Se había levantado de golpe apenas el miedo le agarrotase la espalda.
Maldita sea Takanori, era un condenado anoréxico ¡¡y nadie se había dado cuenta!! ¡¡Nadie se preocupaba por él!! ¿¿Pero cómo él no lo había notado ni Shima tampoco, si pasaban casi todos los días juntos??
Cruzo el pasillo en fracciones de segundo, más al asomarse a la escalera, fue la imagen de Takanori tambaleándose a punto de caer lo que le hizo activar su instinto atlético para recibir justo a tiempo el cuerpo de Takanori en sus brazos.
Horror. Eso es lo que sintió en ese momento.
Takanori estaba viviendo solo en esa casa, era delicado de salud, no se alimentaba bien y era propenso a ataques de todo tipo, por no mencionar su imán para meterse en problemas.
Y si él no hubiese estado ahí, en ese momento, es probable que el pequeño rubio hubiese caído por las escaleras a altura que estaba y capaz hasta se rompía la cabeza de nuevo y nadie se enteraría.
Lo había subestimado, lo había visto todo siendo tan ciego...
Estrecho más el pequeño cuerpo contra si, conmovido.
Lo había engañado totalmente, Takanori realmente era un mentiroso perfecto. Siempre actuando tan confiado, siempre haciendo gala de su autosuficiencia. Siempre pareciendo fuerte…aun cuando estaba incapaz de levantarse de debilidad.
Y él lo creía todo. …l veía a un Takanori que se valía para si mismo y se abastecía solo, un Takanori que desde siempre había sido un adulto.
¡¡Pero la puta madre, el niño era menor que él!!
…l mismo era incapaz siquiera de cocinarse, ni hablar de encargarse de una casa ¡¡nadie antes de los 18 o 20 incluso!!
Una lagrima rebelde salio de su ojo, mas la seco de inmediato mientras hundía el rostro en el cabello del pequeño. Odiaba verse así de vulnerable, pero el darse cuenta de todo eso de golpe…había bajado la guardia.
– Akira...- escucho la débil voz del chico. Estaba conciente.
Levanto su cuerpo con poca dificultad, termino de bajar los escalones y lo deposito sobre el sillón de la sala. El rubio lo miro con ojos somnolientos.
– ¿Me caí?- pregunto.
– No, de suerte te alcance a detener-. Dijo serio. No sabía como abordar el tema.
– Oh, bueno, yo iba por un analgésico... –trato de levantarse, pero Akira de un solo empujón lo boto sobre el sillón nuevamente. Takanori estaba débil como un palillo-. ¡Hey! –se quejo.
– No, tú ibas por algo de comer. Te are sopa. Tu te quedas aquí y pobre de ti que te muevas, ¿me oíste?
– Pero Kiki...- a Akira le dio rabia el sólo escuchar ese nombre, ¿¿cómo mierda el tal Kiki lo notaba y no hacia nada por ayudar?? ¿¿cómo Takanori aun en su estado podía seguir preocupándose por semejante bastardo??
– Kiki y una mierda, aquí te quedas o te muelo a golpes Matsumoto-. Por la cara de pánico del rubio supo que su amenaza había surtido efecto y se fue tranquilo a la cocina luego de prenderle la tele de plasma y darle el control.
– Akira- dijo el rubio para llamar su atención, antes de que desapareciera completamente por la puerta.
El rubio desteñido se giro mirándole dudoso y enojado aun. Takanori trato de hablar suavemente para no enojarlo más.
– ¿Qué?- dijo cortante
– Me dio un bajón de presión... necesito azúcar. Hay dulces en un frasco con forma de vaca en la cocina-. Cuando termino la frase escruto el rostro del otro en busca de alguna reacción o sentimiento que quedara por deducir. Más no hallo casi nada.
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– ¡¡No, no me voy a disculpar, Yuu!! ¡¡Me dijo travesti!!-
– Y tú le dijiste marimacho...-
– ¡¡Pero no parezco mujer!! Y tengo razón ¡¡Mírala!! ¡¡De verdad creí que era hombre!!-
– Shima deja de decir eso...-
– ¡¡ella me dijo travesti!!-
El pelinegro, de pie entre las dos blancas camas de hospital en las que tenia sentados a cada uno de los "huéspedes conflictivos" miraba a Shima acusadoramente. ¿Cómo no lo notaba?
– Shima, no puedes decirle así a las personas...-
– ¡¡pero ella también me dijo eso!! ¿¿Crees qué no me importo??-
– Shima...-
– ¡¡Recibo por lo menos tres confesiones de chicas a la semana!! ¡¡¿Cómo no voy a parecer hombre?!! ¡¡Yo no soy gay!!-
– Shima...-
– Además que nunca...-
– Shima-kun -callo de golpe al oír la voz grave de la chica-. Lo siento, no fue mi intención... debo haberme confundido-. Se disculpo humilde y sinceramente.
– ¡¡Y vaya que te confundiste!! No puedo creer que alguien...- la mirada penetrante y fría del pelinegro lo hizo callar de golpe.
Se digno por vez primera a mirar a la chica que estaba directamente frente a si, sentada.
Tenia la mirada triste, estaba dolida y se le notaba en todo el semblante. Lo más seguro al parecer de Shima en ese momento, es que ya le hubiesen confundido con un hombre antes... y aunque el tenia un ego lo suficientemente grande como para no salir ofendido, ella parecía bastante sensible y desanimada por ello...
Miro a Yuu, aun cuando le miraba de esa manera acusadora no dejaba de ser bello, y tenia un toque cómico con su bata de doctor y el estetoscopio al cuello, su piel pálida se confundía con la bata y eso daba algo de humor negro al hecho de que fuera tan blanco.
Mas la mirada persistía, y aun cuando su orgullo seguía ofendido, tenía que aceptar que él también había cometido un error.
– Yo tampoco debí decirte todo eso-. Dijo lo más sincero que pudo. Sabia, al tratar con sus hermanas, lo sensibles que eran las mujeres, y que si estas no se sentían aceptadas todo el tiempo, fácilmente se deprimían-. Fue un error tonto de mi parte ¿Lo dejamos en el pasado?- le tendió la mano, la chica luego de mirarle tímidamente un rato, salio de su coraza y le tomo la mano.
Yuu sonrió complacido, era bueno sentir paz al menos cuando estaba de turno en la enfermería, pero a la vez olvidaba...
– ¡ah!, Jyou, ¡casi se me va! ¿Vienes por Omi, no?- había olvidado el detalle con tanto griterío.
– Si, ando buscando a Omi... esa chica es tan escurridiza- dijo recelosa
– Si, bueno, veras....- dijo nervioso el pelinegro, Shima solo le miro curioso desde abajo.
–... ¿me estas diciendo qué...?- la chica había deducido algo a través del comportamiento del pelinegro, mas el castaño no adivinaba que podía ser...
– Lamentablemente, si, es muy escurridiza...- dijo Aoi con una media sonrisa compadeciendo a la pobre chica
– ¡Esa PERRA!- dijo furiosa la chica. Shima dejo dilatar un poco su expresión al escuchar esa entonación (y su correspondiente palabra) mas no dijo nada.
– Se fue hace solo unos minutos, aun puedes alcanzarla...- alcanzo a gritar a la puerta el pelinegro antes de que la chica saliera disparada por la puerta.
Luego de ese extraño suceso al que Shima le resto toda importancia, recordó porque estaba ahí, el impulso lo obligo a pararse de golpe.
– ¡Yuu!- dijo al levantarse, sobresaltando al moreno. Mas por levantarse así de brusco, tropezó con sus pies y se fue encima de el.
El pelinegro alcanzo a sujetarlo con los brazos y logro estabilizar al castaño.
– Wow, con calma Shima...- menciono divertido el pelinegro - ¿Qué pasa?-
El castaño hizo lo posible por ignorar su inconformidad tanto como el pensamiento de "¿no podría haberme sujetado con un abrazo?", así como suprimió la tibieza que sentía cuando Yuu le mimaba con esa atención tan calida.
– Es Takanori-. Dijo de inmediato, evadiendo la tierna mirada del otro y dirigiendo sus ojos al ventanal-. ¿No ha estado por aquí? no aparece desde hace tres semanas, nadie sabe nada, me da miedo que este en el hospital- acabo cruzado de brazos mirando el campus que se extendía mas allá de los pabellones de música.-me preguntaba si me podías ayudar a encontrar su historial medico-. Dijo secamente sin querer voltear.
El pelinegro le miro a sus espaldas con una expresión que mezclaba la preocupación, la sorpresa y el dolor. ¿A qué se había debido ese cambio tan brusco en el castaño?
Miro bastante sentido al más alto. Su espalda, sus brazos cruzados firmemente y su cabello caer lisamente por sus hombros, todo era delineado finamente a contraluz por el potente sol de media tarde, dándole un toque dramático a su posición mientras veía por la ventana.
"Negación" pensó de inmediato el pelinegro "es la posición de negación mas clara que he visto jamás."
---------------flashback------------------------
– ¿Qué lees, Taka-chan?- pregunto animada Omi mientras buscaba el termómetro para medirle de nuevo la temperatura al pequeño.
Había estado ahí desde hace media hora, fastidiado porque su incesante salud débil le había sacado de clases otra vez.
Yuu volteo de los papeles que revisaba a mirarle, vio como mostraba la tapa de su libro a la chica con una sonrisa en los labios
"Psicoanalogía avanzada. Tomo II" rezaba el titulo con letras doradas.
Ah, así que había otro futuro medico en la sala, ¿eh...?
– Sabes que la psicoanalogía esta muerta, ¿no?- dijo Yuu algo ofendido por la situación, yéndose a sentar a una silla al lado de la cama del rubio, cruzando las manos entre si y apoyándolas en su regazo.
– ¿Quien te dijo eso?- la pelinegra miro de mala manera a su compañero de turno, dándole a entender que había sido muy descortés con el paciente.
– No es nada omi-san, tiene razón. La declararon una ciencia muerta el año antepasado.- dijo despreocupado Takanori, espantando mosquitos invisibles con su pálida mano.
– Oh...- dijo la chica sintiéndose ignorante, era una sensación que definitivamente no acostumbraba.- ¿y por qué lees eso entonces?-
– Porque si bien es cierto que hubieron bastantes errores previsibles en la psicoanalogía y su desarrollo como ciencia, también hubieron muchos aciertos.- dijo tranquilo. Podías ver en la cara de la chica como se deleitaba escuchando un léxico tan amplio de una persona tan pequeña, mas en Aoi solo surgió la reacción contraria, sintiendo su supremacía como la persona con mayores conocimientos médicos en la sala en peligro.
– No puedes probar nada con la psicoanalogía, es inútil.- dijo cortante el pelinegro, enderezando su espalda en el respaldo y cruzando los brazos firmemente.
– No es que pueda probar nada, pero en algunos casos es muy útil-. Sonrío autosuficiente el chico, a Yuu no le gusto ni una pizca su actitud. Si bien ya se había dado cuenta de que a Takanori no le gustaba en realidad Shima hace varios meses, y que lo había hecho sólo para sacarle esa confusión de palabras que lo llevo a tardes enteras de posterior reflexión, aun no era capaz de verle con ojos de confianza.
– ¿Si?- dijo hipócritamente, tanto como su educación le permitió.
– Si-. Dijo el rubio- Como ahora, te pediría que te calmes, no soy rival para ti, no aun.- dijo serio el chico, el pelinegro suprimió del todo su expresión de asombro, dejándose sorprender solo interiormente. Takanori era una persona peligrosamente inteligente.
-Ya veo, has estado psicoanalizándonos todo este rato, ¿no taka-chan?- sonrió la chica
-Más a Yuu que a ti, él esta más tenso, y mi curiosidad se activa sola...- el rubio bromeo y sonrió a la chica.
-Explícate- pidió el pelinegro desde la silla, tratando de adoptar alguna posición que no delatara nada de si.
-Al principio cuando oíste hablar a Omi, frunciste el seño, esa fue mi primera señal. Luego dejaste lo que hacías y viniste a sentarte ahí –dirigiendo su mirada donde estaba-, cruzaste las manos sobre tu regazo y me prestaste toda tu atención, esa es la posición de la autoridad.-
- ¿Manos cruzadas sobre el regazo y el tomar mucha atención?- dijo Omi curiosa
- Exacto, eso se produce por el deseo de ser superior a todo aquel que se mantenga al rededor de individuo, presta atención para medir sus capacidades y cruza las manos sobre si mismo para no poder distraerse, usándolas en cualquier cosa. También las cruza para sentir que esta en dominio de si mismo y que es capaz de medirse a si mismo tanto como al resto-.
- Realmente lees mucho, ¿no taka-chan?- dijo Omi simpática.
- Dime mas- pidió Aoi
- Bueno... luego cruzaste tus brazos y te pusiste así.- Takanori imito al pelinegro irguiéndose completamente y cruzando los brazos- a esta se le llama la posición de la negación, y es tan absoluta como universal. De inmediato supuse que me estabas viendo como tu rival, y créeme, no tuve intención alguna de...-
----------------------fin del flashback----------------
Negación.
Negación por donde mirases, la negación de Shima era absoluta.
¿Pero qué estaba negando?
El pelinegro en los breves momentos que su razonamiento y su recuerdo duraron en su memoria, noto el silencio del chico.
Avanzo hasta apoyarse en el marco del ventanal por el cual el chico miraba, cruzando los brazos de la misma manera pero con el cuerpo más suelto, y mirando fijamente su rostro.
- ¿Pasa algo?- trato de ser autoritario al preguntar aquello al menor, pudo notar como la intensa luz que se filtraba por la ventana remarcaba la expresión de enojo que acompañaba las facciones del chico. Definitivamente, lo que tenía enfrente era un ejemplar perfecto de negación. Uno muy bello por lo demás.
- Estoy preocupado por Taka-chan.- respondió de inmediato el castaño, mirándole fijo a los ojos para tratar de ser creíble.
Yuu le miro con decepción. Había elegido una buena excusa, más esa no era la verdad, algo sucedía con "su chico" como decía de cariño a Shima y al resto de sus estudiantes.
-Busquemos ese expediente entonces...- dijo resignado el pelinegro para incorporarse en el marco y caminar hasta el notebook de la enfermería.
Paso al lado del castaño tratando de no seguir analizándolo. Le estaba hiriendo esa manera de ser.
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Asomo la cabeza por la puerta una vez más, asegurándose de que el rubio pequeño estaba bien tapado con la manta que le había puesto y había hecho desaparecer al menos la mitad de los dulces que le había llevado, cuyos papeles ahora yacían en la mesita de centro junto con el control remoto.
"Animal planet..." pensó mirando la pantalla al igual que el chico "...que marica." volvió a adentrarse en la cocina antes de que el pequeño notase que estaba vigilando que hiciera todo lo que él decía.
"Sopa. Si, seguro." Abrió por enésima vez los cajones, se fijo en todos los platos, ninguna tenia sopa adentro.
"normalmente cuando llego la naturaleza ya ha hecho lo suyo y el plato esta lleno con sopa..." pensó para si "a decir verdad, nunca me había preguntado quien la hacia, mucho menos como."
Torció el gesto, eso era algo que definitivamente tenía que remediar.
Abrió el refrigerador y encontró carne
- ¿de pollo, no...?- murmuro para si en voz baja y saco el pollo completo.
Lo dejo caer sobre la mesa y la carne al golpearse hizo un ruido realmente asqueroso. Pensó qué podía hacer con eso.
"esta algo grande..." medito para si y busco un cuchillo. Volvió a mirar el pollo crudo en la mesa sin saber por donde cortar.
"¿de verdad comemos esto así de asqueroso?" sintió como las fibras de carne muerta del animal cedían hasta el filoso paso del cuchillo. Era algo asqueroso y muy morboso "seguro así se sienten los asesinos" trato de analizar ese sentimiento, realmente… ¿no les carcomía la conciencia?
Por suerte esto era solo un pollo.
Acabo desfibrando casi todo y logro separar casi toda la pechuga, quedando desconcertado al no saber de donde más sacar carne.
Decidió que con lo poco molido que llevaba estaba bien.
Se lavo las manos, no porque tuviera sangre, sino que el olor a animal muerto y congelado lo estaba matando, y no quería intensificarlo, acomodándose a cada rato la bandita de la nariz.
Tomo la carne entre sus manos
- ¡OH! ¡¡QU… ASCO!!- exclamo con una mueca que acompañaba a las palabras mientras tanteaba horrorizado algo de sangre que había caído a su camisa y el agua-sangre que corría por sus manos hasta perderse en riachuelos a la altura de los codos cuando trato de levantar el moladillo que tenia para llevarlo al lavaplatos.
Logro tirarlo al lavaplatos y de nuevo el sonido de carne siendo golpeada le lleno los sentidos, se sentía tan asesino en ese momento.
Entonces se dio cuenta de que la mitad del pollo semi-molido que había logrado sacar del pollo entero ahora mutilado, estaba esparcido por el piso, y la otra mitad estaba en el lavaplatos. Se llevo ambas manos a la cabeza pensando desesperado que hacer.
Recogió como pudo los pedazos de carne del piso, sintiendo con asco como estaban fríos y su textura; blanda y asquerosa.
Los echo todos dentro del lavaplatos mezclándolos, genial. Ahora no sabia cuales estaban sucios y cuales limpios.
Incluso uno tenia algo de tierra pegada, ¿qué haría?
Miro a su alrededor buscando respuestas.
Ahí estaba la lava lozas, ¿cómo no se le había ocurrido?
¡¡Pero la lava lozas no será suficiente!! Necesitaba cloro.
Busco en los cajones hasta que al abrir una alacena y lo encontró entre los artículos del limpieza. Puso una buena (exagerada) cantidad de clorogel en una esponja amarilla y empezó a limpiar la carne con ambas manos, untándola con cloro y restregándola luego.
Estaba casi terminando cuando....
"¿Se puede comer si tiene cloro...?" una vocecita en su cabeza que tenia el escalofriante tono de Takanori le respondió:
"No."
Miro horrorizado el lavaplatos. Parecía que habían mutilado a alguien, había espuma roja de sangre y sangre salpicada alrededor, pedazos de carne grotescamente puestos, era una escena horrible.
-¡¡Aaaaah!!- se asqueo totalmente y se rindió en cuanto a ello. Se volvió a lavar las manos y salio de la cocina disparado hacia la puerta. Necesitaba salir de ahí.
--------Takanori-------------
De pronto Akira salio como loco de la cocina, no alcance a mirar cuando ya había desaparecido por el pasillo, luego oí la puerta. Supuse que se había ido.
Me reí un buen rato y seguí mirando la tele, aun no me quería enfrentar con el desastre que seguro había dejado en la cocina.
Volví a prestar atención a la TV, Prison Break era de mis programas favoritos, y de aquí no me movía hasta que terminara.
A decir verdad me daba algo de curiosidad que cagaso se había mandado Akira para correr de esa manera, ya llevaba rato escuchando ruidos extraños y expresiones medias tránsfugas, pero no quise meterme en eso. Prison Break es sagrado.
¿Que estaría haciendo Kiki arriba? dejarlo solo es siempre una mala experiencia. Por la reacción de Akira estoy seguro de que Kisaki le contó todo. Por eso no lo quería dejar a solas con esa iguana tonta... ya era obvio que lo había notado, ese maldito aniñado no es para nada tonto.
Y es de esperarse que supiera, solo esta quedándose conmigo desde anteayer y ya ha registrado todos mis actos.
Desde siempre supe que Kisaki tenía una memoria visual de envidiar.
Aaaaagh y a lo peor ahora por su culpa, Akira podría no querer quitarme el ojo de encima y tendría que empezar a comer... como odio esa sensación de cosas pasando por mi garganta, las nauseas instantáneas que me provoca y la posterior sensación de pesadez al moverse mientras se demora en digerir.
Definitivamente, comer es algo muy poco útil y vagamente necesario. Claro, siempre y cuando no se trate de dulces.
Hablando de eso, quiero fresas... deben estar en el refrigerador...
¡¡Pero podrían volver en cualquier momento!! Conociendo FOX, justo cuando te levantas a tomar algo tu serie vuelve y te pierdes lo momentos cruciales, que odiosos son....
Bueno, puedo aguantarme otro rato.
Mas, no deja de impresionarme, ¿¿cómo lo hizo Kisaki para darse cuenta??
Soy siempre muy cuidadoso cuando como, o hago que como, vigilo que mientras me miren los pedazos de comida rocen mi boca, y para la mayoría eso es suficiente para convencer a sus subconscientes de que he estado comiendo todo el rato mientras les hablo, el mover las manos mucho y distraerlos siempre es útil.
Kiki debe haber sacado la inteligencia de esa mujer...
¡¡Ah!! ¡¡Ya empezó Prison Break!!
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- Dios nos libre...- murmuro con los ojos abiertos de par en par frente a la pantalla. Shima no entendía nada, en parte porque no quería estar muy cerca del "medico" para leer el expediente y parte porque cada palabra que leía no tenia ningún sentido para el.
-¿Qué?- se atrevió a preguntar
-Takanori tiene de TODO, nunca había visto tantas enfermedades diferentes en una misma persona....-
-¿Eh? ¿Cómo es eso?- se sintió un poco tonto por no entender
-Con todo me refiero...a que este chico ha pasado desde los mareos de viaje hasta Anginas. Es más, es Arrítmico.- volteo a ver alarmado al chico, topándose con su cara fastidiada.- Oh, claro...- se disculpo - la arritmia, de tipo juvenil como la que tiene Takanori, generalmente es una enfermedad de tipo hereditario, lo mas probable es que su abuela o alguien por el estilo fueran arrítmicos. La arritmia es básicamente que tu corazón, por razones que pueden ser múltiples, late o más rápido o más lento de lo común, y se entorpece fácilmente.-
- ¿Cómo qué se entorpece?- las palabras de Yuu le estaban ayudando solo a preocuparse más.
- A ratos... deja de latir.- dijo mirando con preocupación los cambios de expresión del castaño, sabia que decir esas cosas era algo desagradable y preocupante para los dos.
- ¡¿C”MO?!- Shima se abalanzó al notebook haciendo al pelinegro a un lado, y pinchando el nombre "arritmia" para una descripción. Entendió bastante menos de lo que Yuu le había dicho.
- Son lapsos los suficientemente cortos para no matarlo ni llegar a un infarto, pero ese es el problema de la arritmia juvenil, es aun mas oscilante que la arritmia adulta....-
- Me estas diciendo.... me dices que: ¿Taka podría morir en cualquier momento, sólo por qué su corazón dejo de latir? ¿Así? ¿Sin avisos ni nada?- Yuu trato de eliminar todas las explicaciones que le iba a dar de las diferentes causas pues no entendería ninguna. Trato de hablar sin usar lenguaje medico en lo absoluto.
-Si. El corazón de Takanori no tiene un ritmo estable.-
-pero eso es...-
-Lo sé. Por suerte, me parece que esta siguiendo un tratamiento, varias veces le he dado pases para salir de clases e ir al baño a tomar sus medicamentos, me había pedido que no se lo dijera a nadie, pero...-
- ¿¿y tu le haces caso??-
- ¿ves qué le haga caso?- el pelinegro pudo sentir como la tensión estaba subiendo cada vez más entre ellos, ¿qué rayos le pasaba a Shima hoy?
Se quedaron en silencio otro rato.
-¿y angina? ¿Qué es eso?- tampoco había comprendido esa palabra
-Es un dolor... cuando no llega suficiente sangre a tu corazón, este tiene que esforzarse cada vez más, y transmite dolor para en cierto modo "quejarse"- explico el pelinegro acercándose dos pasos al castaño, quien alcanzo a retroceder torpemente solo uno antes de que Yuu tuviese ambas manos en su pecho.-tu corazón esta aquí.- Shima miro con pánico el dedo índice de Yuu marcar su costado izquierdo, mientras rogaba al cielo que no se diera cuenta de lo fuerte que latía, que estaba que se salía de su cuerpo por falta de espacio para latir, podría escucharlo, podía ver incluso como se levantaba para palpitar, ¡¡podía jurar que su polera marcaba un bulto al copas de su corazón!! Cerró los ojos fuertemente.
-Cuando la angina comienza el dolor se enfoca en toda esta zona...- Yuu puso ambas manos cubriendo su pectoral izquierdo, Shima quería alejarse corriendo para evitar todo eso...- luego, se extiende por el hombro y después por todo el brazo izquierdo.- marco cuidadosamente el camino con sus dedos - también por aquí...- la otra mano que mantenía en el pecho de Shima bajo un poco, pero solo llego a su estomago. …l castaño retrocedió de golpe.
-¿Hay recomendaciones que me puedas dar para evitar accidentes?- pregunto Shima tratando de ser mas suave. El que quisiera evitar a toda costa otro acercamiento al moreno no significaba tener que tratarlo mal también.
-bueno... es hemofílico de otoño e invierno, en otoño e invierno va a sangrar muy fácilmente. encima con la arritmia su sangre saldrá mas rápido de lo normal, y si no cura cualquier corte o sangrado, aunque sea hemorragia de nariz, a los pocos minutos, podríamos tenerlo con una anemia seria, hasta podría morir desangrado.- hizo una mueca de desagrado al imaginárselo- también tiene fragilidad capilar.- miro a Shima, adivinando su expresión interrogante- significa que su piel es mucho mas delgada y frágil de lo común, ¿has visto esas manchas y a veces rayones rojos que lleva a veces en la cara?-
-Si, ¿no son espinillas?- pregunto Shima abandonando un poco su expresión de malestar.
-No, son venas. Su piel es tan delgada que hay días en que si no se ha alimentado bien no tiene ni melanina y su piel se vuelve transparente.-
-¿Ok, algo mas?- Shima había entrado a su fase de aprendizaje, tenia que aprender al cuidar al pequeño.
-como tiene anemias constantes...- volvió a la pantalla a revisar de nuevo sus enfermedades- revisa que coma mucho hierro, el pescado le vendría bastante bien, los mariscos. ¿Sabes? ahora que lo noto, sus anemias... son sospechosamente constantes, ¿qué tan mal se alimenta ese chico? ¿no será...?- no alcanzo a terminar la frase puesto que el celular de Shima comenzó a timbrar.
Se enderezo para verle contestar y esperar para luego declarar su hipótesis.
El chico abrió el teléfono y se escucho un grito tan fuerte del otro lado de la línea que Aoi pudo percibirlo perfectamente. También vio como para evitar el impacto en su oído, el castaño alejo momentáneamente de si el teléfono.
-¿A-Akira...?- dijo después asustado-¿qué? habla mas despacio, hombre, cálmate...-
Yuu dejo de escuchar el resto de la conversación para sumirse en sus propios pensamientos.
Tenía una prioridad en mente ahora que su turno había acabado y podía irse cuando quisiera.
Quedarse ahí hasta averiguar que le pasaba a Shima.
Volvió al computador a pensar en alguna estrategia mientras escuchaba a Shima balbucear cosas inteligibles, apurado. Busco estratégicamente las descripciones que necesitaba y leyó con paciencia, resaltando y mencionando en su mente solo lo preocupante.
"Síntomas psicológicos" eran casi 20 y Takanori tenia por lo menos 5. "irritabilidad, aislamiento social, incapacidad de admitir errores..."
más los físicos eran aun mas preocupantes, Takanori tenia más de la mitad.
"Anemia, desarrollo de vello fino corporal o lanugo (hasta donde el sabia, Takanori ni siquiera tenia barba) insuficiencia cardiaca, arritmia, hipotensión y...retrasos en el crecimiento..."
"ANOREXIA NERVIOSA"
-¡¡¡¿PERO C”MO MIERDA QUIERES QUE YO SEPA PEDAZO DE IMBECIL?!!! ¡LLAMA A KAI! ¡¡…L SABE!! ¡¡Y CALMATE DE UNA PUTA VEZ!!- el pelinegro volteo asustado, Shima a veces era escalofriante, y ahora mismo parecía bastante molesto, había cortado el teléfono de golpe y le miraba a el.
-¿QU…?- dijo furioso aun, quito un mechón de su cara, rabioso.
Yuu sólo se volvió asustado sin saber como darle la noticia.
-eh...Shima...-
-te he dicho que ¡¿qué?!- alzo la voz
-necesito... cuando encuentren a Takanori...-
-ya lo encontramos, esta en casa, Akira esta con él.-
-Oh, eso es realmente bueno pero... necesito que mañana este aquí sin falta, ¿entendido?- miro con suavidad al castaño, que le miro ofuscado – por favor Shima, es por la salud de Taka, mañana tiene que estar aquí a primera hora...-el ceño del chico castaño volvió a la normalidad.
-vale- se aclaro la garganta y trato de ser mas suave- ¿a qué hora?-
-para mi turno estaría bien...- comenzó a apagar el computador
-vale.- el castaño se giro decidido a salir de ahí lo antes posible. Tomo el pomo de la puerta, pero cuando se proponía a girarlo…la mano de Yuu se poso suavemente encima, obligándole a retirar la suya rápidamente, alterado y sintiendo su corazón palpitar fuertemente.
-¿no me esperaras? Por favor, no quiero irme solo...- pidió, casi rogó al menor. Shima solo giro evitando su mirada, no quería que Yuu notara su sonrojo. No tanto como el enojo que se cargaba en el momento.
- Apúrate.- pidió volviendo a la ventana, adoptando la misma posición de antes.
-¿Te llevo?- ofreció el pelinegro para compensarle
-definitivamente, me llevas.- afirmo el castaño con un deje de grandeza, casi como si lo dicho fuera una orden.
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Volvió a entrar a la casa y entro rápido a encerrarse en la cocina, para su sorpresa, Takanori seguía sumido en la televisión.
-Rápido Kai- susurro- dime como hacerlo....-
-Ok, pero cálmate, ¿ok? Empieza por los cajones, busca un sobre más o menos pequeño que diga "sopa para uno"- el chico, que acababa de dejar el centro de la ciudad buscando a Takanori, agradecía saber donde estaba, y aunque tenia todas las intenciones de ir a ayudar a Akira con su ardua tarea de alimentar a un chico en crecimiento, tenia que ir a casa a estudiar para su examen del otro día.
-¿¿y qué hago con el pollo??- pregunto Akira mirando la escena de mutilación de nuevo con un rostro que parecía querer devolver el desayuno.
-¿qué pollo?? ¿¿Hiciste pollo??- pregunto Kai extrañado del otro lado, no creía realmente capaz a Akira de tomar una cuchara siquiera.
-bueno, trate de cortar uno, pero luego se me ensucio y lo lave y ahora huele a cloro...-
-¡¿A CLORO?! ¡¡¿AKIRA QU… MIERDA HICISTE?!! ¡¿QUIERES MATARLO?!- se escandalizo, todas las otras personas del paradero de buses le miraron intrigadas.
-lo sé, lo sé... pero... bueno en el momento no me di cuenta, dime solo que hago con esto....- pidió lo más humildemente que pudo.
- ¿qué vas a hacer? ¡Bótalo! no sirve para nada... espera, ¿quedo algo de pollo?-
-¿con detergente o sin detergente?- pregunto Akira mirando la etiqueta del envase por si en algún lado decía "no toxico"
-SIN.- obvio el castaño al otro lado de la línea.
-No... Bueno, la verdad es que no saque toda la carne del pollo que pille... ¿por qué?- se rindió y tiro los trozos de carne al basurero, luego vería como esconderlo sin que nadie lo viera...
-Bien…empecemos por la sopa. Hierve agua.-
-¿No se quema?-
-NO.-
-Jajajaj, era broma...- Akira sujeto el teléfono con el hombro y lleno el hervidor con agua luego, lo puso en su correspondiente base y lo encendió con el obvio botón rojo.
-Listo, va a hervir en un par de minutos. ¿Ahora qué?- fue a mirar el sobre, los colores así de brillantes le atraían.
-ahora abres el paquete que te dije, tienes que vaciar el contenido en un tazón.-
Akira hizo lo que le decían en cosa de segundos, sorprendido vio como lo que parecía sopa seca y pequeños pedazos de pollo reducido caían en la taza.
-Ok. Oooh se ve curioso....- comento
-¿y aun no hierve el agua?-
-no.-
-hm... ¿qué plan de teléfono tienes?- pregunto Kai intrigado
-Podríamos hablar todo el día...- dijo Akira orgulloso de su plan libre pagado por sus padres
-bueno, eso esta bien. Ve al refrí y saca el pollo de nuevo.- ordeno Kai.
-¿qué haremos?- pregunto Akira curioso, algo divertido por como usaba el "haremos" estando solo en la cocina.
-Jajajaja, anda, quiero que mutiles ese pollo de nuevo, pon la cámara para que te indique como.- Kai iba más que entretenido en el bus, ¿quien diría qué alguien vería alguna vez a Akira cocinando?
El rubio uso una mantequillera para agarrar el telefono encima, tomo el cuchillo-machete de nuevo y comenzó a destripar al pollo mientras escuchaba las exclamaciones morbosas de Kai (muy parecidas a las de Shima aquella tarde en el cine mirando Saw 3) cada vez que hundía más el cuchillo.
Al luego de un par de minutos forzosos logro sacar otro moleadillo de carne sin forma de la otra pechuga.
-¿cómo lo he hecho?- apunto la cámara del celular hacia si, Kai desde el suyo pudo ver a un Akira cubierto de sangre salpicada y sudor
-satánico, lo has hecho satánico- rió divertido- pero si te refieres a la calidad, bueno, sirve para lo que quiero...-
-¿eh?-
-busca una sartén, Tsuzuki.- pidió. Vio desaparecer de la cámara un momento al rubio y volver con una paila. Como sabia que aunque se lo explicase Akira no entendería ni en mil años la diferencia entre sartén y paila porque sencillamente no le interesaba en lo absoluto, lo dejo pasar.-ponle algo de aceite...-
El rubio busco un rato en las gavetas y encontró la botella, hizo lo que le mandaban. Cocinar con Kai al mando era realmente simple. ¿Acaso él sabría cocinar?
-bien, ahora ponlo en un quemador de la cocina y enciéndela.- ahora que Akira había puesto el celular de lado, tenia toda la vista de la cocina a su disposición, y se divirtió viendo al rubio buscar el quemador correcto.
Dejo encendida una de las llaves hasta que atino con el chispero al correcto, pero ya había salido tanto gas que encendió una nube de fuego que hizo retroceder al "cocinero" asustado y encabronado
-¡¡me chamusqué el pelo!!- se quejo mirando sus puntas-puto Takanori...- dijo con odio.
Dejo la sartén y fue por el agua que ya había hervido.
-Ya hirvió, ¿ahora qué?- pregunto a su celular, y su celular le respondió
-bueno, pon la taza llena, luego tápala con algo y déjalo así varios minutos.- Kai sonrió afable para darle confianza, a pesar del enojo por su pelo, akira acepto hacer lo que le decían, quería terminar antes de salir malherido...
Sorprendido vio como el polvo instantáneo al mezclarse con el agua se volvía sopa, ¡¡era mágico!! Eso solo lo había visto en las caricaturas...
Puso un plato encima como le habían dicho con una gran sonrisa de triunfo en el rostro y fue a ver la paila.
-¿qué hago con esto?- pregunto, podía oír el aceite burbujear de calor.
-¡OH! mierda lo había olvidado, echa ahí el pollo que desmenuzaste.- antes de que siquiera el morocho hubiese podido explicarle mas, Akira había vaciado la carne de golpe en la paila, esta al reaccionar con la carne mojada, hizo saltar el aceite en todas direcciones, salpicando con pequeñas gotas a un Akira que, alertado por el ruido, había alcanzado a alejarse de la zona mortal y ahora gritaba adolorido por cada inofensiva gota de aceite.
Supuso seguro, Takanori se estaba partiendo de risa en el living en ese momento.
Y razón tenía.
Kai también rió un buen rato mirando el celular, Akira era un desastre y estando solo, podía apostar a que se moría de hambre.
-muévelo con la paleta hasta que lo veas cocido-
-¿y cómo mierda se ve cuando esta cocido?- sabia que responder así a alguien le ayudaba tanto era una grosería y de las grandes, pero no podía evitar hacerse el duro cada vez que sospechaba que estaba haciendo el idiota.
-¿cómo lo ves cuando lo comes?- pregunto irónico Kai
-¿lleno de palta, tomate y mayonesa?- escucho un suspiro al otro lado de la línea
-se pone mas blanco... ahh, ok, ahí entenderás.- El morocho aun no se acostumbraba a guiar a Akira, había que hablarle de una manera realmente simple, de otro modo el rubio se confundía.
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