Nuestras dos semanas de vacaciones de primavera pasaron rápido.
Si, más de lo que suelen pasar...
No tuve tiempo ni de pensar, a decir verdad.
Bebí tanto en tantas fiestas, y me agarre a tantas mujeres que...
...que...
Se me hace extraño que con todo no haya podido olvidar el incidente con Takanori...
O el hecho de que no tuve tiempo de explicarle nada...
-------------------racconto---------------
Tome su rostro entre mis manos un momento. El calor de sus mejillas sonrosadas y su piel suave llenaron mis palmas. Evite mirarlo a los ojos.
Porque comenzaba a sentirme cada vez más tibio?
Finalmente caí. Paseé mi mirada por su mentón fino, su boca entreabierta, yo no comprendía nada.
Su nariz pequeña, respingada y fina, quería tardar en llegar a ese punto que me encantaba.... finalmente lo mire a los ojos.
Para mi mala suerte, andaba con sus ojos al natural de nuevo. Caí hechizado de inmediato, aun cuando todavía no puedo comprender como logra ese efecto en mí.
Pequeñas, profundas, anchas y a la vez angostas, preciosas lagunas verde esmeralda.... mezclándose finamente con el pardo y el café... ni el mejor artista hubiese podido jamás dilucidar el misterio de sus ojos. Sus dos bellas, únicas pupilas fueron siempre lo único que yo no pude versar en un poema coherente.
Mi mente comenzó a vagar sin rumbo, palabras se amontonaban y no las podía detener...
Sé que va a sonar imbécil con todas sus letras
Pero a medida que me acercaba a su rostro, sentía como mi cerebro era drenado totalmente del recuerdo de algún otro roce.
Era como si de pronto olvidara absolutamente como se hacía aquello que se acercaba inminente!
Era como besar por primera vez, de nuevo...
Takanori debe haberme mirado con pánico, ni lo note, ya había cerrado mis ojos.
Alcance su pequeño cuerpo al tiempo que creo haber oído mis propios latidos hacer correr sangre con violencia hasta mis mejillas.
Abriendo mi boca ligeramente atrape su labio inferior entre los míos.
Y de inmediato me sentí como el ser más asqueroso de la tierra. Si me comparaba con una criatura como él, claro.
Era una sensación... "perfecta" es un adjetivo que no llega ni a una fracción de ello.
Puedo recordarlo claramente aun luego de que han pasado 13 días y 16 horas. Y no es que las cuente.
La sensación de humedad que me regalaba aquella parte de su cuerpo tan acogedora, podría seguir con eso por siempre, realmente no puedo describir ese primer momento.
Yo creo que todos recordamos el primer beso por toda la vida.
Bueno, esto fue exactamente ese sentir multiplicado unas 5 veces, o más.
No creo de verdad, que pueda describirlo, por más que me vaya en tinta.
No puedo.
Sería tan estúpido e inútil como tratar de describir el odio o el amor tratando de ser exactos, y creer que lo hiciste perfecto.
Es algo que sencillamente no se puede y no vale la pena intentar.
Imagínenselo, eh?
Fue solo ese roce. Luego me deslicé despacio por su boca hasta separarme lentamente.
Tal como el primer beso. Corto. Sin gracia. Fome. pero sigue siendo el mejor de todos...
Decir "supuse que las bubblegum estarían felices con eso" sería una mentira ya insultante, la verdad sincera seria decir que en realidad, en ese punto me había olvidado por completo de ellas. Creo que ni el frio que calaba cada vez más me podía bajar de donde me encontraba, fuere donde fuere que eso sea.
Al apartarme lo suficiente pude ver sus ojos... aun cerrados.
Iba a voltear el rostro a ver al cuarteto de... de lo que fuere que se supone que estaba vigilando, pero el enanito caprichoso no me dejo.
Con su mano derecha en mi mejilla presionando fuerte para evitar que volteara, me obligó a mirarle a los ojos.
Y él me miraba... extrañado?
Enojado?
Feliz?
No puedo describir mucho de lo que vi en sus pupilas, porque a la fracción de segundo siguiente el cruzo ambos brazos por mi cuello bajando mi cuerpo a su altura y violando la distancia de los pocos centímetros que yo había conseguido a fuerza de controlarme para no acercarme demasiado...
De manera no sé, automática? por no decir que yo no moví mis brazos por voluntad, mis manos de pronto palparon la lana de su chaleco en lo que caía en la cuenta de que mis brazos estaban rodeando su cintura.
Me miro un par de decimas de segundos más en esa posición, yo no podía por ningún medio, no entendía nada, y el ruido ahora atronador que hacia mi corazón no me dejaba escuchar mis pensamientos, si es que hubo alguno lógico.
Y aunque hubiese habido alguno, al instante colapso al ver y sentir como takanori cerraba sus ojos nuevamente y juntaba su boca con la mía, repitiendo lo que yo había hecho antes de una manera, no se... mucho más elegante y perfecta? tal como era su forma de ser...
Y mientras sentía atónito como diestramente atrapaba mis labios como si los hubiese besado mil veces antes, me estremecía de pies a cabeza el mundo de sensaciones nuevas que todo lo que sucedía a la vez traía consigo.
Su suave perfume invadiendo mis sentidos, el sabor único de su boca, sus brazos aferrándose a mi cuello como si yo fuese a escapar en cualquier momento, mis dedos enredados en la lana de conejo de su chaleco, pero por sobretodo, el calor que me invadía completamente y me hacia entender el significado de "estar vivo"
De pronto el mundo podía haberse acabado, pero yo no lo hubiese notado jamás.
Debemos haber pasado así un buen rato, pero no me moleste en medirlo.
Solo sé que a ratos nos separábamos para respirar, mirarnos sin entender nada, y seguir sin querer entender nada tampoco.
Cuando nos separamos "definitivamente" ya era de noche. Y en la "habitación" solo estábamos los dos, como dos personas recién abducidas por los aliens y recién devueltas 50 años más tarde sin comprender nada de como el mundo se veía ahora, seguía siendo el mismo, pero nada era igual.
No sabíamos que decir, o tal vez no queríamos romper ese silencio tan hermoso.
Lo mire, me miro como si hubiésemos hecho alguna travesura, le sonreí como el cómplice que era.
Ya era tarde, mi madre comenzaría a llamar en cualquier momento, así que apague mi celular a tiempo para dar la típica excusa luego "se me acabo la batería madre, si compraras un teléfono de mejor calidad, duraría mas, es tu culpa..."
La oscuridad no me dejaba ver bien las expresiones de takanori, que se había quedado de pie enfrente mío con la sensación de querer decir algo, o así lo interprete yo.
Finalmente saco su ipod y lo encendió, para luego poner en mi oído uno de los audífonos y en el de él el otro, aunque no tenía sentido, eso ya no importaba.
La luz de la pantalla me permitió ver por unos momentos su adorable sonrisa, su sonrojo tenue ahora por el frio, y su expresión que me hacía dudar de lo que pensaba demasiado.
Puso una canción, supongo que fue cualquiera que ahí había, que yo solo había oído antes en la radio, y en la pantallita se leía "crystal ball - keane", y aunque siempre la había despreciado por ser rock-pop encima de contenido dudoso, en ese momento no podía parecerme más perfecta.
Se quedo ahí parado, con el ipod en una mano alumbrando los escombros, a mí y a él, escuchando, cerrando sus ojos y perdiéndose en el momento.
Era increíble como todo en el era verdadero arte...
La luz del ipod me cohibía, pero en cuanto se apago, alargue mi brazo y tome su mano con delicadeza, a pesar de que sospechaba que había grados bajo cero, estaba tibia. Y muy confortable.
Comenzamos a caminar con la canción en los oídos, el sonido de nuestros pasos era invisible para nosotros, así como todo lo que no fuera la pequeña burbuja que habíamos creado y nuestras manos compartiendo el calor.
Llegamos afuera de la construcción y vi la sombra de Shima destacándose fantasmagóricamente contra la pintura blanca del colegio.
También veía brillar la colilla de su cigarro.
Escondí rápidamente la luz del ipod con mi cuerpo. Si no nos iluminaba, si Shima no nos veía de la mano, no tenia porque dar explicaciones....
Y por ahora la oscuridad de la noche guardaría nuestro secreto...
Por la mirada distraída de uruha hacia nosotros, que daba a entender que no podía distinguir nuestras sombras de el bosque oscuro detrás nuestro, comprendí que nos miraba pero no nos veía.
Y no fue así sino hasta estar a unos 5 metros de distancia.
Por más que me dije "suéltale la mano" se había vuelto algo, no sé, natural? y no pude hacerlo...
Shima tiro la colilla al piso, se quito los cascos de sus audífonos y apago su celular, tenía siempre la misma excusa que yo. Nos miro, con la tenue luz de la luna no se cuanto habrá visto de como llegábamos, solo sé que sonrió de esa manera que yo jamás entiendo y camino por entre nosotros obligándonos a soltarnos, paso un brazo por sobre los hombros de cada uno y caminando salimos por una de nuestras salidas escondidas del colegio, porque si nos veía algún guardia en el colegio a esas horas, fijo nos expulsaban a los tres.
"a casa pequeño, estas no son horas para ti.... y para ti tampoco, niño grande" dijo refiriéndose a ambos. Entre los dos fuimos a dejar a takanori a su casa, se despido con la mano y sonrió, se había ido callado todo el camino.
"adiós" fue todo lo que sus labios perfectos dejaron entender, de manera muy suave.
Entonces nos fuimos a casa con Shima... lo deje en su casa y camine a la mía...
-------------fin racconto----------
Y así es como acabo la semana anterior a la ultima antes de las vacaciones, es frustrante como yo falte el día lunes, el único día de la semana que takanori fue y la única oportunidad que tenia de tratar de aclarar lo sucedido, y yo fui los otros 4 días para el viernes finalmente darme cuenta de que pasaría dos semanas enormemente largas sin poder hablar con taka no poder aclarar lo ocurrido.
No tienen idea lo frustrante que fue.
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++Takashima kouyou.++
HALL DEL COLEGIO 8:07 AM.
-men!- le eche unas palmaditas en la espalda a Akira, aunque no lo veía desde hace menos de dos días, seguía siendo una cantidad de tiempo realmente poco usual entre nosotros.
-hey, Shima...- me saludo, traía cara de preocupado
-que pasa?- pregunte aludiendo obviamente a su estado anímico, a estas alturas sería estúpido que él no se diera cuenta de que yo podía casi leer su mente.
-es solo, takanori... no viene desde el lunes...- dijo preocupado, me extraño que fuera tan sincero, significaba que de verdad estaba MUY preocupado por el pequeñín...
Tendría algo que ver con aquella tarde en que Akira rompió con Paris? hacia casi un mes de eso, no?
Pero puedo estar casi seguro de que Akira trataba de esconder sus manos cuando caminaban hacia mí...
Lo poco que logre ver... fue suficiente.
-tienes razón, no suele ausentarse tanto y de corrido sin dar explicación...- mencione, de verdad era preocupante...
El pensar que se había quedado dormido y por eso no había llegado era una opción que ni siquiera resultaba mencionable, y no se me ocurría ninguna otra explicación.
Entonces llego kai
-hola chicos! que tal las vacaciones?- pregunto amistoso como siempre
-bien...- dije sin pensar
-has visto a takanori?- pregunto Akira de inmediato. Tanto Kai como yo le miramos raro, y yo estuve a punto de tomarle la temperatura, sinceramente, ese no parecía Akira...
-no, la verdad no le he visto desde la semana antes de que saliéramos de vacaciones, y venia a preguntarles a ustedes si lo habían visto...- dijo sinceramente
Sonó el timbre del colegio y nos fuimos a clase, antes de que llegara el profesor decidimos que al salir de clases cada uno iría a algún lugar donde el solía estar a buscarlo, y luego cada uno se fue a sus puestos para química...
Al pobre Akira le toco sentarse solo, y yo a 5 mesas de distancia no podía hacer mucho realmente.
Era extraño.... Akira no solía preocuparse por nadie que no fuera yo, menos en tal medida...
Aquí se cocía algo.
Pero qué...?
Yoshiki llego haciendo su show de siempre, comenzó a pasar la materia y todo parecía normal, excepto porque sin Akira gastándole bromas a todo el mundo, al poco tiempo había un silencio anormal, y se notaba demasiado. Ni siquiera yoshiki trataba de romperlo.
-Kai, pasa al pizarrón a resolver la formula, por favor.- pidió yoshiki con una mueca anormalmente seria, mientras miraba toda la sala, como buscando algo que se le había perdido.
Kai termino de resolver en silencio, borroneando algunos errores y corrigiendo rápidamente, al cabo de un minuto y algo hubo acabado.
Yoshiki no necesito pararse para comprobar el resultado.
-muy bien... esta perfecto.- dijo con un tono de desconfianza. Kai iba a sentarse cuando yoshiki habló.
-Kai.-
-si?-
-...donde esta takanori?- era increíble que lo profesores de esta escuela fueran capaces de tomar en cuenta a cada alumno, pero así era. Toda la escuela estaba extrañado a takanori en estos momentos, pero el donde estaba?
Era un misterio entrañable.
-no sabemos profesor, no le hemos visto.- dijo Kai en un tono igual de serio. Resultaba escalofriante ver todo tan quieto, casi parecía una clase de química de un colegio normal... era perturbador.
A la hora de almuerzo, luego de que hasta los auxiliares de los pasillos nos preguntaran por takanori, decidimos con Kai y Akira que había que mandar a la mierda las clases de la tarde y empezar a buscarlo.
Yo como conocía a Yuu que era ayudante de enfermería me dirigiría allá, si conseguía acceso al expediente medico podía saber de inmediato si takanori había tenido un accidente, y siendo frágil como solo él, era muy probable.
Kai iría a buscarlo a los lugares que solían visitar ellos dos con Byou cuando salían solos, parques, museos, bibliotecas y otros lugares.
Y Akira iría a su casa.
Ahora solo podíamos rezar por tratar de encontrarlo lo antes posible y hacer que todo volver a la normalidad en un colegio que se había acostumbrado a verle sonreír cada día.....
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AKIRA SUZUKI
Las calles se me hicieron cortas, en parte porque realmente no había mucha distancia de la escuela a la casa de takanori y en parte porque iba caminando mas rápido de lo que solía hacer siempre.... fue extraño.
Y para que tanto apuro? para venir a taimarme enfrente de su portón sin saber que mierda decir si estaba en casa.
Trague saliva con dificultad, hasta sonó como en las caricaturas, sentía la garganta cerrada.
¿¿Y a que tantos nervios Akira??
Mire fijo a la ventana con las cortinas aun cerradas. Que mierda, eran la una y cuarto de la tarde y este aun no se despertaba?? Imposible, takanori no es así.
Pero, y si no está en casa...?
Me sentí estúpido.
Claro que no estaba en casa!
Lo más seguro es que ahora estuviese yendo para la escuela, riéndose de mi.
Ah no, ¡¡nadie se ríe de mí!! Ahora mismo voy a buscarlo a la escuela para patear su...
-...Akira?- escuche su fina voz pronunciar mi nombre, me di cuenta de que ya había corrido unos pasos en dirección a la escuela, me frene en seco.
Gire despacio a mirar, y ahí estaba.
No tenia lesiones ni se veía como alguien que se acaba de levantar. Estaba como cualquier día, casi me dio rabia, pero me sentía aliviado de que no lo había pasado nada.
Entonces le mire lo que traía puesto.
Llevaba una pañoleta en la cabeza, un delantal de cocinera, guantes y una aspiradora.
Supongo que tenia la aspiradora afuera para quitarle el polvo, es una coincidencia que yo hubiese estado ahí...
Camine hacia él, me metí en su jardín sin permiso ni nada, me plante enfrente de él y le dije, molesto a mas no dar.
-y tu donde mierda andabas?? Toda la escuela esta de cabeza buscando---!-no pude acabar, el me había hecho callar con esos "SHHHH!" tan fuertes que te asustan.
Luego de eso quise gritarle más fuerte, pero por alguna razón (ve tu a preguntar cual, ni yo lo entiendo) no lo hice. Le obedecí. Suena hasta inverosímil.
Me hizo una mueca de silencio y que lo siguiera, entramos a su casa y el dejo la aspiradora afuera.
Y yo porque estaba en su casa?
Ah sí, buscaba una explicación...
Me senté en el sillón que me indico. Era increíblemente cómodo, casi me chupa a los recónditos universos de dentrodelsillonlandia...
Desapareció en la cocina un rato, yo seguía guardando silencio. Mire su living, era bastante lindo.
Por no decir bien elegante y a la vez inusual...
Tenía una plasma, al parecer o tenía mucho uso o no tenía nada, porque estaba más limpia que... bueno, relucía, igual que toda la habitación.
Había un reloj de pared antiguo con su péndulo contando lo segundos, era realmente bello...
Los sillones eran de cuero negro, con bordados en rojo, diseños realmente únicos.
Se notaba que había un excelente audio, porque para donde voltearas había pequeños parlantes no más grandes que la palma de tu mano, pero estaban compuestos solo de la bocina envuelta en una bola de plástico transparente. Muy moderno.
Esta habitación mezclaba lo vintage con lo barroco y lo moderno, era un verdadero cuadro de mezclas que normalmente quedarían horribles, pero ahí nada faltaba ni sobraba.
Takanori llego al rato con un vaso de té helado con hielo en sus manos, con una bombilla, tal como a mí me gustaba, y tres hielos como siempre yo le ponía.... sería posible que?
Iba a preguntarle como sabia, pero en cuanto abrí la boca me murmuro en voz baja
-si, tiene 3 de azúcar, y no olvide poner primero el azúcar y luego el filtro.- y sonrió, me dejo con la boca abierta,
¡¿En qué momento se había fijado en mis gustos?!
Iba a decirle algo pero de nuevo fui interrumpido, por un ruido realmente escalofriante.
Algo así como el rugido de un león enojado
-TAKANORIIIIIIIIII!!!!- me sobresalte y takanori igual. Luego del susto pude ver como el pequeño giraba los ojos con hastío.
...que takanori no vivía solo...?
¿¿Y quién mas estaba con él??
-disculpa- me dijo a un volumen decente esta vez, y sin más, se fue escaleras arriba.
Dude, mas cuando vi desaparecer sus pies en el segundo piso, me aventure a seguirlo con mi té helado -estaba delicioso, justo como me gustaba- en mis manos.
Me asome despacito por el bordo de las escaleras, cuando vi la puerta abierta me aventure un poco mas y llegue al marco, me escondí tras de él.
Era la voz de un hombre, de unos 20-27 años pude calcular.
-takanori!- dijo molesto -y mi desayuno, bribón??- era realmente grosero!! Además, se suponía que ese era el cuarto de taka, que mierda hacia él en SU cama??
Pude escuchar las cortinas abrirse y takanori responder con su típico tono que ponía cuando el profesor le encontraba sin atención y le preguntaba algo, a lo cual taka-chan siempre sabia a respuesta.
-está abajo, lo prepare para cuando despertaras...- como podía ser tan atento con alguien así de desagradable??
-y eso??- el tipo tenía un tono realmente altanero que daban ganas de golpearlo, que era, el dueño de takanori??-porque no me lo trajiste a la cama??- y takanori como mierda dejaba que lo tratasen así??
-y que crees que soy, tu esclavo??-al fin reaccionaba!!- levántate kiki! no puedo creer que te despiertes a esta hora!!-...eh?
Se conocían?
Que o quién es kiki??
-anda, taka-chan no me trates así enfrente de tu amigo...- eso me dejo paralizado, él sabía que yo estaba ahí!!-eh, chico, te veo la punta de la zapatilla, ven aquí...- no me quedo de otra que mirar mi zapatilla con odio y salir de mi escondrijo con la mejor cara de badass que encontré.
-ja, sabía que no te aguantarías la curiosidad.- se rio de mi takanori. Que estaba pasando aquí??
-y tu, jovencito, no me digas kiki frente a él! kisaki, oíste? ki-sa-ki!! Y quiero mi desayuno en cama!!- aunque su voz ronca y su contextura física indicaban los de un adulto-joven, este tipo hacia los gestos de un niño!
-desayuno?? Es la una de la tarde!! Y ya levántate, flojo!!- takanori, sentado al lado del chico en la cama, le pego pequeñas palmadas en las costillas.
En un movimiento imprevisible que me sobresalto tanto a mí como a takanori, el tipo en la cama tomo a takanori por debajo de los brazos como un muñeco, lo metió en la cama y lo dejo al lado suyo abrazándolo con fuerza y llenándole la cara de besos mientras decía -por favor, por favor, porfavooooor, si? para tu consentido y amado kiki?-
Takanori reía -ah, ahora si eres kiki? bueno, te lo traigo...-
QUE MIEEEEEEEEEERDA ERA TODO ESO!!
Primero el tipo era un tirano, después un detective y luego un criajo, después era casi la mascota hostigante de takanori!
Y que es eso de "consentido y amado kiki?!"
Esto está mal!
Kiki ni siquiera es un nombre!!
Takanori se levanto de la cama luego de la muestra de excesivo cariño y sonriendo feliz se fue hasta la puerta, dejándome a mi confundido e indeciso en medio.
-pueden conversar o ver tv en lo que vengo, Akira quieres algo de comer?-pregunto como si no pasara nada.
Como vio que no respondía se encogió de hombros- te traeré bocadillos- y salió desapareciendo por las escaleras.
Lo vi hasta que ya no estuvo ahí. Entonces sentí la mirada taladrante del fenómeno en mi nuca.
Me voltee molesto.
-ven, siéntate conmigo.- el tipo tanteo un lugar al lado suyo en la cama y sonrió de manera estúpida. Era molesto.
Lo mire con odio y no me moví un centímetro.
-ooh, tienes razón- que era, autista?- no nos hemos presentado!- era jodidamente gay para hablar también... me despertaba mi instinto homofóbico...- soy kisaki, tengo 27 años y me estoy alojando en casa de takanori hasta que el no me necesite. Quien eres tú?- pregunto tontamente.
-son familia?- pregunte de inmediato, creo que soné agresivo, pero ni yo entendí la brusquedad de mi pregunta.
El me miro confundido, y luego de incómodos segundos de miradas llenas de duda, respondió inseguro
-ehh...si...algo parecido, más o menos eso.-
Eran pareja. Estaba seguro.
Takanori era un jodido gay y el tal kisaki era un podrido pedófilo y además GAY!!
Me dio un asco tremendo el solo mirarlo.
Me bese con un GAY!! QUE HORROR!!
Mi vida terminaba ahí, y takanori salía de ella por completo.
En cuanto entrara por esa puerta, lo molería a golpes.
-tu eres compañerito suyo...?- pregunto mariconamente el fleto de mierda.
-sí, soy su "compañerito"- cargue la palabra con asco.
-eres Suzuki Akira, no?- sonrió estúpidamente
...que había dicho?
-como sabes mi nombre??- tuve que omitir la grosería que tenia pensada si quería una respuesta.
-oh, takanori me ha hablado mucho de ti... te acabo de reconocer por el pelo mal teñido y el carácter de rotweiler. Eres realmente tan cascarrabias como te describió...-
Tan mal me veía takanori?? No, seguro que esta perra estaba deformando lo que decía de mí para alejarme de su noviecita, ni pensarlo!! No caería en el juego del marica...
-si, lo soy.- voltee a verlo seguro, que se tragara esa.
Para mi sorpresa, estaba sonriendo.
Iba a decir algo, cuando sentí ruidos tras de mí.
Takanori venia -ni idea de cómo- subiendo las escaleras con una bandeja con desayuno, dos vasos con té helado, una taza con café realmente caliente, y dos potes con galletas. Todo oscilando peligrosamente en su par de fragiluchos brazos.
Me apure instintivamente a pararme y ayudarlo, tome la bandeja y puse los dos tés y el café encima, aunque estaba bastante más pesado así, yo lo podía levantar sin problemas, y así evitábamos otro accidente del pequeño...
Que quedo mirándome agradecido sujetando solo los potes de galletas.
Entonces recordé, yo no lo iba a golpear??
Bueno, con los brazos así no podía...
Y menos si él me sonreía de esa manera.
Camine a su lado hacia la habitación de nuevo, el tipo castaño nos miraba desde la cama de takanori con complacencia, maldito maricon!! Me caía tan bien como una patada en las pelotas.
Deje caer algo del café caliente adrede en las piernas del maricon incapaz de servirse el desayuno solo, se quejo, mas no dijo nada, siendo que sabía que era apropósito.
El silencio reino de un momento a otro mientras yo me comía las galletitas que takanori había traído y su té helado. Realmente este niño sabia elegir que comprar y como prepararlo.
El tal "kiki" en cambio me miraba, quise hacerme el terminator, así que busque en el alguna debilidad, alguna falla, algún defecto que sacarle en cara.
Tenía el pelo castaño ondulado, caía a los lados de su cabeza y parecía un león, de una manera extraña se le veía bien.
Era pálido, bastante, tenía pequeños y punteados lunares cafés en su cuello y cara, pero ninguno de ellos era grosero o dejaba de ser mono.
Un suéter negro con medio cuello de tortuga, no dejaba ver casi nada de su fisionomía, pero se le notaba de buena contextura, musculoso pero no demasiado, y delgado.
Bastante esbelto, suponía que más alto que yo, pero estaba sentado.
Tenía un par de labios gruesos y bonitos, y su nariz era apenas un poco más gruesa de lo normal, no se salía de lo decente.
Tenía ese aspecto fresco y juvenil de los "veintitantos años" que daba a envidiar, y sus ojos...
Eran de un podrido celeste perfecto!!
El tipo era de odiar. Era realmente muy armonioso en cuanto a facciones y los tonos de su rostro y cabello, hasta los lunares combinaban!!
comía de una manera bastante educada también, cortaba con el cuchillo y el tenedor pequeños trozos de pan, a los que ponía huevo encima y se los llevaba a la boca, sin tener que abrirla demasiado, muy elegantemente.
Eran trozos tan pequeños que era ridículo!!
-y... que haces tú por aquí? takanori tenia clases en la tarde hoy.- AH, así que también sabia que takanori estaba faltando y no le decía nada?! Y takanori mas que urgido por su responsabilidad habitual, parecía encantado con su visita!
-me salte las clases.- dije con tono bravucón
-oh, eres el chico malo...- el tal kisaki era despierto, eh?
-ya, kiki, déjalo, no quiero peleas, estoy cansado...- era verdad, desde que lo vi en el jardín de su casa note que takanori tenía esa aura de malestar que suele acecharlo. Se llevo una mano a la frente y bajo la mirada- me duele la cabeza, voy por un paracetamol...- dijo antes de levantarse de súbito dejándome con la interrogante
Y sin dar más tiempo a comentarios salió caminando cada vez más rápido.
Quede anonado, que había sido eso? era como si llevara rato aguantándose y hubiese escapado de súbito...
Me gire a ver a "kiki".
Estaba con la cara seria, mirando fijamente el lugar por donde había desaparecido taka-chan.
Se quedo en silencio mientras su ceño se fruncía.
-ya sospechaba yo que si takanori no me dejaba solo era por algo...- dijo con desconfianza. -Akira-san- me hablo, su tono por primera vez maduro me hizo reaccionar mirándole de modo que comprendiera que le prestaba atención
-cuanto tiempo al día pasas con takanori?- pregunto interesado. Aunque no era de su incumbencia, me hizo pensar
-antes de que saliéramos de vacaciones, casi todo el día, el suele quedarse hasta tarde solo escuchando a las distintas bandas tocar o estudiando en los jardines, también en la biblioteca, pero siempre que salgo de el taller de jazz, que eso será a las 8 de la noche, takanori sigue ahí y a veces lo acompaño a casa...-
-ya veo...- kisaki había prestado atención a cada silaba.- comes con él?- pregunto, aunque el ambiente me estaba hartando, tenía una curiosidad por saber que pasaba ahí...
-a veces, cuando Shima y yo nos quedamos en la cafetería en vez de vagar. Shima es mi mejor amigo, siempre está atento de taka-chan.-
-que come?-
-taka-chan?- me agarro totalmente por sorpresa. Me puse a pensar...
Takanori, cuando comía takanori, que comía...
Luego de pensar unos segundos y recordar cuanto podía...
Me di cuenta de un detalle que me hizo palidecer de golpe.
Sentí literalmente como toda la sangre se me iba de la cabeza y del cuerpo. Pude sentir también cada célula de mi rostro enfriarse del pavor.
Buscando saber que era mentira, mire el pote de galletitas que el mismo takanori se había servido.
Horrorizado note, estaba lleno e intacto.
Busque el té que yo sabía que se había tomado, ¡lo había visto llevárselo a la boca!
Estaba en la mesa, no sé en qué momento lo dejo sin que lo viera. Estaba en la mesa de noche, lleno.
Con un hilo de voz respondí...
-no...No come.... takanori no come...- mis ojos se abrieron enormemente. Ahora comprendía tantas cosas!!
Pero como mierda no lo había notado antes?!
-ve por él. Yo no soy quien quiere ver ahora, si voy me rehuirá el tema.- me dijo serio el castaño en la cama
Palidecí aun más. Me dio vértigo. Que haría ahora?!
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"quieto, quieto..." mi pie no cesaba de moverse, era vergonzoso.
Llevaba casi diez minutos en esa habitación con la incertidumbre total y el sincope arriba, porque Yuu no salía? necesitaba de su ayuda urgente!!
En cualquier momento, en cualquier momento saldría la enfermera regordeta a decir "Takashima kouyou? esta aquí? le llaman..."
Mi ansiedad era demasiada.
Saque el celular de nuevo y revise mi mensaje a ver si se había mandado. Estaba con la hora marcada y todo, ya iba a ser la una y media y Yuu aun no daba luces de vida
"necesito tu ayuda, no me dejan pasar a la enfermería. Es urgente, ¿que hago?"
Y él me había respondido
"mi turno termina en poco. Espérame, hare que te llamen. Quédate en la sala de espera."
Valga la redundancia y vaya que sí, esperar! solo eso hacia!!
Dentro de poco llamaría a Akira, tal vez el ya había encontrado al pequeñín y yo aquí quebrándome los nervios por nada...
Y no podía dejar de mover la maldita pierna nerviosamente.
Levante la vista preocupado, casi me dio un paro del susto cuando lo vi.
Enfrente de mí, había un chico.
En qué momento había dejado de estar solo?!
Bueno, quizás estaba demasiado preocupado y ese desconocido era demasiado silencioso, si, de seguro era eso...
---------------------------------------------------------------- (ya no relata Shima)
Takashima dejo de prestar atención a su pie para concentrarse en aquel chico. Lo miro de arriba a abajo.
Tenía un rostro más bien bonito, las facciones femeninas, ojos bonitos, el pelo castaño oscuro y algo desordenado.
Leía tranquilamente un libro, se veía interesante.
Decidió que realmente le hacía competencia en cuanto que tan bello era.
Ahora mismo, le estaba tentando un poco a el también...
Entonces el objeto de sus cavilaciones se dio vuelta y le sorprendió mirándole. Shima volteo rápidamente sonrojándose y jugando con su pelo, nervioso. Fingió como que hacia cualquier otra cosa.
Entonces sintió la mirada del chico sobre si, insistente, perturbadora.
Comenzó a sentirse nervioso, y para evitarlo, encendió su switch de coqueteo.
Cruzo las piernas y se sentó de lado, sabía que esta posición lo hacía ver como un dios.
Por el rabillo del ojo mientras hacía que ojeaba una revista, miro al otro chico.
Descubrió que estaba imitando su posición. Alzo una ceja, que se creía?!
Saco su espejo de bolsillo y comenzó a hacer como que se veía en el. Imito los juegos más sexys que se le venían a la mente, que miraba de soslayo su reflejo, que mordía su labio, que lamia su labio inferior, que se arreglaba las mechas, todo para tentar al otro.
En el peor momento su espejo resbalo de su mano, justo cuando sentía sobre si la atenta mirada del otro.
Como era de lomo redondeado, giro hasta el centro del pasillo de espera, justo entre los dos.
Apurado se paró a recogerlo, mas apenas puso su mano sobre el frágil objeto, una mano tibia se poso sobre la suya, pálida, delicada y con las uñas pintadas de un perfecto negro como las de él.
Levanto el rostro y se topo cara a cara con el chico. El corazón se le disparo a mil por hora.
Quedaron mirándose las caras, sin saber que decir, ambos sonrojados.
Entonces alguien abrió la puerta.
-Shima...?- era Aoi, miro la escena extrañado. El nombrado se puso de pie de inmediato, mirando al pelinegro.
El castaño oscuro se puso también de pie y le extendió el espejo al otro.
-perdón, cuando se te cayo quise recogerlo para ti...- Shima hubiese quedado encantado con esas palabras de no ser porque noto algo extraño.
Algo extraño que le puso los pelos de punta.
-ERES MUJER?!- retrocedió impactado y se le cayó el espejo de las manos haciendo un ruido ensordecedor.
La chica/chico puso cara de enfado
-¡pero claro que soy...!- entonces su expresión cambio totalmente, abrió mucho los ojos y se llevo ambas manos a la boca- ¡¡ERES HOMBRE!!- le apunto después.
Ambos se miraban atónitos, Shima era incapaz de creer que "eso" era mujer, como no lo noto antes!! Y como mierda la chica le había visto a EL como mujer?!
-eehh....jejejeje- Aoi rio en la puerta visiblemente nervioso- me parece que aquí ha habido un error....-
-que horror!!- la chica estaba espantada- Yuu! ese travesti me dijo hombre!!- Aoi palideció (si con su tono de piel fuese posible...) y miro espantado como reaccionaria Shima
El castaño se demoro en darse cuenta de quién era el travesti del que hablaba la chica.
-¡¿¡QUE TRAVESTI!?! MARIMACHO!!- devolvió el insulto, Aoi ya veía que se agarraban de las mechas ahí mismo...
-porque no mejor pasamos??- dijo abriendo más grande la puerta de la sala de atenciones y interponiéndose en los dos.
Puso un brazo por sobre los hombros de cada uno y con ellos, avanzo dentro de la habitación.
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Me concentre únicamente en bajar las escaleras lo más rápido posible, sin caer, pues el piso se movía y todo daba vueltas a mí alrededor.
A este paso hasta el imbécil de Akira podría darse cuenta de que no todo va de maravilla...
Solo debo aguantar hasta que termine el día y ambos se vayan.
Me sujeto a la baranda de madera con fuerza, bajo otro pie y siento que al tiempo que mi peso cae sobre mí mismo, todo a mi alrededor da el mismo sacudón.
Enfoco la vista, debo llegar al botiquín.
Entonces siento mi saliva cada vez mas liquida, de la nada empiezo a salivar muchísimo, y cae de mis labios por mi barbilla...
Esto va mal. Muy mal.
Trato de limpiarme con la manga del polerón, pero en cuanto suelto la baranda para ello caigo al piso...
Y de pronto todo esta negro.
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La rubia entro a los vestidores, de inmediato todas las ahí presentes le miraron asustadas, tenía los ojos rojos, el maquillaje corrido y el rostro bañado en lagrimas. Todas dejaron lo que hacían para mirarle atónitas.
-chi...cas....- dijo la joven entre hipidos
-oh, cariño...- dijo Miko, una de las ahí presentes
Todas se acercaron a rodearla y entre todas la sentaron en las bancas junto a ellas.
-cuéntanos que paso...- dijo momoko, una chiquita encantadora con un rostro adorable, el pelo negro corto y liso recogido en dos coletas, ella entera a pesar de tener la misma edad relativa del resto del grupo, destacaba porque parecía una niña y no una chica de 16 años.
-a-aki...Akira!!- dijo esta vez rompiendo a sollozar con fuerza la que llegaba, largándose a llorar a gritos luego.
-rompió...contigo?- aventuro Airi, otra de las del grupo mientras miraba cómplicemente a Miyabi, su mejor amiga que le frotaba la espalda tratando de consolarla. Ambas le tenían ganas a Akira, mas nunca lo habían dicho fuera de ellas.
Cuando todas la oyeron llorar aun más fuerte a la otra supieron que el comentario de la castaña era acertado. Miko rodo los ojos hastiándose de la escena, a pesar de ser la segunda al mando del equipo de porristas y amiga jurada de Paris, al igual que a todas las otras porristas, su salud emocional realmente le llevaba y le traía.
De hecho, dentro del mismo grupo de porristas, era casi la única que no se había comido a Akira aun, dentro o fuera del noviazgo de la primera de las cheerleaders con el mariscal de las hyenas.
Aun así, Paris seguía siendo la líder de las porristas y para ella era un mal necesario el estar a su sombra.
Luego de consolar a la rubia un buen rato, y recalcarle hasta el cansancio que ella seguía siendo bonita y popular aun sin Akira (porque entre todas las cheerleaders era pocas las que no morían de bulimia si no le decían periódicamente lo bonita que era, y ella por suerte no estaba entre ellas.) fue inevitable que surgiera el comentario que desencadeno el posterior caos.
-yo...- Paris pauso para sollozar hondamente mientras sacaba otro pañuelo de la caja que ruru le sostenía- yo no puedo seguir aquí sin Akira!! ¿Tienen idea de lo humillante que sería verlo cada día por los pasillos? se burlarían de mi por siempre!- todas se miraron en silencio preocupadas por aquello, algunas con cara de horror incluso.
-Pero no puedes dejar la escuela!- grito Airi sin creerlo, escandalizada
-no entienden?! Akira nunca me quiso por lo que era!- lloro la rubia. Miko estaba furibunda, odiaba a las personas como ella. Perdió los cabales como era típico en sí.
- ¡¿ y quién va a querer a una pe...- calló justo a tiempo para evitar una imprudencia-una.. Persona tan bella como tu...siendo tan tonto Akira, eh?- arreglo la frase como pudo, y para su suerte, la chica no lo noto.
- si ya se lo bella que soy, soy hermosa, además soy lista y popular ¡¿porque entonces Akira no me quiere?! El no me merece siquiera!! No es más que un imbécil!- se largo a llorar aun mas fuerte. A Miko comenzaba a dolerle la cabeza, y conociéndose a sí misma, si no solucionaban pronto eso o salía de ahí acabaría golpeando en la cabeza a la chica con el extintor más cercano hasta que se callara.
-ves?- fingió la mejor sonrisa que pudo- es un completo tarado. ¿Porque no mejor olvidamos todo y seguimos adelante?- dejo caer sus rizos castaños por el hombro de la rubia mientras decía aquellas palabras dulcemente en su oído, haciendo uso de toda su empatía femenina para tratar de llegar a ella mas rápido.
-tienes razón, Miko- dijo decidida la rubia
-,e alegra que hayas entrado en razón...- por un momento, Miko se sintió a salvo.
-definitivamente, este es mi ultimo día en esta escuela.- sentencio la "victima".
A la pobre castaña le temblaron las piernas mientras los colores huían de su rostro.
------------fin racconto------------------
-y ese es mi dilema existencial....- finalizo la castaña antes de suspirar cansada y tirar algo más de migas de su pan a los patos que nadaban en la laguna bajo ellas.- como ves, estoy acabada como porrista, y no soy buena en nada mas.- con aire de resignación se apoyo en la barandilla de manera del puente sobre el que estaban, mirando derrotada a los animales comer y flotar.
-wow, wow, ¿como que no sirves para nada mas?-dijo Omi, que hasta el momento había estado escuchando serenamente el relato de la chica desde que la encontrara con cara de suicidio sentada en las bandas del gimnasio abrazando su uniforme de porrista. Entonces la había invitado a caminar juntas a casa, llevándola a la laguna de patos para dejar que se desahogue.
-es ridículo que digas eso, no?- continuo mirando a la otra chica dar más migajas a los patos- no sé si lo olvidaste, pero estas en una escuela de música en la que en promedio solo entra uno de 25 alumnos que postulan.- le recordó.
-tocar guitarra no creo que pague una universidad.-
-si mal no leí, eres la más avanzada de los novatos, y maldita sea, perdón que lo diga así, ¡¡pero solo llevas un puto año!!- aquella humildad de la chica, manchada de baja autoestima le enfermaba realmente.- además, ¿cómo ser porrista si podría ayudarte con la universidad?- esa parte no la comprendía del todo
-son las becas escolares para deportistas. Hay un concurso a fin de año para el que estábamos entrenando, ¡el solo llegar a las finales significa más del 50% de beca para la carrera que elijas! de verdad la necesitaba, pero ahora está todo perdido...- se echó sobre la barandilla, Omi le acaricio sus rizos castaños comprensiva.
Aquello era una peculiaridad de la escuela a la que asistían.
Debía ser una de las pocas escuelas particulares a las que no se entraba por el dinero sino por el talento.
Podías ser un mendigo de la calle, pero si demostrabas tener futuro académico, era suficiente para estar dentro.
Por esa razón había de todas las variedades, desde los herederos millonarios como maya hasta chicos con realmente escasas oportunidades económicas. Pero si algo tenía en común todos era el amor por la música.
-¿y no hay forma de convencer a Paris de que se quede?- intentó encender alguna esperanza con su comentario.
-ahora ella ya está en el Windsor school. Se fue antes de las vacaciones de primaveras.... justo la semana antes de que saliéramos. Ella puede pagarse un colegio privado, para ella es fácil.- Omi sintió haber sacado el comentario, de cierto modo sentía que había herido los sentimientos de la chica sin intención.
Busco alguna manera de evitar que la castaña perdiera las esperanzas..
-pero oh, vamos ¿tu no eres la segunda al mando? puedes hacerte cargo sola! ¡Las cheerleaders de la PSC no tiene porque disolverse!- fue lo más enérgica posible al decirlo.
-No entiendes, cierto?- la mirada fría de la castaña le dio a entender de inmediato que había metido la pata de nuevo.- las cheerleaders PSC ya no existen. Se disolvieron en cuando Paris deserto. ¡No somos nada sin Paris! ella elegía las canciones, remixeaba los tracks que usábamos, se encargaba de los ensayos, hacia las coreografías, ¡Paris era las cheerleaders!- volvió a lanzar migas un tanto violentas a los patos-pero ya nada de eso existe. Las cheerleaders se fueron así como Paris, así como mi futuro.-
-no me gusta tu actitud.-sentencio la pelinegra dejando los cabellos de la castaña para voltearse y apoyar los codos en la barandilla.- no soy buena dando consejos y no tengo casi nada de tacto. Pero puedo decirte por experiencia que esa no es manera de enfrentar los problemas, en vez de estar aquí lamentando tus desgracias, deberías estar pensando en que hacer al respecto con tu problema.- dijo seria mirando al cielo.
-y que quieres que haga? ¿Un nuevo y supercool club que pueda entrar al concurso?- dijo marcando el sarcasmo.
-sabes...? no estaría nada mal.- la castaña pudo advertir el cambio de tono de la pelinegra por uno bastante más suspicaz.
Se incorporo en la baranda mirando interrogante a la pelinegra que seguía con la vista perdida en las nubes.
-explícate.- exigió.
-no creo que convencer a las otras chicas de hacer un nuevo club sea tan difícil como crees, puedo apostar a que están todas en una posición parecida a la tuya, con lo talentosas que son. Y yo estoy absolutamente segura de que tú puedes crear coreografías. Si quieres yo podría ayudarte a sincronizar a las chicas, mi madre fue porrista también cuando estaba en la escuela, lo llevo en la sangre.- se golpeo el pecho con el puño poco femeninamente, al tiempo que contrariamente guiñaba un ojo a la castaña.-y más importante aún, una chica de mi curso, es amiga de mi amigo, ella es bailarina de break.-
-break?- dijo Miko con un gesto de desagrado- sabes siquiera que hacen las porristas?-
-no break dance, estoy segura.- respondió Omi- el punto es, que ella además de ser talentosa en todo y ser una diosa de lo bella que es ¡es DJ! puede remixear lo que sea, y tengo un amigo, maya, que también le hace...-
-maya es el chico extraño que hizo la fiesta a la que fue casi toda la escuela, no?-
-el mismo.-
-el es medio raro...-
-pero piensa, que queda si juntamos todo?- le busco la respuesta Omi.
A Miko se le ilumino el rostro- significaría que...- su tono estaba bañado de alegría
-tienes a todo un club de bailarinas en marcha!- anticipo la respuesta Omi.
Miko miro a la pelinegra radiante unos segundos, mas luego su sonrisa desapareció súbitamente, devolviendo la mueca de derrota anterior.
-pero, no, sería imposible tenerlas listas antes de fin de año... ¡quedan 5 meses!-volvió a echarse en el barandal a mirar a los patos nadar entre los lotos, entonces un par de delgados brazos y una tibia respiración en su mejilla acompañados de un tibio calor invadiendo su cuerpo le esparcieron un escalofrío por la espalda.
-piénsalo, date solo un momento para pensarlo, preciosa.-escucho que susurraban a su oído, sintió como su corazón comenzaba un ritmo loco y nervioso, a la par que sus ojos se cerraban sin que ella lo notase siquiera.-¿que...tienes...que...perder...?- susurro lentamente la cálida voz, al tiempo que el agarre en su cintura se ceñía mas.
Luego de un par de deliciosas fracciones de segundo el calor de su cuerpo le fue arrebatado de golpe, y abrió los ojos sobresaltada, escucho la madera del puente crujir tras ella y al voltear vio a Omi sonriente, al borde del camino, de pie con su bolso al hombro.
-prométeme que lo pensaras.-le pidió.
-yo... s-si!- tartamudeo nerviosa la castaña sintiendo sus mejillas arder.
-y por favor- Miko puso toda su intención en las palabras que diría la chica- no vuelvas a sobrealimentar a así a esos pobres animales, ellos no tienen la culpa. ¡Hasta luego!- al principio la chica no entendió el comentario, mas luego al escuchar a un pato hacer un sonido más de gato y ver los movimientos igual de extraños que hacía con su cuello, entendió consternada que lo que tenia atravesado era el pan entero que ella había dejado caer cuando Omi le había abrazado por detrás sorprendiéndola. Ahora la pobre ave se estaba atragantando por su descuido.
Trato de voltear para comentar algo con la pelinegra, pero solo dio con el sendero vacio.
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