Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.
Todo queda en Familia.
Capitulo 64
Múdate a mi corazón.
Dicen que la noche es joven y sin duda alguna lo era para una numerosa familia que llegaría a casa de los nuevos padres, Isshin estaba realmente nervioso después de hablar con Ichigo por teléfono y con sus hijas, muy pronto estarían en ese lugar y no solo para conocer a sus nuevos sobrinos, también sabrían de la pronta e inesperada llegada de una nueva "Kurosaki", se sentía más viejo, sin duda alguna estos momentos le hacían verse 20 años más viejo de lo que verdaderamente era, pensando en ello caminaba de un lado a otro de la sala en pose analítica con su mano sobre el mentón rascando de vez en vez su barba mal afeitada del día anterior.
- Llamaste?. - Ryuken salía de la habitación muy relajado y tranquilo. -
- Si, ya vienen. - suspiro derrotado y con la cabeza gacha. - como esta Uryu?.
- Descansando un poco ya que los gemelos comieron y están dormidos. - con mucha calma camino hasta donde su amante y le rodeo la cintura en un suave abrazo. - creo que exageras con los nervios.
- No sé como lo tomaran, para ti es fácil, solo fue un hijo y no tienes quien te reclame o juzgue, en cambio yo tengo cuatro personas a las cuales rendirles cuenta.
- Cuatro?.
- Las gemelas, Ichigo y... - se apeno un poco por lo que diría. - también sigo mis conversaciones con ella, a pesar de que murió hace muchos años me siento bien contándole todo lo que pasa en mi vida desde que se fue.
- No siento celos, fue algo que sucedió en tu vida y yo no soy quien para juzgarte sobre ella. - apretó un poco mas su agarre a Isshin. -
- Ella fue especial, pero tú... - se giro hasta tener a Ryuken frente a frente. - tú eres y serás el amor de mi vida, la persona que se instalo en mi corazón, mi primer loco amor y ahora serás la....
- No te atrevas a llamarme mama. - ladeo la mirada con molestia. -
- Como quieras, pero entendiste lo que quiero decir, tú eres especial por el simple hecho de existir en mi vida.
- La vejez te pone blando. - soltó el agarre de la cintura para poder poner sus brazos sobre el cuello del moreno.- mas te vale no volverte viejo antes de tiempo, yo solo no podre con tu hija.
- Será una consentida, tendrá 4 hermanos para que la mimen y 4 tíos para que jueguen con ella, no has pensado en que tendrán la misma edad.
- Por eso es que los árboles genealógicos se complican. - sonrió descarado. -
Ambos se sentían en el mejor momento de su relación amorosa, que situación más fuerte y seria que un hijo por nacer para que ambos comprendieran que sus vidas habían cambiado por completo y que seguirán cambiando mientras el tiempo pase.
La hora siguiente fue como la crónica de una muerte anunciada, tensa calma y una espera casi mortífera que culmino con la llegada de Ichigo acompañado de Grimmjow, los gemelos y también Yuzu y Karin que fueron recogidas por su hermano en el camino hacia la casa de Ukitake.
- MIS NIETOS!. - Isshin apenas vio a los gemelos se los quito de los brazos a un serio Grimmjow, todavía seguía tratándolo como si no fuera nadie. -
- Buenas noches. - Ichigo renegó con la cabeza y paso dentro del departamento seguido de sus hermanas. -
- Están enormes!. - besaba hasta la saciedad a Miharu y Ranmaru de ahora 6 meses. - me hacen cosquillas.
- VIEJO NO LOS DEJES METERTE LOS DEDOS EN LA NARIZ!. - Ichigo le grito con preocupación ya que sus hijos estaban en la fase de querer tocar, saber que es todo, y la nariz de su abuelito parecía un buen sitio de exploración. -
- Déjalos. - hablo con dificultad mientras los niños seguían jalándole de la boca y la nariz con suma emoción. -
- Como estuvo todo con Uryu?. - el peli naranja decidió no discutir mas, los gemelos eran un desastre cuando estaban con su padre. -
- Fueron dos niños. - sentencio calmadamente Ryuken mientras permanecía sentado en uno de los sofás de la sala. -
- Y como son?.- Yuzu se le acerco a Ryuken emocionada, era tan expresiva que ya cargaba cámara en mano para fotografiarlos. -
- Iguales a su papa. - Ukitake salió de la habitación al escuchar el alboroto de los recién llegados. -
- Felicitaciones. - los tres Kurosaki respondieron con solemnidad ante la llegada del peliblanco. -
Después de un rato de conversaciones y que Uryu se sintiera mejor para recibir visita, todos conocieron a los nuevos bebes, los pequeños estuvieron rendidos en todo el rato, parecían ajenos al desastre de chillidos, llantos, risas y demás, debían acostumbrarse a ese mundo ya que su numerosa familia no cambiaria de ser nunca, al contrario, se pondría mas desquiciada cuando se agregara otro integrante más, con aquella reunión también Ryuken e Isshin tomaron la vital decisión de dar la noticia, ya había pasado la emoción de conocer a los niños, todos estaban en la sala bebiendo algo caliente y conversando un poco mas hasta que el tema tuvo que salir a relucir gracias a un comentario inesperado.
- Que casualidades que nacieran el mismo día que Uryu. - Yuzu comentaba toda emocionada mientras permanecía sentada al lado de su hermana gemela. -
- Si.. doble regalo pero... - Ukitake miro a su suegra con análisis. - y para cuando nacerá el suyo?
Ryuken quedo como piedra al ver como su encantador yerno le miraba directamente a su vientre, quería dar la noticia pero no de ese modo, Isshin se quedo pálido cuando su secreto explotaba en medio de esa sala y sin aviso alguno, sintió que las cosas se pondrían tensas al ver como Karin abrió los ojos como platos, Ichigo escupió el té que bebía y Yuzu se quedo meditativa con una cara de incredulidad total.
- QUE DIABLOS ACABA DE DECIR?. - Ichigo se limpio la boca tan rápido como había escupido su bebida. -
- Oh... esto se puso interesante. - susurro para si Grimmjow mientras solo se acomodaba mejor en el sofá dejando campo libre al espectáculo. -
- Su padre y yo.... Tendremos un bebe. - las palabras resonaron en aquella sala como si tuviesen eco, sin duda alguna Ryuken prefirió cortar por lo sano y conciso. -
- Pe..pe...pe...pero como diablos paso eso!. - el pobre de Ichigo se puso de pie señalando con su dedo a Ryuken o mejor dicho al vientre de él. -
- Paso porque paso y listo, tendrás una hermana, gustete o no te guste. - Isshin se puso serio ante la actitud casi desquiciada de su hijo. -
- No es que me guste o no viejo, es que ya no eres un crio!.
- Tu metiste la pata y yo te apoye así que ahora se algo agradecido con esto que sucede!.
- Es diferente, ahora es que empiezo mi vida y tu ya pasaste un largo tramo, tienes nietos, el también no está en edad de un embarazo, se volvieron locos?. - Ichigo no tenia cabeza para pensar en frio, la noticia le cayó como una bomba atómica, no podía, por más que fuera su viejo, no podía asimilarlo así como así. -
- Lo que haga con mi vida es asunto mío Ichigo, así que no tienes derecho a recriminar nada, yo di toda mi juventud para ustedes tres y tengo derecho a seguir adelante como yo quiera. - miro a su hijo con molestia, sabía que Ichigo era el que más le costaría aceptar lo que pasaba. -
La guerra se desato, quien diría que una noticia que debía traer felicidad estaba causando una pelea monumental entre Isshin e Ichigo, ambos eran un par de mulas tercas que no cederían a sus opiniones, Ichigo solo pensaba en el bienestar de sus hermanas y el que su padre estaba metiendo en problemas muy grandes con ese venidero bebe a su edad, pero también temía a lo desconocido, solo conocía a Isshin como padre abnegado pero esto rallaba en lo absurdo para su gusto, los dimes y diretes no faltaban mientras que el resto del grupo permanecía callado, nadie se atrevía a interrumpirles, ni si quiera Ryuken que estaba muy relajado a pesar de todo lo que se ventilaba en frente suyo, el solo creía en que lo que hacía era su problema y le tenía sin cuidado lo que opinaran el resto del mundo, en eso nunca cambiaria, su personalidad segura y recta no cedería ante los lloriqueos del primogénito de Isshin, pero nadie contaba con que una de las integrantes de la familia Kurosaki si diría las cosas con el sentimiento y la verdad por delante.
- Es niña?. - Yuzu interrumpió aquella discusión entre padre e hijo. -
- Así es. - Ryuken le miro con serenidad, sabía que era la última que diría algo malo ante la noticia. -
- Puedo.... Puedo abrazarlo?. - la jovencita extendió los brazos hacia un incrédulo peli plata. -
Toda la pelea que tenían armada Ichigo e Isshin fue dejada a un lado cuando la tierna Yuzu se aferro en un fuerte abrazo a la cintura de Ryuken, su sollozo hizo que el silencio reinara otra vez, estaba muy conmocionada pero se notaba su felicidad en las lagrimas que derramaba mientras seguía sujeta al mayor de los Ishida.
- Disculpe a Ichi - nii es algo impulsivo pero sé que en el fondo es feliz al saber que papa volvió a hacer su vida, por mi parte estoy feliz porque tendré una hermanita a la cual cuidar, siempre soñé con tenerla pero desde que mama murió.... - sus mejillas se llenaron de lagrimas otra vez, estaba dejando ir todo sus deseos con sinceridad. - papa estuvo solo mucho tiempo pero ahora me siento contenta de que sea usted quien le de alegría otra vez, es una buena persona y también me regalo la oportunidad de saber que se siente ser la hermana mayor, gracias.
- ........ - Ryuken sintió unas enormes ganas de llorar, era la mejor bienvenida que le habían dado a esa familia, sin duda alguna la familia Kurosaki lo estaba arrastrando a ese lado lleno de sentimientos que él tuvo prisioneros en su interior por años. -
- MI YUZU!!. - Isshin olvido la pelea con Ichigo para ahora arrastrar a la joven a sus brazos como todo un papa oso, también llorando a moco tendido por las palabras que decía la más tierna de la familia Kurosaki. -
- Si Yuzu esta de acuerpo yo también. - Karin decidió abrir la boca un poco emocionada, en verdad no le disgustaba la noticia y más bien sospechaba que algo se traía su viejo con Ryuken después de esa noche en que los vio muy juntos. -
Ichigo se quedo consternado, sintió que todo mundo celebraba mientras él era el único que solo veía lo malo de lo que sucedía, y no era la primera vez que pasaba ya que sus recuerdos de cuando se entero de que esperaba a los gemelos le hicieron sentir estúpido, en aquel entonces también se aterro como ahora, su mente no le daba cabida para pensamientos buenos y eso le molestaba, estaba indignado por su actitud, hasta su pequeña hermana se porto a la altura, muy diferente a él.
- Ve a felicitarlos. - Grimmjow le empujo con suavidad por la espalda. -
- Soy un completo idiota. - susurro mientras veía como Karin y Yuzu conversaban muy emocionadas con su viejo y Ryuken. -
- No lo eres, solo que no estás viendo a tu viejo como un hombre, lo vez como el padre que es y te cuesta aceptar eso.
- Hasta tu estas de su lado.
- No estoy de su lado, solo que me sorprende que aun con su edad pueda hacer bebes... ja ja ja ja!! . - rio a carcajada limpia. -
- Tus chistes son malos.
- Al menos te hice sonreír, así que ve a hacer las paces y deja de ser tan testarudo con tu viejo, no se merece tus reproches si no tu apoyo.
Al peli naranja le costó un mundo pero lo hizo, se acerco donde su padre y solo le extendió los brazos como pidiendo un poco de perdón, era muy difícil aceptar lo que pasaba pero no sería el la piedra en el zapato de su viejo, ya era suficiente con el pasado que vivieron al perder a su madre y en algunas cosas hasta Grimmjow tenía razón, el le seguía viendo con ojos de niño pequeño y no con los de un hombre maduro.
- Todo esto es emocionante, ya quiero ayudarles a acomodar la habitación de la bebe, quiero darle mis muñecas de cuando era niña. - Yuzu le hablaba tan emocionada ante sus planes futuros con la bebe. -
- Habitación?. - Ryuken e Isshin se miraron algo sorprendidos, no habían pensando en un pequeño detalle muy importante. -
- Me supongo viejo que vivirá con nosotros. - Karin le miro seria y con sus brazos cruzados. -
- Vivir con ustedes... - el peli plata susurro impresionado, en verdad que no había pensado en eso. -
- Ya no somos unas niñas, sabemos cómo paso lo que paso así que la lógica es que vivan juntos como mínimo, nuestra hermana debe tener una infancia lo más normal posible con sus padres juntos. - la morena sentencio con mucha madurez y seguridad. -
- Si!.. - Isshin dio un chillido de felicidad. - amorcito múdate a la casa con nosotros, te tendré día y noche para consentirles!. - paso su mano por el vientre del Ishida con suavidad. -
- Mu.. mudarme. - estaba pálido ante la idea, una cosa era estar con Isshin y otra muy diferente era vivir bajo el mismo techo y sabía muy bien como era eso con la semana que estuvo secuestrado. -
- Múdese por favor, seremos una gran familia otra vez. - Yuzu le miro con aquellos ojitos llenos de ternura, una mirada que era imposible de evitar o negarse. -
Sin duda alguna las cosas deben cambiar, todo tiene su ciclo, todo nace, crece, se trasforma y muere, el simple pero perfecto circulo de la vida, en el camino Ryuken aprendió que la soledad no es el estado perfecto, solo es un escudo que crea el alma para evitar ser dañada nuevamente y su escudo perfecto estaba roto, partido en mil pedazos por el simple y puro amor de un loco hombre que aun le amaba con pasión desmedida y el todavía trataba de entender cómo podía ser, la vida es así, nunca sabes que te espera a la vuelta de la esquina.
Pero no solo en el hogar de los Kurosaki las cosas podían ser extrañas, también en otra parte de la ciudad había un motivo o más bien una simple palabra que alteraría la paz del lugar. Caminar a oscuras por la casa era peligroso desde hacia unas semanas, tomar un riesgo así solo podía hacerse por dos razones, una testaruda pelirroja necesitaba algo de comer o su pareja necesitaba algo de la cocina, con ese pensamiento Renji iba con la mirada clavada en el suelo para evitar pisar alguno de los juguetes de Hana, desde que empezó a gatear toda la casa se volvió su parque de juegos, con casi 9 meses es una niña escurridiza, ágil y muy independiente, no le agrada estar cargada desde que supo que tenía un par de piernas y manos muy útiles para movilizarse como un ratoncito, sus incursiones por la casa hicieron que los enchufes, adornos, manteles, cortinas, muebles, puertas, sillas, gabinetes y hasta las escaleras fueran contra accidentes, el Kuchiki se esmero porque su pequeña no sufriera algún percance gracias a la inocencia y total curiosidad que todo infante tiene por los sitios pequeños, agujeros o todo aquello que puede jalarse o llevarse a la boca.
- Lo logre!. - Renji estaba de regreso en la habitación con una pequeña taza de jugo en las manos. -
- Fuiste a fabricar el jugo?. - miro algo serio a su compañero mientras Hana estaba prácticamente escalando sus piernas para poder subirse al regazo de Byakuya. -
- Las escaleras son una trampa asesina, el otro día casi ruedo por ellas por culpa de una pelota que dejo Hana allí. - se sentó junto sus dos amores en la cama. - pequeña tragona aquí está tu jugo.
- No... - empujo de mala gana el pequeño envase con pico que le ofrecía papa Renji. -
- Porque solo vive diciendo no?.... cuando vas a decir papá o ma..
- No te atrevas a enseñarle a llamarme así. - Byakuya le lanzo una mirada asesina al pelirrojo. -
- Ya sé de donde aprendió a decirle a todo no. - rodo los ojos cansados hacia la niña. - Hana di papá... papá!.
- No. - su boquita solo pronuncio aquel monosílabo con toda seriedad. -
- Y dale con eso!. - se hecho para atrás en la cama apoyando su cabeza de las almohadas. -
- Hablara cuando quiera, además, sabe hacerse entender muy bien para su edad. - acaricio la cabeza de la niña mientras esta lograba subir a las pierna del moreno. -
- Dicen que las niñas hablan más rápido que los niños. - Renji tomo el control remoto de la tv para cambiar de canal. -
- Su mirada habla por ella. - Byakuya la levanto por la cintura hasta tenerla cerca de él. - hablaras cuando tu lo decidas.
- Mamá. - sonrió enorme mientras señalaba con su dedito al Kuchiki. -
- DIJO MAMÁ!. - el pelirrojo dio un respingo en la cama de impresión. -
- Mamá! Mamá! Mamá!. - Hana coreaba una y otra vez ante la mirada petrificada de Byakuya. -
- Tu le enseñaste a decirme así!. - miro con coraje a Renji.-
- Te juro que no!... yo no le enseñe a decirte así. - movió sus manos negando ante la acusación de su amante. -
- Rukia... - siseo Byakuya ya seguro de encontrar al culpable de lo que aprendió a decir Hana. -
- Mamá. - se abrazo con fuerza del cuello del moreno, enterrando su cabecita entre el cuello como buscando el calor de su "mamá". -
- No luches contra lo inevitable Byakuya, para ella eres su mamá. - sonrió con picardía mientras acariciaba la espalda de la niña. -
- Pero... - estuvo tentado a decir que era un insulto que le llamara así, pero al sentir aquellas manitos aferradas a su cuello, su cálido cuerpo estrechándose contra su pecho, esa sensación de protección y amor que descubrió cuando nació, todo eso le hizo dudar de molestarse al Hana nombrarle de aquella manera, el cariñoso apelativo que toda madre espera con ansias escuchar por primera vez de los labios de su bebe. - déjalo así.
- Que lindos se ven.. mami e hija juntas!.
- No te aproveches del momento. - Byakuya le clavo una mirada asesina. - además, dijo mamá antes que papá.
- Hana di papá!. - las palabras del Kuchiki fueron un golpe bajo al orgullo de Renji. - papá, papá, papá.. papi.. papito.. pa... lo que sea pero di algo!.
- No. - Hana le miro con los mismos ojos serios que tenia Byakuya. -
- Ustedes dos me dan miedo a veces. - suspiro derrotado y con la cabeza gacha recostada del hombro de Byakuya. -
- ....... - la pequeña soltó una de sus manos del cuello de Byakuya y paso a acariciarle la mejilla al pelirrojo con cariño. -
- Eres linda así no me digas papa. - estaba que lloraba de felicidad, su hija le jugaba sucio cuando quería, tenía la misma personalidad pedante de Byakuya pero también podía ser muy dulce con él al igual que el moreno. -
Era tarde así que muy pronto la pareja se quedo dormida mirando tv, aun Hana tenía la costumbre de dormirse encima de Byakuya, no habían podido quitarle esa maña por nada del mundo, era su pequeño capricho personal con su mama, paso un rato cuando Byakuya sintió como la niña se removía sobre él, eso le recordó que debía llevarle a su cuna así que para esa labor despertó a Renji con un nada suave codazo en sus costillas.
- Llévala a la cuna. - se quito a Hana del pecho con mucho cuidado para no despertarla en el proceso de traslado de brazos. -
- Cuando se dormirá sola?. - tomo a la niña entre sus brazos. -
- Algún día, al menos duerme casi toda la noche así que no me molesta que su medio entre el sueño y la cuna sea yo. - se estiro un poco para aliviar su cuerpo entumecido por la posición que tomo con Hana sobre él. -
- Buenas noches mami. - hablo como un niño pequeño mientras se alejaba de Byakuya. -
Era divertido tenerla, nunca imagino que seria así, en algunas ocasiones cansaba, era frustrante y hasta agotador, pero en esos momentos le veía a los ojitos y sabia que lo malo pasaba y que solo quedaba esa cosita que estaba en sus brazos dormida, sin duda alguna una sonrisa suya curaba todo agotamiento, cansancio o malestar del día a día, siempre llegaba del trabajo pensando en que nuevas cosas había aprendido a hacer Hana, desde gatear, hablar, que comidas nuevas le gustaban o que le disgustaba, como su personalidad salía a flote con cada aspecto nuevo que descubría, sus ojos imponentes como los de Byakuya, su carácter fuerte y su personalidad dulce cuando estaba de buen humor, era una cajita de sorpresas marca Kuchiki, le gustaba su modo de ser, sería una hija retadora y segura de sí misma como su madre. Con esos pensamientos llego a la habitación de Hana, aun tapizada de conejos, con mucho cuidado saco algunos peluches de la cuna y metió a la niña para después arroparla un poco con su manta favorita y darle un beso de buenas noches en la mejilla.
- Dulces sueños mi princesa. - miro la carita serena que despedía la niña en sueños. -
- Papa... - susurro dormida y abrazándose mas aun a su manta. -
- Si... tu papa te desea dulces sueños. - sonrió orgulloso de poder oír aquella pequeña palabra tan llena de significados para él. -
Continuara.......
Que tierno!! Fue demasiada azúcar junta!, pero me base en mis experiencias con mi hijo cuando aprendió a hablar jejeje, siempre decía no a todo, era una mala maña y los niños pueden empezar a decir palabras después de los 7 meses, mi chibi lo hizo a esa edad siempre fue precoz para eso y las niñas siempre hablan primero que los niños, por qué será? Jajajaja, pero regresando al capítulo, espero les gustara y vamos a la recta final, por eso preparen los motores que esto está ya en su punto amigas. Nos leemos y perdón la demora, andaba sin inspiración otra vez XD.
Próximo Capitulo:
Nosotros dos.