Inevitable XVIII - parte C
Hoy faltaré al trabajo...
No interesa si me echan... soy un irresponsable por pensar así e incluso poner en riesgo la economía de la banda, pero ahora no quiero levantarme.
Me gustas...
Te quiero...
Lo único que deseo es quedarme a tu lado por un largo tiempo y observarte... mirar el acompasado modo en que respiras, y el minúsculo suspirar de tus labios... toco con la punta de mis dedos tu brazo izquierdo, sigo un camino suave hasta quebrarme por tu cintura, el leve ondear de tu cadera...
Un estremecimiento hace que me detenga, acaricio tu cabello para espantar aquello que te perturba, sonrío como tonto y me acomodo a tu lado sin dejar de observar tu rostro dormido... en verdad que no sé que haría sin ti.
Sin tu sonrisa de las mañanas mi día es un infierno, sin tus recomendaciones a mitad del desayuno, sin los mensajes de texto cuando almuerzo o sin tu respiración tibia a mitad de la noche, de verdad no sé que haría.
Puedes reírte de mi infantilismo, pero ayer no dejaba de pensar en ti... confundí a tantas personas creyéndolas tú que no dejarías de burlarte de mi ansiedad, hasta la salida al Place Palas dejó de tener sentido al escuchar tu nombre. Por eso cuando llamaste, yo fui tan feliz que tuve que huir a ocultarme, ya que tenía miedo de las miradas que no comprendiesen mi comportamiento... el tiempo corrió, las risas de mis amigos, los juegos y sabores, todo pasó veloz, porque lo único que quería era llegar a casa para verte, muy aparte de la sorpresa que decías tenerme preparada, lo que más deseaba... eras tú.
Cuando sentí tus brazos en la oscuridad logré relajarme y apretarte contra mí. Te impedí hablar y solo te besé...
Te besé como si mi vida se fuera en ello.
Acaricié tu cuello delgado y sonreí. No quería dejarte hablar.
Puedes decirme ahora que fue crueldad, mas... ¿no hubieses hecho tú lo mismo?, sentía tu desesperación querer decir algo, me alegró eso y seguí con mis labios sobre los tuyos, ¿una pequeña venganza tal vez?... ¡sí!, eso y mucho más por haberme olvidado hoy... justo hoy. Aunque sé a la perfección el motivo... sin embargo... ¡bah!, la cuestión es que me dejaste y punto no hay medios aquí.
Sé que te falta aire, no obstante no pienso dejarte quieto todavía... maldigo tu dulce nombre en mi mente, me tocaste justo en el punto débil y mi gemido se extendió.
¡Tarou!
... siento, lo siento... pero es que, las luces, espera las luces...
No me importa.
¡A mí sí!.. ¡mmm!
Vuelvo a besarte... de verdad que en este momento odio que seas más alto que yo. No puedo elevarte porque pones resistencia, damos vueltas apoyándonos en la pared... abro los ojos y en la oscuridad noto que ya llegamos a la habitación.... me distraigo un momento y no me doy cuenta del movimiento rápido de tus brazos, con tu mano izquierda aprietas mi brazo en mi espalda, ¡de dónde diablos aprendiste esos movimientos! Te grito entre risas que me está doliendo lo que haces, que mis brazos valdrían mucho dinero de aquí a unos años y que podría demandarte si lo lastimas. Lo sostienes un poco más, lo estiras y sales huyendo... corro tras ti y ambos caemos en la alfombra. Con la risa sobre mi cara te digo que no te escaparas, me froto y entre gemidos me dices que la luz, que la maldita luz y las luces y no sé que mierda más...
¡Takashima!
¡Noooo!
¡Takashima deja de ponerte como niño!
Jajaja, noooo.
Auuu, jajaa, deja, eso, dejaaaa... ya pues las luces, me demoré mucho armando todoo...
Nooo....
Te oigo refunfuñar y eso solo me da más risa. Porque raras veces eres así, puedo contarlas con los dedos y... ¡eso, han sido tres veces! Pienso en algo macabro y me río extrañamente, te asustas y pataleas, pero es demasiado tarde, te tengo bien agarrado así que...
Dime Shima.
¿Eh?, ah, no, eso no.
Tarou-chan...
¡Que no!
Si me dices Shima tal vez te suelte...
Ni en tus sueños.
¡Tarouuuu!, se supone que es mi cumpleaños.
Corrección, fue ayer, ya son las dos auuuu, diablos, deja eso... ¡mi brazooo!
Dilo.
¡No!
Elevo uno de tus brazos, y lo coloco encima de tu espalda, solo lo jalo un poco más... escucho tus quejas... ¡venganza por lo que me hiciste!
¡Duelee, eh!
A mí también me dolió, además no solo fue mi brazo, sabes como estuve todo el jodido día sin saber algo de ti ¡eh!, no, no lo sabes, fue horrible porque te extrañaba y ni siquiera me mandaste algo, fue frustrante, pensé que no te importaba y que.... ¿Tarou?... ¿Tarou?, carajo Tarou me estas oyendo...
Me asusté por su silencio, me salí de encima de él y lo volteé.... ah demonios creo que me pasé un poco y si se desmayó... le estiré las mejillas para ver si.... ¡cuando entonces abrió sus ojos y se rió en mi cara a carcajada limpia!
¡Deja de reírte!
Jajaja, parecías una esposa engañada, jajaja....
¿Qué?, mentira, no parecía esooo, ya cállateeee Tarouuu. Eres un idiota.
Supongo, jaja.... ¿entonces ya me dejas prender las luces?
¿Qué?... no.
Ya pues, párate de mí ahora eh....
Aun no se me ha parado nada.
¡Takashima!
Me acomodé en su vientre y cruce los brazos. Estaba siendo caprichoso, pero me daba la gana serlo ahora y no me importa lo que piense. El problema fue que mi mente se concentro en mi enojo y ni me di con el momento en que él se sentó y me abrazo por la cintura. Mis labios volvieron a quedar atrapados y me vi acariciando su lengua con la misma desesperación que Tarou... nos separamos...
Solo era un clic...
¿Mmm?
Volví a besarlo, él se quedó inmóvil. Abrí los ojos y vi su sonrisa. Levante mi rostro y me fijé en los alrededores de la habitación.
Luces...
Te dije que era un botón solamente.
Je, tonto...
Takashima...
Me estrechó contra sí. Yo seguía mirando la habitación desde mi posición.
Parece navidad....
Dijiste que te gustó cuando vimos esa película...
Ah de verdad... tonto....
Mmm.... no soy muy creativo.
Me gusta.
Busque su cara y lo besé... entre susurros le dije que sería algo nuevo hacer el amor al estilo navideño. El solo rió. Me quedé un rato más contemplando todo, sonreí como idiota al darme cuenta del trabajo que le debió dar pegar las luces por los contornos de la habitación. Todo se volvió relámpagos de luces por instantes. Ya me encontraba sobre la cama siendo besado por Tarou... abrí los ojos lentamente y sentí que él me cargaba sobre sí... me dediqué a acariciar sus cabellos, de vez en cuando los jalaba un poco para molestarlo... Tarou me cogió fuerte de la cintura y caí sobre él.... su cuerpo se movía al unísono conmigo, sentí sus piernas aferrarse a ambos lados de mí... besé su lóbulo izquierdo cuando se lo susurré...
Deberíamos...
¿Mmm?
Deberías de hacérmelo de una vez por todas...
¿Ah?
Cuánto más voy a tener que esperar para que te decidas a estar arriba ¿eh?
Sonreí de oreja a oreja al ver su rostro avergonzado... me senté a un lado y no pude evitar caer muerto de risa por su expresión, era un hecho que aunque Tarou me sorprendía cada vez por lo pasional que era en la cama , su timidez para pasar al mando lo detenía. Vi que se irguió, no quería darme la cara, decidí ayudarlo un poco volviendo a mi posición anterior, así de ese modo me acomodé sobre los almohadones, trate de animarlo dándole leves golpecitos con mi pie pero nada... Sonreí de lado y abrí mis piernas... al parecer tendría que provocar al niño de Tarou para que viniera por mí al fin... lentamente arrojé por un lado mi cinturón... hice que la cremallera sonara lo más fuerte posible... noté que sus ojos se dirigían a mí...
Tarou... el trabajo te llama...
...
¿Acaso no me quie...?
No pude terminar la frase puesto que lo tenía sobre mí acallando mis labios con su beso repentino... sentí sus manos deslizar mis jeans...
No vuelvas a decir eso...
El tiempo se detuvo y todas las anteriores veces en que nos unimos no se compararon con esta... entre su nerviosismo por no saber qué hacer o apenarse por lo que hacía solamente yo podía pedir que no se detuviera... aferrado a las sábanas, con las luces de colores encendiéndose y apagándose fui volteado y observe sus ojos mirarme directamente... mis mejillas se llenaron de sangre... era la primera vez que él me miraba al hacerlo... aún dentro de mí... sus dedos tocaron mis labios y entonces me lo dijo en un jadeo...
Te amo, te amo, no sabes cuanto...
No lo soporté y me corrí de improviso... con sus palabras aún susurrándome sin cesar... apenas con aire en sus pulmones, apenas con la fuerza que emergía de sus caderas en su deseo arraigado a mi cuerpo... me vi de pronto repitiendo lo mismo mientras que lo abrazaba muy fuerte... solo existían esas palabras en mi cabeza, en mi cuerpo las estocadas no cesaban pero nuestras bocas no cesaban de decirlo... aún cuando sé que en el sexo las palabras están de más... aún así... yo... no podía dejar de repetírselo...
Te amo...
Es algo que no pensé decir tan certeramente.
Me acerco a ti y te lo susurro aún a sabiendas que duermes... no quiero que esto cambie... quiero estar contigo así siempre Tarou...
Te amo tonto.
De improviso mi cuerpo es abrazado por ti. Trato de ocultar mi sonrojo pero tú me lo impides... me lo dices y solo suspiro...
Ese día para mi sorpresa Tarou no mencionó el trabajo, ni siquiera me habló del mío... al parecer no soy el único en ser egoísta.
Apagué el móvil y no estuve ni siquiera para Gazette... es irresponsable lo sé, pero solo por hoy... solo por hoy quiero vivir esto que nunca antes pronostiqué... solo hoy... por fin comprendo eso de lo que tanto habla Ruki... abrazo a Tarou y le digo que no le dejaré en paz en toda la mañana, él ríe...
Pero como se sabe la felicidad no dura siquiera un pestañeo y eso lo supe bien al día siguiente, si lo que viví con Tarou fue como brisa de primavera, lo que me tocó al día siguiente no sé si compararlo con un segundo en el infierno o, demonios ni siquiera sé con que tormento asemejarlo... lo único que diré es que desde que puse un pie en Matina fui miel para lo problemas, gritos, e insultos. ¡Hasta Ruki se enfadó conmigo!
Al primer día me encontré con las caras largas de todos. Akira ni me dirigió la palabra mas que para pedirme que sacara mi guitarra de su camino. Ruki no me daba cara o mejor dicho a ninguno, estaba como en un tormento existencial, a un rincón de nuestra salita mirando con cara maniática una hoja en blanco, me fijé que había mucha viruta desparramada por donde se encontraba sentado... observé el lápiz, ya casi iba por la mitad de uso. Y ni que decir de Yuu, su humor estaba al extremo detestable, no cesaba de mandarnos a la mierda cada cinco minutos, pero, obviamente con Yune no. Me sorprendió aquello... acaso no solo debería de andar de malas conmigo y no con todos en general... En el segundo día no hubo mucho cambio, pero por lo menos pude escuchar la voz de enano, no cesaba de echarme la culpa de su pelea con Akira, tuve que calmarlo por un tiempo porque no le entendía nada, luego le capte de algo del Palas. Aki se había enfadado por una estupidez y encima por un malentendido que sucedió el día en que no me aparecí por Matina, de Yuu solo sabía que estaba sensible por mi desplante y por otras cosas de las cuales no tenía un entero conocimiento, le interrogué por aquello y me dijo que Yune a grandes rasgos le había comentado, aunque fue casi nada, solo le dijo que tenía problemas y tendríamos que aguantarlo... El tercer día transcurrió igual o peor que los anteriores, Ruki no podía concentrarse para escribir. Ya me sentía lo suficientemente irritado por el comportamiento de todos por lo que tuve que intervenir, me acerqué a Akira y le obligué a que me dijera que mierda tenía conmigo, luego de mi monólogo solo pude quedarme con cara de idiota escuchando sus quejas aún más estúpidas sobre su pelea con Ruki... me dieron ganas de romperle la cara por lo imbecil que era, mas no lo hice, de todos modos no hubiera servido de nada y el enano se hubiera muerto si le desfiguraba la cara a su novio. Así de ese modo, pasó un cuarto día y un quinto y sexto y... una semana entera en que tuve que hacer de mediador para pedidos, blanco de insultos y sarcasmos, y más aún como interprete entre los susurros de Ruki cuando hablábamos con Tazawa-san sobre las letras que ya debía de estar escribiendo.
¡Pero qué harías en mi lugar!
¡Hablarle!
Pero justamente eso es lo que no quiero, sé que...
...le trataría mal y no quiero eso, por la puta Akira, me tienes muerto con las babosadas que dices, solo ve y habla con Ruki, punto.
No es sencillo...
¡MIERDA NO LES DIGO QUE TENEMOS QUE VER LA MELODÍA!
¡Qué ya vamos Shiroyama!
¡Estás que te jodes, mierda, muevan sus culos de una puta vez!
¡Qué ya vamos!
Tienes que hablar con él, tú nos estás afectando a todos.
¿Qué?
Tal vez fue crueldad pero no tuve otro mejor medio de empujarlo a que hablara con el enano, y en parte era cierto... por su culpa a Ruki se le había terminado de secar por completo el cerebro.
Me escabullí y me coloqué mi guitarra. Reí para mis adentros al notar la cara descompuesta de Aki.
¡Carajo no te estoy diciendo que no te adelantes!
Bien.
¿Bien?, llevamos repitiéndolo toda la tarde.
¡Mejor un descanso chicos!, Yuu deja en paz a Uruha.
No me jodas Yune, no es tu asunto y ve a comprarme un café.
¿Yo?
Pues clarooo, que yo sepa ganas más que yo, anda, rápido...
Jajaja, si como no...
Hice un puchero y me fui a fumar a un lado. Ya se estaba pasando de la raya ese Yuu idiota. Me siento en el mueble duro que tenemos y observo a esos dos... ¿acaso ellos siempre han sido así?, es muy probable que sí, en su antigua banda Yune me contó, hace tiempo, que ellos eran los más unidos, y con lo poco que Tarou me ha hablado me queda confirmado todo.
¿Siguen así?
Aja.
No te desanimes.
No lo hago Tarou.
¿Debería de hablar con Yuu?
¿Qué?
Hago una mueca horrible cuando mi Tarou comenta aquello. Intento decir algo pero las palabras no salen de mi boca.
No te asustes... después de todo ya algo me había comentado Yune... ¿Takashima?, qué tienes... ¿eh?, ¿Takashima?
¿Cuándo quedaste con Yune?
No quedé, solo hablamos por móvil.
Mmm...
¿Qué sucede?
¿Y ustedes siempre se hablan por móvil a menudo?
Claro, es mi amigo.
Mmm...
Oye, deja de lado los mmm, pareces vaca.
¡Tarou!
Ni te creas que no sé lo que estás pensando... muy aparte son tus conflictos con los chicos de la banda, por mi lado, ellos siempre van a ser mis amigos...
Malo.
Termino por recostarme en la cama y me cruzo de brazos. Odio cuando él los defiende a capa y espada... es como si los pusiera por encima de mí... Giro y le doy la espalda... a decir también son celos de lo mucho que se habla con ellos, incluso con ese Shino-kun, ayer se la pasaron como una hora por el móvil y eso sin contar las risas o susurros... no pude escuchar muy bien de qué iba su conversación. Siento un peso a mi lado y de repente el abrazo de Tarou, una de sus manos sube hasta mi mejilla y la acaricia.
¿Qué?
Dímelo tú.
Solo preocupado.
No sé por qué lo estás, tú puedes hacer todo lo que quieras, en primer lugar sobre Takanori y Akira, no será la primera vez que les des un empujoncito, eres experto en eso.
Me vez como una celestina.
Jajaja, no del todo... y con lo de Yuu...
Mmm...
Jaja, Takashima, ya sabes como es Yuu, a veces puede estar bien otras se enfada por cosas personales y se las agarra con todos, así de simple.
Mmm...
¡Eh!... vamos no te pongas celoso...
¿Qué?
Qué estas celoso.
¡No hables necedades Tarou, quién está celoso!
Tú, llevas un cartel enorme en tu frente que lo dice.
¡No es cierto!
Claro que sí.
No tuve más remedio que decirle que sí a regañadientes.
Me molestaba que fuera tan perspicaz y que hiciera de todo para que aceptara lo que sentía... eso sería también como una manera de chantaje, maldito amor...
No pasaron muchos días en que pude ver los frutos de mis maniobras con ese par, así como me dijo Tarou, yo podía hacer cualquier cosa que me propusiera, era tan sencillo, aunque la palabra correcta sería manejable, ellos eran tan manejables en mis manos que cualquier jugada de mi parte no era sospechada y aunque suene un poco enfermo eso, lo único a lo que quería llegar era a nuestra actitud tranquila de hacía días... sonreí cuando vi al enano sentado en una de las últimas gradas de su lugar secreto favorito, Aki apoyaba su cabeza en su regazo... me fui de ahí sintiéndome un buen ciudadano, jaja, había hecho un favor a la sociedad y a nuestro manager, con esto es de esperar que a Ruki se le encienda el foco y se ponga a escribir.
Y no fue para más, después de ese día volví a sentir el aire un poco más dulce en nuestra salita, Ruki volvió a saltar como una liebre por los pasillos de Matina, volvió a dejar su reserva de dulces en la pequeña cesta que teníamos, y mi amigo Aki volvió a dormir y a dejar de tener ojeras. Sin embargo dando pase al otro lado de la banda, el humor de Yuu seguía igual de horrible, pero solo conmigo.
Doy un suspiro y Ruki se sienta a mi lado, luego de todo el drama que nos tocó vivir por casi un mes en donde a nuestro enano no se le ocurría ninguna tema, imagen, sueño para crear la letra de nuestra canción, ahora por lo menos nos ha alcanzado un avance significativo, ya incorporamos la letra a la melodía y esto nos ha quitado un peso de encima. Tazawa-san nos ha dicho que más adelante podremos sacar un nuevo juego de video compilatorio con las canciones que avancemos, aquello nos ha caído como lluvia en desierto, pero también ha hecho temblar nuestros bolsillos...
¿Verdad que está bien este nombre no?
Claro Ruki.
Aki-chan también me lo ha dicho...
Todos te lo hemos dicho... Juunana sai, está perfecto.
Me alegra...
Aunque es una historia muy triste.
La oí en la cafetería.
¿Dónde trabajas?
Aja... me dio tanta pena cuando la escuché no pude evitar ponerme a llorar como idiota...
Ah Ruki-chan siempre preocupándose de más por lo que dicen las personas. Vi que se mostraba lúgubre... pero no hice nada, salvo oír lo que me tenía que contar. Saqué un cigarrillo, lo encendí y colocando mis piernas sobre el asiento me dispuse a escuchar lo que mi amigo quería decirme...
Cuando su jefe trabajaba cerca a la estación en una pequeña cafetería era común que en las mañanas todo se mostrara atiborrado de gente, sin embargo a eso de las nueve el lugar se quedaba vacío. No obstante un día notó que sentada en una de la bancas de espera se encontraba un chica, llevaba aún el uniforme de instituto, lo que más le llamó la tención fue el pendiente en forma de pescadito que llevaba en la oreja izquierda y sus ojos gachos observando el suelo, sin embargo regresó al empleo y lo olvidó. Pasó una semana y al volver a caminar por el mismo lugar la encontró ahí... sentada, con el uniforme de instituto y más pálida que nunca... está vez no lo olvidó y todos los días tornaba ese camino para verla, cada día más triste y sombría, hasta que pasado un mes decidió acercarse a hablarle, pero ella no le dijo nada, solo continúo mirando los rieles del tren. El jefe buscó por todos los medios hacer algo por mejorar su ánimo, incluso llegó a invitarla a la cafetería pero ella no le decía nada... Fue un jueves en donde hablaron finalmente y aunque no fue mucho, a través de esas cortas palabras él pudo entender su dolor.
Ella recordaba a alguien insistentemente, lo odiaba y lo amaba a la vez.
Lo odiaba por haberla abandonado.
Y lo amaba por todo lo que habían vivido juntos.
El jefe buscó aconsejarle... ella era tan joven aún, su vida no se abría al mundo en plenitud, su tierna edad aún empezaba a emerger, no debía de sufrir y amargarse por algo que dejó de ser... pero entonces ella dijo algo...
Pero no puedo sostenerlo sola... no puedo sostenerlo sola, no puedo darle lo que soy...
Con esas últimas palabras la dejó y se fue al trabajo. No comprendió sus palabras en ese momento, pero significativamente las recordaba a todas horas, como es de imaginar no la volvió a ver luego de aquella conversación.
Y entonces luego, pasado un año o más hubo una noticia en la prefectura, causó conmoción por la escena en la que se les encontró... en una posada, encontraron muertos a una mujer, muy joven, y su niño de tres meses...
Ruki...
Ella lo había ahogado y luego se suicidó... la encontraron con el niño arrullado en sus brazos llenos de sangre... y solo... y so-solo...
Abracé a mi amigo fuertemente... ¡Ruki, pero que te pasa, solo es una historia, solo eso, dejó de ser realidad hace tanto!
Y solo un ves... vestido blanco colgado... so-solo esooo... y era ellaaaa...
Ya pasó Ruki... ya...
¡No pasooo, todos la olvidaron y por eso se matoo!
Ruki...
¡Bien volvemos a trabajar... qué pasa aquí!, ¡Shimaaa!
¡No he hecho nadaa!
¡Aaah, la olvidaron!
Akira me lo arrebató de los brazos, Ruki se derretía en llanto, Yuu me miró alarmado, intentó él también calmarlo, pero Akira se lo llevo de ahí. Pasé mis dedos por mis cabellos... esto se había salido de control. Solo me quedó volver a tomar asiento y esperar.
¿Qué le pasó?
Nada.
¡Qué pasó!
¡No viste que lloraba!
Pues obvio, por eso te pregunto, ¡qué pasó!
Recordó algo triste y se puso a llorar, simple Yuu.
Maldito enano, ¿seguro?... pero qué amanerado que es, estúpido, ponerse a llorar de ese modo, no es normal y no...
Me estaba hartando por lo que le lancé la letra del Juunana sai.
Lee eso.
Ya lo leí, ya sé de qué trata la canción.
Pues Ruki está llorando por eso. Es una historia de verdad... ah de haberlo sabido no le hubiera seguido la corriente, ahh... demonios, odio verlo llorar...
¿Está llorando por esto?, ¿me crees idiota?
Revoloteé los ojos. No quería terminar en una discusión verbal con el cabeza dura de Yuu y encima no por una cuestión de ambos sino por hacerle entender que el enano se ponía demasiado sensible con cosas referidas a gente muerta u olvidada...
Oh claro, olvidaba que tu ineptitud era genética o no debido a tu...
¡Oye!
Ni sé porque me canso en preguntarte.
Me levante de mi asiento, ya me había cansado. Puedo ser una persona paciente pero también tengo mi límite y el imbecil de Yuu ya está rayando en él.
¿Qué vas a golpearme idiota?
¡Qué se supone que te pasa eh!, llevas así no sé cuanto tiempo, si tienes algún problema conmigo dímelo en la cara.
¿Yo, un problema contigo?, por favor, ¿me crees marica como tú?
Sentí mis nudillos calientes cuando lo mire en el suelo cogiéndose el mentón.
No pasó mucho y mi mejilla ardió...
Después de aquello solo me sentí cansado y a la vez liberado. Fue como quitarme un peso de encima. Observé a mi lado a Yuu, sentado en el suelo con la mirada fija en su guitarra negra. Saqué un cigarrillo y lo encendí, guardé en encendedor en el bolsillo de mi chaqueta, ahuyente el humo... entonces le ofrecí...
No.
¿No quieres?
Mmm, tengo los míos.
Llevó las manos a su bolso y sacó la cajetilla. Se lo colocó en los labios y...
Préstame el tuyo.
Una vez que lo encendió me devolvió el encendedor. ¿Qué podría decir ahora?, al parecer Yuu no tenía muchas ganas de hablar.
Se demoran ¿no?
...
Oye...
...
¿Yuu?
Deja de hablarme.
Siento lo de esa noche, pero debía irme pronto.
Yuu me mandó una mirada extrañada.
¿De qué hablas idiota?
Yuu... deja de insultarme cada instante.
Imbecil.
No te hagas, lo de la noche en el Palas. No me digas que ya se te olvidó.
Pues sí.
¡Oye!
Se levantó y sacando otro cigarro lo encendió con el que ya se agotaba.
Practiquemos.
Yuu.
...
Bueno, de todos modos disculpa, Ruki me dijo que tuviste que ir donde tu amigo y...
Eso no te incumbe, no es como si hubiera hecho una cosa extraordinaria, solo lo hice para que el enano dejara de joderme.
Si tú lo dices...
Volvió a mirarme fríamente.
Sí, yo lo digo.
OK.
Fue hasta donde su guitarra y se la colocó. Hice lo mismo y empezamos a ver una que otra parte floja en la melodía final, cuando le llamaron por el móvil. Pensé que sería Yune o tal vez otra persona, pero lo que siguió me dejó descolocó por completo. Contestó de mala manera, y mandó a la mierda a alguien, obviamente le colgó y después salió dando un portazo. Me quedé solo en la salita sin saber qué hacer.
Al rato volvió el enano con Aki. Tenía toda la cara roja pero iba tranquilo comiendo un par de pastelillos de canela, al parecer habían salido a comprarlos a la pastelería de la esquina opuesta. Me preguntaron por Yuu y no supe qué responder, mas luego Ruki se escandalizó por ver el +color de mi mejilla, en vano fue mentir porque mi cara me delataba. Akira me sermoneó diciendo que esto era lo último que podía pasar, que me fuera a hablar con Yuu y lo trajera para ver de una buena vez el ensayo, y aunque me quejé y puse excusas no tuve más remedio que ir a buscarlo.
Ruki me dio los pastelillos sobrantes. Según él la comida unía personas, cosa que sé es cierto más, pienso, eso solo funciona en aquellos que no tienen una compleja relación como Yuu y yo. No tuve que caminar mucho, me lo encontré en la cafetín. Fui directo y me senté frente a él. Ni siquiera se digno en mirarme, solo jugueteaba con la cuchara haciéndola caer a un lado y así sucesivamente.
Dicen que vayas.
...
Yuu... ¿Quieres?
¿Ah?
Son pastelillos de canela.
¿Y?
Toma.
No como eso.
¿Cómo que no comes pastelillos de canela?, estamos en primavera y todo el mundo los come en esta temporada.
Pues yo no.
Me dejó con la palabra en la boca cuando intente hablarle de nuevo.
Además te los envía el enano...
Vamos.
Yuu...
¡Ya te dije que no los quiero!
Lo seguí directo a la salita. Al final Tarou y yo nos los comimos cuando regresé a casa. Mi noche transcurrió sin mayores complicaciones.
En el resto de la semana de lo único que nos tocó ponernos tensos, aparte del humor de Yuu, fue de la grabación de Juunana sai, encima que no lo hicimos en el estudio que Matina nos proporcionó la vez anterior, sino en otro improvisado en donde el sueldo de Aki se esfumó. Aún nos faltaban otras dos canciones de las cuales solo teníamos la pista A y alguna idea vaga, sin contar con las letras como es de suponer inexistentes, de solo ver al enano me imagino su difícil labor con el ánimo que lleva en estos días.
¡Animo enanín!
Ya sé... si tan solo pudiera concentrarme...
Ni siquiera me di cuenta de los cambios de humor... por lo menos no hasta que vi una pelea en vivo y directo entre Aki y Yuu... ni siquiera sé cuando me perdí, en un primer momento pensé que se trataba sobre la pista B que Yune y Yuu habían estado componiendo, tal vez a Aki no le pareció uno que otro sonido, después me quedé en un rincón sin entender una sola palabra... de qué carajos hablaban... Ruki se unió a mí y me sostuvo fuertemente del brazo, temblaba levemente, a cada minuto las palabras subían y subía de tono... tuve que soltarme para intentar intervenir, mas Ruki me contuvo.
Chicos ya, ya párlenle de una vez, ya no empiecen con lo mismo.
¡Solo una puta llamada, idiota!
¡¡Mierda, deja de meterte en mi vida!!
¡Insensible, eso eres, ni siquiera cuando murió tu padre, acaso vas a esperar que se muera tu hermano!
¡¡Ya bastaaa!!
Ruki se le prendió a Yuu de la cintura en el momento en que éste avanzaba para darle un golpe a Aki.
Ni siquiera puedes hacer eso... eres peor que un animal...
¡Aki-chan!
¡Aki!
Vete a la mierda.
Yuu aventó a un lado a Ruki y salió furioso. Al cabo de unos minutos Aki hizo lo mismo.
Estaba en shock.
No me enteré de todo sino hasta aun día después cuando las cosas se volvieron de una inmensidad espantosa.
¡Pero acaso son niños de jardín!
Tazawa-san cálmese...
¡Qué me calme, hemos tenido que suspender la grabación por esta estupidez!, esto es el colmo de todo, la vida privada es de cada uno, no tiene porque afectar de ese modo su desempeño laboral.
Es que...
Pero no entiendo Ruki...
Aki-chan está loco, está loco, pero es que, es que Tazawa-san Aki es un terco y más si una madre le llama... desde que quedó con ella todo se volvió así...
¿Y dónde están alojados?
Por Ginza...
Se nota que se pudren en plata...
¡Uru-chan!
Lo siento, vale, lo siento...
De lo poco que pude armar en mi cerebro fue que el motivo de toda la crisis era la familia de Yuu. Al parecer su madre había quedado con Aki y le había rogado que le llevara a Yuu. Ruki mencionó que su hermano estaba muy enfermo y demás cosas... la cuestión era que Yuu no quería saber de nada con ellos y como es de imaginar Akira se había metido en líos ajenos como intermediario en las dos partes, no obstante viendo el modo en como se ponía su relación con el cascarrabias era obvio que Akira estaba del bando de los Shiroyama... menudo problema... vaya idiotez...
¿No te parece muy absurdo todo esto?
¿Por qué lo dices?
O sea a Akira le debería resbalar lo que pasara en los problemas familiares de Yuu.
Mmm...
Es que es lo lógico, mira si fueran parientes lo entendería, pero no lo son y encima estarle dale y dale para que se vea con su madre no sé... ni en las peleas de chicas cuando iba a la escuela vi algo parecido y eso que esas niñas eran unas dramáticas...
Seguro la mamá de Aoi-san le hizo prometer a Aki-chan que le ayudaría.
De todos modos es algo idiota esto...
Pasó una semana y media y ya teníamos el single grabado... aunque lo que saldría primero sería el compilado de VHS, por lo que nos había comentado Tazawa-san... el problema sería hacerlo... con esos dos discutiendo hasta por el vuelo de la mosca...
Sin embargo fue una tarde en que a gritos tuvimos que ir a Ginza. El mismo Tazawa-san nos amenazó con volverse en demonio y mandarnos al infierno. Los seis en un camioneta de la compañía... yendo a la casa donde estaban alojados los Shiroyama... ¡pero si esto parece de película y si no lo es espero que me despierten pronto de esto que vivimos!
Continuará...