Promesas Inevitables - Takanori
Es como sentir que por fin
el aire puede hacerte respirar...
como poder por fin decir: entonces no era una mentira...
Fue como si el mundo se paralizara.
Incluso el sonido del mar pareció evaporarse y volarse a algún lugar muy lejano, al igual que el viento frío y salado... todo se detuvo por un momento que pareció eterno para mí... hasta que otra vez los engranajes desorientados de mi corazón volvieron a encontrarse y funcionar lentamente, poco a poco... chast y chast... empezando a hacer funcionar... chast, chast... muy tiernamente a mi corazón... un pequeño tocum, tocum... empezó a sonar descontroladamente alrededor de mi pecho frío, tocum, tocum... haciendo que volviera a sentir mis células bailar dentro de mí... cuando las sentí moverse pude intentar caminar... retrocedí, poco a poco... Aki-chan...
¡¡YO TE AMO, NO NECESITAS NADA MÁS QUE A MI!!
Y de repente, la figura de Aki-chan se detuvo ahí... con sus rasgados ojos asustados, con las manos a punto de perder algo... queriendo sostener el viento para que no se llevase esas palabras... esas palabras que yo aún no... no puedo creer, pero que han hecho que vuelva a escuchar el eco de mi vida en mí, y retrocedo más y más...
¡¡Esa es la verdad, toda la verdad de lo que me pasa!!
Y trato de sostenerme en mí pero no puedo... siento la arena fría a través de mis jeans negros, la arena se cuela entre mis dedos y sin querer los llevo hasta mis labios para impedir gritar o arruinar todo lo que pasa ahora, no recuerdo bien en donde estoy y giró el cuerpo aún sentado, ahí está el mar... aquí estoy yo... allá está Aki-chan...
Es en serio... Taka, es en serio, es en serio, todo esto es en serio...
De repente entre el mar y la nieve derretida siento los brazos de Aki-chan en torno a mi cuerpo arrojado en la arena, incluso su corazón parece querer salirse de su lugar y unirse con el mío que tampoco esta quieto en mí... las nubes frías... entonces siento que tus manos voltean mi cuerpo, puedo ver tus ojos rojos y desesperados... no puedo hablar...
Taka, ¿no me crees?, es en serio, desde siempre yo, yo siempre he estado pensando en ti, desde que, desde que te vi, yo...
Hablas tan rápido que me cuesta oírte, pero no entenderte... ¿desde siempre?... ¿de verdad?, ahora que lo pienso no parece real, y si mi mente se entumeció y no es cierto y si mi mente creó toda esta escena y...
¿Taka-chan?... me oyes...
Te miro... el viento hace que tu cabello se balanceé...
Aki...
¡Taka!, yo, lo lamento, yo, pero por favor no...
¿En serio no puedes vivir sin mí?
Mis ojos miran tus ojos... veo sonreír a tus labios, ellos murmuran que sí... que es cierto que sin mí no puedes respirar... incluso tu voz ahora parece lo más lindo de mundo, me abrazas, siento lo helado de tus brazos sobre la tela de mi camisa a rayas y tu corazón sigue queriendo salirse de ti y juntarse con el mío... y puedo volver a respirar, sí, a respirar y sentir que tu voz dice mi nombre muchas veces... y sonrío y sonrío mucho y mucho... y...
¿Me crees?
Dímelo otra vez...
¿Eh?
Dilo...
Me acurrucas aún más en tu abrazo, escucho tu suspirar avergonzado... y entonces... y entonces... ¡todo se puso frío y arenoso!... te abrace fuertemente, tuve miedo que el mar me alejase de ti y que...
¡Ahh, está helada!
Demonios...
Aki-chan...
Maldita sea ahí va otra vez, aj...
La ola regresó al mar y los dos no tuvimos más remedio que permanecer abrazados mientras que el agua nos cubría las piernas... al poco, sentí que me cargaste, me abracé a tu cuello, y ambos salimos de la parte húmeda de la arena, quería verte... quería sonreírte y besarte y...
¿Estás bien Taka-chan?, mira como te mojaste, diablos, ahora que...
Y te besé... Aki-chan, no te preocupes tan tontamente por mis jeans, no interesan, eso no importa, aún si me muero congelado ahora yo... solo importa esto...
¡Te amo Aki-chan!
...
¡¿En serio me amas?, de verdad lo haces, y desde siempre, Aki-chan yo te amo más que nadie en el mundo, yo solito, te amo así de grandeeeee!
...
¿Aki-chan?, ¿no me amas?
¡Claro que sí!
¿Entonces porque no lo dices?
¿Eh?... bueno es que...
¿Te da vergüenza?
La cara de Aki-chan se vuelve muy roja y no por el frío... sonrió como un tonto, Aki-chan siempre tan tímido, igual que el niñito que se sonrojaba hasta por demás cuando los profesores le tomaban la lección en frente de todos, ese niñito que siempre me gustó y por el cual ahora yo...
No es vergüenza solo que...
¿No sabes como decirlo?
Pues...
Jajaja...
¡Taka!
¿Pero me amas?
Sí.
¿Y mucho?
Sí.
¿Tanto como el cielo?
Taka...
¡Respóndeme!
Je, sí... como el cielo...
¿Cómo las estrellas?
Sí, como las estrellas...
¡Jajaja, vez no es para nada difícil!, jaja, es muy sencillo, yo te enseñaré ahora ¿si?, pero por el momento yo lo diré por los dos, ¿si?
Sí. Lo siento.
No importa... yo te amo y eso no va a cambiar, además... ¡jajaa yo te amo!
Y otra vez un abrazo fuerte... me gustan los abrazos de Aki-chan... tan repentinos y cálidos y fríos a la vez... nos sentamos en la arena y entonces reímos porque es más que incomodo todo esto, Aki-chan me abraza otra vez... y entonces todo viene... de repente mi voz se ilumina y las palabras salen y salen... Aki-chan es tan sencillo decir te amo... o tal vez es porque estuve tantos años diciéndotelo a través del viento, a través de la lluvia, a través de las canciones, de mi voz... a través de toda mi vida...
Te amo desde que te vi...
¿Eh?, ¿Aki-chan?... lo dijiste...
Lo lamento, no soy bueno...
Yo también te amo desde que te vi... desde el colegio, cuando te sentabas en la tercera carpeta y yo...
En la sexta...
Aki...
Eras muy pequeñito para sentarte en la sexta... luego te cambiaron de lugar y después de eso me invitaste a ver las flores rojas... y... ¿tienes frío?
No, sigue hablando.
Estás helado.
Te digo que no importa Aki-chan, sigue contándome.
Mejor regresemos.
¡No!
Taka, tienes los pantalones mojados y bueno yo también, no quiero que te enfermes.
Pero Aki...
Aki-chan me dio la mano y juntos nos levantamos... no pasó ni medio minuto cuando Akira pegó un grito. Le miré asustado...
¿Qué ocurre?
Mi móvil...
¿Qué pasó?
Se mojó.
¡Aki-chan!
Se murió... demonios y ahora, tienes el tuyo aquí ¿verdad?
Sí.
Aki-chan me lo quitó prácticamente. Lo prendió y empezó a buscar...
¿Qué haces?
Voy a llamar a Shima.
No sé que cara puse, pero me fastidio mucho que lo llamase, es decir, ahora estábamos juntos qué tenía que estar llamándole...
Taka, ya no te enfades.
¿Para que lo llamas a él?...
Estuvo al pendiente de todo... además con el ajetreo no pude ver los horarios... quiero que llame a la estación de la línea amarilla para ver hasta que hora pasa el último bus.
Mmm...
Taka...
¿Qué?
Tú eres... tú solo existes para mí. No veo a nadie más
De verdad que para no saber como decir lo que sentía, Aki-chan lo estaba haciendo muy bien... mi cara sonrió tan feliz... Aki-chan no sabes como...
¿En serio Aki-chan?, yo te amoo muchoo.
Ya lo sé...
¡Tienes que decir yo también te amoo muchooo!
Taka...
¿No me quieres?
¡Claro que te amo!
Jajaja.
No te burles.
Estás rojo, jajajaa. Ay Aki-chan, no seas tan tímido, yo te amooo.
¡Ya basta!
¡Akiiiiiii!, jajaja.
Reí mucho, era como si el frío del invierno se hubiera trasformado en un verano muy tibio y amarillo, incluso lo salado de todo solo hacía que mi boca no cesara de sonreír...
Coge el móvil... cógelo...
¿No contesta?
No... ¡Espera... maldito Shima porque no me contestas rápido!
Miré a Aki-chan, parecía histérico porque no le contestaba aún Uruha... revoloteé los ojos hacia un lado, el mar seguía furioso, estaba empezando a hacer mucho frío ahora sí... o sería que la tela mojada me provocaba eso...
¡Shima!... espera le pondré altavoz...
Akiiiiiii, te llegó el mensaje con la dirección ¿no?
Sí, ya lo apunté en un papel.
¿Estas con Ruki?
Sí.
¿Me está escuchando?
Sí.
¡Ruki-chan, lo siento, no quise hacerlo, a mí no me gusta ni un poquito Aki-chan!
Uru-chan...
Es la verdad, sabes que solo tengo ojos para...
¡Sí, pero igual no quiero que le vuelvas a besar!
Si solo tenía ojos para Yuu no debería de estar besuqueando a Aki-chan y como Aki-chan es tan tonto, seguro y se podría dejar otra vez... observé a Aki estaba sorprendido... ¡no debería de estarlo!
Está bien mi capitán, nunca más.
Promételo Uruha.
Lo prometo Ruki-chan, jajaja, qué celoso que eres.
¡Claro que sí, Aki-chan es mi novio ahora y nadie puede ponerle un dedo encima o besarlo o mirarlo, solo yo!
Jajaja.
Mi voz salió ahogada, casi y me atoré por que me faltaba el aire para terminar todas esas palabras, porque eran muy ciertas, Aki-chan era ahora solo mío y mío, al fin podíamos estar juntos y no iba a dejar que nada lo arruinase...
¿Ya son novios?, waaaaaaa, jajaja, ¿en serio Akira?, ¿Akira estás ahí? planeta tierra llamando a Akiraaaa.
¿Eh?
¿Verdad que somos novios Aki-chan?
Akira me miró sin saber qué decir, le tomé la mano fuertemente... ¿verdad que éramos novios?, ¿verdad que sí Aki-chan?... entonces él se puso muy rojo casi igual que una cereza... y empezó a reírse mucho y mucho... ¡ahhh!
¡Aki-chan!, buuaaa deja de reírte, eres malooo, ¡Aki-chan!, ¡verdad que somos novios!
Eh, sí, claro, somos novios.
¡Yeeee!, escuchaste Uru-chan, somos novios.
Jajaja, eso parecía una amenaza, jaja, ay Ruki, al fin... oigan y ¿para que me han llamado?, ¿para contarme su primicia?, eres imbecil Akira, ¿ya están yendo a mi departamento?, eh, no quiero que me ensucien las sábanas, bueno sí lo hacen lavan las sábanas mínimo y...
La voz de Uru-chan se perdió por el viento frío... ¿sábanas?, ¿departamento?... de qué hablaba ahora, miré sin entender a Aki-chan que me devolvió la misma mirada incomprendida... aunque luego...
¡Te digo que te fijes los horarios de la línea amarilla!
Ya oke, pero por lo que ya rastreé, en el final de la estación debe de haber algún cajero.
Está bien lo buscaremos, porque ninguno de los dos tenemos un miserable yen.
Aki-chan mi saldo...
Ah si, este Shima me llamas cuando averigües los horarios, ¡apúrate!
Aki-chan me devolvió mi móvil... luego nos tomamos de la mano... todo esto había sido muy sencillo... es que no pude resistirme a Aki-chan... además... Uru-chan ya me lo había dicho... era cuestión de saber sacarle las cosas...
Ya no necesito tomarle de la mano al viento
... ahora hay una palpitando enlazada a la mía.
El viento soplaba fuertemente, pero mi mano estaba cálida entre los dedos de Aki-chan y aunque ahora el paraje se había transformado en arena y un largo camino que recorrer para mí era lo más lindo del mundo porque ya no estaba solo, a diferencia de aquella caminata al borde de la desesperación en donde no tenía nada más en mente que convertirme en millones de granitos de arena cuando sentía que mi mundo estaba derrumbándose... en cambio ahora, miro al lado y sonrió a Aki-chan, me pregunto si de verdad esto será real...
¿Tienes frío Taka?
No amor.
¿¡Eh!?
Jajaja estás todo rojo, jajaja.
No me digas así...
¿Cómo así, amor?
¡Taka!
Jajaja...
Y me suelto de tu mano y corro, siento lo helado de todo contra mi cara pero no importa, mis pulmones se llenan de sal y es tan divertido, porque mi voz no puede dejar de reír al escuchar tus quejas avergonzadas detrás de mí... los pasos se pierden y mis piernas ya están cansadas... voy de bajada y alzo los brazos... jajaja... por que me siento así... libre...
¡Taka!
Las lágrimas se mezclan en mis ojos... ¡me dueleeeee!
¿Estás bien?, no te digo que no corras tan rápido, ¡tonto!
¡Me caííííí, me dueleeeee!, ¡Aki-chan!
Eres tonto, mira como te has lastimado...
¡Buaaaa!
¡Cárgameee!
Te veo levantarte, me miras desconcertado y luego hechas a reír a más no poder, vuelvo a gritarte que me cargues y que duele y que me caído, pero sigues riendo...
Creo que ya era hora que te cayeras...
¡Buaaa!
Trato de secarme las lágrimas de mi cara que de seguro está más que sucia, pero tú me detienes y juntas tus labios con los míos... así de suave, sonríes y te volteas... me llevas en tu espalda...
Aki-chan...
Te alegraste entonces de haberte caído, incluso aquel dolor en tus rodillas ahora era mucho más placentero que otras cosas... aquel momento tan parecido a los ya vividos con él en la escuela. Era cuestión de costumbre, recordaste, caerte de vez en cuando era parte de tu rutina diaria. Levantarte temprano, aunque te daba pereza hacerlo, pero lo hacías porque todos los días Aki-chan te esperaba en la esquina de su casa para que se fueran juntos, así que ahorraste y lograste comprar un despertador, por lo que a las siete y quince ya estabas abriendo los ojos... luego ir a ducharte lo más rápido que te daban las manos; mirarte en el espejo y buscar un buen peinado para que se te viera igual de niño que siempre; después meter en la maleta los cuadernos que te tocaban ese día volver a mirarte en el espejo de tu cuarto y decirte a ti mismo que hoy sería un buen día... casi ni desayunabas... te daba miedo encontrarte con tu padre o tu madre, uno nunca sabía la clase de humor con la que te encontrarías, por lo que abrías rápidamente el freezer y sacabas la mermelada de tomate, untabas un tostada y la colocabas en tu boca, pescabas una lata de zumo de naranja y te fugabas antes que se dieran cuenta de que seguías existiendo... corrías y corrías con la media tostada en la boca hasta que lo divisabas... él te saludaba con la mano y tú con la cara más feliz del mundo le dabas los buenos días... caminaban juntos y muy a menudo él te alcanzaba un sándwich con cualquier nuevo experimento que a su madre se le había ocurrido... desayuno de hoy: sándwich con arroz y salsa de soya... reías y reías mucho porque Aki-chan se avergonzaba a veces de las cosas extrañas y deliciosas que su madre le preparaba... compartían el zumo de naranja y con toda la tranquilidad del mundo ambos olvidaban que ya faltaban unos cinco minutos para que las clases comenzaran por lo que luego venía la carrera horrible con obstáculos incluidos que tenían que hacer, casi siempre en esos trajines tú te tropezabas y Aki-chan era quien te tenía que llevar del brazo corriendo y corriendo... sin contar con las casi siempre caídas al subir las escaleras rápidamente, al final... era Aki-chan quien llevaba tu mochila y aseguraba los dos asientos para que estuviesen juntos... las clases no eran dificultosas para ti, te gustaban las clases, a pesar que eras el menor en toda el aula, el hecho de que a tu madre se le ocurrió la manera de deshacerse de ti enviándote al primario un año antes hizo que tú, por tu parte fueras mucho más feliz y que sobretodo lo conocieras... ahí va el maestro de ciencias naturales, aquel que odia Aki-chan, solo puedes reírte y pasarle las respuestas de la prueba sorpresa que están dando.. y no es que Aki-chan sea flojo, sino que odia a ese maestro y en muestra de su odio no estudia, o eso es lo que te dice él claro... luego les deja de tarea dibujar no sé cuantos animales, gritas emocionado, lo que más te gusta es dibujar y si son animales más aún... escuchas un gruñido de Aki-chan y ríes... sabes lo que vendrá... tres, dos, uno, cero: Aki-chan te dice que hagan juntos las tareas, te quedas pensativo y le dices que lo pensarás, vez su cara de desesperación y ríes otra vez... es más que obvio que irás, pero eso sí... Aki-chan tendrá que pintarlos porque sino se demorarían demasiado si todo lo haces tú... luego toca la clase de historia... escuchas atentamente pero distraes tu mirada hacia el cielo... no sabes el porqué pero en las clases de historia te dan unas ganas descontroladas de hacer cualquier cosa menos historia... en cambio para Aki-chan es como estar en el séptimo cielo, si hasta sus ojos brillan y tímidamente hace una que otra pregunta del periodo Edo... luego viene el primer receso y por fin puedes tomar aire puro... conversas con Aki-chan, o mejor dicho, él inicia su discurso sobre la clase de historia, no haces mas que mirarlo, pero no lo escuchas, solo lo contemplas... te dan ganas de que él tuviera aquel mismo entusiasmo enfermizo por ti... vuelven a clases y todo transcurre con normalidad hasta que llega la hora del almuerzo, como de costumbre es Aki-chan quien te da el almuerzo, ya es casi costumbre... desde que él se dio cuenta que lo único que hacías era comprarte lo que había en el menú de la cafetería, decidió traerte el almuerzo... y como su madre no parece enfadarse... Aki-chan siempre ha sido así contigo... preocupado por todo... incluso por lo que dejas de comer... van juntos al taller y después salen rumbo a sus casas... te gusta correr porque sientes el viento golpearse contra tu pecho, mas casi siempre terminas en el suelo porque tus piernas se enredan entre sí... por eso... el regreso a casa es más cálido... luego del ¡me caí, me duele!... lo único que sientes es la espalda tibia de Aki-chan... el movimiento de sus músculos, su conversación entretenida, las quejas y bromas que hace de los profesores.. todo aquello desde el cuerpo de Aki-chan... y eres feliz y piensas que no hay nada mejor que tu vida junto a él... que con los pocos nueve años de vida que tienes podrías pasarte otros cincuenta o cien en compañía de Aki-chan... porque ya lo sabes... porque no hace falta cuestionártelo o tratar de encontrarle lo bueno o malo a lo que sientes... porque ya sabes que sin él no puedes estar... sabes que no lo quieres como amigo... sabes que lo amas más que a nadie en el mundo y que ese amor se parece mucho o tal vez ya sea ese amor del que tanto hablan tus primas... estás enamorado... y solo sonríes porque quieres pasar toda la vida con él... con Aki-chan...
Aki-chan...
¿Y si me adormezco?
quiero dormir y despertarme en el mismo sueño...
Cuando divisé civilización di un grito de alegría... ya me estaba preocupando el solo ver arena y el cielo con miras a llover, insté con las piernas para que Aki-chan corriera... pero él no me hizo caso, decía que estaba cansado y no sé que otras cosas más...
¡Vamos caballito corre!
Taka... sabes lo que es llevarte a cuestas, como que ya no tienes ocho años...
Ah, disculpa, el viejo Aki-chan...
¡Taka!
Antes me llevabas y no te quejabas...
¿Crees que haya un cajero ahí, Taka?
Uru-chan dice que sí, además es obvio, si este lugar anda repleto en verano, debe de haber un... ¿y si está cerrado?
Esas cosas no cierran...
Tuve que bajarme de su espalda... creo que el camino muy largo había afectado en algo la espalda de mi Aki-chan, jajaja, parecía un anciano con reumatismo, jajaja, pero no importa eso, ya que total es mi Aki-chan, nos aproximamos a la plaza central, Aki-chan ingresó a un local y al poco salió, me dijo que a la vuelta había un market y que ahí deberíamos de encontrar el bendito cajero. Y así fue... aunque Aki-chan estuvo al borde de la histeria porque confundió locales, pero bueno... al entrar tuve que volver a llamar a Uru-chan porque no estaba muy seguro del número de cuenta...
No sabía que teníamos número de cuenta...
Tazawa-san nos hizo una cuenta la otra vez, así que es el número de cuenta de Gazette, jejeje... ¡ya está!
¡Cuidado y nos dejen en la ruina chicos!
Cállate Shima.
Solo sacamos lo necesario, luego tendríamos que reponerlo, porque no hacerlo era muerte segura con Aoi-san... oh, es cierto, ¡Aoi-san!, seguro estaría muy preocupado por nosotros... fuimos al terminal y tuvimos suerte en que todavía faltaban dos buses más para cerrar el día. Una vez con los boletos en la mano nos la pasamos en silencio... solo observando el entorno de aquel terminal vacío... sintiendo el calor de ambos haciéndose compañía... era como si las palabras estuviesen descansando... ni siquiera yo tenía muchas ganas de decir algo, solo quería permanecer en silencio a su lado... tal vez porque todo ya estaba dicho o porque... de vez en cuando el mutismo es algo positivo... ¿en qué pensaría Aki-chan?... ¡seguro en mí!... reí... lo miré a los ojos y un abrazo se formó... tanto así... que me sentí adormecer...
Las luces extrañas se volvieron sensaciones... podía descansar finalmente... y soñar con todos mis recuerdos, incluso esos dolorosos y oscuros que trataba de olvidar mediante sonrisas y metas... aquellos tenebrosos que muchas veces intentaron detenerme y estancarme, aquellos que salían muchas veces en las noches y buscaban atraparme para siempre en un lejano lugar... ¡no quiero recordar eso!... solo quiero sonreír siempre y hacer muy feliz a quien tanto quiero... es lo único importante... él y Gazette...
Eh... Taka-chan, despiértate ya...
¿Mmm?
Ya llegamos...
Intenté abrir los ojos pero la luz repentina me impidió... ¿dónde estábamos ahora?... finalmente con la vista un tanto borrosa pude percatarme del lugar, no era precisamente la casa de los abuelos.
¿Dónde...?
Es el departamento de Shima...
¿Eh?, ¿tenía departamento? Y desde cuándo, por qué no me dijo nada, ya verá ese Uruha...
Ni yo lo sabía, recién me enteré hoy.
¿Y porqué vinimos aquí, no hubiera sido mejor ir a la casa de los abus?
Bueno... esta queda más cerca y ya hace mucho frío, mejor vamos al baño y...
Estaba todavía algo adormilado y no me di cuenta del momento en que Aki-chan me elevó del suelo... no dije nada y vi a un lado la cama de Uruha... una guitarra y un amplificador... ropa... hasta que entramos al baño... era blanco y me dolieron los ojos al entrar, Aki-chan me sentó en la tapa del inodoro, yo me dediqué a contemplar las cortinas que separaban la ducha, los shampoo de Uru-chan... jabones de colores... cuando entonces al girar el rostro me di con que ¡Aki-chan estaba desnudándose!... tragué saliva y me tapé los ojos...
¿Qué haces Taka?
Nada...
¿Por qué te tapas los ojos, te arden?
No sé... el cuarto es muy blanco...
A ver déjame ver...
Por más que forcejé Aki-chan logró hacer que lo mirara, inspeccionó mis ojos... entonces me di cuenta que ya no llevaba calcetines ni su camisa... mi labio inferior empezó a temblar...
¿Tienes frío?
Mmm... tú no pareces tener frío Aki-chan...
Sí tengo pero me molestaba toda esta ropa arenosa, además ahora colocaré el agua en la bañera... así nos bañamos...
¿Bañarnos?, ¡los dos!
Sí...
...
Sácate la ropa de una vez Taka... aún estará algo húmeda no te hace bien eso...
No quiero...
Taka...
¡No quiero que me veas ahhh, suelta mi pantalón!
¡Por qué gritas, está todo con arena!
¡Eres un pervertido!
¿Qué?
¡Que eres un cochino Akira!
¿Así que soy un pervertido?, ahora verás...
¡Ahhh!
De repente Aki-chan se había transformado en un ogro, buaaa, ¡qué alguien me salveee!, no quiero que me vea, no quiero, no quierooo... ¡aunque seamos novios ahora, no quiero que él me vea!, fue tanto el ajetreo que mis pobres jeans casi terminaron por romperse, traté de largarlo, pero Aki-chan me decía que me metiese de inmediato a la bañera y demás cosas, no quise... pataleé y pataleé con todas mis fuerzas, ¡Aki-chan no me vería desnudo, no, no y no!... aunque luego de varios minutos terminé siendo abrazado por mis brazos y por los de Aki-chan... no sabía como pero él terminó sentado en la tapa del inodoro detrás de mí...
Ya déjameee...
Tienes que bañarte.
...
Taka... no estés enfadado.
...
¿No vas a hablarme?
...
Taka-chan... no seas así, lo hago para que no resfríes, lo hago porque me importas muchísimo.
Pues no se nota, más te pareces como un asesino en serie.
Jajaja... Taka...
Me cubría el pecho con los brazos, mi mirada fija en las losetas blancas... todo era tan extraño, tenía mucho miedo, demasiado... fue entonces cuando sentí su rostro en mi hombro... a la par que sus manos habían bajado hasta dar con mi cintura... mi respiración se agitó un poco... ¡Qué diablos estaba pasando ahora!, es decir... no es que sea tontito, pero... yo... ¡esto es muy vergonzoso!
Taka... Taka... ¿en serio no se nota?
... pues no, no se nota que me ames...
¿En serio no se nota?
Las palabras se habían borrado cuando los labios de Aki-chan dejaron un beso en mi hombro... corazón, ya no latas así... si sigues así, yo... no podré...
¿En serio no se nota?
Las palabras se habían borrado cuando la respiración caliente de Aki-chan pasó por mi cuello, suspiré... mi respiración... solo respira, sí... lento, despacio...
¿En serio no se nota?
Vamos, tranquilo... esto no es cosa del otro mundo, total ambos... es decir, somos novios ¿no?, los novios hacen esto y... y... la respiración de Aki-chan sigue sonando en mi cuello... no pensé que Aki... que él... que él pudiese hacer este tipo de cosas luego de verlo tan tímido ahí... y las palabras se borraron otra vez cuando mi oreja se vio atrapada entre sus labios, entonces ahí sí supe que esto era... ¡qué vergüenza!... entonces esto es lo que Aki-chan quiere hacer... otro estremecimiento hizo que tuviera mucho calor... esto no andaba bien... ay no, si él sigue así yo... yo no iba a poder... ya no... ¡yo!
¿Se sigue sin notar?
...
¿Taka?
Mmm...
¿Estás bien?
S-sí...
Lamento haberte gritado y... yo pensaba que tú... o sea, no es que yo intente obligarte, pero...
...
Quiero que nos bañemos juntos... ¿Eh Taka?... ¿te molesta eso?
No...
¿Entonces es un sí?
A-ajá...
Bueno entonces párate y nos bañamos...
Aki-chan se incorporó... se notaba tan tranquilo que daba envidia... pero yo no podía hacer nada... aunque quisiera en serio bañarme con él, ahora si que no podía hacerlo... y no es que yo sea alguien proactivo, pero... ¡ni siquiera sé si lo soy!... me cubrí casi de inmediato la entrepierna... ¡por qué tenía que pasarme esto a mí, justo ahora!
¿Qué pasa Taka?
Nada.
Entonces quítate los pantalones de una vez y métete tú primero en la bañera.
Ya...
¿Qué podía hacer?... ni loco le podía mostrar... si claro, un momento tan romántico arruinado por el precoz Takanori... ¡ah no! Y encima ver a Akira tan suelto de ropas no ayudaba ni un poquito... no me di cuenta del momento en que mis jeans se deslizaron abruptamente de mis piernas... di tremendo salto, Aki-chan me sonreía, estaba arrodillado frente a mí y cogía mis jeans, luego me acarició la cara... devuélveme mis jeans... ¡por favor!... se levantó y se colocó los jeans sobre su hombro, luego de eso se fue a abrir el grifo de agua de la bañera... calculé cuanto demoraría en correr e ir hasta la ropa de Uru-chan y colocarme cualquier cosa y ¡huir!... sí... justo ahora Aki-chan parece distraído... je, sí, solo párate rapidito Taka, eso... de suerte y no llevas zapatos, jeje, ahora paso a paso, muy despacio... sí, Aki-chan sigue haciendo no sé que cosas, sí... voltea una vez, él sigue ahí, jiji... ¡ya lo lograste Taka, solo coge la manija y felices todos, sí, sí!...
¡Takaa!
¡Ahhh!, déjameee, suéltame de una vez, ¡ahhhh!
¡Vamos, Taka tú puedes, noooo, suéltame Aki-chan!, no quiero que me veas así como un pervertido sin corazón que con solo sentirte ya se puso así de... ¡¡¡ah!!!, noo, ¡no soy un pervertido!...
Por qué, noo, quédate quietoo...
¡No quiero Aki-chan!
¿Por qué no?, au, ¡Taka!
No, no así... ¡es decir sí lo quiero, pero!... ¡suéltame no!... es entonces que todo lo veo perdido... me miras sin entender, pero tus ojos ya lo dicen todo y solo puedo quedarme quieto porque ya te diste cuenta de lo que me pasa, volteó el rostro para no sentir vergüenza por todo lo que causo...
Taka tú...
¡No soy un pervertido!
Taka...
¡No pienses mal de mí, nooo!
¡Taka déjame hablar!
¡Nooo, porque recién en nuestro primer contacto ya me puse así, pero yo no quería en serio, te amo y no quería, pero es que yoo...!
Fue entonces que Aki-chan me tomó fuertemente la mano... ¡no, por qué lo hace nooo!... me quedé sin respiración cuando sentí lo que sentí... bajé la mirada de inmediato... la entrepierna de Aki-chan... estaba igual de despierta que la mía... mis mejillas se sonrojaron mucho... mi voz no salía, nada...
Taka...
...
¿Taka?, tú también me tienes así y lo siento... háblame...
...
Háblame...
Aki... ¡Yo no soy un perver...!
Lo vi venir tan furiosamente que no pude impedirlo... los labios de Aki-chan ya habían atrapado los míos, qué beso más diferente era este, tan nuevo y distinto a otros que había tenido con Aki... tan sin aire y apretado, tan desesperado y estrepitoso...
Aki, espe... ¡espera!
¿No te gusto?
¡Te amo!... pero es que...
¿Qué?
Aki-chan no me dejaba hablar, yo quería hablar... ¡no tan rápido, Aki-chan!, no supe controlarme, de repente me vi llorando ahí, sin saber el motivo...
Lo lamento, Taka... es que acaso no, lo siento, está bien que no quieras...
¡No es eso!
Taka...
¡Vergüenza, tengo tanta vergüenza!
Así sentí pronto los brazos de Aki-chan aprisionándome tiernamente, luego sus labios besando mi frente... hasta que todo se volvió oscuro... y la voz de Aki-chan murmurando cosas....
Te amo...
Yo también Aki... yo no...
Yo tampoco...
Aki, entonces es la...
Sí, la primera vez... ¿te decepciona?
Tonto...
¡Aucht!
Te golpearía si fuera yo el segundo...
Jajaja...
No te rías, estúpido Akira Susuki...
Eh, y por qué ahora me insultas, ¡pervertido!
¡Yo!
Sí tú, niño pervertido que se pone así con solo un beso...
¡Mira quién hablaa!
Nuestras risas se perdieron entonces por entre las losetas oscuras... fue cómo descubrir algo oculto entre los dos... de a pocos mi piel se empezó a poner casi invisible... las caricias y besos de Aki-chan hacían eso... no me acuerdo el momento en que me dejé hacer... la piel erizada por encontrarse con otra piel... y los labios de Aki paseándose por mi cuello...
Mmm...
Sabes a sal...
Solo me dediqué a sentir... Aki-chan iba lento... torturosamente lento... escuché un gemido cuando su espalda quedó apoyada en la pared fría, nuestros pasos fueron avanzando hacia algo húmedo... no lo soporté y deslicé mis manos por los pantalones de Aki-chan... tanteé el cierre y lo bajé despacio, Aki-chan no pareció inmutarse así que los dejé caer... otros pasos más y podía sentir nuestras piernas entrelazarse entre movimientos desesperados para sentirnos más... hasta que nos hundimos... la ropa interior se me pegó a la piel, sé que la de Aki también... entre lo caliente del agua logré incorporarme...
Por que no hacía falta hablar
las palabras se habían transformado
en solo suspiros y besos... y palabras sin sentido...
Me abracé fuerte a su cuerpo... la espalda de Aki-chan... aquello con que tanto había imaginado era ahora real... ya no eran solo meras fantasías, no... era yo tocándolo, él tocándome... haciéndolo tan certeramente, fijamente... sentí sus manos bajando mi bóxer... lo besé... él también sabía a sal... pasé mis manos por sus cabellos y por su espalda...
Me gusta tanto...
¿El qué?
Tu espalda... te quiero...
Luego hice desaparecer también su ropa interior... la creí ver flotando por entre el agua, no pude reprimir un gritito al sentirlo ahí... rozándose conmigo... los gemidos pausados de Akira cuando también me sintió, sus labios buscando los míos... su lengua fundiéndose con la mía... el aire... el agua... sus manos aprisionando mi cintura, sus manos abrazando mi espalda... mis piernas encerrando su cintura, mis piernas sujetándose fuertemente alrededor de él... el agua escurriendo de nosotros, la oscuridad, más besos y los pasos lentos de Akira para salir de las losetas ahora negras... sentí un viento secar las gotas de mi espalda, entreabrí los ojos... estábamos en el cuarto... lo abracé más fuerte... porque ya estaríamos en la cama, sonreí cuando rocé las sábanas... y mi cuerpo fue cayendo poco a poco, fue cayendo junto con el de él... como sumergirse entre aguas secas... casi ni podía respirar, Akira quería quitarme todo, creo que incluso hasta los pensamientos... o tal vez quería que solo pensase en él y en todo... pero no tenía que intentarlo, ahora solo era él... él y yo...
¡Aki!
¿Te dolió?
No... más despacio...
¿Así?... ¿eh?
Mmm... ah, sí... más, sí...
Me sorprendí a mí mismo diciéndole cómo hacerlo... solo un poco más... solo frótame un poco más así... hasta que lo sentí ahí... lo miré asustado, sé que a pesar de la oscuridad él vio el miedo en mi cara...
Tranquilo...
Es que...
Supongo que solo tengo que...
¡No!
¡Eh!, pero...
¡Tienes que prepararme antes, sino me va a doler mucho!
¿Qué?
Akira se quedó quieto y yo no sabía que más decir... pero es que si no lo decía iba a ser algo muy... es que... Aki-chan se supone que no soy como una chica que se lubrica sola, ellas... ¡eso es... o sea!
Tienes que, o sea... antes de meterlo...
¿Qué hago?... ¿ah?...
No supe si fue correcto o no pero le tome la mano a Aki-chan y la lleve hacia mi entrada... hice que la acariciara...
¿Tengo que meterlos?
Sí... pero mójalos...
No hizo falta terminar la frase, con la cara atontada vi como Aki-chan se los lamía... luego solo vi dolor... y la voz traviesa de Akira...
¿De dónde sabías esto, eh, pervertido Taka?
Ahh, despacio... duele...
Dime...
¡Aki-chan!
Seguro Taka-chan pervertido estuvo viendo porno...
Me acurruqué en la cama mientras que sentía ese dolor ahí... ¡mentira, yo no veo porno!
Aki-chan malo... lento, Aki, lento...
Dime entonces... Taka, acaso...
¡Idiota, lo vi en un manga!
La risa relajada de Aki-chan hizo que me sintiera un tanto mejor... me susurró que era un pervertido, pero yo le grité que el que estaba haciendo todo era él... al final tuve que decirle que era un manga yaoi y por eso lo sabía... el dejo celoso en la voz de Aki-chan se volvió cruel cuando sentí sus dos dedos dentro de mí... no pasó mucho tiempo y volví a sentir atrapado a mi pobre miembro en su boca... no sé que hacía, solo podía retorcerme en la cama y sentir los cabellos de Aki-chan rozando mi vientre... una descarga hizo que los jalara con desesperación, realmente delicioso... aunque intente alejarlo de ahí no pude hacer nada... casi al instante volví a sentir la boca de Aki-chan en la mía... me estaba probando a mí mismo, abrí los ojos desmesuradamente y me di con los de Aki-chan, su mirada brillaba... lo vi erguirse frente a mí... su cuerpo parecía resplandecer, pequeños destellos de las luces nocturnas lo hacían deslumbrar de ese modo... sabía lo que pasaría... respiré hondo... fue lento... cuando Aki-chan entró pensé que me moriría, traté de no gemir para que no sintiera mis lágrimas, pero fue en vano, Akira las secó todas... no quise que se detuviera, por lo que me dediqué a abrazar lo que más me gustaba de él en ese momento: su espalda... no sé si la arañé... solo intentaba introducir mis manos en ella, alcanzar parte de su vida y hacerle saber que nunca más tendría que dejarme, nunca más...
Hasta ahora no sé porque lo hicimos tantas veces, luego de dejarme casi inmóvil al terminar, todo volvió a enrumbarse y aunque estaba cansado no podía reprimir el querer que repitiese todo... de vez en cuando veía el cielo a través de la cortina transparente, noté los cambios de colores de la noche... entre cada grito y postura extraña, entre los innumerables te amo los colores iban degradándose... hasta que ya no me sentí... lo último en que me fijé fue que estaba encima de Aki-chan, su corazón parecía querer salirse al igual que el mío... las sábanas habían caído... sentí un poco el frío del suelo... pero eso no importa, no importa ni un poco... solo me dormí.
Mmm... ñaa... apaguen la luz... Aki-chan, apaga la luz...
Tanteé alguna almohada por ahí... no pude más que abrir los ojos de a pocos... ya era de día y mis ojos no querían abrirse aún... miré a un costado... no estaba...
¿Aoi-san?... Aki-chan, ¿estás en el baño?... ¿haces pis?... fuiste a comprar...
Aún tirado en la cama me fijé en el velador, mi móvil estaba ahí... cómo habría llegado ahí.... oh y por qué Aoi-san no estaba por ningún lado... y dónde estaba mi futon... futon... me miré... ¡desnudo!... velador, móvil, desnudo, cama... levanté la vista y vi la cortina transparente... yo... ah... me tapé la cara...
Diablos... snif, snif... ¡Aki-chan!...
Pero Aki-chan parecía no escucharme... me puse nervioso tanto así que lloré... ¿me había dejado acaso?... cogí el móvil y descubrí una nota debajo... la letra de Aki-chan... me quedé sin respirar... seguro me decía que había sido todo muy bonito y me dejaba para siempre por que lo nuestro no podía ser porque seguro yo era muy malo en todo esto y...
¿Ya despertaste?, seguro que estás llorando porque no estoy ¿no?... tomaré eso como un sí, me adelanté... tienes como diez mensajes de Shiroyama, creo que quiere matarme, pero no te preocupes a ti no Taka, ¿quién querría matarte?, así que iré a inmolarme por los dos, jaja... me gustaría quedarme a tu lado hasta que despiertes, no hace falta que vengas a Matina, yo iré a recogerte así que solo quédate quietito ahí, te compré el desayuno así que cómelo... lo de ayer... creo que encerraré a Shiroyama o le daremos algún somnífero...
No pude evitar reír con la cara chorreada de lágrimas... entonces pensé cómo le haríamos con las pastillas, tener que conseguirlas sin prescripción médica es un poco complicado, jaja...
... te amo ¿si?, aunque aún no pueda decirlo tantas veces como tú. Esto parece una carta y no una nota, te llamaré al rato. Un beso.
Te amo... un beso... ah... un beso...
¡Ayyyy Aki-chan!... ah...
Estaba tan feliz que quería saltar en un pie, síííííí, jajaja... Aki-chan me había escrito que me amaba... el primerooooo, tengo que comprarme un nuevo móvil... ah, mejor se lo compró a él... tengo que comprarme nuevos pendientes, sí, noo, tengo que comprarme nuevas gafas sí, ah también tengo que comprarme ropa nueva para verme bonito, tengo que hacerme otro piercing, ¡sí! ... tengo que ahhhh...
¡Carajo mi trasero...!
No sé cuanto tuve que arrastrarme para llegar al baño... ¡no siento mis nalguitas!
Ni cuánto demoré para volver a la cama... o cerca de la cama... suerte y Aki-chan había dejado encendida la calefacción... ¡no siento mis piernas!
Aunque todo se calmó cuando escuché la voz de Aki-chan... su voz por móvil es tan sexy aaahhh, Aki-chan... ¡tampoco siento mis pies ni los dedos de mis pies!
Pero poco importó... solo tenía colgada de la cara una sonrisa enorme... enorme...
¡Ya volví!, ¿Taka?
¡Corrección volvimos Aki!
¡Mierda, Taka qué haces en el suelo te quieres enfermar!
Cuando lo vi supe que no dejaría de amarlo jamás, bahhh, qué importa mi trasero... levanté los brazos hacía él...
Tonto...
Aki-chan, snif, snif... jejee, ¡me caí y me dolió!
Jajaja, ay Ruki-chan, has esperado para que Aki te levante, jajaja, por Dios ustedes están locos...
Eres estúpido, y si... de suerte y te amortiguaron las sábanas...
La verdad es que no puedo pararme... ¡No siento la mitad de mi cuerpo!
¡Qué!
Uru-chan me miró completamente rojo, luego empezó a golpear a Aki-chan... ¡no lo golpees, también fue mi culpa!...
Buaaaa ya no le pegues Uru-chan...
¡Cochino Susuki, cómo pudiste hacerle tantas veces eso!
¡Yo no, aaauuu, Shimaaaa!
¡Uru-chan!
¡¡Esto no se queda así, Ruki-chan es mi amigo y cuidaré su integridad sexual, reprimido!!
¡Shimaaaa!
Reí tanto y a la vez lloré... esto era lo mejor del mundo... hasta que algo interrumpió todo...
¿Uru-chan y si me quedo lisiado para siempre?
¡Ah!... ¡cochino Susuki!
¡No soy un cochino!
Continuará...