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Tienes pinta de uke. por nezalxuchitl

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Notas del capitulo:

Mas de un año despues de empezado, cuando quizas ya nadie esperaba el final, helo aqui!!! El gran final de "Romance de oficina o tienes pinta de uke".

Dedicado con sonrojo a todas las que lo habeis pedido y habeis esperado por el.

4º Embargados.

 

"Necesitamos:

 

-3 vasos de precipitado de 400 ml

-Un cuentagotas.

- 39 ml de ácido sulfúrico concentrado.

- 13 ml de ácido nítrico concentrado.

- 5 ml de glicerina.

- Un baño de hielo

- Agua.

- Bicarbonato de sodio.

- Banditas indicadoras de pH

 

Procedimiento:

1 - En un vaso de precipitado, pon los 39 ml de ácido sulfúrico con los 13 ml de ácido nítrico.

2 - En otro, prepara una solución de bicarbonato de sodio en agua.

3- Coloca el vaso de los ácidos dentro del baño de hielo y espera a que su temperatura descienda a -10ºC

4 - Una por una, lentamente, añade las gotas de glicerina. Ten cuidado porque la nitración empezara en cuanto caiga la primera gota. Tu mezcla no debe rebasar los 30ºC jamás, porque si los rebasa, vuelas pendejo..."

 

-¡Licenciado Marcel! ¿¡Que significa esto?!

La rotonda humanidad del licenciado Rosas casi derribó la pared de tablaroca al entrar como una tromba por la estrecha puerta. Fastidiado, Marcel levantó la mirada.

De tan buen humor que estaba ese día, claro, después de haberse estrenado a Gutierritos quien no... ¡incluso había decidido el compartir la receta de la nitroglicerina en su blog!

El horroroso cara de sapo sacudía una póliza de cheque delante de el.

-Permítame. - respondió Marcel cogiendo la póliza y subiéndose los anteojos con el dedo medio - ¿MN? Significa "moneda nacional", licenciado, por Dios.

-¡Que Dios ni que su puta madre! - blasfemó Rosas - ¿¡Como se atreve a tramitar el pago de la próxima quincena de Gutierrez!? ¿Qué no sabe que lo he despedido?

-Vaya, tenia la curiosa impresión de que el encargado de Recursos Humanos era yo.

-¡Pues si quiere seguir siéndolo mas vale que se meta este papel por el culo! - estampó la póliza del cheque sobre la mesa.

-¿Así que su ultima perversión tiene tintes administrativos? - Marcel se hecho atrás en su silla giratoria y subió los pies en la esquina de la mesa, a la inglesa, con tanta elegancia como el sapote nunca podría. - La ultima que le conocía era la de poner a fornicar púberes con chivos.

La horrible cara de sapo se amorató aun más.

-Mire Marcel, no abuse, ese cabrón es carne de cañón...

-Chivo expiatorio, de hecho. Pero mire que casualidad. Me acaba de llegar un correo. Interesantísimo, deje se lo imprimo. - con aire teatral Marcel cogió la hojita escupida por la impresora de alta velocidad, se la tendió a Rosas - Es la orden, directa de México, de sacar a subasta el próximo día 30 la propiedad ubicada en el numero siete de la calle del Inquisidor, colonia Centro.

-Los pagos de esa casa están al día.

-¿En serio? - cogió una gruesa carpeta plástica, de las que se usan para archivar y buscó los prediales de la casa de putas - Mire: todos sin pagar, desde hace dos años tres meses. Igualitos a los que están en Guanajuato capital.

Era imposible, pensó Rosas. El mismo había falsificado los pagos y mandado quemar los auténticos documentos.

-Yo le recomendaría olvidar este asunto licenciado. Total, si tan bien le caen las putas llévelas a vivir a su casa. Con todo y chivas. - dijo con evidente doble sentido.

-Se arrepentirá Marcel. Su padre no será senador para siempre.

-No - concedió Marcel - es posible que el próximo sexenio le toque ser gobernador. O diputado.

Rosas tembló de ira. Mucha ira, para sus temblores se notaran con lo gordo que estaba. Jodido Marcel, algún día lo agarraría, al hijo de la chingada, algún día...

-No se enoje licenciado, no siempre se puede ganar. - sonrió el francés.

El cara de sapo salió de ahí prácticamente morado. Por el momento había perdido, y no había nada que hacerle.

Marcel regresó a su blog. Ojala un cabrón tuviera los huevos para hacer esto de veras, pensaba mientras terminaba de escribir el método de preparación casero de la nitroglicerina. Y que no sea pendejo y ponga las cargas a media altura, para que el propio peso del edificio le ayude a colapsar. Con este sistema judicial de mierda ni quien chingados lo vaya a pescar.

 

***

 

Gutierritos se sentía muy triste, aunque había salvado el empleo. No se sentía triste por la perdida de su virginidad trasera, que de hecho había disfrutado bastante, sino porque se había dado cuenta de que no significaba nada para Marcel.

El rubio se comportaba como si no hubiera compartido la cama con el, y el joven licenciado sentía unos celos terribles cuando lo veía coquetear con Eli. Tristeaba en su rinconcito de la oficina, mirando como cachorrito por encima de la pantalla de su laptop a Marcel, tan seguro de si mismo, tan descarado... En vez de querer ser como ese hombre queria a ese hombre.

No mames. Habia descubierto que era puñal y que estaba enamorado en la misma noche. Esa noche que recordaba a cada rato y que lo ponía duro...

 

*

 

Saliendo del trabajo, en el hotel, habían quedado. Eli hizo pucheros cuando Marcel no le dio el habitual aventón a su casa. Le dijo que tenia que ir con Gutierritos a hacer una inspección, y no mentía:¡ bien que pensaba inspeccionarse al morenito de arriba abajo!

Agarró un camino rural, el que iba al rancho de Los Alcoceres, y a medio camino se salió para avanzar por entre los mezquites, hasta llegar a una casa, una propiedad muy chula, cercada y que tenia toda la pinta de ser una de las ricas residencias  que los gringos se hacían por doquier, para vivir como ricos con sus sueldos normales de Gringolandia.

-Esta es la casa de Cheasé - le dijo Marcel, señalando el azulejo con el nombre - la casa de'charse un polvo. - se rió.

-¿Qué?

-Esta, mi querido Gutierritos - a Gutierritos se le desbocó el corazón de oírse llamar querido - es otra casa de putas. La más in de la ciudad. Aquí venimos gente decente; los políticos tienen prohibida la entrada.

-¿Un burdel? ¿Esto es un burdel? - preguntó incrédulo Iván.

-Y con servicio de hotelería, también. - tocó el interfon - Bonsoir - saludó con su mas irresistible acento. Un coro de emocionadas risitas se dejo oír del otro lado.

Luego se escuchó el chirrido que indicaba que el seguro de la puerta había sido electrónicamente desactivado. Marcel abrió. Entraron directamente en una salita decorada con exquisito gusto, mezcla de lo colonial con lo moderno: chimeneas de cantera y nichos iluminados desde abajo como los monumentos del centro de la ciudad. Solo que en vez de santos aquí eran venus las que se iluminaban.

En torno a una mesita de la época porfiriana, en sillones a juego, un grupito heterogéneo de hombres y mujeres jugaban al poker desnudo. Una chica ya estaba sin sostén y sus tetas se balanceaban, magnificas, al compas de sus risitas.

-Bonsoir, monsieur. - saludó una mujer madura con los ojos maquillados al estilo de los años setentas. Todavía estaba guapa, y a diferencia del cliché de las madams, no estaba gorda.

-Madame. - se inclinó a besar caballerosamente su mano, como si estuvieran en una película de los años cincuentas.

-Vous amène avec vous un ami? - la antigua puta hablaba un francés de puta madre.

-Un épris. - respondió ofreciendo el cuello Marcel.

Iván, que no se enteraba de nada porque del texto francés solo se sabia "parle bú", y eso, por la canción de la estudiantina, agachó la cabeza.

-Je voudrais une chambre.

-Je l'ai jimaginais.

La mujer se levantó con sorprendente majestuosidad y avanzó, sosteniendo sobre sus hombros un chal que parecía a punto de caer en cualquier momento. Marcel le indicó que la siguiera y el cerró la comitiva, para evitar que la presa huyera.

Madame abrió una puerta.

-Merci. - dijo Marcel empujando dentro a Iván.

-Puis-je la pancarte?

-Oui, merci.

Madame cerro la puerta y colgó el letrero de "No molestar" por afuera, para que las chicas no entraran a ofrecer sus servicios, pues la casa ofrecia también servicio de hoteleríade lujo a aquellas parejitas que necesitaban mantenerse en la clandestinidad.

La cama dominaba la habitación. Tenía dosel pero no cortinas: los postes se erguían desnudos y la ropa de cama era blanca, impecable. Iván imaginó el precio del lugar si fuera hotel: saldría de su presupuesto.

-¿Vienes aquí a menudo?

-Lorsque je suis heureux...

-¡Oh! En español, por favor.

Marcel rió quedamente.

-Cuando tengo ganas.

-Este lugar debe ser carísimo.

-Cuesta un pastón, pero seria vulgar, mi querido Gutierritos, que te dijera el precio cuando tu no vas a pagar nada además de tu deuda de trabajo.

El moreno se turbó; mas que por las palabras, por la depredadora mirada de Marcel. Sus ojos glaucos echaban fuego, un fuego en el que quería quemarse. Miró su manota: aquellos dedos lo habían hecho venirse, sin necesidad de tocarle la verga. Apretó los labios, deseoso, nervioso. Si ya se lo había pedido de rodillas en el baño que mas daba mostrarse descarado y sobarle el impresionante paquete.

Sorprendido por su iniciativa Marcel respondió a su beso y lo desnudó. Fue lento, aunque no podía prometer mantener el ritmo mas adelante, sobre todo con la tremenda actitud de uke que Gutierritos se cargaba: esos ojos lánguidos, esa docilidad... A Marcel le gustaba que los hombres fueran sumisos y las mujeres dominantes. Su mejor polvo hetero lo había tenido con una gringa, agente del FBI.

Desnudo lo echó sobre la cama y desenvolvió su cuerpo fornido, ancho de hombros, perfectamente masculino ante la embobada mirada de Iván, se puso un condón especial para sexo gay (ultra resistente y ultra lubricado), le tomó las piernas juntas, le besó la planta de los pies, se los separo y le dejó ir todos sus veinticuatro centímetros de verga sin previo aviso, empujando hasta metérselos todos.

Iván se retorció sobre la cama, en medio del dolor que le provocaba semejante pedazo de carne dentro sintió que el guipiur que orlaba el cojín, demasiado almidonado, le picaba la mejilla. Levantó la cabeza y Marcel lo interpretó como que quería besos. Besos quería y besos le daría, se mostraba tan tierno, en esa la primera vez del chico. No quería que una mala experiencia privara al mundo, a otros semes, de semejante ukesito tan rico.

Como hacia un rato en el baño, no tuvo necesidad de masturbarlo. Pronto empezó a gozar con la verga metida en su culo, moviendo las caderas para frotarse, sin saberlo, la próstata contra la dureza de Marcel.

El rubio no se había quitado los anteojos, rectangulares y sin armazón, y veía en todo su esplendor el rostro morenito, delicado aun, mientras sodomizaba mas y mas rápido a su dueño. Gutierritos, ¡que rico estas!, grito en su mente. Y se vino antes de haber saciado del todo a su amante.

Iván se masturbó, jalándose la verga con las patas todavía abiertas y el hoyo chorreando de semen, una imagen que mando al francés al paraíso de los depravados. Pasaje de ida y vuelta, cuando lo vio eyacular.

Se paró, desnudo, esplendido, consciente de su belleza, y encendió un cigarrillo que fumó mirando por entre las cortinas orladas de guipiur como el sol se ponía, arrancando, con sus últimos destellos, reflejos dorados al vello de su pubis.

Iván, que esperaba mimos, palabras de amor, o la promesa de algo, se quedó helado cuando Marcel le dijo:

-Me voy. Si consumes algo mas, lo pagas por tu cuenta.

Se puso pantalones y zapatos y salió poniéndose todo lo demás.

 

*

 

Aquello había sido doloroso, o sea, no el pararse con el culo rosado, sino que Marcel lo dejara así, como a una chancla vieja luego de haberlo tratado con tanta dulzura durante el acto. Maldito rubio, si iba a desecharlo así mejor que lo hubiera tratado igual durante el sexo. ¿Para que hacerle concebir sueños? Se hubiera portado bajuno como solía, pornográfico, cínico, y no... y no... Gutierritos rompió a llorar. ¡Y no haberlo besado de aquel modo mientras lo poseía, de aquel modo que le había hecho soñar!

Gutierritos se sonó los mocos con el pañuelo bordado por su mamá. Le parecía que un hombre elegante no podía llenarse de bolitas de papel los bolsillos con los pañuelos desechables, así que como los caballeros de antes, tenía una buena colección de pañuelos decorados por mamá.

Llevaba más de una semana siendo ignorado por Marcel, por el estúpido Marcel, quien no le dirigía siquiera miradas libidinosas al trasero cuando le pasaba por delante. Y hay que hacer constar que se le pasaba por delante más de lo debido. Pero el cabrón no despegaba los ojos de la pantalla, mirando pornografía guarra de viejas metiéndose hasta lo que no por el coño, joder. Entendía a Manolito "el sevillano"; ¡tenia tantas ganas de romper cosas y gritar que se cagaba en la puta leche!

¡Estaba tan frustrado! ¡Estaba tan enamorado! ¡Y era tan puñal!

Se levantó del retrete donde lamentaba su triste suerte, decidido a hacer lo que parecía mas conveniente: renunciaría a su empleo. Iría a comunicárselo a Marcel pero ya. Bueno, en cuanto se subiera los pantalones.

-Licenciado...

-Dígame Gutierritos - Marcel tecleaba sin parar.

-Lamento mucho pero le presento mi irrevocable dimisión.

-Póngala ahí Gutie... ¿¡Que?! - el rubio dejó de chatear con la ardiente agente del FBI y miró a Iván como si hubiera enloquecido.

-Renuncio. - dijo Gutierritos con voz solemne.

-¿¡Después de todo lo que he hecho por usted!?  - Rosas y Correa, el par de cabrones, buscarían como vengarse - ¿¡Estas loco?!

-Creo que es lo mejor. Usted y yo... - se calló, estaba sonando como a telenovela.

Su mirada bajo, pudorosa, con el rostro inclinado a un lado. Marcel se le quedo viendo y luego se hecho bruscamente para atrás en su silla giratoria.

-¡No jodas! - exclamó.

-¿Ve? ¡Lo mejor será que me vaya!

-¡Ah, no! Tú no vas a ningún lado. - se paró como un rayo y lo agarró del brazo, con demasiada fuerza - No después de que tuve que componerle un narcocorrido al "Cachorro" para pagarle el favor!

-¿Qué favor?

-El de que sustituyera los documentos verdaderos por los falsos y los colara a las resoluciones que el juez sella sin vuelta atrás. No Gutierritos, eso me costo mucho como para que quieras irte ahora, luego de un triste polvito. Eso vale por lo menos tres sesiones de esclavitud sexual.

-¡A usted no le importo! Luego del sexo no me volvió a pelar.

-Te estaba dando tu tiempo. - dijo Marcel - Para que asimilaras tu nueva realidad como uke y no te sintieras presionado. Pero si prefieres que sea mas yo mismo... - lo arrinconó contra la pared, frotándole el paquete.

-Se tú mismo. - pidió feliz Iván: nunca la frase hueca del "buen rollito" había sido tan sincera - Se tú mismo, por favor.

Marcel le abarcó las nalgas con sus grandes manos de seme y lo cargó. Sacó su navaja del bolsillo y le cortó los pantalones por lo mas tenso, rasguñándole las nalgas: ya luego que se anudara el saco a la cintura como un escolar para disimular la rotura. Lo primero era lo primero.

-Gutierritos... - le dijo antes de entrar en el.

-¿Qué?

-No mas no me vayas a pedir que te regale flores o te heche un aventón a tu casa... - no creía que fueran a ser felices para siempre, pero mientras durara la felicidad, había que disfrutarla.

-No... - mintió contento: flores si que pensaba pedirle, pero en privado. Estaba bien ser puñal, pero no tanto.

-¿Quién seria el cabrón que te enjareto el embargo de la calle del Inquisidor?

-¿No fuiste tu? - Iván había llegado a sospechar de el, un plan malévolo del genio retorcido para poseerlo.

-No. - no había sido el, aunque esa movida beneficio al partido político de su padrastro.

-¿Quieres vengarme?

-Quiero besarlo...

Pero como aquello era metafórico mejor besó a Gutierritos.

 

***

 

Desde su mirilla ubicada en el cuadro contemporáneo Eli filmaba todo con su celular. Como se alegraba también ella de haber enjaretado el embargo de la calle del Inquisidor a Gutierritos.

 

Fin.

 

Notas finales:

Me siento liberada de haber podido acabar este cuento: era una mancha negra en mi honor como autora el tenerlo inconcluso. La musa se me habia ido al monte y llegue a odiar este cuento, hasta pense el borrarlo.

Pero bueno, berrinches y sufrimientos despues lave mi honor con tinta ;) Lastima que el de Gutierritos ni lavandolo en seco vuelve a quedar como antes.

Traducciones de las lineas en frances:

-¿Trae con usted un amigo?

-Un amante.

-Quiero una habitación.

-Me lo imaginaba.

-Gracias.

-¿Pongo el letrero?

-Si, gracias.

Los ingredientes para hacer la nitroglicerina casera son reales, lo mismo que los primeros pasos del metodo de preparacion... si alguien quiere saber como terminar de prepararlo, contacteme ;)

Y bueno, esto ha sido todo amigas. Recuerden que la felicidad eterna solo existe en los tablados de los teatros y la imaginacion de los poetas.

¡Carpe noctem!


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