El amanecer llego y Elle corrió al comedor para toparse de bruces con la persona que mas apreciaba Watari, el menor sonrío abiertamente mientras el anciano le revolvía sus ya bastantes rebeldes cabellos
-buenos días Elle ¿tan temprano y amaneciste muy animado?-
-sip-
-el día de hoy podremos estar todo el día juntos Elle… ¿a donde deseas ir?-
-Hamm no se… al zoo-
-trae tu suéter y vamos de inmediato-
-Watari hoy no abra interrupciones ¿verdad?-
-ninguna- sonrío el anciano-
Caminaron asta el parque, pagaron las entradas, y divagaran por el Zoo, el pequeño moreno se divertía como hacia tiempo no lo asía aunque de ves en cuando entristecía al ver a familias juntas, como Watari lo noto muy serio ya al acabar el día le pregunto con ese tono paternal que el empleaba solo en el.
-¿algo te molesta Elle-san?-
-no… Watari tu eres mi familia…- le sonrío tomando su mano-
-lo soy Elle y lo seré siempre…-
-¿puedo pedirte un favor?- pregunto el moreno sonriendo de aquella manera tan suya, desprendida y gentil, absurda y tan madura a su edad-
-dime, intentare cumplirlo-
-nunca te mueras…-
-Elle…todos mueren yo lo are algún día….-
-NOOO- lloro pescándose de su mano- cuando alguien muere es muy triste mucho muy triste-
-lo se… pero así es la vida- tomo sus manitas y se hincó junto a el- pero las personas que amas siempre estarán junto a ti…. Y yo nunca te voy a dejar Elle siempre te protegeré-
-¿puedo pedirte otro favor?- se sonrojo elle jugando con sus dedos-
-dime-
-cómprame un panda- rió apuntando un pequeño panda que jugaba en su estancia, daba maromotas y hacia teatro al que lo viera-
-jaja no Elle-san no están a la venta-
-ah-
La noche llegaba y ambos regresaron a Wammys, el sol se había ocultado por completo, y una hermosa y misteriosa luna alumbraba el edificio de blanco mármol, algo espectral flotaba en el aire pero el pequeño intento ignorarlo, miraba de lado a lado buscando algo que el no entendía.
Abia algo en el ambiente que lo incomodaba, recordó sin proponérselo, como si sierre estuviese pegado a su mente, las macabras historias del Sempai Ryuusaki, esos seres alados, “los que están a punto de morir o presenciar una muerte trágica los ven…. Los Shinigamis”, resonaban en su mente las palabras del mayor
Intentaba ignorarlo pero le era imposible, el nunca lo había comentado pero Elle antes había visto esos seres……… en casa de sus padres, en el incendio, su estomago se encogió y sintió que el corazón le daba un vuelco, se aferro con mas fuerza a la mano del anciano, llegaron por fin para el alivio del moreno al recibidor de Wammys, Watari se quitaba el abrigo, el pequeño Elle no dejaba de morder su pulgar sentía algo que no podía explicar…
-Watari…acompáñame asta mi cuarto- murmuro el niño jalando el pantalón del anciano ya que era la única parte que alcanzaba, el anciano asintió y juntos se encaminaron al segundo piso donde estaban los dormitorios
Lo arropo y diciendo las excusas de siempre, trabajo, poco tiempo, muy tarde, el anciano se retiro, dejando a Elle en la cama tapado asta la coronilla, no iba a admitirlo, pero tenia miedo, “los Shinigamis se llevan a los niños malos”, pero Elle era un niño bueno, a veces jugaba bromas a los maestros de Wammys y se burlaba de Roger-Kun pero era un niño bueno…
Fuera el tiempo se hacia cada ves mas tempestuoso, la época de lluvias se hacía cada ves mas presente, el viento soplaba y una rama siniestra golpeaba el vidrio de la ventana, Elle no se atrevía a nada, solo escuchaba aterrado cualquier sonido que no encajara en aquel lugar, pero el sueño lo venció y lentamente se quedo dormido, por suerte no vio la figura espectral que se poso en el árbol riendo de manera estridente y después extendiendo dos alas como de murciélago se alejo volando…
La fría noche paso, como todo tiene un fin, y el día comenzó a surgir, un sol raquítico y sin brillo se asomaba por la ventana del pequeño Lawliet, se desperezo, tallo sus ojitos y con pasos lentos y torpes se dirijo al baño, lavo su cara, miro su reflejo y le saco la lengua y este le respondió, bajo corriendo los escalones de dos en dos y antes de llegar al comedor con los demás niños se tropezó con Ryuusaki quien lo ayudo a pararse ya que por el impacto termino en el piso.
-lo siento sempai…- se disculpo elle robándose el hombro con el que se había apoyado para no lastimarse mas-
-no importa- murmuro Ryuusaki sobando con su larga y fina mano el hombro del menor, lo acerco mas a su rostro asta que sus caras quedaron a un palmo de distancia, el mas joven se ruborizo asta las orejas, Ryuusaki seguía acariciando su hombro lo tomo por la barbilla- Elle-san eres tan distraído, ¿que no sabes que día es hoy?-
-¿he…? ¿El día de hoy?- murmuro elle mirando hacía todos lados buscando algo que le diera una respuesta y vuala, por todo el pasillo estaba la respuesta, habían decorado el edificio con, calabazas esqueletos y brujas, en la s escaleras colgaban de los pasamanos telarañas y listones naranjas y negros… ¡claro!- hoy es Halloween… es 31 de octubre-
-bingo- sonrío Ryuusaki, tomo por las mejillas a elle para que lo volteara a ver y le dio un beso, uno profundo, para nada tierno, era mas bien húmedo y cargado de lujuria, el menor protestaba bajo el beso, pero con eso solo consiguió que la lengua del mayor pudiese entrar en aquella cavidad virgen o por lo menos eso esperaba el-
-Ryuusaki-kun- se separo Elle muy rojo casi sin aliento por aquel beso tan agresivo-
-este pequeño Elle es un adelanto de tu regalo en la noche te daré el resto del regalo- le sonrío irguiéndose cual alto era, después sin decir mas se marcho
Elle se sonrojo en exceso, sacudió su cabeza, despejando la imagen de aquel beso que aunque agresivo en el fondo le había gustado….después de todo Ryuusaki era su sempai lo admiraba y…le atraía de cierta manera
Mas que confundido se encamino al comedor, donde al entrar una docena de manitas lo rodearon y muchos labios se posaron en mejillas y frentes, todas las niñas de Wammys se peleaban para felicitar al pequeño Lawliet quien se sonrojo al grado de pareser que le saldría humo por las orejas, después de que pudo deshacerse de todas las niñas, se dirijo derecho a donde sola mirando su plato como si fuese la cosa mas interesante en todo e l mundo se encontraba Hinata Ryuga, al notar que el menor se sentó o a su lado le sonrío de manera triste
-buenos días Elle y feliz cumpleaños…-
-¿te encuentras bien Ryuga-san?-
-si…si estoy bien no te preocupes-
-¿Segura?-
-claro-
-watari de seguro y traerá un pastel…-
-toma- le murmuro la pequeña a Elle y por debajo de la mesa le paso un paquete- este es mi regalo…no es mucho pero quiero que lo tengas es especial… Elle tu me gustas mucho y cuando seamos grandes me quiero casar con tigo-
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