Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pacto con el diablo por himurita

[Reviews - 307]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Hola!!!!!!!!!!


Jeje espero que alguien siga por ahí para leer este fic jiji, se que demoro demasiado pero mi cabeza no me dejaba escribir nada.


-Shiki: Pues a mí Himurita me llamó para dejarles un beso a todos ustedes queridos lectores n_n



Hinoiri

Haruky

kanna

kaTsuRa San

angela kurosaki

kanna-chan

narutogirl

AGUILA FANEL

MikoYumi

yaoiana

Pink_Spider1998

shizuka lee

HEIDI

K-rol

Yukeskiren

Prhu Sayaru

xxx_Excel_xxx

kazumi_queen_vampire

MikoYumi

zero

3lla lawli3t

Zacaleonesa

Kendra duvoa

eminahinata

nanaihitory chan
Capítulo VII

Lágrimas


-Ella sólo te causará daño-se acercó hasta el peliblanco e intentó limpiar esas lágrimas que marcaban el rostro de su ángel pero Zero lo apartó de inmediato.


-No más del que tú ya me has causado!-gritó furioso intentando apartarse, pero fue tomado de las muñecas y puesto contra la pared en un parpadeo.


-Escucha bien esto Zero, ella no te ama, ni aunque tuviera su memoria no te amaría, lo de ustedes sólo era pasajero-le dolía ver al ser que tanto quería sufriendo de esa forma, pero debía entenderlo de una buena vez, esa chiquilla no se merecía ni una mirada de aquellos hermosos ojos violetas-por qué no puedes ver a quien de verdad te ama?-le susurró al oído, dejando totalmente sorprendido a Zero.


Aprovechando su desconcierto, le robó un beso, profundizándolo cada vez más.


El peliblanco lucho un momento, pero no se sentía con las fuerzas suficientes para continuar, su corazón dolía y parecía que hasta su propia mente intentaba decirle que Kaname tenía razón, así que simplemente se dejó hacer, apoyando su espalda contra la fría pared.


Siento que
Desde aquel momento que te vi
Descifré
Que nunca serías para mí




Kaname prolongó el beso, mientras afianzaba sus manos en la cadera de Zero, sujetándolo con firmeza y pegándolo a su cuerpo.


Las lágrimas seguían brotando de los ojos violetas, pues no podía controlarlas, tenía una mezcla de sentimientos que ni el mismo podía describir, pero de un momento a otro y sin saber porque, ya estaba correspondiendo el beso.


Luego de unos minutos de ese apasionado beso ambos se separaron jadeantes, mirándose el uno al otro sin apartarse más que unos centímetros.


-Kaname…-susurró el peliblanco con un gran sonrojo cubriendo su rostro-gracias por estar conmigo, gracias por arruinarme la vida, gracias por hacerme sufrir, gracias por ser mi amigo y por darme tu cariño-más lágrimas rodaron por sus mejillas.


-Zero… -susurró sorprendido de lo que el peliblanco decía, para en seguida abrazarlo y susurrarle al oído- yo sólo quiero que me dejes amarte, estar contigo es lo único que necesito.


Permanecieron abrazados por un largo rato, mientras Zero terminaba de derramar su tristeza, encontrando consuelo en los brazos del pelinegro.



-Ya no llores-limpio sus lágrimas con mucha ternura, pero estas parecían no querer detenerse-me gustas más cuando eres todo un rebelde y me insultas.



-Baka-una leve sonrisa se dibujó en sus labios, aunque las lágrimas no dejaron de brotar-no lloro porque quiero-desvió la mirada-es porque no puedo detenerme-quería tapar su rostro con sus manos, pero Kaname todavía las sujetaba con fuerza.


Pues entonces tendremos que hacer que se detengan-beso nuevamente al peliblanco, pero esa vez de forma mucho más apasionada, mientras que una de sus manos comenzó a acariciar la entrepierna del ojivioleta.


-Nh…mmm…-gemidos que morían en los labios de Kaname, mientras se movía intentando liberarse si tener éxito alguno.


Kaname deslizó lentamente el cierre del pantalón hacia abajo, para introducir su mano y tomar el miembro del peliblanco, a lo que Zero dio un leve brinco como respuesta, estremeciéndose al sentir el contacto y el exquisito masaje sobre esa parte tan intima.


Una sonrisa descarada se formo en los labios del pelinegro al sentir que Zero respondía a sus caricias, para después separarse un poco y mirar extasiado como jadeaba y sus mejillas estaban sonrojadas, en espera de más, siendo delatado por su cuerpo en esto último.


-Ves, tus lágrimas se han detenido-susurró limpiando los ultimos restos de estas, obteniendo como respuesta solo un largo suspiro de Zero y una mirada suplicante.


Al ver que zero no se movía, desabrochó con rapidez la camisa del peliblanco, descubriendo su pecho y cubriéndolo de besos, mientras descendía lentamente.


-Nh…-cerró sus ojos un momento entregándose a las caricias- Kaname, basta, es un lugar público-dijo con mucha vergüenza de que alguien pudiera descubrirlos.


-Lo se, y es lo de menos-recorriendo con su lengua el abdomen del peliblanco, deleitándose con los suspiros y jadeos que este le regalaba-me parece que tu necesitas mas atención aquí-dijo soplando levemente sobre el miembro de Zero, arrancándole un gemido de placer.


-ahhhhh, no…no lo hagas…-dijo a penas audible, sin abrir sus ojos ni moverse un solo centímetro.


-que no haga esto?-dio una lamida a todo lo largo del miembro del ojivioleta, sonriendo al ver como este arqueaba la espalda por el placer.


Kaname dio varias lamidas mas de forma repetida, haciendo círculos en la punta y bajando a lamerlo por entero, e introducirlo en su boca de vez en cuando.


-ahhhh….ahhh..ahhhhhhh…-sus gemidos se volvían cada vez mas repetitivos y fuertes, lo que le hacía sentir más vergüenza de la que ya sentía al dejar que Kaname le hiciera tal cosa.


El sonido de la puerta los hizo volver a la realidad…


-Oigan queremos entrar dense prisa!-se quejaba un sujeto al otro lado de la puerta.


Zero abrió sus ojos asustado, sin saber que hacer en ese momento, desaparecer seria excelente pero no era una opción, además de que él todavía tenía ese gran problema entre sus piernas, miro a Kaname en busca de una respuesta, pero este solo le sonrió y continuó con el oral.


-Nh…-cubrió rápidamente su boca antes de que más gemidos escaparan de su boca alertando a las personas que estaban afuera sobre lo que estaba pasando ahí dentro.


Kaname sonreía ampliamente, lamiendo y succionando de manera que le resultara mucho más placentero al peliblanco, quien apenas podía acallar sus gemidos mordiendo su mano y sus labios.


-Ya…de…tente…-pedía con dificultad entre gemidos ahogados, pero el pelinegro no pensaba detenerse, continuaba lamiendo como si fuera un delicioso dulce mientras el peliblanco se ahogaba en gemidos de placer.


Kaname no podía evitar sentirse tremendamente excitado con esa maravillosa vista, hacia que con cada uno de sus movimientos Zero tocara un pedazo de cielo, mientras el observaba maravillado esa sensual expresión en su rostro y el adorable sonrojo que lo cubría mientras intentaba inútilmente sofocar los gemidos que no paraban de salir de sus labios.


-Ahhhm…ahhh..Ka…Kaname…mmm..es…pera un segundo…nh…-entreabrió sus ojos para mirar a Kaname, casi suplicante, más el pelinegro no sabía si era una suplica para que siguiera o para que se detuviera.


Un par de lagrimas más resbalaron por el rostro de Zero, mientras dejaba escapar un sonoro gemido y derramaba su esencia en la boca de Kaname.


-Ah…ah…ah..-jadeaba agitadamente mientras normalizaba su respiración, recuperándose de ese orgasmo.


Mientras tanto Kaname degustaba el semen, limpiándolo por completo de la piel de su dueño, atrapando cada exquisita gota con su lengua.


-Es adorable verte sonrojado y jadeando-le susurro al oído mientras, le acomodaba la ropa interior y le subía el cierre del pantalón.


-Eres un idiota-susurró con una sonrisa mientras se incorporaba y caminaba hacia la puerta, ya sin rastro alguno de las molestas lágrimas que antes marcaban sus ojos violetas.


Kaname solo le correspondió la sonrisa y también caminó hasta la salida del baño.


Como era de esperarse, al salir los que esperaban para entrar los vieron extrañamente, dos hombres saliendo juntos del baño después de haber estado ahí un tiempo considerable y con la puerta cerrada, daba que pensar. No faltaron los comentarios e insinuaciones al respecto e incluso alguna proposicion indecorosa para chicos tan apuestos como Zero y Kaname. Por su puesto que esos sujetos se llevaron una mala contestación y miradas asesinas por parte de ambos.


-Kaname sama!-se escucho la voz de Yuuki, mientras corría hacia donde se encontraban ellos.


Zero miro a Yuuki y luego dirigio su vista de nuevo hacia Kaname, quien solo tenía una sonrisa de victoria en su rostro que sólo le hacía recordar lo que había pasado en el baño, logrando que sus mejillas se colorearan de rojo. Ya no queria pensar más en que a Yuuki no le importaban ni siquiera un poco sus sentimientos, asi que simplemente actuó como si nada pasara.


Que tal vez conocerte fue mi error
O quizás el amor se equivocó



-Siento la tardanza-dijo con una elegante sonrisa el pelinegro, haciendo que los ojos de yuuki prácticamente brillaran.


-No se preocupe Kaname sama-correspondió la sonrisa, pero entonces volteó a ver a Zero que permanecía distante-Zero? Te sientes bien? –se acercó a él para poner su mano sobre la frente del peliblanco, sacándolo de su trance.


-eh?-sus ojos violetas se fijaron en Yuuki, sintiendo una extraña sensación por aquel cálido contacto-em…si estoy bien-mintió formando una sonrisa, teniendo al menos el consuelo de que Yuuki se preocupaba aunque fuera un poco por él.


-que bueno-volvió a colocarse a lado de Kaname, quien le ofreció su brazo, para continuar con el recorrido.


-Vamos Zero no te quedes atrás-dijo el pelinegro mientras el ofrecía su otro brazo, haciendo que zero se sonrrojara nuevamente.


-hm…-el ojivioleta sólo lo ignoró posicionandose a lado de Yuuki y continuó caminando.


Terminaron de recorrer el acuario y ambos acompañaron a Yuuki a su casa.


-Muchas gracias por acompañarme y por pasar la tarde conmigo-agradeció la chica con una reverencia para despues darle un beso en la mejilla a Zero, dejandolo asombrado pero logrando sacarle una sonrisa.


-De nada, fue un gusto-contestó feliz el peliblanco, pensando en que despues de todo por aquel beso habia valido la pena todo ese loco día.


-Y…-dijo ella con un poco de carmín sobre sus mejillas-gracias por todo Kaname sama-se acercó hasta el pelinegro, colocando sus manos sobre los hombros de este para colocarse de puntitas y darle un beso en los labios.


Ni siquiera Kaname se esperaba esa acción, quedándose tan sorprendido como Zero, que los miraba sin poder creerlo.

Todo lo que feliz que pudiera estar Zero hace un momento desapareció en un instante, estaba prácticamente congelado ante aquella escena, mirando como los labios de Yuuki y Kaname se unían en un beso, sintiendo un profundo dolor y una especie de punzadas en su pecho, como si lo apuñalaran con un cuchillo.


Y cada que pienso en ti
Se enciende mi corazón
Y nada es más triste que hoy
Hablar de ti



Kaname permanecía inmóvil, queriendo apartarla pero lo había tomado por sorpresa y en lo único en lo que podía pensar era en que estaría sintiendo Zero.


Después de un momento, Yuuki se aparto de los labios de Kaname, un poco triste porque este jamás le correspondió el beso.


-ah espero me disculpe Kaname sama, es sólo que no pude controlarme-jugaba nerviosamente con sus dedos mientras miraba el suelo-pero es que yo… quiero decirle que…


-Con su permiso me retiro!-grito Zero sumamente molesto, alejándose del lugar inmediatamente.


Kaname volteo a verlo en seguida, deseando detenerlo y besarlo, pero Yuuki aun estaba ahí, además de que de esa forma Zero se daría cuenta al fin que Yuuki no era para él, por lo que permaneció en ese lugar sin moverse, mirando a Yuuki de forma inexpresiva y sin el más mínimo interés.


Mientras tanto Zero corría con las lágrimas brotando de sus ojos, internándose en un callejón para desahogar su tristeza y su llanto.


De nuevo esos hermosos ojos violetas estaban llenos de lágrimas que inútilmente el peliblanco intentaba detener con sus manos, sabía que Yuuki no lo recordaría pero tenía la esperanza de que se enamorara de él como en el pasado.


-Creí que lo nuestro era más fuerte Yuuki-murmuro tristemente, mientras varios de los recuerdos más hermosos que tuvo a lado de la chica volvían a su mente.


Tenía que aceptar que no, que Yuuki no lo querría de nuevo, que ya la había perdido y debía dejarla ir sin importar lo difícil y doloroso que eso le resultara. Después de todo si había aceptado el pacto era sólo por ella, porque estuviera bien y fuera feliz, así que debía dejarla rehacer su vida y tal vez intentar hacer lo mismo con la suya.


-Adiós para siempre Yuuki, espero que encuentres la felicidad…


//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////



-Kaname sama, usted me gusta mucho!!!-decía Yuuki mientras se encontraba sonrojada y nerviosa-yo….sólo quería saber si usted podría darme una oportunidad-terminó de decir, esperando ansiosa la respuesta de Kaname.


El pelinegro se quedo callado un momento, alargando la espera de la chica.


-No digas tonterías niña, tenías al mejor de todos en tus manos y lo has dejado ir, de verdad que eres tonta-sonrió arrogantemente, dejando desconcertada a la chica-yo jamás me fijaría en tan poca cosa como tú-la miró con una deje de desprecio y se dio media vuelta para seguir su camino.


Yuuki se quedó estática procesando las palabras de Kaname, porque si antes se mostraba tan amable y galante e incluso parecía que le coqueteaba, ahora se mostraba tan frío y la trataba de esa forma tan cruel?


-Kaname sama!-gritó esperando que el pelinegro se detuviera, pero eso no ocurrió, Kaname siguió de largo, sin si quiera voltear a mirarla.



Pero esta historia tiene que parar
No entiendo esto de verdad
No tiene caso esta situación
Porque esto es tan ilógico


/////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


Zero continuaba en aquel callejón, ya mucho más calmado, reflexionando sobre lo que haría de ahora en adelante, estaba tan sumido en sus pensamientos que no se percato de que 5 sujetos lo rodearon…


-pero que tenemos aquí-se escuchó una voz bastante gruesa, que hizo que Zero levantara la vista para ver de quien se trataba encontrándose con cinco sujetos musculosos.


-Parece que es sólo un niño indefenso-se burló uno de ellos.


-Pues aparte de indefenso a mí me parece muy antojable y lindo-dijo otro de ellos mientras se acercaba a Zero y lo tomaba del rostro para mirarlo mejor.


-No me toques!-retiro la mano de aquel sujeto de un golpe y permaneció alerta para que ninguno se acercara-lárguense de una vez-amenazó mirándolos fieramente.


Los cinco sonrieron, rodeándolo para que no pudiera escapar, acercándose cada vez más, mientras el peliblanco retrocedía hasta topar con pared.


-Solo queremos divertirnos contigo muchacho.


Las miradas de aquellos tipos no dejaban ver nada bueno, estaban llenas de lujuria y malas intenciones
.

-Al que se atreva a tocarme le romperé la cara…


Los sujetos se le fueron todos encima, Zero pudo golpear a algunos, pero eran demasiados y dos de ellos ya lo estaban sujetando de los brazos para que no pudiera moverse.


-Nosotros te romperemos de otra forma muchacho….



Y cada que pienso en ti
Se enciende mi corazón
Y nada es más triste que hoy
Hablar de ti, hablar de ti
Hablar de ti, hablar de ti
Notas finales: disculpen si nada tiene sentido T_T

sayonara!!!!!!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).