capitulo 9: tu-tu-tuuuuutttttt~ ¡¡tutor!!
-las ovejas no viven mucho, pero no tienes porque acelerarlo... que caníbal eres....-
una mirada ausente y seria, completamente fría.
la cabeza de un animal entre las fauces de un ser sin verdadera hambre
-sabes que esa oveja pudo tener familia? te das cuenta de lo asesino que eres? que sigue, ¿un pingüino? extinguirás la fauna del mundo?-
La mirada del "asesino" bajo lentamente al plato lleno de animales
Se dirigió a su acompañante con una sonrisa
-no pienso volver a pedir galletas de animalitos... amo a los pingüinos, Yuu.- respondió con la misma seriedad
Sin poder aguantar mas con la cara seria, el pelinegro rompió a reír
-yo te dije que pidieras comida.... no entiendo porque no quieres pizza ni cerveza... que no te intimide que por esos giros del destino sea tu profesor, soy tan humano como tu-
-realmente, no quiero que me veas en mi fase glotona ni borracha- dijo con sinceridad, pero como recién habían interpretado seriedad Yuu aun lo tomo como broma
-no te creo... no te podría imaginar así, eres demasiado.... fino? para eso- dijo riendo, en lo que apoyaba la boca contra el dorso de su mano, que a la vez estaba apoyada a la mesa con el codo. Ocultar la sonrisa se le estaba haciendo difícil.
-si tienes que reírte hazlo- sonrió el castaño al otro lado de la mesa individual.
-no, no es eso, odio mi sonrisa, mis dientes son horribles...-
-y yo no te creo eso, eres demasiado...- Uruha sabia que si acababa la frase todo acabaría mal, así que se quedo mudo, en blanco, mirándole a ver si con eso conseguía algo.
Yuu le miro fijo de vuelta sin dejar de sonreír, con los ojos brillantes por las lágrimas de risa.
-Shiroyama Yuu! su pizza esta lista!- llamo la chica del local comercial, uno de los tantos de la plaza de comidas del mall
El pelinegro cerro los ojos un momento, en una expresión que el castaño no logro descifrar, y se levanto sin decir una palabra.
Apurado mientras Yuu iba por la pizza, saco de su bolso negro un espejo, solo un vistazo para chequearlo todo.
El cabello algo revuelto, acomodo los mechones, y limpio algo de delineador que se había esparcido unos milímetros. Sin darse cuenta le gano el ego y abrio ligeramente los labios para darse un toque mas sensual e inocente, y bajo la cabeza para mirar de soslayo al espejito de mano.
Sintió movimiento tras de si y sobresaltado cerro del golpe el espejito. dos brazos pasaron por encima de el, desde su espalda, y depositaron la caja de pizza en la mesa.
Al topar con la superficie la caja, Shima también pudo sentir una de las cosas que difícilmente olvidaría jamás; el pecho de Yuu apoyándose ligeramente en su espalda, su calor abrigándole por solo unos acogedores segundos para luego retirarse sonriendo con disimulo, rodear la mesa y sentarse en su lugar, sin dejarle de mirar de reojo en ningún momento. Sonriendo de esa manera que solo el tenia.
el calor se agolpaba en las mejillas del castaño, y este no podía hacer nada para evitarlo mas que rogar por que se abriera la tierra, hambrienta por el.
-pedí tu néctar, de durazno, espero no haberla cagado...- dijo el pelinegro alcanzándole la botellita
-no, no... El de durazno es mi favorito.- de pronto el néctar de naranja y manzana habían sido corridos de lugar en la lista de favoritos.
en un acto reflejo por quitarse el calor, el castaño puso la botella de vidrio helado contra su mejilla, tratando de disminuir la temperatura.
-no amas como se siente? es exquisito... a mi también me encanta- Uruha lo miro con los ojos abiertos de par en par ¿¿que había dicho?? Eso se podía malinterpretar TAN mal!!!-realmente agradezco que la hielen tanto...- se puso la botella de cerveza en su mejilla también y el castaño se quiso matar.
¿¿Como había malpensado así??
Paso un rato en el que el castaño se esforzó por tratar de no distraerse de las galletitas de animales de su plato. Finalmente, el pelinegro hablo.
-OH, Shima ya basta, no te hagas el santo que la cara de ángel es lo único que tienes...- levanto su botella de cerveza personal y se la movió en las narices al castaño -yo se que todo joven bebe... y que hay de esta...?- tomo un trozo de pizza y el queso empezó a escurrir por los lados -exquisita... llena de queso... caliente, blanda... deliciosa pizza?-
El olor le cosquilleaba la nariz al castaño, que como todo joven tal y como Yuu había dicho, amaba la pizza.
-solo mírala...- el pelinegro ladeo su cabeza para atrapar con la lengua los hilillos de queso -deliciosa.... blanda...- sin querer el castaño comenzaba a excitarse-caliente... jugosa y exquisita... blanda... pizza.- le dio una insinuadora mordida a el trozo de masa -hmmm...-
El castaño se puso nervioso distrayéndose de si mismo al punto que succiono sin intención la pajilla de su jugo, el líquido le entro de lleno en la boca y comenzó a toser compulsivamente escupiendo todo.
Luego de un rato de risas y conversaciones triviales, Uruha decidió que era tiempo de preguntar lo que venia esperando averiguar desde que lo viese en aquella sala, con la chica y los vestidos.
-hm, Yuu...- dijo fingiendo indiferencia, Aoi, muy ocupado en arrancar trozos de la pizza, ni siquiera lo escucho -Yuu.- dijo mas fuerte.
el pelinegro levanto la cabeza, con hilillos de queso colgando y salsa de tomate embarrada en el labio. Shima tuvo que hacer un gran esfuerzo por no sonreír.
-que hiciste este verano?- pregunto interesado, se apoyo en ambos codos, inclinando su cuerpo hacia adelante y robando un trozo de pizza sin permiso desde la caja
-eh? pues... no mucho, la verdad- dijo confundido por la repentina pregunta y el aun mas repentino y evidente interés del castaño
-trabajas?- mordió un trozo de la pizza robada
-los veranos? bueno, me gustaría decirte que no, que me quedo nadando todo el verano en el mar, pero por desgracia, mi fama de comprador compulsivo me lo impide- el pelinegro se largo a reír después de la frase, pero el castaño era incapaz de descentrarse a estas alturas
-y... en que trabajas?- su desinterés se hacia cada vez mas falso
-en lo único que se, toco guitarra-
-ah, como profesor? o estas en una banda??- el castaño entrelazaba los dedos y apoyaba su mentón sobre ellos, escrutando atentamente las reacciones del mayor.
-no, osea, no es un banda, la verdad lo único que hago es buscar de esas compañías que contratan gente para animar en las fiestas, generalmente necesitan a alguien para que haga música de fondo o acompañe a cantantes...-
-genial... y, algún evento importante este verano?-
-y porque tanto interés?-las sospechas del pelinegro no eran para nada infundadas
-yo también quiero trabajar este verano- mintió hábilmente el menor; eso llevaba años de practica.
-ya veo... supongo que lo mas divertido fue la tocata en el Bowling y el evento de año nuevo, pero es siempre lo de rutina, ya sabes; gente, música, divertirse con la banda... al final se vuelve aburrido y trivial, son pocas las cosas realmente memorables.- el castaño miraba fijo al pelinegro, tan fijo que llegaba a incomodar e inquietar al mayor.
-huh.... genial... - "no lo recuerda...." pensó el castaño para si "nadie lo recuerda... ni Kai, ni "Ruki", ni "Reita", ni Yuu... solo yo." se quedo en silencio un momento, evaluando todo "para el soy un completo desconocido, tal como con Akira y Takanori..."- y, que haces en la playa todo el verano? mencionaste que te gustaba- "puedo sacarle provecho a esto..." sonrió malévolo, para el, esto era todo un gran e irónico juego de estrategias.
-surfeo- dijo el pelinegro sonriendo de oreja a oreja, como si el solo recuerdo de aquello lo iluminara
el castaño levanto ambas cejas sorprendido, viendo su oportunidad perfecta brillar.
"sonríe... mueve tus manos, enseña tus ojos con coquetería..." recordaba paso a paso los consejos para conquistar de sus hermanas mayores
-me enseñaras alguna vez, cierto?- sonrió lo mas coqueto que pudo.
Aoi desvió momentáneamente la vista de la pizza, quedando shockeado por el aspecto femenino de su alumno y amigo a tal grado que tuvo que volver a mirar para asegurarse, y quedársele viendo fijo.
-yo...- noto que le costaba hablar; ¿nervios? - cla-claro... si tu quieres, por supuesto...-
Uruha sonrió satisfecho. Siempre conseguía lo que quería.
Entonces el celular de Yuu sonó, rompiendo la magia que había cumulado el momento.
Lo saco de su bolsillo y abrió la tapa, sonriendo
-hey! momoko, dulzura, como estas hermosa?- contesto muy acaramelado, la sonrisa de Uruha desapareció tan rápido como había llegado- si preciosa, mañana en la noche estoy libre, ahí lo hacemos, si?- comenzó a sentirse enojado, triste, quería golpear al pelinegro con todas sus ganas.
Como era; primero la chica de los vestidos y ahora esta tal "momoko"?? Que tan mujeriego podía ser ese idiota?
-si, como a las 11 de la noche voy... pero porque no en mi casa? no van a estar mis padres, así no nos molestan... OK, entonces en mi casa! te espero... pero recuerda, a las 11, antes no puedo, estaré con la chica nueva... si, si, boa... jajaja, claro, no amor de mi vida, si yo soy solo tuyo gatita... como sea, adiós princesa- se rió un largo rato, Uruha se quería morir. Aoi le miro sin dejar de reír -la traigo loca- menciono vanagloriándose-pero no dejare que la conozcas, no me gusta que me quiten conquistas, y tu tienes fama de don Juan, jajajaj...-
Uruha se le quedo mirando un minuto con aire de pesar, luego se levanto dejando la chaqueta en el asiento.
-voy al baño- sus ojos comenzaban a aguar, el mayor lo miro con atención frunciendo el entrecejo con preocupación.
-Shima... te sientes mal? estas como...- el celular de el pelinegro volvió a sonar, miro preocupado al castaño una vez mas, que le devolvió la mirada desde arriba con atención.-yo... dame un segundo Shima, si?- contesto el teléfono -boa!! Cariño tengo que hablar contigo de algo que...-
Uruha no escucho más. Ya no estaba ahí.
Luego de oír eso puso los ojos en blanco, y ahora se dirigía al baño a paso rápido, sin mirar atrás.
"no tienes derecho a reaccionar así" decía su mente, pero el solo miraba bajo y caminaba cada vez más rápido.
Llego a los baños y se encerró en uno de los cubículos, tenía espejo personal.
Miro el espejo y se dio cuenta de que daba mucho que desear, tenía las lágrimas a punto de salir y la rabia se le notaba en un puchero amargo.
Apoyo su puño y antebrazo en el marco del espejo y se acerco hasta quedar a centímetros de distancia de si mismo.
Allí, en el espejo, otro Uruha le miraba con rabia, desafiante.
"que crees que haces?" pensó sin dejar de mirarse con odio "el es hombre. a el le gustan las mujeres."
Acentuó un poco mas su manera de fruncir el ceño "el no entra en tu juego."
Miro al piso y no pudo evitar sonreír con agonía. "el es normal. El es un ser como cualquier otro, no un rechazado como tu..."
Las imágenes pasaban por su mente fluyendo despacio, aflorando dentro suyo. Cada palabra del pelinegro resonaba como un eco eterno dentro de su cabeza
"pero porque no en mi casa? no van a estar mis padres, así no nos molestan..."
-entiéndelo, "Uruha"- no dejaba de ver el piso - el que hayan tocado juntos antes no significa nada...-
Observo de nuevo el espejo. Una negra lágrima rodaba por su mejilla dejando un surco de delineador interrumpiendo su hermosura. - el nunca se fijaría en ti. Nadie se fijaría en ti. Nadie que tu quieras.- del otro ojo afloraba otra lagrima, lenta, retenida, renegada, negra.- entiéndelo Uruha. Eres hombre.-
La puerta de los baños se abrió, rápidamente Uruha se subió al toilette para pasar desapercibido, olvidándosele todo lo demás a su alrededor.
-...Shima?- tomo aire y lo retuvo rápidamente, tratando de ser silencioso. Yuu había entrado en los baños. -Shima estas aquí? te pasa algo? traigo tu bolso?-
-no estoy aquí, no me pasa nada, pero si agradecería mi bolso.- "olvídalo todo.... sonríe de nuevo, necesitas sonreír para todos" Uruha se repetía a si mismo, todo con tal de pasar desapercibido.
-...puedes salir o estas...?-
-ay no que asco!!- se largo a reír sintéticamente y salio del baño
Miro hacia abajo preparándose para sonreír falso y luego levanto su rostro para encarar al pelinegro.
Y en cuanto sus miradas rozaron, las pupilas del pelinegro se contrajeron con miedo.
Un miedo infundado que Uruha no comprendió sino hasta ver su propio reflejo en el espejo grande de la pared de atrás del pelinegro.
Lagrimas negras que había olvidado, corrían libremente por su rostro cubiertas de maquillaje, delatando como se sentía por dentro a pesar de su perfecta sonrisa por fuera.
Dejo de sonreír de inmediato, y sin limpiar las lágrimas de su rostro se dispuso a largarse de esa escena catastrófica cuanto antes. Se dirigió a paso rápido a la puerta y tomo el pomo, lo giro y fue detenido por el agarre de una mano firme en su brazo.
el pelinegro lo giro y lo obligo verle a los ojos. Uruha pudo identificar entre la mezcla de emociones, algo de tristeza en los ojos azabache a centímetros de el. con la mano que no lo sujetaba por el brazo el pelinegro limpio las lagrimas y sujeto su rostro sin dejar de verle fijo en ningún momento.
El llanto silencioso del castaño poco a poco fue soltando pequeños suspiros, y uno que otro sollozo.
El pelinegro abrió la boca para hablar.
El castaño lo empujo y salio corriendo.
DOS SEMANAS DESPUES, SALON DE CLASES, 8:15 AM.
Takanori abrió la puerta del salón con pesar, de nuevo llegaba tarde y eso le aterraba.
Sin embargo, para su sorpresa en la sala reinaba el caos, y ni siquiera había un profesor.
-que pasa aquí?- dijo el chico tomando asiento al lado de Kai, que reía en el grupo de los chicos apartados
-eh? hola taka!!- dijo el sonriendo y dejándole un espacio en su asiento para compartirlo.
-hey- respondió el resto de los presentes
-hola Kai, porque no hay profesor?- dijo confundido
-ah eso, es consejo de curso a esta hora- respondió con simpleza el chico
-y no nos vigilan??- pregunto el rubio
-no, vamos taka, ya estamos grandes...-
-eh?? Quien dijo que lo tengo grande!! Aquí mismo le doy!!- llego el típico desordenado a ganarse tras el recién llegado y el niño de las sonrisas-llegando tarde Matsumoto?? yo creí que eras un nerd de caso perdido... nada mal, enano-
Akira no dejaba de joder al rubio, que miraba con paciencia, Uruha llegaba al poco atrás riendo ligeramente de las estupideces de su amigo.
-y? que han hecho de bueno?- dijo el de la bandita sentándose en una mesa enfrente del par, ahora que el grupo con el que estaban se había dividido en dos.
-hm, nada, que íbamos a hacer?- dijo el otro rubio sarcástico
-ooo te jodio Akira, jajajaj!!- reía el castaño sin parar, estaba mas risueño que de costumbre al parecer...
-eh, que estas recién nuevo, no? deberías adaptarte antes de meterte en problemas con los grandes de la escuela-
-y tu que tienes de grande?? Porque allá abajo no creo...-se río de su propio chiste
-mejor cree- dijo Kai, haciendo que Takanori le mirase incrédulo y confundido de inmediato ¿¿Kai le había visto el pene a Akira??
-si cariño, pero es que eso ya no se cree...- dijo Shima sin dejar de reír con el castaño oscuro
-así tan grande?? Yo sabia que lo tenia grande, pero ustedes tampoco la tienen chica...- dijo el rubio, el menor ya estaba rojo como tomate
-y como la tendrá taka-chan??- pregunto de pronto el castaño claro.
Todas las miradas se posaron en la entrepierna del menor, que de un momento a otro ardió en rojo, tapándose con ambas manos sus partes intimas, y apretando las piernas muy fuertemente.
-¡¡ESO NO ES ASUNTO DE USTEDES!!- el baterista y el guitarrista explotaron en risas ahí mismo
-yo creo que si...- murmuro el mayor de los rubios sonriendo con maldad, a lo que primero el rubio pequeño lo miro con inocencia y sonrojo, que quería decir?
pero luego lo entendió...
-HEY! chicas! tengo una propuesta!!- el chico de la bandita se había subido a una mesa con los brazos en alto y se dirigía a la sala, donde todas las chicas callaron de inmediato y golpearon a los chicos para que hicieran lo mismo por su ídolo. - LA QUE CONSIGA SABER CUANTO LE MIDE A TAKANORI SALE CONMIGO!!-
-QUE?!?!?!- se paro el aludido de su asiento ardiendo en rojo, absolutamente todas las miradas de las chicas estaban en el
-nada mas que decir. Cumplo mis promesas.- el rubio de la bandita luego de sonreír y guiñar el ojo, se bajo de la mesa sin dejar de mirar en ningún momento al otro rubio, que lo miraba boquiabierto como todos.
Todos menos el castaño de las piernas hermosas, que conocía mas que de sobra a su amigo como para saber que esa era su reacción natural hacia un desafío.
De a poco comenzaron susurros en la salas, todos de voces femeninas, los chicos volvieron a sus peleas juguetonas entre ellos y a conversar con las chicas o los mas loosers a hacer la tarea.
Durante un momento no sucedió nada, pero luego, una chica se acerco tímidamente al grupo en el que estaban.
Ruki la miro en pánico, Kai solo se hizo a un lado espantado también, Reita que estaba sentado aun en la mesa apoyado sobre sus palmas semirecostado, giro levemente la cabeza interesado en la escena, y Uruha no pudo hacer mas que sonreír traviesamente.
-di-disculpe... Takanori-sama- dijo la chica.
Era bonita, no era muy alta, usaba lentes y el pelo liso y largo con una chasquilla recta. Tenía ojos pequeños y negros.
-s-si?- dijo el atragantándose con las palabras
-disculpa, en realidad lo que dijo Akira...- interrumpió el castaño claro para tratar de salvara tiempo al pequeño, pero el propio Akira le interrumpió a el poniéndole una mano en el pecho para que no siguiera avanzando hacia la chica
-lo que dije lo dije totalmente enserio.- para decir esto uso su mejor tono seductor, un ronroneo por el que todas las chicas del salón suspiraron en secreto-deja que se haga hombre- susurro luego sonriendo a Takashima
-u-m, Takanori-san.... cuanto le mide??- la chica se enrojeció totalmente y el rubio también.
El chico de la bandita rió ligeramente disfrutando eso como nadie.
-yo.....yo.....- Takanori no hallaba como excusarse
-Akira! se va a desmayar de nuevo!!- susurro el guitarrista preocupado
-déjalo, ya veras que sobrevive...- respondió el bajista
Kai no encontraba que hacer para frenar la situación, y justo cuando iba a interrumpir; el rubio reacciono.
El bajista abrió la boca totalmente mientras observaba sin creer como el chico le tomaba ambas manos a la chica y la veía a los ojos con una expresión que hubiese dejado mudo a cualquier ser viviente.
-como te llamas?- le dijo sutilmente, acogiendo las manos torpes de la chica entre las suyas calidas y suaves y llevándolas a la altura entre los pechos de ambos.
-na...naoki...- dijo ella perdida en la perfección del rostro y ojos del chico
-naoki, tu nombre es precioso...- Ruki sonrió levemente con todo su encanto- lo siento, pero lo que me pides... no puedo decírtelo, ¿esta bien así...?-
Reita entrecerró los ojos de furia y decidió no seguir viendo eso, pero en cuanto desvío la vista se dio cuenta de que era imposible, porque si se fijaba al rededor absolutamente TODOS en el salón veían la escena en absoluto silencio.
-s-si... esta bien Takanori-san....- la chica estaba al borde de un paro al corazón de lo rápido que le latía
-muchas gracias naoki - sonrío dulcemente el rubio.
Soltó una de las manos de la chica y la otra la mantuvo en sus manos calidas. La sujeto cuidadosamente de la muñeca y beso su dorso, luego le miro a los ojos. Ella respiraba agitada.
-nos veremos otra vez....- Ruki se separo del todo de ella agitando su mano ligeramente en señal de despedida mientras sonreía aun.
Volteo hacia un boquiabierto Uruha, un pasmado Kai, y un Reita al que parecía importarle un cuerno todo en ese momento y maldecía mentalmente contra todo.
Se quedo mirando al grupo en un silencio tan sepulcral como el de ellos.
-que?- pregunto al fin sin entender sus reacciones.
9:30 SALIDA DEL AULA
-enserio taka!! No entiendo...! como rayos hiciste eso??-
-es que Takanori!! Yo no te conocía esa faceta!! Jamás la imagine!!-
-chicos, enserio, no tengo idea. Solo la trate como se trata a una dama y nada mas, ¡¡NADA MÁS!! Me dejan en paz ahora?-
a pesar de que ambos castaños bombardeaban a preguntas al nuevo ídolo de las chicas del curso, este no podía responder nada, y el otro rubio que de a poco perdía algo de su popularidad con las chicas, no se molestaba ni en mirar.
-eh, tu, que rayos pasa aquí? todas las chicas de mi curso están preguntando cuanto te mide la pija...-
De la nada se les apareció enfrente un chico algo mas bajo que Ruki, tan de pronto que los obligo a todos a pararse en seco para no chocar, y 4 miradas extrañadas se posaron en Byou.
-hola Byou-kun...- dijo Takanori indiferente a la pregunta
-quien es??- pregunto Kai de inmediato
-es adorable!!- dijo el mas alto de todos
El rubio de la bandita solo le miro fijo. Serio. Quizás hasta enojado.
-quien soy? la nueva persona que le robara el tiempo libre a esta belleza, que tal?- dijo con su típico tono prepotente en lo que sonreía ampliamente a los chicos mayores
- soy su tutor- dijo con paciencia el rubio, quitando algunos mechones de su cara para disimular su frustración.
la diferencia base entre ambos, tutor y pupilo, habían descubierto el día anterior, era que el menor tenia mucha mas personalidad que su sempai.
-eh??? Enserio?? Que suertudo!!! Mira si es adorable!!- el castaño se había enamorado por completo de la apariencia adorable del menor de todos ahi.
y no era para menos, el pequeño pupilo vestía ese día una cazadora café con orejas de oso y jeans oscuros con solo una o dos cadenas casuales.
-Byou, no? te viste tu hermana, marica?- el rubio de la bandita, callado hasta entonces no pudo disimular mas su rabia y se descargo con el chico.
-no, me viste mi novio iguana. y con las orejitas y todo, créeme que me veo mas masculino que tu.-
-Byou!- dijo alerta Takanori poniéndose delante de el de inmediato por si Akira le saltaba encima a estrangularlo.
-jo, te dio feo.....- dijo el chico pato con las manos en la boca para disimular su sonrisa, el pequeño sabia defenderse solito.
-no responderás?- dijo Kai esperando peleas verbales. Takanori le lanzo una mirada taladrante.
-soy mas maduro que eso.- con una ultima mirada destellante que Takanori hubiese jurado que lo atravesó para llegar directo al delicado cuerpo de Byou, Reita se retiro a paso rápido, maldiciendo todo lo que tuviera la mala suerte de cruzarse en su camino.
-bueno, osea que yo también me voy chicos, no me atrevo a dejar a la iguana sola en estas condiciones.- dijo Uruha acomodándose el bolso en el hombro -nos vemos!- se despidió con la mano de los chicos - nos vemos cosita!- se despidió del menor en especial.
-nos vemos...- dijeron todos a coro y el mas alto partió a seguir a su amigo.
RECREO.
El trío de el baterista, el rubio y el pupilo de este, había avanzado hasta unos árboles donde se habían sentado bajo su sombra para comer sándwich.
-y tu porque estas aquí?- pregunto el rubio harto de meterse en problemas por el que fuera su pupilo
-tengo que estar todo el tiempo contigo de ahora en adelante- respondió el chico con la boca llena
-ah, y eso porque Byou?- dijo curioso el castaño
-porque los otros tutores me dejaron porque me separaba de ellos- respondió ligero el chico
-ahora di la otra parte, esa información esta a medias- dijo de inmediato Takanori entrecerrando los ojos mientras veía al pequeño engendro
-ha, que despierto taka-chan....-
-Takanori-sempai- corrigió este, aunque sabia que lo hacia en vano- y no cambies el tema-
-no seas tan duro con el, es solo un niño taka....-dijo Kai algo extrañado de la tenacidad del chico para con su pupilo
-no, de niño tiene solo la cara.- dijo el rubio firme. si el se concia a si mismo entonces también conocía a Byou. Y si así era, el chico que tenia comiendo apaciblemente enfrente suyo no era otra cosa que una mente vorazmente despierta y traviesa, dispuesta a hacer maldades en todo momento. No se podía fiar ni un segundo de el.
-sabes tanto de mi como sabes de ti, y eso lo sabemos ambos.- dijo firme el menor de todos mirando a su tutor, que le devolvió la mirada captando el mensaje. El aire se volvió tenso para ambos, menos para Kai que no le daba el cerebro para descifrar esa paradoja.
-a que se refiere, Takanori??- pregunto Kai para romper el silencio.
-que te lo diga el- dijo el rubio
-como quieras! si quieres la verdad, claro....- dijo el chico continuando con su sándwich de atún
-por supuesto, dime, pequeño- dijo Kai sin entender nada.
-mi primer tutor me dejo porque yo lo odiaba, lo empuje de las escaleras y se rompió la pierna. Mi segundo tutor era una chica que no me quería, así que.... la metí en problemas, por decirlo así, y ahora esta en un manicomio, pero le darán de alta dentro de poco! no fui tan malo..... y mi tercer tutor... el era~ un idiota, así que un día me perdí en el bosque adrede y mientras el me buscaba lo ataco un oso, pero quedo vivo, eso si nunca más me quiso volver a ver. y el cuarto...-
-suficiente.- dijo Takanori, que a diferencia del paralizado Kai, había oído todo como si se lo esperase desde el principio.-ves ahora a lo que me refería? este niño no es otra cosa que un cerebro demasiado grande en una cabeza muy pequeña y maligna.- concluyo el rubio mordiendo su sándwich. Luego de masticar y tragar, y darle algo mas de tiempo a Kai para que dejara de ver boquiabierto al menor se molesto en recalcar -de niño tiene solo la cara.- miro atento al niño que tenia enfrente, sin poder evitar verse a si mismo.
-me caes bien, chico.- dijo Byou sonriendo de lado, el rubio solo alzo un par de centímetros su ceja, notando de sobremanera el calificativo de par que la palabra “chico” dirigida a el ofrecía.-creo que esta vez si me asignaron al tutor adecuado.-
En ese momento toco el timbre de entrada, Byou se fue a sus clases y Kai y Takanori caminaron al gimnasio.
CLASE DE GIMNASIA 9:50 AM.
El chico malo de la escuela, Akira, por primera vez en mucho tiempo, pasaba un recreo sin coquetear con nadie.
Había tenido la fortuna de no cruzarse con su mejor amigo en todo el camino, y pudo irse libremente a la azotea del colegio, donde luego trepo al techo, porque aunque la azotea era mas cómoda y segura, era demasiado obvia y era el primer lugar donde el castaño iría buscándolo.
Luego de pasar los 20 minutos de recreo viendo las nubes y insolándose sin pensar en nada, decidió bajar a la h0ora de gimnasia, era su clase favorita.
Estaba bajando por las escaleras de la azotea cuando se encontró con el castaño
-Akira!! Donde habías estado?? Me tenias preocupado, se puede saber que rayos te paso allá abajo??- el rubio no daba explicaciones nunca, y eso ambos lo tenían mas que claro, por eso el castaño no se sorprendió cuando el rubio solo le beso levemente la mejilla y le sonrío respondiéndole sencillamente "no te preocupes por mi, lo que no te mata te hace mas fuerte. Pero yo también te quiero patito."
Luego de eso bajaron hasta el gimnasio hablando de trivialidades, pero cuando solo les quedaban un par de pasillos -y ya iban bastante atrasados a clase- el rubio saco a tema una de las cosas que le traía preocupado
-Shima, te puedo preguntar algo?-
-algo de algo o algo de algo en especial?- dijo este mirándole curioso
-algo de algo que no solemos hablar- respondió el rubio mirándole a los ojos
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