Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Promesas inevitables por Manabuu

[Reviews - 1152]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡Gazette se quedó sin batero de nuevoooo!!

 

Saga PSCompany UP!

primer capìtulo con muchas sorpresas y nuevos personajes.

A disfrutar! TOT!

Y què viva DIR EN GREY! YEEEAH!

 

Inevitable XXIX

 

 

Vi por enésima vez mi móvil en la pequeña mesa central.

Ya sabía que no tenía poderes sobrenaturales para intentar hacerlo funcionar o tocar la bendita melodía de la gloria, mas... yo quería con todas las fuerzas entregarle mis preciadas energías positivas.

Era lo único que me quedaba por hacer, solo eso.

Los minutos se iban corriendo asustados al verme al borde de la histeria...

Me recorrí la casa sin tener nada más en mente que... 

 

¡El móvil, el móviiiil!

 

Corrí como desquiciado al escuchar el ring insistente que traía mi móvil.

Me abalancé sobre el mueble grande y caí de bruces cerca a la mesa, resoplé asustado, por casi y me quedaba sin nariz. Alcancé el aparato y apreté el botón verde.

 

Está confirmado.

¿¡En serio!?

Sí, no me cabe la menor duda al respecto. ¿Entonces lo harás?

Debo colgar. Gracias.

Nada de gracias, me debes una.

Ok.

 

Me desplomé sobre el mueble y mi cabeza quedó colgando como la de un muñeco.

Mordí mis labios.

¡Esta era una señal, obvio que lo era!

Las decisiones que tomé no habían sido en vano, de eso estaba complemente seguro.

¡Tenía que arriesgarme y eso hice, pero ahora necesitaba dar un nuevo paso, un gran y genial paso!

Me levanté despacio y caminé por la habitación no estando muy seguro de lo que debería hacer. ¿Estaría bien actuar apresuradamente o debía tomarme un tiempo para maquinar mejor las cosas?

El problema, en mi caso, denotaba en que perder tiempo podría resultar fatal...  Tomé aire fuertemente y busqué en mi directorio. ¡Tenía que hacerlo, no era nada del otro mundo! ... después de todo, usualmente yo ya... 

 

¿Diga?

¡Hola!

Wow, años sin saber de ti, jaja, cómo vas.

Pues bien, me preguntaba si tienes un poco de tiempo hoy...

¿Quieres que nos veamos?

Sí, te parece bien en el café de la calle tres, frente al centro comercial en donde trabajabas...

¡Perfecto!

Te espero entonces, a las cinco...

¡De acuerdo, bye, bye!

 

Salté como tonto y subí las escaleras hasta mi habitación.

¡No lo podía creer! ¡Era casi como un sueño de escolar!

Me reí de mí mismo.

No tanto así, más... ¡a quién quería engañar, me sentía en mis quince años pensando mil tonterías! Me fijé en mi reloj de muñeca, aún era temprano, pero uno nunca sabía los percances que podrían ocurrir en cualquier momento, por lo que decidí alistarme, de todos modos ya no tenía empleo así que, para qué esperar más.

Tomé unos jeans sueltos oscuros, una polera abrigadora, ya que todavía el clima estaba bastante frío, busqué las zapatillas verdes que comprara hace una semana, alisé mi cabello, tomé la billetera, guardé el móvil y bajé a la primera planta, fui a la cocina bebí un vaso de agua y me fui.  Obvio que dejé una nota en el frigorífico antes de partir, después no quería problemas y llamadas impetuosas preguntando en dónde diablos me encontraba.

Tomé la línea A que me llevaba al centro, daría un par de vueltas por los alrededores y me iría a esperar al café.

No quería ser impuntual.

Nunca me ha gustado aquello.

Si vas a quedar con alguien, una cita o lo que sea, siempre es respetuoso llegar antes, no importa si la otra persona se demora un poco. No me gusta hacer esperar al otro, prefiero hacerlo yo... ya que después, quieras o no, recibirás un buen trato y probablemente para la próxima salida recibas una que otra sorpresa.

Cuando por fin hube llegado noté con asombro que faltaba menos de media hora para las cinco. Enfundé mis manos en los bolsillos de la polera, hacía un frío de los mil demonios, así que ir a perder el tiempo por las tiendas no me resultó una idea de lo más agradable, preferí dirigirme directo al café. No importaba, podía quedarme dentro.

Y eso hice.

Un café con crema... le sonreí a la mesera y ella me dio una ración extra de galletas.

Saqué el móvil y lo dejé sobre la mesa, así podría ver si me llamaba o no sé... avergonzado lo volví a guardar. Ya me estaba portando como un sicótico... sin embargo, eso solo era el principio.

Después de dos horas, sí me volví un sicótico.

El exceso de café estaba haciendo estragos en mí, diez tazas en todo el tiempo que llevaba esperando, no podía estarme en paz, las manos me picaban y me dolía el cuello de tanto voltear para ver si por fin llegaba mi supuesta salvación...

¡Ah, salvación, salvación!

¡Me iba a suicidar si no hacía cualquier cosa o se me ocurría una que otra explicación a una tardanza que me iba a destruir los nervios!

 

¿Aló?

Mizuho...

¿Y esa voz de muerto viviente? Eres un cretino, para qué mierda me hablas... 

¿Sigues enfadado?

¿Tú que crees?... ¿no vas a contestar?

Ah, Mizuho, no me digas que ya no somos amigos...

¡No me hables!

Tú dijiste que ibas a postular a la universidad, así que tú nos jodiste primero.

 

Acaté como vencedor de una discusión que llevaba más de un mes.

Pero por lo menos di un motivo de fuerza mayor, no como tú. ¡Cretino!

Oh vamos, Mizu-chan, no vas a encontrar un amigo como yo jamás.

No me hables así, marica.

¡Oye! Vamos Mizu, que el viernes nos encontramos un rato, pasas a la casa y comes lo que tú quieras, qué dices ¿eh?

¿Quieres comprarme? Jaa, comprarme con comida, te recuerdo que ya no estamos en el secundario, y hablando de secundario, me encontré con An-chan la otra vez, jeje, dice que quiere verte, ¡eres un maricón suertudo!

Oye Mizu, párale ya hombre, eh, que estás que me agredes a cada instante.

Lo hago porque...

 

Y entonces, al escuchar la campanilla de la puerta, no pude ser más feliz al verlo, ¡ah, la sonrisa de me desparramó de la cara! ¡Me paré como un tonto y grité su nombre frente a la cara asustada de los demás clientes que se encontraban de lo más tranquilos en sus charlas de mesa!

 

¡Mizu, te llamo más tarde!

¡Eres un desgraciado, mira cómo me cortas!

¡Bye!

 

Le invité a sentarse  y de inmediato le pasé la voz a la encargada para que... 

 

No digas nada, pide lo que quieras...

Jajaja, siempre eres tan amable, vale, que esta vez no me haré de rogar.

¿Ya va a ordenar?

Sí, quiero un café negro, también eh... 

 

Asentí cuando él me miró como pidiendo permiso...

No debía ser tímido, después de todo, tal vez nosotros a partir de ahora tendríamos una relación más cercana...  Relamí mis labios y volví a sonreírle.

 

¿Tienen tarta de durazno con chocolate?

Sí. ¿Le traigo eso entonces?

Sí.

Bien, un café negro, una tarta de durazno con chocolate y de cortesía ¿gustaría galletas de vainilla?

Oh, claro y un vaso de agua... muero de sed.

 

Acerqué la taza que tenía y bebí un poco.

 

Vas a tener que perdonarme, ya estaba por salir, pero las cosas se nos han complicado un montón. Si no muero de un colapso nervioso lo haré por inanición...   

¿Tan difícil está?

Sí. A decir verdad... oh gracias.

Servido.

 

Le dije que se sirviera y me quedé sorprendido al ver cómo se bebió de un solo trago el vaso de agua que a penas segundos le alcanzaran.

 

Come un poco primero, pero hazlo despacio, no te vayas a atorar.

Sí... ¡mmm! Está de infarto, ah diablos, hacía tanto que no comía cosas ricas...

¿En serio?

No tenemos ni un puto yen... lo siento, no debo hablar así.

No, no te abstengas, es normal, la situación está complicada de todos modos. Y supongo que para ustedes más.

 

Amable, necesitaba ser muy amable e ir con cuidado... Retorcí mis manos debajo de la mesa, no quería ser demasiado tosco y soltarlo así... debía ir con cuidado, muy lento y dar la estocada justo en el momento indicado.

 

Sí, tenemos una deuda, mmm... así que ando como loco buscando un empleo, por desgracia no he conseguido uno todavía.

¿Quieres que te de una mano con eso?

Oh no. Siempre estás ayudándome, qué vas a pensar de mí después, jaja.

 

¡Era ahora o nunca!

Pasé las manos por mis cabellos y volví a beber un sorbo largo de café.

 

Escuché que tu banda se quedó sin baterista.

¿Oh? Qué rápido vuelan las noticias. Jaja... sí es cierto.

Y que también ya han desfilado ante ustedes más de siete u ocho bateristas, no tengo la cifra exacta.

 

Él rió frente a lo que dije.

Esperé a que terminara de mascar un trozo grande de durazno.

 

¡Eso también es cierto, en realidad fueron ocho! ... ¡cómo te enteras de todo aquello! Jajaa, eres tan misterioso, ajaja.

Tengo mis contactos, siempre te lo he dicho, ¿no? 

Sí, ¿no serás un yakuza?

No, jaja, por suerte no. También sé que tus ventas han ido bien, aunque el último single no mucho, y ahora con lo que no tienes baterista, pues mmm...  ¿no es un problema?

Pues sí. Ha sido difícil... nuestro baterista era genial, ya lo sabes ¿no?

Sí, algunos conocidos míos se entristecieron por su salida.

Todos lo hicimos. Pero bueno... Yune-chan tenía que irse, no había nada que pudiéramos hacer al respecto.

Entiendo.

 

Respondí seriamente.

Era notorio que hablar del ex-baterista era un tema bastante delicado, por lo que no debía profundizarlo más.

 

Entonces lo que yo, bueno era...

¡Pero ya no tenemos que preocuparnos, ya tenemos batero nuevo!

¿Eh?

 

Me quedé de piedra al escuchar aquello.

Pero no podía ser cierto...  Yamato me había confirmado que no...

 

¡Te agarré desprevenido, no lo sabías Kai-kun, jajaja! Ya me estaba asustando que supieras todo de nosotros, jaja... ¿ne, Kai-kun?... ¡Kai-kun!

¿Sí?

 

Respondí desilusionado...

 

Te quedaste cortado.

Oh no. Entonces, Ruki-kun... Gazette ya tiene batero...

Sí, por eso me demoré hoy, estaba ya de salida y justo Uru-chan me llama como loco diciendo que se habían contactado con Tazawa-san, nuestro manager, creo que lo conoces ¿no? Tú tocaste en Spiral Nite, y él fue, seguro lo viste; bueno la cuestión es que tuve que pasarme allá, a un pequeño estudio de alquiler en donde le iban a hacer la prueba, Aki-chan estaba en su empleo y me dijo que su decisión dependía de mí, así que de mi parte ya había dos votos. El que no paró de hacer rollo fue Aoi-san, ya no sabía cómo acosar al pobre chico, al final él único voto en contra fue de él, hasta Uru-chan dijo que le agradó, después de todo ya necesitamos un batero urgente, hemos perdido un mes entero y ya estamos casi entrados en Febrero, tenemos que ponernos a componer como locos... ah la locura porque ahora ni tenemos un lugar fijo a dónde ir, después de lo de Matina y...

 

Me sentí como un imbecil al ver mis esperanzas rotas...

Incluso todo el lugar pareció perder el color, los sonidos y los olores cálidos y dulces que inundaban hacía nada el café.

¿Sería un castigo?

Podría serlo... después de todo yo abandoné mi banda, sin importarme nada más que mis sueños o mis tontas aspiraciones sin sentido...  tan solo vi que podía tener algo mucho más seguro.

Tan tonto...

No tenía ni idea y supuse que yo podría ser... 

 

¡Kai-kun!... ¡Kai-kuuun!

¡Ah!

Te quedaste cortado de nuevo...

Lo siento, ¿hablaste mucho?

Algo, ¿te sientes mal? Estabas animado a hace un rato. ¿Todo va bien con tu banda?

 

Miré los ojos negros de Ruki-kun,... su leve flequillo rubio que se pintaba en medio de sus cabellos negros.

 

Algo así. No debes preocuparte.

Vale.

Ya debo irme, solo quería ver cómo te iba, Ruki-kun.

Ok. Espero que volvamos a quedar uno que otro día, y que pronto estemos en un festival,  he escuchado que habrá uno en marzo, así que será ocasión...

Sí, quién, sabe.

 

Ambos nos levantamos de la mesa, dejé el dinero sobre ella y salí junto con él en silencio. Coloqué mis manos en los bolsillos y observé el cielo nublado. Me giré y quedé frente a frente al pequeño Ruki-kun.

 

Que te vaya súper bien, Ruki-kun.

 

Le di la mano y él me la estrechó suavemente.

Sonreí a medias al sentir lo suave de su guante de lana, en verdad le deseaba que le fuera bien.

Lo vi alejarse y yo también me apresuré a volver a casa.

Evité pensar en todo el camino sobre las repercusiones de mis actos, mas...  era mejor no abrumarme, por lo menos no por el momento, ya después vería qué hacer al respecto.

 

¿Qué haces aquí? Sabes que tengo que ponerme al día con todo lo del...  ¿Uke?

...

¿Qué te ocurrió? ... Ah, diablos Uke, di algo.

Me siento como una bazofia.

Uke...

 

Caí sentando en las gradas que tenía la entrada de la casa de Mizuho.

¡Esto no podía estar sucediéndome!

¡No después de lo bien calculado que lo tenía!

Averigüé por todos los medios cuántos fueron los bateros rechazados, pregunté para ver que clase de comportamiento no debería tener, y obviamente sabía con exactitud que a quién se le debía de temer era al tal Shiroyama-san, ya que parecía ser muy estricto, que con el guitarrista Uruha-san uno debía mostrarse afable, además ya lo conocía; hablamos una vez por culpa del pedal que Ruki-kun me prestó y fue ahí cuando presencié vía móvil la maratón que el bajista Reita-san tuvo que recorrer para poder lograr estar de novio con su vocalista, y por sobretodo sabía que él era alguien muy celoso, ya habían algunas habladurías diciendo que le puso el pare al sobrino del dueño del Black room cuando intentó meterse con Ruki-kun... además, Mizuho mismo lo presenció y obviamente vino corriendo a decírmelo...  ¡¡Incluso me presenté como quién no quiere la cosa con Tazawa-san en el festival de diciembre!! Hice de todo, sabía a la perfección que desde aproximadamente noviembre las cosas con el baterista de Gazette, Yune-san, no iban bien, la cancelación de las dos presentaciones en el Night club y la ausencia en Spiral Nite lo confirmaban, ¡era un hecho claro! el baterista de Gazette tenía problemas con su banda, nadie sabía de qué tipo, pero era obvio que... 

... tan solo el verlo en el concierto final de Matina me hizo dudar de mis hipótesis e investigaciones, pero después... 

 

¿Uke? Oye hombre no pongas esa cara...

 

La ausencia de Yune-san y el cese de las presentaciones confirmaron que él ya no estaba con ellos.

 

¿No vas a contarme?...  ¿quieres un vaso de leche, Uke?

 

Sentí el brazo de Mizuho posarse sobre mis hombros.  

Reaccioné.

 

Parece que Kami está haciendo que expíe mis pecados...

No te fue bien con Gaze...

¡Hasta le deseé suerte con su nuevo bateristaaa!

 

Mizuho me palmeó la espalda.

 

Pero hiciste lo correcto.

 

¿Lo correcto?

 

¿Lo correcto?

Obvio Uke-chan.

 

Miré a Mizuho...  y se supone que somos amigos desde casi antes de nacer...

¡Qué correcto o qué mierdaaa!

 

¿Uke?

... no... yo debí... ¡Ajjj, tenía ganas de lanzarlo contra la pared y gritarle que dejara a ese incompetenteeeee maricón del demonio,  que yo había terminado con mi banda tan solo para poder ingresar en la de él y mira lo que le digo, le suelto, "suerte con tu banda" que se vaya al diablooo, va a tener suerte si yo, solo yo estoy en Gazette! ¡Encima me contó todo el recorrido infernal y ni se dio cuenta de mi preocupación, habría que ser imbecil para no percatarse que si estoy...!

 

Termine echado sobre mis rodillas, exhausto.

Ya lo había dicho... sí... patético... 

 

Sabes, Uke... me da miedo cuando tu personalidad se parte...

Cállate, vete a la mierda, tú me tiraste la mala suerte...

Sí, como digas.

...

Pero ya pasó...

 

Me odiaba en verdad...

A veces mantener la compostura era tan terrible y fastidioso...

 

Sé que no es... ya sabes, lo que sientes, después de todo te gusta demasiado ese grupo, si hasta tienes los discos que me hiciste comprar contra mi volun...

A ti también te gustan...

Solo porque me obligas. ¡Ya levanta Uke, tú no eres un perdedor, ya deberías de estar pensando en el próximo movimiento! ¿Te vas a rendir así de fácil?... me decepcionas en...

 

Erguí mi cabeza velozmente y miré a mi amigo.

Le hice una mueca grotesca y el rió.

 

¿Por quién me tomas?

¡Ese es mi Uke-chan retorcido! Está bien, sé que no puedes hacer nada sin mí, entonces... ¿secuestramos al estúpido de su nuevo batero? Ya sabes, llamo al ogro de Mon-chan y lo despedazamos.

Jajaja, no seas puerco.

¿Y para qué soy bueno?

 

Le di un golpe en la cabeza.

 

Yo no te entiendo sabes, sé que aún quieres tocar en una banda, entonces por qué carajo te saliste de la nuestra... No te entiendo, te conozco y tú en la universidad jaaa, ver para creer.

Desgraciado.

 

Me contestó Mizuho.

Yo solo reí.

 

Es la verdad y lo del batero... es más que probable que él mismo se salga.

¿Por qué? Uke... ¡Uke!

 

Mizuho me miró seriamente.

 

Qué estás pensando hacer... ¡Uke no me asustes!

¿Qué? No voy a hacerle nada, pero algo me dice que no va a durar ahí.

¿Lo dices porque son muy exigentes?

No solo por eso, no va a recibir ni medio, por el contrario, va a tener que cargar sobre sí la deuda que ellos tienen, ¿no me lo dijiste tú?

Sí, al parecer le deben a Matina, pero no sé de qué, es raro, se supone que en realidad toda la producción salió del bolsillo de Gazette, entonces, porqué la deuda, eso no lo entiendo.

Sí.

¿Y si tú ingresas piensas pagar la deuda igual?

¡Obvio, sería parte de la banda!  ... y la pagaría con gusto ¡Ellos la valen!

Jajaja, parece que hablarás de la última Coca en el desierto, jaja, ya deja de alucinarte tanto. Y a todo esto, parecemos dos tías chismosas aquí. Me voy y tú vete a casa, será mejor que  descanses.

Nah, te acompaño a estudiar.

Lo que quieres es comer gratis.

¡See, eso mismo!

 

Mizuho.

El era mi amigo de toda una vida.

Si tuviera que nombrar mi primer recuerdo... yo respondería sin dudar: Mizuho.

Una vez escuché que una de las cosas que elegíamos libremente y bajo nuestra entera disposición, pesara a quien le pesara, eran nuestros amigos. Sin embargo, esa regla no se ajusta a nosotros.

No tuve necesidad de discernir, ya que Mizuho siempre estuvo quince pasos más abajo de mi casa. Probablemente una conexión más fuerte que el destino, fue la amistad de nuestras madres. Así que antes de saber si nacería como un chico o una chica, ya nos habíamos convertido en amigos a través del lazo de alguien más.

Jugando de niños en el parque de la vuelta, soñando despiertos en las noches en que el cielo estaba más resplandeciente, yendo a la misma escuela primaria y secundaria. Muchas veces nos creían hermanos, no obstante, el apellido nos delataba...  Incluso la locura de crear una banda la hicimos juntos, recibiendo eso sí, la reprimenda y marginación de los demás que pensaban o piensan que solo perdemos el tiempo en estupideces.

... Recuerdo que me burlaba de ti cuando recién empezabas a practicar con la guitarra de tu hermana mayor...  y también reconozco la envidia que me generaste al escucharte cantar una noche.

 

¡No se habla más, tú serás el vocalista!

¿Yo?

 

Y aunque mi rostro decía claramente que estaba más que satisfecho, sé que pensabas que en el interior de mis entrañas negras, yo me remordía de celos.

¡Pero que más da, que todo el mundo siente un poco de desazón!

Y eso, Mizuho, tú lo sabes mejor que nadie.

 

¿Qué es lo que te ven?

Ni idea.

¡Yo soy mil veces mejor que tú, Uke!

 

Muchas veces pensé que terminaríamos a los golpes por las discusiones tontas que se creaban entre nosotros. Sin embargo... siempre me traías nuevas noticias, no importaba sobre quién, siempre era yo el primero en saberlo todo.

Por eso...

... cuando fui el último en enterarme que empezarías a tomarte en serio el cuento de la universidad, realmente me enfadé.

No podía ser cierto que alguien como tú, dejase un sueño que podría volverse realidad y sobretodo darnos una clase de vida para nada detestable.

¿Qué te pudo haber hecho cambiar de opinión?

¿La presión familiar?

Pensé que lo teníamos todo bajo control...  ¿lo prometimos ebrios, lo recuerdas?

 

¡Una a una!

¡Paso a paso hasta volvernos famosos!

 

Y fui yo el que después nos dejó.

Supongo que el paso a paso se volvió nebuloso y sombrío como las huellas en la arena mojadas por el mar.

Solo veo mi camino ahora...  aunque sea un rastro borroso e indescifrable.

 

¿¡Qué dejas la banda!?

¡Pero Kai!

De todas formas, Mizu...

¡Pero confiábamos en ti!

 

Sí y yo confiaba solo en mí.

Hay un momento en la vida en donde tienes dos opciones...  y la elección que des será la que te encamine, para bien o mal, hacia algo en verdad grande y misterioso.

 

¿Y te largas así?

¡Tú te fuiste primero!

 

Mis palabras frías... y tus ojos indignados.

Te pesa habernos dejado...  o te duele haberte dejado a ti mismo.

Saboreo estos últimos momentos... sé que pronto las cosas cambiaran. Y que ya no te veré tan seguido o que no me despertaras en la madrugada para contarme las últimas noticias que consigues atrapar, cuando te camuflabas por los night clubs.

 

Oye arrímate, vete a dormir a tu casa, ¡Uke!

 

Te miro en medio de una luz blanca.

Abrazo tu almohada y te doy la espalda.

Mientras voy cayendo en un sueño indescifrable pienso en si... las cosas marcharan mejor en la mañana.

Mi mente agotada y mi cuerpo sin entusiasmo...

¿Debería de haberle dicho las cosas directamente a Ruki-kun?

Ni siquiera entiendo la molestosa duda que se forma en mi pecho durmiente.

Una mortificante inquietud... pero el sueño es más pesado.

Ya el mañana me dirá qué hacer.

 

Bububu... pinpinpin... ¡Bububu!

Ah... no cobraré nada...

¡Pinch!

¡Mierdaaa!

 

Salté de la cama sobándome el ojo.

¡Quién me había...!

Ahogué un grito al ver al filo de la cama una cabellera negra.

 

¿Mio-chan?

 

Pregunté temeroso.

Ella se descubrió el rostro lentamente con sus filosos y blancos dedos.

Entonces respiré hondo.

Sí era Mio-chan, la hermana menor de Mizuho, que aunque ya tenía dieciséis años aún aparentaba la edad de una niña de doce, encima que era la excentricidad hecha persona. Sus padres no la soportaban por lo que casi todo el tiempo lo pasaba en casa de su abuela, no obstante, por ser hermana de Mizuho, se podría decir que habíamos formado una amistad rara. Ella no abría el pico cuando yo me quedaba en casa de Mizuho, ya que desde que ambos empezamos con la banda, el padre de mi amigo no me quería ni ver en pintura.

 

Nii-chan Zu dijo que me llevarías a dónde yo quisiera.

¿Eso dijo?... ¿seré tu niñera...?

 

Suspiré de nuevo observando sus grandes ojos rasgados. No había caso... ella sabía que yo le temía y más por su look de niña infernal y autista.

Sin decir nada, nos escabullimos por la puerta trasera, después claro está de robar el desayuno.

 

¿No vas a la escuela hoy?

¿Te quedaste sin banda y por eso ayer llorabas en sueños?

 

La odié cuando ella lo mencionó y por sobre todo al mostrarse tan tranquila e indiferente, saltando a un lado de mí, haciendo ondular su largo cabello negro.

 

            Mio-chan, sabes, necesito hacer unos asuntos...

Pero si no te quieren como baterista...

¡Estuviste escuchando ayer!

 

Le grité colérico...  sin embargo, guardé la compostura después de medio segundo; estábamos en las calle, sonreí a un lado, a unas señoras que me miraban asustadas, incliné mi cabeza y caminé detrás de ella rápidamente.

 

Regaba las plantitas del jardín... y tu sonrisa macabra daba miedo, seguro por eso aquel estúpido vocalista no te aceptó.

¡Oye tú!

¡Quiero entrar a esa tienda!

 

Pegué un brinco del susto cuando ella se paró de improviso frente a mí. Su rostro cerca al mío y su brazo largo señalando una tienda de...  ¡Ah no, yo no voy a entrar ahí!

 

Tu padre dijo que no y no quiero líos.

No serás tú el que pague, sino yo.

He dicho que no, después Mizuho tendrá problemas y yo no voy a...

Mizuho se desgració cuando tú tiraste la banda que formaron juntos a la basura.

 

Maldita niña.

 

No voy a entrar.

Bien, entonces vayamos a esa tienda.

 

Miré horrorizado un sex-shop y mi cara se puso roja cuando ella empezó a canturrear que éramos amantes y que estaría cometiendo un delito por meterme con una menor de edad. Le tapé la boca como pude, frente a la mirada extraña de un policía, un montón de personas que esperaban la luz verde para cruzar la calle y un grupo de lolitas que no dejaban de reírse maliciosamente.

En verdad que no era mi día de suerte.

¡Siempre que tenía que acompañar a Mio-chan pasaban cosas malas, muy malas, como si ella atrajese todo lo negativo del mundo!

¡Por casi estuve a punto de morir arrollado por el metro al caso trastabillar cargando el paquete que había comprado ella!

Me arrodillé frente a mi amigo.

 

Nunca más vuelvas a mandarme con ella...

 

Sonreí desesperado y Mizuho me dio palmaditas en la cabeza.

 

Mio no es mala, solo se siente sola, además, ella no quiere ir a la escuela. ¡Y tú le caes muy bien!

 

Le di una mala mirada.

Sí, ¿cómo no? Sí, ella moría por mí...  "ella quería verme muerto" , ¡solo eso era cuerdo!

Ni siquiera me dijo gracias.

 

Es que piensa que es tu obligación.

Obligación mi trasero.

¡Pero siempre le haces caso! Jajaja, qué chistoso y ¿si ese policía en serio pensaba que eras un pedófilo? Jajaja, me iba a tocar ir por ti después de las clases, jaja.

Desgraciado. Hoy tenía que ir a averiguar cómo les va con el batero.

Ya lo hice por ti.

 

Me quede con la boca abierta.

 

Yamato te pide disculpas.

¿En serio? Ese incompetente...

 

Dije entre dientes.

 

Sí, pero ese incompetente es nuestro mayor informante. ¡Eh y deja de hablar así de mi primo!... encima que te ayuda...

Es su deber, ¿no que quiere trabajar como reportero?

Sí, pero no te da derecho a juzgarlo. Dice que conoció al batero y hablaron un rato.

 

Mizuho colocó los libros de trigonometría en su estante. Luego se volteó y se sentó conmigo en la alfombra.

 

¿Y?

Dice que es un buen tipo, aunque es un poco mayor que los demás.

¿Qué tanto?

Veinticinco.

¡¿Veinticinco?!

 

Grité asustado.

¡Demonios!

 

Bueno, Uke, aquello no es tan malo, incluso le podría dar estabilidad a la banda, no obstante, según Yamato, la relación no van tan bien. Ya sabes, él sería el senpai, pero está rodeado de un grupo que se creen el verdadero senpai.

¿Lo dices por el guitarrista?

¡No me dices que se ve muy autoritario! Sí tú dijiste que pensaste que el tal Aoi-san era el guitarrista estrella, jajaja.

Em sí... es que tiene porte de hermano de mayor.

¡Ves!

 

Me apoyé en la cama y miré a la ventana.

Aquellas aclaraciones no me estaban gustando.

 

Sin embargo, decías que la relación no va tan bien, explícate mejor.

Ok, tampoco pienses que Yamato ha estado ahí como un ente que lo ve todo, solo pudo alcanzar algo. No tienen un lugar dónde ir, por lo que han usado el estudio comunitario de Rino-san, se paga menos.

Pero es horrible y todo el mundo termina en pelea ahí por el cupo de sala.

 

Dije preocupado.

No me imaginaba a Gazette ahí, esos chicos no eran para estar buscándose pelea por un cupo, además, hacía un tiempo, un muchacho murió ahí en una riña callejera con una banda...

 

No tienen de otra, pagar un estudio en otro lugar es muy caro... además...

Mmm, ¿no te acuerdas que Yamato nos informó que ellos iban a un estudio por Setagaya?

 

Pregunté curioso.

 

Sí, y según Yamato en Takahashi Studio, últimamente han ido a trabajar dos bandas pop que quieren grabar, ya sabes es algo menor y por lo que averigüé antes el tal propietario, Shino Takahashi, les ha dado facilidades para que sigan con él. Por lo que Gazette no tiene donde ir a practicar.

Ya veo...

 

Estiré mis piernas... 

 

Estás preocupado...

Obvio.

Y eso que no es tu banda.

 

Habló Mizuho picado.

Le miré tranquilamente, ya no iba a empezar una nueva pelea con él por tontos asuntos.

 

Sabes que tengo amistad con Ruki-kun.

Lo sé. Es como si tuvieras una debilidad por él.

Ya te dije que nos salvó la anterior vez, si no hubiera sido por su pedal...

Ya sé, ya sé...  Igual es mortificante verte entusiasmado por otra banda... más allá del simple gusto de fan.

Mizuho...

 

Le corté lentamente, no iba a empezar de nuevo con sus injustificados...

 

Y que nuestra banda se fuese a la mierda...

¡Mizuho!

¡Es la verdad!

 

Ambos nos paramos de improviso, ¡que a veces dan ganas de matarlo y romperlo en pedazos para dárselos a los...!

No obstante, supongo que...

No hubo necesidad de llevar la pelea hasta darnos de golpes en el suelo... 

 

¡Carajo, qué mierda es esooo!

 

Caí de rodillas tapándome los oídos...

No hacía nada la casa había estado sola invadida por nuestras voces y ahora... un ruido infernal se había prendido, vi horrorizado los vidrios de la ventana vibrar, jalé a Mizuho aun costado y lo tapé con mi cuerpo cuando el ruido los hizo añicos. Rodé a un costado teniendo cuidado con los pedazos brillantes que aún vibraban en el suelo. Sin embargo, Mizuho me tiró a un lado y salió corriendo al pasadizo, yo hice lo mismo después de unos segundos... Lo vi ir directamente a la habitación más cercana que estaba con la puerta entreabierta...

Al aproximarme no supe si reírme o gritar...

 

¡Qué mierda piensas que haces!

 

Sí.

El monstruo de Mio había hecho de las suyas.

 

¡Me explicas... UKEEE!

¿Qué? Deja de gritar...

 

Le dije entrando finalmente.

 

 

Qué se supone... ¡esto, Ukee!

 

Ahí iba el hermano histérico no logrando enlazar palabras para formar una oración coherente... Solo me quedó alzar los brazos y decirlo.

 

Un amplificador.

¿QUE?

Mizu te recuerdo que eres guitarrista y obviamente sab...

¡Ya sé que es un maldito amplificador, pero eso y eso y estooo!

Tu hermanita lo compró.

 

No entendía cómo Mizuho podía haber obviado de mi traumante explicación el hecho que Mio adquiriera un amplificador y una guitarra... ah, e incluido su respectivo pedal de sonido.

 

No me dijis...

¡Te lo dijee!

¡No!

¡Sí!

¡No!

¡Sí!

 

Volvimos a insistir hasta que un nuevo sonido infernal nos ahogó las voces y terminó por romper una ventana más.

 

¡Suelta eso!

¡Noo!

¡Suéltalooo!

 

Apagué el amplificador y corrí a desconectarlo al pasadizo.

Por ahí vi un par de jarrones de vidrio rajados. Reí por lo bajo y encontré a Mio una pelea infantil con su hermano.

Ahora entendía porque a veces me alegraba ser hijo único.

 

¡Y ahora qué mierda vamos a hacer, papá va a matarnos!

Lo primero creo que es mmm... Mio debe desaparecer.

 

Dije macabramente.

 

Tienes razón.

 

Contestó mi amigo ante la cara más que pálida de su hermana.

 

Te vas donde la abuela y no vuelves en una semana. ¡Y te llevas todo estoo y tu Uke llama a Hitomiiiii, ahoraaa y tú, no te puedo dejar sola ni un momento y...!

 

Bajé las escaleras más que feliz.

Era una venganza dulce...  por lo menos ya tenía cobrado lo que me tocó padecer en la mañana. Saqué el móvil y busqué el número para llamar a nuestra salvadora.

 

¿Qué quieres?

 

Sonreí cuando contestó.

 

Hola Hitomi-san, ¿cómo estás? Yo bien, gracias por preguntar.

Agiliza Uke, agiliza que estoy en la oficina.

Pero solo trato de ser amable con la gran Hi...

¡Al granooo!

 

Alejé el móvil de mi oído.

No cabía duda que todos los Hakamada tenían un humor de perro...  No me hice de rogar y lo solté todo de una.

 

Mio-chan quebró todos los ventanales del segundo piso, encima que en su cuarto hay casi un estudio completo con pedales incluidos y...

¡Mierdaaa, llego en veinte minutos!

De acuerdo.

 

Sonreí frente al espejo principal de la sala.

¡No cabía duda, yo era el mejor!

Observé el móvil y busqué en mi directorio... 

 

"Ruki-kun"

 

Estuve tentado a llamar...

Sin embargo, no había motivo aparente para buscar una conversación, después de todo, ayer nos habíamos encontrado y sería extraño insistir en vernos...

Mi gusto por su banda... ya iba casi un año de conocer su música y aunque todo se inició de una manera muy casual, se podría decir que fui el culpable en forzar un poco las cosas... o tal vez no.

Se calculador no era mi culpa... solo mi estrategia y resultaba patético ver que aquello mismo me hizo perder una gran oportunidad. Reí en silencio...  la primera vez que Ruki-kun pensé que era alguien bastante serio, no obstante cuando me habló y gustoso me dio una solución al accidente que tuvimos me dije que en verdad se trataba de alguien muy amable y confiado. Si hubiera estado en su lugar, yo me lo habría pensando dos veces antes de dar algo mío... debe ser por eso que, a pesar que no soy muy confiado le pedí de buenas a primeras su número de móvil, "solo para estar comunicados, ya que ambos éramos bateristas", después de medio año lo vi de nuevo y sin dudar volvió a ayudarme aún sin consultarle a su baterista... Ruki-kun ya no era el batero, no... ahora estaba frente a los demás cantando.

Me alegré y sorprendí... y aunque al principio no pensé que tendría buena voz, solo bastó esa presentación para que empezara a admirarlo y no solo a  él obviamente, también a todo Gazette.

Ellos eran unos chicos con una curiosa manera de confraternizar.

Muchas veces hubo rumores sobre peleas fuertes entre los guitarristas, no obstante, la puesta en escena era otro cuento. Por lo que me comenzaron a intrigar en sobremanera.  ¿Qué guardaría aquella banda? ... Yo quería saberlo todo... por lo que sin darme cuenta comencé a comprar su material y a analizarlo...  descubrí varias canciones fantásticas y deseé ser como ellos. Aún cuando era una realidad que la situación de Matina no era segura, ellos sacaban un material muy a la altura, como diciendo que lo que sucediese con la compañía era un motivo aparte, y que ellos solo vivían para tocar y entregar a los fans lo mejor que tenían.

... Los envidié...  y supongo que de la envidia vino el deseo...  Empecé a comparar mi banda, fatalmente...  Fue duro y cruel, no obstante... 

Ya no podía hacer más por los míos.

No soy perfecto... solo alguien que trata de seguir adelante y que cada vez se va quedando sin más apoyo que sus propias manos o medios.

 

¡Uke, Ukeeee!

 

Desperté de improviso.

 

Qué haces mirando a la nada. Hitomi ya llegó, ¿vas a quedarte a ayudar?

No sé. ¿Me quedo?

Mejor vete, papá volverá a casa y si te ve, te muele.  Mio-chan ya se fue donde la abuela. Nos vemos luego, tengo un huevo de cosas qué hacer.

 

 

No agregué algo más.

Mizuho también pensaba que era mi culpa y no lo iba a contradecirlo, ya que yo había ido con su hermana y el ver el problema de los ventanales iba hacer una batalla contra el tiempo.

Salí de la casa de los Hakamada y fui directamente a la mía.

No saludé a nadie y me encerré en mi habitación.

El cielo se puso negro y las ocho me llamaron a cenar, no hubo respuesta y tampoco insistieron. Ya se debían oler que mis asuntos estaban más jodidos que mi imperiosa terquedad.

Con las luces apagadas el cielo parecía un mantón funeral, ni una pequeña luminosidad despertaba curiosidad en él.

Suspiré y recordé con asco que debería ir a mi empleo.

No quería... sin embargo, una condición que me tracé para que mi proceder se viese responsable era tener un trabajo, cualquiera, no importaba cuál... solo para que los viejos no me molestaran y me miraran mal al ver... "a todos los hijos de los demás progresar, menos a mí", por lo que, a la semana o al mes un poco de mi sueldo de se iba para ellos, no era mucho, pero podría ayudar en algo con los gastos... 

Estiré mis brazos... y vi con pena el reproductor que yacía al costado de mi cama, alcancé un par de audífonos y los conecté, me los coloqué en los oídos y después tanteando logré abrir el estuche en donde guardaba mis Cd´s,  imaginé que el segundo sería el que buscaba y lo coloqué dentro de la radio...  le di play y entonces mi piel se volvió húmeda... 

A veces cuando no recordaba porqué me gustaba tanto esa pequeña banda que luchaba contra el mundo, bastaba escuchar de nuevo esa canción para decir... sí, yo también... 

Murmurando en la oscuridad...

 

Nos miran hacia abajo, ¡somos como perros delincuentes locos! No me enfrentaré como todos los demás... ustedes, personas que son débiles de mente, así que nos reiremos de ustedes hasta que nos duelan los costados... señalando con nuestros dedos y sonreímos satisfechos desde las sombras...

 

Mi corazón se henchía y aunque una humedad forzosa quería renvalsarse, no la dejé... ya no iba a perder más de mi pobre orgullo.

A oscuras, cantando en un arrullo... sí, como una canción de cuna que nadie puede comprender. 

Sonriendo a un mañana que me escupe...  algún día los papeles cambiarán.

 

¡Uke-chaan, hijoo!

 

Abrí los ojos de improviso...

Tenía el cuello doblado encima de mano izquierda, no grité del dolor y encima no sentía la espalda.

Me había quedado dormido en el suelo y el reproductor estaba encendido.

 

Dime mamá.

Ya son las ocho... ¿no vas a trabajar?

 

Insulté.

¡Dormido!

Levanté mi cuerpo y no atiné a nada más que colocarme de una vez el uniforme, salí al baño corriendo y me lave la cara como pude, el cepillo de dientes voló después hasta quedar en la bañera. Ni tomé desayuno... Con el alma en un hilo...

Por suerte tomé el autobús, no obstante estaba tan lleno que todo el mundo pasó por encima de mí.

Ahí iba mi terrible día de empleado temporal y eso que solo era el principio.

Reponedor en una pequeña cadena de supermercados.

Podía ser un trabajo tranquilo, pero no cuando los desmemoriados clientes te piden que busques las cosas por ellos.

Y justamente hoy me pasó y no fue solo uno... ¡Fueron DIEZ y acompañar a una anciana con las bolsas, jaaa, pero por qué no se van en taxiiii!

 

Uke-san... ¡Uke-san!

¿Qué?

 

Respondí de mala leche.

 

Como les vas a dar un servicio así a los clientes, ¡sonríe!

Bien.

 

Estiré mis mejillas hasta que dolieron y una sonrisa se formó en mi cara.

 

Muy bien. Tienes una sonrisa hermosa, úsala, ¿de acuerdo? La sonrisa te abrirá miles de puertas.

¿Y cuando esté hasta el pedo también tengo que sonreír?

 

Murmuré bajito.

 

¿Qué dijiste?

Nada señora, iré a hacer mi trabajo.

¡Ese es nuestro espíritu Uke-san, vayaa a la peleaa!

¡Sí!

 

Marché como imbecil y después formé una mueca.

Claro... si hasta a veces me daban ganas de romperme la sonrisa de lo imbecil que se me veía  a diario. Uno que otro día en que andaba mal, no siempre mis labios van a estar estáticos cumpliendo un papel social...  Sin embargo la gente piensa que sí... que se vayan a freír espárragos extranjeros...  y yo también.

Día laboral...

A veces temo que mis manos se lastimen por el esfuerzo que hago al cargar las cajas. Hace un mes tuve una caída, no obstante mi pierna derecha tomó la responsabilidad, mis manos quedaron a salvo...  aunque también... sí soy un imbecil... todo mi cuerpo...

 

¡Joven, no encuentro un producto!

Buenas tardes, en qué puedo...

¡Nada de buenas, le digo que no encuentro un...!

 

Y una reverencia debe hacer que ellos se sientan mejor...

Si no hay... ¡ES QUE NO HAY!

... pero no puedo decirlo...  tan solo hacer la tonta empresa de buscar y luego ganarme una reprimenda y algún insulto por lo bajo.

¡Me siento estallar en cualquier momento!

¡Por lo menos si tuvieran un poco de educación como yo hagoo, porque en realidad los quiero enviar a la mierda, pero no puedooo!

Educación... en un momento te has vuelto una tirana con los humanos... 

 

Para la próxima Uke-san, debes llamarme si tienes un problema como ese. Aquel hombre se quejó.

De acuerdo, fue mi error, le pido disculpas.

Vale, vete ahora.

 

¿Fingir arrepentimiento?

Debería haberle contado las cosas que dijo del super market y veríamos si de verdad me reprendía...

Salí del local, fastidiado... enojado y...

No regresé a casa...

Me fui a un bar.

¡Que más daba ya!

Mi vida era la cagada... no siempre, pero hoy sí.

Ni sé que pedí.

Tan solo me empujé una a una las copas rancias que me dieron. No tenía mucho dinero igual, así que me conformé con lo que había. Las luces bonitas del local se encendían y apagaban a lentitud y mi vaso parecía traslucirse entre mis dedos... mis odiosos dedos, aquellos que protegía al extremo...

¡Por qué tenía ser todo tan podidamente difícil!

Si tan solo recibiera un poquito de apoyo, en realidad no defraudaría a nadie, ¡les haría callarse la boca!

Bebí aún más...

No tenía a nadie... siempre solo... 

 

¡Ukeeeee!

 

Ignoré los sonidos molestos del ambiente.

 

¡Carajo Uke, ¿te quieres romper el estómagoo?!

 

Empujé a Mizuho a un lado y la bebí hasta el fondo.

 

¡Suéltalo, suéltaloooo!

Deja...

¡Noo, mañana después me lo agradecerás!

¿En serio? El gran universitario Mizuho ¿me pagara mis caprichos?... vete y jode a tu hermana...

¡Uke!

 

Caí de golpe al suelo.

Por suerte fue de rodillas y no encima de mis manos.

 

¡Qué mierda piensas qué haces Mizuhooo! ¡¿Querías quebrarme la manoo?!

¡A veces tengo ganas de romperte el cuellooo!

¡No antes que yooo!

¡Oigan yaaaa!

 

Me levanté lentamente y volví a sentarme.

Ahí iba Yamato queriendo ser el salvador de situaciones extremas.

 

Fui yo quien lo llamó, un conocido me dijo que te vio entrando aquí, Uke-san.

¿YYY?

Mejor vamos al Black room...

¡Nooo, no voy a ir a dar pena ahí!

Si ya das pena...

 

Levanté el dedo contra Mizuho... si no cabía duda que a veces me daban ganas de matarlo o estrangularlo solo por el placer de verlo retorcerse...

 

Uy sí, miren quién habla, el virtuoso Mizuho que ni siquiera puede ensuciarse los dedos tomando un poco de alcohol etílico aquí...  No eres más que un fanfarrón...

¿Qué has dicho? Borracho...

Oh sí...

¡Chicos ya, saben que aquí cualquiera quiere tener pelea, no los estén tentando y vámonos Uke, ya es tarde!

¡No me voy, vete con el modosito de tu primo!

 

Le respondí a Yamato.

Quería estar solo... porqué tenían que venir a meterse conmigo.

 

¡Mierda, eres un borracho infeliz!

¡Jódete!... ¡Oye dame mi vasoo, si quieres tu propia bebida consíguete la tuya!

 

Pero fue demasiado tarde.

 

Que mierda de sabor...

¡Mizuho deja de beber!

No, le voy a demostrar a este estúpido de lo que soy capaz, ¿te crees mucho no Uke? Ladras tanto, que ya se te olvidó morder...

¡Mizuhooo, recuerda que tu madre..!

¡No te metas Yamato, soy un adulto, puedo hacer lo que quiera!

 

Le quite mi vaso y volví a lo mío...

No sé cuánto tiempo pasó...  pero después ya no sentí mi cuerpo.

Todo daba vueltas y un par de viejos a lo lejos manoseaban a una tía repugnante.

¡Pero eso me dio risa!

 

¿Te acuerdas, jaja?

No.

¡Sí te acuerdas, cuando te acostaste con la hermana de Omi, jaja!

Vale sí. Pero no era la gran cosa...

¡Ya quiero irme a casaaa!

Cállate Yamato, te dijimos que te sirvieras y no has querido...

No quiero morir de cáncer.

Jajaja.

 

Mizuho me abraza y vuelva a reír como desaforado...

Me sirvo más y sigo en lo mío...

Hasta ya no poder más...  cuando entonces mi cuerpo etéreo es levantado...

 

¿Qué coñoo, suéltamee? Quiro... ¡bebersh más!

¡Jujuuuu, Uke cantemooos!

 

Yergo mi cabeza como puedo y veo a Mizuho ser sostenido por Yamato de la cintura...

¿Y quién me carga a mí?

Palpó un par de hombros fuertes... y mi boca se vuelve amarga.

 

¡BÁJAME MON!

¡Quiero cantaaar, amo cantaaar, lalaalaaa!

¡Mizuho ponte bien!

 

Empiezo a patalear contra el pecho de Mon para que éste me suelte.

¡No necesito de la ayuda de nadieee, saldré solo adelante y les daré en el culo a todos los que se burlaron de mí!

Tanta rabia...  Me verán alto y les dará mareos...

 

¡Bájame Mon o te vas arrepentir!

No.

 

Su voz aletargada me irrita de sobremanera...

 

¡Carajo suéltame!

 

Le doy un golpe en el estómago y caigo de costado... lo veo arrodillarse y le doy una patada la pierna. ¡No necesito de nadie, me iré solo y beberé hasta matarme, sí haré eso, estoy hartó de tener que dar explicaciones y salir perdiendo siempre, estoy harto de que me crean un buen chico, puesto que no lo soy!

¡¡¡Solo quiero ser soy, yo, yo, yo y solo yo!!!

 

¡Carajo qué mierda tienes!

 

Choco contra un par de muchachos imbeciles.

 

¡¿Quieres pelear?!

¡Mariquita te vamos a moler!

 

Estoy a punto de irme contra ellos cuando...  caigo a un lado sentado...

 

¿Y tú qué mierda...?

 

La figura gigante de Mon se yergue sobre ellos y como ya es conocida la historia, ellos salen corriendo como verdaderos cobardes y eso que Mon solo es un tipo y ellos cinco.

 

¿Estás bien?

Mmm... ¡No tenías que intervenir yo me bastaba con esos cretinos!

De acuerdo...

 

Los ojos de vaca de Mon me miran desde abajo...

 

¡Mooon-chaaan, bailemos!

 

Rió por lo bajo al observar a Mizuho tomar de las manos a Mon y empezar a dar saltitos mientras canta una canción de los setenta.

 

¡Y mi amor se rompió como el otoñoooo, ayyy amor, solo yo puedo sostenerte en el invierno blanco del olvido, jujuuuuu!

¡Mizuho!

¡Muévete Mon-chan!

 

Mon sigue estático sin saber qué hacer y dejando que Mizuho balancee sus brazos. Me levanto lentamente apoyándome en el suelo.

 

Por tu culpa Mon-chan está triste, que te he dicho Uke, no le grites a Mon-chan. No te preocupes Mon, iremos a casa y tomaremos leche antes de dormir... ¡puaaaaj!

 

Río a carcajada limpia y Yamato también cuando Mizuho vomita a los pies de Mon, jajaja, pero el tonto de Mon no hará nada, ya puedo predecir su actuar, retrocederá, sacara un pañuelo y limpiara al estúpido de Mizuho, lo levantara y lo pondrá sobre su hombro sin decir nada.

Después de un rato seguimos caminando... Mizuho duerme cargado y nosotros nlos seguimos detrás.

 

¿Tú lo llamaste?

 

Le pregunto a Yamato.

 

El me llamó a mí.

¿Y qué hacía Mon por aquí?

Lo que te puedo asegurar es que no estaba bebiendo, sabes que él no bebe, creo que ayudaba a cargar unos equipos en el antro de Takano.

Mmm...

Deberías de tratarlo mejor.

Sí ¿Cómo no?

 

Lo que me jodía de Mon era su paciencia y el modo casi servil en que nos trataba.

Aunque no tenía mucha amistad con él, Mon nos había casi perseguido desde el primario, así que aunque yo no lo quisiera, Mizuho siempre lo traía a cualquier parte a donde fuéramos. Incluso después de salir del colegio, no habíamos perdido contacto, siempre tenía que verlo por lo menos una vez a la semana.

Y no era que lo tratase mal... no.

Solo que... nunca supe cómo debería lidiar con él.

Molestaban a Mon a menudo cuando íbamos en cuarto año de primaria. Le quitaban la ropa en las duchas y la tiraban a la basura. Nunca me metí, yo también debía cuidar mi espalda, no obstante un día Mizuho dijo no... 

Era verano...

Talleres deportivos, me encantaban y mis padres no ponían peros en matricularme y como era de esperar los de Mizuho tampoco, por lo que en vacaciones estábamos casi todo el día en el colegio...  No sabía con exactitud cómo ocurrieron las cosas, pero al ir a limpiarnos a los servicios un grupo de alumnos, mayores que nosotros, iniciaban el martirio con el gordo de Mon... intenté jalar a Mizuho a un lado, pero él se zafó de mi agarre y se metió en la pelea... no tuve de otra, a entrarle igual... y terminar con un ojo morado y una marca horrible en mi pierna.

Lo odié.

¡Por qué tuvimos que meternos ahí!

 

Mon-chan es un buen chico.

Es un tonto.

No, solo es demasiado bueno, como un oso.

Los osos matan gente.

 

Acoté mientras volvíamos de casa de Mon-chan.

 

Sí, pero lo hacen cuando no tienen más alternativa, a lo que voy Uke-chan es que siempre he odiado que se metan con él. La otra vez él me ayudó con mi tarea de arte, ¿no te conté?

No.

Lo hizo y sabes... yo también pensaba que era un poco retrasado, pero alguien que dibuja así de lindo dudo que lo sea. Su problema es que habla un poco...

Habla como retrasado.

¡Uke!

Es la verdad.

 

Terminé.

¿Serían celos de amigos?

No me gustaba la idea de que Mon revoloteara a nuestro lado.

 

No es cierto, habla muy lento y creo que es porque tiene miedo. Pero ya no importa, ahora seremos sus amigos y ayudaremos a Mon-chan a salir de ese tonto ensimisma... ensimismen... ¡cómo se dice!

¡Ensimismamiento! Y no voy a ser su amigo.

¡Ukeee!

¡No!

¡Sí!

 

Al final terminé aceptándolo...

Mizuho siempre hacía que perdiera, aunque yo también podía invertir los papeles, pero con Mon siempre había sido la excepción.

Los meses pasaron... los años y sin darme cuenta, Mon se volvió como un tercer miembro...  los años siguieron pasando y él creció más que todos juntos, lo curioso era que su apariencia no hacía valía a lo que en realidad era. Cuando uno lo ve, puede pensar que se trata de un matón o un subordinado de un clan yakuza, sí... casi metro ochenta, unos setenta kilos desde que tenía quince y una cara de pocos amigos, que aunque no era seria daba un poco de miedo. No obstante cuando abría la boca para decir algo... daba pena.

No podía hablar claramente y el sonido de su voz era en verdad gangoso, además usualmente alzaba mucho las cejas al expresarse por lo que parecía un animal asustado.

Y no soy cruel... solo descriptivo o tal vez muy sincero. La cuestión es que ambas contradicciones generaban miles de malentendidos, pero a pesar de esos desajustes en Mon, le resultaba sencillo conseguir trabajo pesado, ya se sabe... como ayudante en una que otra obra o almacenes...

 

¿No crees que es un desperdicio?

Cállate Uke o no respondo. Sabes que odio que lo menosprecies.

No lo menosprecio, solo que siempre me están diciendo que es un poco torpe.

Hablas de su último trabajo. Jaa, por lo menos él trabaja y ayuda a su madre, no como tú.

 

Le daba un golpe a Mizuho cuando empezaba con comentarios de ese tipo. Mas, en serio pensaba que enseñarle algo básico de música a Mon era perder el tiempo, no tenía oído.

 

Y qué...  aún así es bueno reparando cosas, arregló mi amplificador... y para que te mueras de la envidia, está ayudando en Black room.

¿¡Qué!? Eres un cretino siempre te pedí el favor y tú...

A mi tío le cae bien.

¡Yo también!

Lo sé.

 

Reía Mizuho.

 

Pero Mon lo necesita más que tú...  eso también lo piensa mi tío.

 

Mon con su tonta forma de ser tenía muchas más suerte que yo...

¿Ser tan envidioso me traería problemas al hígado?

A veces me gustaría sacar todo esto podrido que llevo dentro e intentar ser alguien más confiado, pero... uno no puede irse por el mundo sin armarse lo suficiente, nadie estaba a salvo de ser apuñalado y yo no iba a ser un estúpido ingenuo para probarlo en mí.

Y eso también lo sabía Mizuho... y lo sabe, por eso creo que ya no me dice nada cuando me expreso del pobre de Mon, total... creo que aunque mi amigo se esforzó en que formáramos amistad, por mi lado... nunca lo intenté.

Abro los ojos, somnoliento, y me doy de cara con la realidad.

Mi madre me mira enfadada... había estado viendo el pasado en mis sueños...

Ella señala a un lado y descubro a Mizuho casi verde y dormido en la alfombra de nuestra sala.

 

Sabes que no aguanta el alcohol...

No te grito porque temo despertarlo...

 

La sigo a la cocina y entonces descubro que el estómago me arde terriblemente.

 

Cómo es posible que le hayas obligado a beber, Uke, él está estudiando, ¿qué le voy a decir a su madre?

 

Ahí iba de nuevo ella, haciendo drama, cuando en realidad fue Mizuho quien robó mi bebida y me hizo pagar su consumo.

Me encogí de hombros y le dije que debía darme un baño para salir a trabajar. Hice oídos sordos, después de todo parece estar más preocupada por el hijo de su amiga... que por mí.

No estuve ni diez minutos en casa... y fugué a la estación de bus.

Si bien el trabajo no era el mejor lugar para verse liberado de tensiones, para mí... ese día el super market se convirtió en un refugio, incluidos los malos tratos o prepotencia de algunos clientes, todo era mejor que ver la cara de desilusión de mi madre.

Sí... aunque sus palabras camuflaran lo que sentía, no era así con sus ojos.

Los conocía y me mortificaban.

Por lo que, muy a mi pesar a partir de ese día me dediqué de lleno al trabajo.

Tampoco busqué pensar en lo que podría hacer por mi ex-banda o por Gazette.

Yo estaba cercado y sin ánimos de salir de mi entorno social del momento, lo mejor, pensaba sería ahorrar regular y después ver qué haría...  Y aunque por segundos me parecía una hipocresía sonreír, tenía que hacerlo por un futuro que las circunstancias no me dejaban alcanzar fácilmente.

Aunque en la vida no hay nada sencillo... pero bien que otros lo tienen todo.

Me encerré...

Apagué las ganas de contestar el fono, además... tampoco era como si estuviese rodeado de personas con las cuales pasar el rato.

Mi dizque amigo ahora estaba absorto en sus estudios y para que después me culparan por haber hecho desperdiciar la oportunidad de su vida, pensé también, que lo mejor sería dejar de molestarlo por un tiempo. Y creo que él lo comprendió.

Usualmente, aunque ambos decíamos que estábamos enfadados por el asunto de Mareydi Creia, siempre nos llamábamos aunque sea para insultarnos... por lo que tres días sin saber nada o mover un dedo para decir, "estoy vivo" fue algo extraño para mí.

 

Uke-san piden refuerzos en la sección de lácteos. Por favor, ve de inmediato.

 

Dije que sí en silencio y me fui directo allá.

Algo me olía mal, siempre cuando me decían eso era que nadie quería ir porque de seguro había alguien haciendo escándalo porque no encontraba tal producto o porque el precio le parecía excesivo o se le había pasado a alguien un producto que estaba caducado.

Acomodé mi gorro blanco y bajé las escaleras, ojeé a las personas que hacían sus compras y vi el letrero de lácteos. Seguí de largo y me encontré con una de las nuevas reponedoras, estaba más roja que una fresa y con los ojos a punto de llorar, a su lado estaban un par de clientes que no dejaban de quejarse. Me acerqué lentamente, preparándome para lo que se vendría.

 

¡Es una incompetente, le dijimos claramente que estaba pasado!

¿Acaso está sorda?

¿Algún problema señores?

 

Sonreí a medias.

 

¡Pues claro, aquí dice que están de oferta tres por el precio de dos y resulta que están vencidos!

Déjeme ver...

¡Esa mujer quería engañarnos!

Por favor, retírate...

 

Le dije en voz baja a lo cual la pobre chica salió disparada.

Sí... gracias, yo también te agradezco que me dejarás el trabajo sucio. Pensé.

Recibí de manos de aquellos histéricos las cajas de leche... y sí, efectivamente uno ya había pasado la fecha límite de consumo, no obstante las otras dos no...

 

Le pido disculpas. Pero a estos de aquí aún les falta un mes para caducar, así que están actos para el consumo, me llevaré el que está vencido.

¡Eso no es ciertoo, los tres estaban caducos!

¡Ella los adulteró! ¡Lo vimos nosotros mismos!

 

Les miré sorprendido y volví a fijarme en la fecha...

 

¿Lo ve?

Pues no, solo tienen la fecha puesta por el distribuidor.

 

Respondí tranquilamente.

 

¡No, no es cierto, usted también va a defenderla, queremos que nos indemnicen!

 

Entonces comprendí a dónde querían llegar.

¡Era más que obvio, todo el show lo estaban montando para ganarse con productos gratis!

Miré a un lado.

Debería llamar a la supervisora, pero...  me haría cargo yo.

A este tipo de gente hay que ponerles las cosas claras...

 

Les doy la razón en el producto que se venció hace tres días, pero no en estos. Nuestra empleada no ha podido hacer tal maniobra con las fechas, si ustedes se fijan bien aquí, lleva el sello del distribuidor y nosotros no contamos con esta firma, además solamente está visible la verdadera fecha, no es posible que ella colocará otra en su lugar. ¡Es ilógico simplemente!

¡Está diciendo que nosotros mentimos, ay por Dios, siento que me voy a desmayar!

¡Usted muchachito no tiene ningún derecho a hablarnos así, usted es un empleaducho de cuarta, los clientes siempre tenemos la razón y si le decimos que ella lo adulteró, LO ADULTERÓ!

Pues con todo el respeto que se merece señor, si yo fuera un cliente respetable no haría tal alborto con un empleaducho como usted me llamó, porque no va entonces, con todo el respeto que se merece, a hablar al departamento principal que está en el segundo piso, ¿le guío si gusta?

 

Dije cortantemente.

Y para mi gusto, ellos reaccionaron tal como yo imaginé.

Se negaron rotundamente. ¡Pues obvio si eran ellos los estafadores que sólo querían llevarse las cosas sin pagar!

 

¡Cómo se atreve usted! ¡Lo voy a denunciar!

Bueno, si ustedes no gustan acompañarme, me retiro.

 

Di media vuelta despacio.

Aún sostenía en mis manos los dos empaques de leche. Estuve tentado en llamar a seguridad, pero me aguanté, mejor iba directamente a comunicarlo arriba.

Ignoré sus gritos... Sin embargo no contaba con que fuesen así de insistentes.

 

No se atreva  a dar un paso más, ¡cretino!

 

No me dio tiempo de reaccionar.

Una pila entera de duraznos enlatados cayó a mis pies... Una manta líquida blanca me borró la visión y el sabor a nada de la leche se esparció por mis labios.

Caí sobándome los ojos...  y la bulla y griterío de la gente hizo que mis mejillas se coloraran tan estúpidamente.

Levanté la vista furiosa y observé su cara prepotente...

 

¡Qué ha ocurrido, aquí, Uke-san!

¡Usted es jefe de este bueno para nada, deberían contratar a personas a la altura de nosotros!

¡Lo lamento señor, le agradeceré si me acompaña, por favor!

 

Escurriendo leche... y sin poder decir nada...

Mordí mis labios... Arrodillado... Asfixiando mis dedos en un apretado puño que no dejaba de estremecerse.

 

¡Primero que se disculpe!

¡Señor, por favor, está obstaculizando el paso, le pido encarecidamente que me acompañe!

¡No lo haré hasta que este mediocre me pida perdón, nunca me sentí tan ofendido y mi esposa por casi se desmaya de la impresión. Nunca nos habían tratado tan mal!

 

Mi jefa me palmeó la espada...

Mi boca... ¡mierda!

 

¿Y? ¿No le escucho?

Uke-san...

 

Sus ojos rogándome que le ayudara...

 

... Yo...

Uke-san...

¡¡UKEEEE!!

 

Un grito conocido.

Y mis ojos muy abiertos hasta hacerme doler.

 

¿Usted quién se cree? ¡Cómo me empuja!

Mizuho...

¡Levántate idiota Uke!

 

Pero yo no lo hice.

Fue Mizuho quien tiró fuerte de mí.

 

¿Pero quién es...? ¡Uke-san!

 

La jefa me gritaba mientras yo era arrastrado hacia la salida por mi amigo... el hombre estúpido y su mujer loca nos perseguían a corta distancia, dándonos miles de insultos...

 

¡Pero qué joda!

¡Mizu...!

 

Me quedé con la boca abierta cuando él volteó y me dejó atrás... lo seguí asustado...  y no pude más que escuchar estupefacto lo que el amable de...  ¡jajajaja, pero sí que era increíble!

 

Y ustedes que nos siguen. ¡Váyase a la mierda viejo loco del demonio y usted señora vaya a joderse a su hijo! ¡Par de mierdas!... ¡Vámonos Ukeee!

 

Reí por lo bajo y salí del super market no sabiendo bien si podría volver a presentarme a la mañana siguiente a trabajar ahí.

 

Cómo es posible que soportaras ese trato, pero quienes se creen, solo por ser un par de viejos decrépitos no les daba el derecho de... ¿estás bien? ¡UKEEEEE!

 

Le dije que se callara...

 

Toma un pañuelo, límpiate... que asco si parece que te chisguetearon con semen, jajaja.

No es gracioso, de nuevo me quedé sin trabajo... y tú qué haces aquí... ¡Oye no debías estar en tu examen!

 

Palidecí...

Tomé a Mizuho de los hombros y lo zarandeé como un muñeco.

Ahora que lo recordaba mi madre no dejaba de hablar de aquello...

 

Jejeje, no importa daré otro...

¡Cómo que darás otro! ¿Estás imbecil? ¡Para qué fuiste a buscarme, Mizuho!

 

No sabía si golpearlo o...  por qué Mizuho sonreía como estúpido... 

 

Como te digo, solo es un examen para ingresar a ese instituto. No interesa si no... ¡La cuestión es que cuando me enteré no me importó nada más y como sé que eres un bueno para nada me dije, tengo que venir a decírselo personalmente, jaja!

 

Le miré sin comprender...

 

¡¡Gazette se quedó sin batero de nuevoooo!!

 

Mi corazón volvió a bombear veloz...

 

Jajaja, no puedes ni hablar, ajajaja, y está doblemente confirmado...

 

Y era la verdad... pero no... aquello, la anterior vez...

Sin embargo Mizuho se adelantó a mi negativismo.

 

Se han quedado sin batero hace menos de media hora y por eso vine corriendo a decirte. ¡Tienes que llamar ahora mismo a Ruki-kun y decirle que quieres ser el batero de Gazette, no puedes perder esta oportunidad!

¡Pero no sé... ¿yooo?!

¡TÚ, TÚ!

Mizuho esto no puede...

 

Dudé... era imposible... no iba ni una semana y...

 

Uke mírame... ¡Uke!

 

Vi sus ojos cafés... 

 

Uke, es el destino. ¡Quien sea que esté arriba, o no sé abajo o dónde mierda sea, quiere que estés dentro de esa puta bandaaa!

 

Reí como imbecil... y él también.

 

Bien, iremos a casa y me cambiaré y pensaré bien como decirle...

¡No, Uke, nooo, dile ahora, dile ahora y después vamos a casa y te cambias y si quieres te acompaño!

 

Pero de los nervios no podía...

Y tampoco le hice caso a Mizuho... mi deseo quería llamar como loco a Ruki-kun pero mi razón decía que no. Era mejor preparar las cosas y... 

Así que camino a casa me tocó porfiar con Mizuho para que comprendiera que sí llamaría, obvio... pero que sonaría muy desesperado y...

 

Uke, no nos hagas esto, ¡llámale ahoraa!

¡No!

Te digo que lo hagas, te puedes arrepentir después y... ¡Uke!

No, por lo menos que pasen un par de horas, ¡No voy a confiarme como la otra vez con lo que Yamato me dijo, ¿te acuerdas?!

Maldito Uke... ¡De acuerdo, te lo digo, lo confieso, no es por Yamato que sé la noticia!.. es por eso que te digo que es confirmada de primera fuente... ¡Uke!

No te entiendo...

 

Me detuve en seco...

 

Dijiste que tenías una doble... quién lo averiguó... ¡Mizuho habla!

Pero le prometí que no...

 

El corazón se me estrujó...

 

No llamaré entonces...

¡Uke!

¡Por qué no quieres decirme!

 

Le hice una mueca y seguí de largo...  porqué diablos siempre se ponía en ese modo conmigo... ¡justo ahora que...!

 

Fue Mon...

¡¿Qué?!

 

Grité asustado.

 

Mon se metió esta semana a trabajar donde Rino-san...

¿Y?

 

Mizuho dudó... yo también lo hice por preguntar... no quería escuchar descubrimientos que me hicieran sentir miserable, por lo que estuve a punto de callarlo, pero...

 

Te vio tan mal y como... a él también le gusta Gazette...

¡¿Desde cuando le gusta?!

 

Grité...

 

Desde que te escuchó hablar de ellos y... oye, Uke...  sé cómo te estas sintiendo y...

¡No lo sabes!

Lo sé, ¿recuerdas? Solo yo conozco tu mentecilla siniestra... pero Mon también.

...

No sé qué hizo en verdad pero lo averiguó hasta habló con el batero...

¿Y?

Esa parte no me la quiso contar... jeje... Uke...

¡Mierda!

Pero llamó a Yamato y mi primo le preguntó a Tazawa-san y... lo confirmó.

 

Y entonces morí de la vergüenza...

¡Maldito Mon!

 

Siempre te dije que Mon... te tenía en cuenta en todo.

...

Así que llama a Ruki-kun. ¡Mierda, Uke, no importa qué pasó, la cuestión es que todos te estamos apoyando, no estás solo y...!

Dame tu móvil.

¡Uke!

 

Ya no vendrían las segundas oportunidades, lo presentía... si ésta vez se me escapaba... lo sabía bien, ya nada en mi vida iba a tener sentido.

Lo recibí de manos de mi amigo y marqué el número... Ya me lo sabía de memoria... sí, de memoria...

Respiré hondo al escuchar las timbradas que daba...  y entonces...  yo lo dije sin pensar...

 

¿Ruki-kun? Habla Kai... Ruki-kun, oye... ¡Permíteme ser el baterista de Gazette!

 

Continuará...


 

 

Notas finales:

 

JUJU!

"Permíteme ser el baterista de Gazette"

HAHAHA, lo leo y me da risa, parece que le pide matrimonio formal y a los cuarenta años, jaja. Y a raíz de toda esa frase salió casi todo el capítulo, jaja...

Y hay nuevos personajes... A pesar que el capítulo no es tan largo, he incorporado como a tres personajes más, sin contar a Uke-kun, obviamente. Mizuho el mejor amigo y casi hermano de Uke, Yamato el informante estrella y Mon-chan, que a mí me parece muy tierno, aunque Kai diga que tiene ojos de vaca.

¡Y qué si los tiene!

Al fin Kai se hizo presente y me pareció conveniente hacerlo hablar en el primer capítulo de esta nueva saga. Jeje, espero que puedan seguirle el rastro a él y su personalidad un tanto amorfa, jaja, pero es buena gente... o eso intenta ser.

¡Qué tal a todos! Ni había saludado juju...

No nos vemos hace tanto... ¿un mes?, pero antes de todo...

¡¡AMé EL SUPER CONCIERTO DE DIR EN GREY, QUE MEJOR NOCHEEE! PUEDO MORIR EN PAZ PORQUE CONOCÍ A KYO Y SHINYAA y tengo fotos!!!, así que fue real!!.. Aunque todavía no puedo morir, porque mi sueño es conocer a Kaoru y Toshiya... hehe, Die me da igual, jaja, mentira, también muero por él... pero en el concert estuve al lado de Kao y Toshi y... ah Dios... que sexosos son!! XDD

Ya lo dije... fue brutal, hermoso, ahh, sin mayores palabras. Verlos a los cinco ahí... y gritar y... no puedo decir nada coherente a pesar que ya va a cumplirse una semana del concert. Todos estuvimos en el éxtasis, tanto que estuve y estoy aún si poder mover el cuello, aunque ahora por lo menos puedo mirar hacia arriba sin que me duela.

Así que ando feliz... ah Gracias Dios! Buaaa! Y ahora a esperar a que Laruku venga, tienen que venir, buaa! Ayyy quiero ver a Ken y tetsuuu!!! Y yukihiro... y bueno a hyde también... XDD

Y después del modo fangirl...

¿Qué les pareció el capi?

¿Les gustó? ¿Les gustó Kai?

¡Quiero reviews!

¿Qué pasara? Le dirá Ruki que ¿¿¿si??? Hahaa XDD! Me voy!

Nos vemos la próxima semana! El jueves 8 de diciembre! Bye bye.

¡Y que venga a Perú de nuevo Dir en grey!

XDDD

Manabuu

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).