No! no! mi pelo, tonto!!- reía alegremente la chica al tiempo que intentaba en vano detener las atacantes gotas de agua que el rubio lazaba a ella al chapotear
-hahahaha, eso te pasa por plancharte- reía el chico también alegremente, ambos mojados hasta la cintura en la piscina pequeña, jugaban como dos niños pequeños.
Ella era bella, su cabello castaño oscuro ondulado con chasquilla recta que encascaba de un modo muy simpático su femenino rostro, mantenía sus ondulados y largos cabellos apresados en un moño-tiburón para evitar mojarlos, sus mechas delanteras se movían tan grácilmente como las amarras de su bikini verde que apenas si cubría su perfectamente cuidado cuerpo.
El a diferencia de su día a día, no le importaba si su cabello se arruinaba, la estaba pasando en grande. No había forma de que esa chica no terminara con el, así que no le importaba molestarla de esa manera, y seguía lanzando tremendas olas con el poder de sus bien ejercitados brazos, mientras sentía sobre si también, la mirada de todas las otras chicas que por el perímetro andaban.
No era para menos, muy fuera de su costumbre, estaba sin polera y solo traía puestas unas bermudas blancas con un estampado de calaveras negras que hacían parecer un mosaico lo que traía puesto, pero el perfectamente sabia que lo que todas ellas miraban, era su torso, su perfecto rostro y cabello y sus marcados músculos.
Todos lo amaban, y el lo sabia.
Varios metros mas allá, el mejor amigo del nombrado rubio, le observaba sonriente por sobre sus gafas oscuras, mientras hacia como que leía un libro del que no sabia nada, y se dejaba elogiar y consentir por las 3 o 4 chicas que adoraban a ese hombre del cuerpo perfecto, el look perfecto, y apariencia misteriosa mientras calladamente leía un misterioso libro sin siquiera titulo.
-es increíble que ambos sean tan populares sin hacer bueno.... nada.- se comentaban el uno al otro a la sombra de un quincho el presidente de curso y el presidente del periódico escolar.
-la verdad, mi opinión es que mientras mas te quieras tu, mas te quiere el resto...- dijo el castaño oscuro
-con eso estas diciendo que no te quieres nada?- pregunto Shou
-y tu estas diciendo que nadie me quiere?- dijo molesto Kai
-no, osea.... ah, ya dejemos eso.- dijo dando un largo sorbo a su jugo
-nosotros también deberíamos hacer algo, o mínimo tratar de acercarnos como lo hizo Akira...- comento Kai
-a las chicas? no lo se, hablar con una chica es tan... complicado... si no es bien ahombrada, te encontrará casi un ser inferior.- admitió Shou
-pero Akira lo consiguió en menos de 5 minutos, y encima tuvo que elegir entre la cantidad de chicas que querían ir a caminar o ir ala piscina con el...-
-es que Akira no se... tendrá el don de la palabra?- supuso el castaño claro
-y que hay de Shima, todo lo que hizo fue sacarse la ropa hasta quedar en traje de baño y luego se echo ahí bajo la sombrilla, agarró un libro que había cerca y de la nada ellas se acercaron como moscas!- comento receloso Kai
Ambos bebieron de sus vasos mirando atentamente al castaño, quien ahora conversaba animadamente con las chicas y todas reían de sus chistes y comentarios, parecía que la pasaban excelente.
-mira ahí viene taka.- apunto Shou a lo lejos, hasta que el chico estuvo a su lado
-que hacen aquí solos? y donde están los otros dos?- llego el rubio buscando al par con la mirada.
-míralo por ti mismo...- apunto el castaño claro al lado contrario donde el chico buscaba.
Con la misma expresión de escepticismo de ambos dos chicos, hizo su ya conocido en toda la escuela, gesto de alzar la ceja.
Y sin mas, dejo de nuevo en la bandeja el jugo que disponía a tomarse el también.
Se acerco a paso firme, decidido hasta la orilla de la piscina, dispuesto a llamar la atención del rubio bajista, por alguna razón, que no tenia según el absolutamente nada que ver con su sospecha de posible enamoramiento, le enfermaba de celos ver a Akira así de acaramelado con la chica.
Mas cuando estaba por saltar adentro de la piscina con ropa y todo con tal de que le prestara atención, una voz conocida le hablo desde atrás.
-yo que tu no lo haría.- volteo algo asustado de sus propias intenciones ahora que se daba cuenta de lo que hacía, era Shima que le miraba por sobre sus gafas de sol, inclinándose coquetamente.
Se acerco hasta el, las 4 o 5 chicas al rededor del castaño le hicieron espacio de inmediato.
-que lees?- pregunto interesado de inmediato en el volumen de cuero que ahora reposaba en el piso.
-ess...- el castaño leyó el titulo en el acto- Romeo y Julieta- dijo luego, sorprendido hasta el, escucho un murmullo de admiración entre las chicas.
-esta entre las lecturas de este año, deberías comenzarlo...-
-e-en eso estaba!!-
-uhm... Takashima-san...- dijo tímidamente la que parecía la menor de todas
-ah?- dijo distraído el castaño al oír su nombre
-quien es su amigo?- pregunto apuntando a Takanori
-ah, perdón.- Takanori, sin aviso, se giro hacia la chica y tomo la mano con que le apuntaba maleducadamente, besando su dorso como era su costumbre.
La pequeña pelirroja se llevo la otra mano a la boca, sorprendida y sonrojada, se escucharon risitas chismosas de las otras.
-Takanori Matsumoto, a servir tuyo.- le dedico una de sus mejores sonrisas a continuación.
-alguna vez tienes que enseñarme eso, hombre.- rió el castaño al darse cuenta de que Takanori le había quitado al menos la mitad de las fans que llevaba acumuladas en ese lugar en menos de un minuto.
Takanori se vio rodeado de adolescentes de un momento a otro, que entorpecían su objetivo, y las rechazaba tratando de no ser descortés ante sus preguntas indiscretas, demasiado indiscretas, al punto de ser a veces molestas, a veces casi siempre.
Mas, la pregunta que rondaba su cabeza; ¿porque Shima le había advertido no interrumpir a Akira?
¿Akira realmente estaría tomando enserio a esa chica?
¿Sería eso posible en Akira?
Trató de estirarse al máximo que daba su estatura para conseguir ver sobre los hombros de las muchachas, pero no fue necesario.
-eh, taka, no me quites conquistas.- apareció riendo el rubio, muchas chicas dejaron sacar pequeños chillidos de emoción con el look que traía el bajista.
Y no era para menos, pensó el pequeño rubio, pues ahora Akira parecía aquel tipo de "guardianes de la bahía" solo que bastante mas modernizado luego del pequeño juego de chapoteo que había tenido con su nueva "pseudo-novia".
-quiero presentarte a alguien...- sonrió luego, Takanori solo le miro hacia arriba sin sorpresa, se preparaba para lo que sabia que seguía.
La chica del cabello castaño ondulado avanzo grácilmente destacando por sobre las otras, casi danzando, el destello del sol hacia brillar en tonos esmeralda sus luminosos y grandes ojos, que ahora combinaban con el bikini que llevaba.
-ella es perla.- Akira sonrió tomándole la mano, la chica sonrió bellamente a Takanori, mas este no reacciono en lo absoluto, manteniendo su mirada en los ojos de la chica.
Esos ojos zafiro brillante que antes por el reflejo del agua no podía ver, un par de ojos verde intenso que no pensaba posible, eran tan verdes que llegaban a combinar con el verde limón de su bikini.
La chica noto de inmediato que era observada y rió pretenciosamente.
-un gusto taka-chan- sonrió y le tendió la mano, Takanori contrario a lo que seria mas de el, decidió estrechársela formalmente, mas no alcanzo a alejar de si su mano cuando Akira empujo en un rápido movimiento la de la chica, tomándola para acercársela a su pecho luego, Takanori le miro sin expresión mientras el solo reía.
-no! el te va a encantar también! es un jugador!- ambos rieron, todas las chicas también
"es un jugador"
Se dio la media vuelta y decidió marchar. No sabia porque, ni quería saber, tampoco le interesaba realmente nada que no fuera la acción de retirarse de ese lugar lo antes posible y volver directo a la cabaña a escribir horas en su diario y escuchar música hasta aburrirse. De paso quizás comer chocolate.
-eh, taka, te pasa algo?- escucho a su lado, Shima se había parado y dejado su "sequito" dispersarse para acercársele con rostro de preocupación.
El rubio lo miro un poco antes de responder
-tengo nauseas, iré por algún medicamento anti-mareo...- mintió con descaro, y realmente no le importo ser descubierto. Muy dentro de si, deseaba que el castaño notara que se encontraba mal.
-oh, bueno... yo me quedare con Akira, pero deberías hacer que Shou o Kai te acompañen, no creo que debas andar solo si te sientes mal...-
-creo que puedo cuidarme solo.- dijo cortante, odiando todo, incluido a si mismo por ser tan déspota en ese momento dentro de su propio mundo y poder decidir contra su propia voluntad si quería o no compañía.
Comenzó a caminar sintiendo el peso de su enojo, apresurando el paso mientras pestañeaba rápido, no sabia porque demonios se sentía tan mal, pero odiaba todo, todo lo posiblemente odiable en ese momento.
Iba llegando a la cabaña así como sus lagrimas de rabia al borde de sus ojos cuando sintió que pasos corrían tras de el.
Por algún motivo esperaba a alguien, en específico cierta persona en la cual evitó pensar, pero inmediatamente la ilusión ya estaba construida, volteo esperando ver sus rubios cabellos, y sus ojos con su escasa expresión de preocupación y cariño.
Más al voltear sintió una dolorosa punzada. Eran un trío de niños que corrían a la cabaña de al lado, se sintió odiosamente estúpido, pero no lloraría, no se daría a si mismo el gusto de verse débil y autovictimizarse.
El era un chico fuerte.
Contuvo la respiración y un sollozo con ella, volteo de nuevo y casi se le sale el corazón del susto.
-que te pasa?- pregunto Kai, a menos de medio metro de él, invadiendo totalmente su espacio personal, estaba en la entrada de la cabaña y al parecer salía, de algún modo había llegado antes que él ahí.
Quedó mirando sin saber que responder. Por algún motivo, su figura relajada con una sudadera ligera y traje de baño para abajo, mas un sombrero bastante veraniego en su cabeza, le daba una sensación de tranquilidad impresionante.
Atrás de su hombro asomó Shou con su expresión curiosa ya acostumbrada, como siempre, alegre.
-noooo no es casualidad! Shima-chan nos enviooo!- grito a toda boca, delatando su sospecha
-Shou eres un bocón.- le miro fulminante un segundo- es cierto, Taka, Shima nos mando a buscarte y asegurar de que no te pase nada porque dijo que le mentiste sobre no se qué cosa y blablabla, no entendí el resto... pero yo también te veo mal, y no me digas que estas mareado que yo no te la creo!- acuso el castaño oscuro apuntándolo, Takanori solo rió ligeramente y entro a la cabaña acompañado de los otros dos.
Como era de esperarse, se dirigieron de inmediato al living del lugar y se echaron en los sillones individuales tejidos con mimbre de tal forma que daba un cierto estilo cóncavo que los hacia inusualmente cómodos.
-es solo... - se mordió el labio un segundo, que iba a decir "de pronto no se que mierda me pasa con akira y es posible que no sea que lo odio"? eso seria prácticamente confesarse gay, cosa que el NO era.- es mi madre, esta muy enferma....- mintió a su pesar.
"una mentira se apila tras otra, y asi sera hasta que no se aguanten mas y se derrumben todas y quedaras tu bajo los escombros, con una verdad que lejos de todo, será vergonzosa hasta para ti. Nunca mientas taka." ¿Porque cada vez que cometía un posible error era algún recuerdo de Kisaki lo que salía a su encuentro?
-oh, ya veo... bueno, ánimos, nada es eterno pequeño- sonrió Kai, Takanori le miro odiándose a si mismo, Kai sonreía tan relucientemente como siempre y no daba signos de haberle descubierto.
Miro a Shou, y se asusto en el acto.
Estaba con sus manos sujetado sus pies, en posición fetal y la barbilla apoyada entre sus rodillas, encogido sobre el asiento.
y le miraba desde abajo con una mirada ante todo penetradora, delatadora, como cuando un niño sabe que lo que el doctor dice no es que esta enfermo, sino que se va a morir y no quieren decírselo así.
Quito la vista de él perturbado, no conocía ese lado de Shou.
Jamás lo había visto sin su felicidad constante, y el descubrir que era realmente sensible a los engaños era un tanto shockeante de pensar de alguien así de distraído.
-que pasa Shou?- y al parecer, no era el único que había notado ese cambio tan drástico.
El nombrado miro al castaño oscuro, que le hablaba con cara de preocupación.
"me va a delatar" pensó urgido Takanori, decir esa mentira había sido de sus peores errores, se sentía como un traidor.
Sintió la mirada fría del castaño claro sobre si.
-... Shima dijo que fuéramos a la playa cuando averiguáramos que pasaba con taka, no?- dijo como si pensara
-oh, tienes razón- recordó Kai
-pues vamos, yo voy por mis cosas a la pieza y....-
¿De verdad no era que Shou lo hubiese descubierto sino que estaba pensando en lo que Shima había dicho?
Posible; si
Probable; definitivamente no.
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pov ruki
Al final llegamos a la playa cuando ya estaba por atardecer.
Las amiguitas nuevas de Akira y Shima no se nos despegaban ni por si acaso, a pesar de que sabia que tanto Akira como Shima solo las veían cono entretenciones pasajeras y hasta que ellos decidieran ellas estaban con nosotros, me mosqueaba que aparte de pegárseles a Akira y Shima viéndolos como sementales, se me colgaran a mi a los brazos acariciándome como a la mascota.
Para cuando intentaron hacerme coger un caballo en el establo, estaba tan rabioso que aun con mi poca paciencia hubiese bastado una sola broma de Akira para habérmele tirado encima a los golpes, aun cuando era seguro que Akira ganaba.
Al parecer tanto Shima como Akira lo notaron, porque no me preguntaron que caballo quería mas que una vez luego de que dijera que era alérgico al pelo de animal.
-hey precioso, vamos a tirarnos a la arena?- dijo la chica rubia mientras estiraba la toalla.
Yo desde pequeño, nunca he sido grosero con una mujer, porque debo admitir que siempre han sido mi debilidad en cuanto a todo.
Las mujeres me atraen por su fisonomía, fuera de la perversión sexual quisiera decir pero también soy hombre, encuentro que sus cuerpos son casi un poema a la figura humana, tienen una fisonomía tan rica de ángulos bellos que me resulta demasiado interesante como para no fascinarme.
También tienen una manera de pensar bastante compleja, y son todo un misterio para mi, se que muchas personas podrían pensar que se complican por todo, pero lo que conozco de las pocas mujeres con las que he tenido contacto-principalmente mi entorno y mi hermanastra.- se que más que complicadas, son misteriosas, tienen ese algo que fascina a todo hombre, además que son tan bellas algunas que sencillamente te hechizan...
Mas aquí estoy ahora, sentado entre este par de esperpentos plásticos que no paran de farfullar estupideces con sus voces irritantemente agudas, que el bikini aquí, que las fotos allá, que el gimnasio no se qué... ni les sigo la corriente.
Veo a Akira más allá con Shima, están haciendo carreras a quien recorre la playa más rápido, como es una playa más o menos corta y bien vacía a estas horas, pueden correrla de lado a lado en menos de un minuto, con ese par de bestias que montan, son realmente bellos.
Akira en un principio trajo tres caballos, el se enamoro de inmediato de aquel negro, como era de esperarse.
Yo les dije de inmediato que era alérgico al pelo de animal, aunque no es cierto.... no hay nada a lo que le tenga mas pánico que los animales salvajes domesticados.
Una vaca puede noquearte de una sola y brutal patada, y los caballos son enormes, con esos hocicos siempre amenazantes, no gracias, sencillamente aprecio mi vida.
Dije que me quedaría aparte y en un principio Shima dijo lo mismo, debe ser por su pierna. Lo he notado cojeando desde que llego hoy en la tarde...
En fin, Akira comenzó a retarlo y como era de esperarse, Shima no demoro mucho para aceptar y tomo el caballo blanco, dejaron el otro moteado café en el establo, y ahora están los dos montando a pelo, porque Akira no encontró las monturas según el, y sin camisa también, "porque hace mucho calor" por no decir que quieren lucirse frente a las señoritas... que mierda, si ya esta haciendo frío, va a oscurecer dentro de muy poco...
Estiro mis manos al horizonte y pongo mis dedos imaginariamente en la línea del mar, comienzo a contarlos hacia arriba y calculo que cada uno son unos quince minutos, y hasta el sol son 6. Eso, según el libro de campismo y supervivencia que leí, significa que queda una hora y media de luz.
-a que hora se oscurece?- pregunte a "perla, la chica de Akira" como la había etiquetado automáticamente, tuve que cortar su conversación con las otras chicas sobre encrespadores de pestañas, un asunto de prioridad nacional...
-como a las 8...- dijo ella entrecerrando los ojos para verme, yo le quedaba directo al sol. Calcule que serian las seis... y media, mire mi reloj.
6:26... genial, ¡¡encontré una entretención para mientras este aquí!!
mire la playa buscando a Akira y Shima para decirles que yo me iba, quería ir a escribir a mi diario cualquier cosa... necesitaba algo de soledad, y con Kai mas Shou, y todas esas chicas, no podía encontrarme cómodo de ningún modo que no fuera escupiendo insultos déspotas en mi mente.
La playa era pequeña pero hermosa, el agua era cristalina y se creaban pequeñas piscinas de fondo arenoso entre las rocas, con un flujo constante de agua que hacia pasar por ellas peces de colores a ratos, y a lo lejos, el imponente mar chocaba furiosamente contra las altas rocas, amansándose luego para acariciar gentilmente la rojiza y suave arena.
La arena de esta playa era roja pardusca, lo cual por un momento me había hambreado de curiosidad, mas luego revisando con cuidado, me di cuenta de que era caparazón de cangrejo molido, esa debía ser una zona llena de cangrejos, no me atrevía entonces a ir mas allá de 6 metros en el agua, no quería ver mis pies entre las tenazas de algún gigante de metro y medio o mas...
En un rincón de la playa encontré lo que buscaba, Akira y Shima estaban al parecer retándose el uno al otro a ver quien cruzaba la playa mas rápido, y me crispaba los nervios ver como constantemente los dos se semi-resbalaban por los lisos cabellos del animal y volvían riéndose nerviosamente, sin admitir que habían pasado un susto de muerte por no verse menos que el otro.
Entonces comenzaron a decirse algo entre ellos, y nos miraban. De la nada comenzaron a cabalgar hacia nosotros, ganado cada vez mas potencia y velocidad, ambos se aferraban a los cuellos de los animales y se inclinaban pateando en sus ancas para hacerlos ir más rápido, estando a metros no se detuvieron, no pude reprimir un grito de horror cuando uno tras otro, saltaron por encima de nosotros.
los chillidos de las jovencitas me habían dejado con los oídos adoloridos de momento, pero no lo suficiente como para no girarme a ver como las patas delanteras del caballo negro topaban arena y luego las traseras, con el golpe Akira casi pierde el equilibrio, casi se me sale el corazón por la garganta en el momento en que lo vi resbalar, pero se aferro con su particular fuerza a las crines del caballo, instándolo a alejarse luego, y antes de que este desapareciese de mi vista se interpusieron los cascos delanteros del caballo blanco, uno detrás del otro, pude notarlo de inmediato.
El caballo no estaba estable.
Las patas traseras cayeron mal y el propio animal perdió el equilibrio, vi a Shima lucir un rostro que representaba el pánico con el rebote de la caída y sin tener un punto de donde afirmarse, salir despedido de la espalda del animal, tratando por instinto de caer de pie y doblando de un modo doloroso su pierna para finalmente caer con todo su peso sobre un solo pie.
A pesar del relinche del animal, y los gritos de las chicas, aun alcancé a oír el escalofriante sonido del hueso de su tobillo, y el grito de dolor que dio junto con este.
Me asuste en ese momento, pero más que nada por lo que vendría luego. Lo normal es que cuando un jinete cae, el caballo desesperado lo pisotea o lo patea sin querer, mas por suerte Akira fue mas rápido, apenas vio que Shima no resistiría la caída bajo del caballo negro de un salto, y si bien no alcanzo a ayudarlo en la caída, tomo las riendas del otro animal, alejándolo del castaño en el acto.
-SHIMA!!- grite sin pensarlo, su nombre salio solo de mi boca, así como sin saberlo mis piernas se movieron automáticamente hasta estar a su lado, aun cuando Akira aun no controlaba al animal y era peligroso solo el moverse.
Me puse lo mas cerca de su cuerpo, el se encogía sobre si mismo con expresión de dolor.
de pronto todo quedo en silencio mientras el trataba de sobrepasar el dolor, yo no podía hacer nada mas que mirarlo con esperanzas de que no se desmayara del dolor por lo que parecía una dislocación o peor, una fractura.
Todos lo mirábamos a el en silencio, incluso Akira, que ya había logrado calmar al caballo.
El levanto la vista aun con rastros de dolor surcando sus cejas, miro directo a sus "fans", que ahora estaban tal y donde estuvieran al momento del salto petrificadas, solo un par de metros sentadas frente a el con cara de terror.
-a sus pies, señoritas.- sonrió encantadoramente para luego reír ligeramente, Akira rompió a reír lo que se dice; indecentemente. Al igual que Shou y Kai, y también las chicas rompieron en sonrojos y risillas traviesas. Hasta yo creo que debo haberme reído por la estupidez de mi amigo.
-déjame ver eso...- le pedí tomando la mano que estaba sobre su pie, el hizo otra mueca de dolor. Esto no pintaba a bien...
Mi conocimiento medico era vago, pero no necesitaba realmente nada de el para saber que estaba pésimo.
Tenía claramente un esguince. Quizás no de los peores, pero por la posición que mantenía no era dislocación y por suerte, era imposible que fuera fractura.
No sabia cuantos tendones habían salido afectados, solo que se estaba hinchando a la velocidad de la luz y el color rojizo comenzaba a pasar a lila, mi amigo me miraba con impaciencia.
-me parece que es un esguince.- le dije sin estar realmente seguro, esto seria interesante de compartir con Yuu...
-agh, supuse lo mismo...- dijo con cara de agonía
-te ha pasado antes?-
-juego básquet pequeño- me sonrió
-la ultima vez, trataste bien el esguince?- le pregunte casi reprimiéndolo de antemano
-puede que me haya saltado una precaución o dos...- dijo percibiendo mi tono
-esguince que no se recupera es esguince que se reabre, quédate aquí, voy por Hizaki para ver que hacemos...-
-déjalo, yo voy, a ver si la información le llega esta semana- Akira a mi lado a pesar de estar igual de preocupado que yo viendo el tobillo de Shima, parecía no perder el animo de molestar, y por alguna razón, esta vez no tenia humor para aguantarlo.
-podrías dejar de ser tan imbécil al menos por un momento, lo has pensado?- le dije molesto como pocas veces. yo siempre puedo pasar de largo con sus comentarios ofensivos, porque yo me ofendo muy fácilmente, pero por alguna razón, esta vez había un factor X que hizo que no solo no aguantara su bromita, sino que destacara mi mal humor y acabara con la testosterona lo suficientemente alta como para haberlo golpeado ahí mismo a la minima provocación.
-hey, cálmate, que te pasa- dijo subiendo las manos en señal de "yo no fui" logre controlarme y ignorarlo
-iré yo Shima, se como hablarle de esto propiamente a Hizaki- pedí indirectamente que le dijera a Akira que no fuera, no sabia en que momento me había molestado tanto con el como para no querer ni hablarle
-fin pov Ruki-
Shima miro a ambos rubios agachados frente a si con curiosidad, quedo mirando un momento en las orbes claras del menor.
- me parece que en este caso Akira, conviene que vaya taka y no tu.- dijo quedamente luego
-¡¡pero yo soy cuanto mas rápido!!-
-¡¡y no tienes idea sobre como hablar sobre las características de un esguince!!- rodó los ojos el menor, no tenia energías ni para ser sarcástico
-vayan los dos- sentencio el castaño -y se apuran.- envió una mirada que claramente desafiaba a cualquiera de los dos a decir lo contrario, ninguno reclamo, se levantaron.
Y Takanori tomo de inmediato el camino al sendero, hasta que sintió que no iba acompañado en su paso rápido, volteo a ver.
Akira se había quedado atrás y conversaba algo con "perla" ella le sonreía y acariciaba sus mejillas, Akira se fue solo después de darle un corto beso en la boca.
No supo como se vio de pronto corriendo por la mitad del sendero con sus ojos lagrimeando y una rabia que o superaba por mucho.
Escucho las inconfundiblemente bruscas pisadas de Akira trotando tras de si, con el puño de su chaleco negro seco de inmediato cualquier rastro de su derrotamiento, le daba vergüenza verse a si mismo así, pero mas vergüenza le daría dejar que otro le viese así.
Como esperaba, este le tomo el hombro para voltearlo sin ningún cuidado, pegando un tirón en el momento justo, se soltó sin que lograra más que posar su mano. Comenzó a caminar, jugar a las carreras con uno de los chicos más veloces de la escuela no tenia ningún sentido.
-hey, para, que te pasa?- dijo a sus espaldas, luego de alcanzarlo trato de mirarle a la cara, mas este le hizo el quite apartando la vista y girando el rostro. Caminaron lado a lado en silencio un momento.
-tu...dime que no habías mirado a perla antes que yo....- rompió el silencio dificultosamente el mas alto. El menor se mordió el labio con fuerza, usando el dolor que sentía con eso para intentar exteriorizar lo que sentía y no acabar llorando de nuevo.
-no es eso.- dijo en cuanto pudo respirar son ahogarse
-que te pasa taka?- pregunto Akira sin saber como entonar, en su mente, su alter le preguntaba lo mismo "excelente pregunta; ¿que te pasa Takanori?"
Busco una excusa rápidamente.
-no concibo como viendo que tu amigo esta herido sigues siendo insensato como para darte el tiempo de seguir jodiendome.- dijo refiriéndose claramente a su actitud de antes
-de que hablas? yo siempre te he hablado así, y por lo general, tu pateas mi trasero luego con un comentario el doble de sarcástico, y así comenzamos nuestras increíblemente maduras peleas...-
-y yo pensé que no te dabas cuenta- dijo irónico, para escuchar luego la grave voz del mayor
-ah, ya eres tu denuevo~- suspiro el mas alto, logrando sacarle una ligera sonrisa al menor, mientras Akira tuviese sus comentarios bobos, su boca no podría dejar de reaccionar a esas pequeñas felicidades...
-apurémonos que el pato se nos muere- bromeo esta vez Takanori, haciendo un intento de trotar, luego de menos de un minuto se pregunto porque no apuraba el paso Akira, y al verlo a su lado, caminando rápido mientras el prácticamente corría lo hizo querer morir de vergüenza.
Bajo la cabeza, el más alto rompió a reír.
-pretendes que lleguemos algún día a este paso?- se burlo a su lado
-tienes alguna mejor idea, genio?- trato de mantener su orgullo intacto
Dejo de trotar para mirarle enfadado, no podía dejar de jadear por la maratón que acababa de hacer, y Akira solo estaba disminuyendo el paso.
El mas alto giro los ojos al cielo, como si este fuese a darle la respuesta, posando un dedo en sus labios como pose de pensar, se quedo así un rato para diversión del mas pequeño.
-si, si tengo una mejor idea.- se puso de espaldas enfrente del mas pequeño, obligándolo a parar en seco. Se agacho estirando sus brazos hacia atrás en una cómica posición que aterro al menor.
-es broma, no?- dijo ante la clara invitación a pasear en las espaldas del mayor.
-te parece que lo sea? se me muere mi amigo, me pongo serio. A pedido tuyo.- dijo sin voltearse a mirar el otro.
Una parte de si solo quería subir y dejar de perder tiempo pero...
¿Porque palpitaba tan fuerte su corazón?
¿Porque de pronto se sentía incapaz de moverse o dar un solo paso para subir a sus espaldas?
-que te pasa? estamos perdiendo tiempo...- recordó el mas rubio riendo, seguro ya se había dado cuenta- anda, no muerdo... no mucho- rió de nuevo, era seguro. Se había dado cuenta.
Aquella risita burlona le dio en el ego, y como el cabrón que era, con un pequeño salto se montó con piernas y brazos sobre su espalda, escuchando con satisfacción su quejido de dolor.
creyó que con eso el otro quedaría molido, pero para su sorpresa, pudo sentir casi en el mismo momento como el rubio pasaba sus manos por debajo de sus piernas sujetándolas a sus caderas, y se elevaba rápidamente, mientras el por instinto se aferraba hasta casi enterrarle las uñas en los hombros.
-oo-oye N-NOOOOO ESPERAAAAA!!- comenzó a gritar desesperado, a pesar de que Akira era bastante estable, ahora que había comenzado a trotar de un momento a otro, el balanceo le hacia creer que en cualquier momento ambos terminarían mas lesionados que el propio Shima.
-AKIRAAAA POR LA MIERDA BAJEEE BAJAMEEEE NOS VAMOS A CAEERRRRR!!!- por mas que pataleaba, Akira le tenia firmemente sujeto, y mientras mas reclamaba mas aumentaba la velocidad, riendo a carcajadas de la reacción del mas pequeño.
-QUE ME BAJEEESSSSS MIERDAAAAAA!!! PEDAZO DE ANIMAAAAAALLL!!- gritaba, sacudía los hombros del menor, pateaba, pero al parecer solo lograba hacer reír y correr mas rápida y agitadamente al mayor.
El mas alto en su afán por aterrar al menor, se salio del sendero y se fue a meter a un trigal, corriendo entre las amarillas plantas de cereal, que se apartaban a su paso.
y hacían cosquillas en el rostro del menor, quien de un momento a otro comenzó a reír ligeramente, para luego acabar compartiendo la risa del mayor, escandalosamente, llegando incluso a levantar los brazos para rozar los trigos a su alrededor y luego volver a aferrarse al cuello del mas alto riendo aun, se sentía, del modo mas raro de todos, feliz a mas no dar, su risa por fin sincera, podía palpar su corazón latiendo fuerte contra la espalda del mayor, por primera vez desde hace no podía recordar cuando, se sentía vivo.
-hey! ves? es cosa de relajarse, ¡¡no pesas nada!!- reía el mas alto, sin dejar de correr. Pasaron todo el trigal entre risas y desordenes, tal como Takanori había pensado, cayeron, pero eso tampoco le importo.
Sucio, con sus manos rasmilladas, la cara llena de polvo y barro y las ropas desordenadas, igual que el más alto, ¿seria eso lo que los chicos llamaban "jugar"? ¿Seria esa la sensación de la que leyó tantas veces de niño la "alegría"? se golpearon con los trigos, gritaron estupideces, se persiguieron y se golpearon, volvió a saltar en la espalda del mas alto tantas veces que perdió la cuenta, nada le importaba en ese momento mas que reír locamente, reír y reír al lado de Akira, quien parecía en ese momento la persona mas brillante del mundo.
No supo en que momento en el lomo que ahora le parecía el más cómodo del mundo, cayo al peso del cansancio, aferrándose al calor del otro que aun reía entre comentarios bobos mientras seguían su camino.
Y en mucho menos de lo que esperaban, estaban en el sector de las cabañas de nuevo.
-taka....- dijo suavemente, el menor estaba abrazado a su cuello sin parecer querer soltarlo jamás, su frente apoyada en su hombro descansando, le permitía ver solo los claros y ligeros mechones de su chasquilla caer cosquilleándole el cuello - taka...- volvió a llamar suavemente
-hmmmm- escucho aquel sonidito de parte del otro que delataba que no le hacia gracia que lo molestara cuando se encontraba tan bien.
-llegamos...- sonrió, al menos ahora el menor no estaba gritándole rabioso como hace menos de una hora atrás.
-hmm...- rió ligeramente, por primera vez desde hace ya bastante, podía ver al chico en su espalda como el niño que era.
-sigues enojado conmigo?- pregunto tímidamente
-...- mas el menor no respondió, y eso lo preocupo "un poco".
-taka?-
-en ningún momento estuve enojado contigo... es solo... hay veces en que no me siento bien y no se porque.-
-y pateas la perra con quien primero se te cruce, no? te entiendo...-
-no es eso, como decirlo...-
-ya veo, eres del tipo que se pone sensible en vez de explotar...- Takanori contuvo la respiración, ya veía venir el comentario homofóbico, sin embargo...- eso es malo, sabes? de cierto modo, toda la rabia que debería ir a parar contra algo o alguien mas, acabas explotándola contra ti mismo, es como auto golpearte, mi hermana es así...- el menor acomodó mas su cabeza en el hombro del mayor, ahora que el rubio caminaba, no podía verle el rostro, y no podía comprender donde había quedado su homofobia.... el vaivén de su cuerpo le daba sueño
-tienes una hermana?- dijo solo para hacer al rubio hablar, no le importaba el tema, solo quería seguir oyendo el rumor de su voz...
-si, no la conoces? es de tercero medio, y es de las mas conocidas del colegio... de verdad no la conoces?-
-no... Como se llama?- dijo ya a punto de dormirse
-como no la vas a conocer, si es.... SHIROYAMA!!- Takanori llego a saltar en la espalda del otro, de no ser por el buen equilibro del mayor, ambos se hubiesen ido de espaldas
-¡¿Shiroyama?!- dijo Takanori confundido
-ahí!!- apunto el mayor con un movimiento de su cabeza, Takanori bajo de la espalda del mayor de inmediato, buscando con la mirada al pelinegro ¿y que haría el ahí?
Antes de darse cuenta, Akira ya no estaba a su lado, sino corriendo hacia donde efectivamente, el ayudante de enfermería se encontraba, hablando animadamente con Hizaki y Omi a su lado.
Llego hablando apresuradamente, el se acercaba a su paso, aun apurándolo, llego solo para oír la mitad.
-... y ahora esta en la playa con una pierna menos!!- tanto Yuu como Hizaki palidecieron en lo que cambiaban sus expresiones a unas de pánico. Era de esperarse de Akira una exageración así...
-antes de que les de el paro- interrumpió Takanori -Yuu, es un esguince, creo que tiene dos ligamentos dañados, me atrevo a decir que estaba afectado de antes su tobillo.-
-donde?!- dijo todavía alterado el pelinegro
-a un kilómetro y algo de aquí-
-yo se como llevarlos, mejor nos apuramos...- dijo Akira tratando de ayudar
-vinieron corriendo?- pregunto Hizaki preocupado observando el aspecto ajado y sucio de ambos chicos.
-algo así- Takanori hizo un gesto confuso que hizo reír ligeramente al bajista
-hay que ir antes de que empiece el derrame Yuu- dijo Omi apurada dejando de lado los saludos
-ella tiene razón, cuando nos fuimos, ya se estaba inflamando, y te estoy hablando de algo de media a una hora- dijo Takanori seriamente
-pero tienen que tener una cama lista y los vendajes cuando el llegue!- exclamo el profesor
-yo digo que llevemos el vendaje allá, sino cuando venga no tendremos como traerlo sin hacerlo caminar- dijo Omi
-puedo hacerle un cabestrillo de emergencia, pero no garantizo que no se mueva...- dijo Takanori con rostro de complicación- habría que traerlo y aquí inmovilizarlo, seria lo único a menos que pudiéramos traerlo en...-
-¡¡maldita sea vinimos hasta acá en mi auto!!- dijo Yuu enfadado por la perdida de tiempo que esa discusión les estaba llevando
-¡¡pero tu sabes como preparar la camilla de esguinces Yuu!! ¡¡Recuerda que es solo mi primer año!!- Omi sonaba urgida mientras ninguno sabía que hacer.
Yuu miro a ambos rubios como intentando una difícil decisión
-Akira, sabes manejar?-
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