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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo:

Ryuken espara de su destino?, porque ir al parque es divertido, un desatre y a la vez sensual?, mejor que la duda son dos resultados iguales XD.

Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.

Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.

 

Todo queda en Familia.

Capitulo 57

En tiempo record.

 

 

Que mañana de sábado más linda hacia, los pajaritos cantaban, el sol brillaba en lo alto del cielo azul como nunca, una brisa cálida daba los últimos vestigios del verano para dentro de poco pisar los otoñales días de agosto. En un pequeño parque se podía apreciar como una familia estaba disfrutando de aquel día, paseando despreocupados o mejor dicho, tratando de tener un día normal, pero nunca las cosas son normales cuando son dos hombres los que llevan a un bebe con ellos, sin duda las miradas curiosas no faltaban, los mirones o los que simplemente sonreían al ver la escena frente a ellos, y como no curiosear si los protagonistas estaban llamando la atención ya que una incómoda Hana no dejaba de llorar en brazos de su papa, estaba trajeada con una especie de abrigo ligero con capucha y enormes orejas de conejo ( ya sabrán quien se lo regalo ), mientras que Rukia trataba de tomarles una foto a los dos sentados bajo uno de los árboles del parque, pero la niña se retorcía incomoda, parecía odiar las fotos o en su defecto el tener puesto algo en su cabeza.

-          No se dejara tomar la foto. - Byakuya trataba de tener paciencia con las ideas de su hermana, no era que no quisiera un recuerdo bonito de su hija pero el que Hana salga en todas las fotos llorando no era de su agrado. -

-          Por favor princesa.. - Renji le hacía muecas para alegrar a la niña pero esta como toda una Kuchiki se volvía más iracunda y molesta. -  me rindo!.

-          Hana!! Mira el osito!.. mira el osito!. - Rukia parecía no escuchar las suplicas de su hermano y su cuñado mientras alzaba una especie de peluche amarillo en alto para llamar la atención de su mal humorada sobrina. -

-          Es un león... - mascullo Renji ofendido ya que el mismo se lo había comprado a la bebe hacia unas semanas atrás y era el juguete preferido de la misma. -

-          Se termino la sesión de fotos. - Byakuya ya arto de llamar la atención de medio parque cargo a la bebe para calmarla. -

Sin pérdida de tiempo Hana escondió su carita entre el pecho de su mama, no le agradaba aquel objeto que emitía una luz cegadora, para tener menos de 4 meses era muy directa con lo que le agradaba y lo que no.

-          Porque eres así pequeña testaruda. - Rukia se le acerco para bajarle la capucha de conejo de su cabecita pelirroja. -

-          La copia exacta de su mama. - susurro Renji divertido. -

-          Nos vamos. - la voz autoritaria de Byakuya sonó tajante. -

-          Si no tenemos ni 3 horas aquí.

-          Hace calor y Hana no ha comido. - miro a la bebe que estaba muy cómoda con su pequeño peluche de león entre sus manitos. -

-          Qué tal si compramos unos helados y nos sentamos bajo aquel árbol, eso nos refrescara un poco. - Rukia señalo emocionada un gran árbol que daba una envidiable sombra. -

Sin esperar la opinión de su hermano salió corriendo rumbo a un puesto donde vendían aquellas golosinas frías, estaba muy feliz de pasar el día con su familia, disfrutar de la paz después de todo aquel desastre vivido con lo de Aizen, ahora sabía muy bien lo que era el vivir los pequeños detalles del día a día, mientras, a Byakuya no le quedo de otra que aceptar sentarse bajo aquel árbol enorme, estaba algo cansado pero decidió no estropear las ideas de su pequeña hermana, solo quería darle gusto aunque sea un día.

-          Volvió a ser ella. - Renji miro algo melancólico hacia donde estaba Rukia comprando los helados. -

-          Todos volvimos a ser nosotros. - dejo a la bebe sobre una manta en la grama. -

-          Soy feliz. - acerco su mano a la de Byakuya. -

-          Te puso cursi el lugar. - sonrió a medias, aun no era muy expresivo en público. -

-          Yo pienso que tengo todo lo que la vida puede darme, tu... nuestra hija... y paz. - se inclino un poco para besar los labios de su amante. -

Byakuya solo dejo que el pelirrojo le besara, fue uno de esos tiernos besos que se dan con cariño, de esos que te hacen ser feliz y que te dicen que las cosas están bien tal como están, cuando ambos separaron sus bocas solo pudieron escuchar el gorgoteo de su hija que estaba acostada entre ambos, su dulce sonido solo hizo que ambos le miraran asombrados al notar como Hana tenía una pequeña sonrisa en sus diminutos labios, la sonrisa más pura e inocente que habían visto en su vida.

Rukia les miro desde donde compraba los helados, sin duda alguna su hermano había encontrado la felicidad, a pesar de todo lo loco y extraño que parecía, había logrado centrar su hasta hace meses vacía y fría vida, suspiro audiblemente distraída de su objetivo hasta que escucho el estridente llanto de unos bebes, eran como un coro de infantes iracundos, seguido de ello no pudo evitar el buscar de donde provenía aquel escándalo magistral, cuando localizo la fuente del desastre casi cae de espaldas al ver como muy cerca de ella venía su amigo Ichigo discutiendo con su padre acaloradamente, a su lado estaba su novio empujando un cochecito donde estaban los gemelos llorando a todo pulmón, pero no muy lejos y más precisamente sujeto del brazo de Isshin venia un señor de cabellos plateados con cara de querer morir.

-          ICHIGO!. - Rukia camino  hasta donde su amigo apenas le vio. -

-          Enana!. - dejo de pelear con su padre al verla llegar corriendo hasta donde él. -

-          De paseo?. - miro al grupo familiar. -

-          Eso intentamos. - mascullo algo molesto mientras miraba a los gemelos que seguían llorando dentro del cochecito. - Y tú?

-          Vine con mi Nii - sama, la bebe y Renji. - desvió la mirada hacia los mencionado que estaban muy ocupados besándose otra vez. -

-          Están pasándola muy bien. - sonrió descarado Isshin. - nosotros también, verdad Ryuken?.

-          Si.... - el pobre hombre no pudo zafarse de ir al parque con la loca familia en pleno. -

Rukia compro los helados y se despidió de aquel desastre, mientras, Ichigo estaba tratando de tener paciencia, estaba acalorado, con un par de bebes incómodos y de paso con la molestia de su viejo tratando de seducir al padre de Uryu, que mas podía desear para ese día de paseo familiar.

Después de instalarse en otra parte del parque, bajo un árbol con buena sombra, Isshin salió corriendo a jugar futbol con Karin y Grimmjow, quería demostrar su buen estado físico pero Grimmjow no le dejaría lucirse, este quería por medio de un "inocente" juego, partirle su mandarina en gajitos, aquello fue una trifulca, ambos hombres pateándose el balón, discutiendo, corriendo como animales de un extremo a otro del parque, Karin lucia mas como réferi de boxeo que como jugador de futbol, un soberano desastre, pero Ichigo decidió hacer de la vista gorda y dejarlos que se mataran a golpes por un día, así cuando llegaran a la casa en la noche estarían muy cansados para discutir.

-          AMORCITO!! ESTE GOL VA PARA TI!! - Isshin paso corriendo delante de ellos con el balón mientras le lanzaba besitos a un avergonzado Ryuken que estaba sentado en la grama junto a Ichigo. -

-          Como lo soportas?. - Ichigo decidió  abrir la boca, sentía lastima por aquel hombre que estaba "secuestrado" en su casa, usando ropa estrafalaria y de paso siendo el blanco de todas las ocurrencias de su padre. -

-          No lo sé. - rebusco en el bolsillo de la camisa para sacar su caja de cigarrillos. - 

Saco uno, busco su encendedor y se dispuso a fumar para calmar los ánimos, era desesperante a veces, con mucha felicidad encendió el cigarrillo y dio una honda bocanada de humo que fue a parar directo a sus pulmones, sin prisa volteo a ver al hijo de Isshin, este estaba con uno de los gemelos en sus brazos, sin querer se quedo meditando lo que hacía cerca de aquel infante tan pequeño, el humo le haría daño al bebe así que antes de que la madre de las criaturas le reclamara, el mismo se dispuso a dar una última bocanada para apagar después aquel vicio tan dañino.

-          Sabe mal... - sintió una especie de asco que no le dejo tomar aquella segunda bocanada. -

-          No ha pensado en dejarlo?, mi viejo lo hizo cuando iban a nacer Yuzu y Karin... a mama no le gustaba el cigarrillo. - miro como Ryuken apagaba el cigarrillo contra la suela de su zapato. -

-          En verdad solo lo deje por un tiempo... exactamente por un año.

-          Y que lo motivo?.

-          Uryu. - susurro ante el recuerdo de su hijo cuando era solo un bebe pequeño. -

-          Cuando lo esperaba?.

-          Si, en esa época deje de fumar... más bien creo que mi subconsciente lo hizo por mí, me parecía asqueroso el humo y el sabor del cigarrillo hasta antes de saber que lo esperaba.

-          AMORCITO!! - en un segundo un Isshin bañado en sudor se le lanzo encima al pobre de Ryuken que estaba distraído con la conversación. - GANE!!

-          BAJATE DE ENCIMA MIO! APESTAS!. - trato de alejarse de Isshin y su cuerpo sudoroso. -

-          QUIERO LA REVANCHA!... - un Grimmjow igual de sudado se hecho de lleno en la grama junto a Ichigo. - 

-          Mi viejo te gano?. - Ichigo miro al peli azul con burla. -

-          Fueron dos contra uno!. - señalo con su dedo extendido a Karin que venía sonriente con balón en mano. -

-          Par de vejetes... no vas a seguir jugando?.

-          EL QUE PIERDA LIMPIA LOS BAÑOS POR UN MES!. - Isshin coreo con emoción. - deséame suerte amorcito.

-          Vete al infierno. - gruño Ryuken mientras le empujaba lejos de él. -

Eran peculiares sin duda alguna, una familia de locos a la que estaba atado por alguna razón y que sería más fuerte en el futuro, solo unos días más y estaría librado de ellos, había podido esquivar a Isshin por tres días, entre el cariñito que le dio y que le causo algunas pequeñas incomodidades al mismo por dos días y ahora este día tan movido que causaría que el viejo Isshin no pudiera con su alma esa noche, mientras seguían jugando, en otra parte del parque, mas precisamente en un banco bien apartado se encontraba una pareja, conversando de lo lindo y compartiendo un refresco, se habían conocido hacia unas semanas y ya estaban muy felices con la compañía mutua, ambos eran muy buenos bebedores y aunado a su espacio de trabajo y sus gustos, encajaban muy bien como una posible pareja.

-          En serio que no pareces mayor que yo. - sonrió incrédulo el pelinegro ante la confesión de Matsumoto. -

-          Por solo 3 años, no te hagas el inocente niño que es seducido por una mujer madura. - rio estridentemente mientras codeaba al nuevo profesor de química. -

-          Eres increíble. - miro más serio a la chica. -

-          Ya lo sabía. - le guiño un ojo coqueta. - pero dime, no hay alguna mujer en tu corazón ahora?.

-          No... bueno si, pero aun no sabe que está en el.

-          Jooo.... Eres tierno. - bajo la mirada con pena. - yo estoy sola ahora, tuve una mala relación en el pasado que no me dejo nada bueno.

-          Te rompió el corazón?. - pregunto curioso. -

-          No exactamente, me dejo vacía... sin ánimos de creer en la gente. - jugó con la lata vacía de refresco entre sus manos. -

-          Así sería lo que te hizo. - con algo de pena quito algunos mechones de cabello del rostro de Rangiku. -

-          Bueno, al menos descubrí que era un perro y tuvo su merecido. - suspiro audiblemente. - desde ese entonces no me junto con nadie.

-          Y no volverás a "juntarte".

-          Quién sabe, solo espero que llegue la persona perfecta. - miro fijamente a los ojos azul oscuro de Hisagi. -

-          A mis ojos te ves perfecta para alguien que sepa apreciar un alma alegre y extrovertida.

-          Debiste estudiar poesía y no química, eres todo un romántico. - sonrió con malicia al chico junto a ella. -

-          No lo creo, me gustan las formulas de la vida, no solo la química, si prestas atención, todo es un conjunto de sustancias, de hechos y situaciones que al mezclarse dan resultados increíbles... explosivos, inesperados... o deseados.

Con mucha suavidad fue acortando la distancia entre ambos, no sabía porque, pero esa mujer era una especie de revolución andante, un torbellino de emociones embazadas en el hermoso y exuberante cuerpo femenino, con atrevimiento deslizo su mano para acariciar la espalda de Rangiku mientras sus bocas al fin se unieron en ese beso casi que esperado, fue audaz, suave, con miles de sensaciones, Matsumoto no estaba para nada sorprendida por  el paso que hizo Shuhei, más bien era como algo esperado, la tensión sexual entre ambos era evidente desde el mismo día que se conocieron pero ella no podía ser tan fácil, no esta vez, solo deseaba ir a pasos largos y ver que sucedía, y ahora, solo ahora sabia que esto tenía un gusto a felicidad que no desaparecería fácilmente de su corazón y de su mente.

Una semana se fue al fin, esa desastrosa, impresionante, loca e increíble semana, con un sabor a victoria Ryuken supero aquellos días, había librado la batalla más larga de su vida intima, el evitar por 7 días continuos que Isshin le poseyera, usando su inteligencia, su astucia y unas cuantas mentiras piadosas como dolor de cabeza, cansancio, las tretas de las caricias y el agotamiento de Isshin, después de todo ahora solo le quedo despedirse de ellos. Todo el grupo familiar estaba en la puerta de la casa dándole un hasta luego a su inesperado invitado, Ryuken al fin estaba con la misma ropa con la que llego, feliz de irse y de no tener que volver a vivir en ese caos que era la familia Kurosaki, estaban contento de volver a su casa pero cuando miro la cara de Isshin su satisfacción se volvió una especie de remordimiento que no comprendía totalmente.

-          AMORCITO!! TE EXTRAÑARE!.  - el moreno se le abrazo con fuerza mientras lloraba desconsolado muy abrazo a Ryuken. -

-          No puedes dejar este patético espectáculo, nos veremos cualquiera de estos días.... - rodo la mirada hacia una de las hijas de Isshin, en vedad que Yuzu le caía muy bien. -

-          Cuídese, y visítenos pronto. - la chica parecía  despedirse con todo el corazón de él. -

-          Si. - asintió con pena, ahora si comprendía ese sentimiento de apego que le invadió repentinamente, era como querer quedarse y a la vez no. -

-          Pasare por la clínica mañana!. - Isshin sonrió otra vez como si nada. -

-          No te quiero ver cerca de mi clínica, después de faltar toda una semana tendré trabajo de sobra como para que tu vengas a molestar. -  acomodo sus lentes suavemente. - adiós.

Entre lagrimas y gritos de te amo que le lanzaba Isshin, Ryuken tomo un taxi y se fue al fin de esa casa, dentro del vehículo miro como su ex solo lanzaba alaridos y se despedía como si no fuera  a verlo más nunca en su vida, para él era tonto e  innecesario, una cursilería mas de Isshin, sin embargo, la sensación de soledad lo invadió pronto, quizás había comenzado a adaptarse a estar acompañado por un grupo escandaloso.

 

Clínica Ishida

 

Su oficina estaba tal cual la dejo, todo ordenado y en su sitio para seguir su rutina como director, esa mañana de lunes todo pintaba normal, sabía que debía poner orden sobre lo acontecido en la semana que no estuvo pero de igual manera necesitaba ese trabajo extra para olvidar a la familia Kurosaki un rato, la noche en que llego a su enorme y solitaria casa se sintió extraño, nadie que le interrumpiera cuando hablaba, sin ruidos de llantos de bebes, todo ordenado, no tenia que luchar por entrar al baño, en fin, una casa sola para él, hasta la ausencia de Uryu le afectaba, estaba en la lógica de entender que su hijo se había casado y que vivía muy feliz con su esposo, que él debía adaptarse otra vez a su querida soledad que ahora le sobraba por todos lados hasta el punto de asquearle.

-          Un cigarrillo... - se sentó pesadamente en su silla y paso a registrar uno de los cajones de su escritorio donde siempre guardaba aquel vicio. -

 

Miro la cajetilla sin abrir si quiera, era lo que deseaba, estaba algo tenso con tantos pensamientos y analizando más a fondo, no había fumado en toda esa semana en casa de los Kurosaki, se había evitado hacerlo por los nietos de Isshin, pero ya en su oficina decidió volver a su amado cigarrillo, con serenidad abrió la cajetilla y saco uno, apenas lo puso en su boca la puerta de su oficina fue tocada evitando que así lo encendiera.

-          Pase. - bajo el encendedor que saco del bolsillo interno de su chaqueta. -

-          Buenos días Ryuken. - la voz inequívoca de su hijo resonó en toda la oficina. -

-          De regreso?. - observo con seriedad como Uryu se abría paso por aquel lugar con una sonrisa serena. -

-          Vengo a la consulta de los 6 meses. - poso su mano sobre aquel vientre abultado que estaba en total y evidente expansión. -  pero decidí pasar primero por aquí para saber cómo estabas.

-          Igual que siempre. - miro el enorme vientre de su hijo, en esos instantes sintió un dejo de curiosidad por tocarlo. - siéntate.

-          Y... que hiciste en toda la semana?. - se acomodo con dificultad en una de las sillas para los invitados. -

-          Tu padre me invito a pasar unos días en su casa. - observo con desanimo el cigarrillo que estaba por fumar. -

-          Aceptaste ir?. - su mirada incrédula no se hizo esperar. -

-          No pude evitarlo. - suspiro audiblemente. - pero, y como les fue a ustedes?.

-          Muy bien. - acaricio uno de sus costados al sentir como los gemelos empezaban a moverse. -

-          Incomodo?. - pregunto un tanto curioso por la cara de Uryu. -

-          Patean con fuerza.

-          Aun no sabes qué son?. - dejo el cigarrillo sobre su escritorio, lo fumaria después de que Uryu se fuera. -

-          Decidimos no saber el sexo de los bebes hasta el día que nazcan.

-          Porque no me asombra que decidieras eso. - sonrió a medias. - y Ukitake?.

-          Está en la sala de espera de la doctora, esta algo descompuesto otra vez por el embarazo.

-          Sufrirá sin duda alguna el día que nazcan los gemelos.

-          Lo sé. - bajo la mirada resignado. - bueno, me voy.

El pelinegro se puso de pie con algo de dificultad para después encaminarse hacia la puerta de la oficina, a pesar de lo tenso que era relacionarse con su madre, esta vez su conversación no paso a mayores, estaban en una calma muy buena pero sin pasar los limites en que se demostraban cariño.

-          Uryu. - Ryuken le llamo antes de que saliera del lugar. -

-          Si. - volteo a verlo con curiosidad. -

-          Cuídate.

-          Siempre lo hago. - le dedico una dulce sonrisa para después cerrar la puerta tras él. -

-          Es tan difícil decirte te quiero. - susurro para sí con melancolía. -

 

Estaba algo sensible, quizás el saber que sería abuelo, su vida dando giros locos y sin sentido, su relación cada vez más estrecha con Isshin, no sabía que nombre darle a todos esos sentimientos que empezaban a inundar su corazón y a llenarlo de cosas que se había negado a aceptar con los años de soledad. Su mente le trajo recuerdos de esa semana y de cómo entre tanta locura disfruto de ello, de todo mientras huía de los brazos amorosos de Isshin, en ese justo instante recordó su medicación, las benditas pastillas que debía seguir tomando y que había dejado.

-          No puedo empezarlas así como así... me salte muchos días y no sabré correctamente el ciclo... demonios. - tomo el teléfono para hacer una llamada importante. -

Con desanimo espero a que le contestaran del otro lado de la línea telefónica, estaba empezando a pensar que estaba dándole demasiada importancia al cuidarse así, que sus relaciones con Isshin no eran tan seguidas ni tan regulares pero sin embargo le aterraba el meter la pata después de viejo, no era lo suyo y tampoco tenía intensiones de cambiar su vida radicalmente, aun con esos pensamientos escucho como atendían a la llamada que hizo.

-          Consultorio de la doctora Retsu Unohana. - la voz suave y tímida de su asistente le trajo de regreso a lo que hacía. -

-          Habla el director Ishida, por favor páseme a la doctora.

-          En seguida director. - coloco la llamada en espera. -

El tiempo de espera no fue mucho, después de unos dos minutos de escuchar una tediosa melodía en la línea al fin pudo oír la voz conocida de la doctora Unohana.

-          Director Ishida, buenos días. - respondió amablemente como era ella. -

-          Buenos días.

-          Adivino porque llama.

-          No creo que adivine pero puede intentarlo.

-          A ver, su hijo anda por aquí para su consulta y creo que quiere saber primero que el que son sus nietos?.

-          No adivino, pero tampoco quiero arruinarle la sorpresa a Uryu, déjenlo como un secreto suyo.

-          Que buen abuelo resulta y dígame, que desea de mi?.

-          Necesito volver a comenzar las pastillas que me receto pero tengo la duda sobre cuando hacerlo, tuve más de una semana sin tomarlas. - tenia entera confianza con ella, fue la mujer que le ayudo a traer al mundo a Uryu y con la cual se controlaba desde aquel entonces. -

-          Fue bueno que me llamara, si las empieza sin saber cómo esta su ciclo podría haber algún error y perdería la eficacia del producto. - se quedo pensativa por unos segundos. - pase por aquí al final de la tarde, haremos unos exámenes de sangre para saber cómo esta hormonalmente.

-          Está bien.

Después de aquella llamada, solo le quedaba esperar, con tranquilidad paso todo el día trabajando en su oficina, casi no salió y ni tiempo de fumar le dio con tantas llamadas, verificaciones de ingresos, pagos y demás cosas atrasadas por culpa de sus "inesperadas" vacaciones, al finalizar la tarde paso al consultorio de  Unohana, el lugar ya estaba solo, todos sus controles habían terminado dejándola al fin en paz para tomar una taza de té y disponerse a irse a su casa.

-          Quiere?. - le ofreció una humeante taza de aquella infusión verde oscuro que ella bebía. -

-          Ya tome café. - Ryuken negó con educación mientras tomaba asiento en el consultorio de la obstetra. -

-          Sus nietos están  creciendo muy bien, son dos... - se quedo callada por un momento. - casi digo que eran.

-          Entonces todo con Uryu esta perfecto.

-          Más que perfecto, resulto un candidato ejemplar de mis teorías sobre el parto más humano.

-          Como es eso?. - su curiosidad era evidente. -

-          Decidió dar a luz en su casa, claro, con asistencia médica para cualquier emergencia, pero dudo que tenga alguna, se ha cuidado tan bien... - sonrió para sí con satisfacción. -

-          Esta loco. - mascullo entre dientes. - pero ahora lo que quiero es hablar sobre los exámenes de sangre.

-          A eso iba. - se coloco sus guantes de plástico para tomar aquella muestra. -

Luego de ello Ryuken se despidió de la doctora esperando saber los resultados en unos días, aquel compendio de exámenes sobre los niveles hormonales tardaban en estar listos, esperaría con calma y más aun, evitaría cualquier contacto con su ex, estaba por así decirlo, en "alerta roja" no podía cometer una tontería hasta volver a tomar sus medicamentos que le libraban de un desastre, en un abrir y cerrar de ojos, paso casi otra semana, a Ryuken le pareció extraño que Unohana no le llamaba para darle las nuevas indicaciones, estaba curioso del porque tardaban tanto unos simples exámenes que se hacían en su propia y prestigiosa clínica. Estaba por ir a verla cuando la esperada llamada de teléfono llego, necesitaba sus pastillas ya que Isshin le había estado acosando por el celular toda la semana para que salieran a cenar y beber algo, sin duda alguna aquella cita acabaría mal así que le dio largas al asunto hasta nuevo aviso.

-          Buenas tardes director Ishida. - Unohana se escuchaba más seria de lo normal. -

-          Al fin llama, estaba por subir a su consultorio o aparecerme en el piso de laboratorio por mis exámenes. - frunció el ceño molesto, no le gustaba perder el tiempo y más cuando eso equivalía a su seguridad física. -

-          Perdón que no le llamara antes, solo que los exámenes me llegaron hace 3 días y los resultados no me parecían los correctos así que mande a repetirlos y ahora los tengo aquí conmigo. - abrió la carpeta con los nuevos resultados recién traídos del laboratorio. -

-          sabía que habían tardado más de lo normal.

-          Déjeme leerlos. - miro los valores para darle las nuevas indicaciones a Ryuken. - otra vez...

-          Otra vez qué?. - Ryuken escucho claramente aquel susurro del otro lado de la línea telefónica. -

-          Dos veces paso lo mismo... los valores de su examen. - miro atentamente aquellos porcentajes bajo ciertas hormonas. -

-          El laboratorio se equivoco dos veces?. - si eso era así, bajaría el mismo a ver que sucedía allí. -

-          Ya no lo creo, la primera vez fue una duda razonable que tenia pero ahora vuelve a aparecer y con el mismo porcentaje, no hay duda de este examen. - la morena cerro la carpeta con suavidad. -

-          Entonces?.

-          No sé cómo decirle esto, pero creo que debe venir a la consulta ahora mismo.

-          Que encontró en mis exámenes?. - pregunto un tanto asustado, aquella voz de Unohana sonaba  seria y fría. -

-          Es mejor hablar esto en persona director Ishida.

-          En seguida voy. - tranco la llamada lleno de curiosidad por aquellos resultados. -

 

Continuara..........

 

A QUE NO ADIVINAN!! A QUE NO!!.. o mejor dicho si adivinan XD.... Hay... al fin me di gusto con esto, pero perdón la demora con el capitulo es que me quede sin internet unos días ( fuerzas mayores a mi voluntad ) pero ya está otra vez y que divertido me resulto ese paseo al parque que les di a todos, aunque ahora la carrera será otra y por una barriguita que no se esperaba por aquí jajajjaja!!.. Mejor leer el capi que sigue que estará de pelos. Isshin debes rezar... o en su defecto enterrarte bien hondo donde Ryuken no te encuentre.

 

Próximo Capitulo:

Embarazado!

 

Notas finales:

PERDON LA HORRIBLE DEMORA!! ME QUEDE SIN INTER Y PUES SE ME HIZO TODO UN LIO PERO SI ME PERDONAN LES MANDO OTRO FANART HECHO POR MI.... SI, ANDO CON LA IMAGINACION AL MAXIMO XD....


AQUI EL LINK


http://ramsin.deviantart.com/art/Despues-de-una-batalla-156158054


HAAAAAA... Y UN MEME.... VEANLO Y SABRAN QUE DEMONIOS ES UN MEME XD.... JAJAJAJAJA


http://ramsin.deviantart.com/art/meme-mpreg-Bleach-156162125


ESPERO LO DISFRUTEN!! BYEEEEEEEEE

 


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