya?. – Unohana podía ser muy paciente pero este hombre le hacía llegar a sacarla de sus casillas. –
- Porque no necesito que alguien me diga cómo debo cuidar a mi hija. – estaba tentado a levantarse y culminar esa consulta de una sola vez. –
- Entonces supondré que usted es un experto en cuidar de un bebe pequeño, sabe cambiar pañales, darle de comer y conoce todos los detalles del cuidado infantil.
- NO LO SABEMOS!. – Renji se sintió intimidado por tantas cosas que él ni si quiera sabia y que estaba seguro que Byakuya tampoco. –
- Los quiero mañana a primera hora en el piso 5 de pediatría!. – escribió rápidamente algo en una hoja pequeña. – esta es la hora del curso y espero señor Byakuya que trate con respeto a la mujer que lo imparte porque es mi hermana. – aquella sonrisa sospechosamente apacible con que dijo todo causo que ambos hombres ni si quiera refutaran la orden de ir al curso. –
- Allí estaremos. – Renji tomo rápidamente el papel con el horario. –
- Me alegra mucho que decidieran ir. – sonrió como si nada, eso sí era ser una mujer fría y calculadora. –

La pareja salió de la consulta muy serios y callados, Byakuya solo estaba meditando sobre las palabras de Unohana y Renji parecía muy pensativo sobre como seria y lo que harían en ese dichoso “curso de padres primerizos”.

- Como esa mujer logro convencernos de ir?. – el Kuchiki se detuvo bruscamente a medio camino. –
- Será por su sonrisa encantadora. – se encogió de hombros un tanto confundido. –
- Espero que ese curso no sea nada humillante…
- Después de todo el lio que armaste en la consulta hoy, te preocupas mas por algo tan simple como escuchar consejos de paternidad?.
- Fue tu culpa. – le lanzo una mirada fulminante. –
- Culpemos al pelirrojo, porque soy tu saco de boxeo cada vez que te molestas?.
- Porque gracias a ti estoy embarazado!. – gruño furibundo mientras adelantaba el paso rumbo a los ascensores. –
- Solo 3 meses… solo 3 meses y regresara el Byakuya de antes. – suspiro con algo de esperanzas. -


Renji le tenía cuesta arriba, Byakuya era insoportable a veces, más que a veces, en la mayoría de los casos siempre estaba de mal humor o enfadado y a la lista de quejas se le había agregado la abstinencia, dos semanas sin nada de nada y ya su cuerpo estaba sintiendo que debía liberar todo ese compendio de emociones contenidas, siempre fue fogoso en su intimidad con el moreno pero ahora Byakuya le había impuesto un muro con cerco eléctrico que decía “no tocar”, estaba estresándose cada día más y no sabía cuánto aguantaría.
Como la doctora les “recomendó”, esa mañana a primera hora ya ambos estaban otra vez en la clínica Ishida, el piso de pediatría era realmente diferente al resto del lugar, las paredes estaban tapizadas de diseños alegres e infantiles, muchas enfermeras trajeadas no con la acostumbrada ropa blanca si no con telas mas coloridas, el ir y venir de pacientes, enfermeras y médicos era más evidente, con todo eso Byakuya y Renji seguían caminando algo preocupados hacia el curso, el Kuchiki en particular no olvidaba la frase que les dijo Unohana cuando les obligo, “la mujer que lo imparte es mi hermana”, se preguntaba qué tipo de maliciosa mujer con una sonrisa igual o peor que la de Unohana les recibiría.

- Aquí es. – ambos se detuvieron frente a una gran puerta adornada con fotos de bebes y cigüeñas. –
- No me vayas a avergonzar. – esas fueron las últimas palabras que dijo el Kuchiki antes de verse sorprendidos por alguien que abrió la puerta de golpe delante de ellos. –
- Bienvenidos. – una joven alta, delgada y con cabellos cortos color violeta les saludo tímidamente al verlos parados allí. –
- Venimos al curso. – logro articular Renji algo impresionado por el recibimiento. –
- Ya vamos a comenzar, solo faltaban ustedes. – sonrió mientras les invitaba a pasar.-


Dentro, solo encontraron un pequeño grupo de padres, había tanto de hombres con sus esposas como dos parejas más en la misma circunstancia que ellos, aquel descubrimiento les hizo bajar la guardia de inmediato ya que no serian los únicos “especiales” en esa clase, el lugar estaba tapizado de afiches, imágenes y un sinfín de cosas relacionadas al embarazo y los bebes. Aquel salón les recordó mucho a un aula de clases donde los asientos se compartían de dos en dos con una mesa grande, en la pared de al frente en una gran pizarra blanca se podía leer un escrito donde decía “curso para padres primerizos”.

- Tomen asiento. – la joven de cabellera violeta les convido a sentarse. – me presento, soy la pediatra Isane.
- Esa chica tan tímida es hermana de ella!. – Renji quedo impresionado por la diferencia de carácter entre ambas. –
- Ya sabemos que no todos los hermanos se parecen. – Byakuya sentencio un tanto aliviado por el descubrimiento. –
- Para comenzar quiero que cada pareja considere y se imagine por unas horas que estos muñecos son sus hijos. – paso puesto por puesto entregando un bebe de juguete con la apariencia, peso y características de un recién nacido. –


Byakuya miro aquel “bebe” como la cosa más rara que haya caído en sus manos, solo pudo recordarse de las muñecas que su hermana Rukia tuvo cuando niña, aquello de imaginarse que ese pedazo de plástico fuera su hija no le parecía nada agradable y se negó en totalidad a cargarlo o tocarlo si quiera.

- Ya estamos listos para empezar. – sonrió mientras anotaba algo en el pizarrón. – comenzaremos por explicar cómo son los recién nacidos cuando nacen.

Una larga charla de cómo sería ese primer vistazo a sus hijos no le inspiro nada de alegría a Byakuya, desde comentarios como sangre, llantos y mas detalles nada lindos le hicieron tratar de olvidarse que estaba allí sentado, pero para su asombro su compañero si parecía muy divertido en saber cada cosa que la joven les explicaba, sin pena alguna estaba atento y curioso hasta por el “sustituto temporal de su hija”, agarro aquel bebe de mentiras en sus brazos para detallarlo mientras seguía aquella clase.

- Me engañaron…. No es niña!. – Renji le había quitado hasta el pañal al muñeco en su curiosidad. –
- …………. – Byakuya solo pudo agachar la cabeza avergonzado ya que aquel comentario resonó en todo el salón muy claramente. –
- Todos los muñecos son niños… - una gotita de sudor resbalo por la frente de la pediatra mientras le quitaba el muñeco a un apenado pelirrojo. –
- Perdón es que nosotros vamos a tener una niña. – se llevo al mano su cuello como tratando de calmarse. –
- No se disculpe, me acabada de dar pie para el siguiente ejercicio. – dejo el muñeco sin pañal en manos de Byakuya. – vamos a aprender a colocar un pañal.
- No pienso tocar eso. – soltó el muñeco sin nada de delicadeza. –

El sonido seco del muñeco rebotando en la mesa hizo que nuevamente todos los presentes colocaran los ojos encima de Byakuya y Renji, era obvio que aquel hombre de cabellos negros y mirada prepotente no sería la madre más cariñosa del mundo.

- Señor Kuchiki?. – la joven se le acerco un tanto nerviosa. –
- Su hermana le comento de mi. – sentencio sin un ápice de asombro. –
- Eh…. Bueno si, no me dio detalles físicos pero me comento que sería el alumno más problemático que tendría en la clase. – volvió a tomar el pobre muñeco en sus brazos. – si no quiere estar aquí no lo puedo obligar…
- Entonces me retiro. – trato de ponerse de pie pero la misma mujer se lo evito. –
- Pero, mi hermana confía en mí para que usted aprenda algo de utilidad y que le servirá en un futuro no muy lejano. – miro el abultado vientre del moreno. – usted ama a su bebe?.
- No le pregunte eso. – susurro asustado Renji, conocía las reacciones explosivas de Byakuya con ese tema. –
- Es más que obvio que si estoy aquí es porque se lo que se avecina.
- Entonces tome. – le extendió el muñeco para que el Kuchiki lo cargara. – si se cree lo suficientemente inteligente sabrá que esto es solo una práctica y no pretendo que sea amoroso con algo inanimado, solo quiero que capten toda la información de manera práctica y entretenida.


Un golpe bajo al orgullo de Byakuya, esa aparentemente dulce mujer era tan arpía como su hermana, muy inteligente y peor aún, ya que la misma Unohana le había advertido sobre él y su manera de tratar las cosas del embarazo. Después del incidente del muñeco todo paso a una total calma, aprendieron cosas tan básicas como vestir, cambiar y cargar a un bebe pequeño, como saber que tan caliente estaba el agua para bañarles, como hacerlo, detalles de cómo debía ser la cuna del bebe y que cosas eran buenas para tenerle dentro y que no, demasiada información importante que llegaba a los oídos de un par de personas sin conocimiento alguno sobre el tema.

- Creo que no perdimos el tiempo aquí. – Byakuya le hablo a su compañero con tranquilidad, la experiencia en realidad había sido menos desagradable de lo que imagino. –
- Al fin algo que te complace. – sujeto la mano del Kuchiki con ternura. –
- Muy bien mamas, vamos a cargar a los bebes como aprendimos…


Qué más daba, ya había bañado, vestido y acunado a un “muñeco” y no le quedaba más humillación por vivir, así que Byakuya cargo al “sustituto temporal de su hija” como les había explicado la pediatra, todo pintaba como algún ejercicio mas para calmar el llanto o algún cólico, pero al leer lo que escribió la pediatra en el pizarrón al pobre moreno se le subieron los colores al rostro en un segundo.

- Nos vamos. – estuvo a punto de soltar el muñeco cuando la joven se paro justo al lado de Byakuya. –
- No se vaya, ya vamos a terminar después de explicarles como deben darle el pecho al bebe.
- …………… - quería ser tragado por la tierra, ese era el tema que mas evadía y detestaba de todo lo que estaba viviendo, estaba negado a hacer algo tan desagradable a su parecer. –
- No vaya a molestarse, parece muy reacio a escuchar esta ultima parte de la clase. – la pediatra le hablo algo bajito al oído de Byakuya. –
- Solo escuchemos, nada te obliga a que debas hacerlo. – Renji sintió que otra vez su amante explotaría con aquellas palabras, con mucho cuidado le quito el muñeco de los brazos ya que parecía a punto de perder la cabeza en manos de Byakuya. –
- Está bien. – suspiro derrotado, que mas daba oír algunas tonterías mas antes de irse, aunque esas tonterías pudieran ser útiles en un futuro no muy lejano. -


Continuara………


Que capi más largo me salió!!, pensé en pasar para el siguiente lo de la clase pero les debía un capitulo largo, Byakuya lloro, se enfado, se alegro y después se humillo XD. El pobrecito no sabe como hará cuando nazca la bebe, pero de que tendrá que aprender, tendrá que aprender. Y Toushiro se atrevió a besar a su antiguo profesor!! Hyorinmaru solo quiere protegerlo por eso se negó a entablar la demanda y causarle más traumas al chico, ya veremos cómo quedo exactamente Gin con ese accidente. Ah…. Y vamos pisando febrero en el fic así que DIA DE LOS ENAMORADOS!!, pasaran muchas cosas muy divertidas y otras muy buenas!. Nos leemos y gracias por esperar a que regresara de mi viaje!.


Próximo Capitulo:
La verdad tras una foto.
Notas finales: buenoooo he aqui el capi al fin!! pero debo decir algo, no estoy segura si unohana e isane son hermanas en el anime, creo que no lo recuedo ToT, pero me parecio conveniente para el capitulo y para mas adelante tambien, es que byakuya debe tenerle respeto a las dos por razones obvias y que veremos mas adelante XD....
GRACIASSSSS POR LERRR EL FIC Y DARME ANIMOS!.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).