Mientras seguía al ama de llave por el largo pasillo Naruto apretaba con fuerza la copia del testamento. Este papel reflejaba claramente cuales eran las condiciones de su abuelo para que heredase la hacienda, tenia que encontrar un marido y no especificaba que no pudiera se Sasuke Uchiha de modo que aquello era su única oportunidad, el ama de llave se paro frente a una puerta indicándole que entrase, pero cuando lo hizo todo su valor se vino abajo, sintió el poderoso deseo de huir, de voltearse, tomar sus pertenencias y marcharse de aquel lugar, huir de Sasuke, de su abuelo y de Sakura. Pero debió recordarse lo que anhelaba desde que había pisado la hacienda de los Uzumaki.
Sasuke estaba sentado frente a un enorme escritorio y en cuanto lo vio sus ojos se clavaron en el con tal intensidad que Naruto casi tropezó con la alfombra una ola de terror lo recorrió de la cabeza a los pies, aquel hombre tan pálido e imponente se levanto de la silla en un gesto de respeto que lo sorprendió. Seguía mirándolo intensamente con sus ojos oscuros, seguramente preguntándose que hacia allí.
Los años que había soportado los intentos de su abuelo por encontrar su punto débil deberían haberlo hecho inmune a aquellas miradas, pero lo sorprendía sentirse tan trasparente, tan vulnerable frente aquel hombre
- - Buenos días señorita Uzumaki - la profunda voz masculina hizo que sintiera un extraño calor en la cara y eso lo turbo aun mas, Naruto tuvo que hacer un esfuerzo para reunir valor. Si el apartase la mirada durante un segundo, si le permitiera recuperarse, tomar aliento...
- - Gracias por recibirme señor Uchiha - murmuro. Le pelinegro esbozo una sonrisa, los dos sabían que los Uzumaki no eran bien recibidos en la hacienda Uchiha, pero la sonrisa había suavizado su expresión y consiguió que Naruto se relajase un poco. Quizás no todos los Uzumaki eran enemigos, quizás Sasuke Uchiha se reserva el juicio en su caso. De repente se dio cuenta de que el lo estaba estudiando, que lo miraba de la cabeza a los pies, la camisa de cuadro, los pantalones, las botas. Ninguna persona lo había mirado así y su primer impulso fue cubrirse y salir corriendo pero no podía moverse y tampoco podía evitar estudiarlo a el de la misma forma.
Sasuke Uchiha media más de un metro ochenta su cuerpo se notaba que lo notaba lo suficiente, su piel era blanca y resaltaba más al tener el pelo y ojos de un profundo color negro.
Sasuke se tomo su tiempo, Naru Uzumaki era mas alta que la mayoría de la mujeres también era esbelta. Tenia dignidad pero había algo en su postura que sugería humildad y sin embargo no podía serlo, los Uzumaki no eran humildes y el lo sabia bien, se dio cuenta que ella se había ruborizado. Su pelo, largo y brillante era de color rubio con reflejos dorados, lo sujetaba fuertemente en una coleta, pero fueron sus ojos lo que llamo su atención eran de un color entre calido y frío, pero profundos y misteriosos unos ojos llenos de cautela y tristeza... sentía que Naru se escondía tras una fachada y considerando quien era el hombre que la había criado era comprensible.
- - Supongo que hay una razón para su visita - Naru dio un paso hacia el, pero Sasuke no la invito a sentarse sabia que era una grosería pero también era una prueba los Uzumaki se comportaban como matones destinados a reinar sobre los meros mortales, pero ahí estaba ella parada frente a su escritorio sujetando con las manos unos papeles como si se le fuera la vida en ello, estaba claro que no iba a sentarse a menos que el la invitara hacerlo.
- - He venido para preguntarle si sigue interesado en las tierras que lindan a su hacienda - dijo ella con voz suave, pero clara. Sasuke se puso inmediatamente en alerta, aquellas tierras, las primeras de la familia Uchiha habían sido robada por los Uzumaki, aquello fue lo que dio lugar a la interminable pele entre las dos familias en la disputa, se había derramado sangre por ambos lados y los Uzumaki se habían juramentado durante generaciones para no permitir que los Uchiha recuperasen lo que era suyo.
- - ¿Es Orochimaru quien me las ofrece? - pregunto el pelinegro.
- - No.
- - El es el propietario de la hacienda, si no es el quien me ofrece esas tierras, no tenemos nada de que hablar - Naruto empezó a desdoblar cuidadosamente los papeles que llevaba en la mano y Sasuke se dio cuenta que lo hacia para recuperarse de la cruda replica.
- - Debería conocer todos los detalles antes de tomar una decisión - dijo entonces mirándolo fijamente - necesito saber si quiere esas tierras.
Era una prueba. Una batalla de voluntad Sasuke sintió una punzada de satisfacción Naru Uzumaki tenia carácter.
- - Si señorita Uzumaki, estoy interesado, siéntese y dígame porque cree que tenemos algo de que hablar.
Naruto dejo los papeles en la mesa y se sentó frente a el.
- - Si lee la sección que esta marcada en amarillo... - Naruto no termino la frase, la vergüenza era de repente abrumadora ¿Por qué había creído que Sasuke Uchiha se casaría con el?, ¿Por qué siendo lo que es?... resultaba obvio que Sasuke no era el tipo de hombre que consideraría u matrimonio de conveniencia, ni siquiera para conseguir algo que desease a menos que para el aquellas tierras fueran tan valiosas como para el la hacienda. Sasuke encontraría risible la situación y cuando se riera todo habría terminado, soportaría sus burlas y después saldría de allí con toda la dignidad de la que fuera capaz, pero no lloraría, ni delante de un Uchiha ni delante de nadie, volvería a la hacienda, haría las maletas y diría adiós a la tierra que tanto amaba, para rehacer su vida lejos del dolor y la vergüenza que eran todo su legado.
A medida que leía el testamento la expresión del hombre iba cambiando volviéndose cada vez mas dura, incluso furiosa.
- - ¿Qué clase de testamento es este? - pregunto levantando los ojos del papel.
- - Me gustaría heredar la hacienda e mi abuelo, pero no cumplo las condiciones, pensé que podría interesarle saber... - no pudo terminar la frase, no se atrevía a hacerle la proposición por una vez la vergüenza era mas fuerte que su deseo de heredar - espero que me perdone señor Uchiha, tenia razón no tenemos nada de que hablar - dijo levantándose, las emociones que había intentado contener se agolpaban en su interior y tuvo que hacer un gran esfuerzo para no mostrarlas - si no le importa devolverme los papeles me marchare ahora mismo - el pelinegro lo miro fijamente durante unos segundo.
- - ¿Cree que Orochimaru respetara el testamento?
- - He vivido con el toda mi vida señor Uchiha se que es un riesgo, pero...
- - Pero ha venido de todas formas - no podía adivinar que había tras su dura expresión pero estaba seguro que en ella no había desprecio, algo que conocía muy bien.
- - Quiero heredar la hacienda.
- - Esta loca si piensa que su abuelo lo va a permitir - espeto el, incluso aquel hombre con el que no mantenía ninguna relación sabia lo que su abuelo sentía por el Naruto pensó desolado - ¿Para que ha venido?
- - No podía quedarme de brazos cruzados.
- - ¿Orochimaru esta muy enfermo?
- - Su enfermedad es terminal, podría morir esta noche o vivir un mes mas, esta mañana lo han llevado a la UCI
- - ¿cree que su prima me vendería las tierras? - la pregunta le había dolido pero era lógico que Sasuke deseara hablar directamente con la heredera de su abuelo, quizás se lo había pensado mejor. Sakura era guapísima y pronto heredaría una fortuna, un hombre con carácter podría controlarla y si Sasuke Uchiha no podía, ninguno podría. Quizás no era tan inmune a su prima como había creído
- - ¿A un Uchiha?, no pero a Sakura no le importa la hacienda supongo que la venderá a la primera oportunidad, podría intentarlo con el nuevo propietario
- - Pero no puede jurar que ella vaya a vender
- - Podría intentar comprarle las tierras - Sasuke sonrío
- - ¿Qué pediría ella a cambio?
- - Veo que conoce a Sakura - el pelinegro tiro el testamento sobre la mesa, intento tomar los papeles pero Sasuke negó con la cabeza
- - Déjelos.
- - Lo siento, pero he de marcharme - murmuro
- - Entonces, tengo que elegir entre Sakura y usted - dijo Sasuke de pronto sorprendiéndolo - Siéntese, usted ha empezado esto y usted tendrá que terminarlo.