El paso de los días hace que el tiempo se vuelva taciturno..
Increíblemente el ahogo en mi departamento hace que busque asfixiarme con mis recuerdos crueles... y digo mis recuerdos porque lo único que tengo de ti es la crueldad con la que siempre te traté..
Me siento junto a la ventana y me imagino los días que pudieron ser y los días que no serán, estoy harto de todo esto pero no tengo más opción que permanecer aquí apartado del mundo... odio mis suspiros estúpidos, lo odio porque salen estrepitosamente y no puedo asesinarlos antes de que se escapen..
Hace poco recibí la llamada de Takanori, me contó lo que sucede por allá sin omitir nada de nada, siguiendo paso por paso los hechos en los que ustedes están metidos, narrando detalladamente la pelea que tuvo con el idiota de Akira, contándome y martirizándose a cada minuto por ser tan niño y no saber tomarse las cosas con calma, exclamando sin vacilar que “Aki-chan es la persona que más amo en todo el mundo” y que por eso buscara el modo de contentarse pronto con él, y yo, solo escucho y escucho aquellas cursilerías que ahora puedo entender un poquito. Murmurándome también de las llamadas extrañas que recibe Uke, su rostro desencajado al ser descubierto. Me pregunta alucinado cómo estará ahora Akira que están peleados, y yo solo escucho y luego digo que se tome todo tranquilo, que siempre son así y luego terminan de lo más normal; Takanori ríe y me dice que me quiere, que gracias por escucharlo y yo solo puedo decir que no hay problema, me habla de todos menos de él... espero paciente, espero ansiosamente que diga su nombre en cualquier momento, pero no pasa... “Aoi-san, alguien llama a la puerta, tal vez es Aki-chan, nos vemos...” me deja con el sonido ininterrumpido de la línea que ya murió... y me quedo suspendido en la incertidumbre de saber si estarás bien... pasan los días y pienso en ti y los demás, pero más en ti... veo los días nublosos posarse sobre mí, burlándose de mí....
De eso ya van cuatro días y nadie se ha dignado en llamarme aunque sea por un minuto, ni el maldito Uke que siempre va mencionando a la amistad como su estandarte, pero eso ya me tiene sin cuidado, tampoco quiero que me llamen, y por lo que no lo hacen supongo que todo andará bien, por lo menos con Takanori y Akira, las ausencias de ambos son buenas noticias. Camino sin cesar en mi pieza y dejo las luces apagadas para hacer como si no estuviera, me acurruco en mi mueble negro y me hago el dormido para mentirme aunque sea y sentir que con la quietud puedo estar tranquilo, para buscar que mi respiración se haga imperceptible y simule estar muerto y en paz; pero aún así aunque intente engañar a las cosas alrededor, incluso a mi yo mentiroso, mi conciencia me impide perderme y olvidarme... no quiero salir y quiero salir... En la oscuridad escucho una voz... es Akira... “Oye estoy llamándote hace diez minutos y no me contestas el móvil, ¿ya estás muerto?, ya vamos a volver” mi reloj muerto se activa y derribo mi mentira de desaparecer, corro en busca del móvil y contestó con voz ahogada, es entonces que al escuchar tu risa me doy con que soy el ímbecil más grande del mundo, evito un insulto pero este salta contra ti, ríes y me siento realmente idiota, es entonces que varias risas se estrellan contra mi oído... agudizo mi tímpano y descubro una calmada y callada... eres tú... te preguntó como están todos y entonces tú me contestas que todos están bien, los murmullos se desvanecen y me lo sueltas todo... “Shima está bien, es un alivio que su ánimo este mejor, creo que lo que más quiere es regresar”... Me enfado. Por qué tienes que decirme de él, ¡yo no quería saber nada de él!... te respondo que me lleva al diablo lo que le suceda y que es un inconciente por sentirse de ese modo al tener a su madre en ese estado, Akira me contradice, pero no me interesa, me dice que dentro de dos días estarán de regreso.. el silencio me carcome... dos días... dos días es demasiado y tan poco a la vez, tengo miedo y no quiero verlo... o tal vez sí....
Después de haber permanecido en mi hibernación salgo al exterior, los ojos me duelen por lo que regreso a mi departamento, está decidido saldré de noche, y así lo hago... paseo por el parque de la vuelta y contempló los árboles negros cubiertos de ráfagas plateadas... falta un día para que vuelvan, falta un día para volver a trabajar, sonrío, en las últimas semanas me he vuelto perezoso, ni siquiera he prendido mi ordenador para crear algo o tomado mi guitarra para tocar alguna que otra melodía... el frío aumenta un poco por lo que decido sentarme en una banca húmeda, elevo mi cara al cielo... mañana iré al estudio... sí, eso haré... hurgó en mis bolsillos y doy con la cajetilla de cigarros, buscó el encendedor y fumo... un hilo largo se desdibuja en el aire... necesito concentrarme y prepararme mentalmente para el inicio de la rutina. Me levantó para volver a casa, aún es temprano pero un repentino sueño me llama... necesito descansar..
Una luz diminuta se cuela en mi oscuridad, doy un bostezo prolongado, enciendo el lamparín de mi cómoda y me fijo en la hora, son las seis y diez de la mañana, es tan temprano, me levanto y voy a darme un baño rápido, al terminar buscó algo en el armario y me visto, acto seguido bebo un poco de zumo de naranja, cojo la guitarra, las llaves del auto... todo está... antes de cerrar la puerta contempló una vez más la ventana... sigue igual de fantasmal....
El camino se me parece corto y extraño; las calles están algo vacías, por lo menos por el lugar dónde siempre voy, la neblina parece bajar… casi sin darme cuenta llego a la compañía, voy al estacionamiento y dejo el auto en el apartado, cargo la guitarra y mi ordenador y camino rumbo al elevador... salgo y voy directo al estudio, saludo a algunos que se me cruzan por el camino y finalmente abro la puerta e ingreso... está vacío, ni siquiera un alma del staff. Dejo la guitarra en el mueble gris y el ordenador en la mesa de atrás, la conecto y la enciendo... esta es una de las pocas veces en las que me encuentro solo, observo al lado la batería de Uke, tan minuciosamente limpia, seguro le pidió a alguien que le hiciera la limpieza cada seis horas... un par de guitarras mías en sus maletines, un bajo de Akira... una pañoleta de Takanori sobre una cesta con caramelos... las guitarras de él... giro en torno mío, no hay ni un alma, cierro la puerta y me aproximo a ellas… realmente soy un patético, deslizo mis dedos sobre la funda que guarda una de ellas, en realidad estarás tan bien como dicen, no es normal, por lo general pienso que debería querer quedarse con su madre total…. Diablos, nada Yuu, tienes que dejar de pensar en él, no es sano seguir haciéndolo… no obstante ahora estoy frente a tu guitarra con cara de imbecil, no, debo de tomar aire ahora, esto no… solo es porque me siento solo, si eso… no es que me importes, en lo absoluto, no eres nada para mí, solo el compañero de cuerdas nada más….
Salgo entonces y me voy a los servicios…necesito agua fría, sí justo eso… maldita sea… una vez ahí miró mi rostro en el espejo, estoy demacrado… o debe ser porque he estado metido en mi casa. Mojo mi cara y las gotas se deslizan por mi piel… …L… ¡NO!... apoyo mis manos en el lavabo… doy un respiro profundo y me voy del lugar… cuento mis pasos para llegar al estudio… un paso más, otro… visualizo la puerta y… y entonces yo…no, pero ¿qué?... ¡qué mierda haces tú aquí!… te volteas asustado sosteniendo mi guitarra negra en tus manos, estás tan pálido… la dejas sin decir nada en el mueble, pasas tus dedos por tus cabellos y desvías la mirada, yo no digo nada, que podría decir, jamás te he dicho algo… murmuras algo de repente, te miró sin entender e intentas salir veloz pero estás tan torpe que te tropiezas con la mesa de estar, no lo aguanto más y te insulto, giras el rostro a un lado y me doy con tus ojos tristes… “No sabía que estabas aquí, lo siento”… mis piernas tiemblan, así que me siento en un sillón… sin saber cómo mi voz se activa… “No que llegaban mañana”… me miras sorprendido, los colores suben a tu cara y tu lengua se enreda, no entiendo lo que dices y entonces estallo… “eres un idiota, por qué mierda te pones así, imbecil, ni que nunca hablara” guardas silencio y te sientas apartado de mí, te ignoro y voy hacia mi ordenador a “trabajar”… al cabo de un rato te veo desaparecer por la puerta… pasan unos minutos y te veo regresar, te paras detrás de mí y sueltas un me voy, yo solo muevo mi cabeza en modo de asentimiento y escucho tus pasos alejarse… mi corazón no ha cesado de latir furiosamente….
Mi día se arruinó y se alegró de repente, me siento enfadado conmigo mismo y me voy de la compañía al rato que él… llegó a casa y me desquito con todo lo que hay… ¡maldita sea!... aquello me desequilibró tanto que… al cabo de segundos mi teléfono suena, lo mando a la mierda cuando la voz llorosa de Takanori me desconcentra… levanto el fono y me sale con que se les ha perdido él y más tonterías, intento calmarlo para decirle por fin que tú te has pasado por la compañía, pero el llanto descontrolado del enano me lo impide… de repente comunicador suena, volteó a ver la pantalla pero no visualizo a nadie, le digo a Takanori que le llamo al rato y voy hacia la puerta, grito para que me digan quien es… sé que fue una imprudencia pero abrí….
Mis ojos se desbordaron….
“¿Puedo entrar?”.
Eres tú….
“¿Por favor?”.
Continuará…