Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pacto con el diablo por himurita

[Reviews - 307]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No me maten Q_Q perdón!!!!!!!!!!!! *hace reverencias de disculpas y luego se tira al suelo arrepentida* 

 

Capítulo X

Pecados capitales

 

 

Kaname ya no pudo disimular su molestia antes las últimas palabras de Rido, jalando a un sorprendido Zero, que no acababa de entender toda la situación, hasta el interior de la casa.

 

-hey, no me jales quieres-se quejó el peliblanco ante el brusco trato del otro, pero dejándose arrastrar pues a pesar de que sus heridas hubieran sido atendidas aún dolían.

 

Pero Kaname hizo como si no le escuchara, cerrando la puerta tras de si, y arrojando a Zero a la cama. La furia y molestia en sus ojos eran evidentes, y normalmente no era alguien que se enojara o alterara con facilidad

 

-Desnúdate-dijo serio el pelinegro, clavando su mirada sobre Zero, una mirada demasiado amenazante.

 

-Q…qué?-preguntó incrédulo ante las palabras de Kaname, levantándose de la cama, para no darle ningún motivo para que hiciera algo pervertido.

 

-Desnúdate-volvió a repetir Kaname, dando un par de pasos hacia donde estaba el peliblanco, notando un ligero temblor en el cuerpo de éste.

 

-Por qué?-lo miró con cierta molestia, y esa mirada desafiante que ponía cuando no estaba de acuerdo. Pues sin importar que estuviera frente al mismo Luzbel, él no iba a acobardarse, o al menos eso pensaba.

 

-Te dije que te quitaras la ropa, estás totalmente impregnado de la esencia de ese tipo- estaba verdaderamente molesto por lo que había sucedido, pero también estaba preocupado por el peliblanco.

 

-Eso es porque esta es su ropa!-gritó apenado y sonrojado al recordar la forma en la que el extraño de nombre Rido le curó-y si me la quitaré! Después de tomar un baño-evitó en todo momento la mirada de Kaname, para de inmediato dirigirse hacia el cuarto de baño.

 

-Más te vale que no des un paso más-pronunció con tal autoridad que Zero de detuvo al instante, como si hubiera sido paralizado-vuelve aquí ahora mismo y haz lo que te ordené-sus ojos se tornaban rojos de nuevo, mientras un aura amenazante lo rodeaba.

 

Zero jamás lo había visto así, sentía como si en cualquier momento fuera a comérselo, como si estuviera expuesto ante él sin poder si quiera pensar en defenderse. Así que obedeció, volviendo a donde estaba antes, mirando esta vez fijamente a Kaname, reflejando un poco de temor en sus ojos violetas.

 

-Vaya, me gusta esa actitud-sonrió al ver que Zero obedecía dócilmente-ahora quítate la ropa o prefieres que yo te la quite?

 

El peliblanco pareció pensarlo un poco, pero sabía que las amenazas de Kaname no eran en vano y si no lo hacía por las buenas terminaría siendo forzado.

 

Desvió la mirada, intentando ocultar su vergüenza y el intenso color rojo que se pintaba en su rostro, mientras desabrochaba lentamente cada botón de la camisa que traía, para después deslizarla por sus hombros y dejarla caer al suelo.

 

Kaname observó sorprendido todas las heridas que marcaban esa blanca e inmaculada piel, pero no dijo nada, siguió mirando como el peliblanco continuaba quitándose el resto de la ropa hasta quedar desnudo frente a él.

 

-Eso era lo que querías?-murmuró con cierta molestia, sintiéndose humillado al permitir que Kaname viera todas esas heridas en su cuerpo, humillado por no haber podido si quiera defenderse, humillado de haber dejado que alguien más lo tocara.

 

-Tonto-cuando Zero levantó la vista, Kaname ya estaba frente a él abrazándolo con fuerza.

 

Zero se sentía extraño, pero protegido, Kaname siempre le había brindado cierta calidez y tranquilidad, por lo que no pudo evitar abrazarlo, aferrándose a él mientras dejaba escapar una solitaria lágrima.

 

-Kaname-llamó el peliblanco a penas en un susurro.

 

-Qué? –preguntó aferrando sus manos con más fuerza a la cintura del peliblanco.

 

-Suéltame-volvía a su actitud de chico rebelde, intentando apartar al pelinegro de su cuerpo.

 

Kaname simplemente sonrió y empujó al peliblanco a la cama, mirándolo fríamente. Dejando un poco desconcertado a Zero.

 

-Esas heridas, te las hicieron esos tipos verdad-murmuró ocultando sus ojos bajo su cabello.

 

-C…cómo sabes?-se alarmó un poco de que Kaname se enterara de lo que había pasado en ese callejón, además aún estaba intrigado sobre ese sujeto que lo había salvado.

 

-Eso no es lo importante aquí, lo importante es que tú estás bien, y no es gracias a mí, deje que esos desdichados te tocaran y no sólo ellos Rido curó tus heridas verdad-afirmó deslizando sus manos por varias de las heridas.

 

-Nh…s…si-murmuró apenado, sin moverse de la cama, no tenía ganas de luchar u oponerse y ciertamente las manos de Kaname se sentían bien sobre su cuerpo.

 

-Pues no me agrada, me aseguraré de borrar cualquier rastro de sus manos-se colocó sobre él, asegurándose de no lastimarlo, para en seguida recorrer cada milímetro de piel con sus manos.

 

Acariciando suavemente cada herida, acercó sus labios hasta los del peliblanco, besándolo con la misma suavidad que lo tocaba.

Bajó lentamente, besando su cuello, y su pecho, lamiendo cada pequeña herida.

 

-Ahm…mmm…-jadeos y suspiros abandonaban los labios del peliblanco, sintiendo las expertas manos y los suaves labios de Kaname sobre toda su piel- “se siente tan bien… por qué no puedo resistirme a sus caricias? Por qué sus manos queman deliciosamente mi piel?”

 

-Zero…-llamó en apenas un susurró el pelinegro, mientras besaba y lamía el abdomen del peliblanco, causándole espasmos de placer.

 

El mencionado abrió sus ojos lentamente, enfocándolos en Kaname, sintiendo sus mejillas arder al verle en esa posición tan sugestiva, dejándose hacer sin oponer la más mínima resistencia.

 

-Eres mío Zero-dijo clavando sus ojos en los violetas.

 

-S…-abrió sus ojos sorprendido de lo que iba a decir-“iba a decir que si!! A aceptar que soy suyo! Que estoy drogado o qué?!”-se reprochaba mentalmente, pero aún así sus ojos no se apartaban de Kaname.

 

El pelinegro sonrió, subiendo un poco para quedar frente a frente con Zero, mirándolo un poco intrigado por la respuesta que iba a dar.

 

-Kaname…-murmuró Zero, mientras llevaba su mano a acariciar el rostro de este.

 

-“A caso esto que siento es…”-miró asombrado al peliblanco, para después  cerrar sus ojos un momento para sentir todo lo que aquella caricia le transmitía.

 

Kaname mordió sus propios labios, haciendo que un poco de sangre brotara de estos. Zero lo miró confundido, pero antes de que pudiera protestar ambas bocas se unieron en un demandante beso con sabor a sangre.

 

Al principio el peliblanco quiso separarse, pues sentía la sangre entrar en su boca, pero después de entregó al beso, saboreando cada gota de líquido escarlata, prensándose con fuerza del cuello de Kaname.

 

Para cuando se separaron Zero parecía en otro mundo, mientras un poco de sangre escapaba de la comisura de sus labios, la cual fue lamida por el pelinegro.

 

-Para que fue la sangre?-preguntó un poco extrañado.

 

-Porque te servirá para que tus heridas sanen más rápido-permaneció ahí, sobre él, a una muy corta distancia el uno del otro.

 

 

Zero sonrió, agradeciéndole silenciosamente, para después decir algo que descoloco al pelinegro…

-Desnúdate-murmuró el peliblanco, con el rojo recorriendo sus mejillas.

 

El pelinegro obviamente creyó que había escuchado mal y que sólo escuchaba lo que quería escuchar. Iba a decir algo, pero justo en ese momento Zero puso sus dedos sobre los labios de Kaname haciéndolo callar.

 

-Cállate y desnúdate-dijo jalando la camisa de Kaname, para empezar a quitarla.

 

Kaname no salía de su asombro y Zero se divertía con la situación.

 

-Si no lo haces tú lo haré yo-dijo con un tono burlón, mientras le quitaba por completo la camisa.

 

El pelinegro obedeció, quitándose con rapidez el resto de la ropa, pero aún extrañado por las acciones del peliblanco. Se acercó con un poco de duda, al o que Zero lo jaló, abrazándose a él.

 

No pudo más que corresponder el abrazo, dejando que sus cuerpos desnudos se rozaran, por un momento miles de cosas pervertidas pasaron por su mente. Pero sintió como Zero hacía que giraran, quedando el pelinegro abajo, mientras el otro se apoyaba cómodamente en su pecho y cerraba los ojos, pero aún abrazándolo con fuerza.

 

-Kaname, cuéntame quién era ese hombre llamado Rido-dijo sin moverse ni abrir los ojos, se sentía demasiado cómodo y no pensaba moverse.

 

-Para que quieres saberlo?-acariciaba los cabellos blancos, sujetándolo aún por la cintura, casi sintiéndose como si eso no fuera real, como si estuviera viviendo un hermoso sueño.

 

-Pues porque quiero saberlo y ya, nunca me has hablado de ti, ni de nada de lo que haces-dijo haciendo un leve puchero,  levantándose un poco para mirarlo.

 

-Ya tranquilo, de acuerdo, te contaré-volvió a hacer que se recostara, y comenzó con su relato.

 

El infierno está divido en varios círculos de castigo, y aunque son muchos, y también existen lugares como el limbo, los más importantes son 7 círculos, cada uno con sus respectivos guardianes, y a su vez cada guardián representa a un pecado capital:

 

 

1.- Ruka Souen: guardiana del primer círculo, representa a la gula. Aquí llueve agua negra que se adhiere a la piel de los condenados, incluso en sus ojos dejándolos ciegos.

 

2.- Rima Tohya: guardiana del segundo círculo, representa a la pereza. Un espacio en el que hay un torbellino de aire negro, que envuelve a los condenados, no dándoles ni la más mínima oportunidad de descanso

 

3.- Shizuka Hiō guardiana del  tercer círculo, representa a la soberbia. La encargada del bosque de espinas, donde los condenados se convierten en árboles frágiles que son lastimado y mutilados con el más mínimo movimiento.

 

4.- Asato Ichijou: Guardián del tercer círculo, representa a la avaricia.

Aquí los condenados se pelean unos con otros, incluso arrancan a mordidas y arañazos la piel de los demás, con el único fin de tener más. Más piel, más sangre, más dolor… 

 

5.- Kain Akatsuki: Guardián del quinto círculo, representa a la lujuria.

Aquí el suelo está cubierto de arena ardiendo, mientras que del cielo cae una lluvia de fuego, quemando a los condenados una y otra vez.

 

6.- Toga Yagari: Guardián del sexto círculo, representa la Ira. Aquí se encuentra  la Laguna Estigia que es un pantano donde están las almas desnudas nadando en el lodo y del enojo se arrancan la piel con los dientes.

 

7.- Kuran Rido, guardián del séptimo círculo, representa a la envidia.

Aquí se encuentra un río de sangre, donde los condenados se ahogan en ella, y no importa cuánto quieran salir y dejar esa tortura, si lo hacen saben que les espera un tormento peor a manos de Cerberus.

 

-Así es, Kuran Rido es mejor conocido como Cerberus, el guardián de la puerta del infierno.

 

-Cerberus-la imagen mental que Zeo tenía era la de un enorme perro de tres cabezas, que lanzaba fuego y hielo por sus bocas-pero como puede ser guardián de la entrada y al mismo tiempo del séptimo círculo?-obviamente eso le sonaba ilógico, cómo podía alguien estar en dos lugares a la vez?

 

-Digamos que es el más poderoso de los guardianes, y puede cumplir perfectamente ambas funciones-dijo un poco molesto, de admitir la habilidad de Rido-y porque rayos estamos hablando de él? No quiero hablar de él cuando estoy en la cama contigo-dijo pasando sus manos por la espalda del peliblanco, recorriéndola suave y lentamente.

 

-No digas eso de nuevo, que no es como si estuviéramos teniendo sexo-murmuró un poco molesto y apenado, pero sin apartarse o que si quiera las caricias le molestaran ni un poco.

 

-No es sexo, pero eso es lo de menos, lo que cuenta es que te tengo aquí conmigo, y eso es todo lo que necesito-aferró sus manos a la pequeña cintura del peliblanco, para no dejarlo ir, de ser posible nunca…

Notas finales:

ahora si, sigo en mayo Q_Q ya pueden matarme si quieren 

 

sayonara!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).