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Promesas inevitables por Manabuu

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Notas del capitulo:

 

Obvio, Uruha, no soy como tú que de seguro se la ha pasado toda la semana llorando, yo sí estoy sacándome la mierda en todo esto.

 

Inevitable XXVIII - parte C

 

 

Me largué.

¿Podía ser demasiado para mí?

No lo sé.

Después de buscar por horas a Ruki decidí que si no me iba del hospital terminaría internado.

Yo era la desconsideración encarnada. 

Sin embargo, ahí estaba Akira, ¿no? Ya había tenido suficientes diferencias con él como para quedarme a hacer estorbo. De igual manera Tazawa-san, ya vería él por Yune, que ahora estaba sedado.

 

No es tu culpa.

Ya sé.

Dónde se habrá metido Ruki-kun... ¿ne, te vas a ir?

Sí Hana.

 

La vi buscando desesperada en su bolso, hasta que una sonrisa cansada se prendió en su rostro.

 

¡Ten!

¿Esto?

 

Me quede viendo el enorme llavero de oso panda que traía aprisionado a una cadenita de metal en donde colgada una llave.

 

No entiendo.

¿No que te vas? Pues anda ahí a descansar.

 

Le volví a interrogar con la mirada, ya que el mensaje no me quedaba muy claro aún.

 

¡El estudio! Anda al estudio.

¿El de tu novio?

¡Sí! Mejor anda ahí y duerme, te sentirás mejor.

 

Le dije que sería tal vez inconveniente. Ya que el dueño no me había invitado y bueno... me sentiría incomodo en verdad.

 

No te preocupes por Shino. Lo has conocido en su etapa "odio a todos"

 

Reí por su descripción y ella volvió a sumergirse en su bolso buscando quién sabe qué cosas. Me pregunté si no tendría ahí también una carpa o una colección de...

 

¡Ten!

¿Y esto? ¿Otra llave?

Son de mi auto, utiliza el mío y ve al estudio a descansar, lo dejas en la cochera, ne esta es la clave de la...  Sabes manejar ¿no?

 

Ella río mucho cuando negué lentamente.

 

Jaja, lo siento... qué tonta.

Igual, no se hubiese visto bien que me llevara el auto, con qué se irían después, además no es Shino quien...

¡Qué, no! ¡Es mi autoo! ¡Mío, mío!

Pensaba que el rojo era tuyo. El que está afuera.

¡No, también traje mi auto turquesa! Jeje, es que tuve que volver ayer a casa, tenía que reportarme y como Shino se pasó de frente aquí tuve que venirme por mis propios medios.  ¡Espera ya sé!... 

 

Me quedé con la boca abierta por el modo tan simple como me relató sobre la historia de sus autos...   ¿acaso tendría otros más?

 

¡Ya viene Tarou!

¡Qué!

El sabe manejar, así que te llevará al estudio, después pueden volver juntos. El pobre ni durmió bien ayer ya que estuvo casi toda la noche conversando con Ruki-kun, así me contó Shino... me hubiese gustado quedarme con ellos. ¡Neee, Tarou-san, aquí!

 

El corazón se me paralizó cuando él se plantó frente a nosotros.

 

Qué ocurre, Hana, saben algo de Takanori-kun...

¡No! Pero no te preocupes, Ruki no es tonto, apuesto a que está en el lugar en el que nadie ha querido buscar.

Hana no empieces, no es que... dime para qué me llamaste, estamos con Tazawa-san allá... 

Ten.

¿Tus llaves?

Te llevas a Uruha-kun a comer algo, ten dinero y no me miren así... te lo llevas y después se van a dormir juntos...

 

Me sonrojé al ver las mejillas de Tarou.

 

... al estudio, estaría bien que volvieran antes de las seis, debo ir a casa de nuevo. Mi madre quiere venir a visitar a su Yune-chan, ya sabes cómo es ella con ustedes...  la otra vez se enfadó contigo porque no le quisiste recibir el...

Ya Hana, ya me disculpé con tu madre, ¿no puedes olvidar el asunto?

¡Noo! Porque nos pasamos toda la tarde buscando ese traje para ti y nos lo rechazaste. Eres malo.

Jaja, ya ok, iré otro día... o te llevo a casa más tarde.

¡Valee! Mamá se pondrá feliz.

¡Cof, coof!

 

Hice ruido a propósito.

No debían olvidarse que yo aún estaba aquí.

 

Vayan, vayan y no demoren mucho. Nos vemos lueguín.  

 

Me tomé la mejilla cuando ella me besó.

 

Acostúmbrate.

 

Miré a Tarou.

 

Es muy extranjera en ese aspecto.

¿Qué?

Vamos.

 

En verdad iba a llevarme Tarou... 

Sentí molestia.

No quería estar conmigo y sin embargo, venía otra persona a obligarlo o pedirle el favor y él accedía y encima de buena gana.

Bordeé el auto en silencio y abrí la puerta.

No quería ir con Tarou.

Vaya fastidio.

 

¡Takashima!

 

Me alejé sin responder a sus llamados.

Que se jodiera... nah, que yo era el jodido.

Mis pies anduvieron sin rumbo.

Tampoco me fijé en la línea del tren que abordé. Tan solo seguí de frente, como si alguna especie de hilo me jalara y yo no pusiera ninguna resistencia. Como un pez en el agua que y ano lucha al ser capturado, aunque eso por lo general no sucedía...  de acuerdo, yo era un pez extraño.

Enfadarme por estupideces en un momento en donde aquello era sinónimo del inservible polvo que hay en el suelo.

Suspiré desconcertado cuando empujé las puertas de vidrio e ingresé a Matina.

¿Cómo diablos había llegado?

No tenía ni idea, mas eso ya no interesaba.

Fui directo a los ascensores y esperé que uno bajara para abordarlo. Miré mi reflejo en la plancha dorada que lo recubría. Una ojeras enormes se pintaban en mi cara...  mi pelo descuidado y crecido, incluso llevaba la misma ropa de ayer.  Cuando por fin el marcador se prendió en el piso uno, noté un vacío en mi estómago.

Entré desganado y apreté el botón.

Tal vez había sido muy estúpido en menospreciar a Tarou, puede y hubiese logrado quebrar un poco más la barrera que el había armado entorno suyo.

¡Tonto Takashima!

Ni modo.

Me enrumbé a la salita.

De acuerdo a mis pronósticos nadie podría estar ahí.

Vaya idiotez de mi parte, no obstante, yo quería creer que así sería.

Tomé la manija entre mis dedos y fui jalado hacía adelante.

 

¿Yuu?

 

Ni siquiera me miró.

Tenía en las manos unos papeles.

 

Oye, ¡Yuu!... ¡Yuu, no vas al hospital!

 

Porfié.

Él siguió de largo sin detenerse, no obstante, en un momento dudó y se volteó a verme con esa mirada burlona que tanto le gustaba darme.

 

Hay muchas cosas que hacer por aquí. No tengo porque perder el tiempo y...

Yune tiene cáncer.

 

Sí.

Descubrí un placer extraño en decirlo.

Aquella sensación de autoridad, cuando yo estaba en el secundario volvió a emerger tan poderosa y altiva. Un calor de repente invadía mis músculos, podía sentir un veneno dulce recorrer mis venas, ah... ya había olvidado que las palabras malintencionadas eran tan exquisitas.

Esperé en vano alguna respuesta.

Yuu se había quedado mudo.

Mudo y blanco.

Dio media vuelta y desapareció.

No le seguí. Allá él que pusiera en orden sus ideas, de todos modos era un hecho que me largaría. Una vez dentro en la salita, cerré con seguro y recorrí el pequeño cuarto en donde días pasados los cinco nos podíamos de acuerdo en qué tipo de acordes cambiar, cómo  poder mejorar el sonido del bajo y las pataletas de Ruki cuando nos burlábamos de sus canciones, las cuales después no dejábamos de tararear como tontos al terminar las tocadas en el night club.

Era nostalgia... 

Mi corazón estaba tristemente desesperado.

Mis ojos se pasearon por todos los rincones, el mueble duro...  la mesa de centro que tenía garabatos de Ruki y Yune. Nuestras fundas y guitarras... el bajo de Akira apoyado en el trípode, un frasco con uñetas de colores que Ruki compró a bajo precio y que para evitar que se vieran comunes las empezó a diseñar con calaveritas raras que más parecían cerezas diabólicas, unos lentes desgastados de Yuu... la cesta de dulces de Ruki, que antes rebosaba en minúsculos caramelitos, conitos, y galletitas de esas a sesenta centavos...  ahora estaba vacía y solitaria.

Me agaché al notar unas baquetas de Yune.

Eran unas de un verde horrible.

Una risa se prende en mis dientes.     

Aquellas baquetas verde vómito de duende, un mal chiste de Yuu para burlarse de Ruki,  que no eran fosforescentes y daban pena. Ese día en que Yune las quiso probar y supo con furia que lo habían estafado... 

 

Ven siéntate aquí.

¿Yo?, y ahora qué quieres.

¡Siéntate, siéntate! No te voy a morder.

 

Tener las baquetas en mis manos...  

Hacer un redoble...  

 

Qué terrible, debe ser por eso que eres el guitarrista.

¡Eh!

Aishiii... hasta Ruki toca mejor que tú.

¡Yune!

Vale, pero no todo está perdido. ¡Yo te salvaré de las tinieblas! ¡Muhajaja, cobro barato y no trabajo los feriados!

¡Oye!

 

Oculté mi rostro con las manos cuando la tarola estuvo manchada de lágrimas.

De acuerdo.

Lo acepto.

El mundo se está cayendo.

Y mis puños cerrados por el miedo no quieren ser salvados en este momento.  No... Quiero hundirme como antes. Tan solo unos segundos...  tan solo unos cuantos y saborear que las cosas no van a ser como antes. 

Tenemos que buscar un nuevo baterista.

Lo siento Ruki...  vamos a tener que hacerlo.

 

El tratamiento será muy duro. Vivirá todo el tiempo aquí...  no va a poder ni levantarse de la cama y tampoco tocar con nosotros. Vas a tener que ayudarme a convencer a Takanori-kun...

¿Y Yune?

Yo hablaré con él. Si Yune-kun lo entiende y nos apoya podremos empezar a buscar un baterista reemplazo para las próximas tocadas. No serán muchas...  tenemos un nuevo ómnibus y los días en el night club.

Tazawa-san... 

 

Respiré hondo.

Porqué me tocaba el trabajo sucio a mí ahora.

 

Sabes Takashima-kun...  Matina cerrará.

 

Limpié mis ojos.

 

Y se está organizando un último concierto de todas las bandas que forman Matina... me hubiera dado ilusión que todos, incluido Yune, tocaran ahí... 

 

Acaso no podríamos esperarlo...  me pregunté en voz baja... son solo unos cuantos meses.

Negué enérgicamente después... en qué piensas Takashima... 

La salud va primero.

Reí tristemente....  dejaría mi hipocresía atrás...   No va primero.

Primero es la banda, esa es la vida. Si no la llevas dentro de ti, simplemente ya estás muerto. 

Al regresar a casa me lleve conmigo mi guitarra.

No obstante nada salía de ella, intenté grabarme con el móvil varias veces, mas descubría que era inútil y sin sentido. No tenía ganas de crear nada... Tan solo quería hacerme compañía en la soledad de una pequeña habitación.

Cuando la oscuridad me sorprendió no encendí las luces. Necesitaba ocultarme en las penumbras de la noche, incluso de los ases de luz que se colaban por la cortina....

¡Pero, no podía más!

Miré con los ojos desorbitados a mi alrededor.

¡La habitación iba a tragarme!

Salí corriendo...  el aire frío de octubre mecía mi polera, ah, necesitaba tener a alguien a mi lado. La soledad es terrible y siento que me corroe.

 

¿Aló?... demonios, Akira, estoy yendo a la casa de los abuelos. No puedo dormir en mi depa, cuando esté cerca te vuelvo a llamar. Bye.

 

Apreté el móvil contra mi pecho.

Casi al instante lo escuché.

 

Shima estoy en Setagaya.

¿Estás con Ruki?

No. Él se fue con Tazawa-san. ¿Vienes?

¿Puedo?

Claro.

 

A partir de ese día y hasta el fin de semana estuve pasando las noches con Akira. Y a pesar que no hablábamos mucho, nuestra compañía mutua y silenciosa me ayudó a ver las cosas que nos sucedían de un mejor modo.

No era el fin del mundo.

Yune no iba a morir. Estaría inactivo por un buen tiempo, mas eso le ayudaría a recuperarse y quien sabía... unirse a nosotros de nuevo. Aunque lo jodido del asunto era encontrar un baterista competente y que aceptara trabajar sin recibir casi nada de sueldo, sin contar que tendría que apoyarnos con la producción del material. 

 

Vamos a tener problemas en las tres presentaciones que se nos vienen.  Pero un punto a favor es que en todo noviembre podemos darnos el lujo de no tocar en el night club.

 

Miraba a Akira que seriamente me explicaba.

 

He escuchado que ahora que dimos por fin el one-man la mecánica es diferente. Por lo que solo para el festival de Matina tendríamos el problema. Tazawa-san habló conmigo y me dijo que lo mejor es que no participemos en la tocada de Spiral Nite.

¿Cuándo es?

Mmm... a finales de octubre.

A Ruki le daba ilusión ir, ¿recuerdas? Él y Yune no dejaban de alabar el local...

 

Me callé cuando observé el fastidio de mi amigo.

 

Akira... 

No he podido conversar con Taka.

¿Lo intentaste?

No.

 

Me crucé de brazos.

 

Akira, eres un imbecil.

Taka también es un imbecil.

Sí, pero tú lo eres más.

Gracias amigo.

 

Le di un golpe en la mejilla y Akira cayó de costado sobre el futon.

 

¿Y Yuu?

Trabajando, supongo...  escuché a Yani que está encapsulado.

¿Encapsulado?

Le está dando unos arreglos a no sé que melodía...  una que él está componiendo.

Ah... ¿mañana vamos al hospital?... después de todo ya nos han despedido de nuestros empleos.

Sí.

 

Casi una semana sin ir al supermercado, el jefe de área ya me había dado la liquidación y no quería volver a mi rostro por ahí. De igual manera Akira...  tan solo Taka seguía conservando su empleo, Tazawa-san tuvo que instarlo a que tomara el turno de noche y él le obedeció, ya que de ese modo se quedaba casi todo el día con Yune.

De su estado no sabía mucho. Desde la última vez que lo vi intentando escaparse del hospital, ya no quise volver a su habitación, tan solo estaba en el pasillo con los demás haciendo apoyo en silencio. 

Al día siguiente, después de tomar el metro y caminar hacia el hospital universitario, noté lo fresco del ambiente, oculté las manos en los bolsillos y junto a Akira subimos al segundo piso en donde se encontraba la habitación de Yune.

Cuanta no fue mi sorpresa a ver a gente que no conocía ahí.

 

¡Uruha-kun!

 

Me dejé besar por Hana y nos alejamos con ella a un lado para que nos contara el gran movimiento que ocurría.

 

Yune se fugó.

¡Qué!

 

Volteé los ojos... esto me resultaba tan conocido... me pregunté entonces si no se habría ido con el enano.

 

¿Y Taka?

 

Akira estaba pálido como un muerto.

 

No sabemos. No contesta el móvil... ah, chicos, ¿creen que se fueron juntos?... ¡Lo siento Reita-kun no me malinterpretes!

 

Hana se disculpo de inmediato con él.

Marqué, por mi cuenta el número del enano y efectivamente lo tenía apagado. ¡Ah mierda, Ruki, siempre haciendo lo que quieres!

 

¿No contesta?

No, Hana, nada...  qué extraño... y a todo esto, esas personas, quién rayos son...

¡Oh, te los presento, son los familiares de Yune-chan, vamos!

¡No!

 

Le grité horrorizado.

 

Tan solo... 

Bueno, igual les cuento chicos, el señor enfadado es el papá de Yune-chan, la señora que llora más allá es su mamá y la que la abraza su hermana, es decir la tía de Yune-chan. Llegaron hoy en la madrugada desde Mie. Y la joven que mira por la ventana es la hermana de...  ¡¡Rukiiii!!

 

El cuello me dolió cuando volteé rápidamente para ver a la persona que Hana llamaba.

 

¡Ruki, ay Rukiii, te hemos estado llamando todo el tiempo!

¿A mí?

 

Rodeamos a Ruki que estaba más que sorprendido al recibir tantas preguntas.

 

¡Déjenme pasar, dónde está mi hijoooo, le exijo jovencito que nos diga donde esta Sugie, dónde está él!

 

No supimos que hacer cuando el padre de Yune empezó a jalonear a Ruki tan fuerte que por un momento Akira tuvo que sostenerlo para que no se cayese a un costado.

 

¡Padre, padreee! ¡Papá!

 

Nos quedamos mirando asustados...  

 

¿Tú eres Takanori-kun?

 

Vi los labios de Ruki, temblar. 

 

Sí. No entiendo, yo... 

Soy Sora, la hermana de Yune, mucho gusto en conocerte.

¡Qué estas haciendo, Soraaa!

 

Ruki se inclinó de igual forma que ella.

 

Papá...

No ves que...  

Papá, él no sabe dónde está Yune, sólo míralo. Lo siento mucho, Takanori-kun, acepta nuestras disculpas.

Ah, sí... y qué ocurre, no entiendo.

 

Le di una mirada rápida a Akira. Él me entendió y tomó suavemente el hombro de Ruki-chan, cosa que al pobre le asustó, ya que saltó de la impresión.

 

¿Le pasó algo malo a Yune-chan?

Takanori-kun... él no te dijo nada. ¿No te dijo si se iba a algún lugar en específico?

No.

Maldito Yune...

¡Soraaa!

¡Qué, puedo insultarlo porque es mi hermanoo y ya deja de llorar mamá, me desespera, ajjj, maldito Yune!

¡Deja de maldecir a tu hermano!

¡Iré a buscarlo!

¡Noo!

 

Y ahí fue el ajetreo descomunal.

Ruki desesperándose por ir a buscar a Yune y la familia del pobre entrando en la histeria por no saber nada de él.

Tuvimos suerte en que Ruki al final, amenazado por Tazawa-san desistiera de su idea.

¡Dónde diablos estaría!

¡Por qué tenía que ser tan irracional!... era obvio que lo había hecho a propósito. Y Hana me lo confirmo.

Yune de alguna u otra forma se había enterado que su familia vendría a Tokio, aquello debió haberlo horrorizado. Si tu familia viene a buscarte, debes temblar... aquello significaba que querrían llevárselo como sea.

 

¿Lo han encontrado?

No, Uruha-kun... Shino dice que nada, que ya recorrieron el barrio y nada, también fueron a sus dos empleos y cero noticias. Fueron al estudio y Yune no ha pasado por ahí, sus cosas están igual.

¿Y si fue al Park center?

 

Miré a Ruki.

 

Nosotros siempre paseábamos por el Park center.

Se los diré Ruki. Aunque sería extraño si fuese ahí...  ah, Yune, Yune, nos harás viejos antes de tiempo. 

 

Me apoyé en el hombro de Akira.

De repente una idea se formó en mi mente.

¿Acaso Yune no habría ido a buscar a Yuu?

No era tan descabellado aquello.

Un mal presentimiento se ahondó en mi mente. ¡Eso tenía que ser... tal vez... ah!

Sin embargo no dije, para qué... tan solo era conjeturas, si afirmaba algo por el estilo, tal vez las cosas terminarían mal.

Las horas pasaban y nuestra estadía en un lugar en donde no teníamos un enfermo al cual acompañar se hizo incomoda. Los padres de Yune llevaban un silencio sepulcral tomado desde ambos extremos. Su padre enfadado no nos miraba y tan solo se limitó a estar de pie al costado de su esposa, la cual había dejado de llorar y ahora solo hipaba. La tía de Yune les asistía con bebidas calientes cada tanto, pero ellos se negaban a ellas. Mis ojos entonces se posaron sobre Sora, la hermana de Yune...  no parecía mucho mayor que nosotros, podía afirmar que seguro tenía la misma edad que Tarou. No se semejaba mucho a su madre, sin embargo poseía, al parecer el mismo carácter de su hermano...  una mujer desafiante... Me llamó la atención, considerablemente, cuando ella se aproximó a Ruki y le llamó por su nombre. Puede y Yune le platicara de él, eso significaba que la relación de ambos era buena... 

Suspiré y me fijé en nuestro manager, Tazawa-san, que conversaba con ella junto a la ventana, de seguro le informaba todas nuestras terribles aventuras. 

Cuando el reloj marcó las tres de la tarde, mi estómago no cesó de crujir del hambre.

Intentaba ocultarlo con mis manos, pero era imposible, el ruido parecía interrumpir la angustiosa espera.

 

¿Tienes hambre?

 

Miré a Hana y le dije que no.

Mas, era cierto que sí, me moría de ganas de comer cualquier cosa.

 

Debería ir a traer algo... Ruki-chan quieres que vayamos al cafetín, tú también Reita-kun.

No, no tengo hambre.

Ruki...  vamos... 

No.

 

Mientras yo intentaba hacer que Ruki nos dijera sí, una voz nos habló... o mejor dicho...

 

Takanori-kun, ¿deseas almorzar?

¿Eh?

Nosotros le decíamos lo mismo.

¿En serio, Hana-chan?

 

Y aquí venía otro descubrimiento. Sora conocía a Hana.

 

Vamos Takanori-kun. Almorcemos en uno de los restaurantes de la vuelta del hospital. Odio la comida de aquí.

Ah, pero yo...

Me sentiré ofendida si dices que no.

 

Sudé frío al ver sus ojos cafés tan serios.

Ruki vaciló un tanto, pero al instante respondió.

 

De acuerdo.

Ustedes también vengan.

 

De ese modo nos vimos invitados a ir a comer. Y aunque el almuerzo transcurrió sin complicaciones, mi boca se mantuvo seca al tragar los alimentos, por mas que ingerí agua a la par de un olvidado en el desierto. Mis nervios, la lentitud de Ruki al picar con el tenedor la carne...  Akira colocándole más carne en el plato y llevándose las verduras para él...  Hana mirando su móvil cada cinco segundos y los ojos de Sora que parecían querer devorarnos a todos.

Preferí, al terminar, no haber comentado que tenía hambre. Aquella comida podría bien haberle quitado el apetito al más hambriento.    

Regresé al hospital con dolor de panza y apoyándome en Ruki. Una vez de vuelta, Hana compró té caliente para todos. Se lo agradecí en silencio y justo cuando me lo acercaba a los labios... 

 

Yune...  ¡¡Yuneee!!

 

Fue como ver un fantasma, las puertas del elevador abriéndose y Yune saliendo de él de los más tranquilo, tenía puesta su ropa y una gorra que se me hacía muy conocida. Un corrientazo se esparció por mi espalda, Ruki a mi lado gritó su nombre, Akira se levantó... Hana iba a su encuentro y entonces el padre del Yune le dio tal bofetada que él cayó a un lado.

 

¡Papá!

¡Por qué nos haces esto, por qué! Solo nos haces sufrir, solo has hecho eso desde que te fugaste con esos buenos para nada. Acaso no puedes hacer nada bien, ¿eh? Mira a tu madre. No deja de llorar por tu culpa y Soraaa...

¡Papá, ya basta, está enfermo no puedes andar diciendo esas cosas, recuerda lo que el doctor...!

 

Yune seguía en el piso sobándose la mejilla lastimada y nosotros petrificados a un lado sin intervenir.

 

¿Y qué? El doctor acaso va a darte un empleo nuevo, ¿eh?

Papá ya te dije que son mis vacaciones.

¡Quién te cree!

 

Abrí mis ojos...  esto ya no lo entendía.

Yune se irguió por si solo y los ignoró.

 

¡Eh, ustedes!

 

Me alarmé cuando él nos habló, Yune se sacó unos papeles del bolsillo posterior de sus jeans y no los mostró con una sonrisa en los labios.

 

Cómo que no vamos al Spiral Nite. ¡Toda mi puta vida he querido tocar ahí!

Yune...

Ya deja de llorar Ruki, ya deja de ser tan maricón...

¡Desgraciado!

 

Era ahora su hermana quien lo había golpeado.

 

Eres un maldito punk, ¡te odiooo!

 

Acto seguido ella misma lo llevó a rastras a su habitación.

Yune no puso resistencia o agregó nada más, pero antes de ingresar dentro volvió a juguetear con aquellos documentos como un niño. Mordí mis labios...  había ido... ¡ah Yune! Corrí tras Tazawa-san quien también había ingresado a la habitación.

 

¡Nos vamos a ir!

¿Irnos? Estás loca. No me voy a ir de acá.

¡Dije que nos vamos y nos vamos!

¡Tazawa-san mire lo que ella está diciendo!

 

Me apoyé en el marco de la puerta, Ruki pasó adentro sin decirme nada más.

 

Yunee, tienes que entender, lo hablamos recuerdas, y me dijiste que lo aceptarías.

Oh sí, le dije que dejaría la banda, pero no que me iría como un vil, además ya estoy bien, empezaré el tratamiento después de Spiral Nite.

¡Yuneee! Qué tienes en el cerebro, dime, dime qué tienes ahí...

¡Quiero seguir tocando hasta dónde mi cuerpo pueda!

Ya Yune-chan, ya no importa eso, mejor empieza a ponerte bueno desde ahora.

 

Me quedé con la boca abierta mirando a Ruki.

 

Ruki...  jaja, estás loco, siempre hemos querido tocar ahí. ¿No te acuerdas?

No.

 

Los pequeños puños de Ruki haciendo fuerza.

 

Ponte bueno Yune, ¿si?...  para que podamos tocar juntos de nuevo.

 

Su rostro cabizbajo al dar media vuelta.

 

Sabes que eso no va a pasar, Ruki... 

¡No seas idiota Yune, quién piensas que va a tocar la batería! ¿eh? ¿yo?... solo puedo cantar... ¡ponte bueno!

 

Mordí mis labios cuando el enano salió.

No había mirado ni una sola vez a Yune. Tazawa-san estaba ahora más calmado...  había convencido a Ruki y de este modo seguro se aseguraría de hacer entrar en razón a Yune.

 

Ya está contento, Tazawa-san...  gané la apuesta igual.

Yune-kun no seas cruel.

Le dije que el mismo Ruki me diría que no.

¿Lo tenías planeado, Yune?

 

Hablé sin pensarlo.

Asustado y asombrado...  hasta dónde habrían llegado esos dos con su amistad tan extraña...

 

Obvio, Uruha, no soy como tú que de seguro se la ha pasado toda la semana llorando, yo sí estoy sacándome la mierda en todo esto.

¡Yunee, deja de hablar así!

No me calles Sora, te apuesto a que nuestro Uruha ni siquiera se ha puesto a buscar un baterista por su cuenta. Sabes, Uruha, vengo de hablar con dos bateristas que pueden ser mi reemplazo... hasta Yuu parece estar más activo que tú...

 

Me sonrojé.

 

Y ahora anda donde Ruki que seguro está llorando solo, porque Reita es un cabezotas. ¡Veteee!

 

Salí sin decir nada, directo a ver a Ruki.

Pero no pude hacer nada.

Está vez Yune, se había equivocado... o puede que lo hizo a propósito para hacerme verlos por él.

En medio del pasillo blanco, muy cerca del ascensor estaban ahí esos dos.

Akira abrazaba fuertemente a Ruki, tanto que daba la impresión de estarse consolando a sí mismo. Su rostro hundido en el cuello de su novio... sé que le susurraba, porque a cada espasmo de llanto, parecía que una dulzura indescifrable emanaba de sus labios, trataba de mecerlo como a un niño que no deja de llorar.

Los dejé solos...

Antes de irme... noté aliviado que Ruki no era indiferente...  aunque sus manos crispadas en la espalda de Akira, no eran precisamente algo agradable de observar.  

Sonreí al salir del hospital...

No sabría qué sucedería a partir de los siguientes días, no obstante...

Yune se pondría bien, era tan malhablado y arrogante que no moriría...  la hierba mala, no muere fácilmente, tal vez de aquí a un tiempo podríamos de nuevo tocar juntos

Palmeé mis piernas mientras caminaba sin rumbo...  puede e iría a Matina a joder a Yuu, sí, le diría que fuésemos juntos a buscar un baterista.

Sonriendo...

Es así como te caes de cara contra el suelo duro del mundo.

 

Está muy mal...  Sora se lo quiere llevar a los Estados Unidos, dice que ahí solamente estará tranquilo.

...

Yuu-kun... ¡Yuu-kun!

 

Y nuestro pequeño sueño de volver a encontrarnos se fue esparciendo como las hojas secas y marchitas de principios de invierno.

Un llanto extraño... 

Pude notar su miedo, aunque no viese su rostro.

Después de todo era su amigo... ¿sería su mejor amigo?

No habían estado desde niños, ellos juntos compitiendo a su manera corriendo contra todos, riendo y burlándose de los que no podían entender las ganas de ir contra la corriente.

Me alejé...

No quería ver a Yuu ser consolado por una mujer...

Que Yuu nunca se muestra así con nosotros... que hacerle llorar es un triunfo y solo lo obtienen los que más ama él. Si Yune lo supiera se pondría feliz...  yo lo sé.

Pero no iré como estúpido a decirle.

 

No saben cómo decírselo. Pero Yune es fuerte, nee, Yuu-kun...

 

Si la vida aún sigue...

Me estoy preguntando ahora... porqué me está costando tanto seguir.

Mis dedos sienten el viento frío recorrerlos... 

Mis pies me llevan a lugares que no conozco...

Es por qué... ¿no quiero estar solo?

Ah...

Y la angustia de saber que... 

Que las vueltas que doy en mi caja de cartón me llevan a una salida en dónde estás tú...

Cuando te vi, supe por fin porque sentimos tristeza y alegría al mismo tiempo... al amar a alguien.

Con el cuerpo temblando y mudo me acerqué hasta rozar tu espalda.

Si estoy perdido, pienso que puedo encontrar el camino de regreso a casa al tomar tu mano... mi soledad te llama a gritos.

Tristemente... abrazado a ti.

La tibies que emanas...

Tan solo eso.

No hay palabras. 

Ni tuyas... ni mías.

Sin decir nada, entrelazamos nuestros dedos... ya no interesa las miradas curiosas de la gente que camina a nuestro lado.

Quiero amarte ahora...  ya no importa si el mundo se entera.

Besándonos en una cama que no es la nuestra...  logro oler la pasión de otras personas que han dormido en estas sábanas ajenas.

Y que más da...

Si es mi cuerpo y el tuyo llamándose en silencio de nuevo...

No puedo escapar de lo que siento por ti.

Tus manos recorren mi espalda, un antiguo susurro eriza mi piel...  nuestras lenguas se juntan ansiosas...  Y dejo de ser yo cuando nos unimos... 

El vaivén que tanto extrañaba...

Ne, Taro....  estemos así hasta que duela... 

Ya sé que estás cansado de fingir...  te daña... dime la verdad...

Deja de ocultarte bajo una sonrisa amable...  si me das un poco de tus secretos dolorosos, entonces podrás dejar de aguantarte el llanto que paralizas en tus ojos.

Taro... 

Taro... 

Déjame ayudarte con mis torpes manos.

Siempre podré si estás tú ahí...  en el tiempo separados... al alejarnos por completo...  en tu cuerpo delgado puedo ver la pena...  Déjame conocer lo que piensas con celo.

Tarou... 

 

Ya amaneció...

Sí.

 

Huelo el perfume de tu cuello.

Sobo mi pierna izquierda contra tu muslo derecho... 

Y me besas en silencio.

Escurriendo tus lágrimas tímidamente... 

 

Tarou... 

Tengo miedo... 

 

Te abrazo... y escucho que susurras el nombre de tu amigo enfermo...  de nuestro amigo. 

 

Se pondrá bien... 

... no mientas... 

 

Lloro al escuchar mi mentira. 

Sonrío viendo la luz azulina de la mañana, mis lágrimas distorsionan esa imagen... 

Una triste mentira...  

Ya sé que Yune no volverá con nosotros.

... duele eso... 

Me duele porque he descubierto que Gazette... ha perdido un hermano. 

 

Continuará...


 

 

Notas finales:

 

Me hubiera gustado hacer un capi mejor, pero no pude.

Y también un poco más largo y un tantito más intenso.

Pero sé que si no me desprendo de él ahora, me quedaré colgada por mucho más tiempo y Yune no podrá marcharse y menos tener su capi para él solito.

 

Empezaré a escribirlo la próxima semana, así que el actualización será para el viernes catorce de octubre. VIERNES 14 DE OCTUBRE.

No olvidar.

Aún no sé si serán dos partes o una... 

Cuídense mucho y comenten que les pareció el capitulo.  

 

Pd1: gracias a todos por los saluditos! Fui muy feliz!!!

Pd: kira, aùn sigo escribiendo tu review.

 

Manabuu

 


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