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Otaku-ZEN por RaVeuS

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Notas del capitulo: Sigue sin haber Lemon, pero cada vez estoy mas convencida de que lo habra.

Esta historia esta registrada en Safe Creative y por tanto no admite plagio:

Safe Creative #0911084846500

REVISADO: he coregido y revisado la historia desde el principio pero el unico cambio en la trama (que no afecta a la historia) es que los hermanos son de Vigo en vez de Murcia (Me encajaba mejor)

Capitulo 2 – La llamada

 

El trayecto del centro al cine había sido con diferencia una de las experiencias mas surrealistas de mi vida, para empezar nada mas bajar a la calle después de un toque de Andrea, aparecieron ellos en un coche amarillo con una música india y todos, incluida Andrea que iba al volante hacían un extraña coreografía de manos mientras cantaban. Agradezco que estuvieran tan metidos en su papel como para no ver mi cara que a las claras dejaba ver mi estupefacción hasta que cambio a una mueca de sorpresa cuando mi hermana dando una carrera hacia el coche gritó – ¡Ese es Daler Mehndi1  ¿Verdad?! – “¿perdón? ¿Da que?” maldita friki del infierno, jamás dejaba de sorprenderme.

 

– Wow ¿lo conoces? es que es el puto amo – Dijo Andrea bajando un poco la música – Pedro muévete – espeto quitándole el cinturón de seguridad a Pedro que iba en el asiento del copiloto.

– ¿Por qué? – Respondió este sorprendido.

– Deja aquí a Ángy quiero que nos haga de Dj a ver que tal gusto tiene – Y mientras guiñaba un ojo añadió – Tu vete atrás con su hermano.

Pedro abrió la puerta y bajo del coche con una sonrisa mientras murmuraba – Maldita manipuladora – lo suficientemente alto como para que Andrea lo oyera y sonriera complacida.

 

Una vez reubicados y habiéndome dejado a mi en el centro entre Pedro y Marina, el trayecto fue “amenizado” con música japonesa mezclada con alguna otra música rara del palo de la india que habían estado escuchando al llegar. Aun no me explico como en solo diez minutos que duraba el trayecto Andrea consiguió entre canción y canción, que mi hermana cambiaba como loca sin dejarlas terminar, hacerme pasar el bochorno mas grande de mi vida preguntándome cosas como si era activo o pasivo, cuanto me media el pene o si tenia mi permiso para meterme mano y así tomar nota para su base de datos gay. Pensé que aquello era la peor parte hasta que, antes de que yo pudiera responder alguna de sus preguntas, para las que sinceramente no tenia respuesta en esos momentos, Pedro se me abrazo y pasándome una suave mano por la mejilla al tiempo que acercaba esos carnosos labios cada vez mas a mi cara, se volvía y regañaba a Andrea por andar acosándome a preguntas, pero fue precisamente ese gesto y la cercanía de sus labios lo que casi hace que se me salga el corazón por la boca.

 

En definitiva, que al llegar al cine estaba más preocupado por los actos y reacciones del grupo de frikis, donde Ángy se había integrado perfectamente, que por el hecho de que la película que íbamos a ver no era para nada de mi agrado. Después de eso cuando llegamos resulto que no habían mirado el horario antes de salir y por tanto la película estaba empezada, así que compramos entradas para la siguiente sesión que era ya a las 12 de la noche, lo que implico una llamada a mi madre con la consiguiente preocupación para ella y la advertencia de que tuviéramos cuidado, advertencia que Andrea se tomo a broma diciendo que el único peligro consistía en que yo fuera violado por Pedro, broma que Pedro recibió con una carcajada y yo con increíble ataque de vergüenza, que me dejó colorado durante al menos diez minutos.

 

Para hacer tiempo entramos en los recreativos y nos dividimos jugando en distintos videojuegos o compitiendo por parejas en otros hasta que pasamos junto a las mesas de Air Hockey2.

– ¡Juguemos! – grito Andrea emocionada.

– Somos impares Andy – respondió Pedro

– No importa, gays contra heteros y Marina que se turne de equipo

– ¿Eso pretende ser gracioso? – dijo Marina entre molesta y divertida.

– Yo creo que pretende ser real – termino Pedro mientras metía el dinero en la maquina al tiempo que ponía uno de las mazas en mi mano – Vamos Nando enseñémosles quienes son aquí las mariquitas.

– Que te gusta picarte cariño – respondió Andrea – compitamos también entre hermanos ¿crees que puedes con el Ángy?

– Por supuesto – Se apresuro a responder Ángy con autosuficiencia

– Vaya que al final yo me quedo fuera ¿no? – Dijo Marina mientras se sentaba en una banca y sacaba un cigarro al tiempo que miraba alrededor – ¡Mierda!, antes aquí se podía fumar – espetó mirando un gran cartel de prohibido fumar en la pared de enfrente.

 

Después de un par de partidas en las que Ganamos “Los gays” por goleada y durante las cuales lo mas divertido habían sido las peleas para los turnos de juego de Marina, nos apiadamos de ella y salimos fuera para que pudiera fumarse un cigarro.

 

A penas salimos a la calle empezó a sonar mi móvil, pensé que seria mi madre preocupándose mas de la cuenta, pero me lleve una grata sorpresa ala ver que se trataba de Marcos, mi mejor amigo, así que no tarde en contestar con una sonrisa.

 

– Hey, ¿cómo que te da por llamar? ¿Acaso no habías fundido ya tu límite de llamadas este mes?

– Es que se me acaba de poner a cero y pensé “¿A ver que tal le va a Nando por el sur?” ¿Qué tal todo? ¿Algo de interés? ¿Chicas? Dicen que son muy fogosas por allí.

– Bueno – Me gire mirando a Andrea, que a su vez cuchicheaba con mi hermana – Seguramente, si que lo son.

 

– ¿Quién es? ¿Es Marcos? – dijo mi hermana con interés.

Andrea pareció despertar de un trance y con ojos de emoción se apresuro a preguntar – ¿Es hetero?

Aún no me había recuperado del shock de la pregunta cuando Pedro mirando a Ángy añadió – ¿Es su novio? – Alterado y preocupado por lo que hubiera escuchado Marcos tape el micrófono del móvil con la mano y di media vuelta hacia el interior, tras una pausa de Marcos que me pareció infinita le escuche contarme las novedades mientras podía distinguir de fondo la conversación que mantenían Ángy y los demás sobre mi inexistente salida del armario en Vigo.

Seguí con la conversación preguntándole por todos y todo, al final termine repitiéndole como le dijera antes de irme que estaba invitado a hacernos una vista cuando quisiera, ya estaba pensando en colgar cuando Marcos se decidió preguntar – Oye, Nando, ¿qué es eso de si soy hetero? – y haciendo una pausa añadió – O tu novio.

 

Por unos segundos me quedé sin respiración, Marcos había sido mi mejor amigo desde que coincidimos por primera vez en la misma clase de tercero de primaria, después de eso siempre habíamos coincidido a lo largo de todos aquellos años, hasta que al terminar bachillerato el se decidió por el módulo de comercio mientras yo hacia el de informática y aun así habíamos estado en el mismo instituto. Desde que empecé a darme cuenta de mi sexualidad mi mayor temor había sido siempre la posibilidad de perder su amistad si se lo decía o incluso si acababa por enterarse. Y ahora por culpa de aquellos frikis escandalosos Marcos había descubierto lo que tanto me había costado ocultar. Tenia que contestar rápido antes de dejar pasar más tiempo y hacerlo así más evidente.

– Mi hermana, que tiene nuevos amigos frikis escandalosos, son unos bromistas – acerté a decir, pero no me dio tiempo a escuchar su respuesta alguien a mi espalda me quito el teléfono de las manos y no supe quien había sido hasta que oí la voz de Andrea.

– Marcos, ¿verdad? ¿Cuándo vienes de visita? Me dicen que estás muy bien y como Marina ya le ha echado el ojo a tu amigo Nando tendré que esperar a que llegue otro chicarrón del norte para echarle el ojo yo – dijo ella con voz que parecía sacada de una línea erótica. Me quede totalmente de piedra mientras la veía escuchar muy interesada lo que le estaría diciendo Marcos, hasta que sonriendo siguió con la conversación – Bueno, creo que Nando sí que le ha echado el ojo a Marina y no me gusta quitarle las “presas” a mi amiga – tras una pausa en la que yo cada vez estaba mas sorprendido añadió – Yo 22, querido, pero no sé por qué tengo fama de asalta cunas – terminó con voz inocente – Ok, te lo paso – finalmente me tendió el teléfono y yo lo cogí sin saber muy bien qué decir, aunque no hizo falta por que Marcos empezó a hablar acaloradamente entre risas.

– Oye, no veas con las frikis ¿no? Si llego a saberlo me hubiera acercado más a tu hermana y las amigas, ahora sí que me están entrando ganas de ir a verte

– ¿Ahora? Serás chaquetero y aprovechado... pero bueno, ven cuando quieras, Marcos.

– Claro, claro, lo cierto es que llevo desde que te fuiste intentando convencer a mi madre de lo genial que sería pasar unos días allí después de fin de año y antes del próximo trimestre, siempre te dije que quería cambiar de aires y esta es la oportunidad perfecta.

– Y seguro que tu madre opina lo mismo después de tus magníficas notas de este último trimestre – dije riendo ya más tranquilo, realmente Andrea me había salvado la vida aunque había sido ella quien me había metido en el embrollo inicialmente.

– Pretende que le firme un contrato ¿te lo puedes creer? Si voy me comprometo a estudiar un mínimo de 3 horas diarias y 4 en víspera de exámenes, pero que lo tiene redactado ya y todo, “Yo, Marcos Galván, estudiaré 3 hora diarias, etc., etc.”. Increíble – Dijo indignado

– Lo sorprendente es que te creo y que además de ello no me esperaba menos de tu madre – sin poder contener las carcajadas terminé la conversación dando saludos para todos y prometiendo que llamaría a su casa para ver si conseguía que Elena, su madre, fuera un poco mas indulgente con él, después de todo ella era como una segunda madre para mi, al igual que mi madre lo era para él.

 

Tras colgar, todas las miradas se dirigían hacia mí, haciendo que me sonrojase hasta el punto de sentir calor en la cara, nervioso miré el reloj esperanzado pensando que quizás teníamos sólo unos minutos para ir a la sala del cine, pero no sería tanta mi suerte, porque aún quedaba media hora.

 

– Así que eres un gay de armario – empezó Pedro.

– ¡No! Digo, si, yo... No se – aquella media hora se me haría infinita.

– En realidad en Vigo sólo su mejor amiga sabe que es gay y en casa no lo saben mis padres, así que sí, es un gay de armario, pensé que venir aquí lo sacaría del armario, porque después de todo el allí lo ocultaba por miedo al rechazo de la gente que quería, pero ahora que ha empezado de nuevo como quien dice, pensé que sería mejor que empezara como lo que realmente es en vez de ocultarse, de todas formas aquí no tiene nada que perder, pero ahora que Marcos dice que vendrá no se si hice bien, después de todo es el amor de tu vida – terminó mirándome a los ojos.

– ¿Qué mierdas estas diciendo? ¿El amor de mi vida? Somos amigos, llevamos juntos desde los 8 años, ¿acaso por ser gay no puedo tener un amigo hetero? Ángy, no inventes lo que te da la gana – le grité alterado, pero me contuve un poco al ver la cara arrepentida de mi hermana y seguí hablando – Y bueno, supongo que llevas razón, aquí no tengo nada que perder así que me da igual que se sepa si soy o no gay – y mirando al resto añadí – Pero por favor, tampoco vayáis pregonándolo con un megáfono o algo, mis padres no lo saben y en el caso de que venga Marcos, agradecería que el también siguiera en la ignorancia.

– Claro, ¿por quién nos tomas? Podemos ser discretos también, no te preocupes – dijo Marina con una sonrisa – Tu tranquilo, que cuando se trata de guardar un secreto podemos ser tan mudos como un Kodama3.

 

¿Un que? Dios, ya habían empezado con la terminología friki, procure procesar lo que me había dicho excluyendo la palabreja e cuestión, y aun no se muy bien por que pero no me costo creer que realmente podía confiar en ellos.

– Yo incluso puedo parecer un Kodama – Dijo Pedro – mira si giro la cabeza. – añadió volviendo el cuello en un gesto que me pareció hasta doloroso.

– No sigas por dios, que en vez de un Kodama parecerás la niña del exorcista – logro decir entre risas Andrea y al tiempo que seme acercaba añadióPor supuesto, yo seré tu novia tapadera, pero te tendré que meter mano para que resulte convincente – y termino la explicación abrazándome fuertemente por la cintura al tiempo que deslizaba sus manos sobre mi culo.

Tras el gesto no pude evitar dar un respingo por la sorpresa, que fue advertido por Pedro.

– ¿Ya le estas metiendo mano? A ver deja a Nando con la bollera, ¡Auch! – dijo este al ser pateado por Marina – Perdón, con la bi y te quedas con Marcos cuando llegue, ¿no? – Y en tono pícaro mirándome de reojo, al tiempo que tiraba de Andrea para apartarla de mí y se ponía a mi lado añadió – Mientras yo te lo cuido.

 

Yo estaba entre sorprendido y avergonzado hasta que las chicas empezaron a reír escandalosamente, lo cual me dejo claro que era típico en Pedro gastar ese tipo de bromas.

– Bueno, Marina, te lo presto de novio pero sin abusar, que Nando será una de mis víctimas gays cuando me ponga pene – terminó de decir Andrea.

 

Aquellos chicos eran sorprendentes, vale que al principio me habían metido en un lío, que daban miedo cuando se ponían extremadamente frikis, pero parecía que para ellos la vida era sencillamente perfecta, no tenían problema con nada y si había un problema le buscaban una rápida solución para seguir riendo minutos después, “Es el Otaku – ZEN Nando” sonaron las palabras de Ángy en su cabeza, siempre había pensado que su hermana esta un poco ida pero estaba empezando a entender su locura, solo un poco.

 

Después de otra estúpida discusión cargada de risas a cuenta de quién seria mi “novia tapadera” y de si Pedro podía o no pasar por hetero, Ángy acabo decidiendo que llegado el momento ella seria la novia tapadera de Pedro en el caso de que hiciera falta, para cuando nos dimos cuenta teníamos el tiempo justo para llegar a la sala de la película así que tuvimos que olvidarnos de las palomitas.

 

Una vez en la sala del cine Andrea que según lo que había visto hasta el momento era una celestina mucho mas persuasiva que mi hermana insistió en que Pedro y yo nos debíamos de sentar juntos, de manera que yo quede entre Pedro y mi hermana, que tenia a Marina a su derecha y Andrea estaba junto a Pedro en el otro extremo.

 

Apenas empezó la película Pedro y Andrea comenzaron a comentar lo bueno que estaba el protagonista y cosas similares, hasta que yo no pude evitar decir, que no me gustaba, porque estaba demasiado musculado para mi gusto. Mi hermana se giro sorprendida en la butaca y me miró sin palabras, al tiempo que yo pasando un poco de ella y seguía comentando con Pedro sobre varios actores. A lo que mi hermana miraba cada vez más sorprendida.

– Es la primera vez que le oigo hablar de hombres, como si realmente le interesaran – dijo Ángy a Pedro que la miraba intrigado por sus reacciones.

– Vamos, ni que hubiera estado guardando celibato hasta ahora – respondió Pedro riendo.

Yo reí tímidamente intentando hacer ver que su afirmación me había hecho gracia por su poco parecido a la realidad y que reía de su broma, pero lo cierto es que esa era la bochornosa verdad, a mis 19 años, aunque me había fijado en más de un chico desde que descubrí mi sexualidad a los 15 años, lo cierto era que no había estado con ninguno. Había estado con chicas, eso si, mas por influencia de mis amigos que casi me obligaban a hacerle caso a cualquier chica que se viera interesada por mi, aunque eso solo había sido hasta los 17 cuando entendí que algunas de esas chicas buscaban de mi algo que yo no les podía dar y me daba penar tenerlas engañadas de esa manera. Pero nunca me había fijado lo suficiente en un chico como para arriesgar mis amistades “saliendo del armario”. Supongo que es como las amigas que interesadas por el mismo chico deciden dejarlo pasar con tal de no perder su amistad, para mi ningún chico había merecido tanto la pena como mi amistad con Marcos.

Ángy, tosió sacándome de mis cavilaciones mientras me miraba con una expresión que decía a las claras lo interesada que estaría por saber, esa misma noche después del cine, cuanto de cierto había en lo que había dicho Pedro en broma. Suspirando deje resbalar mi cuerpo en la butaca hasta quedar un poco enterrado y cerré los ojos intentando no pensar en esa conversación que sabia se produciría nada mas llegar a casa.

 

Pasé la película riendo las bromas de Pedro y Andrea e intentando hacer caso omiso de las miradas de mi hermana, que notaba claramente a pesar de la oscuridad. Estaba totalmente concentrado intentando evitar “las ondas mentales” de Ángy, como yo llamaba a la sensación que me recorría cada vez que sabia que era exactamente lo que pensaba ella, o al menos me lo podía imaginar muy bien, tan concentrado estaba que no me di cuenta de lo mucho que se había estado aproximando Pedro a mí, tanto que ahora su hombro derecho reposaba sobre mi hombro izquierdo y allí donde nuestros cuerpos entraban en contacto sentía una agradable sensación como de hormigueo, hasta entonces no me había concentrado mucho en la película pero ahora toda mi atención estaba en aquel pequeño contacto, al cabo de unos minutos el apoyó su brazo en el reposabrazos, justo donde yo tenia el mío, ambos nos habíamos quitado las chaquetas por la excesiva calefacción de la sala y ambos teníamos las mangas de la camiseta remangadas, de manera que esta vez el contacto de nuestros brazos fue de piel con piel y un escalofrío me recorrió por completo, ahora sí que no sabia que estaba pasando en aquella timba de póker para millonarios y tampoco me importó que 007 estuviera al borde de la muerte en un par de ocasiones, hasta que una desafortunada escena que generó un gemido de dolor entre los chicos de la sala hizo que Pedro se contrajera apartando su tibio brazo del mío, sin poder evitado gemí por la ausencia de ese contacto que tanto me había maravillado, gemido que afortunadamente se confundió con el resto de aullidos de dolor en la sala.

En apenas unos segundos me sorprendí a mí mismo notando como si mi cuerpo voluntariamente y sin indicación alguna de mi mente buscara ese contacto perdido inclinándose hacia la butaca de Pedro, por unos instantes quise pararlo pero mi mente al igual que mi cuerpo también buscaba el recuperar esa sensación de bienestar que había sentido momentos antes. Hasta que sorprendido vi por el rabillo del ojo que Pedro también se aproximaba lentamente a mí, como si viniera a mi encuentro en ese lentísimo movimiento que me mantenía acercándome cada vez más a el, apenas unos segundos después ambos volvíamos a estar en aquella misma posición donde lo único que importaba era ese ligero contacto entre la piel de nuestros brazos, hasta que sin que me pudiera dar cuenta el acarició mi mano, acercándose lentamente a mi oído y en un susurro que afortunadamente ninguna de las chicas pareció oír me dijo.

– Tienes manos de pianista, pero hoy en día nadie toca el piano, ¿tocas la guitarra quizás? – susurró con una mirada curiosa y tentadora al tiempo que se lamía los labios resecos por la calefacción, aquellos labios que me habían hipnotizado la primera vez que lo vi.

Por un momento casi pude sentir el pulso en mis sienes y no me hubiera extrañado que él lo sintiera a través de la piel de mi mano, de manera que aparté la mano para evitar descubrirme a mí mismo en mi nerviosismo, acto del que me arrepentí nada más hacerlo, pues él se lo tomó como una negativa por mi parte, quizás pensó que me molestaba su contacto “pero qué idiota puedo llegar a ser”. Intenté arreglarlo posando de nuevo mi mano en el reposabrazos, pero él ya se había retirado, de manera que me apresuré a responder, mientras se me atropellaban las palabras en la garganta.

– No, bueno, lo hacía cuando estaba en la ESO, Marcos y yo queríamos montar un grupo pero nadie quiso ser batería, no he vuelto a tocar desde entonces aunque aun conservo la guitarra – él me miró con algo de interés pero nada que ver con la mirada de antes, se lo pensó un momento antes de seguir hablando.

– Siempre me llamaron la atención los guitarristas, los baterías sin embargo suelen ser el chico feo del grupo, te pega ser guitarrista.

Y dicho esto me sonrío y volvió la vista a la pantalla, adiós al contacto, adiós a la sensación de hormigueo. Ahora Pedro recargaba su hombro sobre el de Andrea y cuchicheaban sobre sus hipótesis de quién sería el malo de la película y cómo acabaría la cosa.

 

El resto de la película se me antojó aburrida, pero simplemente seguí contemplando la pantalla como si fuera lo más interesante del mundo, tan perdido en mis cavilaciones que cuando se encendió la luz al empezar los créditos me pilló un poco por sorpresa y mi hermana tuvo que darme un codazo para que me levantara de la butaca y así pudiéramos salir de allí, seguí en mi mundo un buen rato pensando en aquel contacto que tan nuevas sensaciones me habían provocado, hasta que de pronto nos paramos y vi que las chicas decían algo de entrar al baño, de manera que Pedro y yo nos quedamos esperándolas en la puerta.

Cada segundo en silencio se me estaba haciendo eterno después del gran fallo garrafal que había cometido apartando mi mano durante la película, así que pensé algo de lo que hablar cuando una duda asaltó mi mente.

– Oye Pedro, antes Andrea dijo que tenia 22 años, yo pensé que tenia 20 o así, de hecho pensaba que todos teníais entre 20 y 21 años

– Bueno yo si tengo 21, pero Marina tiene 22, igual que Andrea, ahora que lo pienso sé que tu hermana tiene 17, por que lo dijo en Kanji – cómics pero, ¿cuántos años tienes tú?

– Yo tengo 19 aunque cumpliré los 20 el 13 de enero.

– ¿Y qué es lo que estudias?

– Informática, hago un módulo superior en Administración de Sistemas.

– Eso es lo que hizo Marina, pero ahora está trabajando, yo hice fotografía pero al final siempre acabo de camarero – rió Pedro ampliamente mostrándome su bonita sonrisa, haciéndome sonreír a mí también como un tonto – Oye Nando, cuando Ángy dijo lo de Marcos – hizo una pausa mientras me dejaba totalmente descolocado: ¿a qué venía ahora el tema de Marcos? – Era cierto, ¿verdad? – lo miré un poco perdido sin comprender a qué se refería y el finalmente siguió hablando al notar mi explosión de duda – Ya sabes, lo de que es el gran amor de tu vida, que te gusta y tal, es cierto, ¿verdad?

Ahora sí que estaba perdido, de donde salía esa pregunta ahora, además aquello no era cierto.

– No, claro que no, eso son solo ideas locas de mi hermana. Marcos y yo jamás fuimos algo más que amigos, nunca lo vi de otra forma. Le quiero, eso está claro, pero solo es un amigo para mí.

– Ya, desde luego, no hay mas ciego que el que no quiere ver.

– ¿Qué quieres decir con eso? – le espeté mosqueado.

– Nada, mira, ahí vienen las chicas – terminó mientras miraba hacia la puerta del baño.

 

Aquella conversación me había dejado totalmente descolocado, qué obsesión tenía ahora todo el mundo con pensar que yo estaba enamorado de Marcos, menuda tontería. Al parecer el hecho de ser gay no me permitía tener un amigo hetero sin que estuviera enamorado de él.

 

El trayecto de vuelta en coche gracias a dios fue un poco más normal que el de ida, o tal vez era por que ya había vivido el de ida que el de vuelta no me pareció tan extraño.

Al llegar simplemente nos despedimos con la promesa de volver a quedar pronto.

Por fortuna debido a la hora, cerca de las 3 de la madrugada, al llegar a casa mis padres estaban dormidos de manera que simplemente me acerque a madre que dormía para decirle que habíamos llegado sin problemas, sabía de sobra que si no lo hacía mi madre despertaría en cualquier momento pasándose por nuestros dormitorios comprobando si habíamos vuelto o no. Pero el que mis padres estuvieran dormidos no me evito un interrogatorio que por lo general hubiera hecho mi madre, ya que mi hermana y su buena memoria no me dejarían en paz hasta que respondiera algunas preguntas y así lo demostró cuando al entrar en mi habitación la vi ya en pijama sentada sobre mi cama esperándome.

– Cuéntame esas numerosas experiencias tuyas, esas por las cuales no has sido célibe todos estos años – Mierda, realmente se acordaba, y no se iría sin una respuesta, así era ella cotilla implacable, “plasta”.

– No me voy a poner ahora a contarte cosas que dudo sean de tu incumbencia, o te he preguntado yo a ti cuando perdiste la virginidad o en que momento empezarte a comprar condones de fresa – aquello era el cebo perfecto para que dejara de preguntar.

– ¿Cómo sabes que tengo condones de fresa? – ¿No iba a preguntar por la virginidad?, yo pensé que los condones habían sido alguna broma de sus amigas o alguna de esas tonterías que se hacen de vez en cuando con los amigos. Pero si el tener virginidad no le preocupaba, ¿quería eso decir que efectivamente la había perdido? – ¿Has estado registrando en mis cosas acaso? – espetó ella molesta.

– No, fue mamá quien los encontró y corrió a preguntarme preocupada, como si yo supiera algo – le dije recordando aquella tarde que mi madre había aparecido pos la puerta de mi habitación meses atrás.

– ¿Qué le dijiste? – dijo ella asustada

– Que seguramente era alguna broma de tus amigas, por que tú no tenías novio – porque no tenía novio, era cierto. ¿Con quién carajo había perdido mi hermana la virginidad? Nunca supe que estuviera con ningún chico, ni siquiera de rollo o algún tipo de relación alternativa que estaban tan de moda.

– Menos mal – respiró Ángy tranquila – entonces era cierto, realmente mi hermana había perdido la virginidad con vete a saber qué friki, resulta totalmente desmoralizante, teniendo en cuenta que yo ni siquiera estuve con ningún chico. Pero tampoco quería entrar en detalles así que sin darle tiempo a mi hermana a recordar por que estaba allí me dispuse a echarla.

– Bueno, aclarado esto... ¿Qué tal si te vas a tu habitación y me dejas a mi dormir?

– Que sepas que no me olvido de la conversación pendiente, pero por ahora te la perdono – dijo ella levantándose de la cama. Bien, al menos había ganado tiempo.

Y pensando eso me fui a dormir pensando que al día siguiente debería llamar a la madre de Marcos para ver que podía hacer respecto a su visita.

Notas finales:

1. Daler Mehndi: Cantante indio con un video muy famosos y versionado, este -> http://www.youtube.com/watch?v=tnPorliRVns (Eso es lo que escuchaban los chicos)

2. Air Hockey: Como supongo todo el mundo ha visto alguna Pongo imagen: http://www.a-better-tablefootball.be/images/airhockey.jpg

3. Kodama: Espiritu del bosque que aparece en la pelicula "La Princesa Mononoke"

 

Acepto criticas constructivas (y de hecho me encantaria leerlas)


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