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high music PSC school por chibi-chibi

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Notas del capitulo:

UF! que dias mas atareados! al fin estoy de vuelta!!

hey chicas, chicos, ¡¡feliz dia del amor!! aun cuando fue una de mis tardes ams jodidas y hasta mi orgullo salio afectado, sigo en pie, sigo!!

para la que dijo que ya parecia que no era yo la que escribia el capitulo anterior ¡¡si lo escribi yo!! lo que pasa es que antes de irme no tenia tiempo para corregir y yo siempre dejo un plazo mas o menos de 10 dias entre capitulo y capitulo, y no me gusta salirme de eso.  entonces le pedi a mi amiga de confienza *w* may la superestrella que se paso con mandarse una paleteada asi que me corrigiera porfavor porfavor el capi ¡¡y lo hizo!! no puedo creerlo...

bueno ahora les dejo la otra mitad del capitulo, saben? esta es la tercera parte de "un fantasma del pasado" era un solo capitulo que acabo dividiendose en tres XD

de hecho, la parte dramatica de todo el fic iba al final, pero gracias a que quedo asi de separado, este es el capitulo dramatico D:

esperaba no hacer uno desde lo de byou! y su historia, esta en pausa mientras decido qeu personaje usare para mis planes...

¡EN FIN!

no quiero hablar de lo que me ha pasado e el dia porque ha sido un verdadero 14 de mieeeerda -.-

hey! lean el capitulo de san valentin de "hoy y los anteriores hoy" de manabuu!! es la raja!!

bueno, y con eso

LEAN!!

-lleno de palta tomate y mayonesa?- escucho un suspiro al otro lado de la línea
-se pone mas blanco... ahh, ok, ahi entenderás.- kai aun no se acostumbraba a guiar a akira, había que hablarle de una manera realmente simple, de otro modo el rubio se confundía.
-cuanto se va a demorar esto?- pregunto impaciente el rubio apuntándose con el celular y viendo la cara de Kai en la pantalla.
-un rato... pero no cuelgues, no me atrevo a dejarte solo con la cocinilla encendida.- acuso el morocho.- convérsame algo...-
-hey, tu que eres el presidente del curso, ya viste que van a cantar o hacer las chicas para el show del día del profesor?- pregunto entusiasmado, eso si le traía curiosidad.
-si, están ensayando un par de canciones, pero me han dicho que no le diga a nadie...- comento Kai agradado por el tono rutinario que estaba tomando la conversación.
-y es hot?-tenia que ser Akira...
-no lo se Akira, yo no me fijo en sus piernas cuando están cantando.- dijo pesadamente
-oh.... y llevan falda?- el castaño rodó los ojos
-si Akira, algunas.-
-y de que se trata?-
-hum bueno...por lo que vi en el ensayo, recuerdas que todas las chicas del curso están pegadas con el tal "Edward" de crepúsculo?-
-aaah si, esa película de los vampiros?- pregunto el rubio
-si, me parece que también es un libro. Bueno la cosa es que el BGM es de paramore, van a cantar eso entre las canciones...-
-van a cantar paramore? genial!...y que tiene que ver con el tal Edward?-
-oh, ya sabes, para rellenar decidieron que van a actuar la canción en cierto sentido...-
-así como una interpretación teatral? pero de la letra de la canción?-
-no se, solo recuerdo algo de una chica que era la protagonista de la "escena" mientras ayumi y una chica de otro curso van a cantar. Era como teatro bailado o una cosa así bien rara, tu sabes como son ellas de enredadas...-
-espero que no quedemos en ridículo como curso, eso me preocupa más....-
-bueno, me dijeron que van a ensayar mañana, si quieres anda a mirar....-
-oh... mira Kai, esta blanco!- Akira desvió la cámara y le mostró la paila.-eso es bueno?- dijo emocionado, había logrado algo!
-si, es excelente, se ve bueno... busca sal y pónsela, mezcla la sal entre los pedacitos y cocínalo otro rato...-
-uh, donde esta la sal....- comenzó a buscar pero entonces, con un escalofrío en la espalda sintió como se abría la puerta de la cocina.
Volteo rápidamente, no sabia porque se sentía así de muerto de miedo siendo que no estaba haciendo nada malo, de algún modo, sospechaba que su pánico repentino era causado por la fantasía de Takanori entrando a la cocina y humillándolo por lo mal que cocinaba.
Entre aliviado y comenzando a enfurecerse vio la castaña melena de Kisaki asomarse y cerrar la puerta tras de si. El chico le miro curioso. Akira solo hizo un gesto de desagrado, corto la llamada del celular sin avisar y se volteo hacia la paila.
-que haces? huele delicioso...- escucho la voz del otro tras de si acercándose, le dieron unas potentes ganas de abofetearlo en la cara por ser tan arrogante, actuaba como si lo conociera de toda la vida, y aunque no entendía el exacto porque de tanto odio hacia la pareja de Ruki, que a el no le había hecho nada, cada vez que imaginaba siquiera su rostro le daba una furia demasiado natural para ser evitable.
Ni se molesto en mirarle para responder.- hago algo de comida para taka-chan. y se la va a comer. toda.- aquello iba mas para si que para el castaño oscuro, puesto que aquella decisión de hacer comer a Ruki aunque fuera amarrado, era tan potente como el impulso que sentía por odiar al tal Kisaki.
-uh, te dio rabia por no haberte dado cuenta tu solo? tienes de que avergonzarte, tu pasas todos los días con el y yo en menos de dos días lo he notado...- el tono despreocupado e infinitamente arrogante del otro le sacaba de quicio, y se estaba viendo fuertemente tentado de aventarle un buen golpe de no ser porque tenia que cuidar que lo que hacia no se quemara.- de verdad, se ve que no tomas ningún tipo de atención a las cosas... no se si podría confiarte a alguien tan importante para mi como Takanori para que compartas su vida, tendré que hablarle de sus amistades, jejejej...- Akira tenso los músculos, respiro hondo, tan hondo como pudo, pero podía reconocer claramente esa sensación de odio intenso que suele haber antes de una pelea en el ambiente, solo que era todo evocado por el, mientras el tal Kisaki seguía tomando todo con una ligereza desquiciante.- podría considerar venirme a vivir con el para asegurarme de que no se junte con gente que no le convenga...- aquella frase a parecer de Akira, hacia clara alusión a su persona.-y por otro lado, seria genial, Takanori siempre hace todo lo que le pido.-
Aquella fue la gota que derramo su paciencia. soltó la paleta con los puños en alto, mas su furia se vio interrumpida.
Al voltear hacia el causante de su ira lo descubrió apoyando sobre sus codos en el mesón a un lado suyo, sonriendo con el tipo de sonrisas que es imposible no identificar.
El estaba buscando su ira. Estaba buscando probar algo con eso. Aquella sonrisa era al misma, idéntica a la de Takanori cuando se sentía autosuficiente, cuando acababa de hacerle ver sus errores tontos, cuando humillaba con su conocimiento a cualquier profesor que tratase de humillarle a el. Aquella arrebatadora sonrisa era idéntica a aquella atemorizante sonrisa de Takanori con toques vampiricos, aquella sonrisa prepotente que era perdonable en Takanori porque sus rasgos de niño la hacían pasar desapercibida, pero en un adulto como Kisaki (quien a pesar había notado que no era mucho mas alto que Takanori) se volvía solo un canalizador de su ira.
Quería golpearlo ahí. Justo en su prepotente y odiosa sonrisa.

Más nuevamente su ira se vio interrumpida en el momento en que lograba levantar el puño y saborear de antemano el golpe.
Alguien había hecho sonar el estruendoso timbre de la casa, desconcertándolo por un momento.

Bajo el puño rápidamente, percibiendo el pánico en los ojos del castaño que tenia enfrente, que ya había adivinado sus intenciones.
No podía golpearlo. No si era una persona querida para Takanori, el lo odiaría para el resto de la eternidad. Y aunque hiriera mil veces su ego el admitirlo, consideraba a Takanori si bien no podía pensar en la palabra "amigo", se le pasaba "alguien" para el. Alguien que de verdad le importaba y no quería hacerlo infeliz.
Se quedo mirando sombrío al chico enfrente de él, era la segunda vez en menos de un día que se salvaba de una paliza bien merecida, y con mucha suerte.

¿Desde cuando le había comenzado a importar Takanori?
¿Como demonios le importaba aun después de saber que era homosexual?
¿Porque odiaba tanto a Kisaki cuando el no le había hecho nada?
La sola respuesta de su mente a todas esas preguntas le parecía frustrante. Un "no tengo idea" con mayúsculas que se pintaba también en sus ojos.

Y el castaño oscuro, a pesar de seguir muerto de miedo podía percibirlo.
Talvez se había pasado con sus palabras al tratar de hacer ver a Akira que se encontraba celoso. Desde el primer momento en que vio los ojos cafés de Akira dirigirse a Takanori, adivino de inmediato que sentía algo por el.
Podía ser amistad, quien sabia, pero el sospechaba algo mucho mas fuerte. Un sentimiento diferente, tan inmaduro que resultaba casi imperceptible, y podía estar seguro de que Akira o lo negaba o era tan leve y el tan ciego que no lo había notado.
Increíblemente, al notarlo, mas que ponerse celoso el mismo, y en vez de evitar que Akira lo odiara, se había decidido a acumular suficiente odio hacia si para que el rubio se diese cuenta de una buena vez que no despreciaba tanto al pequeño como aparentaba. Sabia que era un capricho ilógico, pero el desde siempre se había dejado llevar por ese preciso tipo de caprichos.

Recordó el sonido del timbre de la puerta. No necesitaba indagar para saber que en cualquier momento...

-Kisaki.- el rubio, entrando de improviso en la cocina menciono su nombre obviando el resto del mensaje por ser innecesario. Se quedo mirando al bajista que miraba amenazadoramente al castaño, le asusto la idea de haber interrumpido algo.
Prefirió sencillamente salir de la habitación sin preguntar nada.

El nombrado dio una última mirada seria al rubio sin saber que pensar, para luego salir del cuarto siguiendo al menor.

Y el pobre rubio de la bandita se quedo con la rabia, la confusión, y otro tanto de emociones reprimidas mientras lo embargaba una frustración que reconocía como típica de cuando no lograba algo.
Escucho voces en el living. Una mujer.

Tratando de demorarse lo menos posible sirvió en un wok los pollos fritos (que hace rato estaban listos y olían delicioso, tanto que no evito el tentarse de comer uno o dos trozos) y destapo la sopa. Seguía a la mima temperatura y ahora tenia ese olor característico a madre consintiendo a su hijo. Trato de sacar de su mente esa comparación.

Puso todo en dos bandejas añadiendo palillos, una cuchara para Takanori y algunas salsas, y abrió despacio la puerta del living para asomarse.
Trato de no sorprenderse mucho cuando encontró sentados en la mesita de centro a Takanori, Kisaki y una mujer bastante alta, de cabello largo color castaño avellano, se veía que no era japonesa. Estaba vestida con una tenida gris muy formal y llevaba un maletín que tenia sobre la mesa, estaba ayudando a Takanori a llenar algunos papeles.

-oh, que atento Akira...- dijo efusivamente Kisaki de haciéndole ver al rubio que interrumpía en el peor momento.
La mujer acomodo un poco en la mesa los papeles y así el rubio pudo dejar su carga en la mesa. Le acerco el tazón con sopa al menor, que lo miro con los ojos bien abiertos.

-¿tu lo hiciste?- el tono que uso tenia tanta incredulidad cargada que el castaño no pudo reprimir una risilla en voz baja.
-quien mas si no?- respondió no muy descortés por la presencia de la mujer. No quería quedar como un mal educado.
Mientras le alcanzaba la sopa al chico pudo de leer de reojo el maletín de la chica, llevaba bordado un logo y unas letras en dorado que decían "servicios sociales" se pregunto que haría una mujer de servicios sociales ahí.
Se sentó al lado izquierdo de la chica. Al lado de ella, en el extremo de la mesa estaba Takanori, y enfrente de ella Kisaki, quien comenzó a comer el pollo frito con sus palillos de inmediato.
-bueno, en que íbamos?- dijo la chica comiendo algo de pollo también y revisando su formulario.- ah, creo que ya terminamos con tus datos, sigue Kisaki...-así que la mujer ya los conocía de antes?
Se giro a ver confundido a Takanori, quien lo miraba con un par de ojos-ese día denuevo con lentillas azules- que gritaban "por favor no digas nada!!" se pregunto porque esa actitud.
Lo miro de tal forma sintiera su amenaza y con los labios dibujo un "come." como condición. Takanori sonrió ampliamente, seguramente queriendo reír, y con su cuchara saco un poco del líquido de su tazón.

Se quedo mirándolo un buen rato y luego miro a Akira.
Se dio cuenta de que este le miraba fijamente, sin apartar la vista de él ni un segundo, casi sin parpadear. Esa vez no lo podría engañar, tendría que comer.
Volvió a sonreír queriendo reír, desde ahora tendría que tener mucho mas cuidado con Akira.
Abrió su boca dejando entrar el líquido en ella, sabia un poco raro, pero definitivamente, era sopa de pollo.
¿¿Akira sabia cocinar?? Se pregunto si había dejado algún manual a la vista e la cocina o algo así, de otro modo, ¡parecía imposible!
-bueno, edad?-la chica comenzó a leer y anotar
-27 años.- respondió Kisaki por primera vez maduramente
-apellido materno?-
-Ito.-
-apellido paterno?-
-Matsumoto.- el bajista se atoro con lo que comía. Paso desapercibido por la mujer, Kisaki lo ignoro apropósito, Takanori poso el mango de la cuchara sobre sus labios mirando fijamente al rubio, estaba haciéndole callar.
-relación con el pensionado?- "pensionado??" cada vez Akira entendía menos
-hermano.- aquello lo impacto. Estaban mintiéndole a una relacionadora publica!! podían ir a la cárcel por eso!!
-numero de personas que habitan en la casa?-
-dos.-
El castaño siguió mintiendo y mintiendo sin piedad, Akira lo miraba incrédulo a ratos, y luego miraba a Takanori exigiendo una respuesta. Este solo volvía a hacerlo callar disimuladamente o comía la sopa devotamente, para compensar la falta de habla.
-y el?- Akira se sintió paralizado cuando la mujer se refirió a su persona ¿tendría que mentir diciendo que era su primo o algo así también? ¡Ni pensarlo!
-es amigo nuestro.- dijeron Kisaki como Takanori a la vez.
-oh... bueno, entonces creo que he terminado con los datos individuales, Takanori-kun, puedes acabar la información de la casa conmigo por favor?- pidió amablemente la chica, apuesto a que ni sospechaba que le mentían descaradamente!
Kisaki se levanto de improviso, girando a su recién adoptado "hermano"-taka-chan, creo que faltan un par de cosas en la cocina, iré a comprar, ¿ok?- le dijo sonriente
-esta bien.- Takanori le miro agradecido.
Luego Kisaki volteo a ver amenazadoramente al otro rubio.
-tu vienes también?- pegunto mas obligando que pidiendo, pero debía comportarse frente a la mujer.
Iba a responder un "no" seco. Mas la mirada de suplica de Takanori, sumada a la de elocuencia un tanto prepotente de Kisaki, le hizo entender que no tenia opción.
-vamos.- se levanto del piso también y juntos recogieron las cosas y las dejaron en el lavaplatos de la cocina sin decir una palabra, luego salieron a la calle dejando a Takanori solo con la mujer.
Comenzaron a caminar, mas no iban al supermercado.
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A pesar de que trato de no observar su fisonomía, de verdad, me es casi imposible.
Me da rabia andar así de débil por alguien, cuando siempre he sido yo el que esta al otro lado del espejo.
No tengo idea que le diré cuando me pregunte por mi actitud, porque es mas que obvio que ya lo noto.
No puedo dejar que se entere de que siento cosas por el… sencillamente y por mas de una razón, no puedo.
Acomodo un poco mejor mis brazos sobre mi pecho cruzados, y vuelvo la vista al ventanal. Ahí, reflejado en la ventana, Yuu se esta quitando casi toda la ropa para cambiarla por la que usa normalmente, no su uniforme de enfermería, aunque ambos se le ven igual de bien.
No se ha dado cuenta de que su silueta se refleja, creo que tampoco se ha dado cuenta de que esta empezando a oscurecer y la luz de adentro esta encendida, dentro de poco este vidrio se volverá un espejo tan exacto que no dudo que podré ver mi propio rostro.
Mi propio patético rostro observando aun a quien es nada menos que mi profesor, a quien debería respetar eternamente y la ultima persona en la que debería pensar a la hora de buscar un amor.

-fin pov uruha-

Ahora que lo pensaba, había dejado ver su mal humor quizás demasiado esa tarde, desde que aquel sentimiento de disconformidad apareciera cuando el pelinegro lo había sujetado para no caer, las miradas calidas que constantemente le dirigía, la manera especial que tenia para hacerle sentir querido. Cada vez se estaba enamorando más de un objetivo que, a todas luces, era imposible.

Yuu era heterosexual, tenia que aceptarlo. Por lo demás, era mujeriego. Era el novio de Omi, y no podía hacer nada por eso tampoco, y el querer separarlos sería una acción tan asquerosamente egoísta que le quedaba grande hasta a el.
Muy a su pesar, tendría que aprender a comportarse frente a Yuu. Conociéndose, comenzaría a seducirlo tarde o temprano, porque sencillamente así era su personalidad y no estaba acostumbrado a no alcanzar un objetivo. Ahora la pregunta era ¿seria capaz de evitar cualquier contacto hasta asegurarse de que ya no sentía nada? o definitivamente tendría que ser rudo y desagradable hasta apartarlo de el?
Un lazo como el que habían creado, aun cuando era de amigos-alumno/profesor-algo mas, era muy difícil de romper. Y sinceramente, no tenía la más minima gana de hacerlo.
Suspiro hondamente. Estaba evitando ese momento. Ahora mismo se maldecía por haber accedido a acompañar un rato mas al pelinegro cuando podría haberse marchado y evitarlo del todo, de paso ir a ayudar a Akira que parecía bastante urgido.
Pero el magnetismo que sentía hacia el era tan potente como enfermizo, quien lo mandaba a enamorarse de un día para otro, encima de un hombre.
Y ni recordar las noches de fantasía en que estando solo en su habitación, Yuu iba a visitarlo esporádicamente, paseándose como un fantasma por entre los recovecos de su mente, acompañándolo hasta que se lograba dormir entre lagrimas.
Muchas de sus heridas aun no cerraban. Y no quería abrir otras nuevas.

Un calido peso en su hombro lo hizo saltar del susto y voltear alterado. Yuu le miraba con preocupación, con la mano que había posado en su hombro suspendida en el aire. Ahí iba, le iba a preguntar todo, y el no tendría con qué responderle.
Un brusco cambio en su modo de mirarle le altero solo un poco mas.
-¿vamos?- pregunto con una sonrisa simpática, un poco fingida. Takashima se pregunto hasta cuando evadiría el tema.
-vamos.- se sorprendió de su voz, que salio apenas en un hilo. ¿que tanto podía cohibirse encontrándose tan cerca de esa persona...?
Caminaron por los pasillos juntos, el silencio era lo mas incomodo de todo.
Takashima miraba el piso mientras caminaba, sabia que aquello estaba mal, podía palpar la tensión en el ambiente tanto como sentía las miradas de reojo que el pelinegro dirigía hacia el, seguramente preguntándose de nuevo porque la actitud tan agria hacia el.
Llegaron al estacionamiento del colegio, donde el Chevrolet captiva negro de Yuu los esperaba.
Aun recordaba aquella mañana en que sus hermanas lo habían salvado de salir con el hecho un desastre, aquella misma tarde Yuu le había mostrado el auto que había comprado recién, en parte por lo que le pagaban haciendo sus turnos en enfermería y lo que sus padres lo consentían todo el tiempo desde Mie.
Subió al asiento del copiloto abriendo la puerta antes que Yuu lo hiciera, aunque el ya se aproximaba para hacerlo. Ese tipo de gestos eran típicos de el. Tan típicos como incómodos.
Aquel auto era sencillamente genial. Era espacioso, bonito, elegante, y negro. Muy Yuu.
El pelinegro se subió por el lado del conductor y se puso el cinturón de seguridad. Se quedo mirando fijo al castaño, quien no se digno a devolverle la mirada ni por un segundo.
Finalmente optó por quitarse el cinturón de seguridad, y levantar dificultosamente su cuerpo para alcanzar el cinturón de Shima y ponérselo.

Shima sentía su rostro arder, su piel reaccionar con cada roce, el nerviosismo apoderarse de el con cada respiración que salía de la boca de Yuu para chocar con su cuello.
Yuu estaba tan cerca, tan encima como en sus sueños, encima demostrando que le preocupaba que nada le pasara, era un sueño, era una pesadilla.
"no quiero enamorarme de ti." era el pensamiento que trataba de difícilmente mantener entre el mar de emociones que esa situación producía.

Yuu acabo de ponerle el cinturón, mas no se aparto.
Apoyo ambas manos en el respaldo del asiento, acorralando a Shima de tal modo que se vio obligado a verle a los ojos.

Eran solo unos centímetros los que lo separaban de los hermosos ojos color miel de Shima. De su perfecta piel y rostro, de sus carnosos y deseables labios.
Pero Shima con su actitud no mostraba otra cosa que querer alejarse, de pronto, diría uno que sin explicación, si Shima no quería hablar, tenia la esperanza de que sus ojos y sus gestos lo hicieran por el.
Mas en ese momento en sus ojos solo veía... miedo.

Se aparto asustado de eso. ¿Era posible de que hubiese intimidado demasiado al castaño? ¿Talvez estaba despertando recuerdos de un pasado traumático con sus acciones y no lo había notado? con eso y mucho mas revolviéndole los sesos, giro las llaves y echo a andar el motor.
El pitido de seguridad le obligo a ponerse su cinturón de seguridad antes de partir, quiso ignorarlo, pero pudo apreciar claramente una fugaz mirada del castaño que lo convenció.

Ambos dieron un pequeño respingo de miedo cuando un grito horroroso se escucho en todo el auto a un volumen ensordecedor, junto con la batería golpeando furiosamente y las guitarras destrozando una armonía poco trabajada.
Era el equipo de sonido, se había activado junto con el encender del auto y Aoi había olvidado que tenia puesto a todo volumen el CD de SADS.
Le bajo el volumen tan rápido como pudo, miro con vergüenza al castaño.
-perdón por eso...- dijo sonrojado a mas no poder.
El castaño lo miro divertido un momento, tratando de esconde una risa pegajosa que comenzaba a tomarle ventaja. Sin querer ambos acabaron riendo a carcajadas.
El auto comenzó a recorrer las calles en dirección a la casa del castaño, que iba tamborileando con las palmas sobre sus muslos, al compás de la canción que estaba puesta.
-no te molesta el tipo de música estridente?- pregunto Yuu ahora que lo veía mas relajado como para conversar.
-no, de hecho es algo que era de esperaba de ti. Es muy bueno tema, de quien es?- tal como esperaba, para sacar a Shima solo tenias que mencionar la música.
-SADS. the rose god gave me.- pronuncio con un ingles realmente vergonzoso que le dejo oír un poco mas de la alegre risa del castaño.
Le alcanzo la caja del CD.
-oh, así se llama el disco...- dijo el castaño revisando el tracklist de la caja
-si.-
-conociéndome creo que acabare comprando uno- rió ligeramente
-son muy buenos la verdad...- subió un poco el volumen y comenzó a tararear.
Siguieron otro tramo del trayecto entre comentarios de la música y en silencio para escuchar.
-y, que pasaba con Takanori?- pregunto de improviso el pelinegro.
-oh, no pregunte a Akira porque había estado faltando, pero al parecer no esta en problemas o en grave riesgo que era lo que mas temíamos....-
-se preocupan mucho por el, no?- pregunto enternecido
-si, es una personita muy agradable, aun cuando tiene sus momentos... pero tiene esa tendencia a que le pasen cosas malas que te obliga a estar pendiente de el cada vez.- rió en voz baja
-¿enserio? se parece a alguien que conozco...- dijo irónicamente el pelinegro mirándole
-yo no me meto en problemas tanto como el!- se defendió el castaño riendo, sabia que muy pocas personas no habían oído de los líos que solía armar con Akira, a esas alturas lo mas probable es que sus historias hubiesen llegado ya a oídos de Yuu.
-ah no?- dijo desafiante el pelinegro- que no te veas descubierto es otra cosa! me han rumoreado mucho de ti, tanto en la sala de profesores como entre mis compañeros. Y mis alumnos...- se mostró elocuente al no querer dirigirle la mirada
-oh, también soy famoso en los cursos mayores? me siento importante- el castaño saco pecho divertido.
-sabes? me alegra que vuelvas a ser tu.- el pelinegro volteo a ver al castaño con aquella misma mirada calida que solía dirigirle cuando sentía que estaba viendo a la mas bella de las criaturas.
A Shima se le helo la sangre. ¿En que momento había bajado así la guardia?
-a ser yo? como?- rápidamente cambio su humor por uno mas defensivo y cruzo los brazos enfadado.
-oh, vamos, no empieces...-
-empezar que!! Como soy yo, ¿eh, Yuu?- trato de ser insolente al decirlo, no podía dejar del todo de lado que Yuu era mayor que el por bastante, y además su sensei
-como eres tu?- dijo Yuu sin alterarse, volviendo la vista al camino para no tener que verle la cara.-eres el tipo de persona que yo pensé que no existía.-
El castaño alzo una ceja. Esperaba de todo tipo de respuestas, menos eso. Guardo la respuesta enfadada que tenia para oír el resto.
- eres esa persona que pensé nunca encontrar en mi vida, y menos en una situación así.- continuo el pelinegro- eres el tipo de persona que alegra a la gente solo porque esta ahí, que la hace reír solo porque le parece que todo debería ser mas alegre. eres el tipo de persona que es capaz de dejar todo de lado porque se sintió mínimamente exhausto, y eres capaz de abandonar todo por un amigo o cualquier persona que necesite tu ayuda.- se detuvo en un semáforo en rojo- eres una persona pura por no decir de las mas bellas que he visto- rió un poco- tu cara es perfecta Shima- alargo un brazo para tocar la roja mejilla de un mas que congelado Shima.- resumiendo, eres el tipo de persona que a todos les gusta, y por desgracia, eres el tipo de persona que me gusta. Tu me gustas Shima.- dijo decidido, un poco sonrojado, pero decidido totalmente.- se que no esta bien... se que eres heterosexual y además homo fóbico, y eres menor que yo. Y además eres mi alumno, y...- hizo una pausa cambiando su expresión- oh demonios realmente esta mal...- dijo mas para si que para el castaño- vas a tener que disculparme entonces.- el pelinegro se quito su cinturón de seguridad y comenzó a acercarse, cada vez mas cerca del castaño, la calle se hallaba vacía, así que nadie seria testigo o reclamaría por el Chevrolet que no avanza con el semáforo estando en verde.

Shima no podía hacer más que presionar su cuerpo contra el asiento tratando de retroceder. Era verdad, estaba muerto de miedo.
No esperaba una declaración así, no justo cuando trataba de evitar todas esas sensaciones y el enamorarse, pues para Shima el enamorarse era un sinónimo de sufrir. Lo había visto demasiadas veces como para no reconocerlo cuando se avecinaba. Ahora mismo lo besaría si no hacia algo.
Podía sentir la respiración calma del pelinegro, podía oírlo, podía perderse en sus ojos de aquel particular azul anochecido, podía ahogarse en su perfume, podía acabar en sus labios si no hacia algo pronto.

-vas a tener que disculparme, Shima.- la voz de Yuu se le antojaba repentinamente sensual, y con sus frentes casi rozando, aquellos sonrosados labios resultaban demasiado tentadores.
-Yuu...- trato de evitarlo de algún modo, no le gustaba eso, no estaba preparado para algo así de repentino, se sentía como un animal enjaulado, y aunque le encantaba su encierro, no era precisamente lo que quería.
Su mano izquierda comenzó a buscar el seguro del cinturón a tientas. Su mano derecha la manilla de la puerta.
Pero era muy tarde. Los suaves labios de Yuu ahora sobre los suyos le entregaban un calor embriagador, demasiado para sus nervios.
Su respiración rugiendo por aire, sus ojos abiertos a más no poder, la sensación de que todo explotaría si la tensión en él seguía en ese punto critico.
La reacción fue fatal.

Yuu solo escucho un par de sonidos, sus ojos permanecieron cerrados.
El click del cinturón. El rozar de la ropa de Shima forcejeando para salir de debajo de su cuerpo. La puerta abrirse. Un par de zapatillas que golpeaban el pavimento alejándose a una velocidad furiosa. El chirriante freno de un auto. El grito de una mujer. El palpitar desbocado de su propio corazón.

Y el silencio de la incertidumbre.

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Kisaki tomo asiento en un columpio, balanceándose ligeramente.
Frente a el, en la banca, Akira cruzo los brazos decididamente, acompañando su expresión.
Los ojos azul cielo del castaño, lo único que no combinaba con su piel mate y su cabello y lunares cafés, las dos gemas azules del mayor buscaron los humildes ojos chocolate del rubio. Suspiro un tanto avergonzado.
-supongo que quieres una explicación.- dijo en un tono por primera vez humilde a parecer del rubio.
-supones bien.- el rubio apoyo los codos en sus rodillas dedicándole una atenta mirada al castaño oscuro.
-bien... esto será un poco difícil de digerir para ti, y Takanori me matara cuando sepa...- la brisa ligera acariciaba su ondulado cabello, mordió tímidamente su labio, se le veía nervioso.
Akira se dio cuenta de un detalle que increíblemente había pasado por alto. En aquel estado de humildad y vergüenza, Kisaki era la viva copia de Takanori.
Si cortabas, teñías y alisabas su pelo, removías algunos lunares y aclarabas la piel, y si reemplazabas sus ojos por los del pequeño, era prácticamente Takanori con más edad. Tenía las mismas características faciales, esos eran sin duda sus labios, sus mejillas, su mentón. Si no lo había notado antes era por la constante mueca de arrogancia que mantenía el castaño todo el tiempo, pero de ese modo, parecía realmente un calco de Takanori.
-taka-chan te mataría? creí que te amaba- ironizo el rubio, haciendo soltar una ligera risilla a Kisaki. Podía ser orgulloso y tan arrogante como el mismo Kisaki, pero no podía dejar a una persona bajarle tanto la moral sin sacarle al menos un poco de risa.
-si, jeje, me ama.- Kisaki subió su animo como su ego al instante, mientras los de Akira se fueron en picada.- bien, para que puedas entender todo, tendré que contarte la vida de taka desde el comienzo....- Akira subió la mirada interesado, debía aceptarlo. El pasado de taka era uno de los misterios que le traían pensando el ultimo tiempo; como un chico había quedado tan traumado como para no poder mencionar siquiera a sus padres? como es que había conseguido vivir solo a los 13 años? y tantas interrogantes mas, pero... cuanto sabia Kisaki de el?
-veras, la razón de que la asistente social nos haya hecho una visita hoy, es por que esa casa debe ser medida todos los años para regular un presupuesto para Takanori. Como ya debes saber, el vive de su inteligencia, y...-
-no, no tengo idea, Takanori nunca menciona su vida ni nada de el.- interrumpió seriamente con una mueca de desagrado el rubio
Kisaki sobreabrio los ojos- la puta, cuando se entere que te dije me va a moler...- se veía realmente preocupado por su pellejo
-entonces no pierdas tiempo y explícame eso que dijiste, ya lo hiciste y algún día me iba a enterar igual...- trato de consolarlo, aun cuando era pésimo para eso.
-es solo que... bueno, decía. Takanori vive de su inteligencia por el hecho de que la casa la compro el con el dinero de una beca que el gobierno le proporciona. Se llama "jóvenes talentos"-
-espera, espera- Akira le hizo parar con una mano en la frente- esa casa no es de sus padres?-
Kisaki soltó un bufido cargado de ironía que lo obligo a inclinarse hacia atrás- como si sus padres se interesaran por el!! De verdad Takanori no te ha dicho ni una puta palabra, no...? Lo entiendo...- inspecciono la cara de estupefacción del bajista y suspiro largamente.- su padre... vaya a saber yo donde esta, probablemente dejando hijos regados por ahí, y su madre, esa puta... lo abandono en su escuela cuando Takanori tenia 11. Fue tan simple como que un día no volvió a buscarlo. y nadie volvió a saber de ella.- aquellas palabras dejaron cohibido al rubio. No solo le estaba diciendo que el ejemplo de persona mas madura que conocía había tenido una infancia desastrosa, sino que acababan de destrozar por completo su teoría de los padres cariñosos que entendieron que el amaba la música y le enviaban dinero todos los meses a una casa que ellos pagaban también.

Kisaki adivino que Akira no tenia palabras para argumentar nada, no se molesto en dejar una pausa.-la cruda verdad es que todo, absolutamente todo lo que tiene Takanori, se lo ha ganado, a punta de esfuerzos y aun cuando sufrió abusos de todo tipo, el supo salir adelante y nunca dejarse ver débil. El es la persona mas respetable que conozco. Puedes imaginártelo al punto de que cada vez que van a su casa a asegurarse de que vive con un mayor de edad me invita a su casa unos días, y esa es la razón de que me tengas aquí. La única razón. Porque de ser por Takanori, lo haría él solo también.- respiro un poco del ambiente lúgubre que había creado.- Takanori es uno de los tantos hijos de una familia de por si bastante rota. Su padre era un alcohólico y su madre, por que no decirlo, prácticamente una mujerzuela cualquiera. Imagínate a que punto se acostaba con cualquiera que Takanori y yo siendo vecinos, no supimos que éramos hermanastros hasta que el tuvo 9.- "son hermanastros?!" la frase que quedo atorada por completo en la garganta del rubio.

-el día en que su madre lo abandono, me convencí de que era una mujer horrenda que según se y recuerdo solo se dedicaba a odiar a su hijo comparándolo con su hermana mayor, mientras le recriminaba constantemente lo inútil que le era estudiar si ella se aseguraría de que no tuviera futuro mas que trabajar para ella en casa. Ella envidiaba tanto como su hermana la mente brillante de Takanori, eso es algo que siempre tendré en claro.- el balanceo pausado del columpio se volvió un poco mas nervioso hasta que paro, de golpe.- fueron años agitados. Muy oscuros para Takanori. Es algo que el logro olvidar, pero creo que hasta para mí de solo verlo cada día, resulto tan traumático que no lo podré olvidar jamás. Todos los días el iba a mi casa, salíamos juntos, hasta que tarde por la noche debía regresar a casa por obligación. Y cada día volvía con un moretón nuevo en su piel blanca, un poco más débil, un poco mas ausente, un poco mas deprimido. Odio a esa mujer tanto como amo a Takanori, y realmente pienso que lo mejor que pudo pasarle a taka-chan fue el ser abandonado por su madre.- aquella declaración conllevaba mucha meditación detrás, y Akira pudo sentirla.

un suspiro pesado rompió la atmosfera silenciosa de nuevo - sin embargo, cuando su madre desapareció, buscaron a su padre biológico... se quedo a cargo de una maestra durante tres meses mientras lo encontraban, y aquella amable dama supo darle a Takanori el amor que en sus 11 años de vida su propia madre no le había dado. Fue ella quien le informo y alentó su inteligencia, fue ella quien le informo sobre las becas que luego le darían una libertad económica que muy pocos sino ningún chico de su edad ha tenido nunca. El día que encontraron a su padre y lo llevaron donde el.... tanto la maestra como Takanori lloraron toda la noche, según supe.
El padre de Takanori se lo llevo a otra ciudad, y durante un año y algo no supe mas de el. Solo se que una noche terriblemente tormentosa tocaron a mi puerta, eran las tres de la mañana cuando me levante porque nadie abría. Era Takanori. Sus temblores eran tan fuertes que le sacudían todo su pequeño cuerpo, estaba mas delgado y su color de piel sencillamente no podía ser natural, pero Takanori, en ese momento una criatura que podría perfectamente no estar viva, seguía en pie apenas.- hizo una pausa porque se le hizo difícil el continuar.
Aquella noche estaba grabada a fuego en su memoria.- recuerdo esa noche como una de las peores de mi vida. En el hospital me dijeron que su estado era tan deplorable que era probable que no hubiese comido hace más de tres días, su cuerpo estaba tan vacío como lo estuvo su alma cuando despertó. No volvió a ser el mismo, aun ahora hay momentos en que lo desconozco del todo. Lo creas o no, hubo un tiempo en que Takanori era el chico mas dulce del mundo, no molestaba a nadie, quería a todos, y una de las cualidades que aun hoy conserva es que solo quiere el bien de todos, y se esfuerza por lograrlo. Perdón, continuare la historia.-

Akira no estaba seguro de si quería oír mas, todo aquello lo estaba dañando mas de lo que creía posible...- desde entonces Takanori vivió en mi casa. allí agarro el gusto por la música, me pidió que le enseñase batería, como yo sabia tocar. Recuerdo que tomaba mis pósters de música y los llevaba a su pieza, pero esos eran tiempos ya mas felices, descubrió la música y para el fue la cura que lo ayudo a dejar todo atrás. el tiempo avanzo y cada día encontrábamos mas cartas de personas interesadas en su historial académico, gano muchos premios en solo meses, exploto su inteligencia al máximo, y es así como llego al estado financiero que tu ves, y que puedes apreciar que es el mismo de un adulto trabajador con un buen sueldo....y un día, ocurrió aquella tragedia. Su madre volvió a reclamar su tutela, tanto como su padre. Ambos habían leído de su hijo en las noticias, en los grandes anuncios, en nuestro pueblo Takanori llego a ser famoso. Takanori ya me había hablado que lo poco que había acumulado antes estudiando era lo que su padre usaba para salir a beber, llegar borracho y golpearlo, y por eso se había escapado, y yo no iba a permitir que ocurriese de nuevo. Para que te orientes, todo esto ocurrió el año pasado.
Fue una pelea épica, ambos padres tenían muy buenos abogados y la ley no estaba del todo de mi lado, pues si bien yo era mayor de edad, los 26 años no es una edad demasiado responsable para pedir la tutela de un niño en formación. Y Takanori no quería tampoco de tutora a mi madre, porque sencillamente confiaba mas en mi.... luego de meses de tramites, lo conseguimos, y como ultima despedida, deje que su madre lo obligara a venir a una fiesta aquí con su hermana, fue la primera vez que pudo ver de cerca el colegio en el que esta ahora, aquel del que venia coleccionando panfletos y noticias, el tuyo también. Aun no habían terminado las vacaciones cuando Takanori ya tenia claro que quería estudiar en esa escuela tan especial para el. Arreglo todo para venirse a vivir aquí, ni siquiera me dejo pagar el pie del arriendo de la casa. La escuela lo recibió con los brazos abiertos y una beca completa, como era de esperarse en cualquier colegio, puesto que otros 7 lo estaban prácticamente pidiendo. Y así es como llego a la situación que conoces. Estoy seguro por tu cara que estas más que sorprendido, pero te tengo que pedir Akira, por lo que mas quieras, no le menciones nunca nada a Takanori ni de su familia ni de su pasado. Es algo que sencillamente aun no supera...- acabo dejando el silencio sepulcral siendo acariciado por el elegante murmullo de los árboles. Pero el alegre parque se había vuelto tan descolorido para Akira de un momento a otro....

Pensar que el había odiado a Kisaki, la única persona que fue capaz de ayudar al pequeño Takanori... ahora mismo le tenia envidia.
-perdón- fue la primera palabra que consiguió sacar de sus labios.- te malinterprete. El que Takanori sea o no a un hombre, y que sea menor que tu, y todo lo que eso conlleva no quiere decir que no puedas amarlo y no puedas ser su novio. He sido tan tonto respeto a eso que ahora mismo me odio...- miro casi con vergüenza al chico en el columpio, descubriendo así una expresión entre pasmada y... vacía?

-has dicho... pareja?- el tono del castaño se oía incómodamente sorprendido-Takanori no es mi novio...- un tic se pego en el ojo del ondulado- ¿¿que mierda has estado pensando toda la tarde??-
-pe-pero ¡¡tu dijiste!! "algo así como familia", recuerdas?!- el rubio le apunto mas que confundido
-los hermanastros no son directamente familia ¡¡por dios que diría mi novia de esto!! Akira, tendré un matrimonio perfectamente normal en cuatro meses, te agradecería que no me metieras en líos difundiendo informaciones así hasta entonces...- rió un poco, aquella ocurrencia si le hacia gracia.-mírame, Suzuki. te he notado arisco hacia mi persona todo el día, y acabo de descubrir la razón. Akira eso que tienes se llama celos.-el rubio abrió la boca para protestar, pero el castaño le detuvo con su mano para terminar.-y solo para que te calmes, no, Takanori no es mi novio ni tenemos una relación de pareja. ¿ok?

-hmmm!!mmmphhpummmmm!!- grito el rubio con la boca tapada, se veía bastante enojado.
-ahora, vamos a comprar algo antes de que la señorita y takanori sospechen algo...-
Notas finales:

daaah ya saben lo de los 7 rws xD no me maten, quieren? sabremos que pasa con uru en el otro cap, junto con otras sorpresillas.... ven que takanori si tenia razon para tener problemas??


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