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Tienes pinta de uke. por nezalxuchitl

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Notas del capitulo:

Kyaaa!!! Montones de dias y desgracias despues la tercera entrega de esta historia.

Muchas gracias a quien ha tenido la paciencia de esperar por este nuevo capitulo y ojala lo disfruten.

 

3º  Sin embargo...

 

-¡Me cago en la puta leche! - al estruendoso improperio lo acompañó el sonido de algo que se rompe y cosas que se caen - ¡Me recontracagooo!!!

Quien así se desgañitaba era Manolito, un sevillano con doble nacionalidad que se encargaba del departamento de informática y que, cuando las cosas no jalaban como debían se cagaba en la puta leche, se cargaba tazas o bandejas, se arrancaba los cada vez mas escasos cabellos y salía con los ojos dándole vueltas.

-¡A la verga, a la mierdaaa!!! ¡Me recontracagooo!!!

Eli se cagaba de la risa y Gutierritos, sumamente escandalizado, salía a ver quien era quien osaba expresarse de aquella manera en el recinto de la pública autoridad.

-Le invito a que modere su vocabulario... - la voz que empezó fuerte y clara terminó en un susurro y en un aplastarse contra la pared para que el energúmeno con ojos de toroloco no lo atropellara en su furiosa salida.

Parecía un loco, de veras, cargando ese quemador que todavía echaba chispas y humito y saliendo por la cristalina puerta principal, arrojando en mitad de la explanada el quemador y pateándolo con saña ante las escandalizadas y atónitas miradas de algunos ciudadanos que se hallaban en la Presidencia Municipal arreglando diversos asuntos con el Estado.

Riéndose como una hiena con daño cerebral Eli, la secretaria de Marcel, salió con el celular en alto para grabar la escena. Gutierritos, que por su escaso tiempo en la plantilla nunca había presenciado uno de los célebres ataques de ira de Manolito "El sevillano".

-¿Pero que... - comenzó a preguntar Iván, a quien todo aquello se le hacia de lo mas irregular.

-A Manolito los devedés le ven la cara. - dijo una voz masculina a sus espaldas que lo hizo brincar, aunque no fuera la voz de ESE.

-¿Los que le encargo la licenciada Orduñez? - preguntó Eli al primer capturista del departamento de informática.

-Aja: los de cómo prevenir la influenza.

-¿Y por eso se comporta de esa manera? - Iván señalaba muy ceñudo al frikki de las computadoras que seguía cagándose en la puta leche.

Eli y el muchacho se carcajearon.

-Por supuesto mi estimado. - respondió el muchacho - La vida no seria la misma sin los desplantes de Manolito, ¡olé!

Manolito venia bañado en sudor, con la cara roja y los ojos de loco aun. Pasó casi empujándolos y volvió a salir al cabo de un minuto, sosteniendo una memoria USB en alto.

-¡Me fui al jodió cibercafé, si preguntan, subnormal - se dirigía a su subordinado - y ve con el contador para que me descuente el puto chisme judío que me cago en su puta madre la recontraleche... - los últimos refunfuñidos de Manolito ya no se oyeron por la distancia.

Eli y el subnormal se volvieron a reír. La secretaria se compadeció de la cara de mi-no-entender-nada de Gutierritos y le explicó.

-Cada que Manolito se enoja se carga algo y va a un cibercafé para que se lo hagan.

-¿Y... para... que? - Gutierritos no concebía que alguien no fuera eficiente en su trabajo.

Eli se encogió de hombros y el chico le contestó:

-Para hacer de nuestra existencia una experiencia mas placentera. La de nosotros y la de los que ven el youtube.

-¿El youtube?

-Si, busca "me cago en la puta lecheee" con tres e al final y... - el chico se carcajeó. Luego dio de palmaditas en la espalda al raro chico nuevo y regreso a su cubículo.

-Pero esta prohibido mirar el youtube...  - Gutierritos era tan inocente que respetaba las reglas. Eli meneó la cabeza.

-El licenciado Marcel se la vive viendo el redtube. - le cuchicheó al oído- Relájate un poquito Iván: ya no estas en la uni.

Ivan abrió mucho los oscuros ojos.

-¡¡¿El redtube!!? ¿¡Pero que no es gay!? - susurró a penas moviendo los labios y empujando a la secretaria dentro de la oficina de Marcel.

Elizabeth, que había disfrutado como enana del video y hasta lo había compartido con ciertas amistades, sonrió pelando colmillo. Ese Gutierritos estaba para comérselo...

-¡No mames! ¿Quién te contó ese chisme? - meneó la cabeza - El licenciado es normal. - la chica le tocó el brazo y luego salió a su puesto, el escritorio a un lado de la puerta de la oficina de Marcel, en el amplio y largo pasillo.

Iván se quedo solo con sus pensamientos y los ronroneantes ventiladores: el que pendía del techo y los de las dos computadoras prendidas: la pc de Marcel, que había ido quien sabe donde, y la lap de él. Se dio cuenta de que estaba desconectada y la enchufó, sentándose luego a meditar en el confortable sillón de tres plazas forrado de cuero negro en el que los visitantes de Marcel se sentaban.

¿Qué Marcel era normal? ¿Entonces porque a èl... ¿Significaba que solamente el le gustaba a Marcel?! ¿¡Que le quería?!!!

El corazón se le aceleró mucho. A pesar de que el ventilador de techo funcionaba a su máxima potencia hiperventilo. Si Marcel le quería... ¡Pero que le iba a andar queriendo ese pinche depravado! Lo que pasaba era que era un dos caras, el ojete, y la pobre Eli no se había dado cuenta de cómo era de cabrón... Pobre Eli, por lo menos con ella no se había propasado Marcel...

Gutierritos casi se infarto al descubrir que no sentía envidia por Eli sino lastima: ese cuerazo de Marcel no se la había...

¡No podía sacarse de la cabeza ni de la piel ese encuentro! Ya iban para dos semanas desde que ocurrió y cada noche sin falta se le ponía duro recordando aquello o tenia sueños mojados, ¡sueños mojados! Como si fuera un adolescente.

Marcel, Marcel, ¡puto Marcel! Le daban ganas de patearlo como el orate ese había pateado el quemador en el patio, y a cada patada gritarle que se cagaba en su puta madre! Soltó un puñetazo contra el asiento.

Y en el mismo momento Marcel abrió la puerta. Entró por ella, con sus pasos confiados y elegantes, la coleta impecable y los anteojos rectangulares limpios y brillantes. Llevaba un traje blanco de Armani o de Gucci, fino sin lugar a dudas, y una camisa de color lila pálido, sin corbata y desabotonada de los dos primeros botones. Parecía un sueño el hijo de la chingada.

-¡Gutierritos! - lo saludo con efusividad - ¡Se te van a meter las moscas en la boca si no la cierras!

Iván la cerró enojado. ¿Cómo podía el muy jijo de la fregada comportarse tan así, como si nada hubiera pasado? ¿Era que quería hacerlo creer que aquello no había pasado y que deliraba como el doctor ese de la tele? Pues erraba de parte a parte.

-Licenciado... - se paro muy dispuesto a enfrentarlo.

-¡Licenciado! - entro Eli, brincando como un conejito, con el celular en alto - ¡A Manolito le dio otro ataque "Hulk"!

-¡Que! - repuso emocionado el rubio - Presta, - cogió el celular y reprodujo, cagándose el también de risa - La caña, Eli, la caña. El Manolete es la caña. - conectó el teléfono a su pc y añadió mirando a Iván - Lo dicen sus seguidores por internet.

Le hizo gesto de que se acercara e Iván acudió con recelo. Detrás de Eli miro como el video se cargaba en una cuenta de youtube, luego Marcel redacto una pequeña nota, algo así como "Manolete parte plaza de nuevo" y lo dejo.

-El Manolin me mantiene en un estatus de popularidad único Gutierritos.

-Pero... eso es ilegal...

-Niet: no de no. No digo quien es ni lo exploto comercialmente: solo comparto un video gracioso y anónimo por el tube.

Aquello no terminaba de convencer a Iván, la acción danzaba descaradamente en el límite de la ilegalidad y la inmoralidad.

-Por cierto Gutierritos, el licenciado Rosas quiere verte.

-¿A mi?

-A ti corazón de melón. - aquella frase, en apariencia inocente,  le hizo saltar el corazón recordando su teoría de que Marcel le quería.

-Pues voy. Orita vengo. - y salió cavilando en dirección a la oficina del secretario del Honorable Ayuntamiento.

Este era un viejo negro y gordo y con cara de ratero y antipático que no podía con ella. Su secretaria, vestida con una minifalda roja, medias de red con sandalias y top tipo tubo negro lucia más hortera que las putas del burdel que Iván embargó. Mascando chicle la graduada de la primaria (como mucho) lo paso a la oficina del secretario del Ayuntamiento. Este no le indicó que se sentara pues estaba hablando a dos teléfonos celulares a la vez, alegando y escupiendo a partes iguales sobre uno y otro. Colgó uno y lo miro feo, termino de hablar con el otro y saco de un cajón un folder amarillo que puso sobre el cristal pañoso que recubría su escritorio.

-Gutierrez: usted fue quien el pasado 13 de junio embargo el numero 7 de la calle del Inquisidor. ¿Puede saberse porque lo hizo?

-Porque me tocó señor.

-Que le tocó ni que ocho cuartos. La propietaria de ese inmueble tenía al día el pago de sus contribuciones.

-No licenciado, debía más de dos años...

-¡Cállate! No me interrumpas. Aquí están los papeles. - abrió la carpeta - Papelito habla mi'jo.

Sin podérselo creer Gutierritos tomó una hoja del folder y vio que efectivamente era una fotocopia de un recibo de predial, que abonaba el año en curso. Tomó la siguiente y era la fotocopia del recibo de pago del año anterior.

-Esto es imposible: yo vi los recordatorios y citatorios y...

En la ancha cara de sapo se dibujo una sonrisa desagradable.

-Te equivocaste. - le dijo - Lo único que necesito es que escribas un papel donde digas que embargaste esa casa por error y que el H. Ayuntamiento nada tuvo que ver.

-¡No! La señora de esa casa debía el dinero y...

-¡Que te calles con una chingada! Te equivocaste wey, la cagaste, y necesito que lo pongas por escrito o no recoges tu liquidación.

-¿Mi que!?

-Tu liquidación.

-Mi contrato vence en nueve meses.

-Un error tan garrafal como este es causa de despido.

-No lo voy a hacer. Presentare cargos.

-Que lastima. Una gente conflictiva no encuentra trabajo en ningún lugar, en ninguno. ¿Me entiende Gutiérrez? Va a ser una pena, tan joven y recién graduado que tenga que dedicarse a taquero.

Iván no podía creerse lo que oía.

-Entonces esto es una extorción en regla. - el cara de sapo seguía sonriendo desagradablemente - La señora de esa casa... - en aquel momento recordó las palabras de la viejita "Le pediré ayuda al licenciado Correa" Al licenciado Correa, al licenciado Correa: las palabras se quedaron haciendo eco. ¡En la madre! El puto licenciado Correa era el expresidente municipal y ahora diputado... igual y el burdel era suyo. - Pues entonces... si esa señora era tan importante porque no pagaron sus contribuciones, para que me mandaron a embargarla si luego lo iban a tapar.

Ahí el cara de sapo hizo un gesto. Alguien, algún oponente político de Correa filtró esa irregularidad en la secretaria de Hacienda. Y todos los que sabían que clase de casa era la del numero 7 de la calle del Inquisidor escurrieron el bulto: todos menos el pobre de Gutierritos, el novato pendejo que cargó con la orden de embargo que ya se estaba haciendo vieja sobre la mesa de pendientes y la ejecutó.

Y claro, la viuda de Macías se quejo con el hombre que le había prometido el perdón de sus impuestos a cambio de, ejem, "servicio de buffet", llamémoslo, con acceso libre a la barra y entregas a domicilio sin cargo.

-Cuida tus palabras chamaco, y haz ese papel y seré bueno contigo y lo olvidare todo. Para que vayas a ampliar tus horizontes laborales a otros lados.

Iván quiso llevarse la carpeta pero el gordo no lo dejo.

-El papel y recoges tu liquidación con un vale que te de cuando me lo entregues.

Iván salió apretando los dientes y caminando muy de prisa al baño, aguantándose las lagrimas, las ganas de correr... se encerró en un retrete y apoyando el brazo contra la lamina de aluminio que hacia las veces de pared escondió la cabeza y moqueó. Se iba al traste, su brillante futuro, su jugoso sueldo...

-Ça va, mon petit chu?

La cara de Marcel desde lo alto, parado en el retrete contiguo y asomándose sobre la lamina de aluminio lo sobresalto.

-Licenciado...

Marcel suspiro: se veía tan uke con sus ojos mojados... Brinco la lamina, se paro en el retrete, bajo de el y quedo casi pecho a pecho con Ivan, pues el espacio en el interior del cubículo era muy reducido.

-Ça va? - repitió acariciándole el cuello con la mirada.

-¿Qué si me voy?

-¿Como estas? - Marcel se compadeció y lo dijo en español.

-Como quiere que este... me han despedido... - le contó lo ocurrido y sus deducciones y Marcel apretaba los dientes para no soltar la carcajada. - ... así que me voy, o arruinaran mi carrera.

-Nadie va a arruinar tu carrera ni a despedirte si eres mi protegido. - Marcel tenia unas ganas locas de besarle la boca y cogerlo ahí mismo.

-¿Su protegido?

-Aja. Correa es una mierdecilla de diputado local y mi padrastro es senador de la república por el estado de Aguascalientes. Y creo que mi madre se va a postular para Gobernadora del estado que le ofrezcan. No por nada soy el director de Recursos Humanos. - sonrió de oreja o oreja - En realidad soy yo quien decide quien se queda y quien se va. - aprovechando el tono de confidencia se agacho sobre la oreja de Gutierritos, esa oreja que quería arrancarle a mordiscos - Imagino que Rosas imagina que me da igual que te corran o te dejen. Y estaría en lo correcto, de no mediar el pequeño detalle de que me gustas.

Iván soltó aire muy violentamente. "Me gustas"... "Me gustas"... "Me gustas"!!!

El rostro de Marcel ya estaba sobre el suyo y su mano sobre su cadera: la otra mano aprisionándolo contra la otra lámina de aluminio que hacia las veces de pared del retrete.

-Marcel... - pronunció con una vocecita uke que hizo aullar al lobo interior de Marcel: le besó la boca, le sobó las nalgas y le metió la lengua hasta el fondo de la garganta.

Gutierritos le correspondió al beso, le agarró las nalgas también, le chupó la lengua y dejo que lo apretaran cada vez mas duro contra la lamina de aluminio que se combaba sin que ninguno de los dos se diera cuenta pues tenían cosas mejores de las cuales ocuparse.

Las camisas se desfajaron y las manos se metieron bajo los pantalones; las de Marcel sobre el culo, las de Iván sobre el paquete. El sonido de pasos y risitas y más pasos siscó al mas joven, quien batalló por librarse de la boca hambrienta del mayor.

-¡Hay gente!

-No les hagas caso... - Marcel trataba de reconquistar la boca pero Iván no se lo permitía.

-¡Nos van a oír!

-Que nos oigan... - Marcel le bajó los pantalones; lo empujó contra la endeble pared.

-¡Noo!!! - el suyo era uno de esos "gritos en susurro".

-Con la boca me dices que no y con la verga que si. ¿Es un juego?

-¡No mames Marcel, aquí no!

-¿Aquí no?

-¡No wey!

-Entonces, ¿Dónde?

Gutierritos procesó descargas eléctricas interneuronales a toda leche.

-¡En el hotel!

Marcel se rió baja y gravemente. A Gutierritos le temblaron la piernas de puro deseo.

-¿Tanto quieres tu trabajo?

Iván frunció el ceño.

-¿Me esta desconvenciendo?

-¡Dios me libre! Con el trabajo que me ha dado conseguirte. Pero todavía no cerramos el trato.

-Saliendo del trabajo, en el hotel...

-No Gutierritos, recuerda: te dije que me lo pedirías de rodillas, que te cogiera. Así, que, ¿Qué esperas?

-¡¿Quiere que me arrodille aquí?! - señaló con asco el piso, por lo demás, bastante limpio del baño.

Marcel miró a otro lado como si no fuera con él. Cuchicheos y pasitos, casi imperceptibles, allá afuera decidieron a Iván. Se dejó caer de rodillas.

-Por favor...

-¿Por favor que?

-Por favor Marcel.

-¿Estas convencido de que eres un uke?

-¡Vete a la... - se contuvo a duras penas: no es conveniente insultar a quien te va a salvar la carrera.

-Gutierritos ya que estas de rodillas hazme un favorcito, ¿no? - Marcel se lo sacó y lo presentó, imponente, ante Iván.

El joven lo veía con ojos desorbitados y se sentía mas duro y se sentía fascinado: quería agarrarlo, chuparlo, besarlo, sacarle toda la leche.

-Porfas, Gutierritos. - Marcel lo restregó contra su mejilla.

Rojo hasta las orejas Iván lo cogió y se lo llevo a la boca como había visto hacer a las actrices porno en las películas. Que la vida real no es tan fácil como la tele, ni siquiera la vida sexual, quedo patente cuando no pudo meterse más que la mitad y eso sintiéndose que se ahogaba. Era enorme la cosota. Marcel le agarró por la cabeza y lo obligó a tragar más. Con dificultad, haciendo esfuerzos sobre todo para no ahogarse Iván chupó. Chupo, lamio, aspiro, hizo ruiditos, Marcel le movía la cabeza para follarle la boca, Iván se agarró de sus muslos vestidos para sostenerse, Marcel susurraba cosas en francés, Iván se sobo el pene, Marcel le embistió la boca con violencia, Iván sintió arcadas, mas cuando el liquido salía disparado contra su paladar, inundando su boca y corriendo por su barbilla, Marcel le mantuvo sujeto por la nuca, le echó la cabeza atrás, miro su obra y miró como se masturbaba hasta terminar.

Rápido y confuso. Marcel lo soltó, se lo metió, se acomodó la ropa y salió como si nada a refrescarse con un poco de agua. Iván tardó mas en salir, mas cohibido, mirando con aprehensión por si había otro hombre en el baño pero no. Se enjuagó la boca con agua de la llave y Marcel se marcho antes de que pudiera decirle algo más. Aunque por otro lado, ¿Qué mas decirle?

Aquello era un negocio sucio, tan sucio como la trampa que le habían tendido. Con artimañas había caído y con artimañas tenia que salir. Si el precio de su carrera era su cuerpo, estaba bien...

Gutierritos se quedo mirándose al espejo, al peinado de rampita que no obstante la cantidad industrial de gel estaba despeinado. Iba a dar las nalgas para salvar el empleo, solamente. Era un negocio... y sin embargo...

¿Por qué Marcel se mostraba tan dispuesto a ayudarlo? ¿Por qué el se decidía tan fácil por aquella salida?

 

Continuará...

Notas finales:

¿Quien habra puesto a Gutierritos en semejante aprieto??? ¿Cuantas visitas tendra el nuevo video de Manolito "el sevillano"?

¡Todo esto y mas en el proximo capitulo de "Romance de oficina o tienes pinta de uke"!


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