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Promesas inevitables por Manabuu

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Notas del capitulo:

 

 

En este parque en donde va muriendo el otoño, siento que tú voz ni siquiera ha intentado buscarme. Aki-chan...

 

Inevitable XXIII - parte A

 

 

 

 

Parezco un animal enjaulado.

Recorro las habitaciones anhelando tanto, tanto que me duele el pecho. Corro hasta la ventana y sostengo con fuerzas las rejillas que cuidan este pedazo de hogar que da cara a la libertad de las calles. Cualquier sonido insignificante hace que mi piel se entumezca hasta el sonrojo. Tengo calor...  tengo tanto calor y anhelo. Intento mover las rejillas pero están tan bien aseguradas que no provoco ningún estremecimiento.

¡Un animal enjaulado!

¡Por qué no vienes rápido a por mí!

Esperarte me hace daño. En esta posición de desconsuelo mi cabeza parece estallar. Sí, reventarse en trozos que sólo te contienen. ¡Porque te ansío! Porque los segundos que se alejan no se van llevándote lejos con ellos, por cada uno que se va un recuerdo tuyo se almacena en mí. Hay tantos que pienso que enloqueceré.

 

¿Dónde estás?

 

Un gemido en aquel oído virtual  hace que nos acerquemos dolorosamente. Un chantaje emocional, sé que lo es, pero sígueme el juego por ahora. Sólo un poco más, sígueme en este juego ya que lo necesito como a ti. Las circunstancias no son sencillas para mí, el mundo me está hartando, pero sí juegas conmigo podré soportarlo.

 

¡Voy, voy, llego en menos de veinte minutos!

 

Mis ojos se pierden en el celeste sucio del cielo.  Tokio contaminado es mortificante para mí, pero por este sueño intentaré ver el mar volador del mejor color posible. ¿Inventemos un color? Hagamos el amor inventando colores para ese firmamento que no comprendemos. Agarrado a estos barrotes no puedo soportar mi dolor; intento traspasar esta odiosa cara a través de ellos, mis manos buscan tocar ese odioso color también. Mi vientre se frota con lo frío de la pared, las caderas gimen contra la cremallera que encierra aquello que no puedo evitar.

¡Soy un animal enjaulado!

Un portazo me asusta. Jadeo sin cesar entonces cuando te veo por fin, tu cara se desencaja, pero no pierdes el tiempo. Te bajas los pantalones de un tirón y me das lo que te pido sin mediar palabras. Agarrado a los barrotes sigo intentando tocar aquello que no puedo.  El placer hace que cierre los ojos, estiro los brazos y el viento corre helado sin cesar, apoyo la cara en las rejillas y siento el empuje frenético. Pienso en colores, pienso en los colores que odio y a los que les tengo terror. Grito al cielo en un alarido. No puedo alcanzarlo sin embargo ahí sigo inútilmente. 

El humano anhela lo imposible.

Es un sueño mortífero del que nunca nadie podrá despertar.

 

¿Estás bien?

¿Mmm?

¿Taka?

 

Abrazo con fuerza a Aki-chan y él lo hace de igual modo. Acerco mi oído a su corazón y escucho los latidos acompasados que emite. En un tiempo atrás moría por sentir esos latidos cerca de mí.

Hoy, no sé.

Le sonrío y le digo que me bañe, debemos volver a Matina antes que se den cuenta.  Aki me carga sin agregar algo más y vamos juntos a la ducha. Me siento en las losetas y lo observo mojarse. Akira tiene los pies hermosos, si alguien dijera lo contrario yo le diría que está equivocado, incluso ese vello delgado que se pierde entre sus pantorrillas es perfecto para mí al igual que sus piernas fuertes, el modo en cómo se tensan al asentar el peso de su cuerpo es un mecanismo fabuloso que sólo en Akira parece ser de otro mundo. Más arriba su humanidad se yergue sin vergüenza, no obstante provoca timidez en mí aunque no lo sepa él o su dueño, miro la punta y un calor se esparce por mis miembros. Con la turbación en la cara subo la vista hasta su abdomen levemente marcado, el agujerito del ombligo me recuerda lo afortunado que soy; de no haber nacido Aki-chan ahora nada tendría sentido, absolutamente nada. Sonrió al ver su pecho respirar,  sin embargo se voltea y queda ante mí una de las cosas por las que más deliro, su espalda. Los músculos y huesos se mueven armónicamente cuando mueve su cabello con ambas manos...  El cuello relajado y escurriendo, ahh, Akira... incluso el modo en cómo escupes el agua es bella.

Apoyado contra las losetas siento mi cuerpo arder de nuevo. Mis ojos buscan tu miembro con desesperación casi enferma. Relamo mis labios, no, no... ¡no quiero hacerlo de nuevo! No obstante la punta chorreando trae recuerdos que no quiero evocar. ¡Maldito Akira Susuki es tu puta culpa! Paso saliva con dificultad, aprieto los dedos con fuerza para recuperar mi autocontrol.

Cuando entonces veo como coges tu pene y lo jalas sin más. 

Levanto el rostro asustado y observo tu cara.

 

¿Qué pasa Taka-chan? ¿Lo quieres?

 

Me quedo sin palabras al escuchar el tono de voz que empleas.  Los intentos de habla por mi parte hacen que un par de risitas se escapen de tus labios.

 

¡N-no!

Oh vamos amor, si la otra vez te gustó.

¡Qué!

 

Aparto la mirada cuando noto como acerca el miembro a mi cara, intento levantarme sin lograr hacerlo ya que Akira se aprieta a mi cuerpo en un intento desesperado de detenerme. Busco alejar mi rostro de sus labios, mas pierdo en el intento. El aire caliente que sale de su nariz roza mi mejilla.

 

Házmelo Taka-chan.

 

Abro los ojos como platos y alcanzo el murito que separa la ducha de la bañera.

 

Lo digo en serio Taka.

¡Cá-cállate!

¿Por qué? Hazlo y te calmarás.

¡No es eso!

Crees que no me he dado cuenta del modo en cómo me miras. Además alguien aquí abajo ya está muy duro.

 

Gemí al sentir sus dientes apretar mi lóbulo derecho.

 

...bien date vuelta ahora.

 

La mente se me nubló como el vapor que salía de la ducha abierta. Lo único conciente en mí era el golpeteó de mi pelvis contra las nalgas de Akira. Estruje su cintura a mi antojo, ingresé y salí como quise...  los gritos y gemidos de Akira solo hacían que mi fuerza aumentara. Terminé en él y caí sobre su espalda aún con ganas de más.  El agua golpeteaba en mi columna con brutalidad, sin embargo no me moví ni un poco, quería quedarme así, apretado por él. Ajustado y a su medida, abrigado y protegido. Pensarían que es una tontería si pudieran escuchar estos pensamientos, mas es la verdad. Cada vez que le hago el amor a Aki estos sentimientos fluyen y me gustaría que todo se detuviese, hasta nuestras respiraciones. 

Morir ahora sería lo mejor.  Morir así contigo.

Pero no.

Esa es una fantasía que no puedo anhelar.

Porque hay cosas que es mejor ocultarlas.  Hay hechos que no deben salir a luz, ni siquiera asomarse, puesto que dañarían.

Aki-chan.

Estoy como un animal enjaulado. ¿O es que soy un animal enjaulado?

 

Quiero verte...  quiero verte...  quiero dormir en tu hombro... 
¿No estás de acuerdo? ...  lalalaa....  ¡Porque me he acostumbrado a ser feliz solo por estar cerca a ti! Lalaaaa

¡Eh!

¡Como dos extraños!

¡Enano del demoniooo!

¡Yuu ya deja de gritar!

¡Al finaaaal me pregunto qué es lo que no me estás contandooo!

Ruki ya.

 

Le miró sin entender nada.

 

¿Qué te pasa Yune-chan?

¡Estás destrozando la canción!

¿Yo?

Tampoco seas dramático hombre.

 

Uru-chan se pone a mi lado y me da palmaditas en la cabeza con ese gesto maternal que da tanto miedo en él.

 

Ruki ya sabemos que estás emocionado porque la melodía está casi lista. Pero por favor, si la vas a adaptar no seas tan escandaloso.

Pero usualmente hago eso.

¡Mentiroso!

Es la verdad Aoi-san.

¡En la casa jamás te has puesto a dar alaridos así!

Ay, es que en la casa es la casa. Por lo general lo hago cuando vengo aquí, además no sé porque hacen tanto escándalo, no es nada fácil adaptar una letra a la melodía y menos cuando no la tengo en la cabeza desde un comienzo.

Acaso dices que no ha sido de ayuda nuestro aporte... 

¡Aoi-san! Claro que me ha gustado y mucho y será un buen tema pero... ¡¿me equivoqué completamenteeee contigooo?!

¡Yaaa!

 

No le hago caso a Aoi-san y sigo con la misión que tengo encomendada: adaptarla. Y no es sencillo, en un momento no pensaba en tomar Shiawase na hibi como parte de la nueva tanda de canciones para lo próximo que supuestamente sacaremos, así que tomar algo que llevaba oculto en mí y exponerlo abiertamente es en verdad complicado. No obstante no puedo negarme o dar explicaciones, no servirían de nada y es mejor mantener la armonía en la banda. 

 

Shiroyama no deja de quejarse.

Aoi-san es un cascarrabias.

Jajaja, ¿helado de cereza?

¿Es una cita?

Puede ser...

¡Helado de cereza!

 

Juego con los rastros de fudge que tiene el vaso gigante de cristal. Últimamente  cuando salgo a comer con Yune algún postre o chuchería me es imposible no realizar esta acción un tanto infantil, aunque bueno no me interesa mostrarme infantil si hago algo que me gusta. No le veo el problema.

 

Si quieres toma del mío también.

 

Me gusta que Aki se comporte de ese modo.

Aún cuando yo solo sea un tonto caprichoso.  Aki-chan... aguanta un poco más, déjame excederme.

 

¡Una vez más!

¿Por qué no te das un respiro?

¡No! Quiero que quede hoy de una buena vez por todas.

¡Vale, una vez más!

 

Aún cuando las ventas son más inciertas que nuestra instancia en esta industria no quiero perder el tiempo en pensamientos pesimistas, no. Aquello simplemente me desmoronaría y no quiero eso.

 

¿Desde cuando fumas así?

Desde toda mi vida.

¿Ah?

Desde el...  demonios Aki-chan, nadie te dice nada a ti cuando te soplas una cajetilla tú solito.

Pero eres tú.

¿Y qué con eso? Solo estoy relajándome. No jodas y déjame tranquilo, ya tengo bastante con... 

 

Me detuve de inmediato al ver esa sombra en los ojos de Aki-chan.

La había cagado.

 

Ok, iré a ver como van los demás.

Aki-chan... 

No digas nada.

¡Akira!

 

Encendí un cigarrillo más al notar que Aki-chan se perdía por el pasillo. Ya era la tercera vez que discutíamos de ese modo.  Yo olvidaba que era Aki-chan a quien le decía esas rudas palabras, después de aquello él me dejaba solo para que se me pasase el enojo, más tarde tendría que ir a verlo y no sé...  intentar disculparme, a pesar que él me decía una y otra vez que lo entendía, que yo estaba estresado.

En realidad no sé si estoy estresado... no sé qué es... 

 

Aoi-san, ¿has estado enamorado?

¿Qué? No me digas que tú...

Te estoy preguntando no seas imbecil.

¡Oye enano!

Cómo será estar enamorado... duele estar enamorado...

Eh Takanori...

 

Me balanceé en la baranda de la escalera y posé mi vista sobre el ventanal sucio que daba a la calle.

 

No sé.  Nunca he estado enamorado.

¿Ni una vez Aoi-san?

No.

¿Ni con nadie del cole?

No... 

¿Ni del secundario?

No.

Vaya, qué triste.

Gracias por hacerme sentir mejor.

Jajaja.

Tarado, jajaja.

 

 

 

Era divertido pasar el tiempo de tonteo con Aoi-san. Por lo menos en estos momentos de incertidumbre. No importaban las idioteces que habláramos o si él estuviera a punto de estrangularme, si reía, entonces él tampoco podía evitar hacerlo a mi lado. Aoi-san es como un hermano grande que sirve para estar ahí aunque él no se de cuenta de ello. Me gustaría que él lo supiese, no es agradable tener que callarlo.

 

¿A dónde vamos Yune-chan?

A donde tenemos que ir, jajaja.

¡Eh!

 

Ha habido días en que me he "escapado" del trabajo y salido sin rumbo con Yune.  Caminamos sin cesar desde Yoyogi, pasando horas en el park center viendo los árboles erguirse hasta el cielo; hasta Ginza no dejando de mirar las tiendas de ropa, aunque prefiero las calles de Shibuya, ya que podemos internarnos en algunos de los centros de videojuegos y eso es la felicidad, jaja.

Una interrogante sería el dinero...  bueno, de eso se encarga Yune, últimamente se ha vuelto muy generoso con ello, en especial cuando se trata de gastos extra laborales, como comúnmente le llamamos los dos a estas salidas sin destino próximo. 

 

Los  días de otoño son hermosos, ¿no Yune-chan...?

Sí y más después de una sesión suicida de mortal combat... 

Jajaja, te ganaré la próxima.

Sigue soñando hombre.

 

El color anaranjado se había posesionado de nuestros rostros. Ajusté la bufanda negra que traía y acomodé mis guantes violetas, Aki-chan me los había comprado hace una semana y media y desde entonces se había vuelto un hábito llevarlos siempre.  Respiré hondo mientras alcanzaba la lata de té verde que Yune me había comprado. Sorbí de él y luego cogí la de mi amigo y la bebí hasta la mitad.

 

No soy Reita para que hagas eso.

¿Hacer qué?

Compartir.

Quería probar la tuya.

Ok.

No estés jodiéndome Yune.

No hago eso.

¡Eres tú, así que sí lo haces!

 

Volví a llevarme su lata a los labios y la acabé sin más.

 

¡Oye!

Para que no te metas conmigo.

Últimamente te metes con quién no te hace nada.

 

Estruje la lata en mis manos.

 

¿Por qué estás diciéndome eso?

Por qué será no...

 

La apreté hasta deformarla.

Ya no me estaba gustando nada ese tono.

 

Métete en tus asuntos Yune.

No puedo.

¡Eh!

Es que es aburrido tener que verle la cara de imbecil triste a Reita casi todos los días. ¡Quién los entiende a ustedes! Puedo soportar que tú andes decaído porque con cualquier chuchería que muestre te recompones, pero no puedo ir saltando y darle un chicle de menta a Reita porque dejaría por los suelos mi imagen.

¡Jajaja!

 

Yune también rió ante su explicación.

Me calle al sentir que la tarde estaba en su punto sublime. Una bandada surcaba las nubes.

 

La verdad Yune-chan... es que, no sé, yo... 

¿Tú qué?

No sé... siento como si Aki-chan me cortara las alas, no sé, cómo si me estuviese quitando algo. Es extraño pero...  yo, no es que no lo ame, sino... ¿has estado enamorado Yune?

Claro, no preguntes si... ahhh, si ya sabes que sí.

Lo siento, pero es que...  amo a Aki-chan solo que... 

¿Te está asfixiando?

 

Miré al suelo.  Esa palabra era cruel.

Preferí quedarme callado.

 

Sabes Ruki, antes tú eras muy asfixiante.

¿Yo?

Solo parabas, "Aki-chan, Aki-chan, quiero Aki-chan, vamos Aki-chan, cómprame esto Aki-chan" y tanta tontería. Y ahora que es Reita quién esta colgado de ti de ese antiguo modo, es como si quisieras huir. Se notaba que antes era Reita quién quería huir de ti, pero tú seguías insistiendo hasta que obtuviste lo que deseabas...   acaso no deberías de seguir así, insistiendo para que todo sea del mejor modo posible, no sé...  eso pienso.

Yune... 

Ya déjame de mirarme como si fuera tu dios, sé que soy tu dios.

¡Yuneeee, contigo no se puede!

 

Coloqué mi cabeza en el hombro de Yune. Desde hacía mucho que nosotros nos habíamos puesto en la misma sintonía. Me pregunto si es porque somos algo parecidos. Yune es una genial persona cuando no tienes su odio.

 

Y eso que dije que no quería hacer de celestina como Uruha con ustedes. ¡Demoniooos! Soy un fracaso.

Nah, eres un buen amigo.

Lo sé.

¡Yune, pero qué ego!

¡Solo el baterista de Gazette puede ser así! Y tú enano has algo por Reita hoy mismo.

Va a ser difícil. Peleamos otra vez y de nuevo fue mi culpa. Es que... ¡es que él siempre dice sí y sí! Debería de decir no de vez en cuando... 

Pero si el dice no será para que te mueras.

¡Ayyy, por eso te digo que es complicado!

Jajaja, me da risa recordar cuando aquel día Reita vino con el culo roto, jajaa.

¡Yune! Ya te dije que...

No sabía que eras tú el que le rompía el alma a Reita, jaja.

 

A pesar que le di un golpe en la cabeza, Yune no ceso de reír.

 

Eso solo fue una vez, algo esporádico. Siempre es Aki-chan quien lo hace, no yo...

¿Y por qué?

¿Eh?

¿Acaso no eres lo suficientemente hombrecito como para hacérselo ah?

 

Miré al cielo.

 

Vamos a Matina ya.

No quise importunarte.

 

Volteé cuando Yune dijo esas palabras.

 

Pero si es tu novio deberías ¿no? Y si a él no le molesta...  si yo pudiera... si yo pudiera se lo haría a él.

Yune...

Ya, ok, me puse cursi, vámonos o si no Reita pensará que hemos estado cogiendo.

¡Yune!

Jajaja, es que ustedes dan tanta risa, jajaja.

 

 

Tomamos el autobús para llegar más pronto, aunque nos salió al mismo precio. Uruha y Aoi-san se habían marchado porque Aki-chan estaba insoportable o eso fue lo que Tazawa-san mencionó. Al escucharlo Yune se fugó dejándome toda la responsabilidad, aunque no pude hacer mucho. Ya que al verme Aki-chan me dijo que borrón y cuenta nueva, que no había problema.

No agregué más, si lo hacía pudiere que mis palabras se tornasen confusas y terminará por arruinar la leve tregua que Akira iniciaba.

 

En ese parque, dónde me siento deprimido en la puesta de sol...  Tú voz grita mi nombre// te quiero; esas palabras no me alcanzan, no me alcanzan... 

 

En este parque en donde va muriendo el otoño, siento que tú voz ni siquiera ha intentado buscarme. Aki-chan...

 

Tú, tú nunca, nuca me olvidarás// Siempre, siempre has estado llorando bajo ese cerezo// Siempre has estado bajo ese cerezo, siempre, siempre esperándome.

 

Los árboles parecen susurrarme un triste te quiero. Algo lejano que hace mucho que no oigo ni digo. El viento ha empezado a asesinar a las hojas multicolores, un disparo en la ramita y a volar, y a volar libre...  

 

Una y otra vez...

 

Una y otra vez tu murmullo viene a este album de recuerdos.

Aki-chan... 

 

He venido para verte dormir, cansado de llorar// bajo ese gran cerezo lleno de recuerdos// Estoy contemplando cómo esperas mi regreso.

 

Acaricio estos guantes violetas y pienso en cuánto debiste tardarte en encontrarlos.  Aquel día antes de discutir mientras paseábamos, recuerdo que los vi detrás del escaparate de una tienda que no logró visualizar. Me gustaron a primera vista y no dije nada. Los observé por cinco segundos y seguimos caminando de largo.

Y tú los encontraste para mí y sin decir porque alguno me los diste sin sonreír.

 

El viento de finales de septiembre es doloroso// No se puede hacer que sea hermoso.// Solo un segundo estaría bien, solo uno pequeño, Dios, por favor deja que mi deseo se haga realidad.//

 

Los guantes hacen juego con la mayoría de tu ropa, me dijiste un día; y no agregaste nada más. Las tardes tristes de otoño las estoy pasando solo en este parque sin que puedas encontrarme.

O es que acaso estás escondido... 

 

//Sigo esperando hasta que el sol se oculta, contemplando tu perfil todo el tiempo// Ni siquiera dije "adiós", ni siquiera dije "adiós"//

 

Aprieto mis manos fuertemente. El leve toque de tu tacto se está perdiendo, se está haciendo cada vez más etéreo.  Sostenerle la mano al viento no hará que mi corazón sonría.

 

//Olvídame si puedes, sin embargo yo me sentiré solo inmediatamente// Al final, quiero abrazarte una vez más. // Pero incluso este sentimiento ya no me llega. //

 

Con el cuaderno bajo el brazo y el bolso golpeando mi espalda decidí ir a buscarte.  El miedo a sentir solamente estos guantes fue mucho mayor que las dudas que abundan en mí y de las cuales no puedo decir nada.

Quería estar dentro de ti para sentirme completo.

Siempre tengo miedo de mirarte a la cara cuando estoy dentro de ti. Aki-chan a veces pareciera cómo si supieses todo de mí y otras cómo si no tuvieras la menor idea de quién soy.

Tropiezo un par de veces al ir más rápido de lo que me permiten estas torpes piernas. Pero no importa. Si me lastimo puedo apoyarme en ti y decir que me cures...  como antes.  Taka-chan fingiendo caerse era una de mis mejores actuaciones. Cuán pequeño era entonces, ahora se supone que no debo fingir, tan solo hacerlo.

Subo las escaleras a zancadas y termino de nuevo en el primer piso, aboyado como siempre. Reúno lo que está disperso y subo con el dolor picándome las rodillas. Camino de largo y doblo a la derecha, directo a nuestra salita.  Abro la puerta y empujo.

Te veo cabizbajo afinando la misma cuerda de siempre. La misma que afinas cuando estas triste. Te detienes al sentir el silencio de la persona que ha entrado.

 

Aki-chan... 

¿Eh?

Aki-chan quiero hacerte el amor.

 

Te sonrojas igual que yo y el bajo va a dar al suelo haciendo que te asustes. Tus pies se entreveran al dejarlo en su lugar, al lado de mi guitarra. 

Me aproximó lentamente y beso tu mejilla rosada, tu cabello ha crecido y ya te cubre mucho la frente,  lo entrelazo en mis dedos y veo tus ojos asombrados. ¿Hacía mucho que no me portaba cariñoso contigo?

Lo lamento.

Tomo tu mano y no la suelto. A pesar que vamos en los asientos delanteros del bus, no la suelto. Apoyo mi cara en tu hombro y te siento temblar, río y me sobo en tu chaqueta. La tarde ya murió y las luces de la calle ya están encendidas.

Cuando subimos lentamente de la mano rumbo a nuestro departamento, sigo apretando tu mano inerte. Doy un paso más que tú y saco las llaves de mi bolso, la introduzco y te cedo el paso. Sonrío al notar aquel inexplicable nerviosismo que posees, cierro tras mí y dejo mi bolso cerca a la puerta, coloco al costado mi cuaderno y voy hacia ti.

Me paro de puntitas y alcanzo tus labios. Te beso lento, como formando hondas en el agua, te saboreo bien para tratar de recordar tu beso a todas horas. Sé que me miras sorprendido, mas no le muestro atención a tu desconcierto. Nos hago caminar hasta la habitación vacía y nos deslizo hasta sentarnos, te apoyas en la pared y no dejamos de besarnos despacio.

Desato los botones de tu chaqueta y la dejo a un lado, te hago alzar los brazos y te quito la polera de lana que llevas, beso tu cuello y tus ojos. Me despojo de lo que llevo y observo como me quitas los guantes violetas. Los dejas sobre tu ropa y nos besamos sin mediar palabras o preguntas.

Al tenerte ya desnudo y excitado debajo de mí noto que estás apunto de voltearte. Pero te detengo.

 

Quédate así. Quiero mirarte. Puedes mirarme... 

 

Dentro de ti, logro sentirme de nuevo protegido. Puedo ver las muecas que haces y tus ojos acuosos mirándome asombrados, beso tus labios sin más y te digo te amo mientras miro tu cara. Ya no quiero ocultar esto que llevo diciéndote "voltéate" como siempre te lo he hecho. No puedo hablar, sin embargo no quiero escaparme de ti.

Lo siento Aki-chan...

Solo déjame excederme un poco más.

¿Puedes aguantar a este caprichoso que hace que estés triste a menudo?

Déjame hacerte el amor muchas veces más. Quiero apaciguarme haciéndotelo lentamente, sorpresivamente.

 

Ha sido la segunda vez que te he hecho el amor... 

¿Eh?

 

Levantas el rostro que tenías apoyado en mi pecho. Acaricio tu cabello y luego tu nariz al verte con esa expresión tan graciosa.

 

Que yo recuerde me lo has hecho muchas veces.

Las otras veces he sido un bruto contigo.

Bueno, es como tu pequeña venganza por lo que yo... 

¡Que no, que he sido un bruto! Deja de darme por mi lado siempre... 

 

Miro a un lado. Por una vez hazme sentir culpable.

 

Taka-chan está inusualmente tierno hoy.

¡Siempre soy tierno!

Sí.

Pero también puedo ser un bruto si quiero. Aki-chan no te duermas... 

No lo hago, solo te escucho, hacía tiempo que no escuchaba a tu corazón. Y sí eres tierno, incluso cuando me mandas al demonio.

Je...  ¿en serio?

Y tienes razón, es la segunda vez que me haces el amor... 

Ya deja de decir sí a todo lo que digo.

Sí.

¡Aki-chan!

No te muevas...  déjame dormir.

 

Deshice el puchero que tenía en mi rostro y abrace su cuerpo para dormirme después yo también.

 

¡Rukiiii!

¡No me jodan, me largo!

¡Pero Ruki!

 

Antes de dar el portazo escuché claramente que Yune se quedaba con Akira.

Malditos imbeciles, hago todo mi esfuerzo y no les cuesta nada decirme sí.

 

¡Ruki!

No me jodas Uruha.

¡Me has dicho Uruha, qué cruel, para ti siempre seré Uru-chan!

 

Enciendo un cigarrillo, doy una bocanada.

 

Ya no te enfades con Aki.

¡El tiene la culpa, no puede si quiera hacerlo!

Pero él pensó que sonaría mejor de ese modo y no está mal de todo...

 

Le miro con mala cara y Uru-chan se queda callado.

 

Venga enanín no te desahogues con Aki. Tan bien que estaban, ¿te parece un helado ahora?

¿Ahora? Hace frío.

¿Unas castellas? En la dulcería de la vuelta han hechos unas de muerte, me pasé antes de venir y se ven apetecibles, además quiero una malteada de chocolate y para ti una igual, a que no te provoca...

Mmm... suena bien. ¿Tú pagas?

Obvio si yo te estoy invitando.

¡Vamos!

Eres un demonio, luego Aki vendrá llorando a buscarnos, jajaa.

Tú eres el cruel por decir eso de mi Aki-chan.

¡Engreído!

¿Y qué? Así me quieren.

Jajaja.

 

Bajamos las escaleras porque el ascensor estaba ocupado.

No es que sea cruel con Aki, pero él puede dar mucho más y a veces solo para que nos larguemos pronto se pone a intentar las cosas más sencillas sin pensar en complicar los sonidos.

 

¿A dónde van?

A comer castellas Aoi-san.

¿En serio?

Vete Yuu.

¿Por qué? No me jodas engendro, no me digas que estás sensible por lo de ayer, no seas dramático.

¡No quiero que me hables!

No seas mujercita.

Vamos Aoi-san.

Ok.

Uru-chan invita.

¡Grandioso!

¡No le voy a invitar a él!

Llamaré a Yune para decirle que el engendro invita.

¡Que nooo, solo pago lo de Ruki!

¿Cómo va la nueva canción Takanori?

Con problemas y quiero tu parte ya, ahora, volviendo.

¡No me ignoren, par de aprovechados!

 

Aliarse con Aoi-san es genial cuando queremos vengarnos de Uru-chan o Aki-chan. Además que Uru-chan ya no le puede decir que no a Yune.   

Es genial tener un hermano mayor, jajaja

 

 

 

Continuará... 

Notas finales:

 

Hola a todos, cómo van.

GRACIAS por los REVIEWS, ya están todos respondidos así que pueden leer sus respuestas. Esta vez los reviews han estado larguitos, jojojojo! Arigatou por eso. 

Yendo al capi, ¿qué les pareció? ¿les gustó? Salen las nuevas canciones de gazette, bueno las nuevas de ese año, del 2002, jaja, el Shiawase na hibi y el Machibouke no kouen de...

Me pareció conveniente hacerlo de este modo y desde la voz del enano, creo que era justo y necesario. Para ser sincera no me había dado cuenta que Taka estaba dejando de lado a Aki con sus demostraciones de afecto *Misa-misaaa, tú fuiste, tú, tú la que me traumó* Me puse a leerme y me di con que era siempre Aki-chan quien babeaba por el enano... y dije, oh my god!!! Qué pasó... pero supongo que eso parte de la personalidad de Taka y de las cosas que lleva y guarda para sí mismo. A veces eso impide el acercamiento hacia el otro.

Empecé con lemon y terminé con el.

El departamento es el refugio de ese par que no puede hacerlo en otro lugar, cuánto más se podrá ocultar la verdad entre ambos no?? En parte en eso estallan los disgustos de Taka, alguien que no puede guardar ciertas apariencias cuando se ven involucrados sus sentimientos.

Bueno eso es todo, no sé cuando subiré el próximo capitulo, por el momento tengo guardado uno por si demoro mucho, pero igual...  Animo a todos y mil besitos.

 

Ne una agredecimiento a todos los que leen y se animan  a dejar un gracias o un sigue! ne, un abrazo a la musa de los ultimos capis, hahaa, ne pero es que es la verdad! Ne mujer, Misa-misa hay que apoyarnos, mutuamente, ella dijo algo lindo como que pudo apoyarse en mi cuando lo necesitaba, ne, soy yo la que también a menudo me apoyo en ti, sé que soy algo fastidosa a veces, pero me gusta conversar y si es del DEDO ANOMALO DE REITA MAS, hahaa.

Solo eso, si tienen alguien a quien decir gracias haganlo mucho!

Me voy ahora así!

¿Me dejan reviews?

Manabuu

 


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