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Promesas inevitables por Manabuu

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Notas del capitulo:

-¡¡Vamos a ganar!!, así que griten conmigo que ¡sí vamos a ganar!

Inevitable VIII

Parte D

 

Diez y ocho de la mañana.

Taka y yo nos pelamos de frío. Ese Shiroyama nos citó hace una hora, o mejor dicho hace dos, nos dijo clarito que teníamos que llegar a las ocho, que lo esperáramos en la estación de buses que queda cerca de nuestro cuarto.  A pesar que le hablamos sobre el empleo de Taka, él se puso terco y dijo que tenía que dejarlo, claro, como él nos va a mantener, tremendo idiota...  Takanori tuvo que llamar al señor Fujimiya y decirle que no podía ir a trabajar, creo que al anciano no le disgustó, cuando Taka le contó que estábamos clasificados el pobre hombre se puso a llorar por el teléfono, incluso nos han invitado a comer sushi a los tres; como una especie de premio además a Taka le han dado dos días libres. Eso si es tener suerte...

 

Aki-chan, tengo hambre...

Sí, yo también, ¿te compro algo?

Quiero un quequito, también una gaseosa y...

Espera, espera, pensaba comprar un par de panes simplemente.

Bu... ¡una gaseosa!

Te va a hacer engordar.

¿En serio?... ¡pero quiero una!

 

No me di cuenta, pero cuando discutíamos sobre qué comer o qué comprar un mercedes azul se acercó sigiloso hacía nosotros. Me dio mala espina y jalé a Taka, me fijé y vi abierto un café, era lo mejor, hoy en día no interesa la pinta que puedan tener los ladrones, incluso pueden venir en un elegante mercedes y dejarte como viniste al mundo y más con las excentricidades que se maneja Taka... ¿por qué tuvo que venirse con ese faldón ahora?, y por más que le dije que se comprará un forro negro para la guitarra, a Taka se le metió en la cabeza que quería uno transparente, Dios, dame paciencia.

 

Taka, cuándo vas a dejar de usar falda...

¿Eh?, ¡no es una falda!, es una polera larga...

Es una falda Taka, por donde la mires lo es...

Ah, que no es una falda, parece una porque me he puesto este cinturón, ¡pero no lo es!, además la chica de la tienda me dijo que se me veía mono... malo Aki-chan.

Preferiría que uses una yukata a una falda... hasta un kimono estaría bien...

¡En serio Aki-chan!

 

Takanori casi y se me saltó encima cuando le mencioné aquello. Mi corazón casi sale disparado también por sentir su proximidad.

 

Cla-claro que sí...

Me alegra, es que me daba vergüenza, jajaja, la otra vez me compré un polo que parece kimono, pero no es muy largo, es negro es muy bonito y...

 

Me sentí desvanecer cuando Taka empezó a relatarme sobre el tipo de ropa que compraba y que yo nunca le había visto puesto... el sonido insistente de una bocina me sacó de foco entonces.

 

Hey Aki-chan, ese auto...

¿Qué pasa?

Está que nos sigue desde hace una cuadra.

¿Sí?, Taka, ya sabes, si alguien sospechoso sale de ahí, solo corres y te metes en cualquier tienda que veas,  y no sueltes tu guitarra por nada del mundo. 

Crees que salgan unos yakusas de ahí... crees que sean de ese tipo enemigo de Shiroyama-san, él nos dijo que estaba un poco loco.

Puede, no hay que confiarse, y ya sabes, ¡no te caigas! Está bien, camina rápido, sujeta bien tu guitarra.

Aki-chan, nos sigue...

 

El auto siguió de largo y yo detuve a Taka para que no avanzase, de repente una maniobra del auto hizo que me asustara, se nos cruzó, subiéndose un poco a la acera en donde los dos estábamos, me quedé paralizado con Taka a mi lado. Tenía lunas polarizadas, una de ellas se bajo... un hombre con unos lentes oscuros nos hacía señas...  intenté mirarlo y...

 

Par de imbéciles estoy que los sigo desde no sé cuanto, ¡acaso no escuchas la bocina, Akira!

 

Me aproximé por completo y me di con que era Shiroyama. A Taka se le volvió el alma al cuerpo y se subió en un abrir y cerrar de ojos. Yo abrí la puerta del copiloto y me senté junto con el idiota de Shiroyama.

 

No sabíamos que tenías un mercedes, Shiroyama-san.

Que recuerde no se los dije. Es cierto, tú, Takanori, estás loco, ¡cómo puedes andar por la calle con una falda!

Te dije Taka.

¡Qué no es una falda! Aaaah, ¡ustedes están mal, no es una falda!

Y tú, Akira, acaso no puedes decirle que se deje de comprar esa clase de ropa, además Takanori cómo se te ocurre comprarte un forro transparente, quieres que te la roben, debió de costarte mucho y...

A mi no me costó nada, juju  Aki-chan me la compró.

 

Un rubor instantáneo se esparció por mi cara. El modo infantil e inocente en que Taka manifestó eso hizo que yo... no, no debería de ponerme así, pero... esa sonrisa...  Miré de reojo a Shiroyama y este tenía una cara contrariada, me pescó mirándole e inmediatamente desvió la mirada.

 

Entonces deberías de cuidarla más.

Está bien, me compraré otro forro... oye Aki-chan, sería mejor que me comprara un maletín como tú tienes.

Ni lo sueñes Taka, a las justas y puedes cargarla la tuya.

Eres un malo, lo que pasa es que tú quieres ser el único en tener un maletín, que cruel. ¿Oye y tú Shiroyama-san tienes un forro o un maletín?

Eso no te interesa.

Bah, que malo, pero igual, ¿tú solito te compraste este mercedes? Está muy bonito.

 

Taka empezó a hablar y hablar hasta por los codos, Shiroyama no le contestaba y yo solo me interesé en calmar mis sentimientos extraños. Poco después me di con que Taka estaba distraído jugando con el botón de subir la luna, luego descubrió que podía cambiar el color de la luna... Shiroyama lo soportó un rato, pero después; supongo que el amor por su auto hizo que reaccionara así; le dio un grito colosal a Taka. Pasaron unos minutos y este empezó a jugar con el aire acondicionado, luego Taka se quedó dormido y Shiroyama pudo relajarse.

 

¿A dónde vamos?

A un estudio.

¿Tienes uno propio?

Algo así.

Estuvimos esperando mucho.

Ah.

Supongo que...

No esperes que me disculpe.

No lo esperaba.

 

El camino se me hizo fastidioso. Con Taka dormido y con el humor molestoso de Shiroyama no sabía qué hacer.

 

¿Ya llegamos, Aki-chan?

Aún no. Sigue durmiendo.

Ya no tengo sueño. Oye Shiroyama-san cuántos años tienes y no vale decir: eso no te interesa.

 

Omití una risa, Taka quería sacarle cosas a Shiroyama como sea.

 

No me gusta decir mi edad.

Eso quiere decir que eres mayor que nosotros.

Mmmm.

Yo soy menor por un  año con Aki-chan. Voy a cumplir veinte en febrero. Aki-chan tiene veinte, el próximo año cumple en mayo, pero para eso falta mucho. Pero como tú ya tienes un auto y un departamento y otras cosas más, seguro que ya trabajas... Aki-chan, seguro tiene veintitrés, ¿no crees?

Taka, ya deja eso.

Pero yo no quiero decir que se te vea viejo, al contrario, se te muy joven Shiroyama-san.

Ya llegamos.  

 

Después de casi una hora de viaje, llegamos hasta un lugar que no conocía, la zona no era muy concurrida, nos bajamos del auto y entramos en una casa. Shiroyama intercambió unas palabras con un tipo y luego nos hizo seguirle hasta llegar al ascensor, solo que en vez de subir, bajamos; salimos y nos dimos con una habitación bien proporcionada; había una batería, unos tres pares de guitarras, que por el gritito de Taka, he de imaginarme que pertenecían a Shiroyama, miré a la derecha y me encontré con una cámara cerrada, ahí un micrófono y unos audífonos colgaban de alguna parte que no alcanzaba a ver, Shiroyama se sacó los zapatos y dijo que hiciéramos lo mismo, Taka se emocionó a tal grado que se tomó la libertad de entrar a la cámara y simuló cantar algo; mientras yo, por otro lado, me dispuse a inspeccionar las guitarras; mientras Shiroyama se desapareció y luego volvió con unas hojas en dónde había unos acordes, me llamó y empezamos a trabajar. Después de media hora, se nos unió Taka; reinaba una completa seriedad en lo que hacíamos, me di cuenta que cuando quería, Taka, podía llegar a ser una persona muy madura e insistente para que las cosas salieran del mejor modo posible.

La rutina en esos dos días, en que Taka tuvo libre, fue casi la misma, en la mañana nos dedicábamos a afinar los acordes y en la tarde practicábamos sin descanso hasta el anochecer.

 

Aún no, una vez más. Aki-chan, estás fallando en el tum, tum, deja una libre y espera que entre Shiroyama-san.

Ok.

 

Teníamos eso sí uno que otro descanso en el que no hacíamos más que hablar de lo que nos faltaba para dejar limpio todo.  En esos dos días fue también Shiroyama quién nos dejaba cerca de la estación de buses, en el último día libre fue que Taka se quedó dormido por lo exhausto que estaba por las prácticas. Estaba lloviendo y aún no salíamos del auto.

 

Parece que no va a dejar de llover.

Puede.

Solo déjanos un momento más dentro y luego nos iremos.

Ok.

 

Miré de reojo a Taka por el espejo delantero. Parecía mucho más cómodo y tranquilo desde las prácticas con Shiroyama.

 

Es un buen vocal.

 

Su comentario me tomó por sorpresa. Lo miré asustado.  Shiroyama encendió un cigarrillo y dio una bocanada.

 

Le falta mucho aún, pero es bueno.

Así es Taka.

Parecía un niño.

¿Parecía?

Es un niño, no estoy halagándolo, solo que... no era tan estúpido como parecía.

Mju...

 

Recosté mi cabeza y di un suspiro hondo, quién pensaría que ahora estaría al lado de este tipejo hablando de Taka...  parecía increíble.

 

Para mañana habrá algunos cambios.

¿Qué cambios?

Taka tiene que ir a trabajar.

Pensé que ya habíamos hablado de eso Akira.

Te lo digo. Taka tiene que ir a trabajar. En todo caso seré yo quién vaya desde temprano, pero él no puede.

Si no se comprometen por completo con los ensayos no nos irá bien.

No es eso.

¡Entonces qué!

Pareciera como si vivieses en otro mundo Shiroyama, y creo que estoy en lo correcto.

¿A sí?

Pues claro, solo por que tú tienes un auto o dinero o incluso un estudio no significa que los demás lo tengan todo fácil.

¿Piensas eso?, pensé que tenías seso.

Lo tengo, por eso digo que Taka se va al trabajo y punto, no puede dejarlo.

¿Estás escuchándote? ¿Y qué piensa Takanori de todo esto eh?

Está de acuerdo. Él ya tiene un empleo, yo perdí el mío, por lo que dependemos de su trabajo.

Ja... qué idiotas. Así no funcionará.

Acaso no entiendes, no es que no queramos, qué piensas que no nos gustaría tener el cien por ciento del tiempo en la música, pero no podemos, tenemos que pagar cuentas y demás cosas, ¡no somos tú!

Piensas que es fácil para mí, eh Akira, no sabes lo que me cuesta ensayar con ustedes, como si fuesen la mejor opción que tengo, idiotas.

¿Qué has dicho?, por favor, quién mierda te entiende, no que... ¡Taka!

No me jodas Akira, mañana a las ocho como hoy y punto no quiero que...

¿A-Aki?, qué pasa.

Levántate y coge tu guitarra y mi bajo, ya nos vamos.

No se van, esto no se queda así que te crees...

No me creo nada imbecil ya te dije lo que pienso, en verdad eres egoísta no piensas en nada más que tú.

¿Aki-chan qué pasa, por qué están gritando? 

Quieres saber Takanori,  tu amigo dice que mañana no vienes al ensayo sino hasta que termines tu trabajo en verdad vas a dejar que te haga esto ¿eh?

Pero eso ya lo habíamos dejado así, mañana voy en la tarde por que...

¡Pero qué mierda!

Vamos Taka.

Sí.

 

Salí del auto y Taka también. La lluvia nos lastimaba los ojos. Tomé mi bajo y cogí de la mano a Taka, me lo lleve corriendo a la estación, ahí estaríamos a salvo de la lluvia.

Ese día me sentí feliz con Taka... él me entendía... por un momento tuve miedo que él reaccionara distinto, pero no.

 

No te preocupes Aki-chan, es un cascarrabias, pero no creo que nos odie. No hasta el final del festival como siempre dice.

Ojala.

Animo Aki, ¿crees que se demoré mucho el bus?

 

Le sonreí y lo atraje hasta mí. Acaricié sus cabellos...

 

¿Qué pasa Aki-chan?

Nada.

¿Y eso?

¿Qué cosa?... ¿está mal?

No, claro que no, ¿entonces?

Estoy contento.

Jajaja, estás contento porque estamos mojados como pollos, jaja.

Sí, porque estamos mojados.

¿Eh?

Nada, olvídalo.

Oye Aki...

Di.

Quieres... quieres beber algo...

¿Ah?

Solo unas latitas...

¿Quieres beber cerveza?

Sí... ¿tú no?

Bueno...

 

No hace falta decir con exactitud lo que pasó esa noche...  bebimos y bebimos hasta que no pude reconocerme a mí mismo o a mi cuerpo o a Takanori... recuerdo vagamente sus dedos entrelazados con los míos, recuerdo que empezamos a hablar de nuestras promesas, recuerdo que lo besé muchas veces, recuerdo que le dije que me gustaban sus pestañas delgadas, sus piernas cortas y suaves, sus ojos parduscos, la forma felina de sus hermosos ojos, su cuello blanco...  recuerdo que me desnudé y que él se sonrojó y apagó la luz para no verme, la risa malvada que me invadió por lo infantil que se escuchaba al decirme que me vistiera... el modo torpe en que buscaba escapar de mí, el modo opresivo en el que se vio envuelto por mis brazos... todo aquello... los balbuceos... mi miedo , su miedo...  mi risa y su risa cuando nos caímos de la cama...  mis te amo... mis infinitos te amo... todo aquello que me oprime el pecho... mi llanto descontrolado por que extrañaba a Shima... los besos de Taka para consolarme, sus susurros tímidos...  su tibia lengua en busca de la mía, el encuentro de ambas... la respiración entrecortada, mi corazón esperanzado.... mis manos navegando por su figura infantil...  el momento en que se durmió en mi pecho, el esfuerzo que hice para cargarlo y meterlo en la cama... la desesperación que me urgió en ese momento de hacerlo mío al fin... la resistencia que nació de mí para no hacerle el amor, los miles te amo que le volví a susurrar cuando él ya estaba soñando...  todo eso, no hace falta decirlo con exactitud.  No hace falta mencionar que luego una mano tibia me acarició el rostro y me dijo que ya se iba a trabajar, que descansara un poco más, que luego nos veríamos en la estación de buses para ir a ensayar... el dolor que me causó el vacío de la puerta al cerrarse, el dolor que tenía de que nada fuese real, que todo pasase cuando los dos estuviéramos lúcidos... mi dolor y mi amor... por qué así... Taka-chan... por favor tú... por favor aunque sea tú, aunque sea tú, dímelo tú...  ¡aunque sea para todo esto!... dime que odias lo que hago, pero por lo menos tú recuérdalo... hazlo tú...  no seas como yo... lo siento.  

 

¡Joder Akira, maldita sea contesta el móvil de una puta vez!, ya son las diez de la mañana y estoy como idiota esperando... ¡contesta!

 

Me levanté tan rápido que caí de bruces, tuve suerte en que un cúmulo de ropa estuviera estancada en el suelo, por lo que no me destrocé la cara.

 

¿Qué?, quién habla...

¡Soy yo idiota!

¿Quién yo?

¡Oye Akira, si no quieres que te golpee mueve tu trasero y apúrate!

¿Yuu?

Shiroyama, ¡idiota!

Ya, ya, ya oí, ya voy.

Tienes cinco minutos.

Aja.

 

Fui directo a la bañera, me metí en ella con el grifo abierto; poco a poco el agua hizo que mi pesar se desvaneciera, la cabeza me daba vueltas, me sumergí un momento, los ruidos se desvanecieron, cuando ya no pude soportar más la falta de aire volví a emerger para respirar. Haciendo un esfuerzo me levanté y fui a la ducha, abrí la manija y continué de pie sintiendo las gotas furiosas golpearme la cara; lavé mi cuerpo para tratar que el aroma de Taka se desvaneciera, pero fue imposible... me picaba, tenía el cuerpo azorado con las huellas de sus dedos.

Escuché mi móvil y supe que se trataba de Shiroyama. Salí de la ducha escurriendo por todo el camino y lo cogí. Escuché sus insultos en la casilla de voz y lo tiré sobre la cama... busqué ropa limpia, me vestí, cogí el bajo y me di con el desayuno que me había preparado Taka. Se me hizo un nudo en la garganta... comí algo apenas y salí a encontrarme con Shiroyama... tuve que caminar hasta la estación y el mercedes azul se me acercó.

 

¡Mierda, sabes cuánto te he esperado!, nunca antes alguien me hizo esto, tener que esperarte por más de tres horas, ni con una mujer lo he hecho y venir tú...

 

Solo podía pensar en Taka... qué cara pondría al verlo más tarde...

 

Pues claro, me dices que vienes y luego te haces el desatendido, luego de haberme dejado ayer hablando solo...

¡Maldita sea, cállate!

 

Hundí el rostro en mis piernas... no quería escuchar nada más, tenía suficientes problemas como para estar escuchando las tontas razones de alguien que me llegaba al orto... ¡demonios!

 

¿Qué mierda te pasa?

No te interesa.

 

Shiroyama se quedó mudo y no volvió a articular palabra hasta que estuvimos en el estudio. Lo dejé hablando solo y me fui al sótano, dejé el bajo junto a las guitarras y me senté en un mueble pequeño... la cabeza me daba vueltas y no tenía ganas de mover un solo músculo, solo quería dormir y dejar que me atormentasen las imágenes de anoche.

 

Oye, ¿te sientes bien?

 

Quise golpearlo y decirle que me valía el ensayo.

 

¿Quieres café?

 

Asentí en silencio. No me di cuenta el tiempo en que me adormecí, solo después, al cabo de no sé cuanto sentí que Shiroyama me palmeó la espalda.

 

Tómalo.

...

 

Así lo hice, estaba tan amargo que quise arrogarlo, pero lo pasé sin decir nada.

 

Iré a recoger a Takanori, ya casi son las cuatro. ¿Vienes?... mejor duerme, apenas volvemos empezamos la práctica así que quítate esa cara de ímbecil y ponte bien.

 

Escuché un portazo y supe que estaba solo. Me acomodé en el mueble y decidí dormir, sí, eso era lo que necesitaba, necesitaba dormir y crear una buena máscara para ocultar todo lo ocurrido y evitar que Taka se asustase de mí y mis acciones... un miedo extraño se apoderó de mí, deseé con todas mis fuerzas que aquellos recuerdos solo estuvieran en mi mente, mas no en los de Taka-chan.

 

Aki-chan, oye, Aki-chan ¡despierta!, está helado...

¿Qué si?

Akira-chan, mírame, estás bien, tienes frío, ¿quieres ir a un hospital?

¿Eh?

Menos mal, ya te despertaste, Aki-chan, me asustaste. ¿Estás bien?

Sí, solo estoy un poco cansado.

Shiroyama-san, que tal si lo dejamos para mañana.

Mmm...

Está bien, entonces practiquemos los dos y dejemos a Aki-chan descansar. ¿Podrías prestarme un manta?

¿Crees que soy tu niñera?

¡Shiroyama-san!

Joder, ¡me tienen harto!

 

Al cabo de un rato, sentí que colocaron encima de mí una manta. Me acurruqué a ella  y con los ojos cerrados escuché la voz de Taka en el micrófono. Su vos me adormeció otra vez...

 

¡Akira!

¿Qué?

¿Puedes pararte?

Sí.

Ya nos vamos. Te daré un analgésico, ¿te duele la cabeza?

Un poco, no es nada.

Lo siento, no debimos beber mucho ayer. No te preocupes no le dije nada a Shiroyama-san, se molestaría ¿no?

Así que no me querías decir nada no, ja, par de pollos que no saben beber.

¡Shiroyama-san!

Rápido vámonos ya, no tengo todo el día.

 

Luego del viaje, llegamos a la estación, Taka se las arregló para tomar un taxi hasta nuestro cuarto.

 

Ya llegamos, Aki-chan, ¿quieres comer algo caliente?, o tienes sed.

No, solo quiero dormir.

Ok.

 

Taka apagó la luz y mi corazón se aceleró. Sentí el peso de su cuerpo a mi lado.

 

Aki-chan, lo siento, debe ser porque bebimos mucho, creo que nos hizo mal combinar...

Sí.

Mañana estarás mejor.

Aja.

Aki-chan... duerme, si te sientes mal me avisas ¿si?, Aki-chan, voltéate, así...

¿Qué pasa?

Quería verte, casi ni puedes abrir los ojos. Duerme, creo que colocaré la estufa, está muy frío.

 

Sentí los dedos de Taka pasearse por mi cabello, recorrer mi frente, de seguro para percatarse que no tuviese fiebre. Con todas esas sensaciones me dormí, supongo que fue tan profundamente porque ni sentí el momento en que mi cabeza terminó en el regazo de Taka, levanté los ojos y me di con la cara durmiente de Taka... me toqué la frente y descubrí que tenía un paño... fiebre... seguro fue por la preocupación y el estrés... sonreí y traté de erguirme.

 

Aki, Aki, ya te despertaste.

Sí.

¿Estás bien?

Sí, tuve fiebre.

Un poco, pero uno nunca sabe con las fiebres, así que te puse pañitos toda la noche, y te bajó, me daba miedo ir a comprar pastillas, no quería dejarte solo.

Gracias.

De nada, para que estamos los amigos Aki-chan.

 

Amigos. Esa palabra me lastimó profundamente; era cierto, solo éramos amigos, intenté ver en los ojos de Taka algo oculto, pero no di con nada... al parecer era yo el único que recordaba todo.  Me levanté ofuscado y fui al baño, cerré con seguro y me recargué en la puerta... todo tenía que ser así...  esto era por enamorarme de mi amigo, no tenía derecho a desequilibrar la vida de Taka... fingir, eso tenía que hacer, fingir que éramos solo buenos amigos, mejores amigos tal vez, pero solo eso.

Y es así como básicamente he estado desde aquel incidente, no he vuelto a beber por ningún motivo y pienso que Taka tampoco quiere hacerlo, puesto que estuve enfermo la última vez. Con Shiroyama las cosas han marchado bien,  luego de una semana de tenernos podridos con lo del trabajo de Taka, al fin lo ha dado por sentado y no nos dice nada, solo que ahora que faltan unos dos días para el festival y se la ha pasado histérico por afinar las últimas partes; que ya están afinadas por supuesto, pero que sin embargo él cree que no. Hace una semana nos han traído los trajes que usaremos, son visual, aunque antes tuve miedo que Shiroyama lo rechazase, mas en su anterior banda, por los videos que vi, él también se vestía así; Taka se la pasa ilusionado y no cesa de cantar, incluso cuando estamos en nuestro cuarto. Dentro de un rato nos encontraremos con Shiroyama para ir a ver el lugar, dicen que tenemos que probar no sé que cosas con el audio...

 

Taka, apúrate.

Ya voy, es que no encuentro...

¿Qué no encuentras?

Una pañoleta...

¿Qué?

Es una morada que me compré hace poco, demonios, no la has visto, Aki-chan...

No. Colócate otra entonces.

No. Esa me cae con esta ropa...

Taka...

Un ratito...

 

Salí del cuarto y encendí un cigarrillo.  No quería llegar tarde.

 

¿Por qué tanta insistencia con la pañoleta?

Es un amuleto.

¿Eh?

No me digas nada, Aki-chan, es algo así como tu bandita.

Mmm...

 

Llegamos justo a tiempo y nos fuimos a la parte sur del centro, ya que era ahí donde se realizaría el concierto, sentí mi estómago revolverse cuando al bajar del auto observé la construcción del escenario, no era para nada grande, mas el hecho de ver la tarima alta hizo que mi mente se nublara un poco.

Seguimos a Shiroyama y nos encontramos con otras bandas que también estaban ahí. Taka sonreía sin parar, pero ninguno de ellos le devolvió la mirada, al parecer estaban con los ánimos como Shiroyama. Al cabo de un rato, nuestro guitarrista empezó a hablar con uno de los técnicos de sonido, después vi que conversaban acaloradamente, me acerqué y escuché... Shiroyama quería traer su propio equipo, no le daba confianza los amplificadores que ellos tenían, al final tuve que jalarlo, a pesar que me insultó hasta el cansancio, para que dejase de armar ese espectáculo.

 

Joder que me dejes.

Ya sé, pero deja de gritar, todos nos miran, lo único que quieren es ponerte de mal humor y lo sabes.

Ese Junichi...

Aja, tú mismo lo dijiste.

¡Pero me desespera!

Ya sé.

Y Takanori, ¿dónde mierda está?

A pues...  

 

Paseé la mirada y no lo hallé, y justo ahora cuando Shiroyama estaba más que irritable. Pero no tuve ni tiempo en buscarlo, Shiroyama me jaló y me mostró el escenario, me dijo que yo utilizaría un amplificador del estudio.

 

No quiero que uses este de aquí.

Pero...

Hay que estar alerta.

No crees que estas sugestionándote.

No.

Bueno, mejor así, porque el amplificador que yo tenía ya murió.

¿Las cuerdas están bien?

Te he dicho más de veinte veces que sí, te las mostré ayer.

Ok. ¿Y Takanori?... míralo ahí está ese chiquillo, tráelo de inmediato, no se puede perder, este no sabe en donde se mete...

 

Lo deje hablando solo y me fui a reunirme con Taka.  

 

Taka...

Me perdí.

Sí lo supuse, mejor ándate por aquí cerca, está histérico y no quiero gritos, me duele la cabeza con todo el alboroto que está haciendo.

¿Está molesto Shiroyama?

Aja, por los amplificadores y el equipo.

Pero lo normal es que nos den el equipo.

Ya sé, pero sabes que esta traumado con lo de ese tipo...

Ah, es verdad, pero ni que nos fuera a secuestrar.

Lo sé. ¿Dónde estuviste?

¿Qué?

Taka te conozco.

Mmm, nada Aki-chan...

Estás preocupado porque ya acaba el tiempo.

Mmm.

Dime.

Sí... dijo que solo hasta que termine el festival...

Ya veremos que pasa.

Bueno.

 

Después de todo el embrollo nos fuimos a almorzar los tres, aunque en un principio no quisimos acompañar al problemático pero él no nos quería dejar solos, además como dijo que el pagaría no lo pudimos rechazar.

Pasó la tarde y nos despedimos, Taka y yo nos la pasamos descansando el resto del día.

 

Estoy asustado Akira.

Por lo que dijo Shiroyama.

Sí. Y si nos pasa algo parecido.

Yo no le creo mucho, me recuerda a los senpais de la primaria que nos contaban historias sin sentido para que tuviésemos miedo.

Pero y...

Solo hay que estar juntos y listo. No te estreses o terminarás como él.

Sí ya sé... me duele el cuello...

 

Mi piel se erizó. Takanori de lo que estaba sentado en el suelo se paró y se hecho a mi lado en la cama. Se colocó de lado y me hizo un puchero.

 

¿Qué ocurre?

¡Masaje!

¿Qué?

Me duele mucho, está duro mira...

¿Y?

Aki-chan, por favor.

Pero...

¡Aki!

Bueno...

 

Takanori se hecho boca abajo y se levantó un poco el cabello que le caía en el cuello, me señaló las partes que le dolía...  escuché un gritito y me asusté, mis manos estaban heladas y eso a Taka le molestó. Las calenté antes de volver a ponerlas en su piel...

 

Sí justo ahí... ahí, sí...

Aja.

Un poco a la izquierda, aja, sí, qué rico se siente...

 

Tragué saliva, estaba sudando, porque justo tenía que ocurrírsele a Taka hacer ese tipo de sonidos...  

 

¿Taka?, ya está...  ¿Taka?

 

Me aproximé a su cara y lo vi dormido. Era comprensible, estaba tan cansado... fui hasta el interruptor y apague la luz, yo también estaba muerto, me acosté a su lado y me quedé dormido también.

Al día siguiente fue un día de locos, Shiroyama nos llevó al estudio y nos hizo probar otra vez todo el repertorio, terminamos como a las once, aún así él no nos dejó por ninguna circunstancia quedarnos a dormir en el estudio, nos llevo de nuevo a la estación y nos dijo que lo esperáramos a las siete en punto de la mañana, que tendríamos que ayudarle a llevar un par de cosas y los trajes.

Me llevé medio dormido a Taka, con la guitarra y mi bajo lastimándome la espalda. Llegué sin aliento a la habitación, coloqué a hervir agua y me dediqué a contemplar a Taka. Mañana a estas horas estaríamos parados en un escenario sintiendo vibrar el suelo, con el viento frío cortándonos la cara... di un suspiro y apagué el fuego, llené una taza con agua, busqué un filtrante de té verde y lo bebí sin respirar. Tenía miedo.

 

¡Aki-chan! ¡Despierta yaaaaa!

¡Ah!

Ya son las seis y media y aún no te bañas, apúrate, ay, demonios hoy es el día y no encuentro mi patito...

¿Qué?

¡Que aún no me baño, ayúdame a buscarlo!

¡Taka!, no jodas con eso y vete a bañar, joder, por que  no me levantaste antes, apúrate.

¡No!, anda tú, mientras yo lo busco.

Pero no te vas a morir si no te bañas sin él.

Nada de eso, es un ritual Akira, no puedo desarticularlo o no me irá bien...

 

Deje a Taka con sus nerviosismos y supersticiones y me metí a la ducha, era el día... mi corazón bombeaba rápido y eso que aún no era la hora. Cogí el shampoo y al lado del jabón líquido el patito me miraba inquieto.

 

¡Ya lo encontré!, está aquí tontoo... este Taka...

¡En serio!

 

Taka se abalanzó a arrebatarme el patito, fue tan imprevisto que ni él ni yo nos dimos cuenta... Taka se quedó helado mirándome, mientras que yo solo atiné a cubrirme el miembro...

 

¡Ahhh, estás sin ropa!

¡¿Y qué esperabas, acaso nunca has visto a un hombre desnudo, Takanori?! ¡Sal de aquí!

 

Busqué tranquilizarme, pero no pude... pero que diablos, ni que... porqué tenía que gritar de ese modo, ni que nunca hubiera visto un.... joder....  me lavé rápido y salí, lo encontré abochornado sosteniendo el patito en sus manos, ¡maldito juguete!

 

Métete rápido.

Está bien.

No quise gritarte, lo siento.

No importa.

¡Taka!

Estoy bien, solo que estoy nervioso, y si...

Anda a bañarte, luego hablamos.

 

Me vestí de negro y busqué mi bandita, me la coloqué sobre la nariz, peiné mi cabello hacía tras, dejando un flequillo sobre mi ojo derecho...

 

¡Taka ya sal!

Ya voy...

 

Takanori salió y yo volví a meterme al baño, era ya una costumbre, una vez que alguno de los dos salía primero, el otro se iba al baño... ¿sería pudor?, en ese momento pensé que era una tontería, total los dos éramos hombres, no obstante...  aunque hubiese querido quedarme ahí mientras Taka se vestía, no era capaz de mantenerme tranquilo... suspiré, me lave los dientes y cuando salí Taka ya estaba completamente listo. Me sorprendió un poco verlo vestido un poco normal... es decir, no llevaba ningún tipo de faldón, por el contrario, unos jeans oscuros ceñidos, una polera negra con unas alas blancas estampadas en la espalda y en la cabeza unos lentes oscuros sujetos por una pañoleta negra.

 

¿Me veo mal?

No.

¿Entonces?

Nada. Solo que... nunca te había visto así...

Oh, pero se me ve bien, ¿verdad?, esta ropa me la compré para un día memorable, jaja, aunque no la usaré en el escenario.

Pues sí, se te ve muy bien...

A ti también Aki-chan, estás muy guapo.

 

Me sonrojé un poco, entonces Taka se aproximó a mí y me acomodó la bandita...

 

Sabes Akira...

¿Q-qué?

Se te ve realmente sexy así...

¡¿Eh?!

 

Traté de alejarme, pero el miedo me paralizó.

 

La bandita te hace sexy... en realidad todo lo que llevas puesto.

A-ah, sí, ¿eh?

Ten colócate esta cadena, a ver... que lindo, esto era lo que faltaba, ahora sí, jaja, lo compré para ti...

¿Y-y tú?

Yo tengo el mío...

¿La iguanita?

 

Taka se sonrojó al instante también, se alejó un poco y miró al suelo.

 

¿Cómo lo sabes?

Siempre la llevas...

Es porque tú me la regalaste... ¿verdad, que  no la dejaste olvidada no?

Te la regalé, solo que no pensé que aún la conservarías. Fue hace mucho.

Ay Akira, cómo piensas que no la voy a tener, tú me la regalaste... ese día en que...

 

Mi corazón se paralizó... sí ese día... ese día después de besarte... esa noche en que los dos nos besamos cuando éramos niños, cómo lo olvidaría...  me quedé a tu lado hasta que ya no abriste más los ojos, no quería separarme de ti, me dolía tanto y no tenía nada más que dejarte... entonces vi la iguanita colgar de mi cuello... siempre me dijiste que te gustaba... que te recordaba a mí...  por eso te la dejé en tu escritorio y me fui... Taka...

 

Ese día, te acuerdas Aki, ese día tú y yo nos be...

 

El sonido insistente del móvil de Taka nos asustó... siguió sonando... me miraste decepcionado y contestaste.

 

Sí ya vamos... ¿ya llegaste?

 

Taka me miró profundamente.

 

Sí, ya te dije que estamos listos. Sí, ya lo sé... si Aki también. Bye.

 

Taka colgó y observó el móvil en sus manos, me miró y estuvo a punto de agregar algo más, pero yo lo detuve...

 

Tenemos que irnos rápido Taka.

Sí, pero es que yo...

Después tendremos todo el tiempo del mundo, pero ahora no quiero escuchar los gritos de Shiroyama.

Bueno, entonces después te lo diré.

 

Cogí el bajo, y mi canguro negro, mientras Taka guardaba su móvil en su bolso negro. Le hice señas para salir y así nos fuimos en silencio hasta la estación. Estaba asustado, qué querría decirme Taka...

 

¡Ustedes rápido!

Ya, ya llegamos, y no digas nada porque apenas y son las siete.

No iba  a decir nada ya Akira.

 

Shiroyama estaba al límite, tuvimos que hacer un viaje hasta el estudio para cambiar una de las guitarras que él usaría, luego fuimos a una tienda por un pedido de amplificadores que había hecho Shiroyama, las subimos a la maletera del mercedes con más dificultades porque eran muy grandes, luego Taka insistió en que utilizáramos maquillaje así que luego de tener con lo mismo a Shiroyama, y de marearlo con tanto, él acepto y lo llevó a una estética para comprar esos polvos y cosas de las que no entiendo, Taka le dijo que sería bueno que se tiñera el cabello, pero él le dijo que ni loco lo haría que a lo mucho y se lo peinaría en algún lugar, así que tuvimos que volver a la maldita estética para que nos arreglaran, sí a los tres, aunque yo me resistí en un principio, pero no sé como y los dos se confabularon con la peinadora para que me arreglara a mí también, ¡pero qué demonios!, yo solo quería un poco de gel y nada más... al final estuvimos como dos horas sentados, Taka estaba feliz, todas las del personal de la estética estaban felices con él, dando vueltas a su alrededor y pidiéndole que cantara una que otra canción, que era muy mono, que tan lindo y bah!, estupideces apuesto a que se lo querían montar, y no sería, si algunas hasta se les caía la baba y lo rozaban dizque que para maquillarlo y ni que decir de Shiroyama, aunque no me interesa pero igual, estaba más que satisfecho en la especie de harem que nos rodeaba...

 

¡Quiero que me pinten las uñas!

Taka deja de gritar.

Ah, pero faltan las uñas y estoy listo, ¿Shiroyama-san pueden arreglarme las uñas?

¿Qué?, ya, sí, sí;  y como te decía, ¿estás libre el lunes de la próxima semana?

 

Me fijé y Shiroyama estaba flirteando con una chica, Taka había descubierto una de las debilidades de Shiroyama, mientras que éste estuviera con chicas, él te aceptaba todo lo que pedías con tal que no lo interrumpieras, de este modo, Taka obtuvo muchas cosas.

 

¿Y cómo las quieres?

Pues yo, las quiero negras, pero ponles un poco de rojo, como si fuera fuego por la parte de las puntas, Aki-chan estarán bien así ¿no?

¿Eh?, sí...

¿Aki-chan, no te las quieres pintar?

No.

Aki-chan estás guapo.

¿Eh?

Sí, de verdad que eres muy guapo. ¿Verdad Ai-chan?

 

Una de las peinadoras interrumpió nuestra conversación, y la otra, esa Aiko, o Ai, o como sea se me pegó como una lacra... me dio escalofríos... me ponen nervioso estas mujeres.

 

¡Es cierto!, pero que bien formados brazos.

 

Incluso me tocó.  Fue entonces que Taka se puso extraño...

 

Ya no quiero pintarme las uñas. Vámonos Akira...

¿Oye y tienes móvil?

¿Yo?

Sí, tú, quién más, te llamas Akira verdad, me gusta tu bandita...

¡Ahhh!, ¡no lo toques!

 

De repente Taka se había interpuesto entre la chica y yo. Me quedé pasmado.

 

Aki-chan no tiene móvil, además, además él, él...

¿Eh?

¡El es gay y tiene novio y no puede estar hablando con chicas!

 

¡Las dos mujeres dieron un grito y yo también!

 

¡¿Eres gay?!

¡Yo no soy gay, que tonterías hablas Taka!, clarooo que no soy gay, ¡no soy gay!

¡Sí lo eres, no mientas!

 

Al final tuvimos un embrollo ahí, salí abochornado del lugar seguido de Taka que no cesaba de decir que yo era gay y las demás tías gritando mi nombre... ¡nada más estúpido!... tuvimos suerte en que el ligue de Shiroyama salió bien, porque sino íbamos a tener gritos todo el día.

 

Oye Akira, ¿en serio eres gay?

¡Queeee!

Solo digo, como Takanori  lo dijo.

Noooo, claro que no, y tú deja de decir esas cosas, entendido Taka.

¡Pero solo era una broma y todas se lo creyeron Aki-chan!, fue muy chistoso, jajaja, además esa tía se te pegó mucho...

Ja, y eso que tiene, esa tía seguro quería tirarse a Akira.

¡¿Que qué quería hacerme?!

Shiroyama-san deja de hablar tan feo, que feo, no, no, no lo creo...

¿Por qué no?, es una chica ¿no?, y Akira un chico ¿no?, es lo normal...

Pero aún así, Shiroyama-san no tienes que hablar de esas intimidades así...

Oigan pueden dejar de hablar de esas cosas sobre mí...

No interrumpas Akira, estoy explicándole a Takanori, mira la cuestión es que si alguna chica quiere...

 

No pude hacer nada para dejar que hablaran a expensas de mí, ambos estuvieron enfrascados en la estúpida conversación sobre si yo debería o no tirarme a no sé quién...  de suerte y que no hubo tránsito y llegamos rápido al local, sin embargo no pude ni respirar tranquilo porque el estómago se me encogió al ver el escenario totalmente armado, el equipo de sonido estaba haciendo una prueba con otra banda que dejó de inmediato su trabajo cuando nos vio llegar, me sentí incómodo, era como tener un cartel en la cabeza que decía MIRENME, Shiroyama iba al frente con ese aire de superioridad hablando por el móvil, mientras que hacía una seña a un tipo de la producción, por otro lado estaba Taka un poco más serio de lo normal, en realidad muy serio, se había colocado los anteojos y miraba al cielo, ¿qué diablos le pasaba ahora?, de repente sacó un cigarrillo y empezó a fumar... ¡pero qué!... escuché cuchicheos entorno a él y Shiroyama, pronto me di que estaban hablando de mí y lo extraño que me veía con la bandita, bufé a un lado y comencé a recordar que años atrás no utilizaba ni siquiera una bandita, sino una especie de vendas en la cara, ¡ja!, y hablaban de la bandita, ¡malditos críos!, al final Shiroyama nos dio un grito para que fuéramos a ver los amplificadores que utilizaríamos, Taka y yo, en conjunto con algunos técnicos tuvimos que ponernos a cargar, mientras que el idiota de Shiroyama solo hacía porras para animarnos, ¡imbecil!, suerte y a mitad de camino a Taka casi se le resbaló uno y Shiroyama dijo que lo mejor era que ellos lo llevaran, así que después de aquello, fuimos por las guitarras y nos fuimos a la especie de proyecto de camerinos, habían muchos, me emocioné un poco al ver el nombre de nuestra banda pegado en la puerta de nuestro espacio... entramos y Shiroyama colgó en un perchero los trajes, por otro lado Taka desembarcó algunas cosas que compramos para retocarnos, ya que el concierto aún era a las nueve y apenas eran las dos de la tarde. Como a las tres a Taka le empezó a rugir el estómago y cómo de costumbre su humor cambió, se puso caprichoso y no cesaba de atacarme por cualquier tonto motivo que se le ocurriese, tanto fue la molestia que Shiroyama pidió a delivery comida china, apuesto a que lo hizo para que Taka dejara de joderlo a él también, solo que justo después que él hiciera el pedido nos trajeron nuestra ración de almuerzo, pero como era de imaginarse, Shiroyama nos arrebató la comida alegando que seguro estaban envenenadas o que les habían colocado de seguro algún purgante o cualquier mierda para que nos enfermáramos y nos retiráramos del festival, Taka empezó con sus pucheros y continúo así hasta que no tuvo su tremendo tazón de sopa y su pollo hervido con no sé que hierbas que al final yo tuve que comerme...  comimos y luego empezamos a practicar dentro del camerino. A la hora Shiroyama salió del camerino y volvió con el asco en su cara, estaba furioso porque aún no probaban el equipo y demás cosas, nos hizo salir y después de un terrible ajetreo pudimos practicar en el escenario. Me sentí intimidado, todos estaban ahí, queriéndonos matar con los ojos, aunque después de tocar la primera canción esos estúpidos nervios se desvanecieron y solo se quedo nuestra música...

  

Creo que ya fue suficiente, hay que cambiarnos.

 

Salimos del escenario y nos fuimos directo a los camerinos, en un cuarto tan pequeño las emociones juntas parecían dispararse, en aquel momento creo que el pudor desapareció, cada uno estaba en su mundo cambiándose, mi traje era negro con unas cadenas en forma horizontal en mi pecho, el traje daba juego con la bandita negra que traía puesta, el de Shiroyama era azul oscuro, sin mangas, llevaba una especie de bufanda plateada en el cuello que se conectaba hasta terminar en su cintura y Taka, el suyo era un púrpura muy encendido, me dolían un poco los ojos al verlo, no obstante llevaba unas mangas beige y nos guantes del mismo juego que su atuendo. Luego de cambiarnos, Taka  me llamó y me maquilló un poco, a la vez, a nuestro lado Shiroyama también se retocaba.

A las siete el ruido de la gente empezó a embargar el lugar, los gritos sobresaltados, las ordenes para que la seguridad actuará como es debido, todo aquello acrecentaba mi ansiedad.

 

Saldré un momento a ver como van las cosas, no se muevan de aquí.

Ok.

 

Me quedé a solas con Taka que estaba sentado en un rincón.

 

¿Aki-chan, crees que nos vaya todo bien?

Sí, eso espero.

Falta tanto y aún somos el grupo número cinco... tengo miedo, no sé como controlarme yo...

Solo respira.

Es que no sé, quiero aire.

 

Busqué por todos lados algo con que abanicar a Taka, hasta que encontré un volante del festival, me acerqué y le di aire, estaba pálido, por un momento pensé que de seguro la comida le había causado eso, pero habíamos pedido a delivery, así que no.... y si alguien, ¡demonios no!

 

¿Qué le pasa a Takanori?

¿Eh?

 

Shiroyama había entrado de improvisto.

 

Nada, solo un poco ansioso.

Está pálido.

Sí.

¿Te sientes bien?

Ah, sí...

¿Qué sientes?, ¿te duele algo, tienes sed, quieres vomitar?

 

Shiroyama se acercó a tal grado incluso le dio palmaditas en la espalda a Taka.

 

Le traeré un té. Tal vez sea que no soporta estar encerrado aquí.

Ok.

Ya vuelvo.

 

Cargué a Taka y lo coloqué en la silla que teníamos. Luego de beber el té que Shiroyama le trajo, Taka se mejoró un poco, así que para mi sorpresa Shiroyama lo sacó para que tomara aire, yo me quedé, alguien tenía que quedarse según nuestro guitarrista; al cabo de media hora, Taka volvió saltando y con la misma sonrisa de todos los días, me abrazó y me dijo que la multitud era mayor que en nuestro anterior festival, que la piel se  le erizó cuando vio las luces en el escenario, que ya estaban haciendo entrar a la gente para que se fuera acomodando y que dentro de media hora empezaría a tocar la primera banda.

El tiempo pasó volando y a nuestro oídos llegó el sonido de la batería en solitario... ¡ya había empezado el concurso!

Salimos los dos emocionados seguidos por Shiroyama... la banda que tocaba tenía cuatro miembros, me hizo recordar a Shima, incluso a Yune...  así que regresé al camerino y empecé a practicar por última vez con mi bajo, está vez no sería yo quién se equivocase, no sería yo. Me paré frente al espejo y me imaginé que ya era nuestro turno... no sé cuanto tiempo pasó...

 

¡Aki-chan, Aki-chan, falta una banda y nos toca yaaaaa!

¿En serio?

Shiroyama ha ido a pedir al técnico de sonido que conecte de una vez nuestros amplificadores, parece que eso es un poco sencillo porque él no estaba histérico.

Debe ser.

¿Qué te pasa, porque me contestas así?

¿Eh?

¡Jajaja, vamos a ganar!, Shiroyama no cesa de repetir eso, y creo que tiene razón, jajaa, ningún bajista se compara contigo.

Pero no solo soy yo, también ustedes.

Bueno, solo hay un guitarrista que podría comprarse con Shiroyama, pero no sé su nombre. Así que él dice que tenemos que destrozarlos.

Seguro tampoco hay alguien que tenga una voz como la tuya.

¿Yo?, jejeje, no me fijé. Solo me fije en los bajistas, jajaja, no quiero ver a nadie más, porque tengo miedo que tome ciertas poses de los demás vocalistas, voy ser único, me voy a tirar contra la multitud si así lo creo necesario ¡AHHHH!

Jajaja.

¡Estamos saliendo tontos, que hacen conversando ahora!

¡Ahh!, vamos Aki-chan, noooo, ¡Reita-chan!

¿Reita?, ¿qué es eso?

Es el nombre de Aki-chan cuando está poseído por el bajo.

Jajaja, ya deja eso Taka.

No soy Taka ahoraaaa, soy Ruki, así que no me vayan a decir Takanori ahí arriba, y tú Shiroyama-san.

A quién le dices Shiroyama-san estúpido, soy Aoi y punto. ¡Andando!

Entonces tengo que decirte Aoi o Aoi-san, ¿eh?

 

Salimos, sentía el piso vibrar, las luces, el aire, los gritos... los jurados, joder, ahí estaba el tal Junichi. Estábamos a punto de subir a la tarima cuando Taka nos jaló a mí y a Shiroyama.

 

¡Esperen idiotas!

 

Colocó cada brazo en el hombro de nosotros, nos sonrió, hizo fuerza y nos obligó a flexionar un poco las piernas...

 

¡¡Vamos a ganar!!, así que griten conmigo que ¡sí vamos a ganar!

¿Qué?

¡TAKANORI O NO SÉ CÓMO TE LLAMAS, LO OLVIDÉ DEMONIOS, QUÉ MIERDA ESTÁS HACIENDO!

¡Solo háganlo, nos irá bien!

 

Shiroyama me dio una mirada furtiva, le sonreí a pesar que no sabía el porque.

 

¡Joder, está bien, ya pero apúrate!

¡Ok!, ¡¡vamos a ganar, uno, dos, uno, dos, tres!!

¡¡SI, VAMOS A GANAR!!

 

La voz de Shiroyama y la mía se unieron en una sola, ¡vamos a ganar!, teníamos que ganar como de lugar. De repente ese ejercicio hizo que mi confianza se levantará gigante, Shiroyama se retorcía las manos, fue el primero en subir al escenario... la gente gritó, me pareció escuchar su nombre entre la multitud, luego llegó mi turno, estaba subiendo cuando Taka me abrazó por la espalda.

 

¡Destroza ese bajo!, ganaremos Reita-chan, yo, yo confío en ti.

 

No sé cómo pero Taka me besó, me volvió a abrazar y me empujó al escenario. Los gritos seguían, la timidez se quedó en el camerino y cuando ingresé levanté el puño y muchos gritaron cuando hice eso. Me coloqué en mi puesto, al lado izquierdo, di una ojeada a Shiroyama y este levantó el puño también. Solo faltaba Taka... entonces lo vi, entró con los brazos cruzados caminado lentamente, se paró en su puesto y cogió el micrófono y dio un grito tremendo que fue respondido por todos, entonces la pista de la batería empezó a sonar y yo le seguí.... no obstante el sonido me hizo temblar... el rostro de Shiroyama se desencajó... ¡Esos no eran nuestros amplificadores!... pero no podíamos dar vuelta atrás así que comencé con el bajo con más potencia que antes, no íbamos a perder, nuestra música no dependía de una máquina sino de nuestro talento, así que dejé atrás el miedo y di un paso al frente, enseguida se me unió la guitarra, estaba más rabiosa que antes.... la voz de Taka no se hizo esperar: aquella voz que hizo que todos se paralizaran...  Taka dio un par de vueltas por el lado de Shiroyama, levantaba los brazos e instaba a la gente a que le siguiera, luego vino por mi lado y me abrazó por la cintura, con un solo brazo, mientras seguía cantando, no hace falta decir que el solo de guitarra estuvo más que perfecto, terminamos la primera canción con el sonido de mi bajo como fondo a punto de morir. La gente aplaudía, entonces Taka río por el micrófono y dio las buenas noches...

 

¡¡Buenas noches!!

 

La guitarra sonó para acompañar los aplausos. Y entonces a pesar de la cara desencajada de algunos de los jueces, Taka empezó a presentarnos, el primero fue Shiroyama...

 

¡¡Aoi nuestro guitarrista rabioso!!

 

Shiroyama hizo sonar la guitarra hasta arrodillarse en el suelo a la vez que sus dedos se deslizaban por las notas. La multitud gritaba y yo solo reía, era un sueño, eso ¡sí!

 

¡¡Reita, nuestro bajista estrella!!

 

Escuché los gritos, ¡los gritos eran por mí, joder!, hice una demostración me coloqué frente al público y empecé a mover mi cabeza al son de lo que tocaba, Taka dio un grito, al poco Shiroyama se colocó un poco detrás de Taka, quien había vuelto a su posición y yo a la mía...

 

¡¡Y yo el vocaaaaal Ruki!!

 

Dio un grito y empezamos con la segunda canción, a pesar del sonido que nosotros percibíamos diferente, el público solo se concentró en nuestra música y lo que hacíamos en el escenario... Shiroyama venía e iba del centro hacía la parte de atrás, donde debería estar nuestro baterista, fue tanto el frenesí al llegar a la tercera canción que Taka se colocó detrás de mí y empezó a movernos a ambos, solo reí y seguí tocando... Shiroyama gritaba también al público lo instaba a saltar a gritar a mover las manos; a la cuarta canción justo a la mitad, tal y como me había dicho Taka, este se lanzó contra la multitud, su pequeño cuerpo iba y venía entre olas de manos, Shiroyama y yo solo reíamos y seguíamos tocando, la voz de Taka no se apagó en ningún instante, incluso siguió cantando y gritando cuando estaba en el mar de gente, la ola lo regresó al escenario, del que casi se cae, sino fuera por uno de los seguridad que lo ayudó a terminar de subir...

 

¡¡Ustedes saben, las piernas cortas no me ayudan mucho, jaja!!

 

Continuamos hacía la quinta y última canción de nuestro repertorio, Taka saltaba y saltaba, algunos de las primera fila se preparaban para recibir a Taka, si es que este se lanzaba otra vez contra ellos, pero al rato siguieron saltando como nuestro vocal... al finalizar la canción, Taka dirigió un gracias ahogado a todos, mientras que de fondo la guitarra y mi bajo seguían tocando, la gente empezó a gritar ¡otra, otra!, mi corazón se encogió, ¡ellos querían otra! Taka se rió divertido y les dijo...

 

¡¡¿Quieren otra, no escucho... OTRA?!!, OTRA ENTONCES, ¡AOI, REITAAA!

 

Agradecí que hubiéramos practicado más canciones, continuamos con otra a pesar que ese Junichi se paró y quiso detener la presentación, eso fue el destape, la gente se abalanzó contra la reja de seguridad y seguimos tocando, hasta que fue Taka quién se despidió, la gente seguía pidiendo más, pero Taka, obligó a Shiroyama a detener el intro de la que seguía. Bajamos del escenario con los gritos ya aplausos de todos, incluso los de seguridad y los técnicos de sonidos y luces nos aplaudían, un par de ellos cogieron a Taka y lo elevaron por los aires.

 

¡¡Ganamos!!

 

Miré hacía Shiroyama y le coloqué una mano en el hombro.

 

Pero aún falta que el jurado lo diga.

¡Y a mí que mierda, el público dice que ganamos y ganamos!

¡Jajaja, ganamos!

 

Taka vino y nos abrazó a ambos.

 

¡Dicen que tenemos que subir al escenario con todas las demás bandas!

 

Así lo hicimos, subimos y nos colocamos en el extremo derecho, a Shiroyama le dio un acceso de risa, mientras que, según me di cuenta, Junichi le mandaba una asesina mirada, subió al escenario uno de los jueces y empezó el mismo rollo de siempre, que todos los hicieron genial, pero que solo una banda ganaba, que los tres primeros puestos tendrían premio, etc, etc.

Mencionó a la tercera banda y todos aplaudían, Shiroyama gritó y Taka me clavó las uñas en la mano, siguió así para llegar a la segunda banda, cuando no nombraron a la nuestra todo el público se alborozó, escuchaba que gritaban ¡Ruki, Ruki!, incluso mi nombre y el de Shiroyama, empezó un ola cuando dijeron que iban a mencionar a la banda ganadora, por su excelente desempeño en el escenario y bla, bla, ¡joder que lo digan yaaaa!

 

Y la banda ganadora es... es, jajaja, ¡qué pasa con esos aplausos!, la mejor banda de la noche es ¡Irenia!

 

Taka saltó a mi lado, pero cuando se dio cuenta que no habían dicho Ma'die Kusse, me miró asustado, sus ojos rasgados se abrieron hasta más no poder, lo cogí de la cintura porque parecía que iba a desmayarse, Shiroyama a mi lado se quedó mudo, pero no solo nosotros toda la gente dejó de gritar, al cabo de un rato, la misma banda ganadora reaccionó porque ellos ni siquiera se lo creían, la gente empezó a gritar el nombre de Taka, y a la vez otros decían ¡fraude, fraude, estro es un fraude!, Shiroyama dio un grito y bajó corriendo de la tarima, yo lo seguí desesperado, ¡iba a ocurrir una desgracia si no lo detenía!, busqué pararlo, pero la multitud se volvió loca y se trepó al escenario, algunos por lo que llegué a ver golpearon al juez, había tanta  gente que me inquieté, ¿dónde estaba Shiroyama?....

 

¡Tú, hijo de perra, maldito cabro inmundo!

 

Volteé y vi a Shiroyama cogiéndole de la solapa de la camisa a Junichi, corrí, pero un golpe me hizo caer... me desconcerté....

 

¡Así y creías que ibas a ganar mierda!

¡Eres un concha, hijo de puta, acaso no podías hacer otra cosa!

¡Iluso, mal nacido, después de lo Mika, jamás te dejare en paz, imbecil!

 

Logré erguirme, aún tambaleándome y corrí donde ellos, jalé a Shiroyama de la cintura, pero este me dio un golpe en el estómago, volví a erguirme, para detener a Shiroyama, pero éste ya estaba encima de Junichi propinándole una tremenda paliza, busqué jalarlo y sentí que alguien se me trepaba a la espalda, quise quitarme de encima y me di con que era una mujer, tenía los ojos inyectados de sangre, me dio un cabezazo y caí sentado al suelo, entonces de la nada vi el traje escarlata de Taka, le dio un empujón a la mujer y se acercó a mí.

 

¿Aki-chan estás bien?

 

Me ayudó a levantarme y nos fuimos a separar a Shiroyama, fue inútil, como tres tipos más se habían sumado a la golpiza, solo que esta vez el atacado era otro: Shiroyama, me desesperé y le di un puñetazo a un tipo que cogía del cabello a Shiroyama, entonces me di con que Taka había cogido un palo y le dio un golpe a Junichi, porque este no cesaba de patear a Shiroyama, quise coger a Taka y decirle que se fuera pero no pude, a penas dejaron de golpear a Shiroyama se metieron conmigo, pero no duró mucho, porque Shiroyama se levantó y se metió con Junichi, que ya estaba de pie, yo estaba con dos tipos y entonces lo vi, Junichi cayó por segunda vez, pero entonces, todo pasó tan rápido, que solo atiné a correr para detener lo que iba a pasar...

 

¡SHIROYAMA  NOOO!

 

Pasó tan rápido... justo ahora, no sé, ¡hay tanta sangre por todos lados!... ¡MIERDA!, ¡¡QUE ALGUIEN ME AYUDE, MALDITA SEA!! , su cabeza... todo esta rojo, rojo y no sé... mis brazos no dejan de sangrar... ¡qué alguien me ayude!

 

Continuará...

 

Notas finales:

Hola a todos, ay dios mío, acabo de terminar el capi y aún tengo esa emoción en los dedos y en el pecho por el concierto que he escrito, se me paraliza, pero todo en orden sino me mareo y wii vuelo. Arigatou por los muchos reviews que me han dejado por el capi pasado, fueron una alegría en medio del estrés de la universidad, ya terminaron mis clases, así que me pondré a escribir mucho para tener capis guardaditos, puesto que el próximo semestre me tocan cursos un poco pesados, así que avanzaré los capis para no hacerlas sufrir con una espera de dos semanas o un mes. Sus reviews están contestados todos, creo que esta vez no hubo problema para responderlos, en todo caso si hay alguno sin responder búsquenlo como un review. Arigatou por las críticas constructivas que me han dado esta semana, en serio, una de ellas hizo que me cuestionara mucho, jojoooo, ¡arigatou!
¡Ahora sí al capi!, ¿qué les pareció?, fue extremadamente largo, uno de los más largos que he escrito hasta ahora, jajaa y uno de los más emocionantes, es que vibraba con cada parte que escribía, ¡en serio!, mi cara estaba transformada frente al computador, jajaja, así que espero que les haya gustado, tiene muchas partes que espero que sean de su agrado, como la de Ruki y Reita, jajaa cuando están bebidos y pasa eso, en realidad no llegaron a consumar nada, pero hubo roces y eso que son solo los que recuerda Akira, aunque conociendo a Taka no creo que lo recuerde. Yuu, han tenido a Yuu hasta en la sopa y bueno sigue siendo el mismo engreído, pero que cede a veces. Una de las partes que me gustó y me dio risa escribir es cuando están en la estética, y más cuando Ruki grita que Reita es gay y que tiene novio, jajaja, no pensé hacerlo, pero de repente salió, siento haberles hecho sufrir por alargar tanto el backestage, pero quería centrarme en las emociones de Reita antes de una presentación, también la especie de claustrofobia que tenía Ruki, jajaa, además Yuu los tenía encerrado en esa diminuta habitación, pobres niños, y al final el concierto, el modo en que se dan ánimos antes de subir al escenario, el beso, la presentación en sí... jajaja, tuve que ponerme a escuchar Filth in the beauty, leech,(esas canciones me gustan mucho y para las partes tristes guren... ay ) jajaja, ahí en pleno, jajaja, es cierto ya escucharon el DIM? Por Dios que me fascinó... siento que han madurado mucho esos chicos. Bueno a las preguntas, preguntas, aunque creo que solo será una sola o una compuesta... ¿qué pasó en ese momento?, ¿por qué reita está envuelto de sangre?, ¿Y yuu y taka? ¡Bueno creo que es demasiado, no se enfaden porque lo dejé justo ahí, jeje, además así es más interesante ¿no cree? así que espero sus comentarios para la próxima, ojala y les haya gustado todo, se cuidan y nos vemos la próxima semana! Manabuu.


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