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La vida empieza en la universidad por rina_jaganshi

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Naruto y sus amigos/novios/rivales/enemigos y todo lo que se le parezca o se encuentre alrededor de él no son míos sino de Kishimoto yo sólo los uso para desahogar todo lo que hubiera querido que pasara en su historia: SasuNaru XD 

Lindo, no sé si deba ponerme feliz por esa simple palabra pero que yo recuerde el único que dice que soy lindo es Jiraiya. Sigo caminado sin dejar de sonreír, un momento, ¿A qué se supone que iba a mi cuarto? me detengo en seco para ponerme a pensar, el rugido que sale de mi estomago me lo recuerda. Se supone que fui por dinero para comer, además de algún cuaderno donde anotar. Regreso en mis pasos, no tardo ni un minuto en volverme a detener, no puedo ir al cuarto Sasuke dijo que se iba a dormir, lo menos que quiero es despertarlo, ¿qué tal que sea de esos que se molestan?  

Mi estomago vuelve a rugir por lo que camino sin rumbo por un buen rato hasta que mi olfato comienza a percibir un aroma delicioso. Entro en lo que supongo que es la cafetería, inmediatamente me dedico a ver las imagines de los diferentes platillos. Hay mucha comida aquí, desde sándwiches, bolas de arroz, pasteles, en fin, toda se ve exquisita, claro que puede ser que a mí me parezca así porque muero de hambre.    

–Naruto Uzumaki… –al escuchar mi nombre volteo encontrándome con una mirada verde agua pero no es hasta que veo su cabello rojizo que recuerdo al chico.  

–Hola –saludo sonriendo. Meto mi mano al bolsillo, saco la pluma y se la muestro–. Toma, muchas gracias por prestármela –la observa unos segundos, enseguida desvía la mirada. Tal vez no es su pluma, aunque yo no traía otra. La inspecciono por si las dudas llegando a la conclusión de que es la suya así que doy un paso a la izquierda para ponerme en su campo de visión–. Toma, gracias por prestármela –repito y añado–: hace ya un par de horas en el salón, junto a una hoja –achico los ojos– ¿No lo recuerdas? ¿Te golpeaste la cabeza? Una vez vi un programa en donde una chica se golpeó la cabeza, cuando despertó no recordaba nada. ¿Eso fue lo que te pasó… –al no saber su nombre agrego–: pelirrojo? –preocupado me acerco hasta que mi rostro queda a escasos centímetros del suyo, desde esa distancia puedo ver que su cara se torna roja, tal vez tiene fiebre y como no recuerda donde está deambula solo por la escuela.     

Sigo haciendo mis mundos alternos, comienzo a girar hacia todos lados en busca de algún letrero que me indique en dónde está la enfermería. Al no localizar ninguno decido que lo mejor será correr hasta encontrar ayuda, por eso tomo la mano del pelirrojo, él se sobresalta un poco.  

–Descuida pelirrojo te ayudaré para que recuperes tu memoria –antes de que pudiera empezar a correr, siento como me detiene usando el mismo agarre que yo tengo en su mano– ¿Qué pasa?  

–Quédatela –frunzo el ceño sin entender, él nota mi confusión–. La pluma, quédate con ella –Sonrió entonces guardando la pluma, nuevamente, él se pone rojo y desvía su mirada. Intento darle las gracias así como disculparme por creer que había perdido la memoria pero mi estomago ruge fuertemente.  

–Parece que tengo hambre –comento apenado, al instante siento como su mano aprieta más la mía pues en todo este tiempo no la he soltado.             

–Te he entretenido –murmuró agachando su mirada.  

–¡No! –Me apresuro a decir– No te preocupes, realmente ni siquiera tengo dinero para comprarme algo –los papeles se intercambian, ahora él me mira fijamente y yo observo el suelo.

–Yo…yo podría invitarte algo… –hace una breve pausa al clavar mis ojos en su persona–. Si quieres. –Asiento con la cabeza de forma efusiva e inmediatamente empiezo a caminar en dirección de la fila en donde se piden las órdenes. Él viene detrás de mí puesto que todavía sigo tomando su mano. Nos formamos esperando nuestro turno, yo paseo mi vista por todo el cartel que indica el menú.   

–¿Cómo te llamas pelirrojo? –Interrogo.  

–Gaara, Sabaku no Gaara –contesta, su voz suena realmente tenebrosa aunque parece muy agradable, de otra forma no me hubiera regalado su pluma ni mucho menos invitarme a comer. Sonrío soltando por fin su mano en cuanto veo mi platillo favorito.     

–¡Quiero ramen! –Exclamo maravillado, puedo apostar que salían chispas de mis ojos–. ¿Tú que vas a pedir Gaa-chan? –me doy la libertad de añadirle el chan a su nombre, así como de acortarlo, no parece molestarle por lo que me siento más confiado. Mi pregunta no es contestada por consiguiente miro al pelirrojo.  

–Yo no tengo hambre –aclaró sacando de su bolsillo dinero, el cual sin ninguna delicadeza le arrebato.   

–¡Quiero dos raciones grandes de ramen por favor! –después coloco el dinero en la mano del trabajador que lo tomó satisfecho, una vez que lo contó y lo guardó en la caja registradora me dio un papelito indicándome en que mesa esperara. 

Engancho nuevamente mi mano con la de mi nuevo amigo para ir a la mesa, en la que nos sentamos, uno frente al otro, dejo el libro en la esquina de mi lado y balanceo los pies, pues éstos me quedan volando. Sinceramente me encuentro muy feliz, me está yendo bien en esta escuela, prácticamente puedo decir que tengo dos amigos, bueno, tres si contamos a Itachi. Sin poder evitarlo una sonrisa se posa en mis labios, observo al pelirrojo que me mira atentamente.    

–Dije que te invitaría, no que comería contigo –una gotita resbala por mi sien, a continuación niego con la cabeza así como hago un puchero con mi boca.    

–Pero no es justo que yo coma y tú no, mucho menos si tú eres el que paga –lanza un ligero suspiro de resignación al tiempo en que cruza sus brazos sobre su pecho, sin recargarlos en la mesa, todo lo contrario a mí que subí los codos–. ¿Qué estas estudiando? –cuestiono pero sin dejarle responder comienzo a hablar–. Yo vine para estudiar dibujo, son tantas las cosas que puedes transmitir con un papel y un lápiz. ¿Y tú?   

–Fotografía –responde, yo abro los ojos, emocionado.  

–¡Increíble! Yo soy muy torpe para manejar una cámara. Una vez el viejo Jiraiya me dio una con la intención de que tomara las fotos del cumpleaños de mi madre, sin embargo, todas salían mal. Lo peor fue al final, pues dejé caer la cámara a una alberca –sobo mi nuca apenado, esto solamente dura unos segundos ya que recuerdo otra anécdota que me dispongo a contarle–: Años después volví a intentarlo. Me compré una digital, según yo porque sería más fácil pero no. Había recorrido la ciudad para tomar fotos, las cuales quedaron movidas, la verdad no sirvo para la fotografía… –guardo silencio al percatarme de que soy el único que habla, el pelirrojo me observa, tal vez ni siquiera me preste atención–. Perdón, por lo regular hablo mucho, si te molesta puedo callarme o… 

–Tal vez no la sostenías bien –igual que con la pluma, le miro confundido, está vez porque honestamente creí que se estaba aburriendo, ahora veo que escuchó todo lo que dije.  

–Tienes razón –afirmo con la cabeza– Quizá algún día puedas enseñarme a usarla –el color rojizo volvió a su rostro, justo cuando voy a preguntar si se encuentra bien dos tazones son depositados en la mesa.     

–No lo creo –habló un muchacho vestido de mesero. Éste llamó mi atención al instante, se parecía mucho a Sasuke, sólo que su cabello es más corto además de que este chico está sonriendo.  

–¡Sai puedes tomar tu descanso ahora! –alcanzo a mirar al señor que grita, parece ser el encargado de la cafetería. 

–Gracias –responde, voltea y le sonríe al señor. Pronto su mirada se fija en Gaa-chan, parece entre divertido asimismo con un toque de sorpresa– De verdad que no lo creo –repite confundiendome más–. ¿Sabaku no Gaara intercambiando palabras con alguien? ¿con una persona? ¿con un ser humano?   

–¿Qué? –cuestioné sin pensar, bueno, mejor dicho pensé en voz alta como siempre, ganándome así la mirada del chico.    

–Que maleducado soy –sonríe–. Hola, mi nombre es Sai, es un placer conocerte –hizo una pequeña reverencia tomando mi mano para después besarla. Gaa-chan le dedicó una mirada de odio, parece que no se llevan bien–. ¿Y cuál es tu nombre niño bonito?  

–Naruto Uzumaki –respondo mecánicamente sin apartar mi vista del pelirrojo, incluso luce enojado, es como si fuera otra persona, un momento, ¿dijo niño bonito?  

–Tienes una voz muy dulce, ahora entiendo porque Gaara se ha dignado a hablarte –seguido de su comentario acercó una silla en la que se sentó recargando una mano en la mesa para sostener su barbilla. Yo comencé a comer pues me moría de hambre. La mirada de Sai permanecía en mí, mientras que el pelirrojo observaba hacia otro lado. ¿No se llevará bien con este chico?– ¿Estudias aquí? –se interesó.    

–Sí, acabo de entrar, vine a estudiar dibujo –su sonrisa se ensancho más.    

–Qué casualidad, yo también estoy estudiando dibujo. Eso quiere decir que nos veremos mucho en las clases. Espero que eso no te moleste Gaara –por fin los ojos de Gaa-chan lo miraron.   

–Lárgate –sentenció sin más. Al contrario de lo que pensé, Sai se limito a sonreír, otra vez.   

–Creí que como ya tenías un amigo serías más sociable pero veo que me equivoqué. 

–¿Un amigo? –Para no perder la costumbre, volví a pensar en voz alta, no conforme con eso me atreví a preguntar–: ¿Gaa–chan tú no tienes otros amigos? –mi mirada se torna triste puesto que yo pasé por lo mismo en mi antigua escuela, él no dice nada, aunque realmente no habla muy poco.    

–No, ni uno solo, desde que lo conozco nunca lo había visto con otra persona –habló Sai, con este comentario percibí en Gaa-chan cierta soledad, la misma que yo había conocido. Sin detenerme a pensar, actúe de forma impulsiva tomando las manos del pelirrojo con las mías, esto sorprendió a los dos presentes.  

–Gaa–chan, no te preocupes ahora yo soy tu amigo, ya no vas a estar solo. Procuraré siempre estar ahí para ti  –terminé de decir esto con una sonrisa, quería que supiera que iba en serio, y tal vez lo conseguí, pues por unos instantes una sonrisa se formó en los labios de mi nuevo amigo, cosa que me hizo sonreír aún más.  

–¡Qué lindo, eres un niño tan bonito! –el grito de Sai me desconcertó bastante, eso y el hecho de que se lanzó hacia mí abrazándome con fuerza. Por si fuera poco Gaa-chan se puso en pie intentando zafarme del agarre al que era sometido. Parece que todos en esta escuela cambian muy rápido de actitud–. ¡Naru–lindo de ahora en adelante serás mío! –afirmó restregando su mejilla contra la mía, supongo que eso quiere decir que también quiere ser mi amigo, sonrío, ahora son cuatro los que tengo.   

–Usuratonkachi –el insulto, ya familiar, me hace regresar a la realidad, Sasuke está frente a nosotros con una mirada un tanto molesta. 

–¡Sasuke! –exclamo soltándome del abrazo de Sai, gracias a que ya no aplicaba tanta fuerza claro está–. Ellos son unos amigos que acabo de conocer, el es… –apunto al pelirrojo con el propósito de que Sasuke le dirija una mirada, pero no lo hace, sólo me está mirando a mí y parece ser que de verdad está muy enojado 

–No me importa quienes sean –contestó tajante–. Supongo que ya estudiaste, así que me llevo el libro dobe –sin darme tiempo para reaccionar tomó el libro, que se encontraba sobre la mesa, y se dio la vuelta para irse. 

Me quedé unos momentos confundido, no entendí nada de lo que pasó, así que tan sólo salí corriendo detrás de él. Le busco con la mirada, yo creía haberlo visto salir caminando pero lo más seguro es que si haya corrido ya que no lo encuentro. Estoy a punto de darme por vencido pero lo veo en un jardín, debo decir que parece estar muy molesto pues está golpeando un árbol. Con cuidado me acerco hasta donde está, escondiéndome detrás del árbol frente al que él golpea con coraje, asomo un poco mi cabeza, él se detiene, yo me escondo, acto que no funciona.   

–Dobe sal de ahí…–su tono de voz sonó arisco. Despacio me muestro ante él, que realmente no me mira pues está muy entretenido golpeando al pobre árbol. Yo me recargó en el que anteriormente usaba de escondite para observar al teme. 

No tengo idea de que hago aquí, ni siquiera sé porqué salí corriendo. La imagen de mi primer beso pasa por mi mente, de acuerdo eso lo explica todo. Abro la boca con la intención de decir algo pero no sale ni una sola palabra, ¿Qué debo decir? Frunzo el ceño un tanto desesperado, es raro estar en el mismo lugar que él y que no me esté molestando, a pesar de que tan sólo nos conocemos de un día. Tal vez debería olvidarlo todo, quizá él se encontraba aburrido, me vio y le parecí divertido, perfecto ahora soy yo el que comienza a molestarse. Obedeciendo a mis instintos, como siempre, camino hacía él.    

–Sasuke –me muerdo los labios, lo mejor será ir al punto–. ¿Estás enojado conmigo? –me animo a preguntar por fin, nuevamente no hubo respuesta, así que me acerco a él con la intención de tomarlo por el hombro para que me mire. Cuando estuve a escasos centímetros de tocarlo me jala estrellándome contra el árbol de cara asimismo sujeta mis manos a ambos lados de mi cabeza –¡Teme! –Chillo– ¡Suéltame antes de que te golpee! –amenazo sin resultado, sinceramente no puedo soltarme.   

–Usuratonkachi, ¿qué hacías con esos imbéciles? –al realizar la pregunta apretó mis muñecas, yo emito un quejido lastimero.   

–¿Cómo que qué hacía idiota? –Cuestiono intentando alejarlo, él aplicó más fuerza, razón por la que preferí responder –: Gaa-chan me invitó a comer porque no traía dinero, después llegó Sai y se sentó con nosotros, no entiendo qué tiene eso de malo –murmuro. En un rápido movimiento me voltea para que le mire, no obstante, mantiene presas mis muñecas. Lo miro desconcertado, aún más cuando poco a poco sus labios comenzaron a rozar los míos pero no me besó, sólo me soltó y se dejó caer hacía atrás, acostándose en el pasto y soltando un suspiro.  

–Dobe, no hagas eso –habló con su tono normal.  

–¿¡Hacer qué!? –Contesté irritado– ¡Tú eres el que se pone como loco de un momento a otro! ¡Mira como me dejaste por tus desordenes de personalidad! –grito mostrándole las marcas que se formaron en mis muñecas por la presión, él me indicó que me acercara. Dude unos segundos, la idea de patearlo me parecía sencillamente más razonable, sin embargo, me senté a su lado. Él tomó mi brazo, retiró la manga de la camisa para dejar ver a la perfección mi muñeca–. Eres un salvaje.  

–Hn.  

Inflé mis cachetes molesto, a decir verdad esperaba que se disculpara no que solamente dijera “Hn”, ni siquiera sé si eso es una palabra. Por su parte, él no soltaba mi mano, la examinaba cuidadosamente como no creyendo que me lastimaría tanto y es que, para mi desgracia, mi piel es muy sensible. Con cualquier apretón se me hace un morete. Pude durar vario tiempo pensando pero pronto me percaté de que Sasuke sacaba su lengua acercándola a mis “heridas” y así como si fuera la cosa más normal del mundo se dispuso a lamerlas. 

–Aahh… –Sí, un gemido salió de mi boca que rápidamente tapé pero demasiado tarde pues Sasuke lo había oído. Sus lamidas se hacían más lentas, asimismo, rozaba un poco con sus labios las marcas rojizas. 

–¿Te gusta cómo curo tus heridas dobe? –preguntó altanero al tiempo en que daba una pequeña y juguetona mordida a mi muñeca, la cual hizo que me retorciera de gozo, gozo que intentaba disimular, lo cual es muy difícil cuando tu cabeza afirma efusivamente.  

Dejó de lamer mi muñeca pero no la soltó, después se sentó atrayéndome hacia su cuerpo, su mano libre se posó en mi cintura. Luego empezó a lamer mi rostro desde mi mejilla derecha hasta la izquierda, lamiéndome los labios en el proceso, poco a poco bajó con su lengua por mi cuello, también daba pequeños mordiscos a mi clavícula.   

–Dobe, tendré que marcarte, así todos sabrán que eres mío… –le escucho susurrar pero no le presto atención, me concentro más en como succiona mi cuello, de una manera un tanto brusca, sinceramente no me lastima más bien se siente raro. Se pasó un buen rato de esa forma hasta que me recostó poco a poco en el pasto, ese movimiento provocó que mi celular saliera de mi bolsa y… 

–¡Qué! Voy a llegar tarde a mi clase –dándome cuenta de la hora empujo a Sasuke de una manera no muy gentil, es decir, coloco mi rodilla en su abdomen para aventarlo, enseguida tomo mi celular. Estaba a punto de irme pero me detuvo. 

–Dobe, ¿a dónde diablos crees que vas? –Frunció el ceño molesto, como si supiera exactamente lo que estaba a punto de hacer, completó–: ¿Me vas a dejar aquí? –indagó con una sonrisa irónica, en pocas palabras no me creía capaz.    

–Pues –rasqué mi mejilla dubitativo– Tengo clases pero te veo al rato Sasuke, adiós –Me zafé de su agarre y salí corriendo a toda velocidad. 

–¡Usuratonkachi! –no puedo evita reírme, con el poco tiempo que llevo conociéndolo me hice a la idea de que no perdería jamás los estribos pero me equivoqué.  

Pude oír su grito, es más, todos lo oyeron pues voltearon al lugar en donde había dejado a Sasuke. Creo que me va a ir muy mal cuando lo vuelva a ver, no me perdonará tan fácilmente. Supongo que tendremos otra pelea. Una nueva risita se escapa de mis labios, no obstante, se extingue al preguntarme ¿qué es Sasuke de mí? A penas lo conozco y ya me ha tocado más de lo que lo ha hecho cualquiera. Bueno, ya tendré tiempo para preguntarle, mientras me destroza a golpes sería un buen momento.

Llego corriendo al salón, ni siquiera sé qué materia me toca por lo que entro casi arrancando la puerta pero para mi sorpresa no ha llegado el maestro, suspiro aliviado. Me adentro más buscando un lugar. 

–¡Naru–lindo por aquí! –en una de las esquinas se encontraba Sai llamándome, camino hacia donde está, junto a él hay dos muchachos: uno tiene un peinado muy extraño, como si tuviera un tazón o algo en la cabeza, sus cejas también son bastantes peculiares; el otro parecía más normal, su cabello es castaño y largo, lo impresionante son sus ojos totalmente blancos. Nunca vi unos parecidos–. El es Rock Lee –apunta al chico raro–,  y este otro es Neji, chicos él es  mi Naru–lindo pero sólo yo puedo decirle así –Sonrió a la vez que me señaló y me saludó como si estuviéramos a una distancia considerable, siendo que lo tengo enfrente.  

–Mucho gusto mi nombre es Naru… –no pueda terminar pues Sai se precipita sobre mí, más específicamente se lanza hacia mi cuello.  

–¿Quién te hizo eso Naru-bonito? –Sin darme tiempo de responder, agrega lastimero–: ¿Quién se atrevió a tocarte antes que yo? –Yo sigo con la duda impregnada en mi rostro. ¿De qué habla? ¿Hacerme qué? Volviendo aún más dramático el asunto, Sai toma mi cabeza recargándola en su pecho, yo francamente no entendía nada, esperen un momento, Sasuke dijo: “Dobe, tendré que marcarte, así todos sabrán que eres mío”.  ¿Y si…? Pensando y con algo de temor me acerco a una ventana, en donde estoy seguro que podré ver el reflejo de mi cuello. Aparto un poco la playera, inmediatamente salta a mi vista una marca roja.  

–¿Qué es eso? –preguntó alarmado.  

–Un chupete, parece que ya es de alguien –dijo, sin mucho interés, Neji a Sai. Mientras tanto yo sigo pensando, ¿qué ya soy de alguien? Las conjeturas se forman por fin en mi cerebro, cayendo en cuenta de todo.    

–Ese maldito de Sasuke-baka ¿quién se cree? –una vez más en este día habló en voz alta captando la atención de los presentes, sobre todo la de Sai que me mira sonriendo de una manera extraña y terrorífica.   

–¿Hablas de Sasuke Uchiha? –inquirió, justo antes de que pudiera pensar en algo o mínimo reaccionar, la puerta del salón se abrió, mostrando a un sujeto de cabello castaño, piel morena y una cicatriz que surca su nariz horizontalmente.   

–Buenas tardes chicos, siéntense en sus lugares por favor –ante el saludo del que reconozco como el maestro todos obedecieron sin chistar, en cuanto a mí, nunca creí que me sentiría tan feliz de ver llegar a un profesor.

Notas finales:

Rina: Pues les aviso que además de que hoy es el día internacional del libro y de la ley de dercho de autor, o más bien, a esta hora, fue XD también decidí que va a ser el día en que escriba y actualice, en pocas palabras todo el jueves, desde la una de la mañana hasta que se convierta en viernes escribiré lo que pueda, al menos eso es lo único que se me ocurrió n_n  

Rini: No entiendo porque siempre tienes que irte a los extremos, ¿No podías elegir una hora todos los días para escribir o algo así? ¿Tienes que llegar al extremo de todo? –cruzada de brazos con una gran vena en su frente.

Sasuke: Incluso al extremo de la estupidez ¬_¬ 

Rina: T_T ¡que malos son! –de cuclillas en el rincón haciendo círculos con su dedo índice.  

Naruto: No les hagas caso Rina yo te apoyo n_n –agachado, igual que ella, haciendo círculos con su dedo XD.  

Rini & Sasuke: ¬_¬U 

Rini: En fin, por decisión unánime, entiéndase yo, se abrirá un blog en donde se subirá la versión original, así como se modificará ésta para que no se torne aburrida al estar ya la original. 

Rina: Sip –se pone en pie para acercarse–. Además quiero agradecerles por mostrar interés para ayudarme a conseguirla –reverencia tipo japonesa– También a Uchiha Lenny, ya que ella fue la que me la mandó. Además procuraré subirla los jueves, es por eso que me estoy tomando todo el día ^o^, excepto claro las horas que esté en la escuela pero… –sigue hablando sin sentido.  

Rini: Pues aquí les dejamos la dirección:  http://rinajaganshi.blogspot.com/   si quieren leerla terminando esta supongo que depende de ustedes, sino la quieren leer también ¬_¬ 

Sasuke: Eso quiere decir que tendré que soportarte más tiempo ¬_¬  

Rini: El martirio es para mí, no para ti nena ¬_¬  

Sasuke: Arpía ¬_¬ –comienzan a pelear.

Rina: Aunque realmente me paso de la una de la mañana y sigo escribiendo cuando se supone que ya es viernes y… –sigue hablando sin sentido XD.  

Naruto: n_nU bueno, supongo que yo despediré este cap –observa como siguen peleando Sasuke y Rini– Eh, ¿Cómo despido el capítul ô_ô? –se queda pensando…


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