Inevitable V
Mi corazón se partió cuando escuché las palabras de Takashima... mi corazón se quebró en millones de añicos punzantes que lastimaron mi carne ya desgarrada... apuntándome sin compasión, lastimándome sin decir nada... me sentí como un animal tonto y estúpido... me sentí engañado y desilusionado, yo no era nada importante, no tenía motivo alguno para seguir respirando, mi motivo estaba muerto, me sentí como un idiota al darme cuenta que había estado viviendo por una mentira...
Empujé a Akira y le miré... aún a pesar del dolor que sentía, una esperanza pequeña se encendió... probablemente se tratase de una equivocación... más, su mirada culpable se detuvo en mi retina sin descanso... ibas a dejarme...
¿Te ibas a ir?
Aquel instante de silencio fue la mejor respuesta que tuve. La rabia me invadió, dejaría incluso la banda por mí... ¡era tan aborrecible entonces!, yo debía de serlo y mucho para que reaccionara de ese modo... ¿por qué?... ¿por qué? yo no hice nada, ¡solo intenté ser amable!, entonces solo...
¡Aki-chan! Contesta, dime... ¿te vas a ir? ¡Te vas a ir sin mí otra vez!
No pude controlarme, lo siento... tenía que decirlo, otra vez sin mí, otra vez... ¡no!, no lo permitiría, ¡no otra vez!, no volvería a quedarme solo, ¡no!
Cálmate Taka... no puedes estarte moviendo o vas a vomitar otra vez.
¡Noooo! Maldito hijo de....
¡Te he dicho que te calles!
¡No vas a dejarmeeeee!
La verdad es que...
No lo soportaría, aquella vez eras un niño y yo también, no podía detenerte, ¡no podía aunque lo quisiese! Eres malo, ¡no quiero estar solo!... entonces yo, yo... yo no quiero seguir viviendo así... ¡no!
¿Qué? ¡Eres malooooo! No te irás... ¡No te irás! ¡Me mataré!
No supe qué decir; no supe qué hacer... todo estaba perdido, mi amor, mi amor... ¡todo!... en una mirada rápida me fijé en la puerta del baño... de seguro encontraba algo ahí con qué poner fin a una existencia tan absurda... ¡nadie sabe cuanto tuve que padecer para sobrevivir en ese infierno!... ¡nadie! solo existías tú Aki... tú.... y ahora que yo no soy nada... de qué sirve seguir viviendo, ¡de qué!
Corrí, tenía que hacerlo, nada importa... yo no le importo a nadie, todo es como ellos siempre me decían... yo... ¡yo debería estar muerto!
¡Qué carajo piensas hacer, estúpido!
¡Déjame!
Apoyé todo mi peso contra la puerta, en mi desesperación la manija se me resbalaba, no lograba apretar el seguro, me volteé y lo vi... una gillette, ahí estaba, ¡sí eso!.... tenía que hacerlo rápido, tenía que hacerlo... lo siento... lo siento... yo no le importo a nadie... ni a mi amor... ni a mi amor... lo siento...
¡Mierda deja de hacer estupideces o yo mismo! .... Taka... suéltalo, tranquilízate, vamos suéltalo... te estas lastimando...
No...
Taka-chan...
¡Deja de decirme así!... de... deja...
Lo lamento... ya no me digas así... ya no quiero escucharte... no quiero... ¡duele!... duele que no me quieras... duele...
Taka-chan, quiero que lo sueltes... respira, suéltalo, tú no quieres hacerlo...
Vete... ¡déjame!
¡Taka-chan!
Maldito hijo de puta... ¡te odio! los odio a todos, ¡tú no sabes nada!
¡Está bien sí, no sé nada imbecil, qué puedo saber sí recién nos vemos idiota!... no llores... lo siento, no quise decir...
¡Claro!... te ibas a ir sin mí... no quieres ni hablarme...
Taka-chan... no es... no es eso... maldita sea... por un maldito demonio suelta eso, mira tu mano, acaso ya no quieres tocar nunca más...
¿Y a quién le importa eso?
... a mí me importa...
¿Eh?
A mí me importa mucho...
Mentiroso, eres un mentiroso, no te importo... solo es tu conciencia... solo eso...
A mí me importas mucho... demasiado
Me... mentira... mentiroso...
Duele tanto... no lo soporto.... mi mano parece fundirse con aquel metal... me tambaleó... no quiero escucharte, así que me arrodillo... no quiero escucharte... sin embargo ahora tú me abrazas e intentas sacarme de la mano la gillette...
Taka... suéltalo ya, suéltalo ya, quieres... por favor...
¡No!
Una fuerza sobrehumana parece invadirte de repente y logras erguirme, mis ojos se cruzan con los tuyos... entonces veo venir... lo veo venir... me has golpeado... tú me has golpeado... suelto la gillette, caigo sentado, mi mano ensangrentada coge mi mejilla... esta bofetada duele más que miles de navajas... me has golpeado... ya no quiero...
Taka ven... déjame ver...
Me has golpeado...
Taka-chan...
Me has pegado... tú nunca antes... tú...
No es eso... Taka-chan...
¡Te odio!
Quiero irme, mi corazón ya no existe... ¡qué es esto! siempre dijiste que me cuidarías... tú intentas acercarte, pero yo con mi torpeza me paro e intentó alejarme de ti... caigo otra vez... caigo en la bañera... ¡me duele! me dueles tú.... no te acerques... ¡no!...
Ven... déjame... ya...
Tú me has golpeado...
No... Taka-chan... no, no es eso... ven...
¡Me odias!
Entras en la bañera y buscas tocarme... ¡no!... no me pegues...
¡No me pegues!
Taka, no voy a lastimarte...
No quiero, no quiero, no quiero, ya no quiero que me lastimes... ya no, ya no...
¡Taka-chan!
No me pegues... no...
Lloro... no quiero... eres igual que ellos... no puedo... lo siento, lo siento...
Perdóname... ven... ya ven... lo siento, lo siento, ya deja de llorar, lo siento Taka... shhh, ya, ya.... shhh.
Me odias...
No te odio... lo siento, perdóname... en verdad...lo hice porque me importas... por eso... shhh.... no te odio, no podría odiarte...
Me golpeaste...
No sé lo que sucedió... ¿por qué estas besándome?.... ¿por qué lloras?... yo...
No te odio... ¿si?
¿Por qué me besas?
Para que dejes de decir que te odio... además no es un beso.
¿Una promesa?
Sí... la recuerdas...
Sí...
Me miras con los ojos llorosos... no entiendo a Aki... por qué me besó... entonces se irá otra vez... el llanto me viene de nuevo...
¿Por qué lloras ahora, te duele mucho?
Vas a dejarme...
No...
Me besaste... te irás...
Taka, no me iré... diablos, ya no me voy.... no me voy, pero deja de llorar ya... no puedo verte llorar... Taka...
¡Mentiraaaa!
Taka... mírame. Te digo que me mires... así... no me voy... lo entiendes, no me voy, no voy a irme nunca más... nunca más, entiendes, no voy a irme... ¿me entiendes?
No... tus maletas, te ibas...
Eso ya paso... ¿Qué quieres qué haga?
Mentiraaaa...
Dime que quieres qué haga para que me creas...
No sé...
Taka-chan...
Cualquier cosa...
Sí... qué quieres...
...
Dilo... lo haré... sea cual sea lo haré, también porque te golpee... dime, vamos...
Pueden ser muchas cosas...
Jajaja, Taka...
Te odioooo.
Ya... ya no llores... está bien... pueden ser varias cosas, pero de antemano te digo que creo que vamos a tener que ir al hospital.
No quiero.
Tu mano está horrible. Pero bueno, ya veremos, dime qué quieres.
Varias cosas.
Dilas entonces.
Que me cures.
Eso no tenías que decirlo, de todos modos lo haré ahora. ¿Nada más?
Que me cantes...
Akira sonrió... me tomó fuerte en sus brazos y me cargó... estábamos mojados, aún así me ubicó en la taza del inodoro.
Quédate aquí... voy a buscar el alcohol... no quiero que te muevas ni que llores.
Lo vi marcharse. Observé mi mano... estaba terrible, tenía muchos cortes... me asusté... la sangre no paraba y empecé a llorar otra vez...
Taka-chan, te dije que no lloraras...
La, la sangre...
¿Ah?
No para.... ¡me voy a morir desangrado!
Akira palideció y salió corriendo, llegó con una prenda en su mano...
Ven... párate, te la voy a lavar, ¿ya?
¡Duele!
Shhh... ya no llores, vez, fue rápido, ahora te echaré el alcohol...
¡No!
Siéntate ahora... despacio ves... ya no duele, solo un poquito.
Me dueleeee.
Ya, ya termino... los cortes no son profundos, pero como te hiciste muchos, por eso sangra tanto...
No quiero morirme.
No vas a morir...
¿Qué haces?
Hago un vendaje... la apretaré un poco, si te ajusta mucho me dices, ¿ajusta?
No mucho...
A ver... ¿ahora?
Sí...
Ahora te ayudaré a cambiarte de ropa.
¡Ah!
Mis mejillas se sonrojaron y al instante las de Akira también... mis brazos se aferraron rápido a mi cuerpo...
Yo... yo, ahora vuelvo.
Mi corazón empezó a latir con mucha velocidad, me dolía... ¡qué vergüenza!, Akira no me vería... no quiero...
Vamos.
No.
Taka... vas a resfriarte. Sabes que no...
No voy.
Takanori, sabes perfectamente que las gripes te dejan molido, te la pasas mínimo una semana en cama, te conozco... así que deja de hacerme niñerías y vamos a cambiarte.
No quiero, yo no hago niñerías... ¡tú no entiendes!
Ok... ¡muérete entonces!
Akira salió enfadado del baño. Me dejó cortado... él quería que yo muriese... no... él no quería eso... mire mi vendaje... él no era como los demás, sino, me hubiera dejado sin más... pero él no hizo eso... yo de verdad era un idiota... un verdadero idiota... me pare y con el cuerpo adolorido caminé rumbo al cuarto. Aguaité desde el marco... todo estaba oscuro, solo las luces de la calle iluminaban la habitación... entonces lo vi... Aki estaba sentado en la cama, tenía las manos apoyadas en sus piernas, su cuerpo se estremecía... estaba llorando. Aquello me hizo llorar a mí también...
Aki... Aki... Aki, Aki...
Me miraste... buscaste en vano esconder tu llanto.
Aki-chan... ven...
Te levantaste y caminaste hacia mí.
Di.
Aki-chan... yo... lo siento.
...
Aki-chan.
¿Si?
¿Me ayudas?
¿Te vas a cambiar?
Sí... yo... lo siento... ¿me perdonas?
Mmmm...
Aki-chan...
Claro que te perdono, no quiero que vuelvas a hacer eso, ¿si?, nunca más... no quiero que te lastimes otra vez... yo... yo me siento tan mal... yo...
Lo siento, de verdad... tengo frío... lo siento.
No tuve que decir nada más... Akira me cargo otra vez y me llevó a la cama. Respiré hondo y cerré los ojos... todo estaba oscuro aún así... era como sentir que millones de ojos me observaban, las manos de Aki-chan casi ni rozaron mi piel... pero el hecho de sentir la calidez que emanaba de su cuerpo hicieron que mi corazón no cesase de saltar.
Aki-chan me colocó una polera que me quedaba muy grande... luego unos pantalones delgados, de seguro eran de dormir...
Aki... dónde vas... quédate, ¡Aki-chan!
Ya vuelvo, me cambiaré rápido.
No lo entendí hasta que después de un momento Akira se me unió en la cama.
¿Qué hiciste?
Me cambié, yo también estaba con la ropa mojada. Ahora quiero que duermas...
Cántame...
No sé cantar, lo sabes, ya se te olvidó...
No... entonces silba... silba nuestra canción.
Está bien, pero primero échate.
Me acurruqué en la cama, tenía frío. Fue que en ese instante Aki también se acostó conmigo... me atrajo hacía su cuerpo y me rodeó con sus brazos. Mi respiración falló... pero cuando escuché la melodía todo se relajó en mí... me deje caer... me deje abrazar... ya no tenía frío...
Aki...
¿Qué?, ¿ya no quieres que silbe?
Uruha no tendrá frío...
¿Quién?
¿Takashima no tiene frío?... míralo, pobrecito, se quedó dormido en el suelo.
Ja, se lo tiene bien merecido por ebrio.
Pero yo también estoy ebrio.
Es diferente.
¿A si?
Exacto... por culpa de ese ebrio que ves ahí, estas todo golpeado, no quiero que vuelvas a irte de parranda con Shima otra vez, me entiendes...
Pero él es divertido, me enseñó muchas cosas.
Querrás decir que te ha mal enseñado.
Aki...
Déjalo, duérmete ya... si lo despierto se pondrá de mal humor, él es así, solo descansa.
Dejé de hablar y Aki siguió silbando para mí... Uru-chan me dio pena, pero no tenía ganas de despegarme de Aki-chan.... hacía tanto que no me sentía protegido... ya no puedo seguir con los ojos abiertos... me arden... pero si los cierro me quedaré dormido y ya no escucharé... ojalá y... ojalá y sueñe... ojalá...
Dicen que las buenas intenciones de la gente a veces solo son remordimientos de conciencia... pero yo pienso que eso depende de cuanto les importemos a los demás... no solo es un remordimiento... es preocupación, es saber mitigar el dolor de los que queremos... yo quiero a Aki-chan... me gustaría que él me quisiese también....
El te quiere idiota.
¡Uruha-chan, qué haces aquí!
No sé... ni dormido me dejan descansar... par de idiotas, reprimidos.
Takashima-kun...
Deja de decirme así, ¡soy Uruha el grande! Tienes que adorarme por el resto de tus días, muhajajaja.
¿Esto es un sueño?
¡Pues claro retardado!
No soy un retardado yo le...
Le diré a Aki-chan, bah, tonto... la iguana fea no me hará nada.
Como es mi sueño puedo botarte de él...
¡Jaaa, inténtalo y me llevaré a Akira para siempre!
Eres malo.
Sí, soy muy malo... pero...
¿Qué?
No quieres contarme...
¿Sobre qué?
Akira.
No.
Dime, te conviene.
Uruha-chan es muy raro. Yo no lo entiendo. Ahora que lo recuerdo... a mí supuestamente no me caía bien... pero eso... eso ya no importa ahora... puesto que... no siento mi cuerpo, no sé si estoy dormido o muerto... ¿Akira me dejo morir?... tal vez mi alma se ha desintegrado hasta convertirse en el viento, pero me siento abrigado... es muy extraño... no me siento asustado, solo protegido.
De repente veo a Aki-chan entrar por la puerta del estudio...
Tengo vergüenza.
Y más aún por que parece una estatua. Una bella estatua... su piel clara, la forma de sus brazos, sus manos, su rostro... y esos ojos que parecen devorarme. Es que acaso no me reconoces, Aki-chan, soy Takanori, por qué no me dices nada. Intento ocultar sin éxito la iguana, parece que es en vano, tú ya lo has notado. Ya no importa, ¡al fin estás aquí!, mis movimientos se confunden entre sí, qué debo hacer; hablarte, correr y abrazarte o quedarme quieto... ¡Aki-chan!
¡Eres tú Aki-chan!
En ese momento mi corazón estalló por completo; aunque eso se manifestó en tropezarme y caerme para variar, más... no me importo caerme, ni siquiera me quejé como comúnmente lo hago, no hice nada de malas caras, ni siquiera lloré, solo me importaba no pestañar para poder grabar en mis ojos tu figura. Me levanté muy despacio todo rojo por lo que tuviste que ver. Quise abrazarte y también volver a darte mi promesa, llenarte el rostro de promesas cada vez más profundas como ocurrió esa última noche que nos vimos... pero... ¿quién es ese hombre?, ¿por qué te abraza?... ¿eh? ¡Dime por qué él te dice Aki-chan! ¿Lo conoces?, ¿es cierto que te besas con él?... le sonríes... le sonríes....
Mi nombre es Takashima Kouyou, eso sí, me gusta me que digan Shima, así que puedes decirme así. ¿Tú eres el batero verdad? ¿Cómo te llamas?
Takanori... Takanori Matsumoto...
¡Oh! mucho gusto Takanori-kun, puedo decirte así ¿no?
Claro, como gustes.
Pensé que me dirías algo, una palabra un saludo, cualquier cosa, pero estas ahí de pie sin decir absolutamente nada. Sin embargo ahora solo puedo mirar al tal Takashima, qué es él de ti... mi descuido fue estúpido, te has dado cuenta de mi herida, tus ojos no dejan de mirarla, esto solo me hace sentir peor Akira, porqué tienes que decirlo y mirarme así. Ni siquiera me has dicho hola, o regresé... solo escucho tu voz fría y lejana:
Tu mano...
Al parecer ese tipo hace muchas preguntas, no deja llenarte de preguntas, pero no contestas, desvías la mirada e intentas desaparecer, no cambias... tengo suerte, nos han salvado de un aprieto, al fin volvieron los demás, se emocionan al verte, y te saludan alegres, tú también les correspondes del mismo modo; sin embargo, al parecer yo no existo para ti. Te piden que hagas una demostración con el bajo... aún sigues tocándolo, recuerdo nuestras fantasías cuando éramos niños, ¿te acordarás tú?... te acordarás de eso...
¡Ya verás Takanori, algún día seremos famosos!
¿En serio Aki-chan?... bueno tú dices eso porque tocas muy bien el bajo...
Jajaja, no es tanto así, me falta mucho, recién llevo un año practicando Taka-chan.
Es la verdad, Aki-chan, eres fabuloso... no como yo... creo que no llegaré muy lejos...
No te deprimas, no me gusta verte así, pero tienes razón, ¡tocas fatal!
¡Aki-chan!
Jajaja, es broma, solo debes practicar más... ¿y si intentas otro instrumento?
Mmm... no sé...
¿Y si cantas?
¡Ah!
Podría ser... haber cántame algo, vamos no seas tímido, no me reiré de ti... Te lo prometo Taka-chan. Incluso puedes cantarte una bien cursi de amor...
¡Aki-chan!
No he logrado escuchar ni verte tocar el bajo, pero por el modo en que todos te alaban y aplauden, creo que lo debes de haber hecho grandioso... como siempre. Le toca el turno a tu amigo... no sabes a dónde ir, asustado miro mis zapatillas. Por favor no te sientes conmigo, por favor... demasiado tarde. Estas a mi lado. Siento el roce de tu piel, la respiración se me agita. Creo que huiré al baño y jalaré la palanca para irme por el desagüe...
¿Te duele?
¡No!... tu voz, qué voz tienes ahora Akira. Mi piel se ha entumecido. No puedo evitar sonrojarme, durante todo este tiempo intenté no olvidar tu dulce voz, siempre buscaba conservarla en mi memoria, hasta que un día se borró. Sufrí tanto cuando eso pasó; y ahora tú voz vuelve a mi, no me mires Akira, no quiero que me veas así de patético como soy... busco esconder mi mano en vano. Por más que forcejé contigo lograste tomarla. Eres fuerte. La miras cuidadoso. Con el hilo de voz que sale de mi boca logro balbucear que solo es un rasguño... un poco amplio, pero rasguño al fin y al cabo... lo inspeccionas, y con el ceño fruncido me dices que no es un rasguño, sino un corte, ay Akira, pero si solo es un rasguñito, he tenido peores... demonios, ¡no!... en esa mano tengo esa cicatriz... ahora estas gritándome que no soy un crío, que debo de cuidarme... ¡quién te entiende Akira, ni me dices hola y ahora me sermoneas e insultas de paso! Mis ojos se enrojecen, eres malo Akira... ¡te vas, me besas y ahora regresas con ese tipo! ¡Te odio!... ¿y la promesa?, ¿ya no es nada para ti acaso?
Unos murmullos me despiertan de mis cavilaciones, todos nos están mirando, tú tiras mi mano. No tengo cara para ver, solo bajo la cabeza y vuelvo a mirar mis zapatillas. Escucho que nos preguntan si nos conocemos. No hablo, no quiero hacerlo... no pasan ni dos segundos y tú dices que sí, que ya nos conocíamos, empiezan más preguntas pero tú las cortas preguntándoles por tu amiguito... qué modo efectivo de dejar en el anonimato nuestra amistad... qué terrible que eres. Finaliza todo el espectáculo y ustedes ya están dentro. Proponen ir a beber. Ni loco voy. Mis compañeros me animan a ir, pero no tengo ganas, no quiero, no quiero verte con ese tío, mejor me voy... de repente me han dado unas ganas terribles de llorar.... siempre pensé que si algún día nos encontrábamos otra vez sería el día más feliz de mi vida, que tú me verías y me dirías: Taka-chan, no has cambiado nada, estas igualito que antes, qué haces ahí que no me das un abrazo, antes tú eras él que siempre me abrazaba y ahora... pero no, esto solo se ha quedado en mis sueños desgastados...
Aún están revoloteando todos por aquí, se ponen de acuerdo hacía que bar irán, tu amigo se emociona, salta y salta y dice que lo mejor es ir al Plastic, ve a saber qué es eso... para hacer tiempo saco mi móvil, buscó un asiento apartado y empiezo a escribir un mensaje de texto...
Aki-chan... ya he perdido la cuenta de todos los sms que te he escrito...
Siempre, desde que obtuve mi primer móvil, le he escrito mensajes de texto a Aki-chan; sin saber su número o su e-mail yo le escribía sms que no tenían un destino... cada vez que me quedaba solo o triste; cada vez que necesitaba hablar o gritar sin alzar la voz te escribía... incluso cuando me fui de casa al primero que se lo conté fue a ti...
¡Aki-chan, hoy me iré a Tokio! te buscaré... pero si no lo logro, encuéntrame tú.
El bullicio desaparece y tú con él. Me quedo solo y siento que las paredes me tragan... hay un vacío inmenso en mí que se va extendiendo, mi garganta se apresura y corro a buscar mi bolso, saco de él mi cuaderno y empiezo a escribir... es el único modo de calmarme, más... ya estoy llorando... las lagrimas caen sobre la hoja... miro la puerta, desearía que volvieras y dijeras con tu sonrisa de siempre que todo era una broma, desearía que apagases la luz y me amases como esa vez... que me beses hasta que me quede dormido; pero sé que eso no va a suceder, intento no llorar y me acurruco en el mueble donde ambos estuvimos...
Cuando te fuiste dejé el patio de juegos y me afinqué en la azotea del secundario... empecé a gustar más de la soledad, porque ella me ayudaba a recordarte con más nitidez... así en las tardes grises yo me la pasaba mirando al cielo recordando tus besos oscuros, el olor de tu cuerpo y el sabor que me dejaste, sin saber cómo comencé a crear versos extraños para ti; con el sonido del viento busqué leértelos; no obstante estos se quedaban vagabundeando por mi cabeza, por lo que un día yo los canté... canté las frases que te escribí.... entonces sentí que ellas podrían viajar por el viento y darte mi mensaje, tarde o temprano tú las escucharías...las sentirías al sentir la brisa en tu rostro, o cuando el viento se colase por debajo de tu ropa sentirías mis palabras rozarte la piel y me recordarías... de ese modo yo te cantaba mi amor destrozado, entre suspiros y dolor no cese de hacerlo, hasta que el profesor de música me encontró y me obligó a regresar al taller... era necesario seguir practicando con la batería, solo tenía ese medio para hallarte-, aún así yo seguí cantándote las veces que podía o necesitaba.
¿Qué ocurrió?
¿Por qué él te besa en los labios ahora?
No se supone que solo soy yo al que... soy un niño verdad... nunca quise crecer, siempre me negué a hacerlo... sabes Aki-chan la gente siempre se ha burlado de mí... me mira y dice que monada de chico, pero yo sé que en el fondo solo me menosprecian, dicen que es tonto conservarse así... debes de crecer... tienes que hacerlo, ¡madura!, ¡olvida!, ¡de qué te sirve seguir esperando a alguien!, ¡ya han pasado diez años!, ¡no puedes colgarte del pasado para siempre!
¡Pero no!
Yo quiero esperarte... no importa si pasan diez o veinte o cien años más... no puedo olvidarte, simplemente porque no lo deseo... tú me viste cuando yo era algo tan insignificante, te interesaste por mí y me sonreíste. Me viste cuando era invisible... cuando no era más que simple polvo que mis padres barrían... por eso te amo...
Yo sé que te amo.
Aunque me digan lo contrario.
Sé que te amo y soy feliz así... pero, el que no me ames, hace que me sienta miserable...
¿Por qué no me hablas?
Hablas con él, pero conmigo no...
¿Por qué no me dejas tocarte?
Estas herido.
Déjame curarte. ¿Me odias?
Lo lamento. No puedo soportar que me trates así... tengo que huir.... corre Takanori, corre, tienes que irte y dejar en paz a Aki-chan... has perdido todo lo que poseías... todo... y caigo... ruedo y ruedo... no siento nada.
...
Espera...
¿Qué es eso?...
Shh... ya, ya, duerme... estoy aquí...
Aki... no te vayas.
No me iré nunca. Duerme...
Es cierto. No tengo que preocuparme. Aki no se irá... me lo prometió.
¡Me lo prometió!
He abierto lo ojos. No puedo respirar, quiero ver a Aki... ¡Aki-chan!
Oye, Akira, yo también quiero que me abraces.
Siento que mi alma regresa a mi cuerpo. Esa es la voz de Uruha-chan... ¿dónde estoy?, ¿qué paso?... no puedo moverme.
Ya pues, Aki-chan...
Ni te atrevas a acercarte o te patearé.
Es la voz de Aki-chan... ¡No!... Aki-chan está abrazándome... son sus brazos los que me rodean. Me quedo quieto, aunque lo intentará no podría moverme.
Ruki-chan sigue durmiendo...
Deja de decirle así, pedazo de idiota, se llama Takanori y punto. Es normal, ayer, o mejor dicho hoy fue un día de locos, nunca voy a perdonarte lo que le hiciste.
¿Yo?
¡Pues claro, cómo se te ocurre llevártelo a un antro!
Ya, ya... no escucho, deja de gritar o despertarás a Rukito.
Te dije...
Shhh, se está moviendo.
Todo por tu culpa... shhh, shhh, duerme, ya duerme...
Pareces una madre Aki-chan. No me mires así de feo pues hombre. Bah, me perdonas, anda, mira no le paso nada.
¿Si no?
Bueno salvo por lo que se cortó ¿no?
Mmmm... imbecil.
Juju, eso me suena a que estoy perdonado, ahora sí... yo también quiero abrazar a Ruki, jujuuu...
¡Deja, lo vas a despertar!
¡Somos un trío!
Siento que estoy asfixiándome con tantos brazos sobre mí... quién entiende a ese extraño de Uruha-chan... ahora él también está abrazándome, aunque Aki-chan lo está pateando... siento que me desvanezco...
Tengo hambre... y tú estas durmiendo... tururtuuuuruuu.
Tengo frío... no me siento bien... Aki-chan... dónde estas... ¿te has ido? No... ¡no!
¡Aki! ¡Akiiiii!
¡Taka, tranquilo, tranquilo!
¡Nooooo!... suéltame, dónde esta él, ¡déjame ir!
¡Cálmateeee, joder tienes fiebre!
¡Sueltameeee!, él no se ha ido, solo ha salido un ratito...
¡Mentiraaaa, eres un mentirosoo!
Mi cabeza daba vueltas kilométricas, pero eso no importa... quiero verlo... quiero verlo...
¡Qué mierda pasa ahora, tú degenerado Shima!
¡Aki!, ¡no le he hecho nadaaaa!
¡Aki-chan!
Está con fiebre... ¿y ahora?
Taka, te vas a acostar, tranquilo...
No, no, tú te irás... nooo.
Te dije que no me iba a ir... ya lo olvidaste.
Tú no me has dicho eso...
Este chico ya perdió la memoria, jajaja.
Cállate Shima, él no estaría así si no fuera por ti. Iré a comprar pastillas... te quedas con él, Taka, no hagas berrinches, si no me iré en serio.
Bueno... pero que no se me acerqué.
Ya lo escuchaste Shima, no te le acerques.
¡Ah! ¡Qué, ya vas a ver Takanori, tanto que te ayude ayer!
Shima... está con fiebre...
Ya lo sé... solo bromeo...
Mis ojos empiezan a cerrarse... Shima se acuesta a mi lado y me dice no sé que cosas mientras toma mi mano... ve a saber qué dirá... tengo sueño.
Continuará...