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Promesas inevitables por Manabuu

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Inevitable XXVI - parte B

 

 

Llueve a cántaros y yo corro por aquel pasadizo que no tiene fin.

Las sombras del agua se deslizan torrentosas por los cristales, su luz azul parece impregnarse en mi ropa blanca. Corro asustado, las plantas de mis pies queman de tanto chocar contra las losetas frías, aunque no las vea sé que dentro de poco sangraran por el choqué duro al que las obligo a avanzar. Quito la vista del horizonte tenebroso y poso los ojos en mi pecho solitario, ya no tengo un corazón con el cual sufrir, lo he perdido o este ha huido de mí por mi insistencia tonta en dejar de sentir, sin embargo ahora, en este momento, lo hecho de menos...

¡Deseo sentir y vivir!

¡Anhelo volver a llorar como el verano!

Sintiendo el sol bajo mi cabeza, dejando que sus rayos quemen mi blanca espalda, quiero recuperar el calor y salir de este laberinto sin final o sin principio. ¡Porque siempre ando persiguiendo algo de lo que no tengo la menor idea!

¡¡Corro y avanzo, corro y retrocedo!!

¡No hay alguna diferencia!

Es lo mismo desde esta posición.

Intento detener mis pies, más es imposible.

Entonces me aferro a las paredes, observo a mis piernas moverse frenéticas, aullidos llegan hasta mis oídos, asustado veo como los cristales crujen y tiemblan. Arrastrado contra mi voluntad, los gritos, gemidos, gruñidos se vuelven anormalmente insistentes, soy aventado hacia la realidad y busco taparme lo ojos para no verte montando a esa mujer, grito y mi voz se pierde y retumba en mi interior, desgarra mis intestinos, revienta mis pulmones, destroza mis entrañas y sangro.

No puedo detenerte y no puedo detenerme.

Tu risa extraña se gira y me sonríe.

Volteó a ver la lluvia azul, es la solución sin contradicción, sin pensarlo corro contra los cristales, al volar entre las gotas del cielo siento que he vuelto a sostener al corazón que me había abandonado, antes de caer contra el pavimento mis ojos se unen a los tuyos... 

Ya no me amas... 

Mis huesos crujen al impactar y salen disparados apuñalando mi carne y tu sonrisa ahí, y tu no te amo deletreándose en esa lengua roja... 

 

¡Mmm!

 

Está lloviendo, los ojos locos buscan alguna referencia y asustado doy un grito al ver una sombra moverse en la oscuridad.

 

¡Tranquilo, tranquilo, soy yo, Uruha!

¡Yo!

Te trajimos de emergencias. No te bajaba la fiebre.

 

Me dejo caer en la cama, molesto intento sacarme el suero, pero mi amigo me detiene y me sujeta el brazo con fuerza, luego lo deja tranquilo al notar que no haré algún movimiento o que buscaré quitarme la vía.

 

¿Te duele aún la cabeza?

Sí.

 

Le contesto y cierro los ojos.

He tenido una pesadilla demasiado real, suspiro profundo y siento que no tengo ningún líquido en mi garganta, Uru-chan se da cuenta y me acerca un poco de agua.

 

Dicen que es una infección lo que has tenido y que estás demasiado estresado. Te hubiera podido dar un...

¿Y Akira?

 

Lo suelto finalmente, miro a un lado evitando la mirada de Uru-chan. No quiero ver las expresiones que hará, ya que con solo contemplarlas sabré la verdadera respuesta a lo que temo y aún no deseo enterarme. Los segundos pasan lento, como calculando nuestras ideas o respiraciones.

 

Estuvo aquí.

 

Es mentira.

Ese tono de voz me revela que es una mentira amable.

 

¿De verdad?

Sí, pero ya se fue...  no ha tenido un buen día.

Me imagino. Debe estar aburrido.

Ruki... 

¿Qué?

No saques conclusiones tan pronto. Entiende un poco.

Lo sé. ¿Cuánto estaré aquí?, ¿ya podemos irnos?

Mañana a primera hora nos vamos. Tazawa-san también estuvo aquí, me pidió que me quedara contigo, debemos de agilizar lo referente al oneman. También, sobre el ómnibus...  ¿de acuerdo? Las presentaciones ya son dentro de dos semanas y estaremos muy ocupados, sin contar que la primera semana de Octubre ya debemos presentarnos.

¿En qué local será?

Probablemente en el Night club, ¿te parece bien? A mí me queda súper, total ahí empezamos, venderemos entradas solo con nuestro nombre, jaja...  ¿Ruki?

¿Mmm?

 

Lo miré de frente.

 

Hay que animarse, vamos a trabajar mucho desde mañana por lo que Tazawa-san pidió que te medicaran.

¿Medicarme?

Dicen que estás desnutrido, te han mandado unos tónicos vitamínicos, vas a tener que tomártelos todos los días entre las comidas, se calientan y te los tomas como si fueran zumitos, simple, así vas a estar fuerte aunque obviamente no vas a crecer ningún centímetro.

 

Sonreí sin querer y ante eso Uru-chan dio un soplido, colocó una silla junto a mí y se apoyó en la cama. 

 

Dime Ruki...  qué tanto rollo con Yune, ¿eh?

¿Qué?

 

Entorné los ojos y me acomodé de costado para verle bien. 

 

No sé a qué te refieres, Uru-chan.

No te hagas el tonto conmigo, puedes ocultarlo de los demás, pero hablas con Uruha-chan  y aunque ande un tanto distraído como tú y los demás me sacan en cara siempre, no tiene nada que ver con que haya dejado de ser sensitivo...  dime qué pasa entre ustedes.

 

Pasé saliva, busqué cualquier cosa convincente en mi mente, algo con que atacar y salir del bochornoso asunto.

 

¿Acaso te preocupa aquello?

No me cambies el tema.

No lo hago.

Sí lo haces, te conozco bien. ¿Qué pasa con él? Estabas como loco, ni siquiera te interesaste por nosotros y saliste corriendo a buscar a Yune, eso no es muy normal. Claro si hubiera sido Aki estaría bien, pero...

¿Intentas decir que tengo algo con Yune-chan?

No te enfades.

Tú estas insinuándolo.

Pero qué puedo pensar y no solo soy yo.

Ja, tratas de decir que Akira también lo piensa, ¿le he dado motivos dime?

¡Ruki!

 

Me senté como pude, eso era horrible, un mal entendido, cómo podían pensar eso... 

 

Quiero estar solo. Déjame.

¡Ruki! No te pongas a la defensiva.

Tú estás acusándome.

¡Demonios, no malinterpretes!

Cualquiera que te oyera lo pensaría, además, el día en que bebimos también me di cuenta de lo que te traías en manos con Yune.

 

Dejé de temblar, había dado en el clavo.

Uru-chan había palidecido al instante.

 

¿Qué?

Lo que oyes. Y eso no es una suposición. Sí pasó.

¿Acaso Yune te lo dijo?

¡Entonces es cierto!

 

Abrí los ojos,  Uru-chan había caído redondito.

Obviamente Yune no me mencionó nada, pero el modo en cómo se miraban lo decía todo. Froté mis mejillas con las palmas de mis manos, no podía creerlo, de nuevo estarían saliendo... 

 

Uru-chan acaso has vuelto con él.

No.

¿Entonces? Mira Uru-chan si quieres intentarlo de nuevo, bien por ti, pero no voy a dejar que esta vez sea Yune el que salga mal parado del asunto.

¿Qué me dices? Te estás escuchando Ruki...

Yo no tengo nada con él. Pero es mi amigo y sé varias cosas...

 

Me detuve al ver el cambio de expresión en Uru-chan, pensé en las palabras adecuadas, no debía soltar mucho de lo que sabía o traería problemas.

 

Lo he llegado a conocer bastante.

Se nota...

Sí, pero no voy acostándome con él, como tú... 

¡Oye, Ruki!

¿Qué? ¿Por qué te enfadas? Si lo hiciste, ya pasó, si no quieres tener nada con él, entonces no vuelvas a hacerlo y todo acabado... pensé que tú ya salías con alguien más y no me mires de ese modo, no soy estúpido Uruha, se nota a kilómetros que tienes una relación, pero nunca has querido que ninguno de nosotros lo sepamos y lo respeto, es tu vida... aunque antes, siempre me contabas tus cosas...

Sabes Ruki, no me siento tan animado para seguir hablando, iré a dar una vuelta.

Sí huye, vete.

No estoy huyendo.

 

La voz seca y fuerte de Uruha se extendió por la habitación.

Lo vi de nuevo sentarse en la silla y cubrirse las manos con los ojos.

 

Crees que no pesa haberlo hecho...

 

Guardé silencio. Esperé hasta que él volviera a retomar la palabra.

 

Estaba borracho.

...

Y lo peor de todo es que lo disfruté...  odio ese día.

 

Alcancé una de sus manos y la tomé fuerte.

Uruha lloraba en silencio.

 

Qué cosas sucias hice ese día. Fue todo un bacanal.

Pero ya pasaron y no tienes porque repetirlas. No tenemos porque repetirlas.

No es tan sencillo. 

 

Dejé su mano sobre sus piernas.

Mis hipótesis se comprobaban, Uru-chan sí salía con alguien y se notaba que le gustaba mucho. Me alegré por él.

 

Tómate tu tiempo y después, tal vez deberías hablarlo con esa pers...

Me odiaría. Prefería mantenerlo en silencio, ¿ok, Ruki?

De acuerdo, no diré nada y Yune tampoco lo hará, no tendría porque decirlo. Lo que ocurrió esos días debemos de dejarlo atrás, después de todo esos no éramos nosotros, ¿no?

Bien.

 

Entrelacé mis dedos y los miré un momento.

 

Uru-chan, dime...  cómo es la persona con la que tú...

Ruki.

¿Mmm?

No me pidas que te cuente ¿ok?

Pero por qué...

Es algo complicado.

Aún así, ¿te va bien?

 

Hice un leve puchero.

¿Por qué no podía hablarme al respecto?

¿Acaso era un narcotraficante o un...?

 

Uru-chan, no me digas que es alguien del bajo mundo... 

 

Mi amigo me miró y al instante rió de buena gana. No lo imité, quién lo entendía, si no era tan malo, a qué se debía tanto misterio.

 

Nada de eso. Sí voy bien con esa persona... mucho y por eso me asusta lo que me pasó. Te pido que tampoco se lo digas alguien más. ¿Podrías hacerlo Ruki?

De acuerdo, pero tú igual, quiero que dejes de pensar esas tonterías con respecto a Yune.

 

Uru-chan cruza los brazos y me da una mirada divertida.

 

Está bien. Ya que no creo que todo lo que sientes por Aki se haya ido al tacho.

...

Ruki...

Dime.

Tienes que arreglar las cosas, creo que a Aki le ha dado bastante fuerte el mal humor contigo. La verdad es que él...

No ha venido ¿no?

Aja. Y algo más, no creo que sea conveniente mencionarlo ahora, pero... 

¿Qué pasa?

 

Me acerqué al borde la cama y apoyé las palmas fuertemente.

 

Yuu se enteró.

No te entiendo... 

 

Para cuando Uru-chan me lo mencionó me sentí desnudo y desesperado.

Aoi-san se había enterado de mi relación con Aki-chan.

Caí en la cama a la par que Uru-chan me arrimaba y se metía entre las cobijas para contarme mejor todo.

 

Fue bastante impactante.

¿Nos viste? ¿Los demás nos vieron?

No sé, yo no te vi... ok, sí te vi, pero no me acuerdo bien, estaba oscuro. Pero Yuu sí que lo vio todo, mira, Ruki, estábamos dopados, pero Yuu sí se dio cuenta que lo que tú y Aki hacían era más real que su heterosexualidad.

Mierda...  con razón estaba de ese humor... oh, diablos, qué hice...

Ruki, acaso no es mejor así.

¡Pero no era el modo! ¡Nos vio cogiendo! ¿Sabes cómo cogemos Aki y yo?

 

Uru-chan negó con la cabeza, lo miré de lleno y él cambió la expresión y ¡lo afirmó!

 

¡Cómo!

¡No soy un pervertido!

¡Acaso no sabes lo que es privacidad!... demonios, qué voy a hacer.

Qué van a hacer, mejor dicho. No te olvides de Aki.

Akira no me quiere ni ver, no me dices que...  Uru-chan y si termina conmigo...

¡No seas estúpido!

 

Me tapé con las mantas.

Otra vez venían las incertidumbres y las dudas, caray... porque mi vida tenía que ser de este modo.

 

Oye, Ruki...

Cállate...

¿Estás llorando?

¡¡No!!

 

Uru-chan se coló debajo también. Y aunque intenté taparme los ojos no lo logré.

 

Ese es mi Ruki-chan.

¡Oye!

Ya no me estaba gustando que no mostraras lágrimas por Aki.

¡Tampoco es como si fuera una mujer!

¿En serio?

Demonios...

Ruki-chan se está haciendo adulto...  pero si te pones a llorar delante de Aki así, seguro y te perdona en un dos por tres.

¡Qué! ¡No voy a rogarle, no he hecho nada, en primera él me mintió, mintió sobre Yune y además él...!

 

Me callé de inmediato.

 

Y además, ¿qué?...

Olvídalo, durmamos... estoy muerto, ya ni sé que digo.

Ok. A partir de mañana nos tocará feo, y eso que tenemos que ir a trabajar. Ah por cierto, me reuní con tu jefe, dice que te va a descontar la mitad del mes.

¡Ah!

Sí, dice que has tenido regulares faltas... 

Mierda... 

 

No agregué nada más.

Después de todo el jefe estaba en su derecho, las escapadas con Yune se daban cuando se suponía debería estar trabajando, aunque también hubo otras en que olvidamos ir a Matina.

Me acomodé en la almohada y observé el techo...  horribles días acechaban desde el filo de la cama, ya podía verlo ahí con sus ojillos pequeños y sus dientes verdes deseando devorarme...

Cerré los ojos no sin antes darle una mirada a Uruha, él ya se había acomodado dándome la espalda. Di un suspiro y me dejé llevar por el sonido de la noche.

 

De una vez por favor, que el tracklist debe estar listo ahora, ¡now!

 

Una semana y media.

Una semana y media exacta y solo faltaban cuatro días para que diésemos juntos nuestro primer oneman, con solo nuestro nombre impreso en las cien o más entradas que se venderían y un asco de ambiente de trabajo entre nosotros.

 

¿Yuu-kun dónde vas? ¡¡Yuu-kun!!

Voy retrasado, tengo que estar puntual en el centro comercial.

¡Yuu-kun, vuelve, vuelveee, no terminamos la reunión aún!

 

Aoi-san.

Se había conseguido un trabajo extra por unos cuantos días como empaquetador de ve a saber Dios qué cosas, la cuestión es que de ocho de la noche hasta las doce no lo veíamos por Matina, con lo que las horas de práctica con él, tomando en cuenta que ahora se tomaba muy en serio las horas extras en el cafetín donde trabajaba, se habían reducido a dos. 

 

Esto es el fin del mundo o qué ¿eh? Hola a todos, siento la tardanza, tuve que irme de improviso a Shinjuku.

¡Yune-kun, qué son estás horas de llegar, son las nueve de la noche, tenemos que ensayar para su presentación y no puede ser posible que a las justas y te des la molestia de venir! ¡¿Dónde está tu responsabilidad?!

Ya sorry, pero yo también me parto el lomo para pagar la putada de los singles... 

¡Yune-kun no me hables así!

 

Yune-chan.

Era un maldito sin corazón. Eso era, todo el tiempo evitándome y encerrándose en sí como un condenado. Desde aquel día no había dejado de escurrirse e irse para evitar conversar conmigo. Era insoportable tener que espiarlo para ver si cometía una burrada en el baño, por suerte no vi nada extraño y como es de esperar a las justas y me tomaba las llamadas que le hacía al móvil y si lo hacía, bastaba que yo empezase a sacar el tema de las drogas a flote para que me cortara diciendo que se moría de sueño.

 

¡Abrígate, colócate la mascarilla, tienes solo cuatro días para ponerte bueno, cómo se te ocurre enfermarte ahora, cómo se te ocurre, qué vamos a hacer si te pones peor, acaso Yuu-kun va a tocar ambas guitarras!

No es mi... ¡a-a-a-chuuuu!

¡Tráiganle un té, rápido, tráiganle un té, un antigripal!

¡Achuuuu!

 

Uru-chan.

El pobre se había enfermado de la gripe por mi culpa, ya que ni Aoi-san quería tenerme al lado, por motivos más que obvios y... 

 

¿Hasta cuándo vas a estar así? ¡Hasta cuando, cómo se te ocurre largarte a Setagaya si sabes que estamos justos de tiempo, no te he visto ni una sola vez en algún ensayo, Akira Susuki!

...

¿Quieres seguir en la banda? ¿Quieres tocar aquí? ¡Mírame cuando te hablo! ¡Ruki-kun, me explicas ahora mismo que sucede aquí!

 

Aki-chan se había borrado de Matina, de la casa de los abuelos, de mi vida.

No existía para él.

 

¡¡Ruki-kun!!

Tazawa-san ya déjelo en paz, que Ruki sabe menos que usted.

¡Cómo es... voy a volverme loco! ¿Acaso no quieren que les vaya bien en su presentación? No los entiendo, no los entiendo, ¡qué les ha pasado!

Tazawa-san...

¡Nada, nadie me sale de aquí hasta que no este listo ese tracklist y se ponen a practicar ahora mismo!

 

Observé a nuestro pobre manager salir tirando la puerta.

 

Tenemos que hacer... 

 

Me callé cuando observé a Aki-chan levantarse y...

 

¡Siéntate Akira!

...

¡Qué te sientes!

 

Afiancé mis dedos fuertemente en el borde de la mesa cuando vi a Uru-chan detener a Aki quien estaba a punto de irse.

 

¡Coño que me sueltes!

¡Que te sientas!

Tengo asuntos pendientes.

¿A sí? Pues que se jodan tus asuntos, ¡primero es Gazette, acaso vas a dejar la banda por asuntos personales, eso no tiene nada que ver con Gazette, sé más hombre Akira, ¿quieres?! No nos jodas la banda solo porque tienes un problema con alguno de nosotros.

 

Pasé saliva.

 

No hace falta que hagas todo este drama, es más que obvio que tus cosas con quién tu ya sabes no van nada bien, pero ya habrá tiempo después del oneman para que puedas solucionarlas. Mientras tanto Akira, y tú...

 

Miré de lleno a Uru-chan. Un nudo en mi garganta se formó.

No pude evitar que la cara se me tornase roja, odié mis orejas arder, Uruha y sus ojos inquisidores, Akira evadiéndome con tanta facilidad... 

 

...Ruki, van a trabajar juntos y no me miren así, dentro de la banda somos compañeros, deja de hacerte el distraído Yune, contigo también va la cosa, si tan solo tú no...

¿Yo qué? ¡Ah por favor, no me vengas a decir que la culpa es mía ahora!

¡Yo no he dicho eso!

¡Lo estás diciendo!

Ja, ¿entonces de quién más es la puta culpa de toda esta porquería eh?

 

La sangre se me heló cuando Akira se soltó de un tirón del agarre de Uruha y se aproximó donde Yune.

 

¿Qué dices Reita? ¡Me estás tirando la responsabilidad!

¿¡Entonces a quién mierda debería!?

 

Me levanté cuando la silla de Yune rodó por el suelo. Ambos, él y Aki se tomaban de los bordes de sus chaquetas. Uru-chan detrás intentaba calmarlos.

 

¡Ya basta!

No es mi culpa que no confíes en tu novio.

¡Yune!

¡Eres una mierda!

¡Akiraaa!

 

Fue instintivo.

Ni siquiera sé porqué lo hice, tan solo me arrodillé junto con Yune cuando éste cayó sentado tocándose la mandíbula.

 

¡Ya basta, chicos!

¡¡Ahí lo tienes, ahí lo tienes Shimaaa, te lo dije, vez como lo defiende, porque no vas y también te revuelcas con él!!

¡Akiraaa!

 

Y grité.

Mi boca se movió sola y solo soltó lo que llevaba dentro ahogándole, fue cruel sí, pero lo que él dijo fue igual de doloroso.

 

¡Ok, lo haré, si tanto lo dices, iré y me revolcaré con quien me de la ganaaaa! ¡Vámonos Yune, vámonos!

 

Tiré la puerta, las uñas de Yune me lastimaban la palma de la mano, sin embargo mis piernas se movían sin detenerse, aún cuando el calor doloroso se posó en mis pantorrillas yo seguí sin detenerme. El tiempo corría en contra, me obstaculizaba el paso, tal vez intentaba hacerme volver, pero no lo lograría.

Las palabras que gritó él, las palabras que grité, todo invadía el ambiente mortificando el oxígeno...  igual que en mi sueño. Era su lengua diciendo no te amo. El veneno saliendo a cantidades inimaginadas y yo solo pudiendo huir como tan bien sabía hacer.

 

¿Hasta dónde piensas correr?

 

¡Mierda!

Me detuve en seco respirando agitadamente.

La mano de Yune se deslizó de entre mis dedos y quedé solo. El color amarillo de las paredes me provocó náuseas, el piso, la alfombra que lo cubría... 

 

Igual él no...  Regresemos.

¡No!

¡Vamos, acabemos con todo este mal entendido, ya deja de hacerte el difícil y habla con él!

No quiere escucharme... 

 

Me apoyé en la pared cansado y sobé mi rostro con fuerza.

No tenía ánimos, ni energías para abrir la boca con él, tan solo nos lastimaríamos más y más, después de todo, ya nos estábamos sumergiendo en un círculo vicioso que parecía no acabar.

 

Oye Ruki... tan solo vuelve con él y habla, aunque sea miente.

¡Yune!

¿Qué dije?

 

Me volteé de improviso y miré en sus ojos negros.

 

Qué tratas de decir, estás imbecil...

No. Solo te digo que arregles las cosas.

¿Mintiendo?

Si eso hace sentir bien a Reita hazlo, vamos dile que soy yo él que te obligó a buscarme, no sé, pero haz algo, y luego ve a buscar a Yuu que la estuvo haciendo del mierda del año con lo que tú le estuviste ocultando.

Aoi-san no es...

Ya sé, pero es por eso que el está desentendiéndose con Gazette, si sigue de ese modo nos va a dejar.

Para de decir aquello...

Es la verdad, lo conozco y lo va a hacer porque le jode que le vean la  cara de tonto, además por como nos va dudo que le de pena o frustración dejarnos. En el festival va a ver gente interesante buscando músicos para jalarlos a sus bandas o proyectos, así que por eso te lo estoy diciendo con anticipación.  Regresemos y habla con Reita.

 

Reí amargamente.

¿Quién pensaría que Yune me terminaría diciendo estas cosas?

Pero no volví.

Hubiera sido inútil también hacerlo, ya que al llegar después de un par de horas Uru-chan y él se habían borrado, de seguro se fueron a hablar o charlar o beber, quién sabe, la cuestión es que solo nos quedó entre los dos hacer el tracklist y presentárselo a Tazawa-san  que andaba histérico.

 

Ya deje esa cara.

¿Me vienes a consolar a mí Yune-kun?... Ni que...

Tazawa-san...

Lamento decirlo, pero deseo que alguno de ustedes se haga responsable de todo esto, es demasiado para mí.

 

Yune y yo nos miramos las caras asustados.

¿A qué se refería con tomar responsabilidad?

 

Ya van casi un año y ni siquiera tienen un líder, yo tengo que encargarme de todo, correr para aquí, ver el vestuario, contactar con los auspiciadotes, hablar con el gerente de marketing, perseguirlos para que practiquen, ver si su vida privada está en buen estado, no tengo seis vidas, ¡solo una! Así que se reúnen y me dicen luego quién va a ser el líder para delegarle las responsabilidades.

Pero señor...

¡Tazawa-san!

¡Ahora sí me dicen señor! Ustedes son incorregibles, ¡incorregibles! Mañana los quiero a primera hora aquí y no vengan con excusas, si van a hacer las cosas bien hay que sacrificarse yo no quiero estar perdiendo mi tiempo. Buenas noches.

 

 

Sonreí de mala manera y me lancé al mueble duro que teníamos.

 

Yo le digo a Yuu no te preocupes. Tú les dices a los demás. Bye.

¡Yuneee!... cabrón odioso...

 

A pesar de las intenciones de Tazawa-san de conseguir un líder entre nosotros, no dio resultado, al día siguiente cuando nos reunimos una discusión estalló entre Yune, Aki-chan y Aoi-san, fue inevitable, por lo que la aprobación del listado para el oneman ni siquiera fue revisado por los demás, con lo cual tan solo Tazawa-san pudo dar su visto de revisado y aprobado. Los días transcurrían sin siquiera perdonarnos el tiempo que perdíamos en idioteces, la gripe de Uru-chan se acentúo terriblemente debido a una alergia que contrajo, no obstante ni se nos pasó por la cabeza sacarle en cara su irresponsabilidad, total, no estábamos en las condiciones para atacarlo siendo nosotros los que también habíamos provocado su enfermedad días pasados.

Los eventuales ensayos que teníamos tampoco ayudaron a que la armonía en la banda regresase, nada. Parecía como si aquellos días en donde nos llevábamos realmente bien se hubieran quedado olvidados o estancados en algún mundo desconocido, incapaces de alcanzarnos de nuevo.

De vez en cuando volteaba el rostro por sobre mi hombro y observaba a Akira. Lo veía concentrado tratando de calcular quién sabe qué cosas mirando las cuerdas de su bajo, resoplando su flejillo ya crecido, torciendo los labios cuando nos equivocábamos en algo tonto u obvio, asintiendo sin mirar a los ojos a Aoi-san y por supuesto lo veía ignorarme por completo como a una plaga. Incluso cuando el problema era una entrada y yo no respetaba el tiempo para retomar la canción de nuevo fue todo en vano esperar que él se dignara en regalarme su voz. Las quejas venían de otras partes, o era Uru-chan quién comprendiendo la situación me amonestaba pacíficamente y de nuevo regresábamos al ensayo sin más explicaciones.

Pero yo no podía hacer más.

Akira estaba sano y salvo, con su enojo comiéndole por dentro pero bien.

Volteaba a menudo y me sentaba junto a Yune para hacerme compañía a mí mismo, entraba en pánico cada vez que notaba cualquier polvillo blanco en su ropa, y lo único que hacía era sacudir con fuerza y golpearlo haciéndome el idiota y el tonto para que los demás no se percatasen que esos golpes llevaban más que un simple fastidio por la ropa sucia.

Sentía que yo también me iba a volver loco en cualquier momento.

Como aquella vez en que lo encontré aspirando algo del filo de la mesa desgastada de nuestra salita. No pude impedir llenar la habitación de gritos, no me controlé tampoco, tan solo estallé contra él, sin embargo Yune no me contradijo en nada, solo me escuchó con sus ojos negros en total silencio, sin apartar un segundo la vista de mi cara.

Era nuestro juego de escondernos de los demás.

He pasado muchos días intentando comprender porqué lo hace...  pero no le encuentro explicación, ama la música, pero sabe que todo se puede acabar si se enteran que él se droga, entonces a qué punto va su adicción...  desearía ser Dios para verlo por completo y ayudarlo a salir de ese hueco sin fondo en el que se hunde sin que nadie más aparte de mí se percate de su situación.  Sin embargo es algo imposible.

Los días han pasado y solo queda un día para nuestra presentación. No obstante mi corazón está perdido y asfixiado. No puede sentirse feliz por completo, no puede sentirse triste por completo, el término medio es horrible si no sabes a dónde dirigir tu otro cincuenta por ciento de ánimo.

Miro en silencio la espalda de Aoi-san respirar calmadamente. Ni siquiera he tenido la valentía de ir a aclararle lo que tengo con Akira, tal vez porque ahora no sé si en verdad sigo teniendo algo con él. Ruedo en el futon y miro la pared en tinieblas, en la primera oportunidad debí decírselo, ahora parece demasiado tarde y sin sentido. Cierro los ojos agotado, sin embargo, el sueño no parece querer venir a mí.

Me siento y me cubro hasta el cuello con el cobertor.

Ya está empezando a hacer frío.

Si Akira estuviera aquí me tendría apretado contra su cuerpo, nos reiríamos de Aoi-san y nos besaríamos intentando hacer el menor ruido posible... si solo Akira estuviera aquí.  Suspiro, me acurruco de lado, y aún así no puedo dormir, ni siquiera al hacerme un ovillo funciona, me siento de nuevo y gateo hasta dar con mi bolso gris, será una locura y será en vano...  sostengo fuertemente el móvil, lo enciendo... 

Aprieto send, su nombre brilla en la pantalla...  solo unos momentos más...  cuelgo sin más. Cansado de todo me tiro en el futon, dejo a un lado el móvil y cubro mis ojos.

Ya sabía que iba a suceder así.

Pero quería creer que no.

Me avergüenzo de mi debilidad, tanto así que me da rabia, golpeo el futon con mi pie. Por lo menos me hubiera cortado, aquello me habría dicho que se tomo el tiempo de leer mi nombre y entonces decidir no contestar...  eso es mejor que ser ignorado. Me cubro por completo y simulo no saber nada al respecto, sin embargo la soledad y el frío en el lado izquierdo de donde duermo alejan los intentos de poder conciliar el sueño. Aprieto la sábana y me descubro de nuevo, alcanzo el móvil y...  

 

Diablos... 

 

Antes de apretar el nombre de Akira, su nombre se encendió en la pantalla, miro el dibujito del teléfono timbrando de un lado a otro, pasa un tiempo y sigue insistiendo... 

 

¿Akira?...

 

No hay sonidos al otro lado, vuelvo a mirar la pantalla y me fijo en los segundos que lleva la llamada activa. Me coloco el aparato en el oído e intento captar cualquier sonido, pero no logró escuchar ninguno... mi lengua parece adormecerse...  sin embargo si él llamó, suspiro...

 

¿Estás ahí? No vas a decir nada...  tal vez te desperté, bueno yo...  ¿Akira?

 

Me quedé en silencio de nuevo mirando a la oscuridad, notando a duras penas más allá el hilo de luz que se filtraba por la cortina. Volví a echarme e hice muchas preguntas tontas, hablé sobre el día que nos esperaba, nuestra tocada oficial...  sobre el frío que hacía... 

 

¿Sigues ahí?... ya me duerno.

 

Dije finalmente para cortar. 

Me quedé en silencio un momento anhelando tal vez...  tal vez muy remotamente...

 

Está bien, descansa. Bye.

¿Eh? ¡Akira!, ¿Akira?

 

No sirvió de nada decir algo, él había cortado después de decirme que descansara. Me acurruqué de lado sosteniendo el móvil en mis manos. Lo revise y me fijé en el tiempo de la llamada: 10 minutos y cuarenta y tres segundos... 

¡Había resultado cierto!

¿Qué fue sido eso entonces?

¿Era esto un avance? O quería terminar las cosas del mejor modo...  me tape la cara con la almohada, sonreí a medias...  mañana o mejor dicho más tarde debería de verle la cara a Aki-chan e intentar un acercamiento, por nuestro bien, el de Gazette y el de todos...  Sonreí como tonto y abrí una hoja de texto en el móvil.

Lo leí entre dientes antes de enviarlo.

 

/mañana hablemos Aki-chan. /

 

Dudé un tanto, y le agregué "un beso" después de terminar la frase. Lo envié asustado, ansioso y descontrolado.

Me la estaba jugando con todo. Si él lo tomaba a bien o mal no importaba, por lo menos podía estarme con la conciencia tranquila de haber abierto la boca para buscar una solución viable.

Dejé el móvil cerca a la almohada y me di la vuelta, me cubrí por completo y cerré los ojos, cuando entonces sentí el zumbido de una vibración. Giré como loco y observé la pantalla iluminada, abrí la respuesta sintiendo un vacío terrible en mi estómago.

 

/de acuerdo, mañana conversemos... un beso para ti igual/

 

Di un grito ahogado de la emoción.

¡No podía ser cierto, Akira me había mandado un beso por mensaje de texto!

Ok, no era cosa del otro mundo, pero para nuestra situación actual era un avance significativo, enorme y ¡esperanzador!

No pude detenerme, los dedos me picaban y terminé enviando un nuevo mensaje, a pesar que tal vez aquello no ayudaría en nada.

Para mi sorpresa en menos de lo que esperaba recibí su respuesta.

Y entonces, cómo un par de enfermos los mensajes de texto no cesaron de llegar y ser enviados. Hubiera sido más fácil hablar, pero por el momento era notorio que el modo más sencillo para Akira eran las palabras escritas.

Los ojos llegaron a arderme ya que no pestañaba siquiera.

No sé cuanto estuvimos en ese plan... 

 

/quiero besarte, vuelve/

/no puedo, ya es tarde igual, me voy a quedar sin saldo/

/Aki...>o</

/mañana te besaré todo lo que quieras/

/lo prometes?/

/sí! Muero de sueño, un beso largo Taka. Hasta la tarde/

 

"Hasta la tarde"

Sería el momento más deseado.

Sonreí como un tonto y abracé mi móvil. Después, antes de dormir, gateé hasta el armario, abrí uno de los cajones y busqué desesperadamente entre la oscuridad lo que deseaba...  reí bajito cuando lo pesqué.

Una polera de Aki-chan.

La lleve a mi cara y aspiré el olor.

El aroma de Aki-chan estaba impreso en esa prenda. Volví a la cama y la coloqué encima de la almohada, me apoyé en ella y sintiendo el olor de Akira no dejé de sonreír mientras cerraba los ojos.

Después de días terribles, por fin podía descansar sintiendo cerca a Akira.

 

Taka-chan está tarareando sin cesar... 

¿Eh?

 

Tomiko-chan se sienta en una de las mesas vacías, yo sosteniendo la escoba la miro sin entenderle, me aproximo a ella sin decir nada.

 

¿Pasó algo bueno?

No sé...

 

Me doy la vuelta barriendo un tanto en donde ya está más que limpio.

 

Taaakaa-chan, eso me suena a Susuki Akira-san...

¡Ja! ¿Acaso mi buen humor tiene nombre propio?

¡Obviamente!

 

Río y vuelvo a ponerme frente a ella.

 

Prefiero no decir nada al respecto aún.

Ok. ¡Por cierto me verás hoy ahí haciendo sombra a las demás fans, jaja!

Jajaja, pero te pones al costadito para que no las tapes pues, jaja.

No es mi culpa medir más de metro ochenta. ¡Malo!

¡Eres demasiado alta, no te pares a mi ladooo!

¡Ven aquí enano-kun!

 

 

Jugamos un poco, no obstante los clientes empiezan a ingresar y nos ponemos al corriente del servicio. Observo el reloj cada cierto tiempo, a las dos de la tarde deberé de marcharme e irme directo a Matina para preparar la tocada, ver por el vestuario con los demás y después, más tarde irnos de una buena vez al night club.

A la hora indicada, mi feje me dice que puedo irme, pero que se las cobrara después conmigo, le sonrío con miedo, eso quiere decir que me hará hacer horas extras como un condenado. Voy a cambiarme y antes de salir, Tomiko-chan viene corriendo hacía mí. Sonríe, busca algo en su casillero y finalmente atolondrada como ella sola, saca ella misma de una bolsa negra plastificada un brazalete negro.

 

¿Y eso?

Para que te de suerte... a  ver, se ajusta así... ¡clic! ¿te gusta?

¡Está genial!

¡Yo lo elegí!

Deberías ser mi asesora de imagen, jaja.

¡Pues claro quiero que me contrates!

Coof, cof, solo bromeaba...

¡Taka-chan malo!

Eso también fue una broma. Gracias Tomiko-chan...

Pues de nada, es para que te de suerte... ya sabes, hoy nuestro Taka-chan da su oneman con su bandita de vándalos...

¡Eh!

Jajaja, vete ya que tu Susuki-san te espera...

Deja de estarte metiendo mujer...

Ya sé, pero ya quiero que estés bien, es feo verte preocupado todo el tiempo. Sé paciente con él, después de todo te ha soportado tanto ese pobre hombre...

¡Oye, estás hablando de mi novio, vete con cuidado!

¡Uy que Taka-chan se nos pone histérico jajaja, vete yaa!

¡Eso hago!

 

Antes de salir de la cafetería le di un vistazo al brazalete.

Vaya que Tomiko-chan tenía talento para elegir accesorios. Sonreí de lado y me fui a paso veloz rumbo a Matina. Quería ser el primero en llegar y en ver la cara asustada de Aki-chan. Porque de seguro eso sucedería.

Crucé el centro comercial como acostumbraba para cortar un poco el camino.

Miré el reloj central cerca de la fuente de colores. Vería a Aki-chan...  suspiré como bobo y sin querer me fijé en mi vestimenta al pasar por unos escaparates. Mi reflejo en los vídriales... torcí los labios.

No estaba tan... ah, demonios...  miré mis jeans negros ajustados, me parecía o había subido de peso, mierda, se supone que cuando uno se deprime o está estresado baja unos cuantos kilos, pisé fuerte con las botas grises y acomodé la polera blanca que sobresalía de la camisa a cuadros azules que llevaba...  debí ponerme la polera kimono roja que había comprado hace poco, qué mierda... si me veía...  Bufé fastidiado y seguí de largo...  de repente un vacío se estaba extendiendo en mi interior... 

Antes de dar la vuelta para llegar a Matina descubrí que estaba muerto de nervios.

Podía escuchar los ruiditos que hacía mi estómago, sentir con vergüenza que las palmas de mis manos sudaban. Vaya tontería...  empujé la puerta de cristal y observé bastante movimiento, varias personas iban de un lugar a otro. Lo ignoré y antes de subir al ascensor lo vi cerrarse frente a mi nariz. Carraspeé fastidiado y di media vuelta, subiría por las escaleras.

Afirmé la mochila en mi espalda, a cada paso sentía que me hacía más pequeñito y torpe... 

 

No cabe duda...  Matsumoto Takanori ha engordado... mierda...

 

No dejé de mirarme en los espejos... no me había dado cuenta de los putos espejos en casi el medio año que llevaba en Matina y ahora...  

Llegué a mi piso deprimido, fastidiado y avergonzado. De verdad que estaba terrible. Arrastrando los pies, alcancé por fin la puerta de la salita, la abrí y para el mal de males me encontré cara a cara con Uru-chan.

De verdad que era un día maldito.

 

¡Buenos! Qué pasa con esa cara hombre, ni que fuera nuestro entierro.

Hola...  ¿y los demás?

Bueno, Yune fue a comprar un par de cajetillas, Yuu no aparece todavía y Aki...  ¡hola Akiraaaa!

 

Me atoré con mi saliva, ¡fue tan estúpido!

No pude verle la cara, solo toser como imbecil una y otra vez... ¡esto es ser tan anti cool!

 

¡Ruki está morado, no te quedes como tarado Akiii, trae aguaaa!

Ah, s-sí voy....

¡Apúrate!

 

Hundido y sin verle la cara recibí temblando de la mano de Akira el vaso de papel. Lo bebí despacio, no fuese a ocurrírsele a mi organismo atorarse también con el agua... 

 

¿Mejor?

Sí... 

Menos mal, pensé que te morirías. Sabes que hay muchos casos de gente que muere por atorarse, lo vi ayer en un reportaje, ¡me dio el trauma cuando te pusiste morado! Vaya ironía, hoy nuestro oneman y se nos iba a morir el vocalista...

Gracias Uru-chan... 

Ya cálmate Shima...

Je, lo sé.

 

Los tres nos quedamos en silencio en la habitación.

Apreté  mis manos y miré las zapatillas negras de Aki. Elevé un poco los ojos y observé sus piernas. Traía puestos esos jeans que tanto me gustaban. Mordí mis labios...  llevaba la polera gris que le regalé hace un tiempo, por la que siempre me quejaba de no vérsela puesta.

Mi cara se sonrojó.

A través de mi flejillo miré su barbilla...  un poquito más y su nariz redondita estaba rosada... seguro tenía frío.

Mi cara se volvió ardiente cuando noté que él también me miraba. ¡Demonios!

 

Siento como si estuviese sobrando aquí...

 

La voz de Uru-chan se elevó y de nuevo el silencio quedó sobre nuestras tres cabezas.

 

Inexplicablemente siento esta vibra tan...  ahora que lo pienso qué  haces tan temprano aquí Akira...

¿Eh?

 

Me levanté y fui directo a la mesa pequeña que teníamos en un rincón.

 

Es el oneman...

Ah...  ¿solo por eso? Y ahora que lo pienso ustedes dos están de buen humor, antes de ayer ni siquiera tú, Akira, podías estar aquí frente a Ruki y entonces... ¡Ah!

 

Huí donde mi bolso cuando escuché la risita de Uruha y el fastidio de Aki que le decía que se dejase de tonterías.

 

Ya sé porque sobro aquí, jajaja, vale me iré, jajaja... 

Oh, hola a todos, ya compré las cajetillas...

¡Yuneee!

¡Por qué gritas, yo no he hecho nada!

 

Miré aterrado cuando Yune era jalado del cuello por Uru-chan.

 

¡Disfruten de la salita y si lo hace cierren con llave!

¡Qué mierda dices!

¿Ah, qué hablas Uruha?, qué van a hacer...

Cállate, te explico en...

 

Cuando la puerta  se cerró solo pude sentarme en el sillón duro.

Junté mis piernas fuertemente y miré el suelo.

Podía escuchar claramente los latidos de mi corazón, tan tontamente sonando por Aki-chan. De igual modo la respiración agitada de Akira se dejaba pasear por los alrededores de la salita.

Tenía que hablar yo... total fui yo quien envió el primer mensaje te texto, no obstante, mi lengua se había encogido. Tomé aire finalmente, pero mi voz no salía... con angustia elevé la cabeza y mis ojos dieron con los de Akira. Ambos saltamos asustados entonces  y noté con ternura como él se desordenaba los cabellos para cubrir sus orejas totalmente coloradas.

De repente una risita se prendió en mis dientes... sin saberlo... 

Aki-chan igual... sus mejillas rojas reían de igual forma y sus piernas tensas se relajaron y viraron a mí.

Apreté mis rodillas con las manos y no escape los ojos de él, pasé saliva dificultosamente cuando empezaba a acercarse a mí.

El corazón se me iba a salir... era un hecho...

 

Taka yo... 

¡Buenas...!

 

¡Cara compungida!

Me caí a un lado por tremenda interrupción...  y encima...

 

Shiroyama...

Váyanse a la mierda.

¡Aoi-san!

 

Dejé atrás a Aki-chan por un momento, pero después vi que él me seguía.

Era ahora o nunca...  Aoi-san tendría que oírme...  que oírnos...

 

¡Aoi-saaan!

¡Dije que te fueras a la mierda!

¡No quiero irme a la mierda, detente ya!

 

 

Fue estúpido, lo sé... ¡pero qué mas podía hacer!

Caímos en medio del pasillo, yo encima de Aoi-san, traté de inmovilizarlo, mas fue inútil. Sus gritos se prendían por el aire, solo era cuestión de minutos, solo un corto tiempo, ya que con tremendo escándalo era obvio que alguien se asomara para ver qué diablos pasaba. 

 

¡Bájate de mí, ahoraaa!

¡No, no quiero hasta que me escuches!

¿Así? Qué ahora quieres joderme a mí, después que te aburrieras con el puto de Susuki, ¡eh!

 

Fui tirado a un lado...  la cara horrible de Aoi-san, sus muecas...

... Yo sentí su asco...  sí...  era el asco de las personas... ese al que Aki-chan le tiene tanto miedo... 

 

¡Taka! ¡Maldito Shiroyamaaa, qué mierda le has hecho a mi Takaa!

Aki-chan golpeó a Aoi-san en el estómago...

Y eso qué solucionaría...  después de todo, Aki-chan... nunca quise enterarme de la reacción de mundo, no, para qué, ya la sabía con anticipación, mas...   ser vomitado por tu amigo... eso es otra cosa.

 

Ya-ya déja... 

¡Takaaa!

¡Mierda, Takanori!

 

Los ojos perdidos de ambos... 

No escuché más, porque todo se volvió oscuro.

Incluso no pensé que doliera así.

Cuando supe que era diferente al resto no sentí miedo, total, solo sentía amor, no era un psicópata o un violador o un degenerado pedófilo, no... solo era yo queriendo a otro chico. Algo tan sencillo y simple como eso, Aki-chan... por qué entonces no podía ser aceptado por los demás...  ¿por qué?

Miro mis manos y no las veo manchadas... pero mis ropas sí. Debe ser por que los que no entienden esto que sentimos nos han arrogado al lodo sin siquiera responder las dudas que tenemos.  Tan solo han actuado por miedo...  sí, yo quiero pensar que es por temor a ver algo más en donde solo hay reglas y más reglas. Sé que ellas son importantes para vivir, mas... no creo que sean sustanciales en su totalidad.

Nada es perfecto.

Ni siquiera nosotros... tampoco ellos.

Entonces por qué no dejarnos en paz si no atentamos contra sus existencias, es que acaso también tenemos que pedirle permiso al mundo para amar a alguien, ¿no basta con que el otro sea una persona y también me ame?

Parece que no, ¿verdad?

Debí comprenderte Aki-chan... ¿he pensado que todo es muy sencillo?

Es como si mi voluntad no bastara para que todo estuviese bien. No puedo desprenderme de la realidad, donde quiera que vaya, ella está ahí gritando en mi contra con tanta fuerza que ni siquiera mi voz es capaz de acallarla...

Entonces...  acaso nosotros...

 

¿Ruki?

 

¿Podremos seguir juntos?

 

¡Rukiiiii!

¡Ah! ¡Auuuu!

Menos mal, ¿me puedes ver?

 

Froto suavemente mis parpados y después miro a Uruha en una cortina de lágrimas. Las seco rápidamente y la cabeza me mata cuando intento sentarme.

 

Déjate echadito, no hagas esfuerzo... ah, diablos, Ruki...

Qué ocurrió, por qué estoy aquí.

Cómo que por qué... 

 

Me tapo los ojos... ya lo recordé...  de repente mi estómago tiene intenciones de crear en el túnel subterráneo...  no debí preguntar.

 

Tuvo que venir el paramédico tonto...  ¡Ruki, sigues anémico!

¡Mentira, me tomé las vitaminas todos los días, tú me viste!

Oh sí, pero no comiste nada, los tónicos no bastan estúpido...  Además tenías un cuadro de estrés, ¡qué te dije del estrés!

Ya deja de gritarle Uruha... 

No me interrumpas Yune, y tú pequeño anémico, yo mismo estaré controlando tu cena todos los días. ¡Pero esto es colmo Ruki y si te daba un desmayo en pleno concierto!

 

Callé...  vale, que Uru-chan tenía algo de razón...  pero tampoco todo era mi culpa...  los ojos se me aguaron...

 

Ya sé...

¡Ya sé, ya sé! Solo puedes decir eso, no te entiendo, ¡es tu salud!

Uruha ya cálmate...

¡No me hables Yune, no ves que hablo con Ruki, si no le digo estás cosas es capaz de matarse de hambre! Debes parar de hacer lo que te de en gana y escuchar a los demás, solo lo decimos por que nos preocupamos por ti, además...

¡Ya sé!...

¡¡No, no lo sabes!!

Uruha cállate ya, ¡ahora!

¡Y cómo querías que lo hiciera... ¿ah?!

 

Y lo solté...  las lágrimas se escurrieron sin que pudiera hacer algo para calmarlas...  cómo querías que estuviera bien si todo a mi alrededor era complicado... solo estoy yo apoyándomelas...  

 

Lo has hecho llorar y Ruki tiene razón...

¡Malditos idiotas!

Uruha deja de insultar... 

 

Yune me desordenó los cabellos mientras miraba a Uruha.

 

¡Pero ya me oyeron esos dos cretinos, ya no tienes que preocuparte Rukito, ni hablar, porque estoy decidido a castrarlos si así se requiere! Qué mierda esta... enfadarse como retrasados los dos... ¡¡Entren, qué mierda esperan, entren ahora!!

 

Miré horrorizado a Yune cuando Uruha se dirigió a la puerta y siguió gritando hacia fuera.

 

¿Eso?

Uruha se puso como loco cuando el médico dijo que tal vez te quedases en stop por el estrés. Ya sabes, los que estaban más cerca eran ellos, así que Uruha los culpó y los golpeó...  Uruha me dio bastante miedo... ¿hace cuánto que no lo veo de ese modo?

 

Uru-chan salió y  continuó gritando en el pasadizo.

 

Oh, eso es, ¿no? Ahora no quieren entrar, ¡¡par de imbeciles!! ¡Te dije que entres Yuuuuu!

Uru-chan ya....

¡Uruha!

 

Me quedé boquiabierto cuando vi a Uru-chan jalar del brazo a Aoi-san de mala manera y hacerlo entrar. Pero debo decir que lo me acusó asombro fue la cara roja de Aoi-san, parecía una fresa, después fue por Aki-chan y cerró con seguro.

 

¡Hableeen ahora!

...

¡Qué hablen ahora, Yuuuu!

¡No me jodas!

¿Qué no te jodaaa? ¡Tú le has jodido la salud a Rukiiii!

...

Oh sí cállate, maldito hipócrita...

¡No te atrevas a decirme hipócrita a mí! ¡No a mí!

 

Yune salto en el momento en que ambos se cogieron de los cuellos de sus poleras.

 

¿Ah si? ¡¡Déjate de dramaaaa ya!! ¡Pareces mujer así!

Shima ya cállate.

¡¡Cállate tú Akira, desgraciado eso eres!! Y tú Yuu, qué más da, yaaaa, ¡si son gays ellos, y se quieren y qué!

¡¡¡SHIMA!!!

¡Uruha cállateee!

 

Yune buscaba separarlos mientras a un lado estático, sonrojado estaba Aki-chan...           

 

¡Son gays!

Sí, lo somos... 

 

Me tapé la boca cuando Aki-chan lo dijo en voz alta. De repente Yuu se volteó y le dio con todo en la cara a Aki-chan...

 

¡¡Aki-chan!!

¡¡Yuuu, ayúdame Yunee!!

¡Tú, cállateeee no lo digas tan suelto, maldito Susukiiiii!

¡Deja de golpearlo!

 

Me quedé inmóvil...  no pude auxiliar a mi novio... 

 

¡¿Por qué no puedo decirlo, eh, Shiroyamaa?! ¡Sí lo somos, y qué, me vas a mataar por eso!

¡Lo haría si pudieraaaaa, lo haríaaa, eres un enfermoo!

¡¡Yuu!!

¡No me importa serlo!

¡¡¿No te importaaaa?!! ¡¡A mí sí me importaaan!!

¡¡Yuuu!!

 

Corrí cuando Aki-chan escupió sangre... me interpuse...  cubrí a Aki-chan con mi cuerpo, los ojos se me aguaron cuando lo escuché.... 

 

¿No te importa ser gay? ¡¡No sabes en lo que te estás metiendo, no sabes a lo que  estás exponiendo al idiota de Takanori que piensa que todo son rosas!! ¿Eh? ¡¡Por qué te quedas calladooo!!

Ya déjalo Yuu...

No te metas Yune.

Sigues con tus complejos machistas y humanitarios, ¡acaso nunca vas a cambiar eh!

¡¡Noooo!!

Aoi-san... lo siento...

¡¡No te disculpes, no te atrevas!!

 

Me volteé para mirarle... 

No, Aoi-san... no llores.... 

 

¡¡Tú no sabes lo desgraciado que vas a ser!!

Yuu cálmate ya...

¡No me toques Takashima! ¡¿Estás muy feliz de que sean gays?! ¡¿Ah?!...

Idiota...

¡Suéltame!

Eres un idiota... 

 

Los brazos extendidos de Aoi-san... no tocándolo...

Su cara llorando y su cuerpo abrazado hasta el asfixio por Uruha-chan...  ¿Te está doliendo Aoi-san? No entiendo...  no deberías de preocuparte por si seremos o no desgraciados... 

 

¡¡Suéltameee!!

¡No voy a soltarte! ... no voy a soltarte nunca... 

¡Déjate de hablar babosadas Takashimaaa y suéltame!

Aoi-san...

¡No me mires, no me mireees!

 

Aoi-san se tapó los ojos mientras lloraba...  Uru-chan le susurraba cosas al oído, le acariciaba el cabello y seguía intentando calmarlo... y Aoi-san seguía insultando cada vez más bajo, hasta que se dejó...  no sé si dio su brazo a torcer, pero supongo que el apoyar el mentón en un hombro ajeno es algo que él no hace con frecuencia.

Cuando los gritos se quedaron olvidados me fijé en todos nosotros...  Yune estaba más desalado que nunca. ¿Te hubiese gustado ser tú el que calmase a Aoi-san? ... tal vez no lo entiendas pero esas palabras también fueron para ti, Yune-chan... es por eso que él siempre te trata tan rudamente...  por fin lo entiendo por completo. Le duele que seas así... porque sabe que vas a sufrir o que ya sufres por él...  en realidad a Aoi-san no le jode que seamos homosexuales...  lo que le da rabia es el resto que nos va a señalar en algún momento. Aki-chan...  tú estás suspendido en algún lugar, aunque no te vea, tu mano tibia entrelaza la mía con suavidad, muevo mis dedos en ella y haces lo mismo para decirme que aún estás vivo a mi lado, lamento que haya sido a ti al que culparan, cuando en realidad creo que no hay necesidad de hacerlo... o tal vez necesitábamos esas palabras...  ¡Ah! Aoi-san finalmente se ha calmado y ahora está sentado al lado de Uruha quien le da mimos... no sabía que se habían vuelto así de unidos... entonces es que... 

 

¡¡Abran la puerta!!

 

Salto asustado cuando escucho la voz de Tazawa-san que grita desde fuera y forcejea con la manija.

 

¡Qué abran ya, todo el mundo se está quejando aquí y no quiero problemas!

¡No se preocupe Tazawa-san!

 

Uruha es el que habla.

Río al ver cómo Aoi-san le da un manotazo.

 

Estamos bien, solo estábamos hablando...

¡Ábreme ahora mismo, Takashima-kun!

Sólo dénos treinta minutos, ¡estamos bien los cinco!

Déjate de estar jodiendo Takashima y ábrele la puta puerta a Tazawa-san.

¡Yuuu, por qué me gritas!

¡¡Por qué va a ser!! ¡TARADO!

¡Abranmeeee!

 

Yuu se levantó, pero Uru-chan lo jala para que no deje entrar a Tazawa-san.

 

¡Déjate de colgarte en mí!

 

Demasiado tarde, Yuu se va... ¡demonios, no puedo dejar que se vaya así!

 

¡¡Akira-kun, qué ocurrió aquí, dijiste que estaban hablandooo, Takashimaaa-kuun!!

 

Me levanto para ir detrás de Aoi-san, más el agarre de Akira me detiene.

 

¡Taka!

Tengo que hablar con él, quédate aquí Aki-chan.

¡Pero Taka!

¡Solo será un momento!

 

Corro para alcanzar a mi amigo.

Si tan solo Aoi-san pudiera entender un poco...

No interesa si demora en aceptar...  no... él ya lo aceptó...  Con todo el drama que armó con Uruha y Yune... 

Por casi resbalo, pero logré sujetarme de la pared.

Lo veo ahí, caminando a paso lento cabizbajo.

 

¡Aoi-san!

 

Voltea, me mira horrorizado y sigue de largo.

 

¡Aoi-san, Aoi-san esperaaa!

 

Le alcanzo, él no se detiene y sigue ignorándome. 

Sujeto su brazo y él hace claras intenciones de largarme de su lado.

 

Hablemos solo un momento.

No me jodas.

¡Aoi-saaan!

¡Qué mierda quieres ahora!

 

Le alcanzo una tacita de papel con café y crema.

Me la recibe sin decir nada y me siento a su lado en la segunda grada de mi lugar secreto en Matina. Bebo del mío y el silencio se interrumpe con nuestros sorbos calientes. Miro al techo y tomo aire para hablar, pero me quedo a la mitad porque ya no sé que es lo que debería decir.

Yo siempre sé qué decir, mas ahora es un tanto complicado... 

Muerdo la orilla de la tacita... 

 

Aoi-san...  gracias.

¡¡Qué!!

 

Río cuando lo escucho gritar e insultarme por lo bajo.

 

Es la  verdad, yo pensaba que me odiabas.

Te odio.

¡Aoi-saaaan!

¿Qué? ¡Quieres que esté bailando en un pie porque eres maricón, ¿quieres eso?... OYE! Mierda no te pongas a llorar o no respondo de mí ahora...  mierda, Takanoriiiii.

 

Vuelvo a reír y le muestro mi cara.

Aoi-san me da un golpe en la cabeza y yo finjo enojo.

 

Oye, Aoi-san...

No quiero oírte.

Ya no me importa ser desgraciado o no...

¿Eh?... Tarado.

Sí ya lo sé...  total, he amado a Akira desde que era un crío de diez años, así que...

¡¡QUÉ!!

 

Aoi-san se pone blanco como un papel.

Me zarandea y me dice que hable bajo, que soy un tarado y que podría ir a un médico, que lo que necesito es una mujer y tantas tonterías más.

 

Aoi-san no voy a cambiar...

 

Él me suelta, suspira...

 

Lo sé...

Ao...

Pero nunca creí que fueras gay... aún cuando siempre lo pareciste...

¡Ne, Aoi-saaaan es muy buenoo!

¡No me abraces, fuchi, suéltame!

 

Ya no importa.

 

Ay sí, pero bien que le gusta que Uru-chan le abrace.

¡¡Cállatee, estoy rodeado de homosexuales, me voy a volver enfermo!!

 

Volví a reír...

Al poco Aoi-san hizo lo mismo...

 

¡Sabía que estabas aquí, Tazawa-san está como loco, vamos andando!

¿Ahora?

¡Rukiiiiiii!

Ok, ¿vamos Aoi-san?, ¿Aoi-san?

¡¡Yuu!!

¡Ni crean que voy a aceptarlo!

¡Yuu ya no empieces con lo mismo, no seas idiota!

¿Idiota yo?...  por lo menos no soy marica...

¡Aoi-san!

Ya, ya voy.

 

Caminamos lado al lado...

Toco el brazo de Aoi-san y él no me dice nada...  lo sujeto con fuerza y el se queja, pero aún así no me dice nada...

Sonrío...

Pensaba que me tenías asco... 

 

¡Auuuu, carajo, Takanori no me aprietes!

Tú si pareces maricón porque no dejas de quejarte...

¿Qué?

 

Antes de entrar en la salita diviso a Yune caminando veloz rumbo al baño... 

Un peso en mi estómago hace que me detenga.

 

Ruki dónde vas...

Dile a Aki que ya entro...

 

Al ingresar...

Ya sabía que los problemas no habían acabado tan fácilmente...

 

Continuará...

 

 

Notas finales:

 

Hola a todos, rapidito nomás porque me duele mi bracito!

El próximo capi será el viernes que viene, ya que es la última parte de este capi!

Esta subida me ha gustado mucho! Las partes cruciales...  yuu y uruha??? Me gusto eso, ya sabemos entonces cómo es que uruha calma a yuu en el futuro... al parecer solo él puede.

Tengo tanto que decir pero lo hare en el capi del viernes! Espero que disfruten este capitulo y me comenten los que les pareció! Oh tengo un fico nuevo, también he subido capi ahí! Y esta mas arriba que este, Yasashii higeki asi que denle un chance!

Un beso!

Manabuu

 

 


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