-lo siento taka, tengo clase de batería ahora mismo, de hecho estoy llegando tarde.- dijo angustiado- bueno, si no vienes ya me voy...-
-si, si, no se preocupe señ.... yoshiki. yo los cuidare si eso le da tranquilidad.- se dirigió al profesor que le miro agradecido un momento, se despidió y se fue casi corriendo.- y bueno... entonces nos vemos, Kai- se despidió del otro, que luego de besarle la mejilla se fue con la misma rapidez que el profesor.
y ahora solo quedaban los 3 jóvenes en la sala.
-HEY!- dijo Kai volviendo desde la puerta- no se atrevan a hacerle nada!!- amenazo una ultima vez y se fue.
Takanori se sonrió "como si fuera en verdad tan vulnerable..." pensó para si.
-y bueno...- dijo dirigiéndose a ambos chicos, los dos sentados en el escritorio del profesor- porque esta Akira aquí? creí que el castigado era Shima...- comento
-si, lo era- respondió el castaño- pero Akira tiene esos accesos infantiles de portarse mal, supongo...-
-no, en realidad- interrumpió el rubio de la bandita- no me gusta dejarte solo, no me perdonaría nunca si algo te pasa...-
-Akira ya estoy grande!- rió el castaño - el lobo feroz ya no me quiere!!-
-lo se.... ahora te quieren otras cosas peores. y aunque tuvieras 40 ni así no me gustaría separarme de ti- el rubio pequeño torció un poco el gesto, pero nadie lo noto- además, el chico ese dijo que tuviéramos cuidado contigo- dijo el rubio esta vez refiriéndose al vocal- quien sabe sino eres un violador en serie?-
-eh?- dijo takanori confundido.
-por increíble que suene, eso dijo yuu.- rió ligeramente Shima también al considerar la absurda opción; peligroso? taka-chan? imposible.
El rubio de la bandita había pasado de observar por la ventana a uno de los patios de la escuela a buscar algo con que entretenerse en el baúl de la sala.
-quien?- dijo takanori confundido
-yuu, el reemplazo de mi profesor de guitarra...-dijo despreocupado el castaño
El pequeño rubio se sobresalto, entre la escena que había imaginado de yuu, nunca pensó siquiera que el pelinegro hubiese llegado a repetirle a el castaño anda de loo que el le había dicho, y es que se la había pasado de mentira en mentira para sacarle una confesión al guitarrista.
-que les dijo de mi??? Anda, cuéntame Shima...- pidió, con su mejor cara de cachorro bajo la lluvia
-eh? bueno, bueno- dijo riendo el castaño en lo que se paraba y se iba a sentar en otra mesa, una de alumno pegada a la pared, apoyando su espalda en el vidrio y abrazando sus piernas para caber dentro del pupitre individual. Akira en cambio había encontrado un bajo eléctrico y se entretenía afinándolo a oído por el rato.
-bueno, después de que nos encontramos contigo cuando entrábamos al comedor, fuimos al mesón de comidas a sacar algo rápido, yo me lleve un flan y Akira un sándwich de jamón y un jugo en caja- "que memoria..." pensó Takanori- y cuando íbamos a sentarnos vi a Yuu, que se veía algo inquieto la verdad, porque al principio me evito cuando lo mire.... bueno quería presentárselo a Akira, sino después se me pone celoso si ando con mas amigos que el no conoce... así que fuimos donde su mesa y nos sentamos con el, luego de que se presentaron y conocieron un poco ya nos teníamos que ir a clase, así que me despedí de el y...-
-y el muy puto cuando se despedía de mi Shima le dijo al oído "ten cuidado con ese takanori, no me da buena espina..." que se cree para hablarle así???- recién ahora el rubio pequeño notaba lo increíblemente posesivo que era el bajista, y lo increíblemente posesivo que se estaba poniendo el también, pues hasta ahora la manera en que hablaba de Uruha como algo tan cercano y propio, le estaba dando unos celos de muerte.... pero el no era celoso! y menos con Akira, bah...
-no es para tanto, seguro lo dijo de broma- dijo el castaño observando sus uñas mientras sonreía calidamente- Yuu es un muy buen chico...- su rostro se lleno de ternura. Giro su rostro para mirar el soleado día afuera, y Takanori no puedo evitar sonreír de sobremanera al saber que había hecho su buena acción de DIA.
-buen chico y todo lo que quieras, no estoy satisfecho con que te haga clases, nunca le he visto tocar...- critico el rubio de la bandita, al que no le simpatizaba en lo absoluto que el castaño se estuviera volviendo tan cercano a su profesor.
-yo tampoco, pero si el inspector lo pidió a el en especial para reemplazar al profesor de guitarra será por algo, no?- obvió el castaño
-como quieras...- dijo molesto el rubio. Molesto, molesto, realmente molesto. Aun así no enfadado, solo incomodo.
El castaño lo miro divirtiéndose de su enfado evidente, mas no le dijo nada, solo sonrió y saco su celular para jugar ahí.
el rubio de la bandita ahora había por fin acabado de afinar, y practicaba unas escalas, cada vez mas, mas, mas, y mas rápido. de a poco la velocidad se volvía vertiginosa y las notas difícilmente se distinguían entre si.
asombrado de la habilidad del mayor, takanori se acerco despacio para no interrumpir la concentración del rubio mas alto, sin hacer un ruido se sentó en la mesa de enfrente del otro rubio, y quedaron a menos de un metro de distancia, suficiente para que takanori pudiese apreciar en calidad la velocidad de movimiento del otro chico, que a pesar de estar recién calentando, tenia una soltura increíble en los dedos, y pasaba la misma escala, posición tras posición en el mástil a una velocidad imposible.
Finalmente llego el punto en que a takanori le costaba trabajo seguir los movimientos de la mano del otro sin perder de vista nada, pues la mano del otro poseía tal habilidad que los dedos comenzaban a desaparecer a momentos de su vista.
No se había dado cuenta de lo boquiabierto que estaba, jamás había visto a nadie tocar así!! y eso era solo una misma escala, repetida muchas veces a lo largo del extenso mástil de su bajo, nada mas que una escala, pero a esa velocidad se escuchaba impresionante.
Tarde fue cuando se dio cuenta de que el rubio tocaba sin ver siquiera las cuerdas pues no lo necesitaba, en cambio, se dedicaba a verle a el, a su boba expresión de sorpresa absoluta, a su mandíbula flojamente caída y a sus labios ligeramente abiertos de la impresión, le veía con la superioridad típica de el mismo, sonriendo presuntuoso.
De inmediato el pequeño cerro la boca de golpe, no le daría ese placer al rubio, y se hizo el desinteresado.
-tocas... realmente muy bien Akira- y aunque por dentro los cumplidos que le dedicaba eran muchísimo mas exagerados, el no se rebajaba a ese nivel, pues sabia que el rubio ya tenia los humos lo suficientemente arriba.
-es lo lógico con 8 años de practica, no te sorprendas- dijo el castaño sin despegar la vista de su teléfono celular, en la esquina contraria del salón, parecía un pequeño pato con su boca en forma de pico, sus mechas castañas y rubias desordenadas cayéndole alrededor del cuello de la chaqueta, que estaba cubierto por la abultada chaqueta que se había puesto casi como un plumón para abrigarse del frío autoimpuesto de esa esquinita de cemento en particular, era graciosa la cantidad de atención que dedicaba al aparatito que sostenía entre sus manos iluminando su rostro, mientras sus dedos se deslizaban sobre el teclado habilidosamente.
-8 años??- dijo esta vez si sorprendido el rubio, ignorando en cuanto pudo la posición del castaño
-no he cambiado mi instrumento desde primero básico...- menciono el otro rubio sin darle mayor importancia-aun así me merezco mi crédito!! Hasta ahora soy el único que ha alcanzado el nivel de su profesor en la escuela!-
-bueno, pero la mayoría se cambia de instrumento en cada ciclo, tu eres el flojo que se quiere quedar solo con bajo-
-solo me gusta el bajo...- reclamo, se dio la vuelta a guardar el bajo en el estuche, pero cuando se dio vuelta se topo cara a cara con el rubio pequeño, que le sonreía infantilmente y estiraba hacia el sus manos, como los bebes cuando quieren que los tomen en brazos.
el chico de la bandita no tuvo reacción inmediata, pues lo shockeo su propio deseo de abalanzare encima a abrazar el pequeño, luego se dio cuenta que lo que el chico quería no eran sus brazos, sino el bajo eléctrico que tenia entre ellos.
-quiero intentarlo, por favor- pidió usando su tono mas amable, y al ver que el rubio no reaccionaba acerco un poco mas sus manos al instrumento, finalmente el mas alto respondió, depositando en sus manos extendidas el instrumento, de una manera singularmente lenta.
De inmediato el pequeño se dio cuenta de que era una pésima idea que le pasara el bajo con los brazos en esa posición, porque en cuanto sintió el peso noto que no podía resistirlo, y sin querer casi deja caer el instrumento, de no ser porque el bajista, anticipándose había puesto sus manos bajo las del menor, para resistir el todo el peso.
Lo ayudo a ponerse la correa sobre el hombro.
-será mejor que te sientes.- aconsejo el bajista, Takanori no podría sujetar eso ni en mil años con la vaga fuerza en los brazos que tenia, así que haciendo caso, retrocedió hasta topar su traste con una mesa y encaramarse ahí.
Reita, que mientras veía retroceder al pequeño avanzaba, solo quería quitar sus manos de las del pequeño, pues por alguna razón no lograba resistir caer en ataque de nervios.
El rubio pequeño se hallo a si mismo sin saber que hacer. Levanto el rostro y miro fijo al chico que parado en frente de el, le devolvía la mirada con sus ojos castaños, sin aflojar ni un momento sus fuertes manos.
"que raro" pensó para si. Analizo el momento con cuidado. "hace mucho que no sentía esto..." y es que el mismo reconocía el sentimiento en lo absoluto
"... debe ser que nunca antes no había tenido ni idea de como hacer algo" se autoconvenció de aquello.
examino la expresión del mayor meticulosamente, haciendo uso de sus conocimientos de postura facial y psicoanalismo se dio cuenta de inmediato de el nerviosismo de este, y a la vez un disimulado pero potente enojo... seria con el? sus casi imperceptibles cejas café castaño se mantenían estrechas en un cejo fruncido, y sus labios se apretaban ligeramente. reconoció el típico gesto involuntario de inmediato, el rubio estaba sosteniendo una charla consigo mismo en ese momento. Hubiese sido descortés interrumpirle, tal vez por eso era que su garganta no podía articular nada.
A pocos centímetros de tan imponente imagen, Takanori se cohibió totalmente, de pronto notaba que la posición que requería el rubio para sujetar firmemente el instrumento que él era incapaz de sostener, lo obligaba a acercarse peligrosamente a su cara, al punto que sus mal teñidas mechas rubias caían suavemente sobre su frente propia (con mechones rubios también pero bien teñidos, no como el estropajo que estaba hecho Akira) causándole un agradable cosquilleo.
Y sin darse cuenta estaba en blanco, había cambiado su noción del tiempo por poder mirar esos ojos color almendra, un color absolutamente común, pero había algo diferente en la forma en que le miraban... sencillamente no pudo hacer más que quedarse ahí. Viéndole. Incapaz de recordar que estaban haciendo. Con los nervios de punta al nivel de temblarle las piernas, aun cuando estaba sentado y con los pies colgando (sus cortas piernas no llegaban abajo al piso) no encontraba la salida a la situación y se limito a sentirse estúpido mientras seguía buscando en esos ojos almendra una respuesta.
-apóyalo en tu pierna. así no te pesara tanto.- dijo al cabo de bastante rato el bajista con su grave voz.
Mas el rubio no reacciono sino varios segundos después.
-...eh?- dijo con cara de poco avispado, la primera vez que el bajista (y quizás cualquier ser humano) lograba verle en esa expresión.
-el bajo, apóyalo en tu pierna derecha.- volvió a ordenar el mas alto. Ruki logro reaccionar por fin y apenas, apurándose a lo que el otro decía.
En cuanto el instrumento reposara su cintura en la curvatura de la pierna del mas bajo, el bajista soltó el mástil del instrumento tan rápido como si el solo contacto con este le quemara. Ruki le hubiese mirado ofendido de no ser porque repentinamente, unos 7 kilos de metal le aplastaron su delicada pierna en un solo punto fijo.
-¡ay!- exclamo de dolor
-que debilucho...- río el otro levemente, pero basto una mala mirada del pequeño para que se callara.-y... cuanto sabes de bajo eléctrico?- pregunto sentándose en la mesa de enfrente
-nada. Solo que tiene 5 y no 6 cuerdas.- dijo ignorante total
-ah.. sabes mas que la mayoría.- bromeo el mas alto, había que admitir que no muchas personas se interesaban en saber nada sobre los bajos eléctricos la verdad.- pon tu mano aquí, así.- explico tomando el brazo de Ruki que iba por sobre las cuerdas. Dudando primero de si tocarlo y haciéndolo de todos modos después.
-el codo va en esa curvatura, de ese modo impide que se mueva demasiado la muñeca- dijo tomando firme pero delicadamente el brazo del menor, con la misma precisión y conciencia con la que se toma una copa de cristal con el liquido hasta el borde.
-porque no se puede mover la muñeca?- pregunto curioso el menor para llamar sus ojos sobre los de el.
Tal como lo había previsto, el rubio de la bandita quito la vista de su brazo para dedicarla de lleno a sus ojos, observándole de esa manera tan única por entre sus traviesas mechas rubias.
-por.....porque un movimiento excesivo y repetitivo en esa posición te podría dar tendinitis.- dijo concentrándose al máximo para lograr acabar la frase, y es que era un verdadero golpe de suerte que el chico bajito llevara sus lentes de contacto azul, porque de otro modo, Akira supo que estaría hace rato perdido en su mirada verdemarina.
La puerta del salón comenzó a abrirse, pero Shima, que estaba demasiado concentrado en su teléfono, y con los audífonos a todo volumen, y Ruki con Reita, que estaban muy hundidos en su burbuja mientras el menor se esforzaba por aprender algo (y aunque no lo admitiera ni para si, estaba excusándose mil veces para mantener cerca el cuerpo calido del mas alto), ninguno noto a la chica que se colaba dentro de la habitación.
-si.. Un poco mas centrada la uñeta, justo así, así.... perfecto. Vaya que aprendes rápido...taka- la última palabra la pronuncio con dificultad.
En parte porque se había acostumbrado a pensar en Takanori como "el enano" y también porque en el momento que el rubio escuchase su nombre se había girado a verle de inmediato, obviando el hecho de que estaban lo suficientemente cerca ya, al girar su rostro a verle habían quedado a solo centímetros.
Para ambos los segundos se hicieron eternos, prácticamente infinitos.
Takanori era incapaz de dejar de sentir curiosidad por aquel ser de los ojos almendra que tenia enfrente. Siempre serio, siempre amargado tal y como él, mas sin embargo el si tenia vida social y si de divertía bastante… y, aunque no lo admitiera, ese chico mal teñido; inmoral, molestoso, gritón, bullicioso, matón, idiota, idiota y mil veces idiota, tenia su encanto especial. Con sus hipnotizantes ojos o su curiosa manera de ser, o tal vez por su perfecto cuerpo o… o sencillamente porque la posición (que ahora recordaba se encontraba) le resultaba cómoda (porque ni mencionar el NINGUN tipo de relación con el, es decir, el era Takanori, osea una persona, y Akira bueno... era mas un animal.) De alguna manera se sentía casi magnéticamente bien, pegado al cuerpo del otro, sin molestarse en lo más mínimo en hacer ningún esfuerzo por tratar de dejar de ver esos hermosos ojos almendra profundo…
Y para que decir del más alto, que ni pensar podía. Suficiente había sido el ver deslizar dócilmente los cortos y rubios cabellos del mas bajo hasta dejar ver su armonioso rostro, como para que sumado a su piel casi blanca reflejada con los rayos del sol de una manera peligrosamente hermosa y sin olvidar también su respiración ligera al exhalar delicadamente sobre si… al punto de sentir el aire que fluía a través de esa pequeña nariz de Taka chocar directamente con sus labios, el bajista ya había colapsado desde la primera condición… Porque solo los finos cabellos del menor habían reventado hasta su ultima neurona.
"y entonces el tiempo se detuvo, solo eran ellos dos, uno solo, un mundo compartido bajo la luz del farol..." recordó Takanori parte del texto de una novela que alguna vez leyera.
-QUE CREES QUE HACES, SUZUKI AKIRA??- una voz chillona retumbo en los oídos de ambos, tomándolos por sorpresa y obligándolos a separarse sobresaltados.
El castaño, alzo la vista del celular y se saco los audífonos, poniéndose de pie.
-PA-Paris....- tartamudeo sorprendido Akira, mirando con los ojos abiertos de par en par a la rubia y desagradable chica
-quien?- dijo Takanori visiblemente confundido por el brusco fin del momento mágico en el que se habían enfrascado
-la novia de Akira.- dijo en voz alta Uruha, encarando a la rubia desde su lugar, esto se iba a poner feo.
-que te pasa Akira?? Ahora eres marica??- su voz era tan desagradable, que de no ser porque Takanori se sentía horrible desde que el castaño dijese su frase, estaría yendo a hacerla callar
-a que mierda te refieres?- dijo el rubio con un tono de voz poco moderado.
Comenzaron a gritar pero Takanori no estaba ya ahí. Comenzaba a sentirse débil, mareado, mas sin embargo una frase no dejaba de rondar su cabeza "la novia de Akira."
El lo sabía, sabia que Reita era un mujeriego pero siempre tenia novia. Sabía que era completamente insulso dejarse llevar por la tibieza de un momento.
Pero porque se sentía tan mal? porque se sentía tan... engañado? o usado?
"no, Akira me odia. y yo lo odio"
En que momento había dejado de ser así?
Acababa de vivir uno de "esos momentos" con el rubio
Y era cierto, cuando estaba con el se sentía tibio, protegido..... Extrañamente bien
Cuando estaba muy cerca suyo sentía que sus cuerpos habían sido hechos desde el principio para encajar a la perfección como un puzzle, como una enzima con su sustrato....
Cuando estaba a distancias prudentes sentía la necesidad de repetir aunque fuera por solo un momento aquel momento en que le había abrazado y se había sentido bien por primera vez en mucho tiempo…
Cuando estaba solo en casa, haciendo cualquier cosa, o sencillamente aburrido, siempre le gustaba imaginarlo ahí, o recordar alguna estupidez cometida por el en ese día que le hiciera reírse solo en la cocina…
Pero en que mierda estaba pensando??
Las lagrimas se aborbotonaban empujando para salir.
Debía escapar de ahí pronto.
El rubio sin levantar la cabeza fue al banco mas cercano y tomo su bolso y su chaqueta con rapidez, mas cuando pasaba por la puerta apurado y desesperado por salir, sintió como el anoréxico brazo de la adolescente aferraba el suyo, clavándole sus largas y falsas uñas rosado nacarado en su delicada y delgada, casi traslucida piel. Soltó un alarido de dolor.
-AGH!- dijo corto, reprimiéndolo, dos lagrimas hallaron su fin en el piso.
-SUELTALO, QUE HACES!- grito el bajista ya enfurecido. Uruha dio un paso para ayudar a Takanori, mas no avanzo por razones que el mismo desconocía.
-CREES QUE SOY CIEGA?? CREES QUE NO LOS VI?? TU Y ESTE IMBECIL SE IBAN A BESAR!!- la mujer gritaba histérica, parecía una harpía autentica. el bajista bajo su enojo, se cohibió un tanto por la declaración. Tan así parecían? tanto se había acercado? tanto se había hipnotizado como para no notarlo?
Uruha lo miraba todo impotente, arrugaba su gesto disgustado, y temía por Takanori, que era la victima de todo este embrollo.
-NO SABES DE LO QUE HABLAS, PERRA!- sin mas, el rubio pequeño grito, y sin dejar de llorar continuamente, se Safó de un tirón bastante brusco de la chica, la cual se sorprendió de la fuerza inusitada del menor, y lo soltó de inmediato, con la muñeca que el pequeño le había doblado adolorida.
Takanori se marcho corriendo, llorando sin control.
Y no supo más.
No quiso saber más.
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-bien... dime entonces una de las leyes laicas.-
-ahh eliges lo mas difícil!!-
-no es mi culpa que tu seas tan tonto.- rió el rubio menor
-no deberías hablarle así a tu tutor!- dijo el mechirosado
-HEY! después de todo, yo te estoy ayudando a estudiar a ti, no?- dijo serio -gomita.- ordeno, y el chico que cursaba ya su ultimo año de escuela se vio obligado a alcanzarle el paquete de gomitas con forma de oso para que comiera.
-takeruuuuuu pregúntame otra cosa....-
-nada de eso, leyes laicas, maya.- dijo firme el menor.
-arrghh...- dijo fastidiado el chico, agarrándose los cabellos y tironeándoselos en lo que se echaba sobre el pasto.
-eh, mayatan!- maya-chaaaan~- llegaban otros dos
-hola Aoi, Omi.-los nombrados llegaron a la sección de pasto donde estaban ubicados ambos rubios y tirando descuidadamente sus cosas al piso se echaron igual de descuidadamente al pasto.
-que haces?- pregunto el pelinegro en lo que se acostaba al lado del chico de espalda en el pasto fresco.
-quien es el?- pregunto Omi adoptando la posición de loto a un lado del pequeño rubio.
-mi pupilo.... se llama Takeru, me ayudaba a estudiar a cambio de gomitas.-
-aaah... no me sorprende que el acabara siendo tu tutor. Hola, Takeru! soy Omi, soy amiga de maya. Es un gusto....- le dio la mano al niño -y el cuerpo inerte al lado de maya, es Aoi, mi amigo también.- el nombrado hizo un saludo con la mano sin reparar mayormente en el niño que no se veía aun ni en la pubertad.
-hola Omi-san.... eres bastante guapa, y tienes unas piernas de morirse, te lo han dicho? ¿Quieres ser mi novia?- dijo el pequeño de corrido, la pelinegra quedo pasmada ante lo que ella había creído un dulce niñito.
El pelinegro apenas oyó el comentario del rubiecito se incorporo de golpe, quedando apoyado en las palmas de sus manos se dedico a observar al ahijado de maya.
Muy bajito no aparentaba mas de 12 años. Rubio con un desastre enorme de cabello, con una polera rosada que le quedaba enorme con letras verde fosforescente, totalmente llamativo. Jeans ajustados y ojos bien abiertos que parecían reír, de un verde esmeralda claro al punto de ser casi fosforescentes como la polera. Una sonrisa perfecta y permanente en su rostro, a parte de tener ese aire travieso típico de los niños de su edad multiplicado por mil.
La chica rió nerviosa, Aoi alzo una ceja, era definitivamente la primera vez que veía que alguien lograba intimidarla en lo mas mínimo ¡¡y era solo un niño!!
-ajajaj... eres igual a maya!!- dijo sorprendida -solo que tu eres bastante menos MARICA...- cargo la palabra adrede para hacer molestar al nombrado
-cállate, Omi.- dijo maya, que seguía tirado en el pasto mirando al cielo atardecer.
-a ver! se callan todos, showtime!!- repentinamente el alegre niño se paro de un salto, y entonces Aoi pudo verlo al completo, era definitivamente oshare. y además lucia adorable!!- y por una gomita de premio, quien me nombra leyes laicas!!- dijo con su mano empuñada a su boca como si sostuviera un micrófono y en la otra mano el paquete de ositos de goma
Aoi fue el primero en hablar
-Ley de matrimonio civil de 1884!!- grito entrando en el juego del menor
-ahaaaaa!! y que establece??- pregunto el rubio mirando la guía de estudio que maya le había pasado para preguntarle
-Elimina la facultad de la Iglesia Católica de consagrar y registrar legalmente los matrimonios. Por esta ley dichas funciones pasan al Estado. No se reconoce como legal el matrimonio religioso!!- dijo Omi
-excelente!! Ambos se han ganado ¡¡una gomita!!-
El chico del pelo multicolor con su corte disfuncional le dio en la mano su osito de goma a la chica y se acerco al guitarrista
-abre- dijo, el pelinegro abrió la boca y el niño tiro la gomita, que el otro atrapo con la boca-yayyyy!!!- exclamo entusiasmado aplaudiendo. Era un chico realmente activo.
-no valeeee!! YO IGUAL QUIERO GOMITAAAAS!!- se quejaba el rubio cruzado de brazos sobre el pasto.
El pequeño se acerco a donde estaba la cabeza del mechirosado posando sus diminutos pies encerrados en las botas de cuero marrón a cada lado de la cabeza del rubio.
Maya le miro desde abajo, una posición no muy grata y de ser mayor le hubiera echado unas puteadas. Pero era un niño, como iba el a saber que así estaba enseñando al completo su entrepierna? se limito a mirarlo comprensivamente recordándose a si mismo a esa edad, el parecido era realmente inmenso.
-entonces estudia!- le dijo Takeru mirándole desde arriba, y sin mas, le metió una gomita en la boca.
-tu pupilo es un amor- comento Yuu enternecido por el pequeño
-solo se disfrutar mi edad, ustedes deberían hacer lo mismo.- dijo siempre alegre el chico para volver a sentarse en el pasto incapaz de quedarse quieto ni un segundo.
-eh, ahora que lo pienso, conoces a Byou?- dijo repentinamente Omi
Takeru le miro curioso -si, es compañero de mi clase, lo conoces??-
-es mi hermano menor, ya me parecía que te había visto antes, en su sala, seguro....-
-ahh... yo creí que Byou era hijo único- dijo sorprendido el menor- se comporta tan amargado! es como si desde ya fuera un adulto…- dijo con una mueca de desagrado
-en el fondo es bueno...- dijo la joven recordando a su hermano pequeño con ternura. Era verdad, Byou era excesivamente maduro para su edad.
Aoi se quedo al margen de la conversación que el pequeño, Omi y maya habían entablado, y se dedico a mirar el paisaje.
De pronto, algo fuera de lugar lo alerto, un chico iba corriendo hacia el edificio en construcción, porque querría llegar allí? ahí no había nada....
Entonces noto tres cosas importantes
El chico iba corriendo apenas, débilmente, como si las fuerzas se le fueran a desvanecer en cualquier momento.
Iba llorando.
Era...
-...Takanori?- susurro para si
Más no lo siguió. Por razones a parte de que le mataba de celos que acechara a Shima, si iba llorando y iba a la estructura del edificio, mas que seguro quería estar solo.
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Akira y el se habían separado para buscar a Takanori, después de que Akira terminara a la chica definitivamente esta se había ido furibunda, y Akira aunque no dijo nada, Takashima supo de inmediato que le iba a pedir que le ayudara a buscar al pequeño Takanori.
así que se adelanto y le dijo
"yo el lado norte, tu el lado sur."
Como era de esperarse no necesitaron mas que eso, Akira le dedico una pequeña mirada de agradecimiento que casi se perdía en la preocupación, antes de salir corriendo en la dirección que el castaño le había indicado.
-ojala Yuu estuviera aquí...- murmuro angustiado para si mientras corría fijándose en cada sala del lado norte de la escuela, por todos los jardines y patios -Yuu sabría que hacer....-
Sintió el nudo que se le armaba en la garganta, y no era para menos.
Takanori se había ido llorando, adolorido, y aunque Akira jurase que el no tenia ni idea, mientras aparentaba mirar el celular el también había notado la cercanía de la escenita que se estaban montando.
"cuando te darás cuenta de que no todo gira en torno a lo que tu crees, no todo gira en torno a ti." se dijo para si pensando en su pobre amigo "cuando te darás cuenta de que talvez por fin encontraste un amor...."
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Corrí hasta que mis piernas ya no daban mas, buscaba alejarme de todo, pero sabia que si llegaba a casa solo sentiría aun mas la soledad aplastando mis pulmones.
MALDITA SEA!! Tengo apenas unos putos 13 años ¿porque mierda me toca vivir todo tan adelantado?
¿Porque mierda siempre debo madurar, caer y aprender a la fuerza?
Soy solo un niño.... que nunca alcanzo a tener infancia.
Me detuve en las ruinas del nuevo edificio, los obreros habían avanzado bastante, porque ahora además de la estructura metálica algunas paredes ya tenían cemento.
Busque el recinto mas cerrado posible y me metí ahí.
-fin pov ruki-
Ya estaba atardeciendo, era tarde. y las nubes amarillas proyectándose en la pared de concreto no auguraban nada mas que lluvia. Lluvia por fuera y lluvia por dentro. Que cruelmente lógico.
Lógica, ese había sido su primer error. el hacer aprendido a pensar antes que cualquier otro chico de su edad, el haber aprendido a razonar antes que cualquiera, el haber deseado llegar mas lejos moralmente de lo que cualquier niño hubiese podido antes.
La ambición le había jugado en contra.
Se acurruco entre las cuatro paredes de la estrecha habitación. Totalmente lisa, totalmente blanca. Con un hoyo en donde la puerta debería ir y sin techo aun.
-pov ruki-
Y ni siquiera tengo derecho a sentirme mal, no tengo derecho a llorar.... porque no tengo razón, que mierda estoy haciendo??
Me estrecho aun mas en mi posición fetal, buscando calor. Me estaba congelando.
“y al final siempre estas solo..." recuerdo las dolorosas pero ciertas palabras de mi madre cuando se dedicaba a hacerme sentir mal en sus ratos de ocio
"tu siempre estarás solo porque no eres capaz de aceptar a nadie por debajo de ti. Tu cerebro es tan grande que se ha comido tu corazón"
-...de verdad soy tan... frío?- una pregunta que se quedo atascada entre los pliegues de las mangas de mi polerón una confesión ahogada solo para mi.
y entonces recordé.
"-HAI! AKIRA SUZUKI DESU!-"
Tan molesto....
"- puede tomar asiento por allá- apunto un puesto de escritorio libre al lado de...mierda.
Pude dejar de escuchar mi propio corazón por un lapso corto pude sentir como el calor subía aun mas por mis mejillas al notar como me sonreía
Inexplicablemente, pude sentir como luego de la muerte temporal, mi palpitar se volvía desbocado al sentirme extrañamente atraído hacia ese lugar.
La habitación entera desapareció bajo mis pies.
Allí estaba, esperándome, sonriendo tontamente,
El rubio pesadilla."
Tan desgraciado....
"-te desmayaste, te rompiste la cabeza al chocar con un canto de mesa mal pulido, dejaste un caos en la sala y Shima, Kai y yo te trajimos en brazos hasta acá.- "
Tan bruto!!
"-we gotta gotta gotta get the head on the game!!-"
Tan ODIOSAMENTE infantil....
"-no te entiendo, dilo denuevo-"
Tan lento...
"- yo fui el primero en ofrecerme a cuidarte y por mi lo haría solo. Shima es en cierto modo una distracción para mi, no era mi intención tampoco hacer que te desmayaras y....-"
Tan... inocente
"tomo mi cintura con delicadeza y la levanto arrastrando mi cuerpo, no se de donde saco la fuerza. Me sentó en sus piernas y me rodeo con sus brazos como si yo fuera un niño pequeño, hundió mi cabeza en su pecho y su nariz y parte de su boca en mi pelo, mirando a la nada."
Tan cálido...
"-te traje lo que querías, no?- dijo prepotente el pequeño, sintiéndose importante
-y por eso te compre un café- sonrío Akira señalándole el pote con bombilla sobre la mesa hexagonal, al lado del bolso del rubio"
Tan atento....
En mi garganta el nudo se apretaba mas y mas, me angustiaba el sentirme tan miserable, me angustiaba saber que me había relacionado con una persona que había prometido odiar, me angustiaba notar como mi autocontrol en otra época sólido e inquebrantable se ablandaba poco a poco para dejar pasar estas nuevas sensaciones.
Por primera vez un “no entiendo nada.”
Me angustiaba sentir como en mi interior el vacío crecía implacable, llamando a la única persona que había logrado momentáneamente llenarlo con solo un abrazo…
El abrazo que un niño siendo pequeño jamás recibió.
De pronto algo me saco de mis pensamientos de sobresalto, di un brinco de sorpresa al escuchar el movimiento de unas piedras "afuera" que me puso en guardia.
Agudice mi oído tratando de averiguar que había ahí afuera.
De pronto pude verlo claramente, a contraluz.
Las siluetas de 4 chicas jovencitas que entraban a la "habitación" en la que yo me encontraba.
-hey- dijo una con voz ronca, supe de mediato que sus intenciones no eran buenas, me sentía acorralado como un animal y en peligro.
Se distribuyeron una a cada esquina de la habitación, me obligaron a avanzar hasta el centro de esta para quedarme alejado de ellas.
-tu eres Takanori Matsumoto?- volvió a preguntar la chica ahombrada, puedo apostar a que es la líder.
Me di un momento para pensar la respuesta, las mire a todas de reojo, mas no pude ver la cara de ninguna, pues todas llevaban unas viseras rosado fluorescente que les tapaban gran parte de sus caras
-quien quiere saber?- decidí por hacerme el fuerte, después de todo, yo era el hombre aquí.
-que te da derecho a preguntar eso?- salto de inmediato una de las otras chicas, tenia una voz bastante gangosa, como nasal, era desagradable.
-te estas metiendo con nosotras, niño?- dijo altanera otra de ellas, con una voz muy desagradable y chillona también. Ahora lo tenía totalmente claro. Estaba siendo intimidado por una pandilla de matonas.
Pensé en correr, pero la chica que se había apostado a un lado de la puerta se veía bastante corpulenta, y seguro era la que se encargaba de golpear.
-que quieren de mi?- fui directo.
-muchas chicas quieren salir con ese tipo que se la pasa contigo.- sentencio la líder yo aun no veía para donde iba todo esto.
-y el ha puesto condiciones para la dama de nuestra líder.-
-perdón no comprendo- dije tratando de salvar mi pellejo ¡¡de nuevo estaba en problemas por Akira!! ¡Maldito bastardo!!
-quiero saber cuanto te mide la pija.- la chica-macho lo dijo completamente en serio.
Me quede helado.
-no tengo porque decirles- dije en un hilo de voz ¡¿que me iban a hacer?!
-no, trajimos una regla, ahora puedes decidir, por las buenas o por las malas.- dijo la chica gangosa.
comencé a desesperarme, se acercaban lentamente, sigilosas, cada vez mas cerca....
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Mis piernas me dolían demasiado, llevaba alrededor de hora y media buscándolo, que tan lejos había podido ir ese enano??
Ya había oscurecido y pronto se pondría a llover. quizás hasta se mojara y se resfriara y entonces, Shima me mataría por no encontrarlo.
Maldito
-TAKANORIIII!!!- grite con el poco pulmón que me quedaba afuera de la biblioteca que ya cerraban, de estar ahí ya debería haber salido o me hubiese escuchado desde dentro.
Donde mierda estas pequeño....
Entonces me alumbre las ideas.
Atrás de la biblioteca mientras corría pude divisar lo que Será el nuevo edificio de la escuela, aun lo construyen y son como las ruinas de algún lugar.
Si ni siquiera puede correr una vuelta al gimnasio, no puede ni jodiendo cruzar el campus completo para irse a casa.
¿a que otro lugar iría uno sino a estar solo y rogar porque nadie lo encuentre?
emprendí mi trote hacia allá.
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-que hacen! NO!- trataba de defenderme, pero una de las abusivas me estaba sujetando con fuerza ambos brazos, la otra me retenía los tobillos incrustándome sus largas uñas en mi delicada piel por segunda vez en el dia, me mataba el dolor.
Pero más me preocupaba la enorme vaca que con aire sádico desabrochaba mis pantalones con el brillo de la regla de metal en su mano.
-déjenme!! Maldita sea DEJENME!-me sentía destrozado, humillado, y encima, estaba siendo violado por un montón de perras.
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Esa era definitivamente la voz del enano. Y se escuchaba mal.
Ahora si estaba mal todo.
Me apresure a seguir su voz, corrí por casi todo el lugar, y finalmente note que los gritos venían de dentro de una de las habitaciones casi terminadas.
Me asome al umbral de la puerta y lo que vi me estremeció.
Mi pequeño rubiecito estaba siendo asaltado por la hambrienta jauría de chicas que se hace llamar la pandilla bubblegum. Una de ellas tenia sus pies y le incrustaban las uñas adrede, haciéndolo sangrar mientras reían.
Realmente...
Perdí los cabales.
Me encolericé.
-SUELTENLO!!!- rugí con fuerza a la vez que corría con fiereza a el viendo todo en rojo de odio y se lo arrebataba de las garras al cuarteto de putas, sin importarme a quien tiraba al suelo o empujaba brutamente, 3 de ellas quedaron caídas en el piso.
Lo estreche con fuerza en mis brazos, note que estaba con el cinturón y el cierre desabrochados, estaba frío y lloraba, temblaba.
¿¿Que MIERDA habían hecho con el??
viéndole solo conseguí enfurecerme mas.
-a-Akira...- dijo la líder de las bubblegum asustada, con los ojos abiertos de par en par. Ellas me tienen miedo y lo se. Saben que yo las puedo hacer pedazos y no me importaría.
Escondí el cuerpo de Takanori tras el mío.
-que hacían con el.- exigí saber de inmediato
-el...yo....-
-responde mierda!!- seguía gritando, incapaz de contenerme, luchando por no lanzarme encima de ellas a golpearlas solo porque eran mujeres. Respiraba agitado, pero no era por la corrida, sino por la rabia venenosa que sentía en ese momento y el esfuerzo que me costaba reprimirla.
-queríamos saber cuanto mide su pene, para difundirlo entre las chicas del instituto y así ellas....-
-SON IMBECILES??- pregunte indignado- A LA QUE SE VUELVAN A ACERCAR A EL NO ME VA A IMPORTAR UN PUTO CARAJO QUE SEAN MUJERES!!- aunque estaba fuera de control, aun tenia en cuenta que Takanori escuchaba todo lo que gritaba. - jamás. JAMAS saldría con alguien que no cumple con mis requisitos y yo no soy un premio.- dije serio. No parecían contentas y 4 contra dos aun existía la posibilidad de que si nos poníamos a pelear, ellas ganaran.-Takanori es una persona, una de las mas respetables que conozco. Como se les ocurre hacerle esto???-
-Akira, yo....-
-NO ME LLAMES AKIRA!- rugí furioso.
-nunca sabremos cuanto...- dijo otra de las chicas torpemente. Pero yo también debía considerar la situación.
En ese momento estaba quedando como el héroe, y eso tampoco me gustaba del todo. Necesitaba lograr que dejaran de acosar a Takanori, este era mi error.
Vi la oportunidad en el comentario de esa chica
-16.- dije firme - le mide 16-
-eeh? así nunca...- iba a reclamar una, pero la líder la interrumpió
-como sabes eso Akira-sama???- dijo altanera aunque recordando que no le permitía decir mi nombre libremente. Y aun así tenia razón, me había acorralado.
-po-porque....- titubeé, esto estaba mal, si me veían dudar, atacarían. Así eran ellas.- porque... Takanori y...-
-porque somos pareja.- Takanori dijo....
Dijo....
.....
...
....QUE DIJO?!?!
-SON QUE?- se escandalizo la menor de todas
-somos pareja- volvió a repetir firmemente taka-chan, usando su típico tono de "hablo despacio, pero lo que digo es tan importante que todos se callan" y siempre es así!! Esto era de no creer.- Akira y yo... somos pareja.- se levanto de detrás mío y las miro a todas fijo. Como puede fingir tan bien?? MOCOSO! EN LAS QUE ME METO POR SU CULPA!
-no les creo.- dijo de inmediato la líder - el niño lo dice solo para que lo dejen de molestar.- sentencio, y de no ser porque ella lo decía, yo no caía nunca en la cuenta.
Por eso entonces era que Takanori decía... eso.
-pues créelo- dije tratando de usar mi típico tono guay de "soy mejor que tu por eso todo lo que digo es así", siguiendo el hilo de salida que taka-chan había dejado- somos pareja, y lo podemos demostrar.- ya me mande un cagaso...
-y como?-...cagaso.
...
Espere a que Takanori contestara algo, pero genial, justo ahora su cerebro brillante decidía quedarse sin ideas.
Quieren saber que paso luego.
Cómo y mejor aun PORQUE paso. Ni yo lo entiendo.
...la verdad?
Se que es una acción propia de mi, pero aun mas que de costumbre...
No pensé.
No pensé demasiado lo que hice en ese momento
"solo lo justo y necesario."
Tome su rostro entre mis manos un momento. El calor de sus mejillas sonrosadas y su piel suave llenaron mis palmas. Evite mirarlo a los ojos.
Porque comenzaba a sentirme cada vez mas tibio?
Finalmente caí. Paseé mi mirada por su mentón fino, su boca entreabierta, no comprendía nada.
Su nariz pequeña, respingada y fina, quería tardar en llegar a ese punto que me encantaba.... finalmente lo mire a los ojos.
Para mi mala suerte, andaba con sus ojos al natural de nuevo. caí hechizado de inmediato, aun cuando todavía no puedo comprender como logra ese efecto en mi.
Pequeñas, profundas, anchas y a la vez angostas, preciosas lagunas verde esmeralda.... mezclándose finamente con el pardo y el café... ni el mejor artista hubiese podido jamás dilucidar el misterio de sus ojos. Sus dos bellas, únicas pupilas fueron siempre lo único que yo no pude versar en un poema coherente.
"ha de ser ilegal ser tan hermoso. Definitivamente. debe serlo."
"mas aun para un... chico"
...y de pronto todo era de nuevo como en la sala, antes de que llegara Paris.
La distancia corta, su rostro con una expresión entre la curiosidad infantil y la confusión joven....
Siempre queriendo parecer mas adulto de lo que su frágil rostro podía demostrar
Resulta casi gracioso.
Lo seria si no fuera tan bello.
Me miras me miras.... me tientas.
No es cierto, es imposible, tu no me tientas.
Takanori...
Takanori....
Pensar es malo.
Ladeare mi cabeza para no serte incomodo.
Me acercare despacio y prometo tratar de no asustarte.
...por favor perdóname taka-chan...
-fin pov Akira-
19:13 P.M.
El sol ya se había ocultado y la luna iluminaba débilmente la estructura del edificio.
En la habitación donde ambos chicos unieron sus labios con delicadeza y mas sentir del necesario
Pretendiendo un roce secreto que fue airado lo suficiente como para dejar boquiabierta a la luna.
Cuatro voces femeninas uniéndose en un suspiro de asombro.
Dos respiraciones contenidas.
y ya era muy tarde para volver atrás....
"es mejor vivir sin arrepentirse de nada, de otro modo no disfrutaras nunca el sabor de la vida."
FIN.
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